Confesiones
Lilia estaba
sentada en un sitial que había en la habitación de Adam, que dormía
tranquilamente en la oscuridad de su habitación. Ella había llegado hasta ahí después
de que Arial la dejara sola para dirigirse a la antigua casa de Ethan.
Tenía en su
mano un globo de agua para despertarlo, estaba analizando desde donde lo iba a
dejar caer. Estaba tan molesta con Adam, que quería fastidiarlo solo para que
se enojara aun más y como no podía golpearlo y los gritos no servían con él… lo
mejor era arruinar su sueño. Ya que por lo visto no había descansado la noche recién
pasada.
Estaba furiosa
por lo sucedido con Thaumiel, no podía creer que lo tuviese tan cerca y que
Adam no le hubiera informado de ello. Se sentía una estúpida por haber estimado
a Kobal, quien no era nada menos que su padre.