(voy a comenzar a hacer mas fotos de Victoria, porque aqui hay ¡tambien lectores hombres! he dicho)
Capitulo 5
Al bajar del
avión, cada uno llevó su bolso hasta la carretera, donde nos dirigimos con
nuestra velocidad vampírica hasta el hotel. No fue difícil ya que había mucha
vegetación, pronto conseguiríamos un auto para poder movilizarnos de forma más
natural.
— ¿Has hecho
una reservación? –preguntó Alex observando uno de los hoteles más caros de la
zona.
—No y no mires
hacia allá, sería obvio que nos quedáramos ahí, vamos a un hostal.
— ¿Qué?
Lo miré
sorprendida, no sabía que fuera tan delicado.
—Es solo un
hostal, vamos –dije caminando, sin esperar a que aceptara, ya que podría
quedarme esperando por horas para que así fuera.
Mientras
avanzaba me di cuenta de en donde nos encontrábamos. El sol se escondía detrás
de las nubes, había bastante viento, pero no hacia un mal día, aun así no había
mucha gente con las que nos topáramos, lo que era un alivio.
—De seguro
parecemos mochileros, de esos viajeros que recorren el mundo sin rumbo.
Miré a Alex que
estaba a mi lado, al mismo ritmo que yo, observando a los lados de forma
sospechosa. Me di cuenta que realmente no podía pasar tanto tiempo enojada con
él. Había hecho cosas horribles, pero que iba a hacer ¿quedarme enojada con él
por toda una eternidad? Con todo lo que hizo debería ser ese el tiempo para
recompensarme, pero no podía, lo amaba y me aburría estar distanciada de él. Lo
más factible era hacerlo pagar por lo que había hecho, así no me sentiría mal y
tendría mi recompensa.
— ¿Qué sucede?
–preguntó cuando notó que lo estaba observando.
—No estás cumpliendo
Alex, te he estado observando por más de cinco segundos y no he recibido ni un
solo beso –fruncí el ceño porque ese era uno de los tratos, es más, era para
que lo perdonara por uno de los acontecimientos que más me afectaron.
—Oh… ¿eso también
corre en público?
— ¿Tú qué
crees? –dije ahora observando hacia donde nos dirigíamos, ya que estaba
atardeciendo, no quería que se nos hiciera tarde para encontrar donde dormir
–nos vamos a quedar sin lugar para dormir, Alex.
—Debimos
habernos quedado en el hotel.
—Eso sería
obvio, si nos buscan, sería el primer lugar donde averiguarían Señor Delicado –dije
deteniéndome al llegar al final de la avenida principal del pueblo. Había buscado posibles lugares para dormir,
pero estas calles no estaban dentro de mi conocimiento.
Observé
detenidamente las casas tan altas, de colores blancos y calipsos, quedaban a
nuestra espalda, una junto a la otra, mientras que al frente de nuestros ojos,
estaba el gigantesco mar. Era sin duda una hermosa vista.
Sin embargo, antes
de que pudiera decir algo respecto a nuestro alojamiento, sus labios atraparon
los míos. Fue un beso superficial y muy corto para mi gusto. Cuando se separó,
lo miré sonriendo, él no tenía estos acercamientos en público. Es más, creo que
nunca lo había hecho, ya que prácticamente no salíamos a ningún lado juntos,
siempre estábamos encerrados en casa, ya sea la de ciudad o la mansión.
—Tendremos que
dormir en la playa si no quieres hacer uso de ese increíble hotel.
—Eres muy cómodo,
Alex, es en serio. Te has acostumbrado a llevar una buena vida ¿no es así?
Él sonrió, pero
al quedarme mirando unos momentos, su expresión cambio. Se volvió tenso y lo
más probable es que estuviera pensando en lo ocurrido con Cristóbal.
—Deja de pensar
en eso –le dije rápidamente, no quería que su humor se arruinara hoy.
— ¿En qué? ¿Es
qué ahora lees mi mente? –dirigió su mirada hacia el mar, pero no me quede
tranquila, ni iba a permitir que se volviera desagradable.
Me acerqué un
poco a él y con mi mano izquierda, que estaba libre del bolso que llevaba,
entrelace mis manos con la suya. De inmediato se tensó, pero no dijo nada, solo
presionó su mano junto a la mía y volvió a sonreír, aunque fue de una forma
casi imperceptible.
—Vamos a buscar
en una zona no tan turística ¿sí?
Fue una buena
idea, ya que nos adentramos al pueblo y pudimos encontrar una hostal, bastante
rustica y que Alex no quería usar ya que no le “convencía”. Ese fue uno de los
criterios para elegir, ya que él era demasiado cómodo.
No era un lugar
feo ni nada por el estilo, era normal. Mi querido vampiro parecía ser demasiado
sofisticado. Entramos a la casa y subimos al segundo piso, donde había una
habitación, con una cama matrimonial y un baño. No necesitábamos más realmente.
Dejé mi bolso
sobre la cama y me acerqué al pequeño mueble que servía para guardar la ropa. Después
me fui hasta la ventana y no había una vista fenomenal como de seguro
tendríamos en el hotel, si no que se notaba el patio de la casa, donde había
unos perros dando vueltas y jugando. Aun así, a lo lejos se podía ver un
pedacito del mar. Ya había oscurecido por completo.
—No me gusta
este lugar, mañana partiremos a Londres ¿no?
—Eres demasiado
quisquilloso –dije ahora mirando las estrellas. Al ser un pueblo pequeño, se podía
ver con claridad la noche, las luces no acababan con los luceros nocturnos –en
la mansión se ven más estrellas que aquí, pero no tenemos el sonido del mar.
— ¿Ahora
quieres un lugar que tenga mar?
—No –dije
abriendo la ventana, que necesitaba una segunda mano de pintura –solo estoy
diciendo que me gusta el sonido del mar.
—Ya…
Me giré a
verlo. Alexander estaba apoyado en el mueble de ropa, observándome atentamente.
Aun manteníamos la luz apagada.
—Creo que
deberíamos hacer un itinerario para mañana, solo tengo las ideas en mi cabeza,
pero hay que organizarnos –dije acercándome hasta mi bolso pequeño, de donde
saque mi celular –partiremos por caminos diferentes.
— ¿Qué? Tu no
iras sola a ninguna parte, eso tenlo claro desde este segundo –lo miré cansada.
—Solo iré donde
Tessa y William, quiero conversar con ellos y poder encontrar otros de los
posibles traidores.
— ¿Quieres ir
en busca de posibles rebeldes y sola?
De verdad estás loca. Eso no sucederá.
—No iré tras
ellos –aclaré de inmediato –solo quiero investigar más.
— ¿Y por qué no
puedes hacer eso conmigo? ¿O es que irás a donde yo no te dejaría?
—Alex –dije ya
un poco molesta — ¿Qué crees que estaré haciendo? ¿Encontrándome con Cristóbal
a tus espaldas? –tenía claro que estaba pensando en eso. Y lo confirmé cuando
su mordida se tensó –no haré tal cosa.
—No importa, no
irás sola. Puede que alguien te quiera hacer daño, puede que Aníbal te
traicione y avise a todo el mundo lo que planeas ¿Por qué quieres ir sola? No
lo entiendo.
—Porque podemos
optimizar el tiempo, pero si me quieres acompañar, está bien, vamos juntos –me
senté en la cama y comencé a buscar en mi celular las aplicaciones para hacer
anotaciones.
—Sí, te
acompañaré.
—Muy bien, psicópata
–dije escribiendo el título de nuestro itinerario –pero no quiero discutir, si
quieres estar a mi lado todo el tiempo, no hay problema, a mi no me molesta,
todo lo contrario.
—Estás diciendo
eso para que acceda –dijo ahora sentándose a mi lado, dejando mi bolso en el
suelo –esta cama es muy blanda.
—No estoy
diciendo eso para que cambies de opinión –seguía concentrada en el celular
mientras le hablaba –y la cama no es muy blanda, puedes dormir en el piso si quieres
algo más duro.
—No es
necesario, he dormido en todo tipo de superficies, pero me desagradan las camas
blandas.
—Eres muy cascarrabias.
Estás acostumbrado a las comodidades, me sorprendes, alguien tan antiguo como tú,
debió tener diferentes estilo de vidas al comienzo ¿no?
—Realmente no
–ahí dejé de mirar el celular y le puse atención –cuando fui convertido, Raúl
era el Gobernador, luego lo fue mi madre y después yo.
—Oh, entiendo…
siempre has vivido bajo el alero de tal cargo ¿no?
—De cierta
forma si –sonrió como si fuera una chico arrogante, nuevamente me pareció verlo
más joven ¿Qué sería ahora? ¿El recuerdo del pasado? ¿Hablar de sus padres? ¿O
simplemente él se volvía más joven cuando sufría? Quizás era eso, haber estado
tan triste pudo haber hecho que ahora retomara energías y así tuviera otro
estilo de expresiones.
—Alex, te ves
joven ¿Por qué? –No me iba a limitar a quedarme con la duda –pensé antes que había
sido tu gorro, pero ahora te miro y cada ciertos gestos luces realmente de tu
edad.
— ¿Me veo
viejo? ¿Eso estás queriendo decir?
—No, pero no
luces como un chico de veinticuatro años, no como los hay ahora por lo menos.
—Te entiendo
–ahora esquivó mi mirada y puso atención en la ventana –antes igual a sucedido,
no es nada del otro mundo, créeme, con los años volveré a la normalidad.
— ¡Entonces si
estás más joven!
—No –volvió a
mirarme –es difícil de explicar.
—Quiero saberlo,
ahora.
Le tomó unos
segundos y pude notar cómo se tensaba, pero de todas formas volvió a hablar.
—Antes, cada
vez que mi pareja se iba y moría, era como sentir cierta devastación en mi y… cierto
alivio al mismo tiempo.
— ¿Alivio?
¿Cómo podías sentir alivio con algo como eso? –simplemente dejé el celular en
la precaria mesita de noche que había a mi lado.
—Porque mis
sospechas eran ciertas, de todas formas, todo se volvía un tanto oscuro en mi
vida, como sucedió contigo ahora último, entonces… cuando ya me iba
recuperando, era como si toda la vitalidad que me había robado aquella pareja
al irse, volviera. Por eso me ves diferente.
—Pero yo no te
dejé –aclaré de inmediato, molesta.
—Aun así,
hiciste algo horrible.
—Y te herí
–dije recordando como había tenido que llevarlo hasta su cama y darle de beber
sangre para que se sintiera con fuerzas — ¡Ah! Alex.
Me estaba
sintiendo pequeñita por haber provocado ese dolor en él, pero aun así me armé
de valor y lo abracé, no me importó nada, simplemente me senté a horcajadas
sobre él y lo abracé, descansando mi cabeza en su hombro. Mirando hacia la
pared que estaba al frente, pensando en cómo debió sentirse, tan mal como
cuando perdió a sus otras parejas.
—Lo siento,
pero si hubiera sabido quien era, jamás me habría acercado a él. Ya está hecho,
ahora hay que atraparlo ¿sí? –Sus manos rodearon mi cintura, acercándome a su
cuerpo –Yo no me iré a ninguna parte, debes entender eso. No me vuelvas a
preguntar “¿Por qué te quedaste?”
–dije imitando su voz, lo que lo hizo reír.
— ¿Y por qué te
quedaste? –me alejé un poco de él, para que me pudiera ver.
— ¿Por qué más?
Porque te amo, aunque me hayas herido y me hagas enojar de una forma que pensé
imposible.
—Yo igual te
amo –sonreí satisfecha.
—Creo que haber
salido de casa fue lo mejor que pudimos hacer ¿no crees? Arreglaremos esto,
encontraremos incluso a esa infeliz que le dio a Cristóbal esa cosa para
inyectarse y me encargaré de esa persona.
— ¿Acabarás con
un hada? Son muy difíciles de encontrar.
—Acabaré con
esa cosa, ya verás –sus labios se unieron a los míos, pero esta vez de una
forma más profunda — ¿Alex? –Sus manos ya se estaban colando bajo mi camiseta
–detente, que quiero hablar algo serio contigo.
—No, yo creo
que es hora de reconciliarnos ¿no?
De un segundo a
otro me dejó recostada sobre la cama. Él se sacó su camisa blanca, dejándome
verlo en parte desnudo.
—Alex… —sus
manos ahora estaban bajando a mi camiseta, la que tomó e hizo que me la sacara,
dejando a la vista mi sujetador — ¡Ah! Para –dije cuando beso mi abdomen –no
debería ser así, yo no debería permitir que me toques ¿sabes? Ese es el castigo normal que las mujeres le
dan a los hombres, no sexo para ti.
—Pero estamos
teniendo sexo de reconciliación.
— ¡No! –dije
tratando de empujarlo, pero sus besos en mi cuello, eran irresistibles
¡demonios! Siempre pérdida en esto –porque tu aún estas enojado y me miras con
ese rencor, lo sé.
—Victoria, voy
a estar enojado por mucho tiempo más, pero ya es cada vez menos que al
principio.
No sé que habrán
desencadenado esas palabras, pero de un segundo a otro, al cerrar mis ojos, me
vi observando los ojos marrones de Alex. Éramos humanos, ambos. Nuevamente estaba
recibiendo imágenes de un pasado que alguna vez tuve con él, pero que apenas
recordaba.
Me sonreía y sabía
muy bien que estábamos hablando sobre nuestra fuga, sobre cuanto lo amaba y de
cómo haría todo por él; Alexander prometía que haría lo mismo por mí, por toda
una eternidad.
— ¿Victoria?
Sabía que me
estaba hablando en el presente, pero yo no podía dejar de ver sus ojos en aquel
recuerdo. Prácticamente podía sentir de nuevo como mi corazón se disparaba por
la emoción y adrenalina que se anticipaba a nuestro escape cuando alguna vez
fuimos ambos humanos.
— ¡Victoria! –Sus
manos me tomaron con fuerza de los hombros, sacándome de esa ensoñación — ¿Qué
sucede?
Me quedé
observando unos segundos al Alex que tenia al frente, con sus ojos oscuros y
piel pálida, de una especie diferente a la humana, pero era el mismo ser que había
prometido ciegamente fugarse conmigo… bueno, no conmigo, sino la que fui hace
miles de años. En la actualidad ni siquiera recordaba ese pasado con Alexander.
Era un tema que
no me había dedicado a pensar realmente, era raro y demasiado triste. Lo había
desplazado a mis últimas preocupaciones porque sabía que era un tema muy
delicado.
— ¿Estás bien?
–volvió a preguntar.
—No sé, acabo
de recordarte debajo de ese árbol –él no tuvo que escuchar otro detalle para
saber de lo que estaba hablando.
—Oh.
Se recostó a mi
lado, observando hacia el techo gastando. Hice lo mismo.
—Sí, es extraño
–dije temerosa de mis palabras y de las que él podría decir –me cuesta entender
todo esto, ¿me parezco un poco a ella? En tus sueños no me pude reconocer.
—Son muy
parecidas para mi, demasiado. Debí saber que tú eras diferente a las demás ¿sabes?
Ninguna tuvo rasgos como los tuyos.
—Pero yo no me reconocí
en tus sueños o recuerdos –giré mi rostro para poder verlo, pero el seguía
atento hacia el techo.
—Eran épocas
diferentes, otros estilos de vida.
—Alex, en ese
libro relatabas que la querías mucho ¿por qué la dejaste? -no pude evitar referirme a ella como una
desconocida, a pesar de que éramos la misma.
No me miró ni
dijo nada por varios segundos.
—Estaba más
interesado por el dinero y mi posición social, desde pequeño las cosas habían
sido difíciles y sabía que si abandonaba todo, tampoco iba a tener una de las
mejores vidas.
—Por dinero
¿no?
—Exacto.
—Pero ahora si
lo piensas ¿estabas realmente enamorado de ella? –no deje de observarlo para
ver su expresión. Por un momento se tensó, pero después se giró para verme.
—Si me lo
preguntas ahora, no lo sé en realidad –lo miré con la boca abierta –no me
malentiendas, creo que en ese momento si lo estuve, pero nunca hice nada por
ella. Al tener varias parejas después de lo sucedido, hice muchos sacrificios,
si lo pongo en una balanza, estuve más enamorado después.
—Mmm…
interesante –volví a recostarme, mirando hacia el techo –si te hubieras
decidido la primera vez no habrías tenido que sacrificar nada, solo disfrutar
de la compañía de esa mujer que dejó todo por ti.
—Y tú tendrías
una vida normal, de seguro ya estarías en tu segundo año de universidad, con algún
novio humano ¡quizás habrías conocido a Cristóbal! Sería un cuadro perfecto
¿no? –en cada una de sus palabras había resentimiento.
No tomé en cuenta
su mal humor, solo me quedé pensando en cómo sería mi vida de humana. Muy
normal para mí gusto, si la comparaba con esta. Era cierto que había momentos
que deseaba volver a tener esa tranquilidad, pero no tendría a Alex y ¿a quien quería
engañar? Yo no lo quería fuera de mi vida, si deseara eso, estaría viviendo en
Tombuctú. Además si lo pensaba detenidamente, yo no estaría aquí en la
actualidad porque esa gitana nunca habría... ¿reencarnado en mí? Esto era difícil
de interiorizar, por eso lo estaba dejando en mi baúl de los recuerdos.
—No tendría a
quien gritarle –dije tomando su mano, entrelazando nuestros dedos.
— ¿Por qué te
llevarías mejor con ese asqueroso humano? –sonreí y negué a sus palabras.
—De verdad no
te sacas de la cabeza eso, espero que algún día lo hagas, porque nunca sentí
nada romántico hacia él –trató de alejar su mano de la mía, pero no lo permití
–estoy cansada, no dormimos nada en el viaje y deberíamos descansar, mañana hay
que hacer mucho ¿sí?
Alexander
asintió y finalmente se alejó de mí. Me quedé sentada en la cama, observando
como él tomaba su bolso y buscaba su pantalón de pijama. De verdad que a veces
pensaba que era más bien un humano acostumbrado a las comodidades que un feroz
vampiro de años, los libros y películas me habían mentido.
— ¿Qué?
–preguntó al notar que lo estaba mirando demasiado tiempo.
—Solo estaba
pensando que realmente no te pareces en nada a los vampiros que imaginaba
antes.
—Te recuerdo
que tu también eres participe de esta especie y tampoco eres como las vampiros
de esas historias.
—Lo sé, pero
pensé en el pasado que si existían, serían como los de Inframundo o Crepúsculo, no
como tú o yo.
—No uso cuero
ni brillo, además los de Inframundo son muy viejos –dijo sacando su pantalón de
algodón azul oscuro, el que usaba como pijama –viejos como Raúl y Elizabeth ¿te
gustaría ser así?
—Alex, solo
usas algodón para dormir porque no te gusta otra tela, esa es tu característica
como vampiro –no pude evitar reír.
— ¿Es qué acaso
te gustaría que durmiera desnudo?
—No sería una
mala idea –dije tomando mi bolso para cambiarme.
—Eres una
provocadora, estás jugando con fuego, después te quejas.
—Es una broma
–aclaré, mientras sacaba mi camiseta con pantalones cortos.
—Extraño, estás
de muy buen humor por lo visto –sonreí.
— ¿Por qué no
habría de estarlo? Ya no me molesta tenerte cerca ni que me toques, me has
acompañado y estas hablándome con la verdad ¿te das cuenta que no es difícil
mantenerme contenta?
Alex me quedo
observando por unos segundos y sonrió, un poco.
—Debí haberme
dado cuenta antes –susurró –me habría ahorrado muchos problemas ahora.
Caminé hasta él
antes de ir al baño a cambiarme, no iba a correr más riesgos.
—Sí, debiste
decir la verdad desde el comienzo, pero no lo hiciste, ya está –me empiné para
poder darle un beso en su mejilla, pero él rodeó mi cintura para después
besarme en los labios.
Apoyé mis manos
en sus brazos, dejando caer mi pijama para detenerlo.
— ¿Qué haces?
—Quiero un beso
–susurró, mirándome con el ceño fruncido. Molesto.
Apoyé mis manos
en su rostro, observando sus ojos, tratando de descifrar lo que pensaba. Pude
hacerlo, pero no me gustó lo que vi.
—Lo siento
–apoyé mis manos en sus hombros –de verdad, no debí convertir a Cristóbal, pero
tampoco lo iba a matar ¿me entiendes?
Me presionó con
más fuerza. Sus brazos se ajustaron a mi cintura.
—Estoy tan
molesto, pero igual estoy furioso conmigo. Él te tocó y besó… tú eras solo mía,
nadie te había besado así antes.
—Alex.
Antes de poder
decir algo, me llevó hasta la cama de esa habitación sin gracia que había molestado
tanto a Alex.
—Pensé que
estabas molesto porque ya no tienes el cargo –dije ahora acomodando mi cabeza
sobre la almohada.
—Si, también
estoy enojado por eso, pero tú… luces como si no estuvieras enojada conmigo y ser
Gobernador queda en nada comparado al recuerdo de verte con otro.
—Pero no hay
otro Alexander, en todo momento pareció incorrecto ¿no me escuchas cuando te
hablo?
—Voy a
atraparlo y acabaré con él, si. Lo disfrutaré y no podrás negarme ese gusto, te
hizo creer que era confiable, que era tu confidente y que era tu amigo.
Me tensé al
escuchar esas palabras, sabía que él tenía razón y que Cristóbal era peligroso,
pero simplemente me incomodaba la idea de que alguien matara a otra persona. No
estábamos en los tiempos medievales o aun más atrás.
—Debes aprender
que aquí no hay amigos.
—Alex –apoye mi
mano en su mejilla –claro que existen los amigos. Javier dio la vida por
nosotros ¿no crees qué él debió merecer tu confianza?
— ¿Qué? ¿Ahora
me estás diciendo que Cristóbal se merecía tu confianza?
—No, no, nada
de eso. Tienes razón con él, pero si existen personas en las que puedes
confiar.
Me quedo
mirando unos segundos.
—No quieres que
lo mate ¿verdad? ¿Cómo pensabas enfrentarte a él si no puedes hacerle daño?
—No lo sabía
con exactitud, iba a crear un plan en el camino. Siempre pensé que ibas a venir
conmigo, pero cuando perdí las esperanzas, apareciste.
—Dime la verdad
–susurró, rodeando con suavidad parte de mi cuello — ¿sientes algo por él?
Negué de
inmediato, sabia a lo que se refería y claro que no sentía algo así por Cristóbal.
—El problema es
que se volvió en alguien, cuando sentía que estaba sola y sumado al hecho de
que no veo la muerte como tú. No es algo tan simple acabar con la vida de otra
persona, tan solo por eso me ves incómoda con el tema.
—Lo es y la
vida de él se acabará, al frente de tus ojos.
— ¿Me quieres
ver sufrir con esa técnica? –negó, mirándome con el ceño fruncido.
—Quiero que él
sea testigo de su poco valor. Que él no es nadie para ti.
Eso no era
cierto y podía sentirlo por el tono de su voz. Me estaba mintiendo.
—Quieres
comprobar que no me importa que muera ¿Es eso? ¿Te sentirás mejor?
—Ya he dado mi
fundamento –respondió con rapidez, de manera brusca y tensando su cuerpo.
—Muy bien
entonces.
Sabía lo
orgulloso que podía ser y lo testarudo que era, por eso decidí dejar ahí el
tema. No quería presionarlo porque a través de los últimos meses, esa técnica había
sido un verdadero fracaso.
— ¿Dejarás que
vaya a cambiarme ahora? –Traté de moverme para poder ponerme el pijama, pero él
negó y se acercó a mí — ¿Qué haces?
Presioné mis
manos en sus hombros cuando sus labios fueron hasta mi cuello. Enrolló un mechón
de mi cabello en su dedo índice y tiró un poco de él. Siempre hacia eso cuando
bebía de mi.
—Tengo sed,
Victoria ¿me dejas?
Miré hacia el
techo por unos segundos, recordando cuando estaba en ese horrible calabozo,
aquella vez me mordió de forma brusca y después escupió mi sangre. Creo que
nunca en mi vida me había sentido humillada, no de esa forma, había sido algo
horrible, como si en mi interior algo se hubiera quebrado.
Me giré para
poder verlo, sus labios solo estaban a milímetros de los míos. Cerré mis ojos
por un segundo, pensando en que era pésima estando enojada con él, no duraba ni
siquiera dos semanas.
— ¿Victoria?
–sus labios presionaron los míos, rápidamente, llamando mi atención.
—Está bien.
Giré mi rostro
hacia un lado, exponiendo mi cuello a sus labios. Me sorprendió sentir como se
tensaba sobre mí.
— ¿De verdad?
¿Incluso después de lo que te hice en ese calabozo?
No lo miré.
—Tú eres mi
única familia Alex ¿Qué sentido tendría guardarte rencor? Si tienes sed, bebe.
Él no me
respondió, no dijo ni una sola palabra, tan solo se tensó y besó mi cuello un
segundo para después hacer que lo mirara. Su boca se unió a la mía de manera
intensa, provocó que mis pensamientos tristes se esfumaran con una rapidez
sorprendente.
Rodeé su cuello
y lo acerqué a mí, pero al sentir que sus manos se colaban entre nuestros
cuerpo para eliminar mi ropa, lo detuve.
—No tan rápido
–sus manos ya estaban bajando mis jeans y sus besos al comienzo de mis pechos,
causando que esa sensación tan agradable recorriera mi cuerpo.
— ¿Qué sucede?
¿No quieres?
Me senté en la
cama, alejándome un poco de él. A una distancia segura. Me miraba preocupado,
sin entender mi comportamiento, pero realmente no podíamos ir tan rápido. Recién
nos estábamos reponiendo de lo sucedido.
—Alex, claro
que quiero, sabes que me encantas –terminé de sacarme esos jeans porque estaban
a la mitad de mis piernas. Él sonrió al verme, pero tome mi pijama que había
caído sobre la cama –pero no creo que sea correcto.
— ¿Por qué? No
entiendo, si no deseas hacerlo, bue… —cubrí su boca con mi mano.
—Cállate de una
vez, sabes que me encantas y que te llevaría a una cabaña solitaria solo para
estar contigo cuanto se me plazca –él bajó mi mano de su boca, mirándome ceñudo
–pero hacer el amor es algo íntimo, una entrega hacia el otro, por lo menos lo
es cuando estamos juntos ¿no?
No me
respondió, pero sabía que pensaba igual.
—Tú no me miras
como antes y yo aun recuerdo ciertos hechos que me hacen enojar, no estoy
enojada contigo, pero creo que podríamos esperar a que las cosas se calmen un
poco ¿sí?
—Me estas
castigando sin sexo, es eso.
— ¡Oh calla! Yo
también tengo mis necesidades ¿Qué crees? Pero iremos lento.
Se recostó en
la cama, enojado, era obvio, pero no siguió insistiendo, lo que me hizo pensar
que coincidía conmigo o que simplemente ahora me iba a ser la ley del hielo.
—Me iré a
cambiar.
Tomé mi ropa y
me escondí en el baño unos minutos, hasta que se quedará más tranquilo. Cuando salí,
ya estaba dejando los bolsos en una esquina de la habitación, uno junto al
otro.
—Mañana hay que
salir a primera hora –dije tomando mi celular del bolso pequeño.
— ¿En este
lugar hay un lugar donde arrendar autos?
—Estuve
pensando sobre eso, es mejor que tomemos el transporte público, de esa forma no
llamaremos la atención ni nadie podría darle datos a tus enemigos de donde nos
encontramos.
No me tomó ni
un segundo darme cuenta de que esa idea no le había gustado.
—Quieres decir
que deseas estar con humanos y usar esos buses para recorrer las ciudades.
—Oh por Dios,
su realeza, discúlpeme por dar tal idea –comencé a buscar los datos en internet
para poder tener una ruta para mañana. No fue difícil ya que era lo mismo, pero
en un transporte público, solo usaríamos a los humanos para pasar
desapercibidos.
—Que graciosa,
pero tomaremos un auto, pagaremos en efectivo y será todo más simple.
—No, es mejor
irnos con los humanos ¿de qué te quejas? Vamos, te estás comportando… como niña
caprichosa.
Cerré la
ventana de la habitación, miré por última vez la noche y fui hasta la cama,
donde él se encontraba recostado, sobre el cobertor.
—Niña
caprichosa ¿no? Es molesto ir entre humanos ¿es qué no te diste cuenta de eso
en la Universidad? Todos te miran, llamamos la atención de inmediato.
—Eres tan
egocéntrico –dije cubriéndome con el cobertor, de pura manía porque no sentía
nada de frio –no te fijes en los demás y todo será más simple.
Le di la
espalda para estar más cómoda.
—Buenas noches,
Alex.
No pude evitar sonreír
en la oscuridad cuando sentí que su brazo rodeaba mi cintura y se recostaba
junto a mí.
—Buenas noches,
Victoria.
Por primera vez
en muchos meses pude cerrar mis ojos de forma tranquila y sin pensar en alguno
de los problemas que teníamos. Solo me quede dormida entre sus brazos como si
todo estuviera de maravillas. Esa fue una sensación reconfortante.
Al despertar,
el sol estaba recién apareciendo por nuestra ventana, Alexander estaba de pie,
observando por esta, solo con su pijama.
— ¿Qué haces
ahí? –él se giró para verme.
—Acabo de
despertar, hay que partir pronto –sonrió –buenos días.
— ¿En qué
pensabas?
Por unos
segundos me miró. Podía entender que estaba analizando si responder o no a mi
pregunta. Finalmente decidió no hacerlo.
—Nada
importante.
—Bien.
Me puse de pie
con rapidez y fui hasta donde estaba mi bolso. Busqué en silencio la ropa que
usaría hoy y me dirigí hacia el baño para ducharme y alistarme.
Quince minutos después
estaba afuera, pude ver que Alexander se había dedicado a lo mismo ya que ahora
estaba vestido.
Era extraño
verlo con camisetas, pero ahora llevaba una de color negro con una camisa azul
oscuro. Además tenía puestos unos jeans negros y unos zapatos deportivos del
mismo color. Sí, yo había guardado esa ropa en su bolso, necesitábamos pasar
desapercibidos y él siempre estaba muy bien vestido con sus trajes de negocios,
no necesitaba eso ahora. Los negociosos se daban cada día para él, es por eso
que no podía ir tan casual, a menos que estuviera de vacaciones.
En cambio yo
llevaba una camisa de cuadros con colores oscuros, una chaqueta corta de cuero
y unos jeans negros.
—Muy humanos
¿no? –sonrió y dirigió su mirada hasta sus pies, él siempre usaba zapatos más
formales.
—Lo que
necesitábamos.
No tenía ánimos
de bromear, ya que sabía que me estaba escondiendo algo. Tampoco tenía ganas de
discutir, así que me limite a responder cortamente.
—Además siempre
lucimos muy humanos, que tú parezcas siempre un tipo con dinero que va hacia
una gran reunión, es otra cosa diferente.
— ¿Estás lista?
Asentí, ya que
todo estaba guardado. Para cuando fui por mi bolso se interpuso en mi camino,
mirándome curioso.
—Siempre llevas
tomado tu cabello, si quieres pasar desapercibida, tendrás que esconder de
forma natural tu rostro.
Antes de que
pudiera decir algo su mano fue hasta mi moño y lo deshizo, dejando que mi
cabello cayera hasta un poco más abajo de mis hombros, lo llevó hacia adelante
sonriendo, desordenando mi flequillo.
—Está bien
–dije dando un paso hacia un lado, pero él no me dejo avanzar de nuevo — ¿Qué
quieres?
—Saber porque
te has despertado molesta ¿has soñado con algo desagradable? –me crucé de
brazos, mirándolo con el ceño fruncido.
— ¿Qué te hizo
despertar temprano? Siempre necesitas más horas para recuperar energías, estás
escondiendo algo, no me engañas.
—Tengo varias
preocupaciones como para despertar temprano Victoria, no es nada que te esté
escondiendo, ya que estás al tanto de todos mis problemas.
Porque yo los había
causado, no me cabía la menor duda que eso había pensando.
—Bueno.
Fue lo único
que dije sobre el tema, si no me iba a decir, era su problema. No me iba a
martirizar tratando de descubrir lo que le pasaba.
Esta vez si me
dejó ir por mi bolso, el que me puse cruzado. Después me acerque a mi otro bolso
y lo tomé. Alex hizo lo mismo con el suyo.
Salimos de la hostería
antes de las ocho y media de la mañana. Durante el camino no hablamos nada,
pero él se mantuvo cerca de mí. Llegamos a la estación de buses justo a tiempo
para poder irnos a Londres en el transporte público.
No fue hasta
cuando pagamos nuestros boletos y estuvimos sentados en los asientos, que él
sin decir nada, tomó mi mano derecha, entrelazando nuestros dedos. Miré hacia
la ventana porque me hizo sonreír, pero no quería que él lo notara.
—Hablé con
Marco –me gire hacia él al escucharlo.
— ¿Qué te ha
dicho?
—Lina está con
él, están en el mismo hotel que dejamos la vez pasada. Marco fue a investigar a
la casa de Cathal, quiere que lo acompañemos.
— ¿Y podré ir?
–me llamó la atención que me incluyera en esos planes.
—Sí, dudo que
me dejaras excluirte ¿no?
—Te has vuelto más
sabio –dije sonriendo, ahora más tranquila. Aun no dejaba de pensar en que algo
me escondía, pero mis enojos no duraban mucho con Alex — ¿No te dijo lo qué
encontró?
—No, quiere que
vaya hasta allá para ver si yo encuentro algo, creo que el lugar está un tanto
desordenado.
— ¿Y Lina que
te dijo?
—No he hablado
con ella, Marco fue quien me llamó.
Tensé mi
mordida al recordar la conversación que escuche entre él y ese vampiro. Como me
desagradaba. Solté su mano y miré hacia la ventana, notando como las gotas de
agua caían sobre la ventana.
—No nos
quedaremos en el hotel de Marco, sería muy obvio. Debemos pasar máximo dos días
en Londres, Alex, sabes que nuestro destino es otro.
Hubo un momento
de silencio, el sonido de las ruedas contra el asfalto y de la lluvia contra la
ventana fueron mis puntos de concentración. Trataba de alejar los latidos de corazones,
la sangre que recorría las venas de los humanos que iban en los demás asientos.
—Ey… mírame
–hice lo que me dijo, lo encontré muy cerca de mi –no tienes que estar enojada,
ni veremos a Lina. Fue llamada por el Consejo, creo que le asignaran un nuevo
trabajo.
—En realidad no
estoy enojada con ella ¿sabes? –me traté de alejar unos centímetros de él, mi
concentración se debatía entre mis palabras y su boca –ella siempre te hace
decir cosas que me hieren ¿crees qué me importa su opinión sobre mi? Claro que
no, tan solo me enerva que haya estado contigo y que además logre meterse en tu
cabeza como yo tengo prohibido.
—Que dices, eso
es una estupidez… no hay nadie como tú para mí. Deberías saberlo, pensé que eso
lo entendías, nunca has sido alguien insegura sobre otras mujeres, tan solo has
sido siempre muy curiosa respecto a mis antiguas relaciones, pero nunca has
sido celosa… ¿o lo tenías muy escondido?
Mis
pensamientos cada segundo iban perdiendo la batalla contra los labios de Alex.
—Lo sé, pero
siempre que estás con ella dices cosas horribles, que me hacen enojar y me
ponen triste ¿crees qué no he olvidado la respuesta que le diste a Lina en
casa? ¿Qué no te volverías a casar conmigo?
Alexander notó
hacia donde estaba poniendo mi atención y sonrió, después puso sus dedos en mi
mentón, tomándolo entre estos para que no escapara de su vista.
—Siempre estoy
enojado cuando ella se acerca, no es el mejor momento y lamento que hayas
escuchado cosas que no eran ciertas ¿sí?
Esquive su
mirada.
—Debes
controlarte más, yo lo he hecho. Sé que te he dicho cosas muy feas, pero te lo
digo de frente, no ando por ahí hablando con Ezequiel o con Aníbal sobre
nuestra relación de esa forma, trato de mantenerlo entre nosotros porque eres
su Gobernador, no ando por ahí diciendo que no te quiero como mi esposo y que
me arrepiento de nuestra unión, eso solo lo he mantenido en mi cabeza.
Su mano soltó
mi mentón. Lo observé y noté la sorpresa en sus ojos.
—Entonces te
arrepientes –susurró.
—Sí, hay
ciertos momentos donde te odio y no quiero ver tu rostro, además de no querer
ser tu esposa. No lo voy a negar, pero si debo afirmar que esos pensamientos se
quedan conmigo. Tu le dijiste a Lina que te…
—No, estaba
enojado, no hablaba en serio –negué a sus palabras, Alex no comprendía.
—Aunque no lo
digas seriamente tus palabras repercuten ¿Cómo no te das cuenta?
—Bien, entonces
lo siento, no quería decirlo así. Te amo, si tuviera que empezar de nuevo
contigo, lo haría.
Sonreí, no lo podía
evitar, siempre que decía las palabras mágicas, no tenia control de mis
pensamientos, ya que costó mucho tiempo para que dijera que me ama.
—Y ya que hemos
llegado a una tregua, supongo que este viaje nos ayudará a solucionar lo que…
No deje que
siguiera hablando, usualmente lo arruinaba todo; lo acerqué a mí y uní nuestras
bocas. Reaccionó a la fracción de segundo, sus labios respondieron de
inmediato, pero esta vez era más tierno, lo que me agradaba ya que íbamos en un
transporte público. Su mano fue hasta mi mentón y logró que mi boca le
entregara acceso para que su lengua se encontrara con la mía, pero me alejé
justo a tiempo para no llamar la atención.
—Compórtate
–dije sonriendo y mirando hacia la ventana. Él se acercó hasta que sus labios
rozaron mi piel, justo detrás de mi oreja.
—No juegues
Victoria, porque conmigo te quemas –me hundí un poco sobre el asiento,
sintiendo las descargas eléctricas que solo él podía provocar en mí sin
inyectarse ninguna sustancia extraña en su sangre.
El viaje siguió
en paz, nos quedamos más tranquilos y realmente fue un buen viaje, el mejor que
he compartido con él. Estuvimos la mayor parte riéndonos de los demás
pasajeros, ignorantes de nuestra naturaleza. Eso fue surrealista, haber tenido
una experiencia de ese tipo con Alexander Lenardis.
Para cuando
llegamos a Londres, antes de dirigirnos al hotel donde se hospedaba Marco,
fuimos hasta una simple hostal, que ubicamos por internet. Solo había
estudiantes y personas que iban de paso, como nosotros, en su mayoría eran muy
jóvenes. Nos instalamos en la pequeña habitación, observando el Big Ben, era
una vista increíble para un precio tan barato. Era un lugar oscuro, con tan
solo una cama pequeña y un baño, nada muy elegante ni caro, pero era justo lo
que necesitábamos, incluso más.
—Esto es muy
pequeño –dijo Alex, observando con el ceño fruncido la cama. Sin embargo,
segundo después la molestia desapareció y me quedo mirando, sonriendo
–tendremos que dormir muy juntos, quizás tengas que dormir sobre mí para no
ocupar tanto espacio.
—Ja ja, muy
gracioso, eres un descarado.
Me acerqué a la
ventana y sonreí. No estaba lloviendo, pero había un día más bien lúgubre.
—He enviado un
mensaje a Marco y ya ha respondido. Nos verá en treinta minutos en la Trafalgar Square.
— ¿Por qué ahí?
Pensé que era mejor ir a su Hotel –Alex negó.
—Creé que es
más seguro.
—Entiendo.
Dejamos
nuestras cosas guardadas y después aseguramos nuestra habitación. Pedimos un
taxi y nos dirigimos hacia el punto de encuentro. No nos tomó mucho tiempo,
incluso llegamos antes de lo acordado.
Era un lugar
hermoso, jamás había visitado aquella plaza con esa maravillosa fuente de agua,
debía ser espectacular de noche. Alexander me comentó que la plaza había sido
creada en conmemoración a la Batalla Trafalguar, lucha en la que Marco había
participado cuando era residente de Londres, como vampiro. Lo encontré
increíble, ya que eso había sucedido en 1805. Marco era mucho más viejo de lo
que pensaba.
Y más
peligroso. Así lo noté cuando pude observar que se acercaba hasta nosotros,
furioso, vestido casualmente con jeans y un abrigo, apresurando el paso sin
lucir sospechoso. Sus ojos negros estaban fijos en los míos y cuando ya estaba
a un par de pasos de donde nos encontrábamos, sus manos viajaron con una rapidez
fulminante hacia mis brazos.
— ¡Pero cómo se
te ha ocurrido morder a ese bastardo!
Me quedé helada
observando cómo me miraba con tal enojo.
¡hellooooo! ¡capitulo de mitad semana! asi es, en el capitulo anterior hubieron 17 comentarios y dije "aaaww que felicidad, habra que subir antes" tenia que subir ayer, pero como que la celebración familiar post año nuevo se extendio y lo olvidé por completo. Asi que aqui tienen, espero que les guste y nos leemos en el siguiente capitulo, este domingo :D espero ver hartos comentarios aca que el capitulo lo encontre nanai.. igual como que Viky esta castigando al pobre de Alex sin nada de 1313 xD
Lo siento si hay fallas en el capitulo, soy tan mala releyendo xD
Danielaaaaaaaaaaa!!!! como nos dejas ahi! ya quiero leer el capitulo siguiente para ver que mas le dice Marco a Vicky y como reaccionara Alex!
ResponderEliminarmuy bueno
Un pequeño paso para nosotras pero un gran paso para estos dos, minimo ya estan sacando sus incomodidades mutuas. Mal por Vicky, de aqui en delante todo mundo le recriminará todo ¬¬
ResponderEliminarjajaja me imagino las criticas que estan por venir para la pobre vicky jajajaja, me encanta! q alex y vicky esten mejor... gracias por este cap,feliz año nuevo para ti Dani! bendiciones DTB y sube pronto el otro cap plis!!
ResponderEliminaresta vez dire igual que Pax como nos dejas asi!!!! pero fuera de ese final de capi ash.... me encanto la ternura de este par y eso de que se lo vea mas joven dan ganas de comerselo con miel, he quedado intrigada con el nuevo trabajo de loca Lina y xq Anibal no da señales de humo y x sobre todo no deberia escribir nada en su celular eso es una bomba que los puede condenar.... exitos para nuevo año esperando prontuto otro capi.... besitos Dani...
ResponderEliminarMe encanto el capitulo!!! todos le reclaman a la pobre de vicky!!! espero con ansias el proximo capitulo!!! saludos y feliz año nuevo un poquito tarde!!
ResponderEliminaratte: citla
Aaaaa me encanto el capitulo fue tan dulce me alegro que las cosas vayan bien con ellos dos son tan lindos y dulces eso es puro amor excelente capi y espero que hayas pasado un lindo inicio de 2014
ResponderEliminarmuy buen capitulo final abrierto , aguante vicki
ResponderEliminarSi que alegria por fin se estan arreglando las cosas entre ellos ya alex no merece una buena tunda ahora merece un abrazo y un beso de vicky ya que es imposible estar enojado con el gracias por el capitulo dani animo
ResponderEliminarAHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH!!
ResponderEliminarQue emocion por finnn estan comportandose como una pareja real!!!!!! :D :D :D
Alex a veces se porta muy jugueton jajaja :D Me encanto este cap! Alex debe dejar de ser tan quisquilloso porque no es tan malo hospedarse en un hostal jaja :D
QUE CARAJOS!! COMO SE ENTERO MARCOOO DE ESO??!! O:
Noo!!! por favorr que no se complique!! ): ):
Espero el prox cap con ansias, Gracias Dani :D
Que tierno este capítulo dani ! Alex de a poco va intentando cambiar su forma de ser y viky de a poco se siente cómoda con el... quiero saber que reacción tendrá Alex ante la imprudencia de Marco... aunque el tiene algo de razón no tiene por qué meterse y menos que menos tratar así a su gobernadora... me dieron ganas de pegarle jajaja
ResponderEliminarbueno dani feliz año y estoy feliz de saber que este año nuevamente vamos a tener más y más de tu magnífica pero alocada imaginación !
muchos besos y abrazos !
siempre nos cortas en lo mejor...
ResponderEliminargatito estas castigado, pero vittoria mujer hay necesidades por Dios....
feliz porque se estan arreglando.Q
QUIERO EL PROXIMO
FELIZ AÑO NUEVO DANI
Acabe de escribir mi comentario pero se borro........pero no importa lo vuelvo a escribir................este capi estuvo genial dani ...un alex que cada dia se comprta mas como un esposo....y vivky...ahhh que tiernos cada vez se comprometen a salvar su relacion.......y como nos dejas asi con ese final dani........Marcoooo que atrevido ....quien se cree para gritarle a viky ell aes la gobernadora ...debe RESPETAR....quiero capi capi para saber como reacciona alex espero que esta vez la haga respetar sino me voy a enojar muchoooo con él .......................capiii......dani es`pero que este año sea genial para ti CHICAS feliz añooooooooooo...:)
ResponderEliminarAww malditamente adorables jaja.
ResponderEliminarDesde el año pasado q no te dejo comentario mujer XD
Ufff estos 2 se propusieron matarme de una sobredosis de ternura jaja Y esq aunq a mi gatitu Alex me lo tienen a dieta, han sido muy lindos el uno cn el otro. Yo creo q si nadie se entrometiera ellos se reconciliarían más rápido. Pero bueno, sabemos q eso no va a pasar pronto.
Ashhhhhh q mal me cayo Marco, entiendo q este enojado pero q falta de tacto la suya.
Wiiii iniciando bn el año, eso me agrada jaja cn Alex y Vicky todo es más divertido.
Muchas gracias por el capitulo Mariposa.
Un abrazo y nos seguimos leyendo!
haaaaaaaaaaaaaa y haaaaaa como nos dejas asi con ese final tan intensoooooo!!!! muero por saber que le dira Marcos era obvio que algo le diria esque hasta yo si fuera un personaje le diria lo mismo jajaja que hara Alex o que dira Alex ante la reaccion de Marcos ?? ....
ResponderEliminarEl viajar juntos Alex y Victoria al parecer les ayudara arreglar sus cosas y tener comunicacion que les hacia demasiada falta jeje ya q fue uno de los factores principales de sus problemas pòr otro lado creo que es hora de que Victoria acepte que debe matar a Cristobal sea como sea la engaño cuando mas vulnerable estaba y la utilizo asi de simple xq si el no queria hacerle daño hubiese cambiado sus planes o no seguir con ellos ... asi que acepte que lo va a matar Alex que se deje de sentimentalismos con el que no lo merece y si Marcos asi le hablo que sea el y no Elizabeth xq le hiria peor.. Gracias Dani por tan excelete cap como siempre y ya quiero leer el sig ...
quisiera que todos los capis fueran asi...(obviando la ultima parte) estuve leyendo con una sonrisa en mis labios...se me hace tan linda la forma en como se estan acercando, todo a su tiempo, aun falta para que tengan su reconciliacion 1313...aunque el gatito ya esta ansioso..awww , tengo la duda de si victoria llegara a recordar totalmente su vida de gitana, seria raro para ella no? no se si entendi bien, Alex se ve mas joven por que se esta recuperando?orale
ResponderEliminarentonces, regresando a los momentos linduras...AMO CUANDO EL LE DICE QUE LA AMA <3 <3 no me canso de escharlo¡¡¡
no confio en Marco ni en Lina...pero a estas alturas del camino la verdad ya no confio en nadie, asi que estoy esperando ver mas de su viaje y si nos regalas mas momentos como los del hostal o los del bus (que malos son, riendose de los pobres mortales) estare muy muy agradecida contigo Dani¡¡¡
saludos desde Mexico¡¡¡
Atte.
AbiGali
Poco a poquito ahi van alex y vicki jejejeje ojala y todo vuelva como antes pronto, aunque el drama me encanta jjejjeje
ResponderEliminarMe gusto el capitulo, espero pronto el proximo :3
Bye :)
Waaooo un proximo YAAAAAAAA!!!!!
ResponderEliminarANEL...
ResponderEliminarPrimero que nada Feliz AÑo 2014..
y segundo wooowww que buen capitulo gracias Dany :)
Q buenn capi!! ahora a leer el praximo :P espero q todo se solucione
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