—No volverá a
pasar lo que sucedió con John y Charlotte –aquello me hizo pensar en Javier,
traté de borrar ese recuerdo de inmediato. Lo extrañaba tanto –Victoria…
—No pensemos en
eso ¿sí?
—Está bien
¿Cómo te sientes? –era cierto que la sangre en bolsa no me agradaba ni un poco,
pero si me sentía mucho mejor.
—Mejor, por lo
menos ya no arde mi garganta, muchas gracias –él acercó su dedo pulgar a la
comisura de mis labios y limpio para después llevarlo a su boca.
—Tenias una
gota –sonreí al ver lo que había hecho –sigues siendo un bebé.