“Al Límite”
Adam estaba apoyado en la puerta de su oficina,
mirando uno de sus clubes más famosos, observando como las personas
disfrutaban, bebiendo, bailando, riendo, acompañadas o conociendo a nuevos
seres, ya sean humanos o sobrenaturales. El ángel caído siempre se había
preguntado cómo era que los humanos se encandilaban por aquellos que eran
demonios o ángeles caídos, siempre eran atrapados con tanta facilidad en aquel
lugar, ya sea para malas o buenas intenciones. Siempre le causó extrañeza que
se entregaran a ojos cerrados a los demonios y no vieran al otro humano que
trataba de llamar su atención… inconscientemente en su mayoría elegían a
aquellos que los pondrían en riesgos, si no fueran por sus ángeles Custodios,
todos los humanos estarían en una situación bastante precaria.