jueves, 2 de febrero de 2012

L.D - Capitulo 1




CAPITULO 1

   Estaba mirando mi reflejo en el espejo del baño de la casa, jugando con mi cabello negro, liso y sin gracia alguna; servía de una u otra manera para entretenerme. Quedé mirando mi rostro, la pálida piel resaltaba en lo anormal y mis ojos verdes solo hicieron que me aburriera, si seguía mirando iba a tener un colapso de disgusto. Mi cuerpo tampoco ayudaba a notar algo en el reflejo, no tenía muchas curvas, es más, era bastante delgada…pero de todas formas mi ropa holgada me impedía marcar algo de mi cuerpo. Tenía que salir de aquí, o si no iba a terminar con mi autoestima por el suelo.

Eran las cuatro de la mañana y seguía sin poder dormir, había terminado nuevamente de leer una saga de vampiros que había encontrado en algún lugar de Internet y como siempre seguía provocando que sintiera que mi vida era demasiado aburrida y que solo en un futuro, tres meses para ser específicos, lo único que iba a tener de emocionante, era entrar a la universidad y sabía que esa emoción se iría luego de verme absorbida por los estudios y terminar en siete años con un título que solo me iba a esclavizar al trabajo y en eso si que no había dudas, menos cuando iba a estudiar Medicina…me gustaba, pero aun así, no encontraba que fuera algo tan emocionante como en las vidas de los personajes que leía en esos maravillosos libros, luchando constantemente, llevándome a lugares que jamás me podría imaginar…pero solo eso, ahí estaban…en mi imaginación.
Debo admitir que en un lugar muy escondido de mi corazón, creía que existían, escondidos de todo conocimiento humano, caminando entre nosotros sin darnos cuenta, pero luego de esa emoción…me veía abofeteada por la realidad, de seguro me estaba volviendo loca tanto leer.
   Salí del baño con un suspiro, derrotada por no encontrar nada entretenido que hacer, fui a mi habitación y busqué algo para abrigarme, algún sweater viejo que tenía tirado en mi cama. Tomé mi cajetilla de cigarros para poder distraerme y dejar de sentir autocompasión por mi vida normal, que probablemente si le hubiera dicho a alguien como me sentía me daría un sermón diciendo que era afortunada de tener una existencia que otras chicas soñarían, pero bueno, en estos momentos nadie me acompañaba como para regañarme.
Traspasé la puerta principal y me apoyé en el marco de esta, sacando un cigarrillo, mientras respiraba el aire frío que había, para ser verano debo decir que estaba más helado de lo común…aunque claro, era bastante tarde.
Miré a mi alrededor y todo estaba en silencio, las luces estaban alumbrando la oscuridad y cada casa tenía sus luces apagadas, no se escuchaba ni un solo ruido, no ladridos de perros, no maullidos de gatos, ni gritos de alguna persona que estuviera ebria, era solo un día más en la semana de Diciembre, la última semana de este mes. Negué con la cabeza diciendo que estaba más sentimental de lo normal. Saque un Lucky Strike y prendí mi único vicio, agradecida de que nunca me hayan faltado cigarrillos en mi vida, le di apenas una sorbida y sentí el agrado del sabor del humo en mi boca, de cómo mi corazón se aceleraba un poco, realmente era irónico, iba a estudiar Medicina y era más que adicta a los cigarros, no los iba a dejar por ética…no por ahora al menos.
Abrí y cerré nuevamente mis ojos volviendo a absorber del cigarro y luego de unos segundos boté el humo, me quedé concentrada mirando hacia calle, cuando sin siquiera darme cuenta una persona apareció a un lado de mi cerco de metal, era un hombre, sentí como mi estomago se revolvió un poco por la sorpresa, pensé rápidamente en botar el cigarro y entrar al refugio de mi casa, pero luego pensé que sería muy grosero de mi parte…aunque había un hombre que podía ser peligroso, al frente mío y en la madrugada.
—Buenas noches… —me tomó por sorpresa escuchar su voz, era suave, un tanto hipnótica. Mi corazón se aceleró solo al escucharlo y sabía que no era por efectos del cigarro. Lo miré nerviosa y me atraganté un poco con mi propia saliva.
—B-buenas noches –aunque su voz fuera bastante sexy, no me iba a quedar aquí ni un segundo más, boté el cigarro, del cual quedaba bastante que quemar  y lo pisé rápidamente.
—No deberías fumar, hace mal –fruncí el ceño al notar que no era un extraño cualquiera, sino que era un extraño entrometido.
—Sí, bueno, que tengas buenas noches –me volteé y no me importó haberlo tratado con tanta confianza, él lucia joven, unos veintitrés como máximo.
Dirigí mi mano hacia la puerta para entrar y olvidar todo lo sucedido, pero no pude. Me quede helada al sentir una mano muy fría que sujetaba mi brazo libre, dejándome a su disposición.
De inmediato me llamó la atención lo helado de su agarre, pero un segundo después eliminé esos estúpidos pensamientos, ahora tenía que pensar en el psicópata que estaba a punto de matarme y quizás hacer lo que se le diera la gana conmigo.
No me podía mover y él lo intuyó ya que se acercó más a mí y pasó su otra mano por mi lado para así tomar mi brazo que no estaba a su alcance y me comenzó a mover, haciendo que me volteara a verlo.
—Necesito tu ayuda –su voz seguía siendo seductora y me sentía pésimo por encontrarla de esa forma, era ilógico que en esta situación tuviera estos pensamientos. Sin dudas ahora mi vida aburrida era mucho mejor que estar en esta “emocionante” actividad.
— ¿S-i? –no me había dado cuenta hasta ahí que mi respiración era pesada y rápida. No podía ver su rostro, tenía mi mirada hacia el suelo y no era lo demasiado valiente como para poder encontrar sus ojos.
— ¿Qué haces a estas horas en la calle?...sabes que vivimos en un mundo muy peligroso hoy en día –si, claramente ahora veía lo peligroso que era, que ni siquiera en la puerta de mi casa estaba a salvo — ¿No me vas a responder? –se sentía muy confiado de sí mismo, eso no me agradó y tragué dolorosamente mi saliva ya que mi garganta se secó por el miedo. Traté de sacar fuerzas de donde no tenía y enfrentarlo.
Estaba aburrida con mi vida, pero no quería morir…menos con mis padres a unos metros de distancia.
—Suéltame –logré decir y lentamente levanté mi mirada para encontrarme con la suya y….Santo Dios, eso sí que era una mirada oscura como la boca de un lobo. Aquel chico, si, porque ya podía ver que solo era un poco mayor que yo, me sonrió curvando sus labios, haciéndolo ver muy atractivo, nuevamente me quise abofetear por esos pensamientos.
—Ciertamente no lo haré, dije que necesito tu ayuda…
— ¡Suéltame! –no sé de donde salió eso, pero mi voz fue bastante segura, sin embargo en respuesta solo obtuve su risa burlona ante mi atrevimiento.
—Tienes agallas…me agrada, pero ya es tarde para salvar tu vida –lo dijo descaradamente como si fuera lo más normal del mundo, quizás era algún asesino en serie o yo no estaba mirando las pistas correctas en ese momento –Ahora…debo decir que hueles magnífico… —en ese momento sentí como en mi cerebro hizo un “clic” al escuchar esto último. Levanté más segura mi mirada y encontré unos ojos más amables, pero luego me fijé detrás de él, hacia el cerco de mi casa… ¿Cómo diablos lo había saltado tan rápido?
Sin poder controlarlo, mi mente comenzó a hacer muchos “clic” lo cuales me convencían cada vez que estaba más loca que una cabra.
—Un vampiro… —no lo pude controlar, me quería golpear por no haber parado mi estúpido cerebro antes de decir aquella frase, incluso con un asesino, esto era vergonzoso. Aun seguía aterrorizada, pero esto se mezclo con curiosidad, lo miré fijo y él al escuchar lo que dije, solo enarcó una ceja, pero no lo negó.
Su piel era demasiado fría, incluso para que fueran las cuatro de la mañana, era tan blanca como…como si estuviera muerto y esos aspectos misteriosos de él, solo me decían que quizás…solo quizás no estaba tan loca como pensaba.
— ¿De qué estás hablando? –Su mirada se volvió más dura — ¿estás loca con esas “cosas”?...cada vez son más comunes estas respuestas —lucia molesto, pero no me importó.
— ¿Cómo saltaste tan rápido para llegar a mi? –sí, estaba loca, le estaba haciendo un interrogatorio a un vampiro o…a un loco que me quería matar.
— ¿No has pensado que eres demasiado lenta? –frunció el ceño de tal forma que me dejó bastante claro que lo estaba incomodando, por no decir que lo estaba molestando.
—Lo eres, no lo has negado y no me has tratado de loca –en realidad lo hizo, pero de una forma que no llamó mucho la atención — ¿Cómo piensas matarme sin que me entere de lo que eres?
— ¿Te das cuenta que estás hablando de tu muerte como si fuera lo más normal del mundo?
—No me debería importar si voy a morir de todas formas –repentinamente suspiró pesadamente, como si se estuviera rindiendo. Soltó su agarre sobre mí.
—Hay un problema con las chicas de hoy.
— ¿Qué edad tienes? –no me podía alejar de él, era imposible, ahora quería saber todo.
— ¿Por qué no has corrido aun? –su pregunta me sorprendió, tenía razón, siendo o no vampiro, iba a morir y yo estaba haciendo preguntas estúpidas. Sin embargo no me podía ir, no tenía idea del por qué. Él notó mi determinación –veinticuatro –su tono era como si fuera lo más obvio del mundo.
—Ya no tienes escapatoria, no lo has negado en todo este tiempo —casi me salió una sonrisa al decir eso –dime de verdad cuántos años tienes.
—Más de lo que te podrías imaginar… ahora ¿qué haré contigo? –Tenia el ceño fruncido –odio cazar por lo mismo, la próxima vez mandaré a alguien que me traiga alimento –estaba hablando consigo mismo.
— ¿Es verdad? –no podía parar de mirarlo sorprendida. ¿En qué momento esto paso de ser un casi asesinato a una entrevista con un vampiro?...era irónico.
— ¿Qué cosa? –creo que cada una de mis preguntas iba a ser respondidas de la misma manera…más preguntas.
— ¿Pueden morir al estar al sol o brillan? ¿La plata los daña? ¿Mueren con una estaca en el corazón? ¿No lloran? ¿Las cruces los dañan? ¿El ajo les hace algo? –su expresión se estaba endureciendo, ahí me di cuenta de con quien estaba hablando y que cada vez que abría la boca aumentaba las posibilidades de que me matara.
—Mira niña…tu olor de verdad es embriagador y sé que nadie te creerá si le dices a alguien esto, pero me causa intriga tu actitud.
—Responde —salió un gruñido de su garganta y de un momento a otro ahora estaba estampada en la puerta, dentro de mi casa, con su rostro a centímetros de mío. No tenía para que decir como estaba mi corazón de acelerado.
—No juegues conmigo —al decir eso tomó mi brazo izquierdo con fuerza –podrás saber todo de tus queridos vampiros y cosas que han salido a la luz por errores como el mío, pero no pienses que soy uno de los buenos ¿escuchaste? ¡Aquí yo doy las órdenes porque soy más fuerte! –Su voz estaba en mi oído y mientras decía eso iba apretando mi brazo cada vez más hasta que pensé que lo iba a quebrar.
Se detuvo cuando salió un quejido de mis labios.
 — Eso está mejor ¿no? –Asentí asustada mientras unas lagrimas comenzaban a caer por mis mejillas –ahora… —se separó y me quedó mirando –claramente esa idea de hacer que me invites a tu casa para entrar no es cierta –dijo refiriéndose a uno de los mitos sobre vampiros mientras observaba a su alrededor.
Mi casa no era de las mejores, éramos una familia de clase media, si iba a estudiar medicina era porque me había ganado más de un beca por haber estudiado como una esclava.
 –Ya que sabes lo que soy, lo cual es mi culpa, te debí matar antes que la maniática de vampiros, o sea tu, me descubriera…y ahora debo enmendar mi error  –dio otra vista a sus lados, mirando con suficiencia la sala de mi casa –tienes hasta mañana, como a las dos de la madrugada para despedirte de quien desees…serás mía.
— ¡¿Qué?! –mi respiración estaba más que acelerada al escuchar lo que dijo.
—Has escuchado, tienes hasta mañana, te recomiendo que no escapes o sino tus dulces padres pagarán por esto –me dio una sórdida sonrisa, que hizo que me espantara.
—Nunca permitiré eso ¡es ridículo! –mi tono desafiante lo hizo enojar, ya que de nuevo se acercó violentamente a mí.
—No me dirás que hacer dulzura… —me dio escalofríos a como me llamó –no tienes nada porque vivir, lo sé, así que te vienes conmigo o tus seres queridos pagarán las consecuencias de tus actos –apoyó su mano en la pared al lado de mi rostro. Las lágrimas por el miedo comenzaron a salir de nuevo –eso…debes comenzar a respetarme de una vez.
— ¿Qué tratas de hacer? –no sé cómo me entendió ya que mi voz apenas salió de mi garganta.
—Ya me escuchaste, no me gusta repetir las cosas, mañana nos encontraremos aquí –se acercó a mi costado y pasó su fría nariz por mi mejilla, lentamente. ¡Odiaba a mi corazón que no se podía controlar!
—No puedes hacer esto, por favor —ahora sonaba desesperada.
—Creo que te faltó algún libro donde describían lo malos que podemos ser ¿no? –se separó rápidamente y me dio una de esas sonrisas, curvando sus labios para luego mostrar sus dientes.
Realmente había leído varios libros donde esto no debería ser una sorpresa porque los vampiros eran seres malignos, pero…Dios santo, soy una loca por estar pensando esto, en un momento como este y más cuando mis ojos diferenciaron lo que había en su boca.
—Mierda… —no lo pude controlar, sus colmillos se podían ver claramente, no eran tan grandes como los que podían haber en televisión o bueno, los dientes de plástico que vendían para noche de brujas, pero tampoco pasaban como colmillos humanos.
—Y si…soy un vampiro o como lo llamen hoy en día –al decir eso desapareció rápidamente de mi vista. ¡Mierda, mierda, mierda! ¿En qué me había metido?

¡Bienvenidas y bienvenidos a esta nueva historia pequeñas mariposas! *-* espero que les guste y muchas gracias por pasar aquí.

10 Lectores:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  2. Ojooooooooooooooooou, saldre a las 4 de la mañana a la puerta de mi casa para ver si aparece algun vampiro *-* Jajajajaja Me gusta, me gusta! el comentario de arriba es mio, pero cambié el usuario xD habia escrito lo mismo, saluuudos.

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  3. WUAU... X FIN VOY A PONERME A LEER ESTA ISTORIA CM DIOS MANDA XD
    siii al mnos me acorde de alex... aunque no lo creas... asi ke kreo ke no andare llorando aun por que subas algun capitulo de un angel caera o entre los 2 y la luna o la ke mas me gusta SOWK xd

    dios ese alexander.. me da cositas!!! xD akajkajakaj
    se ve damsiado sexy y demasiado tentador... creo ke a mas d alguna le gustaria ke le pasara algo asi.. aunque no se sapa nada de lo ke pasara de aora en adelante :/

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  4. antes de ponerme a leer como posesa, estoy probando si puedo comentar :D

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  5. aaaaaawww otra vez por aqui !!
    oh! como extrañaba a este gatito!!!
    por q se hace el malvado si no lo es, es solo un Gatito al q le gusta ronronear y q le hagan cariñito ="=

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  6. Esto está buenísimo, además de muy original.

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  7. Me llamo mucho la atención la reseña, y ahorca el primer capitulo me dejo atrapada.¡¡¡Que bueno que esta terminado!!!! No tendré que esperar ni un minuto. Nos vemos despuescito.

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  8. Conenzando a leer desde el comienzo de nuevo, asi se me ara mas largo decir adios

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