Capitulo 18
“No tengo le menor idea de lo que tiene, es
diferente a épocas pasadas, pero al escucharla, cuando se dirigió hacia mí ha
sido… ha sido como si pueda seguir con mi plan, como si aun me quedara otra
nueva oportunidad.
Tratar de intimidarla, es lo único que me
queda para retenerla, hacer todo diferente a como lo hice en el pasado, no me
debo comportar como lo hice, eso solo me trajo problemas. No dejaré que se
escape, no puedo perderla. No podría soportarlo.
Victoria ya ha apoderado de todos mis
pensamientos.”
Esos eran unos
de los primeros párrafos y más importantes que había leído hasta ahora. Solo había
dejado que dos páginas entraran a mi cerebro, no más, ya que me negué a leer el
maldito cuaderno durante todo el tiempo que estuvimos en el departamento.
No nos habíamos
hablamos, solo cruzamos un par de palabras sin sentido, ninguno de los dos
durmió, nos entretuvimos en cualquier cosa que no estuviera relacionado con
hablarle al otro y menos compartir una habitación.
Cada uno estaba
enojado con el otro. Alex conmigo porque había rechazado su cuaderno en un
principio, que prácticamente era como romperle su corazón debido a que era algo
muy importante para él. En cambio yo estaba enojada porque ya eran demasiadas
mentiras y ahora todo se estaba complicando debido a los enemigos de Alexander.
Ahora cada uno
iba en el avión, a metros de distancia del otro ya que no nos sentamos juntos. Podía
deducir desde mi asiento y por su inmovilidad de que estaba durmiendo, no
dormir le pesaba mucho a mi vampiro, suponía que era debido a los años que tenía,
podía ser más fuerte, más astuto y tener siglos de experiencia pero así mismo
debía dormir sus horas al día para reponer energías. Yo no, yo podía quedarme
despierta si no había hecho alguna actividad que exigiera mi esfuerzo, así que
en este momento podía leer ese cuaderno que me había entregado anoche sin tener
que sentirme observada o molesta.
Mis estados de
ánimos fluctuaban seriamente en algo patológico, culpaba en un ciento por
ciento a Alexander.
Apoyé mi cabeza
en el respaldo del cómodo asiento, observando cómo lucia su perfil desde esta
distancia. Las ansias por volver a nuestra casa en la playa crecieron de manera
abrupta. En ese lugar aunque habíamos tenido unos problemas, había sido
nuestros últimos momentos realmente cuerdos. No habían guardias que nos
rodearan y aunque me costo, pude tener un poco mas de Alex, sin que estuviera
pensando todo el tiempo en su función como Gobernador.
Que ganas de
que no lo fuera, que ganas de que solo fuera un guardia o algo por el estilo,
algo que nos permitiera tomar nuestras propias decisiones sin tener que ante
poner toda nuestra especie antes.
Que deseos
tenia de sentarme a su lado y aprovechar estos momentos a solas que teníamos,
serian los últimos, ya que llegando a casa, estaríamos todo el tiempo rodeados
de guardias. Pero mis deseos quedaban aplacados por los recuerdos de él
diciendo mentira tras mentira.
Cansada, desvié
mi mirada de ese peligroso objetivo y me concentre en abrir su cuaderno.
“Victoria, es primera vez que encuentro a mi
pareja con el mismo nombre de Ella, esa gitana que me llevó al calvario que
vivo hoy. De todas formas, es muy diferente a esa mujer… y a las demás, es
mucho más independiente y por lo que he notado le agrada estar con su propia
compañía. Supongo que es un tema del desarrollo que ha tenido la especie
humana.
Tiene unos ojos verdes preciosos, brillan
ante la luz del sol. De inmediato me hizo pensar al verla ¿brillaran sus ojos
negros al sol cuando la convierta? Debo esperar a que madure un par de años,
estoy ansioso… tanto que estoy preguntándome cada día si mejor la traigo a casa
y la mantengo aquí por un tiempo. Eso sería perfecto… pero aun no quiero
alterar su vida, no quiero que me termine viendo como el culpable de quitarle todos
los placeres que tiene la vida humana. No quiero darle excusas para que corra
lejos de mí.
De todas formas, traerla antes de tiempo podría
ser una buena idea. En esta década las mujeres como ella ingresan a la
Universidad, será imposible no alterar su vida en un par de años… quizás será
mejor adelantarnos.
No sé lo que haré”
Cerré el
cuaderno y apoyé mi cabeza en el respaldo nuevamente. ¿Así me miraba él sin que
yo me diera cuenta? Sonreí ante el recuerdo de mis ojos, pareciera que fue una
eternidad cuando eran de color verdes. Nunca me había preguntado si les habían
gustado en algún momento, a mí siempre me encantaron sus ojos ¿Cómo habrán sido
los de Alex de humano?
—Marrones,
normales, nada del otro mundo. No como esos hermosos ojos verdes que tenias.
Me tensé por
completo al darme cuenta de que me había respondido una pregunta que solo había
formulado en mi mente.
—Supuse que
estabas durmiendo ¿Por qué te metes en mi cabeza? –él no se giró a verme, seguía
mirando hacia la ventana, inmóvil, como si siguiera durmiendo.
— ¿Solo tú
puedes meterte en la mía cuando estoy vulnerable al dormir? –No respondí –yo también
puedo hacerlo y ahora has bajado tus defensas, no estabas enojada conmigo por
unos segundos, fue inevitable aprovecharme.
—Según tu, para
ti hay muchas cosas inevitables, me pregunto su mentirme a la cara lo
consideras también “inevitable” –su silencio me hizo arrepentirme de mis
palabras, estaba buscando tener una discusión nuevamente, incluso cuando él
parecía haber dejado su molestia de lado. Era un merito que iba considerar –Voy
a leer lo que me has entregado, supongo que mi curiosidad es mayor –sentencié,
dejando de lado el hecho de que haya entrado a mi mente, hace mucho que eso no ocurría
y actualmente lo extrañaba, esa forma de comunicarnos… era tan intima. El único
problema era que él se metía en lugares privados y él no me dejaba hacer lo
mismo. Siempre escondía algo.
—Victoria –esta
vez pude sentir como una brisa llegó a mi rostro y realmente no me sorprendí de
verlo sentado a mi lado –debemos hablar algo muy serio.
No le respondí,
solo me quede observando su rostro en silencio. Como su ceño fruncido se
marcaba porque algo lo preocupaba.
—No volverás a
la Universidad y lo mejor que podemos hacer es volver a la otra casa, quedarnos
en la ciudad es más peligroso, sobretodo porque hay menos guardias y porque
estas más expuesta, yo no estaré a tu lado en todo momento, debo atender
ciertas situaciones mientras dure la investigación.
Negué, no iba a seguir ese plan.
—No haré nada
de eso hasta que se aclare lo sucedido y se confirme nuestras hipótesis, no voy
a hacer todo un espectáculo antes de que puedan identificar quienes son los
involucrados o si es cierto lo que pensamos.
—Victoria, te
estoy…
— ¿Dando una
orden? –Sonreí triste –te recuerdo que no soy una de tus empleadas y que esa
forma de actuar tan apresurada, no es conveniente.
— ¿Por qué?
Mantenerte segura es mi prioridad, no voy a permitir que alguien te haga daño,
no me lo perdonaría. Aun no eres fuerte ni superior a ningún vampiro que no sea
un recién convertido –me giré para no verlo, sus labios se movían de forma que
me daban ganas de hacerlo callar… pero con mis labios.
—Ambos sabemos
que eso no es cierto, tu prioridad es mantener bien a tu gente, sin que caigan
en el caos por la existencia de dicha unión entre tus enemigos.
—Victoria –tomó
mi mano, aquello me hizo mirarlo.
—No dudo que te
importe mi bienestar, tampoco te conviene quedarte sin una pareja en esta época
–él presionó mi mano con más fuerza.
—No puedes
pensar eso.
—Y tú no puedes
pretender que deje de ir a clases Alex, eso sería obvio para quienes nos están
vigilando ¿no crees? Dejarían de actuar como lo hacen ahora porque sospecharían
que nosotros ya los tenemos bajo vigilancia. Hemos encontrado uno de sus
errores, no debieron matar a Cathal, ahora solo debemos esperar que tengan otro
descuido y si llamamos la atención, cambiando de casa y dejando de ir a clases
en mi caso, se darán cuenta y será imposible atraparlos.
Alex se quedó
por unos segundos en silencio, pensando en mis palabras. Dejó que su cabeza
descansara en el respaldo, lucia cansado.
Me pregunto si
esta siempre era su expresión habitual antes de que yo apareciera, ser
Gobernador sin duda traía problemas, pero quizás yo le estaba haciendo todo más
difícil. Aunque si lo pensaba, ayer me había dicho explícitamente que sí, que
él no podía tener ambas preocupaciones ¿lo estaba colapsando? Es lo mínimo que
debería estar sucediendo en su cabeza, por idiota y por tener siempre primero
su cargo como Gobernador que a mí.
—No sé qué
decir ante tu idea –susurró sin mirarme –tienes razón, pero pensarás que no te
tengo como prioridad.
—No entiendo.
—Tienes razón
en que quizás deberíamos mantenernos tranquilos por un tiempo hasta que
tengamos más pistas, pero si acepto creerás que solo me interesa atraparlos
porque me preocupa seguir siendo Gobernador, siendo que estoy aceptando porque
quiero atrapar con mis propias manos a esos malditos que pueden estar jugando
con tu seguridad. No quiero que estés expuesta a ellos.
—Supongo que te
mereces un voto de fe, además del hecho de que me conviene que aceptes, no
quiero volver a esa casa gigantesca, solo para terminar sola y sin saber que
hacer.
—Quiero que
tengas en cuenta que antes que termine tu primer semestre deberás retirarte, no
seguiremos en este país por mucho tiempo, es hora de que volvamos a Londres.
—Que vuelvas
–susurré tratando de controlar mi molestia –tu eres el que debe estar ahí ¿no?
William también me dijo que los vampiros estaban molestos porque tu residencia no
estaba en Londres. Es hora de que los complazcas ¿no?
—Se sienten más
seguros cuando estoy allá.
—Claro –aleje
mi mano de la suya, que no había soltado.
—De todas
formas siempre que estoy con mi pareja me alejo de Londres, lo curioso es que
me he alejado más de lo normal.
—No entiendo
porque debes estar en Londres, siendo que el Consejo se reúne en Roma… incluso
nuestra ceremonia fue en Italia, hasta los juicios se hacen allá.
—Es por
popularidad, el mayor porcentaje de vampiros vive en Londres, incluso los
integrantes del Consejo –se giró a verme, sus ojos se posaron en el cuaderno
que tenía en mi regazo. Su diario.
—No quiero ir a
Londres, Alex –dije de inmediato.
—Será más fácil
que estemos juntos allá, tendría más tiempo para estar contigo.
—No me gusta
vivir de noche, ahí se lleva esa costumbre –la mandíbula de Alex se tensó, esa
parte perfectamente marcada se estaba tensando debido a la molestia que le
provocaban mis palabras.
—Eres un
vampiro, lo normal es que vivas de noche.
—Lo sé, pero…
—Pero nada
–dijo mirándome seriamente –me has dicho ayer que te puedo decir todo ¿no? que
te importa todo lo que influya en mi vida, bueno, yo deje de vivir durante
noche para que no fuera tan brusco el cambio para ti; arreglo todos mis
negocios y situaciones como Gobernador a un horario que no le conviene a nadie
dentro de nuestra especie, es hora que tú hagas algo a cambio por mí en ese
sentido ¿no? te estoy dando tiempo y he aceptado que sigas en la Universidad,
ahora quiero que lo aceptes y aproveches este tiempo para hacerte la idea que
nuestras vidas van a cambiar. Puedes volver a la Universidad en Londres, ahí deberás
dormir entre día y tarde, porque la noche es activa y hay muchos lugares a los
que ir… nuestra vida está bajo las estrellas, no bajo el sol, sabes que nos
debilita.
Lo miré con los
ojos bien abiertos, sorprendida.
—Tú estás de
broma ¿no?
—No, te has
casado con el Gobernador de los vampiros y eres una de nosotros ahora. Todo es
diferente a cuando eras humana y si quieres saber todo, es hora de que comiences
a actuar como mi pareja.
—Sí, pero no
por eso me vas a ordenar lo que debo hacer –sonreí, incrédula –soy tu pareja y tú
la mía ¿yo te he ordenado algo? Las cosas se hablan entre los dos y se trata de
buscar una solución –ahora podía notar que se había relajado. Creo que esperaba
que comenzara a gritarle.
—Tienes razón,
pero yo no soy ningún vampiro común y corriente… y tu tampoco.
—Renuncia a
esto y podremos serlo ¿te imaginas? Todo sería mucho más fácil y podríamos ir a
donde quisiéramos, sin pensar en nada más ¿no te gustaría? –él negó de
inmediato, ni siquiera lo pensó.
—No, porque me
gusta ser Gobernador, llevo años haciéndolo y el Consejo me ha dejado en claro
que soy bueno en ello, solo tengo esta maldición donde mis parejas me abandonan
y quedo destrozado. Aun así, me agrada mucho ser Gobernador y no quiero que
muerdas a nadie para cederle mi puesto.
— ¿Aun si
nuestra relación corre peligro? –me era imposible no mirarlo consternada.
Él tomó un mechón
de mi cabello, enredándolo en su dedo índice y tirando un poco de este para
acercarme a él. Era muy delicado, siempre lo hacía y mi cuerpo reaccionaba como
un reflejo.
—Estoy creyendo
en nosotros, creyendo que esto será solo un problema que resolveremos, por eso
ahora te diré todo como debí hacerlo desde un principio, pero con ello deberás
acatar las consecuencias –su rostro se había acercado varios centímetros y me
hablaba casi en susurros –es hora de que comiences a ser la Gobernadora de los
vampiros a tiempo completo, es lo que eres.
Mi maldita
atención iba de sus ojos a sus labios, me costaba concentrarme.
— ¿En serio?
Pues yo me casé con Alexander Lenardis… no con el Gobernador de los vampiros y
puedo exigirte que también cumplas con tu rol de esposo a tiempo completo ¿no
crees que sería lo justo?
—Tú sabías que
no era un vampiro corriente –lo miré sorprendida y me alejé por completo de él.
—No puedo creer
que me digas esto ¿me habrías dejado elegir? ¿Eso quieres decir? –Se quedó en
silencio por mis palabras –porque te recuerdo que me secuestraste y me
enamoraste, dudo que eso haya sido “tener opción” y menos lo fue mi conversión,
lo sabes muy bien Alex.
—Es lo que nos
tocó ¿no entiendes?
—No, no lo hago,
porque yo dejaría y lo hice, todo por ti, lo haría de nuevo si eso nos ayuda a
estar bien ¿es qué te agrada estar enojados? ¿Discutir y sentir que te alejas
de mí? Porque para mí es una mierda y no es nada agradable porque te extraño y…
—ese maldito dolor en el pecho volvió de un solo golpe.
— ¿Victoria?
–hice un mohín, tenía ganas de llorar y no podía. Era tan frustrante.
— ¡Este es el
motivo del porque te dejan! ¿Sabes? –me puse de pie, nos quedaban horas de
viaje aun y no quería estar a su lado –porque no eres capaz de hacer todo por
tu pareja, no eres capaz de dejar de lado a tu ego y tu deseo de poder porque
es lo único que te mantiene cuando te abandonan, pero no te has dado cuenta que
es también la causa para que te quedes solo.
Tomé su diario
que había quedado en mi asiento. Sus ojos oscuros me miraban enfurecidos. Le había
dicho lo que más odia porque siempre sale a relucir su lado rencoroso, pero no
me pude callar.
—No dudo que quizás
esa mujer te arrojó esta maldita maldición debido a ello ¿Qué le hiciste para
recibir tal castigo, Alex? ¿Romperle su corazón hasta que quedó hecho cenizas?
Alexander
pareció palidecer por unos segundos. Enmudeció.
—No te acerques
a mi ¿sí? no te quiero ver y para nuestra mala suerte nos quedan horas de viaje
juntos, así que solo aléjate –di gracias al cielo que fuéramos solo los dos en
el avión, así nadie nos escuchaba, ya que los pilotos estaban aislados.
Me acerqué
hasta los primeros asientos y me senté, esperando que el tiempo pasara rápido
para llegar a casa.
Alexander
Lenardis no se acercó y no me dijo nada durante el resto del viaje.
Nunca pensé que
llegar a Santiago iba a ser lo mejor que me podía pasar en días. Al llegar a
nuestra pista de aterrizaje, nos esperaba Alanna, Aníbal, Raúl y Ezequiel, en
dos autos negros que llamaron mi atención, ya que podíamos caber todos en uno,
pero deje pasar eso para dejarme embargar por la felicidad de ver a mis amigos
y a mi asistente acosadora que nos esperaba sonriendo.
— ¡Bienvenida!
–dijo Raúl sonriendo.
De inmediato
salté para darle un abrazo, que era lo que necesitaba.
—Espero que
todo haya mejorado con este pequeño viaje.
—Lo mejor del
viaje a sido volver a casa –dije sonriendo — ¿Qué haces tú aquí?
—He venido
porque el Sr. Lenardis –dijo riendo al nombrar a Alex de esa manera –me dijo
que volverían a su otra casa.
—No es así
–dije de inmediato. Ya le había dicho que eso no ocurriría –volvemos a casa,
pero aquí.
—Buenas noches
a todos, toma Aníbal, llévalo con Victoria, su maleta esta arriba –le lanzó el
bolso negro que traía — ¿Está todo listo para partir, Raúl?
—Pensé que no
nos iríamos –dije controlando mi voz para no llamar la atención de los demás.
—Tú no, pero yo
si –sentí como si un balde de agua fría cayera sobre mi cuerpo –volveré en un
par de días.
Cuando mire
hacia atrás, no había nadie, nos dejaron solos. Excelente ahora todo el mundo
debía saber que algo estaba yendo mal, muy mal.
—No puedes irte
¿Por qué harías eso? –exigí ahora susurrando, así no nos escucharían.
—Es mejor para
ambos, así puedes descansar de mí, no me acercaré como pediste –puse los ojos
en blanco.
—Bien, vete
entonces –dije dándole la espalda y cruzándome de brazos. Estaba cansada, a
veces Alex podía ser tan literal.
—Lo haré –estúpido
orgullo herido del estúpido vampiro que era mi esposo –pero antes quiero algo.
No me dejó
responder, se ubicó delante de mí y me cubrió con su cuerpo cuando hizo que
levantara la vista con su mano en mi mentón y sin aviso sus labios chocaron
contra lo míos como hacía tiempo que no los sentía. Atrapó mi labio inferior y
succionó de este haciendo que mis manos cayeran rendidas a los lados, sin embargo
no se detuvo.
—Quiero tu
boca, ahora –susurró contra mis labios. No pude resistirlo más, di un pequeño
salto para rodear su cuello con mis brazos y quedar prácticamente colgando de él
para poder besarlo, mis pies no alcanzaban el suelo y él no se inclinaba, seguía
con su misma postura, pero aun así podíamos besarnos. Si no hubiera sido porque estábamos acompañados,
hubiera rodeado su cadera con mis piernas y le hubiera pedido que me hiciera el
amor sobre el auto. Pero no era así, estábamos acompañados.
—No te vayas
–susurré en su oído mientras sus manos rodeaban mi cintura –no hablaba en serio
en el avión, no quiero que te alejes de mí, no así… Alex –me presiono con más
fuerza.
—Creo que ambos
necesitamos un tiempo a solas, quiero que leas lo que escribí ¿sí?
—No me dejes,
ya basta, esto se está escapando de nuestras manos, no te puedes ir –dije ahora
apoyada en sus hombros mirando sus ojos oscuros —¿Qué pretendes?
—Ninguno de los
dos puedes hablarle al otro sin alterarse, no quiero decir algo hiriente cuando
no pienso tal cosa –tense mi mordida.
—Esto es por lo
que dije arriba, me pase de la raya, lo siento, no era cierto… es solo que –me
quede sin palabras.
—Es lo que
piensas, quiero que leas lo que te entregue en estos días.
—Esto no es una
buena idea Alex, en serio. Nuevamente estas tomando decisiones solo.
—Nos vemos,
amor.
Me volvió a
besar, le respondí con la misma intensidad, aferrándome a él hasta que me dejó
en el suelo y se alejó de mi. No podía creer que se fuera de verdad hacia la
avioneta, donde ya lo estaba esperando Raúl.
— ¿Qué mierda
pasó en Londres? –dijo Ezequiel a mi lado.
—Solo provoqué
que el Gobernador de los vampiros se aburriera de mis reclamos, eso fue lo que
sucedió –dije con una voz que me sorprendió. Fría e insensible.
—Mejor volvamos,
mañana tienes clases y debes descansar, tienes una expresión de cansancio que
no todos hemos tenido –Ezequiel dejó su mano en mi hombro.
— ¡Hemos pasado
mucha nueva materia! Te he dejado los apuntes míos y de Cristóbal en el
escritorio, él se ofreció a sacarle algunas copias y a pasármelos para ti –sonreí
ante las palabras de Aníbal.
—Es lo mejor
que puedo hacer. Si se quiere ir, que se vaya.
Odiaba cuando
Alex tomaba decisiones solo, nunca resultaban. Aunque si había que aceptar que
solo estábamos discutiendo cuando estábamos juntos ¿Qué nos había pasado?
Al llegar a
casa y quedarme sola porque le pedí a los chicos que me dejaran tranquila, que
no quería responder nada, me dediqué a desempacar y lavar las pocas prendas que
usamos y a dedicarme a la universidad, me puse a leer los apuntes de Aníbal y
de Cristóbal, tratando de buscar algo en que concentrarme.
Alex ni
siquiera me llamó al llegar, lo extrañaba horrores. Una cosa era cuando él
estaba lejos de mí porque tenía que trabajar o porque algo importante había
sucedido, pero otra cosa muy diferente era que se fuera por elección.
¿Por qué me
hacia esto? Era cierto que estábamos discutiendo mucho, que hace mucho que no
teníamos conversaciones agradable, pero ¿Por qué decidió hacer esto solo? ¿Por qué
no me lo dijo? Estuvimos horas en el avión ¿desde cuándo me hacía caso? Yo no
lo quería lejos, todo menos eso… ¡por estar separados habíamos tenido estos
problemas! ¿Cómo no lo entendía?
Ante esa
pregunta vino de inmediato mi respuesta. Él no se sentía de igual forma cuando
estábamos separados, él no era quien siempre sufría. Estaba acostumbrado, él no
enfermaba al sentirse solo como yo lo hacía.
Idiota ¿estaba
esperando que viera cuán importante es él para mí a través de este dolor? Esto
era jugar sucio y lo conocía muy bien para saber que estas eran sus
intenciones.
Estaba entre ir
corriendo hasta donde se encontraba y rendirme, pero al entender lo que deseaba
hacer me mantuve fuerte y leyendo los apuntes de Cristóbal me decidí a que de
un segundo a otro, mi sed se había elevado a niveles estratosféricos, otra vez.
Me vestí con ropas
oscuras y con un gorro negro, saqué dinero de la caja fuerte y salí de casa por
el patio trasero, saltando cercos y teniendo cuidado de no encontrarme con ningún
guardia. Para mi suerte, cuando el gato está afuera, los ratones hacen fiesta.
Era típico que la mayoría de nuestros guardias se relajaran al no tener a
Alexander cerca.
No me
descubrieron.
No dudé ni un
segundo ir hasta el The Vampire, fue
inevitable. Sentía dolor al tener a Alex lejos, pero si el podía jugar sucio,
yo también.
Al entrar tuve
cuidado de que no me reconocieran y pagué mi entrada como cualquier otro
vampiro. Pedí por un humano solamente, sin que supieran que era uno de sus
empleados.
El humo y las
luces me camuflaban en ese lugar, no me costó ni un poco poder encontrar al
humano que estaba registrando algo que no me interesaba. Estaba hablando con una
vampiro, me parecía conocida pero no le di mayor importancia. Solo estaba
esperando a que se quedara solo, cosa que no demoro en suceder. Para cuando
giró hacia la oscuridad su aroma ya me había embargado por completo.
Me acerque
lentamente, girando y evitando a los demás vampiros que no me ponían atención. No
deje que su ropa oscura escapara de mi vista y cuando doblo en una esquina tiré
de él, tomando su mano y acercándolo a la primera habitación o cubículo que
encontré. Lo apoyé contra la pared y pude ver como sus ojos verdes estaban fijos
en los míos oscuros. Ya me había visto, pero no me pude detener.
Amaba morder a
humanos en zonas no permitidas, era lo más “vampírico” y rebelde que había en
mí, esa sensación tan placentera que había al momento de cazar. No era nada
humano en mí, no era sano, ni tampoco permitido en mi nuevo mundo, pero era
inevitable. Me hacía sentir poderosa.
Mi lengua
recorrió su cuello, en el costado derecho, antes de poder clavar mis colmillos.
Me tensé cuando sus manos rodearon mi cintura, mi cadera.
—Sabia que
habías sido tú, antes –susurró Cristóbal para cuando mis dientes atravesaron su
piel y comenzaron a beber de ese manjar.
Me acerque a su
cuerpo hasta poder sentirlo contra el mío. Una de mis manos rodeó su cuello,
acariciando bajo su oreja para que se relajara, como lo hacía con Alex, después
metí mí otra mano bajo su camiseta negra para poder sentir como su corazón
saltaba bajo su piel y volvía aun más deliciosa su sangre.
Bebí de Cristóbal
como no lo había hecho antes, usándolo como salvavidas por el dolor que sentía
al tener a Alexander lejos. Y funcionó.
No sé que tenía
su sangre, pero a medida que bebía todo ese pesar, la angustia que sentía, se
fue disipando hasta sentir que no lo extrañaba. Me aleje de Cristóbal y lo
observé, estaba muy cerca de su rostro y él no dejaba de mirarme.
—Ya te reconocí,
no puedes borrar mi memoria, Victoria –su nariz rozó la mía. Fue el movimiento
que necesité para alejarme.
No fui capaz de
decirle nada, simplemente salí corriendo de ahí para volver a resguardarme en
mi casa, donde no había nadie y donde la oscuridad reinaba.
Al cerrar la
puerta sonreí al sentirme bien, no estaba triste ni tampoco preocupada. Estaba
satisfecha, eso era lo que me daba la sangre de Cristóbal, la satisfacción que
me entregaba Alexander al tenerlo cerca. Ahora podría sobrevivir estos días sin
él y no iría corriendo tras Alex, como de seguro pensaba que haría.
Prendí las
luces de la casa, puse algo de música para que sonara por todo el lugar y
aseguré las puertas, no quería ser interrumpida por nadie. Me deshice de mi
ropa de escape y solo me quede con un camisón celeste que tenía como pijama.
Desconecte el teléfono y apagué mi celular, no quería escuchar a Alexander ¿quería
estar solo? Bueno, que lo estuviera.
Me recosté de
un salto sobre la cama, sintiéndome liviana y sin cargo de conciencia. No había
nada malo en beber de un humano… y que esa sangre te diera el beneficio de
sentirte completamente satisfecha sin estar con tu pareja, era solo un plus,
uno necesario en mi situación.
Sonreí al darme
cuenta que me seguía durando el efecto de satisfacción. Así que sin sentirme
mal, sino más bien plena, audaz y de cierta forma, sintiéndome aun más vampiro,
me sumergí en el diario de Alexander Lenardis.
“La he tocado de forma brusca, la he
amenazado y aterrorizado. No tengo la menor idea de lo que estoy haciendo,
Elizabeth me dijo que hiciera lo que creyera correcto, que ya no era un niño, pero
eso no ayudó en nada. Solo estoy caminando a ciegas, no tengo la menor idea si
aceptará venir conmigo, aun cuando he amenazado la vida de sus padres.
He sido un maldito, el Destino me castigará
por atormentar a mi pareja eterna de esta forma… pero no pude evitarlo, no
encontraba otra alternativa para hacer que llegue a mí.
He tenido que alejarla de su familia y de
sus amigos.
Javier me ha dicho que tenga cuidado, que no
me guie por el nombre de aquella humana, pero es imposible, me ha costado
tiempo y paciencia, esperar a que crezca pero desde que la vi hace años, supe
que era para mí, sin embargo, ahora que debo traerla a casa… estoy dudando,
pero no de ella, sino de la técnica que estoy usando.
Lo cierto es que ya no me quedan ideas, he
hecho de todo y siempre lo he arruinado. No sé si exista la posibilidad de que
se enamore de mi, sea mi esposa y duré una eternidad a mi lado. Siempre fracaso
en la última etapa. De todas formas ella me miró como esperaba, la encanté.
Me pregunto cómo será besarla, sus labios se
veían apetecibles, aun más su cuello. Aun así debo ser cuidadoso, se nota que
no ha tenido nada de experiencia y… claro, también me encargué de eso en el
pasado. Los humanos son muy fáciles de intimidar.”
Mis ojos se
abrieron ante aquellas palabras ¿es qué había amenazado a todo chico que me rondaba?
¿Es qué acaso estaba loco? Aunque tampoco me molestaba no haber tenido a nadie
más antes de Alexander, habría sido lo mismo, él era único para mí y sé que
hubiera seguido siendo igual si hubiera tenido novio o algo por el estilo.
Seguí leyendo
las páginas, se repetía la constante pelea entre lo horrible que era tenerme
secuestrada, que le dolía las miradas de odio que le lanzaba ya en mi estadía,
cosa que me hizo sentir mal, pero era obvio que lo odiaría al principio.
Después de
varias páginas llegué a algo bastante interesante, la primera vez que nos
besamos.
“Por poco hoy arruino todo, casi la hago mía
en su habitación, contra la pared… eso no estuvo bien ni tampoco debo jugar de
esa forma nuevamente, esto no es para que ella me vuelva más loco, sino al
contrario. Necesito que ella caiga en mis manos por voluntad propia… pero debo
aprovechar cada momento para tener esa tibia piel, ese recuerdo no lo puedo
olvidar jamás.
Nunca besarla había sido tan exquisito como
ahora. No hay que olvidar eso”
“Nunca besarla había
sido tan exquisito como ahora” ¿a qué se refería con eso? Era la primera vez
que me había besado en ese entonces ¿con qué iba a compararlo? ¿Con sus demás
parejas? Eso era muy feo… pero debo admitir que mi ego aumento en un cien por
ciento. ¿Su mejor beso?
—Demonios
–susurré al darme cuenta de que estaba extrañando a Alex de nuevo. Sin embargo
no estaba esa angustia peligrosa que me hacía sentir hasta vértigo, esta era
una añoranza más normal, no era un sentimiento desgarrador.
Seguí leyendo
el cuaderno, me costaba leer porque a veces la letra de Alex era un asco, pero
me llamaba la atención que siempre se jactaba del dolor que le provocaba
tratarme a veces bruscamente ¿eso le sucedía en la actualidad o simplemente se había
acostumbrado? Aunque no puedo ser injusta, él desde hace ya un año que se
comporta más tierno conmigo, de una forma que solo yo puedo entender. Ya no está
esa distancia que había entre los dos, eso de vampiro y humana. Me sorprendió
sin duda darme cuenta de cuánto le afectaba ser un pesado conmigo, de todas
formas, no era que fuera todo un meloso en sus relatos, no, seguía
comportándose como lo conocía en la actualidad.
“La amo, de eso no hay duda, pero creo que
la frase se queda corta, ella sigue teniendo una idea más humana sobre lo que
es el amor, no entiende que lo nuestro es mucho más. Aun así no pienso decirlo,
en el pasado solo traía problemas, así que quiero engañar al destino.
Victoria siempre me pide más, cree que soy
indiferente a ella, pero no sabe que me tiene en sus manos desde antes de
conocerme.
El hecho de que tenga un carácter de mierda
solo hace las cosas más complicadas, es demasiado impulsiva, aunque no la puedo
culpar: la he secuestrado, eso trae consecuencias. Aun así es entretenido ver
como se sonroja al verme o cuando se queda varios segundos mirándome con esos
ojos verdes. Por mi la escondería en un lugar donde ningún par de ojos la
viera, la quiero exclusivamente para mí, pero sé que eso nunca sucederá y deberé
compartirla con los demás”
No pude evitar sonreír,
Alex era un psicótico, en serio. Aun así el sentimiento de nostalgia estaba
aumentando considerablemente, ni siquiera con la sangre de Cristóbal podía
soportar no tener a mi vampiro al lado.
Observé su
almohada y me imaginé como él siempre estaba desecho sobre su lado, tan grande
que casi abarcaba toda la cama matrimonial, siempre me dejaba un espacio
pequeño o me rodeaba con sus brazos, ya sea en esta cama o en la de nuestra
otra casa.
—Demonios.
Fue lo único
que dije antes de guardar el cuaderno en mi mesa de noche para después ir por
algo de ropa, la misma que había usado con Cristóbal y salí de casa.
— ¿Dónde crees
que vas? –Me giré a ver que era Ezequiel quien estaba cruzado de brazos –solo
se te permite una salida por noche, Cenicienta.
—Tengo que ir a
buscarlo.
Ezequiel sonrió
al escucharme.
—Yo no he visto
nada entonces.
Comencé a
correr, sin parar y sin ser vista por ningún ojo humano. Corrí y corrí por
largas horas hasta que finalmente pude ver a kilómetros como entre la oscuridad
la mansión aparecía entre los árboles. Seguí corriendo hasta que vi un par de
guardias que me reconocieron de inmediato y que para mi sorpresa me sonrieron.
No pude evitar
sorpréndeme al ver las luces del primer piso encendidas, todas, por lo visto no
era la única que estaba teniendo la noche para él solo.
Abrí la puerta
principal y corrí hasta la sala, donde me quede sin aliento… cosa que no podía
suceder en realidad con un vampiro, pero ¡Qué demonios! Toda la fuerza de mis músculos
desapareció y me tambaleé al ver aquella imagen.
—Buenas noches,
Victoria –mire a Lina, estaba cómodamente sentada cerca de Alexander, quien
estaba bebiendo una copa de sangre al igual que ella.
Puede escuchar
desde aquí como el motor de la avioneta se encendía, de seguro era Raúl.
—He venido también,
ya que Marco me dijo que mejor volviera a cuidar de Alexander mientras él
averigua lo necesario con sus contactos –ni siquiera la miraba, solo puse atención
a la mano que tenia Lina en la pierna de Alexander.
—No es lo que
piensas –susurró él de inmediato al ver mi mirada.
Pensé en mi
ropa deportiva negra y me di cuenta que me debía ver muy mal comparada a ella y
su vestido blanco y ajustado que llevaba, largo y provocativo como ella siempre
era con mi marido.
Esto ya era el
colmo, incluso yo tenía un límite de paciencia y escuchar a Alexander solo hizo
que mi enojo explotara al mismo tiempo que sentía que la poca comprensión que había
sentido por mi marido, se marchitaba y se hacía pedazos, junto con la confianza
que tenia por él.
—Tengo sed
–dije acercándome hasta donde estaba Alex, que estaba inmóvil. Tomé el vaso y bebí
un poco para después mirar a mi esposo –correr hasta aquí porque te extrañaba
hizo que me cansara un poco –mi tono irónico era imposible de ser ignorado,
como tampoco mi brazo que viajo como una espada, rápida y mortal hacia el
estúpido vestido de Lina que se arruinó por completo con la sangre que le
arrojé.
—Victoria –dijo
Alex poniéndose de pie, a mi lado. Podía sentir que me miraba enojado, pero no
le estaba prestando atención, ahora miraba a Lina.
—Escúchame bien
zorra –dije enojada, sintiendo como mi cuerpo volvía a percibir la temperatura,
creo que era debido a que mi furia estaba abarcando cada célula de mi cuerpo.
—No puedes
hablarle así, no es lo… —levante mi mano izquierda sin quiera mirar a Alex, cubrí
su estúpida boca para que no dijera otra cosa. El movimiento lo sorprendió
porque se quedo estático.
—Esa no es
forma de hablar, eres la Gobernadora –dijo ella ahora poniéndose de pie,
mirando su estúpido y caro vestido.
— ¡Por eso
mismo puedo hablar como quiera! ¡Porque al lado mío tú no eres más que una
maldita sabandija que quiere levantarme al marido! ¡Lo que es imposible porque
Alexander prácticamente besa el piso por donde camino y sin mí no es capaz de
hacer nada!
—Si estas tan
segura de ello ¿Por qué estas tan alterada?
— ¡Porque hay
un límite entre aceptar que le coquetees a aceptar que hagas lo mismo bajo mi
techo! ¡Esta es mi casa, soy tu maldita Gobernadora y te ordeno que salgas de
aquí ahora mismo o tendrás serios problemas porque le pediré al Consejo que te
lance a la Cordillera de los Andes a que te congeles y pierdas tus extremidades
para no tener que ver nunca más tu cara! ¡Vete de aquí, zorra! ¡Y ni siquiera
se te ocurra ir en la avioneta, te irás a pie!... cumplirás tu trabajo a
distancia, si es que no quieres verte en serios problemas ¡lárgate!
Lina era mucho
más alta que yo, mucho más guapa y mucho más distinguida, cosa que había
quedado aun más clara por el vocabulario que usé para dirigirme a ella, pero en
este momento no era más que una rata, pequeña y humillada. Ni siquiera fue
capaz de mirar a Alexander, solo dejo el vaso en la mesa de centro y desapareció
por la entrada principal.
Deje libre la
boca de Alexander que estaba levemente abierta. Recién ahí volví a dirigirme a
él, sentí aun más rabia al ver que él estaba con su pantalón de pijama negro y
una camiseta gris ¡estaba con su pijama al frente de Lina!
—No quiero
escuchar palabra tuya, lo que has hecho no tiene nombre Alexander.
—No ha sucedido
nada, ella solo llegó y… —me gire a él enfurecida.
— ¿Tienes cinco
años? ¿Tienes quince? ¿Tienes veinticinco? ¡No! tienes siglos sobre tus
hombros! Ella te coquetea siempre, cree que no debo ser tu esposa y te lo dice
sin cortarse ¿crees realmente qué es correcto estar en nuestra casa, a solas,
bebiendo sangre y ella luciendo guapísima y tu solo con pijama? ¿Crees de
verdad qué es correcto que ella toque tu pierna?
Alexander me
quedo observando unos segundos y después frunció el ceño.
— ¿Por qué
hueles a humano?
—Porque salí a
beber sangre y me encantó, pude jugar con él y pude sentir otra piel bajo mis
manos ¡una que no me traiciona y que me trataría como una Diosa si yo quisiera!
¿Contento?
Fue como verlo
en cámara lenta, pude notar como su expresión se fue enfureciendo a medida que
me escuchaba.
— ¡Y no dirás
nada! –Dije empujándolo con mi dedo índice –nos largaremos de aquí y no dirás
nada ¿escuchaste?
— ¿Cómo te
atreves a decirme eso a la cara?
— ¡Porque si no
fuera porque tú te fuiste como si nada no habría tenido que recurrir a beber
sangre! ¡A mí me duele cuando tus estas lejos y tú ni siquiera sientes
cosquillas! ¡Ahora te las aguantas y vienes conmigo!
Ni siquiera
esperé una respuesta, comencé a caminar hasta la puerta, que seguía abierta,
pero Alexander la cerró de golpe y me miró enojado, como nunca lo había visto.
— ¿Cómo es eso
qué te ha gustado tocar otra piel? Explícate ahora.
—Si no
entiendes lo que quise decir entonces hay un serio daño en tu cerebro. Abre la
puerta, nos vamos –antes que tocara el pomo de la puerta, Alexander me arrinconó
contra la madera y tomó mi rostro con una de sus manos mientras inmovilizaba
mis brazos con la otra.
—Explícate
ahora, no estoy jugando, si querías
verme enojado de verdad lo has conseguido –sus ojos negros brillaban con ira.
—Me haces daño,
suéltame –dije removiéndome para zafarme de su agarre.
—Soy muy consciente
de ello y lo seguiré haciendo hasta que confieses ¿estuviste con un humano?
—Si –dije
mirándolo enojada –bebí de su sangre, sentí el sabor de su cuello con mi lengua
y tuve los rápidos latidos de su corazón en la palma de mi mano –casi pude
escuchar el sonido de sus dientes al moverse uno sobre el otro.
Fue como si mi
corazón volviese a latir por el susto que me causó ver como su mano que
sujetaba las mías se levantaba para golpearme. Simplemente cerré mis ojos,
esperando su bofetada.
Pero no llegó.
Cuando abrí mis
ojos de nuevo, la mano de Alexander seguía en alto, pero era gracias a Raúl que
se interpuso y sujetaba el brazo del vampiro que tenia al frente.
—Suelta el rostro
de Viky, hijo –él me dejó ir, pero no dijo nada ante las palabras de Raúl, sus
ojos negros estaban cubiertos por el enojo –ve a la avioneta mientras ¿sí?
–esto lo dijo mirándome, pero no fui capaz de devolverle el gesto, solo estaba
atenta al rostro de aquel vampiro que tenia a centímetros.
Salí de la casa
como si no estuviera manejando mi cuerpo, como si fuera el de otra persona. No
me di cuenta de que estaba temblando hasta que me senté y vi como mis manos
entrelazadas se movían. Di un salto al escuchar que la puerta principal se
cerraba y ni siquiera pude mirar a Alexander cuando se sentó a mi lado, ni
siquiera miré a Raúl que me dijo algo que no entendí o no escuché.
Solo me moví
para cubrir mi cabeza con el gorro de mi chaqueta deportiva, era como si
volverá a sentir frio, justo en mi nuca, era como si tuviera todos los vellos
de esa zona erizados.
El viaje duro
alrededor de dos horas como siempre, nadie habló nada y ni siquiera miré hacia
mi lado, estuve observando mis piernas en todo momento hasta que llegamos a la
pista de aterrizaje. Prácticamente salté de la avioneta y corrí como si la vida
se me fuera en ello por las calles de la ciudad hasta que entré a casa para
cuando ya estaba amaneciendo.
Pude sentir a
los segundos de mi llegada como la puerta se volvía a abrir, pero para entonces
ya le había puesto seguro a nuestra habitación y me escondía en la cama, en el
lado de Alexander, mi vampiro… no ese monstruo que vi por unos segundos.
Quería a mi
Alex de vuelta, ese que me pedía que no me fuera a ningún lado, el que me
susurraba frases lindas al oído cuando nadie nos miraba en los viajes que
realizamos, ese que me miraba y sonreía; Quería al Alex que no me abandonaba
sabiendo que yo iba a sufrir, el que nunca se hubiera atrevido a levantarme la
mano… pero para eso necesitaba algo esencial.
Necesitaba a la
Victoria que estaba ciegamente enamorada de su vampiro, pero esa persona parecía
haber desaparecido poco a poco este año.
¡Chan chan chan! nada que decir, espero que les haya gustado el capitulo, nos quedan solo dos mas para terminar LML, como ya saben en el grupo de facebook de la historia, que ha estado ultra movido estos dias. Ahora me iré a devolver comentarios, espero que comenten para asi poder subir mas rapido, ya que estoy ansiosa de que lean el final. Abrazos a la distancia y gracias a quienes dejan sus comentarios, se aprecia mucho *-* ahora los devolveré.
noooooooooooooooooooo!!! por suerte no le pego, pero creo que este vez los dos se pasaron con lo que se djieron!
ResponderEliminarLina te quiero ver muertaaaaaaa!!!
muy bueno el capitulo
Danni esta es totalemente injusto, solo faltan dos capítulos y estamos en un momento color de hormiga!!!!!! Definitivamente me siento mal por ambos, debes sarandearlos para que recapaciten ToT. Aunque tengo otra opción!! Nos dejas con el Jesús en la boca en esta parte de la historia e inicias una nueva "temporada" en la cual las cosas serán más negras para después volverse blancas y rosadas!!!! PLISSSSSSSSSSSSSSSSSS!!!!
ResponderEliminar...
ResponderEliminarCasi muero esta buenisima, pero no quiero q sigan peleando, no quiero q se sigan alejando ya po dani no seas malita! Besos
ResponderEliminarCasi muero esta buenisima, pero no quiero q sigan peleando, no quiero q se sigan alejando ya po dani no seas malita! Besos
ResponderEliminarAaa!!! Que buen capitulo, no puedo creer que casi la golpea aunque en parte los dos tuvieron la culpa, no quiero que termine :/ ya falta tan poco que ojala todo se solucione, gracias por subir capitulo tan rapido saludos atte May E. L.
ResponderEliminarUn cap muy pero muy intenso lleno de emociones me siento como bipolar por asi decirlo por un lado no pudo creer que le hiba a pegar Alex a Victoria y no lo justifico a alex pero como le dijo las cosas Victoria sobre como bebio sangre del humano y lo que sintio al hacerlo Alex se sego de la ira y de los celos el que busca encuentra y aqui ella casi se lo busco solita esa reaccion.. de Alex igual podia ser otra pero no lo sabremos jeje Victoria ya esta en un punto donde todo le molesta, nada le parece, de todo discute por lo visto no quiere ser Gobernadora quiere otro tipo de vida como mas humana algo que no creo que Alex este dispuesto a darle el ha expresado claramente que le gusta ser Gobernador y esta en su derecho a si como ella el expresar lo que quiere pero creo que Victoria no ha pensado las cosas y el como es la nueva vida que tiene creo ya era hora de que hubiese hecho las paces con Alex sabemos que Alex cometio errores al omitirle informacion pero tampoco es como que sea algo que no se pudiese arreglar entre ellos y en vez de darle tregua un poco a Alex discute y todo lo complica mas .el ver decidido Alex el irse a la otra casa creo que era lo mejor para ese momento el espacio ayuda a pensar y relajarse y no se dicen consas que no quieren y que lastiman xq a como esta la actitud de victoria era seguro que estarian discutiendo nuevamente ... pero pues Lina aparece y explota Victoria ya era lo ultimo que le faltaba para explotar y todo se va al caño de nuevo mas aunado a lo explicita que fue victoria con lo del humano al beber la sangre y la reaccion de Alex por la furia de los celos ... y para colomo con lo ultmo que dice Victoria Dani no se como lo vas arreglar esto jeje pero se que lo haras jeje ambos ya se han herido bastante y es justo y necesario para nuestra salud mental de nosotras tus lectoras que todo se solucione y pronto jejeje muy buen cap gracias y nos leemos en el cap sig ..
ResponderEliminar...
ResponderEliminarQuie...
Yo...
Mi-er-da.
Hello Mariposa!!!
Me dejaste sin palabras, demonios yo soy una parlanchina virtual, nunca me callo mis comentarios son extensos pero hoy me has dejado casi sin palabras, la verdad no es mucho lo q pueda decir, me sobre calentaste el cerebro, como dije en el grupo amas freír cerebros. No se ni que decir, así q solo puedo escribir:
Super-mega-increíble-traumatico-cortavenas capitulo!!!!
Mi apoyo a Vicky como siempre y bueno a mi Alex lo amo mil pero hoy por hoy los 2 me dejaron fría.
Gracias por el capitulo Danii, me matas cn eso de q solo quedan 2 capis, amo UAC pero de verdad prefiero ver en q termina esto y luego leerme a mi Dana y Ethan. Please no nos dejes así T__T
Te mando un beso y nos seguimos leyendo!!!!
Estoy a punto de vomitar o algo asi!!!!!!!!!!!
ResponderEliminar1. Victoria se esta portando bien pero bien mal con Alex, que ya se calmeeee esta loca.
2. Jajajaja!! Casiii pero casi me hago pipi cuando lei lo que Vicky le dijo a Lina, esa infeliz ya que se aleje de sus vidas para siempre!!!!!
3. Que carajos pasa con Alex, aunque Vicky se paso con lo que dijo, el nunca debio haberle levantado la mano y peor aun, haber tenido la intencion pero haber sido parado por Raul, wtf!
4. Pobree Vicky debe estar muy asustada pero ella tambien fue muy impulsiva al decirle eso, de todas formas pobrecita...
5. QUIEN DEMONIOS ES CRISTOBAL PARA QUE VICKY REACCIONE ASI CON SU SANGRE?!!!
Espero con muchisimas ansias el prox cap!!!!!!!!!!! :D
Wtf!! Esto va de mal en peor!! No creo que en dos capitulos que quedan se arreglen. Seria un milagro. Me he quedado sin palanras por el capitulo
ResponderEliminarWtf!! Esto va de mal en peor!! No creo que en dos capitulos que quedan se arreglen. Seria un milagro. Me he quedado sin palanras por el capitulo
ResponderEliminarAhahahah!!!!! Dani me ha dejado sin palabras este capi algunas cosas me las imaginaba, pero vamos poniendose en el lugar de los dos sus reacciones superaron toooodo y ahora creo q la loca lina cristobal y la vampira del club que no recuerdo el nombre estan conectados xq es mucha coinsidencia.... solo espero q Vicky no la embarre acostandose con Cristobal x impulsiba y x rl dolor q siente aunq parece ser q eso es lo q traman xq Alex quedaria destrozado, vulnerable y podrian acabar facil con el..... oh Dani q nervios casi me da un paro ........ queremos maas..... buen fin de.....:) Karla
ResponderEliminarsinceramente yo esperaba q esto terminara bien ... o a caminos de algo mejor!!
ResponderEliminarosea, dejando de lado lo ultimo ocurrido ... este es mi comentario del cap.
no, no me gusto ... pero paralelamente, si ... conchesumadre-Dani-la-cago-el-capitulo!
bien, en un comienzo mori con las partes del cuaderno, estaba mas que demostrado que Alex la amaba que jamas fue por su nombre, que desde un comienzo la quiso, la idolatro.
en el resto del cap yo decía," estos dos claramente aun se aman ¡lo sabia!! esto terminara bien!!!"
pero que paso luego ... otra vez Alex-el-ingenuo sale a la luz y no es capaz de darse cuenta lo que la perra de Lina intenta y mas aun, reta a Vicky por dicir sus verdades a la perra en vez de aprovechar la oportunidad y poenerla en su lugar y demostrar su apoyo a Vicky y obviamente su amor incondicional y sincero por su esposa ... pero ojo Vicky, era necesario decir todo eso y de esa manera?? a vivky últimamente se le esta haciendo muy entretenido herir a Alex con sus palabras ... por que eso hizo y lo hizo a propósito!
no dejo de pensar en ... y si Raul no hubiera llegado ???
que esta pasando con estos dos!!!
y otra cosa ni yo creo en mi teoría!! ellos estarán juntos SI o SI !
OMG!!! Ahora si se pasaron los dos, en una parte pense que se arreglarian la cosas cuando ella le dijo que e quedara pero este Alex es terco y piensa que solo cuando Vicky lea el diario se solucionará todo....Pobre vicky q ya queria q todo se arreglara...:(
ResponderEliminarY se paso Alex cuando quiso golpear a Vicky aunq a veces ella lo provoque pero se pasa aunque pues estaba celoso (se nota) espero que solucione todo para este par de locos y orgullosos.
Espero el próximo capitulo con ansias... aunque casi no pueda dejar comments
:) By Blankis
me acabo de dar cuenta que mi comentario no se adjunto..rayosss...pero bueno nada me cuiesta escribir de nuevo..:) ..este capi estuvo super intenso lleno de verdades a medias .me fascino que viky sacaran las garras y pusiera en su lugar a lina....argg me choca como es tan resbalosa al igual de como alex es tan tan menos para no darse cuenta que se le esta insinuando....sigue sin hacer respeatr a vicky........mmpues aunq tambien creo que a vicky s ele paso la mano con lo del humano .. mi lengua en su cueloo y bla bla bla....sabe que alex es SUPER CELOSO como le dice eso....juro que pense que le daria la bofetada ...pero esto se puso bueno ahora a espeara que planea tu mente..:)
ResponderEliminarANEL:
ResponderEliminarPues que puedo comentar??? yo a esto no le veo ni pies ni cabeza y no puede ser que se termine sin ni siquiera saber cual es la maldicion y ademas como que falta muchas cosas por resolver ...
Estoy dividida haber si me explico, me encanto que Vicky pusiera en su lugar a la Zorra de Lina pero lo que no me gusto es ese asunto de Cristobal como que ahi ya no me gusto acaso se esta enamorando de Cristobal?? no me gusta mucho la idea pero qeu puedo decir yo?? si soy una simple lectora ... Alex a punto de golpiar a Viky uff eso si estuvo fuerte aunque la verdad creo que viky si se arriesgo mucho con lo que le dijo eso no se le dice a un hombre y menos a un vampiro tan vipolar y celoso y pocesivo como Alex ahi si viky no penso con la cabeza ella es muy viceral y no piensa solo se deja llevar y dice cosas muy hirientes siempre...Pobre Alex ya no sabe como tratarla.
La verdad Dany eres una escritora Cruel aunque muy buena en lo que haces por eso nos tienes intrigadas pero nos haces sufrir almenos a mi si me haces sufrir ...
ya ni digo nada mejor espero los capitulos finales esperando una nueva temporada...
(notece mi estado de animo de verdad Dany yo estoy como Victoria tanto enojo me deja debil)
Buen capi esperando el siguiente con ansias.
ResponderEliminarLa verda no se que pasara con Alex y Victoria ambos me tienen molesta y apoyo al Victoria pero creo que ha exagerado en su comportamiento leyendo de nuevo el cap he llegado a esta conclusion muy aparte de lo que Alex hiba hacer que no es nada agradable pero siento que fue una reaccion espontanea de el segado por los celos en mi opinion victoria se desahogo de esa manera de todo lo que trae guardado por dentro .. y sigo pensando lo mismo Victoria esta en un punto de que nada le parece,nada le agrada y quiere llevar un estilo de vida que ya no es posible y eso no lo ha aceptado a mi parecer tiene que llevar la vida de vampiro y Alex no dejara de ser quien es de la noche al dia puede cambiar pero no creo que deje de ser Gobernador solo porque Victoria no le gusta .. espero y todo se componga un poco que a este punto no veo como jejeje nos leemos en el sig cap
ResponderEliminarel cap me encanto es una lastima que solo falten dos cap para terminar la historia porque es muy buena besos dani
ResponderEliminarel cap me encanto es una lastima que solo falten dos cap para terminar la historia porque es muy buena besos dani
ResponderEliminarW
ResponderEliminarTF!! Que demonios pasó aquí.... Que fue todo esto.....
Diablos Danii ere maquiabelica ;)