sábado, 11 de enero de 2014

Lenardis Amore - Capitulo 7


Capitulo 7

Ajusté mi sujetador después de haber puesto en su lugar de nuevo mis bragas. Estaba anocheciendo y Alex aun seguía recostado en la cama, mirándome con una sonrisa seductora.
—Ni lo pienses, tenemos que movernos –dije adivinando los pensamientos que estaba teniendo el vampiro –tenemos que ir donde William y Tessa, además ni siquiera hemos mirado lo que encontramos en casa de Cathal.

—No importa –dijo recostándose en la cama de nuevo, cubriéndose con las sabanas.
— ¡Ey! ¿No te gusta tanto ser Gobernador? ¡Bueno, comienza a moverte! –Dije tirándole sus pantalones –además debemos averiguar si esos licántropos nos seguían o si fue pura casualidad.
—Claro que no fue casualidad, eso no existe.
— ¿Entonces?
—No tengo la menor idea y en este segundo no me importa ¿Por qué no vuelves a la cama?
Tomé mi camiseta y me la puse bajo la mirada de Alex. Pude sentir como sin ninguna dificultad o lentitud rodeaba mi cintura y me llevaba a la cama de nuevo. No pude evitar reír.
—Alexander Lenardis, basta, en este mismo segundo, no podemos quedarnos aquí.
—Si podemos, sigamos mañana ¿no te parece? –besó mi cuello. Este comportamiento en él era anormal, sin duda alguna.
—Oye, detente –comenzó a subir mi camiseta de nuevo, pero atrapé sus muñecas para que no avanzara –Alex, debemos irnos de aquí, quizás nos están vigilando en este preciso momento.
—Que espectáculo les dimos entonces ¿no?
— ¡Oh, Alex! –Dije empujándolo desde sus hombros –tenemos que salir de aquí, ahora mismo, así que contrólate ¿sí?
—No quiero –me quede mirándolo asombrada, ciertamente esto era extraño.
— ¿Qué pasa? –Dije deteniendo la fuerza que estaba ejerciendo sobre sus hombros –tú no eres así.
Por unos momentos su expresión fue seria, no me decía nada, pero me miraba como si tratara de comunicarme de esa forma lo que le preocupaba.
—Creo que esto no vale la pena.
— ¿Qué? –Dije abriendo mis ojos, sorprendida — ¿a qué te refieres?
—Quiero asesinar a Cristóbal, sin duda, acabar con él, pero no sé si quiero seguir siendo Gob… —cubrí su boca con mis manos antes que siguiera hablando.
—Calla de una vez, no sigas porque eso sería crueldad pura.
— ¿Qué? –Preguntó confundido –pensé que algo como esto te iba a alegrar.
Me separé de él, yendo por mis pantalones y botines, teníamos que enfocarnos para acabar de una buena vez con todo esto.
—Victoria –exigió mi atención.
—Claro que esa noticia me podría gustar, pero no cuando lo dices de forma ligera.
Me senté para poder abrochar los botines.
—Estoy hablando seriamente ¿Qué te hace pensar diferente? –dijo mientras se ponía sus bóxers.
—Mira, repite esos mismos deseos cuando estemos en casa, al frente de tus guardias, de Elizabeth, Raúl y todo el Consejo… no juegues conmigo –dije mirándolo seriamente.
Entendía que él tuviera deseos de terminar con todo, estábamos metidos en problemas, quizás se había encantado con este momento de descanso, pero sabía que después diría algo diferente y no me quería entusiasmar con un deseo que no se iba a cumplir.
Tomé la camiseta negra de Alex  y me acerqué a él, tenía una expresión contrariada.
—Pensé que te alegrarías  —dijo con el ceño fruncido. Apoyé la prenda contra su pecho.
—Y créeme que sería la primera en apoyarte, pero decide esto no cuando vamos detrás de un traidor, ni tengamos estos problemas. No me voy a ilusionar ¿sí? –me empiné para poder besarlo, él unió sus labios a los mis.
—No quiero volver a tenerte herida en mis brazos y este cargo te ha puesto en riesgo.
Sonreí y volví a besarlo, realmente Alex podía ser encantador cuando se lo proponía, de todas formas no creía factible la posibilidad de que abandonara su cargo, ni siquiera sabía si existía dicha opción. Aun así me entretuve por unos segundos con sus labios, que adoraba, se movían de forma única contra los mis.
—Entonces me enseñaras a defenderme, tu lo haces bastante bien ¿sí? –sus brazos rodearon mi cintura y me levantaron unos centímetros. Apoyé mis manos en sus hombros.
—Bueno –dijo sonriendo.
Tan solo esa respuesta y su expresión me afirmaron de que no estaba pensando en esta posibilidad seriamente ya que cuando algo cruzaba de verdad la mente de Alex, no había nadie que lo hiciera pensar diferente.
Nos alistamos en cosa de segundos, empacamos lo que sacamos de nuestros bolsos y bajamos al primer piso, donde dimos por terminada nuestra estadía. Para cuando Alexander dijo nuestra habitación, él chico me sonrió.
Qué vergüenza. Era obvio que había sido muy ruidosa por culpa de Alexander.
—Buenas noches –dijo el recepcionista que vestía casualmente, mientras me miraba fijamente.
—Buenas noches –respondió Alex de manera fría.
De todas formas cuando salimos de aquella hostal Alexander se rió, también se dio cuenta de la mirada de aquel tipo.
—Te advertí que te mantuvieras en silencio –le di un golpe suave en su abdomen.
—Es tu culpa –dije caminando.
—He estado llamado a Marco, no contesta –dijo Alex, susurrando en mi oído. Estaba oscureciendo y las nubes estaban cargadas con agua, pronto iba a llover.
—Eso es raro, podríamos pasar a verlo al hotel.
—No sé donde está, no se quedo en la misma habitación donde lo dejamos la última vez, ha ido rotando, siempre hace lo mismo para que no sea presa fácil.
— ¿Cree que de debemos seguir siendo cuidadosos? Porque pareciera que ya saben que nos encontramos aquí.
—Intenta de nuevo –dije deteniéndome al frente de una tienda de televisores. Alexander sacó su celular y marco el número de Marco, mientras yo me quede mirando las imágenes de las pantallas planas que habían, estaban dando las noticias.
—No contesta –lo miré negando.
—Espera un poco, ni siquiera ha marcado tres veces –al terminar de decir eso cortó la llamada.
—Marco siempre contesta al primer intento –volvió a marcar el número.
Mientras hacia el llamado me quede mirando un televisor, leyendo el titular de una noticia.
“Trágica y misteriosa desaparición en hotel cinco estrellas”
Mostraban imágenes del hotel, de carros de policía, además de la ambulancia, pero la periodista decía que no habían encontraron el cadáver y que no sabían de donde habían hallado tanta sangre.
No sé de donde encontré la fuerza para levantar mi brazo y tocar el de Alex, que estaba dándole la espalda a los televisores. Él se giró a verme cuando lo toqué y después miró la pantalla plana, leyendo el titular y viendo las imágenes.
—Marco –susurró Alex.
No tuve que esperar a que me dijera lo que teníamos que hacer, simplemente corrí detrás de él, sin preocuparnos si alguien nos vio escapar de ese lugar a una gran velocidad. Esperaba que no.
Parecieron los segundos más largos desde que me había vuelto vampiro. Pero sabía que debía haber pasado poco tiempo desde que vimos la noticia ya que teníamos al frente a la periodista que daba la noticia.
Alexander tomó mi mano y me guió a un costado del gran hotel que estaba rodeado con muchos policías.
—Tan solo hay que ver si su maleta está ahí, nunca llevaba documentos reales ya que no quería meterse en problemas, pero siempre en su cartera llevaba la foto de su esposa.
—Entiendo ¿Qué haremos entonces?
—Tu nada, te quedas aquí, debe haber detectives en la habitación. Te esconderás en este lugar, ponte el gorro –dijo tomando la capucha y cubriéndome con ella.
—Está bien, te espero –me pasó su bolso y sin esperar otro segundo, desapareció de mi vista.
Retrocedí hasta llegar a la esquina del oscuro espacio que había entre un hotel y otro. Me senté en ese lugar, rodeada por nuestros bolsos, esperando pasar desapercibida.
Hace mucho tiempo que no sentía temor, miedo de lo que pudiera pasar. La última vez que me sentí atemorizada fue cuando Alex me secuestró. Esa incertidumbre de lo que podría llegar a suceder era una de las peores sensaciones que había aprendido a conocer desde que vi a Alex por primera vez.
Solo tuvieron que pasar cinco minutos, fue el tiempo que le bastó a Alex para averiguar lo que estaba sucediendo. Marco había muerto.
No era necesario que me lo dijera, ya que su actitud lo dijo todo. Sin cruzar palabra alguna tomó su bolso y se dirigió hacia la calle, con un simple “vamos”
Lo seguí en silencio, tratando de alcanzarlo ya que estaba caminando a un ritmo más rápido cada segundo.
—Alex…
No dijo nada, solo cruzó la calle y se sentó en un banco, en una plaza que encontramos a cuadras de la zona de hoteles. Ninguno pronuncio palabra hasta que Alex me mostró su mano izquierda, había un pequeño montoncito de ceniza, la cual voló con el viento.
Vampiros antiguos, de esa forma desaparecían de la tierra cuando eran asesinados con plata, simplemente se volvían en cenizas y se desmoronaban en el suelo.
—Por lo menos no se fue sin luchar, había sangre por todas partes y además un cuerpo decapitado, era un licántropo.
No supe que decirle, solo me senté a su lado y tomé su mano, la que había guardado las cenizas de su amigo.
—Ya saben que estamos aquí, no tengo idea de cómo, aunque pudimos ser vistos… lo que es extraño, aquí no se usa vivir de día, encontrarse con vampiros bajo el sol es una excentricidad. Debemos ir con Tessa y William, quizás ellos sepan algo, han tenido que escapar por una razón ¿no?
Alexander observaba el cemento mientras hablaba sin parar, estaba nervioso, era obvio.
— ¿Estás bien? –susurré presionando con mayor fuerza su mano. Era una pregunta estúpida, lo sabía, pero no encontraba palabras de consuelo.
—Si los licántropos saben que estamos en Londres, Cristóbal también debe saberlo. Será aun más difícil encontrarlo –me senté más cerca de él. Dejó caer el bolso al suelo –tendré que hablar con el Primer Ministro, es uno de los nuestros, debe responder ante mí por lo que ha sucedido hoy.
—No puedes, aun no estamos seguros de si hemos sido descubiertos. Deja que el Consejo se haga cargo de ello.
—No, es Marco, me debo hacer cargo de ello, no es cualquier vampiro el que ha dejado de existir –dijo mirándome con el ceño fruncido.
—Lo sé, pero no hay nada que el Primer Ministro o tu puedan hacer para traerlo de vuelta, Alex… ya sabemos quien fue, la pregunta es ¿Cómo supieron de nosotros? ¿Por qué acabaron con Marco?
Por la mirada que me dio mi esposo supe de inmediato que él ya tenía alguna respuesta.
—Estaba amenazado desde hacía años, incluso antes que su esposa. Marco viajaba muy poco para acá debido a ese motivo, no quería morir a pesar de estar solo –tensé mi mordida.
—Bien, no hay nada que pudiéramos hacer tampoco –era cierto, Marco era lo suficientemente mayor como para tomar sus propias decisiones.
—Lo más probable es que lo siguieran desde antes de nuestra llegada, ya que hoy cuando nos reunimos en el café no…
No seguí escuchando lo que decía, solo  vino a mi mente aquel café al que fuimos durante la mañana, aquel que había hecho sonar una canción que se me hizo conocida mientras ponía atención a Alex y Marco. Era la misma que sonó en el Vampire, la que esa pelirroja dijo que era importante.
—Estaban hablando sobre las amenazas hacia Marco –dije ahora entendiendo los susurros de Alex — ¿no? de eso hablaban cuando susurraban en ese café. El encargado nos reconoció y además estaba sonando esa maldita canción ¡la misma que sonó en casa de Cathal!
— ¿De qué estás hablando?
— ¡Es su maldito santo seña, Alex! Al café que fuimos, ese café es parte de los rebeldes. Así es como se comunican, como saben que un lugar es seguro, ese maldito club de Santiago, el Vampire, sí que es parte de los rebeldes.
Alex me miró sin decir nada, pensando en la posibilidad de que lo que yo decía fuera cierto. Tomó su celular y marcó rápidamente algún número.
—Raúl ¿cerraron el Vampire? –me quede atenta a aquella conversación.
—Aun no, estamos esperando a que Marco llegue para hacer todo como corresponde, ya sabes, papeleo.
—Ve hasta allá, ese lugar es parte de los rebeldes ¿Has sacado algo de la pelirroja?
—Su nombre es Janice, aliada de Cristóbal y no habla ni aunque usemos todo tipo de método para interrogarla, pero el hambre acabará con ella, ya verás.
—Bien, avísale a Elizabeth que Marco ha muerto, se debe encargar de ello, que busque al Primer Ministro para saber cómo los licántropos están traspasando las fronteras de la ciudad.
Hubo un silencio por parte de Raúl, una vacilación de un par de segundos que me hicieron ver que estaba afectado por la muerte de Marco.
—Alex, quizás deberían volver. No quiero que terminen secuestrados o asesinados.
—No te preocupes, estaremos bien, nos vemos.
Sin más cortó la llamada y me miró preocupado.
—Iremos al café ahora mismo, debemos atrapar al dueño del local para que confiese.
Tomamos nuestros bolsos y dejando de lado la muerte del antiguo amigo de Alexander, nos dirigimos al lugar donde habíamos estado esta mañana, con Marco. Sin duda no era mi amigo, ni siquiera me agradaba del todo, menos después de lo sucedido esta mañana, pero él me había ayudado en el pasado para que Alexander bailara conmigo.
No nos tomó nada llegar, ya que ahora cubiertos por la noche nos podíamos mover a la velocidad que nos permitía nuestra naturaleza. Alex no dijo ni una sola palabra hasta que llegamos a nuestro objetivo.
Presioné con fuerza mi mano contra el bolso, viendo como todo estaba a oscuras y relucía un gran letrero con la palabra “Closed, out of business”. Aquel hombre que inclinó su cabeza cuando me despedí sin duda había estado involucrado en la muerte de Marco, en la persecución de los licántropos a casa de Cathal, era la única opción.
Alex estaba a un par de pasos más delante de mí, por eso pude ver como sus manos se volvían puño.
—Haré un par de llamadas, espérame aquí –se alejó de mí, sin decir nada más.
Me dirigí hacia la fuente de agua y me senté, observando cómo Alex caminaba de un lado a otro, solo escuchaba susurros mientras que las gotas comenzaban a caer contra el cemento. Levanté la capucha de mi abrigo y lo esperé hasta que hizo la última llamada y se dirigió hasta donde estaba.
—Fréderic Leblanc, un vampiro francés, lo he enviado a perseguir. Ese tipo no se nos escapará tan fácilmente.
— ¿Tienes Guardias aquí en Londres también?
—Aquí y en todo el mundo, Victoria –dijo mirando hacia el cielo mientras caían gotas de agua en su rostro, suspiró, por primera vez hacia ese gesto que no servía de nada –exceptuando a Ezequiel, Aníbal y Marco, los demás Guardias en casa son de categoría baja, la mayoría son como Lina, ya sabes.
—Claro.
—Ahora es mejor que nos dirijamos a donde William, esperemos que aun no se hayan ido.
Asentí, tenía razón ya que era obvio que el lugar donde estaban, era un escondite momentáneo.
Corrimos nuevamente, lo que era un medio de transporte mil veces mejor que cualquier otro. No nos tomó nada poder llegar a la dirección que estaba marcada con libros quemados.
No dejé de mirar a Alex en cada segundo que nos tomó llegar donde Tessa, ya que no sabía que decirle, uno de sus amigos había muerto. Sabía que se estaba distrayendo, tratando de hacer como si nada hubiera pasado, pero eso nunca hacia bien. Aun así, no tenía palabras de consuelo o algo correcto que decir.
—Es aquí –dijo mirando un hotel, tan simple como esto era la dirección que nos habían dejado. Era uno de cuatro estrellas –espérame aquí.
—Bien –asentí de nuevo.
Alex entró al edifico mientras yo volví a ponerme la capucha, corriendo se había vuelto a caer y me había mojado por completo, ahora estaba lloviendo torrencialmente, lo que era bueno ya que las personas corrían por refugiarse bajo un techo.
— ¡Victoria! –escuché desde la puerta principal. Me giré a mirar y me encontré con Tessa, haciéndome una seña. Esta vez también lucía muy casual y con colores oscuros, aun así su cabellera rubia destacaba. Me sonreía.
—Tessa, que alivio, pensamos que se habían ido por un momento.
—Por poco no nos alcanzan, vamos.
La saludé de un beso y subimos por el ascensor a la habitación donde se encontraba. Ninguna dijo palabra alguna, los tiempos no estaban para hacer vida social.
Cuando atravesamos la puerta me encontré con Alex sentado en el sofá de tres piezas, mirando a William, que también vestía de forma casual y estaba al frente de mi marido.
—Ven –dijo Tessa, llevándome hasta donde ellos.
Alex me dio una sonrisa cansada, me senté a su lado después de haber saludado a William.
—No me gustan los rodeos –dijo mi vampiro, mirando con el ceño fruncido al miembro del Consejo –encontramos evidencia que te involucra con los rebeldes.
— ¿Qué? –Preguntó Tessa, mirando asombrada a su pareja — ¿de qué está hablando Will?
—No tengo la menor idea ¿Por qué dices eso? –Dijo el Consejero –Cathal tan solo era mi amigo, jamás participé del grupo de rebeldes.
—Entonces explícame ¿Qué hacia él manejando tu cuenta bancaria como lo hacía con los demás miembros de esa agrupación?
—Alexander –dijo William, negando –él se dedicaba a ello, toda una vida, siempre fue bueno con los números y haciendo fortuna, tan solo eso, no tengo idea de que otros clientes pudo tener, nunca me entrometí en ello porque sabía que era un rebelde.
—Encontramos registro de nombres y movimientos bancarios, donde se encontraba el jefe de los rebeldes y además de una vampiro que está siendo interrogada en este preciso momento.
—Soy miembro del Consejo, Alex, sé que a veces puedo creer que tu forma de Gobernar no es la correcta, pero no estaría metido en ello, es más, ningún Consejero esta en ello. Cathal me lo habría dicho ¡tengo siglos en esto! No me uniría a una agrupación que está destinada a fracasar.
Noté como Tessa se ubicaba detrás de William, dejando su mano sobre el hombro.
— ¿Por qué han escapado? ¿Tiene que ver con los rebeldes? –pregunté, creyendo que William decía la verdad.
¿Qué sentido tendría ser un rebelde y ayudar al Gobernador a seguir a la misma agrupación? A menos que fuera una trampa, cosa que no creía ya que se dejaría expuesto ante los otros miembros del Consejo si eso sucedía.
—Así es, mi contacto entre los rebeldes, quien me entregó sus posibles rutas de recorrido, las mismas que les concedí a ustedes, ha muerto, asesinado después de haber sido torturado, supieron de su traición. Han hecho una limpieza completa entre esa agrupación, se enteraron de que varios de sus integrantes, cometieron traición.
Mi cuerpo se tensó, mis pensamientos se enfocaron en Aníbal y Alanna ¿Cómo estarían?
—Tuvimos que desordenar nuestra casa, para que quienes fueran a asesinarnos creyeran que otros ya lo habían hecho. Despistarlos por un tiempo –dijo Tessa –pero dejamos pistas por si alguien nos buscaba.
—No pensamos que te tomarías esto tan en serio –aclaró William –has viajado desde Chile, pensé que dejarías esto a cargo de Marco o Lina.
—Sí, bueno –respondió Alex –esto se ha tornado más serio de lo que pensábamos, nadie en el Consejo lo sabe y apreciaría que siguiera de esa forma.
—Lo entiendo, no te preocupes –dijo Will mirándome. No sé porque supuse que entendió que había algo más allá, que era mejor no saber.
—Esto ha explotado de la peor forma –Alex miró hacia la ventana, llovía con fuerza –no quiero tener que dar aviso al Consejo o a toda la Guardia, quiero acabar con el problema yo mismo.
—Si te sirve de algo, Cathal viajaba hasta Londres cada ciertos días, él residía en Dublín.
—Claro –dije recordando los datos que había visto en su carpeta de investigación –es Irlandés.
—Ciudad peligrosa –continuó Tessa, mirándonos preocupada –es la unión de las especies, tierra de nadie y de todos al mismo tiempo.
— ¿Ahí podríamos encontrar a las hadas no? –pregunté, pensando en averiguar sobre el encargado de darle esa sustancia maligna a Cristóbal para controlarme.
—Si, como así licántropos –respondió ella.
—Como sea –William se puso de pie, creo que la visita había acabado –nosotros partimos en este preciso momento a Canadá, necesitamos protección y en Vancouver tenemos amigos que nos ayudarán.
—Entiendo –dijo Alex, también poniéndose de pie. Lo imité.
—La habitación esta pagada por esta noche, si desean un lugar seguro donde quedarse.
Para mi sorpresa, mi vampiro aceptó la oferta. No pensaba que nos quedaríamos aquí, esperaba que siguiéramos con la ruta para cuando acabáramos con la visita.
—Los visitamos a su casa esperando que nos dijeran los nombres de aquellos espías que tenias entre los rebeldes –aclaró Alex –pero si han muerto, no tiene sentido.
—Lo siento mucho –dijo Will –ahora estamos avanzado a ojos cerrados. Te recomiendo que no escondas esto al Consejo por mucho tiempo, todos respetamos tu experiencia como Gobernador, pero no olvides que todos estuvimos en tus zapatos y que sabemos en qué punto debes compartir información. Eso va para ambos –dijo mirándome.
—Gracias por el consejo.
Nos despedimos cordialmente y después de cinco minutos, nos quedamos a solas en esa habitación de hotel.
—Pensé que no ibas a aceptar el ofrecimiento de William –dije caminando hacia Alex, que observaba a través de la ventana, como llovía. Su cabello ya se había secado, no así su abrigo. Al llevar la prenda abierta se la saqué y la deje sobre el sofá.
—Nuestra ruta ha cambiado, no podemos ir directo a Irlanda porque debemos averiguar sobre ese tal Fréderic, es nuestra alternativa más alcanzable, él es un rebelde y parte de la agrupación –me apoyé en la ventana, mirando a Alex. Nuevamente parecía mayor y era debido a su expresión.
—Dame un segundo.
Me acerqué a mi bolso y saqué los papeles que encontramos en casa de Cathal, no me fue difícil encontrar el nombre de Fréderic Leblanc.
—Podemos ir por él ahora mismo ¿no te parece? –él negó, dándome la espalda.
—Lo más probable es que ya este bastante lejos, hay que averiguar a donde va. Lo más probable es que regrese a Francia. Depuse de todo, uno siempre vuelve a casa cuando está en problemas.
Me acerqué hasta él y lo abracé, apoyando mi cabeza en su espalda. Era tan alto que ni siquiera alcanzaba sus hombros.
—Cuando murió la esposa de Marco, Suzanne, él volvió a Italia. Era agradable ir a visitarlo, hace tiempo que no paso más de una semana por ahí.
— ¿Marco también era de Siracusa? –él tomó mis manos y entrelazó nuestros dedos.
—No, él nació y vivió por muchos años en Roma. Hizo muchas cosas de las que se arrepintió después ¿sabes? Pero fue un excelente amigo… uno verdadero, lamento haberlo notado ahora y no cuando estaba.
Sentí como su cuerpo se tensó. Finalmente se alejó de mí, diciendo que era mejor discutir sobre nuestros próximos planes, pero se fue hasta la habitación, donde hizo otro par de llamados. Supe de inmediato del porque se alejaba de mí cuando llamaba: hablaba con Lina.
Cuando volvió me dijo que ya tenía localizada la otra casa de Fréderic y que su estúpida Guardia profesional le había dicho donde era. No le tomó nada poder encontrar al vampiro, de verdad era buena, pero era una pena que no encontrara con tanta facilidad a Cristóbal.
—Quizás no es seguro que nos quedemos aquí –dije cuando él llevaba nuestros bolsos a la habitación –podemos no dormir y avanzar, no estoy cansada ¿tu si?
Alex volvió a la sala y se sentó en el sofá, apoyando su espalda en el respaldo, cerró sus ojos y volvió a suspirar. Un gesto extraño y entendible a la vez.
Sin preguntar nada me acerqué a él y tomé su mano, hice que fuéramos a la habitación, donde nos recostamos sobre la cama. Ninguno dijo nada, tan solo Alex me abrazó mientras yo acariciaba su cabello.
Estaba triste por la muerte de su amigo, era alguien que lo había acompañado y protegido por años. Necesitaba consuelo y yo no se lo iba a negar, si prefería quedarse aquí en vez de seguir a unos locos rebeldes, yo lo aceptaría y me quedaría con él, acariciando su cabeza mientras sus pensamientos viajaban a recuerdos que tenia con Marco, lamentando la muerte de su amigo.
— ¿Qué crees que sucede con nosotros cuando morimos? –preguntó sin previo aviso, tomando mi mano que descansaba sobre su hombro. Entrelazó nuestros dedos –hay muchos que dicen que solo nos desintegramos o peor, que nos vamos al infierno.
— ¿Por qué te irías al infierno si no has hecho mal? –Su mano se presiono con más fuerza contra la mía –Además ¿Cómo crees qué no tienes alma? Eso es imposible Alexander, yo estoy a tu lado porque eres mi alma gemela.
Se alejó un poco para poder observarme.
—Siento haber dicho eso –lo miré confundida.
— ¿Qué cosa?
—Que  no me volvería a casar contigo, cuando estaba con Lina. Escuche que estabas cerca, sabes que esa zona no tiene los paneles de insonorización, lo dije solo porque estabas ahí. Lo hice apropósito.
No dije nada por un par de segundos. Alex tenía pésimas técnicas de venganza, en serio.
—Bien, no hay nada que hacer, ya lo dijiste –él se acercó y me besó, no pude evitar sonreír ante eso. Estúpido Alex que lograba acabar conmigo con tan poco, nunca había sido exigente con él cuando debía estar enojada.
—Te has vuelto única, estaría contigo una y mil veces ¿lo sabes? –sonreí de nuevo.
— ¿Sabes? Técnicamente no estamos casados, así que lo que dijiste no importa –él frunció el ceño mientras yo reía por mi broma.
—No nos regimos por las leyes humanas –pasé mi dedo índice por el puente de su nariz. Él cerró sus ojos.
—Es solo una broma –me acerqué para poder besarlo.
Volvimos a nuestra posición mientras enredaba mis dedos en su cabello.
—Lo voy a extrañar, Victoria –supe de inmediato que se refería a Marco. Creo que nunca en el pasado él me había confesado algo que probablemente mantendría escondido en su mente. Quizás una vez o dos.
—Lo sé, amor, lo sé…
Pasaron horas, las que nos quedamos recostados, escuchando como la lluvia chocaba contra la venta, mientras él se quedo en silencio, pensando en el amigo que había perdido. Se quedo dormido pasada las tres de la mañana. Podría estar muy triste pero Alex amaba dormir, no podía pasar un día sin hacerlo.
En cambio yo me quede despierta, lo suficiente como para escuchar que mi celular estaba vibrando en mi bolso. Con cuidado me alejé de Alex, sin despertarlo.
Sonreí al ver como se removía sobre la cama, abrazando la almohada. Tuve que dejarlo ya que no quería perder el llamado y lo más probable es que fuera Ezequiel, Aníbal o Alanna, quería noticias de ellos. Llevaban demasiado tiempo en silencio, comenzaba a preocuparme, sobretodo por lo que dijo William.
Cuando tome el teléfono ni siquiera vi que numero era, ya que era obvio que me llamarían de celulares bloqueados.
— ¿Diga? –dije mirando hacia la ventana.
—Entonces es cierto, han capturado a mi querida amiga Janice. Debiste bloquear el celular Viky, sé exactamente dónde estás ahora.
Mi mordida se tensó al escuchar aquella voz, fue como si volviera a sentir un escalofrió, mismo efecto que provocaba Alex, pero esta vez era desagradable. No era mi celular el que estaba sosteniendo en mi mano, ya que si lo pensaba mejor, mi teléfono estaba en el bolsillo de Alex.
Al otro lado de la línea estaba Cristóbal.
“No solo al otro lado de la línea, amor”
El teléfono cayó al suelo al escuchar esa voz en mi cabeza. Sentí nauseas, si es que eso era posible.

Welcome, welcome :D ya, aquí esta el capítulo, estuvo corto ¿no? estoy como sin inspiración parece o quizas este debia ser asi de corto... por favor, todos un minuto de silencio por Marco u.u malditos rebeldes. Como sea, gracias por leer, de verdad que esta temporada han estado ¡boom! con los comentarios, muchas gracias *-*

17 Lectores:

  1. QUEDE SIN PALABRAS... OH POR DIOS.... :OO
    tapo mis ojitos ajajjajaja
    ESPERANDO CON MUCHAS MUCHAAAAS ANSIAS EL PROXIMO CAP.

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  2. Cristobal esta cerca!!!!! Y sabe cada paso que dan por su conexión con Victoria?? u.u

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  3. Pobre marco! No digo que fuera mi persona favorita en el mundo ni nada... pro me da pena por Alex... dios que desagradable pero a la vez apremiante saber que Cristóbal está cerca... pobre Alex... otra vez! Y por sobre todo pobre vicki mi muchacha debe estar sintiendose fatal. Ella provocó de cierta forma todo esto... dani quiero más ! Espectacular el capítulo !

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  4. que bueno que estuvo el cap es una lastima que este muerto marco era un gran amigo para alex sin duda la cosa se va a poner fea con cristobal espero ansiosa el proximo cap que sin duda va a estar buenisimo como siempre

    besos

    maru

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  5. Nooooo por que lo mataron pobre marco aawsww pobre alex su amigo cosita pero bueno las cosas pasan por alguna razon aaa este cristobal que malo aa hay que darle una buena patada de verdad genial capitulo ansio poder leer el proximo capitulo

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  6. Esto esta mal por que cristobal esta tan cerca siempre lo arruina de verdad tenemos que darle una buena leccion para que se el quite lo malo :) a vicky y alex espero que esto no haga que se arruine su relacion que ya esta empezando a ser mas linda que antes gracias por el capituli estuvo muy bueno

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  7. Pero como nos dejas asiiiiiii Daniiii haaaaaaa ....Como que murio Marcos uno de los amigos de Alex maldito Cristobal xq rayos no lo mato Anibal cuando se dio cuenta que latia su corazon ( ok prcesando esto que acabo de escribir si Anibal se dio cuenta de que latia su corazon no se imagino que Victoria lo habia convertido)???? Dani si me sacas de esta duda te lo agradecere...ok regresando a mi comentario espero que Alex liquide a Cristobal sin piedad o Lina quien sea no me importa pero que mueraaaaa ..espero y ahora si Victoria no sienta remordimiento por Critobal y se quite esas ideas y que desee su muerte lamentablemente Victoria le dio un poder muy grande a este tipo y todo por no pensar en las concecuencias Cristobal esta mas cerca de lo que pènsaban lo estan subestimando y creo que no es bueno si Cristobal le respondio a si a Victoria significa que esta en el mismo hotel y un error el tener prendido ese celular .. creo que lo que le dijo Will a Alex y a Victoria sobre lo del consejo que no puede esconder por mucho tiempo lo que esta pasando ... si no se apuran en matar a Cristobal los problemas seran mas grandes estoy que ancio leer el sig cap .. al parecer cada vez estan en mas peligro Alex y Victoria la verdad es una pena que hayan Matado a Marcos creo que son de los pocos amigos que tiene Alex que son leales de verdad mas vale que Anibal sea leal a ellos xq sino Cristobal y los rebeldes saben parte del plan de Victoria .. super cap Dani ..

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  8. Corto pero conciso.
    Hola Mariposa.
    Ummmmm q lástima q murió Marco, lo siento por Alex porq como sea es su amigo más cercano y lo ayudo cuando más lo necesito.
    Interesante eso de la canción, no se como no lo note antes. Como dije en el grupo, creo q no le presto atención a los detalles XD
    A pobres de mis gobernadores, se les vino todo encima, ese Cristobal es un maldito, digo a final de cuentas si analizas la situación te das cuenta q todos tienen su parte de razón, pero como estamos apoyando a la familia Lenardis... Buuuuuu Critobal, q mueran los rebeldes.
    Espero q Alex le pueda enseñar a bloquear a Vicky su mente y espero q no les pace nada a estos 2.
    Gracias por el capi Danii!
    Un abrazo y nos seguimos leyendo.

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  9. Me quede con ganas de mas; esperando el proximo con ansias.

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  10. omg, me quede en shock, no me acordaba que cristobal podia leerle la mente a viky >.< ufff es horrible cada vez me cae peor cristoabl ... y aunque no le tenia mucho afecto a marco me dolio que muriera, es que no es justo :/ esos rebeldes estan cada vez mas poderosos y no me gusta eso :( bueno danin espero que estes bien aunque el capi estuvo corto fue muy bueno.. felicitaciones y, bendiciones!
    DTB

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  11. se quedo en lo mas bueno!!! ojala y ya acaben con cristobal!! espero con ansias el siguiente capitulo!!!
    C.A.G

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  12. o.O peroo q finalll pero como olvidee q se podian leer las mentes rayoss como vicky olvido esooo por dioss espero q esto terminee bien en verdad vicky debio averse blokeadoo noseee AAhhh!! q nervio espero el prox con ansiasss

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  13. Wtf!!! Aparecio cristobal. He quedado en shock y mas encima ya saben dondr estan :O quiero otro capitulo ahora xD muero x saber que pasara

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  14. o.k. como es que me lo matan a Marco.... no es por maladad pero sigo con la duda de que tal vez si estaba involucrado con los rebeldes por que a su esposa la mataron si pero pq el trabajaba para Alex, y los llevo al bar de rebeldes es mucha coincidencia para mi.... me gusta ver a un Alex que este pensando en dejar el trono en verdad me encanta pero no lo veo tan quieto y dedicado a la casa a demas a Vicky en el fondo tampoco le agrada la idea aunq diga lo contrario, seria como quitarle algo de su personalidad y no queda.... ahora vamor por Tessa y Will escaparon con las justas o como dice Vicky es una trampa porque luego de esa corta informacion que les dieron y la indirecta de que lo arreglen o se sabra todo me dio mala espina, y boom aparece este loco al otro lado de la puerta y creo q sea por el celular que la encontro eso de que lea su mente es mucho mas, ella debe aprender a ocultarse de el pq el si lo tiene bien practicado y ni siquiera lo noto a pesar de estar tan cerca, se estan dejando llevar por los sentimientos y eso puede hacer que los atrapen.... que le corten la cabeza a Cristobal!!!!. asi gritara Alex cuando se entere de que se lee a Vicky va a rebentar a pesar de que sabe que es inevitable... gracias por el capi Dani se que se me esta pasando algo por alto pero ya lo volvere a leer para ver donde me perdi... un abrazo :)

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  15. santa cachucha¡¡¡estoy hecha un lio, la verdad la muerte de Marco...deberia sentirme mal, pero el nunca me gusto, (bueno fisicamente ese hombre es una delicia) pero yo siempre he sospechado de el, no se, no me gusta...esas cenizas, ¿si son de el? ¿alguien a pensado que como no podemos confiar en nadie y si el es parte de los rebeldes? ¿y si finguio su muerte? aunque luego pienso en que por ejemplo, su esposa murio asesinada por ellos, asi que por eso ya no se nada...Tessa y William..umm sospechosos tambien. El gatito va a matarme de un ataque al corazon si sigue diciendo y comportandose tan asi..."que espectaculo les dimos entonces no?" de verdad, te digo que con cosas asi me sacas suspiros y sonrisas.
    creo que quedarse el celular fue una completa estupides...¿como no pensaron en que los podian rastrear?..uuu y aparece Cristobal..que rayos???? no podia quedarse guardadito un poco mas de tiempo??
    gracias Dani, de verdad, estos dias no han sido nada buenos para mi, pero me das un respiro con el solo hecho de poder leerte, muchas gracias

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  16. Cuando el proximo? Quiero saber que pasará con Cristobal...

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  17. Recien lei!!! OH MI DIOS SANTO
    !!!!!! puto de meirda de Cristobal como lo odio!!!!
    Me encanta como esta la relacion de Alex y Vicky
    Me da mucha pena que Cristobal haya muerto y espero que encuentren al respnsable y lo maten!
    KILL THEM ALL!!!!!!!!!!!!!! jaja
    QUE CARAJOS CON LO DE NO SOLO TRAS LA LINEA??!! WTF tengo miedo jajaja
    Me encanto el cap espero el prox

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