martes, 18 de febrero de 2014

Demonio Blanco - Epílogo


Epílogo


Me acerqué hasta la nevera del negocio y busqué entre los sabores de helados habían, uno a uno hasta que encontré el de mora. Lo guardé en el carrito y fui a la caja registradora, era lo último que necesitábamos para poder ir pronto a casa.
Habían pasado diez años y esta era la primera vez que volvía a Ciudad Blanca después de haber partido a Roma. Aquel había sido un año difícil, realmente después del hermoso verano que pasé con Leo, nada volvió a ser igual… lloré tanto al alejarme de él, esos meses no fuimos molestados por nadie y lentamente los Andrade pasaron a nuestro olvido.

Jamás volví, cuando mi padre encarceló a Zacarías Andrade, se mudaron a otra ciudad, de esa forma siempre que volvía al país, los visitaba en ese lugar; Leonardo viajaba para encontrarse conmigo.
Nuestra relación a distancia había funcionado, con altos y bajos, pero habíamos sobrevividos.
Cuando entramos a la Universidad, elegimos la misma institución, él estudio periodismo mientras que yo elegí pedagogía en física. Éramos buenos, él estaba en el sector de criminalística y yo hacía clases en la universidad. En ese periodo vi un par de veces a sus padres, ellos siempre nos visitaban. Como sea, nunca volví a Ciudad Blanca, hasta ahora.
—Gracias –le dije a la cajera y tomé mis bolsas, le di una propina al chico y me dirigí hacia la salida.
Había pasado una década, supongo que cambié mucho desde ese entonces porque cuando iba saliendo del supermercado, pude ver como Damián Andrade pasaba por mi lado, ojeroso y más viejo de lo que realmente era. La droga causaba efectos secundarios. No me reconoció ni yo dije nada. Cada uno era parte de pasado del otro.
Se salvó de no ir a la cárcel por drogas solo por la edad que tenía y porque la atención pasó a su padre al momento que se destapó todo. Damián no siguió estudiando, se dieron cuenta que sus notas estaban compradas y repitió el ultimo año. Eso lo supe por parte de Leonardo.
Amalia había terminado su relación con Simón, creo que aun no terminaba la carrera que estaba estudiando.
De todos los demás no tengo idea que pasó, dejaron de importar hacía ya mucho tiempo. Había hechos más interesantes de los que preocuparse.
—Dame eso –desperté de mi ensoñación y vi esos ojos oscuros que me quitaban las bolsas de las manos.
— ¡Yo puedo! –dije mientras observaba como él iba hasta el jeep.
Guardamos todo atrás, le pasaba las bolsas a Leo mientras le hacía expresiones graciosas a nuestro bebé, que él tenía en brazos. Tenía seis meses y era la primera vez que visitamos a sus abuelos paternos en su ciudad, así que todos estaban muy emocionados.
—Noah –dije llamándolo. Era tan lindo y no lo decía porque fuera mi hijo, además es completamente parecido a su padre. Con su cabello oscuro y mis ojos verdes.
—Te estaba extrañando por eso tuve que sacarlo de su silla –dijo Leo cerrando la puerta.
—Ohh –dije tomándolo en brazos –tuviste que sacar a papá de su silla, muy bien Noah, no quieres hacer sufrir a papá –dije riendo y caminando hacia la puerta para poder entrar.
Lo dejamos sentado, muy asegurado y después entramos nosotros al jeep.
— ¿Lo viste? –preguntó Leo, saliendo del estacionamiento.
—Si –sonreí porque solo un momento vino a mi mente. Leonardo frunció el ceño, debía admitir que con los años su humor había ido cambiando, supongo que era por todas las noticias horribles que redactaba. En fin, era la encargada profesional en hacerlo reír.
— ¿Por qué te sonríes? ¿Acabas de recordar algo agradable de Damián? –bufé ante su comentario. Apoyé mi mano en su brazo derecho, sano y a salvo. Eso si lo había recordado gracias a ese tipo.
—No, recordé lo que escribí en tu yeso cuando tenías tu brazo fracturado, hace como diez años atrás  —comencé a reír, aun recordaba lo enojado que estaba en ese entonces. Llegó a casa la misma tarde de aquel día que hicimos el amor por primera vez.
—Mis padres también lo encontrarnos muy gracioso –dijo sonriendo, pero sabía que aun se molestaba por ello. Lo que era contradictorio, había escrito algo muy gracioso en el –“Este chico la tiene grande” ¡eso estuvo fuera de lugar! Mis padres me miraban y reían cada vez.
— ¡Es que fue inevitable! No era ninguna mentira, debiste aprovecharte de ello ¿sabes? Alardear entre tus amigos –no pude evitar seguir riendo por ello.
—Si lo alardee fue solo contigo ese verano, prácticamente me secuestraste –dijo mientras tomaba mi mano y entrelazaba sus dedos con los míos.
—Ya sabes porque lo hice –fue su turno de reír.

Volver fue agradable, incluso pasamos por la que fue mi casa. El recibimiento por parte de Sara y Bruno fue encantador, los quería mucho, estaban felices de tenernos en casa. Estaban incluso las hermanas de Leo con sus hijos, Noah era el más pequeño, así que fue mimado por todos.
Salí de casa para poder observar aquella playa que tantos recuerdos me traían, no pecaba por querer un momento de libertad maternal. Me senté justo donde estuve con Leo conversando tantas veces en ese verano que compartimos.
— ¿Qué haces aquí? –dijo sentándose a mi lado, mirando hacia adelante. Lo observé unos segundos, seguía siendo más alto que yo, tan fuerte y siempre me sentía protegida a su lado.
—Nada, solo aprovechando la brisa marina, debiste quedarte con Noah ¿Qué haces aquí? –me iba a poner de pie para ir adentro y ver a nuestro hijo, pero Leo tomó mi mano e hizo que me sentara de nuevo.
—Hace mucho que no veníamos aquí ¿cierto? –no pude evitar sonreír, más cuando me miró. Siempre provocaba que me sonrojara cuando me quedaba mirando con una expresión seria por más de cinco segundos –te amo.
Me aferré a su mano que estaba a mi lado. Sinceramente jamás pensé que iba a obtener todo esto. Al comienzo pensé que mi vida iba a ser un eterno castigo por acabar con la existencia de otra persona, no importando si fuera alguien malo, solo pensé que iba a estar en esa oscuridad por siempre… y que si me recuperaba, todo iba a ser a medias, que no tendría amigos, que no tendría un novio ni mucho menos una familia.
Leonardo me había proporcionado todo ello y más, siempre estando a mi lado, no importando cuantos miles de kilómetros nos separaran.
Jamás entendería lo agradecida que estaba por ello.
—Acompáñame –dijo tirando de mi mano. No dudé en hacerlo.
Supe de inmediato a donde me llevaba, aun habían muchos árboles por alrededor de esa casa, un gran bosque en realidad, pero a Leo no le tomó nada llegar justo a donde nos refugiamos de la lluvia en el pasado.
—Estoy seguro que nadie ha venido hasta aquí –dijo mirando hacia arriba, su rostro estaba iluminado por los rayos de sol que se colaban entre los arboles –sigue siendo el lugar que solo nosotros conocemos, nuestro secreto.
Me apoyé en el gran árbol y tiré de su camiseta negra, acercándolo a mí. Sus ojos se oscurecieron, llevo su mano hasta mi boca, acariciándolos con su pulgar y sin otra palabra me rodeó con sus brazos para besarme.
—Te amo –susurré cuando sus manos se colaron bajo mi blusa roja, tocando mi piel y lograron que esta ardiera.
Lo ama. Para siempre.


Epílogo que aclara realmente que despues de todo, el pasado ya no tuvo nada más de importancia :D ¡gracias de nuevo a quienes leyero

5 Lectores:

  1. woooo¡¡ que bien¡¡¡ así que después de todo si tuvieron su merecido, ese Damian, sin palabras.
    "este chico la tiene grande" muuuuy buena, si el la hubiera dejada rayar el yeso desde el principio eso no hubiera pasado.
    y vivieron felices comiendo pedernizes, y con un bebe, Noah, me encanta ese nombre :)
    pues te agradesco mucho que terminaras esta historia, la verdad me dio mucho coraje que la tuvieras que eliminar de ff por los comentarios que desato, pero ahora estoy realmente contenta de poder leer este final, debo decirte que el cambio de nombres e imagen de los personajes me encanto, pusiste caras muy guapas ;)
    P.D: quiero un Leo para mí¡¡¡
    saludos y nos seguimos leyendo¡¡¡

    ResponderEliminar
  2. Hasta que llegamos al fin. Que cosa no ? Pensar que nosotros pasamos por cosas que creemos son el fin del mundo y que nunca vamos a poder dejarlo ir... y luego ya es simplemente el pasado. Ya no importa en realidad nada... que lindo leo:) me llama la atención como a pesar de todo ellos siguen juntos. A pesar de semejante distancia !!!! Aunque creo que por semejante susto le dio ella a los Andrade podría haberse quedado allí sin tener que ir a Roma !! Pero también comprendo que hubiera sido un infierno por los que rodean a esta prestigiosa "elite" de personas crueles. La vida da mil vueltas. A veces termina bien o mal. Lo importante es vivirla nunca sabes que te espera !!!! Me pone feliz que hayas subido capítulo dani ! Y mas el capítulo final !!!!!!!

    ResponderEliminar
  3. estuvo divino!! me encanto esta historia :D gracias daniela Dios te bendiga!!! ahora queda esperar por entre los dos y la luna... :D

    ResponderEliminar
  4. me encanto el finaaaaaal :D!!!! VENDETTA POR FIIIIIN! juajuajua! se lo merecian >:cccc y Damian pa la caga! ahi qedaste po WEEON! no eraii tan chorito? >:D muahahahah! debo admitir qe me dio pena Amalia cuando mostraron el video xD pero recapacite y rei c: ... se lo merecia por bitch! >:c y LEO <3 <3 <3 aaaw *-* la tenia grande 1313 :Z wkadjaskjdhskjdk xDDD mori con eso <3 qe bueno qe la distancia no los separo ;__; estoy orgullosa de ellos (?) <3 y con un bebé *-* aaaaaaaaaw cositos <3 realmente ame el final :'D gracias Dani!!

    ResponderEliminar
  5. OMG!!!! me parecio peeeeeeeeeerfecto el final! yo queria q se quede con leo y fue un plus sorpresa que hayan tenido un bebe, la verdad, q hermosa pareja hacen y ver a damian, como quedo despues de tanto tiempo, te hace reflexionar a uno mismo, con q los problemas que pasamos dia a dia, no son nada cuando pasa, que vamos a decir "eso ya no me afecta, lo supere y lo hice muy bien".... me encanto daniii, aunq espero q hagas una segunda parte ¬¬ ajjaja, besos, se te quiere y adora por tus hermosas historias

    ResponderEliminar

Con la tecnología de Blogger.

© Black Butterfly, AllRightsReserved.

Designed by ScreenWritersArena