domingo, 12 de enero de 2014

Demonio Blanco - Capítulo 6

Babaaaaa :Q____________ xD

Capitulo 6

Miré a mis lados para ver si había alguien más, pero por lo visto Damián estaba solo. Ni siquiera podía imaginar el motivo para que estuviera aquí. Me acerqué empujando algunos arbustos que me impedían llegar este lugar secreto con facilidad. Él seguía mirando hacia al frente sin decir nada, parecía que estaba escuchando música.

Tosí para que me tomara atención, pero fue inútil, estaba concentrado en algo más. Me acerque a él y deliberadamente llevé mi mano a su hombro y lo golpeé suavemente con mis dedos.
— ¿Amaya? –me miro alejándose como un gato. Se sacó sus audífonos.
—Hola –sonreí tratando de ser amable.
— ¿Cómo me encontraste aquí?
Sí, esa pregunta era la adecuada ya que estuve todo el día buscándolo ¿no? ¡Dios! ¿Es qué cree que nuestro mundo gira en torno a él? Esto no sería nada fácil, seguía con estas sensaciones negativas hacia Damián. Además ahora lucía demasiado extraño, alterado.
—No te estaba buscando… —levanté mi libro para demostrar a lo que venía –solo estaba buscando un lugar para leer.
—Bueno –se puso de pie –este lugar ya está ocupado, así que tendrás que buscar otro – vi como un segundo después se retractaba de decir aquello –lo siento, no debí decirte eso… —parece que no era la única que trataba de esconder lo que pensaba, interesante.
Aunque no dejaba de llamar mi atención la forma en que movía su mano derecha, haciéndola chocar contra su pierna.
—Estoy en un país libre, esto no es propiedad de nadie y puedo sentarme a leer donde se me dé la gana –avancé un poco y busqué un lugar donde hubiera bastante césped, me senté ahí y abrí mi libro.
—Amaya, te pediría por favor que…
—Ya no lo has hecho –dije mirando mi libro –me has corrido de aquí siendo un mal educado, sería una lástima que rumores sobre tu falta de clase corrieran por el colegio ¿no? Por lo que he notado eres casi la viva imagen de un alumno correcto, aunque solo he tenido la visión de tu parte alternativa, ya sabes… lo sucedido en el baño, esa rara reunión con Cloe, además de lo sucedido con tu auto. Estuve pensando en la posibilidad de que seas mal conductor o que realmente deseabas chocarme.
Se quedo mirándome sin decir nada por unos segundos. No lo apresuré, si no que aproveche ese tiempo para poder observarlo detalladamente ya que no lucía como todos los días, su cabello estaba desordenado, su uniforme sucio en algunas partes ¿estaría con alguien en este lugar? Quizás había una chica escondida detrás de algún arbusto.
—Creo que esta es la primera vez que me hablas tanto sin tartamudear –quede pensando en eso, Amalia me dicho antes que esa cualidad era lo que había llamado la atención de Damián, lo que encontraba extraño, ya que realmente no había sido tímida con él, más bien desagradable porque lo quería lejos.
—Bueno…creo que así me comporto con extraños, pero ya hemos llegado al nivel de cuasi homicidio ¿no? –él de inmediato recordó a lo que me refería.
—Siento si te asuste con mi auto, pero tú te cruzaste de forma irresponsable –levanté los hombros quitándole importancia.
—Bueno…creo que deberías retirarte si no deseas mi compañía porque no iré a ninguna parte, me quedaré aquí por un largo tiempo leyendo mi libro –me acomodé mejor, dejando mi bolso entre mis piernas y comencé a leer.
—No me iré —su tono seguro me decía que realmente le estaba molestando que me quedara en su lugar sagrado.
—Entonces puedes quedarte ahí de pie, mirando como leo o mirando la naturaleza…este lugar me agrada –suspiró y se sentó en la roca donde estaba. Lucía preocupado, de seguro vino aquí a pensar o algo por el estilo ¿tendría algún problema?
— ¿Estás bien? –Él asintió –no luces como si lo estuvieras.
—Me encantaría saber el motivo de este cambio de personalidad –fruncí el ceño. Esto quizás no estaba saliendo como esperaba, así que tendría que controlar mi boca.
—Lo siento –miré hacia un lado, pensando que realmente no me estaba comportando bien con él –es solo que me encantó este espacio, me gustaría poder leer sentada aquí, solo eso… siempre me ha agradado la tranquilidad –lo miré de nuevo, pero antes de que dijera algo lo interrumpí –podríamos hacer algún horario para que no te topes conmigo.
— ¿Sabes? He estado pensando sobre tu reacción conmigo y aun no te puedo entender… —tragué saliva, nerviosa, tendría que dejar que Damián se acercará más a mí para poder yo acercarme a él y poder hacer lo que Amalia me exigió.
—He estado nerviosa estos días, solo eso —se puso de pie para quedar a mi lado.
— ¿Y por qué creo que mientes ahora? —que rabia ¿Por qué demonios él quería saber todo?
— ¿Por qué habría de mentirte? –Levantó los hombros –porque no lo estoy haciendo –demonios, no me agradaba estar dando  justificaciones a un chico que ni siquiera conocía.
—Entonces ¿no correrás cada vez que me veas en el pasillo? –claro que lo haría…si no fuera por culpa de Amalia que me estaba extorsionando.
—Claro que no haré eso –sonreí incómoda de tener esta conversación con él.
—Muy bien, porque solo he querido explicarte lo que sucedió en el baño con Joan.
—Tu amiga Cloe lo dejó muy en claro, no tienes de que preocuparte —además que cada vez que nombraba esa situación me sonrojaba por recordar lo que vi.
— Cloe…sí, bueno ella no era  la que debía dar esas explicaciones.
—Ustedes lucen buenos amigos –mentira, él lucia como si fuera un cachorro al lado de una verdadera perra, pero no le podía decir eso a él…ni a nadie realmente.
—Sí, nos conocemos hace años, ella es compañera de mi hermana Amalia, quien se gradúa este año –sus ojos bajaron hacia el césped –ambas lo hacen.
— ¿Te entristece que se vaya Cloe o Amalia? –era notorio que Damián sentía algo por Cloe, a menos que este equivocada y sea otro el motivo de su pena.
—Creo que más Cloe, cuando se vaya Amalia será todo un paraíso mi vida —deje mi libro al lado.
— ¿Por qué dices eso? Es tu hermana, luce simpática – Además de ser una entrometida, terrorífica y malvada zorra… pero en cierta forma  aún no me desagradaba.
—Eres curiosa –sonrió y se acercó finalmente hasta sentarse al frente mío –es un tanto imprudente, no le agrada Cloe.
—Y ella es tu novia –él negó de inmediato.
—Yo no tengo novia –claro que no tenía si se tiraba a más de la mitad del colegio –luces diferente –me miro directo a los ojos provocando que mis mejillas se sonrojaran de una forma que hizo avergonzarme aun más –estás sonrojada –sin previo aviso acerco su mano hacia mí para tocar mi mejilla, pero como reflejo tomé su muñeca y la doble — ¡Amaya! –lo solté de inmediato.
—Lo siento, lo siento, no me di cuenta, solo es un reflejo por estar en defensa personal el año pasado, lo siento mucho Damián –tomé su mano de nuevo y pase mi mano por su piel, justo en la zona donde se estaba enrojeciendo.
—Eres fuerte —alejó su mano de mi –y eres pequeña ¿Cómo es qué alguien como tu puede ser así de fuerte?
—No, no soy fuerte, solo es el movimiento en tu articulación lo que te provoca el dolor, nada mas…solo fui rápida –él sonrió sin decir nada –entonces ¿Joan es tu acosadora personal? –dije volviendo al tema principal.
—Algo así —miró hacia un lado un tanto incómodo. Realmente pensaba que él había estado con ella pero luego la dejó sin decir nada, exactamente como lo hacen los chicos de su estilo. Mi pregunta era ¿Por qué el actuaba diferente conmigo? ¿Me vería como su hermana menor?...eso sería conveniente porque no quiero enredarme mucho con Damián, eso traería problemas –siento que hayas sido testigo de eso.
—Fue un accidente –levanté los hombros, relajándome para que viera que no era de gran importancia lo que había sucedido — ¿sabes? Ya deberías irte, no podré leer mi libro y además tú has de tener que algo más que hacer —él quedo pensando unos segundos.
— ¿Así que te molesta tenerme aquí? – Negué de inmediato — ¿entonces?
— Tienes  cosas más importantes que hacer ¿no? –él sonrió sin decir nada y de nuevo estuvo pensando unos segundos.
—Realmente no ¿te molestaría si me quedo?
—No, me agrada conversar contigo, eres simpático –él frunció el ceño, confundido. Yo igual lo estaría con mi cambio de actitud hacia él –mira, siento como me comporte hace días….no fue lo correcto, tu solo querías ayudarme, pero piensa un poco, eres un tanto importante en el colegio y no quiero tener problema con tus admiradoras, si una te acosa en el baño no quiero pensar en lo que me harían si ven a la niña nueva junto a ti —él frunció el ceño de nuevo — ¡no es como si hubiera algo con que  confundirse! No, no me malentiendas, solo que para evitar problemas,  fui desagradable.
—Ya veo, entonces ahora ¿no tengo permitido hablarte en el colegio? –sonreí ante esa idea, sería imposible acercarme a él si solo habláramos aquí, entre los árboles.
—Claro que no, además me han dicho que eres buen estudiante y que siempre ayudas si te lo piden, bueno, no me está yendo muy bien en biología — ¡Amaya mentirosa! Me estaba yendo excelente en clases porque realmente aquí iban un poco atrasados –así que sería genial si un día…bueno, tú…
—No me molestaría ayudarte si ese es el caso –asentí –bueno, entonces es un nuevo comienzo ¿no?
—Algo así…
—Muy bien, entonces hagámoslo como corresponde — ¿este chico estaba loco? Porque parecía estarlo, además de tener algo de psicópata. Era extremadamente raro –Buenas tardes Amaya, mi nombre es Damián Andrade y soy el presidente de alumnos del Colegio Altair –estiró su mano hacia mí, esta vez con más cuidado.
—Ohh ya veo… —me miró indicándome que le siguiera el juego –Hola Damián, soy Amaya Varela, nueva estudiante de tercer año –estreché su mano y sonreí al ver que él seguía con el papel de conocernos.
—Amaya, me agrada mucho tu nombre aunque no así Amalia, que es el nombre de mi hermana–trague saliva nerviosa por su comentario, no quería hablar de ella cuando me había enviado a engañarlo.
—Gracias, también es mi agrado.
—Muy bien ¿Cómo te ha ido este tiempo? –levanté los hombros quitándole importancia.
—Mmm bien, ha sido entretenido…hasta ahora –Comencé a sentirme incómoda al estar a solas con él aquí, donde nadie más podría escucharme si algo malo sucedía —¿sabes? Creo que me tendré que ir porque no recuerdo haberle dicho a mi madre que tenia este club, quizás me está esperando –me puse de pie con la mirada interrogante de Damián.
— ¿Estás hablando en serio? –Asentí sintiendo como mi estómago se revolvía de los nervios –bueno, yo te puedo ir a dejar…no me tomaría nada de tiempo.
— ¿Tienes que volver?
—Lamentablemente sí, tengo una reunión con Cloe y los demás –fruncí el ceño ¿los demás?
— ¿Quién más participa en el centro de alumnos? –él se puso de pie rápidamente.
—No, nadie que conozcas por ahora…muy bien, vamos entonces ¿sí? –asentí ya que si me negaba sería aun más extraño.
Llegamos al estacionamiento, espere a Damián para que fuera por sus cosas a su casillero y trajera las llaves, cuando venia hacia mí con esa sonrisa tan agradable que tenia me di cuenta que estaba haciendo mal, no era mucho lo que me había pedido Amalia…en realidad sí que  lo era, pero engañar a Damián era algo que traería consecuencias y no unas muy buenas.
—Muy bien, te llevaré –al abrir la puerta, alguien desde el colegio lo llamó.
Miramos hacia la entrada y pude ver que era Felipe con Nicole, ambos se miraron al verme junto a Damián.
—No te sientas nerviosa, ellos son simpáticos –me removí un tanto inquieta al ver como se acercaban.
— ¡Damián! ¿A dónde vas? –Preguntó el grandotote cuando llego a una distancia más cercana –tienes una de tus súper reuniones ¿no?
—Sí, pero iré a dejar a Amaya –comenzaron a hablar de sus planes mientras yo daba unos pasos hacia atrás y esperaba pasar desapercibida, lo que resultó de maravilla porque ninguno de los dos amigos de Damián me dio alguna mirada.
Sin embargo, no todo eran buenas noticias; al mirar hacia la entrada del colegio, distrayéndome de la conversación de los chicos pude ver con claridad como una figura femenina estaba mirando directo hacia acá. Era alta, verdaderamente guapa, la típica chica bonita del colegio, con su cabello rubio perfectamente arreglando y su impecable uniforme de porrista… ¡Peligro! ¡Peligro! ¡Peligro!
Me giré dándole espalda, esperando que no me haya visto o algo parecido, quería pasar inadvertida mientras trataba de convencer a Damián de que fuera, lo que Amalia quería ¡y primero tenía que ser su amiga antes de darle consejos! Demonios…así iba a terminar muerta antes de que termine el semestre.
Comencé a dar pasos hacia quedar al lado de la puerta del copiloto, mirando hacia el resto del estacionamiento. Pude captar de soslayo como la chica rubia me observaba con mala cara.
— ¡Me debo ir ahora mismo! –dije hacía donde estaba Damián, sus amigos miraron atrás y luego entre ellos.
— ¡Nos vemos, Damián! –dijo Nicole, me metí al auto sin siquiera pedir permiso y Damián lo hizo al segundo después.
— ¿Qué sucede? –miré hacia donde estaba la chica.
— ¿Podrías partir el auto ahora mismo? –mi voz afligida debió alertarlo porque hizo lo que le pedí y salimos del estacionamiento antes que la chica llegara a donde nosotros.
— ¿Cómo es que conoces a Eve? –negué.
—No la conozco personalmente, pero si a las de su tipo —él frunció el ceño.
— ¿Te han tratado mal? Debes decírmelo, Nicole es capitana de ese grupo –negué de inmediato. No me iba a meter en problemas por esto, además que no me habían hecho nada.
—Para nada, todos se han portado bien —él asintió no muy convencido.
—Entonces ¿en qué grupos de inscribiste al final?
—Literatura, ajedrez y atletismo.
— ¿Atletismo? –me miró sonriendo.
— ¿Conoces al capitán del equipo? –él asintió muy serio ¿Cómo cambiaba de expresiones tan rápido?
—Es un excelente chico, deberás conocerlo esta semana.
—Muy bien.
Luego la conversación fue sobre cómo me iba en las materias que rendía, algunos consejos de su parte para estudiar, hacer amigos….Dios, Damián se creía el gurú social del colegio.
Fue un alivio poder haber llegado en un par de minutos al condominio.
—Nos vemos,  gracias por traerme –él asintió y me giré para abrir la puerta.
— ¿Amaya? –Me volví a verlo — ¿te molestaría si conversamos fuera del colegio? –fruncí el ceño ante su pregunta, para mí era perfecto pero ¿Por qué él estaba pensando en eso?
—Mmm…no –él asintió.
—No quiero verte metida en problemas, luces como una chica tranquila…evitemos que eso cambie por culpa de otros –sonreí –y me caes bien, así que si quieres de mi ayuda o conversar un rato, no lo dudes —asentí.
—Muy bien, nos vemos.
—Te paso a buscar mañana –fruncí el ceño ¿no me había dicho que no nos veríamos dentro del colegio? –no te preocupes, estacionaré el auto lejos.
—Está bien, adiós –Salí del auto y caminé incómoda al frente del auto.
— ¡Amaya! –Miré hacia atrás cuando me llamé desde la ventana –te ves bien con el cabello tomado –de inmediato me sonroje por lo que dijo ¡estúpida Amaya!
Casi corrí hasta entrar a la casa pensando que me estaba metiendo en problemas.

¡Demonios, demonios, esto se estaba volviendo en una pelota de nieve llena de mentiras!

Bueno bueno, espero que les haya gustado este capítulo :D

3 Lectores:

  1. Aaaaah hermoso, hermoso Damián, lo ame, yo quiero saber como hará para darle consejos si solo se la ayudara y como los tomara y que pasa con Cloe para que sea tan mala influencia

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  2. Ooooo hay fin se estan acercando aunque sea forzado pero bueno Amaya sabe que no es correcto pobre de Damian cosita ooo no me agrada Cloe para nada al igual que Even presiento que son unas brujas gracuas por el capitulo =)

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