lunes, 31 de marzo de 2014

Lenardis Amore - Capitulo 13


Capitulo 13

Corrimos y corrimos, nunca supe cuantos nos seguían, pero Alex me guió por pasadizos y calles tan estrechas que debía pasar de lado para poder avanzar. Los tuvimos más de una hora detrás de nosotros y lo peor fue que la lluvia comenzó a caer, dificultando nuestra vista en la oscura noche. Podía escuchar las voces de esos vampiros, sorpresivamente todos estaban concentrados en atrapar a Alex, quien estaba obstinado en perderlos.

Por un milagro, a esa hora de la madrugada encontramos un cine abierto, Alex no dudo en tomar mi mano y hacernos entrar por una puerta alternativa. Eligió la primera sala, donde estaban pasando una película antigua, de aquellas en blanco y negro. Nos sentamos en una butaca y esperamos un par de minutos antes de decir palabra alguna.
—Parece que los hemos perdidos. Siempre que estés en una situación así debes correr, no tienes la fuerza para defenderte y por ello debes escapar –aclaró, a lo que solo asentí –creo que eran alrededor de seis u ocho, no se veían mayores. Si algún día debes escapar por ti sola, busca lugares donde haya aglomeraciones de personas, así los distraerás con el aroma de los humanos.
— ¡Venían a por ti! –Dije susurrando, asustada –ellos hablaban de asesinarte, Alex.
—Sí, usualmente los traidores o rebeldes desean hacer eso –me sorprendió ver su sonrisa tan relajada –no te asustes por mí, eran jóvenes comparados conmigo, podría acabar con ellos. Solo hay que separarlos en grupos más pequeños y luego, exterminarlos. A todo esto, siento que hayas visto eso en la playa, te prometí que…
— ¿Qué? No te preocupes por eso –dije ahora, tomando de una forma muy diferente la capacidad de decapitar que tenía Alex –eran ellos o nosotros.
—Te he dicho que este juego tiene normas diferentes, no soy ningún tirano –lo mire y negué por sus palabras.
—Una cosa es matar a alguien porque tu vida corre peligro y otra muy diferente es lo que sucedió con Fréderic y lo sabes –miró hacia la gran pantalla.
—No quiero seguir hablando del tema. Ahora nos quedaremos unos minutos aquí y luego partiremos ¿entendido? Tomaremos nuestras cosas. Dejaremos el auto.
Asentí a sus palabras, era cierto, tendríamos que salir de aquí lo más rápido posible. Sin embargo nuestros planes peligraron cuando la puerta de la sala se abrió, pudimos ver por nuestra posición que era uno de los vampiros. Alex fue lo suficientemente rápido para tomarme del brazo y acercarme hasta él, de tal forma que su rostro fuera cubierto por mí.
—Bésame, ahora –no dude en hacerlo, pensando que eso ayudaría.
Alexander Lenardis era un sinvergüenza.
Con su mano derecha rodeó mi cintura y con su fuerza logró que me ubicara sobre él, a horcajadas, en ese espacio tan reducido. Sus manos se fueron colando bajo mi abrigo y mi camiseta. Cuando me separé de él  debido al cambio de escenario, él simulo mirar hacia donde estaba el vampiro y luego negó, atrayéndome a su cuerpo por segunda vez.
—Sigue –susurró contra mis labios –o nos descubrirán.
No sé qué habrá sido, pero le creí como una idiota. Realmente estaba asustada ante la posibilidad de que nos encontraran, por eso mismo seguí besándolo mientras ahora sus manos no se detenían y se dirigían hacia mi abdomen para luego subir, pero cuando estaba a punto de llegar a mis senos, me removió y me alejé un poco, mirando hacia donde estaba el vampiro.
Ya no había nadie.
—Alex… el tipo se fue de inmediato ¿no? –él fue retirando sus manos con una sonrisa que evidenciaba su culpa. Era un mentiroso — ¡no juegues con estas cosas!
—No puedes verle el lado divertido ¿cierto? –lo mire espantada, pero luego me di cuenta que él tenía experiencia en este tipo de acontecimientos.
— ¿Cuándo deberemos esperar? –Me giré un poco, sin moverse de mi cómoda posición sobre Alex y noté que solo habían dos hombres en la sala, bien distanciados — ¿pero qué demonios?
Me giré y senté sobre las piernas de Alex, mirando atenta ahora lo que estaban pasando en la pantalla gigante.
— ¡Es una película porno antigua! –Dije asombrada, nunca había ido a un cine que pasara ese tipo de películas — ¡Alex!
— ¿Qué tipo de cines crees que están abiertos a esta hora? –preguntó mientras sus manos rodeaban mi cintura de nuevo.
— ¡No mires! –dije cubriendo sus ojos con mis manos, girándome un poco hacia él. Justo estaban pasando un desnudo de la protagonista.
—Puedo escuchar muy bien –dijo mientras obstruía su vista. Tenía una sonrisa seductora.
—Oh basta, cubre tus oídos –susurré, poniendo atención a lo que de verdad estaba sucediendo en la película. Esa chica tenía una garganta… muy resistente, para ser humana y para soportar al chico mutante.
— ¿Victoria? –preguntó al notar que estaba callada.
—El protagonista lo tiene más grande que tú –fue el turno de Alex para cubrir mis ojos y mi boca, porque no pude evitar reírme.
No debíamos ver bastante ridículos, ambos cubriéndonos los ojos. Fui la primera en desertar y apoyarme mejor en las piernas de Alex, ni siquiera quería imaginar que fluidos había en las butacas. No me sentaría en ellas.
—Qué lugar más romántico para pasar la noche, ni siquiera estoy respirando –dije susurrando en su oído.
—Solo será por unos minutos –dijo Alex mirando la pantalla. Negué ante su comportamiento.
—Eres un pervertido.
— ¿Por admirar la actuación de una actriz? –Preguntó ahora mirándome –esto es arte humano ¿no? –tuve que cubrir mi boca para poder reírme. Me había casado con un depravado.
—Es demasiado gritona –dije cuando puse atención desde una mirada analítica.
—Quien lo dice… —lo miré enojada por su broma –pero si, grita más que tu.
— ¡Alex! –le di un golpe en su pecho.
Para mi sorpresa la tensión de nuestra persecución pasó a segundo plano, sin embargo, la conversación siguió sobre nuestros planes a escapar. Tendríamos que irnos a pie, lo que significaba que nuestro recorrido, a pesar de ser vampiros, se volvería más lento.
—Debemos ser cuidadosos, ahora han de saber dónde estamos. Ambos bandos están detrás de nosotros y no queremos ser encontrados por ninguno.
—Espero que no descubran nuestro nuevo medio de transporte –dije al imaginarme que éramos atacados en un lugar desierto. No podría ayudar a Alex.
—Como ya hemos sido descubiertos, retiraré bastante dinero para que no tengamos problemas de ese tipo –asentí, aunque también podíamos sobrevivir en la intemperie, no es como si nos fuera a dar hipotermia.
—No hoteles lujosos o algo parecido ¿entendido? –dije susurrando, para que recordara que no estábamos de paseo, por lo tanto sus caprichos debían quedar a un lado.
—Hoy hice algunas llamadas, nos estarán esperando en Dublín.
Me removí un tanto nerviosa por estar confiando en los conocidos de Alex, realmente desde lo sucedido con Marco, cualquier amigo de mi vampiro parecía sospechoso.
— ¿Y si nos traiciona? ¿Y si da aviso al Consejo?
—Solo ella perderá, nos darán cierta protección antes de poder reunirnos con los licántropos.
— ¿Ella? –pregunté curiosa.
—Ya verás de quien me refiero, no la conoces así que no intentes pensar en nadie. Ahora es mejor que nos movamos, de seguro ya han registrado nuestra habitación.
Salimos del cine justo por donde entramos, caminamos pacientemente por las calles, teniendo cuidado ante alguna voz sospechosa o algún aroma que fuera diferente al de humanos.
Te ves muy guapa…
Me detuve de inmediato al escuchar esa voz en mi cabeza. Estaba inmóvil bajo la mirada de Alex que no le tomó ni un segundo saber lo que estaba ocurriendo.
—Hijo de… —comenzó a mirar hacia los edificios, pensando que estaba en altura.
Cerré mis ojos, tratando de encontrar la mente de Cristóbal, de descubrir donde se encontraba, pero por lo visto durante este último tiempo había estado ejercitando. No podía meterme en su cabeza.
¿Qué demonios haces aquí?
Pregunté tratando de que me respondiera, aunque me entregara alguna pista.
El mundo es pequeño, ha sido una sorpresa saber que te encontrabas en esta ciudad. No temas, estoy solo, necesitaba beber algo y luego escuché que algunos vampiros los había descubierto ¿Qué haces por estos lados?
Nada que a ti te importe, idiota. Deberías ser más cuidadoso, no es a cualquier vampiro al que te enfrentas. Alex podría acabar contigo en un segundo.
No lo dudo, ni mucho menos lo subestimo, sin embargo… tú estás con él y jamás te pondrá en peligro ¿o me equivoco? De todas formas lo descubriremos en un tiempo más, cuando por fin creas en mis palabras. Alexander Lenardis te entregaría hasta al mismo Consejo solo para mantener su cargo, que a todo esto es mío.
— ¡Cállate! –dije tanto en mi mente como en voz alta. Abrí mis ojos, encontrándome con una expresión preocupada por parte de Alex, le dolía que yo me comunicara de esta forma con alguien que no fuera él.
Lo sabes ¿no es así? puedo sentir en tu mente como desconfías de él, estás en lo correcto. Tu mente es un cosa curiosa, Victoria, tienes toda una vida ahí, deberías usar esos recuerdos para darte cuenta que Alex te volvería a dejar por el poder y dinero, ahora se mantiene a tu lado solo porque eres el puente para volver a ser Gobernador, uno pésimo a todo esto.
Cerré mis ojos junto con mis manos, mis huesos sonaron, deseando poder apoderarme de la cabeza de Cristóbal para no volver a escuchar su horrible voz. Lo deseaba muerto, tanto, que cada celular de mi cuerpo estaba comenzando a ansiar su sangre.
¿Cómo demonios te estás metiendo a mi cabeza? ¿Descubriendo secretos de ese tipo? Pregunté, tratando de mantenerme serena. Sentí las manos de Alex en mis brazos, pero aun no quería volver con él, debía investigar algo más.
Oh, de la misma forma que deseabas mi sangre. Mmm… era agradable ver como tus ojos se oscurecían aun más al pensar en morderme ¿no lo recuerdas?
Para mi sorpresa, imágenes de esos tiempos aparecieron en mi cabeza. Tuve deseos de vomitar, lo que era ilógico, pero sentí un asco horrible.
¿Esos seres extraños te están ayudando? ¿Hadas?
Aun me parecía extrañísimo de que esos seres existieran, pero realmente no había límites sobre ello. Éramos vampiros y vivíamos entre humanos, bebiendo de su sangre.
No te preocupes, en algún momento tendrás que reunirte con nosotros y discutiremos lo sucedido entre los dos. Ya sabes cuales son mis normas, Victoria.
No me uniré a ti, jamás… y deja de estar esparciendo el rumor de que estoy de tu lado. Mi lugar es junto a mi esposo, Alexander.
Quien no te ha valorado jamás, ni en el pasado, ni ahora… ya verás sobre lo que te hablo. Cuando te diga que es adecuado adherirse al Consejo que a nosotros, cuando tu vida corra peligro y él solo mire hacia un lado, sabrás que ese vampiro, al que llamas tan orgullosamente esposo,  no será más que tú enemigo para obtener ese cargo, que yo y tú tenemos. Por la ley entre los vampiros, debemos gobernar juntos… es de la única forma que admitiré que esa escoria siga con vida.
Comencé a hurgar entre sus memorias, no importaba como lo hiciera pero tenía que descubrir donde estaba. No debía ser lejos, quizás solo un par de metros.
—Alex… —dije ahora preocupada, dejando de concentrarme en Cristóbal, estaba comenzando a sentir miedo por culpa de ese neófito.
— ¿Sabes dónde está? –preguntó tratando de percibir algo que nos dijera su ubicación.
—No.
No lo sigas intentando, tan solo juego con tu mente. Gracias por entregarme la ubicación de donde se encuentran, no estoy en Siracusa… pero con cierta ayuda me he podido conectar contigo. Ha sido una fantástica conversación.
Te encontraremos y acabaremos contigo, recuerda eso.
Oh… no dudo en que me encontraras, es más, lo ansió, pero ¿acabarme? No lo creo, ya que para eso necesitarías estar junto con Alexander y cuando nos veamos, estaremos solos tú y yo. Es una pena Victoria, no sabes cuánto deseo que abras los ojos, él no debe estar a tu lado, sino yo.
¿De qué demonios estás hablando?
Sus palabras me asustaron ¿planeaba secuestrarme o algo parecido?
Ya averiguarás la segunda fuente de dinero que tiene el Consejo y tu querido ex Gobernador. Deberías poner atención y bajar a los sótanos que tienen los Centros Proveedores.
¿De qué hablas?
No estaba entendiendo a lo que se refería ¿es qué Alex me había escondido algo más?
Fue un gusto, Victoria, nos vemos.
Pude sentir como la conexión desapareció antes de que pudiera responderle. Caí de rodillas, temblando, agotada por haber estado comunicándome de esa forma con Cristóbal. Mi cuerpo y mente lo rechazaba en su totalidad, era antinatural que tuviera ese tipo de conversaciones con alguien que no fuera mi pareja.
—Victoria –susurró Alex, rodeándome con sus brazos para después tomarme entre ellos y llevarme hasta nuestra hostal.
Me dejé llevar sin hacer preguntas, me sentía mal y no quería escuchar alguna nueva mentira de Alexander.
Para  mi alivio, no habían encontrado el lugar donde nos estábamos hospedando, por ello Alex me recostó en la cama y él se ubicó a mi lado.
—Muy bien, bebe algo ¿Qué te dijo ese bastardo? –me giré hacia él, sin saber que responder.
Sin muchos preámbulos mordí su cuello, dejándome extasiar con su sangre que me hizo bien de inmediato. Mi mente se volvió a estabilizar, pero de todas formas estaba agotada, luego de unos minutos me deje caer en la cama, sin fuerzas para realizar nada, pero por lo menos ya mi mente no daba mil vueltas por el esfuerzo.
—Victoria, respóndeme ¿Qué te dijo? –me saqué los zapatos, que deje caer en la cama. Con ayuda de Alex me deshice del abrigo y luego me acerqué a él.
—Dijo que me ibas a traicionar –respondí a su pregunta mientras luchaba porque mis parpados no cayeran –que me… entregarías al –mis ojos se cerraron por completo, cayendo a la inconsciencia.
—Victoria –volvió a llamarme Alex, provocando que abriera los ojos — ¿a quién te iba a entregar? Pero que estupidez, dime que no has creído en ello.
—Dijo que me entregarías al Consejo –fueron las únicas palabras que pude decir de una sola vez sin interrumpirlas con algún signo de agotamiento.

La suerte estuvo de nuestro lado ya que pude descansar sin interrupciones. Por lo visto no habían descubierto donde dormíamos. Sin embargo, el ambiente entre nosotros volvió a estar tenso. Cuando desperté Alex estaba mirando por la ventana, siempre que lo encontraba de esa forma es porque algo iba mal, además del hecho que él dormía siempre más que yo.
—Buenos días –dije sentándome con cuidado. Pude notar que nuestras cosas estaban preparadas, listos para partir.
—Buenos días, Victoria ¿te sientes mejor? —Preguntó él, girándose hacia mí. Estaba con unos pantalones deportivos negros y una camiseta con mangas que se ajustaba a su cuerpo, también deportiva.
—Si… debemos partir ahora ¿no? nos hemos retrasado.
—Cámbiate, te traje algo con lo que te será más cómodo correr y caminar –pude ver que también tenía mi ropa deportiva, del mismo estilo y color que el suyo.
Arreglé mi cabello y lo tomé para que no molestara, me cambié de ropa ahí mismo y pude sentir que realmente la vestimenta de ahora era cómoda. Me pasó una casaca impermeable también negra que debía ser térmica, si fuera humana agradecería el detalle, pero ninguno pasaba frio.
— ¿Dónde estaba él? –dijo cuando me abrochaba la casaca. Lo mire curiosa — ¿de dónde te estaba hablando? Ayer no dijiste nada sobre Cristóbal, más que su intento fallido o no, de arruinar aun más tu confianza hacia mí.
Lo miré unos segundos, pensando en lo que dijo aquel traidor. Los sótanos de los Centros Proveedores parecían tener algo realmente malo, como para que Cristóbal los nombrara, pero no podía decírselo a Alex ¿me mentiría otra vez? ¿Estaría enterado sobre lo que había en esos lugares?
—No estaba aquí, Alex, me dijo que un… o una hada lo estaba ayudado, quizás fue la misma que le proporcionó la facultad de que su sangre fuera apetecible para mí –él se estaba abrochando su propia casaca negra, estaba enojado y sabía que era conmigo.
—Maldito, lo más probable es que lo estén ayudando para que se pueda comunicar contigo a distancia. Solo hay que tener una gran concentración para ello, años de experiencias… pero también está el camino corto, él que usa Cristóbal, con Hadas –miró hacia un lado, molesto.
— ¿Cambiaste nuestros bolsos? –dije notando que ahora teníamos mochilas, era mucho más fácil de transportar.
—Sí, podremos correr mejor de esa forma, vamos, apresúrate –tomé mi mochila, donde metí mi pequeño bolso y me la puse sobre los hombros. No pesaba nada, aunque lo más probable fuera que para un humano fuera una gran carga.
—Traté de saber donde se encontraba –dije, tratando de defenderme por la mirada de Alex –pero no vi nada, creo que ahora también se sabe cuidar muy bien.
—Claro que lo hace.
Caminó hacia la puerta, pero en un segundo me interpuse. No íbamos a salir de aquí de esta forma.
—Dijo cosas muy feas sobre ti –comencé a explicar –que me entregarías y que se repetiría la historia, descubrió nuestro pasado como humanos. No sé cuanto investigó en mi cabeza, lo más probable es que sepa que escapamos.
—Debes comenzar a proteger tu mente, como lo hacías conmigo –dijo con un tono acido. Asentí ante la obvia idea.
—Dijo que nos encontraríamos y que cuando eso suceda tu no estarías, que sería porque yo iría hasta donde él estaba –pude notar la mordida tensa de Alex.
—Eso solo lo decides tú.
—Oh, Alex… ¿es qué piensas que podría irme con él? Te quiero fuera de ese cargo, ¿pero irme con Cristóbal? Es una locura.
—Espero que sea una locura, porque si llega a suceder, quiero que sepas desde este momento que estarías muerta para mi ¿entendido? –la frialdad de sus palabras y su expresión me dejaron atónita. No estaba alardeando — ¿entendido, Victoria? –preguntó de nuevo, de forma desagradable.
No podía culparlo, yo igual me sentiría muy frustrada y enojada si él se comunicara con Lina o quien fuera, telepáticamente. Era algo de nosotros y que por mi culpa –y en parte suya por querer hacerme una asesina –habíamos perdido al convertir a Cristóbal.
—Sí.
Fue lo único que pude decir antes que abriera la puerta, pero creo que Alex percibió lo mal que me sentaron sus palabras porque antes de salir de la habitación, él tomó mi brazo y me detuvo.
—Buenos días –dijo ahora uniendo sus labios a los míos. Respondí porque era una reacción innata que tenia con él, pero no pude quitarme el pesar de lo que había dicho.
—Creo… —dije cuando di un paso hacia atrás, separándome de sus labios –también debes saber que esas palabras que has dicho, corren de igual forma si intentas entregarme o si… prefieres al Consejo antes que a mí.
No supe interpretar la expresión de Alex, pero era obvio que se había tomado mal mi aclaración. Si él las hacía, yo también podía.

Salimos de la hostal, para nuestra suerte se había levantado una tormenta bastante fuerte que nos protegía de miradas curiosas, ya que podíamos cubrir en parte nuestros rostros con los gorros al ir avanzando. Decidimos que no usaríamos nuestra velocidad normal porque algún vampiro que no reconociéramos nos podría descubrir.
—Vamos a llegar en dos días si todo va bien. Descansaremos en algún lugar, siempre hay pequeños pueblos que nadie conoce donde podemos encontrar una hostal –dijo Alex cuando nos estábamos alejando de la ciudad.
Sonreí, por lo visto su molestia ya había quedado en segundo plano. No me había hablado desde que me informó de nuestra forma de viajar, justo cinco minutos después de salir de la hostal.
—Me gusta la ropa que has elegido, con toda esta lluvia no siento nada –dije ahora tomando su mano, él presionó la mía y me sonrió.
—Debes crear muros en tu mente, Victoria, no queremos ser descubierto por los rebeldes a mitad de camino ¿bien?
—Si –dije asintiendo. Eso lo estaba haciendo desde hacía horas atrás.
—La ventaja de elegir este camino es que tú no tienes idea de en donde nos encontramos, así que aunque lean tu mente, no sabrán nada.
Cristóbal era un maldito infeliz ¿Qué había descubierto en mi cabeza? Quizás algunos nombres o hechos, esperaba que no estuviera detrás de Aníbal y Alanna. Lo dudaba, mi odio hacia él era cada vez peor, eso era lo necesario para que una barrera natural se levantara y Cristóbal no pudiera entrar en mi mente, por lo menos así funcionaba con Alexander.
—Promete que cuando todo esto pase, nos daremos el lujo de pasar unas buenas vacaciones en Siracusa –él sonrió al escucharme.
—Prometido, pero primero tengo que descuartizar a Cristóbal, dime otra vez ¿Qué te dijo con exactitud?
Que había algo debajo de los Centros Proveedores, pero no podía decirle eso ya que por una u otra razón no confiaba en que Alex me permitiría saber realmente lo que sucedía en ese lugar.
—Ya te lo dije, solo criticas para ti –cubrí un poco más mi rostro.
Para mi sorpresa mi voz sonó como si fuera una conversación cualquiera, lo que era gratificante ya que no era una experta en esconder información.
— ¡Como deseo despedazarlo! Si no fuera por él, no tendríamos ningún problema, solo habría que acabar con los rebeldes.
Me acerqué hasta él y tomé su mano, entrelazando sus dedos con los míos. Él no se alejó y no se volvió a alterar. Teníamos un largo camino que recorrer y hacerlo de buen humor era nuestra mejor opción.
Nos dirigimos hacia el costado de la carretera, hacia donde estaban los campos. Alex me ayudó a cruzar los cercos, lo que fue una estupidez ya que descubrí de inmediato que solo buscaba una excusa para tocarme. Podía saltar una cerca fácilmente, incluso de humana podría haberlo hecho. Era un cara dura.
— ¡Mira eso! –dije notando las grandes montañas que se levantaban a un par de kilómetros. Que hermosa vista –es una pena que no podamos ir de paseo, en serio –dije sintiendo como la lluvia caía sobre mi rostro. Estaba atardeciendo y ya nos encontrábamos a kilómetros de Siracusa, aunque aun no podíamos escapar de la lluvia.
Alexander se ubicó delante de mí, obstruyendo mi vista.
—Volveremos, ahora sigamos –dijo acercándose hasta mi y cubriendo mis labios con los suyos. Fue una sensación diferente, la lluvia se colaba entre nuestro beso.
—Ey –dije dando un paso hacia atrás –mejor avancemos que te conozco muy bien y no quiero terminar haciendo otras de tus actividades recreativas.
—Está bien –dijo caminando de nuevo, no pude evitar sonreír.
—Deberías llevarme en tus brazos, como la primera vez ¿recuerdas cuando me llevaste sobre tus piernas hasta la Mansión? Era una pésima posición, mis piernas dolían por ir sobre ti por tanto tiempo –Él se giró a verme, avanzando de espalda hacia el sentido que nos dirigíamos.
—Oh amor, he logrado que tus piernas sean más flexibles… con excelentes técnicas.
No pude evitar reír por sus palabras, era un idiota.
—Eres un tonto.
—Pero sí recuerdo ese momento, mi memoria es un asco, deberías saberlo… por eso anoto todo lo que sucede en mi existencia –aquel dato me lo había entregado Elizabeth.
— ¿Puede ser porque bueno… parte de ti se ha ido con tus antiguas parejas? –él me miró unos segundos.
—Es una posibilidad, pero… bueno, no creo que lo recuerdes, pero desde que fui un humano, falte a más de una cita contigo, pero era por mi memoria, quizás fue algo patológico que no se siguió desarrollando porque me convertí en vampiro.
Lo quede mirando sorprendida, esa era una alternativa o que era un maldito que prefería irse a juntar con su prometida humana.
— ¿Puedes recordar la primera vez que me besaste? ¿Cuándo fuimos humanos? –pregunté sin recordar nada sobre ello, mis memorias sí eran un asco… por el hecho de haber vivido antes, tema surrealista y maravilloso que prefería dejar de lado, ya que no era una historia muy linda.
—Dije que tenía mala memoria, no que fuera un idiota –dijo mientras seguíamos avanzando entre pastizales.
—Entonces dímela, ya que quieres que recuerde, podemos elegir qué momentos ¿no?
Él sonrió y asintió, creo que le gustaba la idea de mí tratando de buscar nuestra historia original.
—No fue pasional como la que tuvimos en casa, tú con ese bikini… tuve que usar toda mi fuerza de voluntad para no hacerte mía en ese momento –sonreí como una idiota, era cierto, ese recuerdo era inolvidable… y muy frustrante en su tiempo –de todas formas, eras mucho más atrevida antes, estando en un contexto donde las mujeres no siempre se acercaban a los hombres, menos una gitana a alguien como yo.
— ¿A alguien como tú? Perdóname pero por lo que he escuchado hasta ahora, no eras más que un pobretón con ganas de escalar rápidamente.
— ¡Ey! –dijo frunciendo el ceño, pero no corrigiéndome –como sea, tu y esa ropa que usabas, era imposible no mirarte. Me detuviste en la calle y caí en tus manos, se te hizo muy simple.
— ¿Y el primer beso paso mucho desde que eso ocurrió? –él negó y se detuvo, haciendo que chocara con él.
—El mismo día, dije que eras muy atrevida… no deseabas perder el tiempo –dijo ahora inclinándose un poco hasta que pude verlo solo a unos pequeños centímetros — ¿quieres qué te lo demuestre?
—Oh… puede ser, mi memoria tampoco funciona de la mejor forma –dije siguiendo su juego.
Sus  manos fueron a mi cintura, sobre la tela impermeable mojada. La lluvia caía con fuerza y el viento comenzaba a elevarse.
—Había sol y hacia bastante calor ¿sabes? –susurró contra mis labios.
—Apuesto a que estabas nervioso, como un joven humano atrapado por una hermosa gitana ¿no? –dije sonriendo.
—No es broma, lo estaba.
Al momento de sentir sus labios sobre los míos, fue como si una película estuviera teniendo algún error, la cinta de mi actual existencia estaba atrofiada y se mezclaba con otra. Tuve que pestañear una vez más para quedar atrapada en el pasado… otra vez.

Estábamos bajo ese dichoso árbol que siempre nos resguardaba en el pasado. Alexander me tenía atrapada contra el árbol, rodeando mi cintura y acercándose hacia mis labios. Mi corazón mortal saltaba angustiado ante la expectativa de lo que ocurriría, lo estaba esperando hacía años.
Alex me besó, unió su boca a la mía de forma superficial, logrando que me estremeciera entre sus brazos. Tuve que rodear su cuello y atraerlo a mi cuando su lengua recorrió mi labio inferior. De inmediato le di acceso a mi boca y él no perdió el tiempo.
Me recargó aun más contra el árbol, dejándome sentir su cuerpo contra el mío hasta tal punto que casi podía sentir los latidos que daba su corazón.
Su boca era caliente, al igual que su piel… él solo ayudaba a que mi descontrol aumentara. Sus labios me vuelven loca.

Solo duró unos segundos, los suficientes para que Alex no notara mi ausencia y para que pudiera sentir aquel beso suyo bajo la lluvia. Tiré de su chaqueta y lo acerqué aun más a mis labios. No había necesidad de informarle de este nuevo recuerdo, de seguro él también estaba pensando en ese momento.
—En ese tiempo no te tuve que convencer de nada ¿cierto? Supiste de inmediato que estaba enamorada de ti.
Él sonrió, pero esa expresión no llegó hasta sus ojos. Me recordó a las frías sonrisas que me daba o que reflejaba a los demás. Me costó mucho poder verlo sonreír de verdad.
—Desde el primer momento, es cierto.
Comenzamos a movernos hacia donde nos dirigíamos. Ahora Alex caminaba a mi lado.
— ¿Sabes? Sé muy bien que deseas que recuerde toda mi vida contigo en esa época –él asintió –y a mí me gustaría hacerlo si eso ayudara para nuestra relación, que ha tenido tantos altos y bajos, pero eso no será así.
—Debes verlo, debes entender que te amé en ese momento y que siempre has sido alguien importante para mí –negué a sus palabras.
—No lo suficiente, pero de todas formas Alex, nada bueno puede salir de ahí ¿no crees? Todo terminó tan mal como para haberte dicho esas palabras que te condenaron para siglos de dolor. Creo que en vez de buscar en el pasado, solo hay que preocuparse del futuro, ninguno de los dos sigue igual a como éramos en ese entonces.
El viento comenzó a ser más fuerte, logrando que nuestros gorros se fueran hacia atrás y quedáramos descubiertos.
—Tenemos suficientes problemas en el presente como para estar buscar en el pasado, tienes razón –dijo Alex.
—Bien, entonces dime algo ¿Qué hay debajo de los Centros Proveedores, Alex? Porque Cristóbal me dijo que escondías algo ahí ¿Qué es?
Mi vampiro detuvo su caminata y me quedó mirando con el ceño fruncido. Lucía bastante confundido.
— ¿De qué estás hablando? No tengo la menor idea de lo que hay bajo de esos Centros, quizás habitaciones para los humanos que ofrecen.
Negué, por alguna razón esa no era una buena idea.
— ¿Por qué me preguntas esto ahora? ¿Me estás diciendo que hay temas que conversas con Cristóbal y yo no sé?
— ¿Qué hay en ese lugar, Alex? –Pregunté de nuevo, no quería que se detrajera del tema –prometiste no volver a mentir, sabes que…
—No, no y no, detente ahora mismo, esto es mucho más grave y además no estoy mintiendo. ¿De qué demonios estaba hablando Cristóbal?
Por su expresión era claro que no tenía idea de lo que estaba pasando y eso si que era un problema. Una cosa era que el Consejo me escondiera información, a mí, que era la Gobernadora, esposa y posible traidora de Alex, como siempre pensaron, pero otro tema muy diferente es que el Consejo le escondiera información a Alexander. Si era así, esos consejeros, ya sean todos o algunos, no eran más que unas ratas que manipulaban al Gobernador. Y si tenían ese poder ¿Qué esperanzas quedaban para mí y el posible juicio que llevarían a cabo si nos entregábamos, teniendo o no testigos?
El plan de Alexander comenzaba a tener fallas.

Si me demoré en subir es porque estoy mal de salud, pero ya está aquí :D

14 Lectores:

  1. Wowww esto no pinta bien!
    Hello Dani.
    Los del consejono son tan honorables como Alex pensaba, me pregunto si podrán averiguar q es lo q esconden ahí, quiero saber!!
    Me mato de risa lo q paso en el cine jajaja me los imagine tapándose los ojos mutuamente y me encanto. Ese Cristobal es un odioso, maldito manipulador; presiento q el tiro le va a salir por la culata y en vez de separarlos los va a unir más porq dudo mucho q lo q dijo de los centros de proveedores sea mentira, lo q si dudo esq Alex supiera lo q ocurre ahí Le voy a dar un voto de confianza porq Victoria no suele equivocarse mucho cuando se trata de seguir su instinto, esperemos q el gobernador no nos falle.
    Tengo la reciente y no muy firme (se irá asentando o cambiando conforme pasen los capítulos) de q los del consejo estan haciendo sus negocios turbios y se escudan en la imagen del gobernador para lavar o proteger su imagen, lo grabe de esto, si mi teoría es cierta, esq la mismísima Elizabeth esta involucrada en esto y tal vez también Raúl, del q tengo mis dudas porq él casi siempre esta con Vicky y Alex, pero ya sabes ahora no se puede confiar en alguien. Tendré q ir contruyrndo esto mientras avancen los capis y ver si me equivoco o he acertado.
    Muchas gracias por el capi Dani.
    Nos seguimos leyendo!!!!

    ResponderEliminar
  2. Queeee buen capitulo... dios que hay abajo de esos centros ?? como es que no sabe nadaaaaaaa???? uh dani no es justo que nos djes asi....cuantos capitulos le quedan a la historia.... :( pucha.... siento mucho miedo por viki.... hay algo raro q no me cierra....confio en alex... pero tngo miedo q la historia termine mal y si es asi dani avsame ya porque no quiro leer mas.... ok no, quieri ir hasta el finaaaaaaal!!!!!!!!!! Espero ansiosa el prox capiiiiii

    ResponderEliminar
  3. Bueno el plan de Alex tiene fallas...pero en ese caso el de Cristobal también no? apuesto a que el pensaba que Vicky no se atreveria a preguntarle o que si le preguntaba no le iba a creer que no sabia nada, por que no entiendo que podria ganar el dandoles una pista de que no cuentan al 100% con el consejo, a menos que quiera que ella piense que su unica opcion de salvarse es llendose con el, pues le dijo que esa era la unica forma de dejar vivo a Alex, Por otro lado, esos consejeros me están poniendo tan de malas, si están haciendo cosas a espaldas del gobernador eso puede ser lo que le esta dando tanta mala fama a Alex en su puesto no? tal vez si el es un poco muy impulsivo y estricto con sus leyes, pero quiza el consejo (algunos miembros...espero no sean todos) esta tomando decisiones y actuando de mala forma sin que el lo sepa.
    arrrrr¡¡¡¡¡ en serio Cristobal me pone tan de malas¡¡¡ se esta aprovechando de los miedos de Vicky para que desconfie de Alex¡¡¡ malnacido¡¡¡¡
    Debo decirte que ame tolmente el inicio del capi (no que los persiguieran) pero si que entraran a ese cine y que el gatito tierno y sinverguenza apareciera...muy buena su tactica de distraccion, a mi me puede distraer asi cuando quiera¡¡¡
    me quede intrigida ¿quien los espera en Dublin? de verdad se podra confiar en ella?
    me quede pensando en que es muy buno que ellos hagan su viaje de busqueda de la verdad juntos, cuando termino la segunda temporada tenia miedo de que ella decidiera irse sola a buscar a Cristobal, pero aqui, si, tienen problemas, pero al menos estan juntos, eso de verdad me hace feliz.
    la conclusion a la que estoy llegando es que ese mundo vampirico necesita reformas, falta ver mas de los rebeldes y quiza su lado de la historia, pero creo que en las dos partes aun queda mucho por decir, si hay miembros corruptos en el consejo lo ideal seria ver quienes son y porque esta actuando a espaldas del gobernador y remoberlos...y ver que esta mal con los rebeldes.
    Ojo cuando digo ver las demandas de los rebeldes son ellos, no Cristobal, esa escoria lo unico que quiero que le pase es que Alex le corte esa cabezota que tiene. Creo que tal vez algunas de las cosas que ellos quieren que cambien son tal vez en parte esas que el consejo hace sin que Alex lo sepa.
    Tengo miedo¡¡¡¡ si dices que ya vamos casi en la recta final...yo aun no le veo salida a esto y no quiero dejarlos ir :(
    Problablemente regrese mas tarde a completar mi comentario, cuando pueda releer el capi, siento que algo se me esta escapando aqui ??
    saludos Dani espero que te mejores pronto¡¡¡

    ResponderEliminar
  4. Me demore pero leí .... no sé si quiero comentar mucho ... solo puedo pensar en q ya terminará :(

    ResponderEliminar
  5. hola el capiyulo estuvo muy bueno me gusto mucho

    ResponderEliminar
  6. me parece intrigante que ni el mismo alex sepa que hay debajo de los centros de proveedores y tambien me da como que mala espina con ese concejo, pero bueno, espero que actualices pronto, cuidate
    DTB

    ResponderEliminar
  7. UFFFF ALMENOS ALEX NO ESTABA ENTERADO QUE HAY DEBAJO DE LOS CENTRO DE PROVEEDORES...
    ESO SI QUE ME TENIA ANGUSTIADA...

    ESPERO CON ANCIAS EL PROXIMO CAPITULO ....


    Y QUETAMBIEN TE ALIVIES ...

    ResponderEliminar
  8. Waaooo quiero ver de verdad en q terminarán estos dos. No quisiera tener q ver q Alex traicione a Victoria....

    ResponderEliminar
  9. Holaaa acabando de leer el capi y me gustó mucho, esperando el otro con ansias

    ResponderEliminar
  10. Waaooo loca x el siguiente capi. En q terminarán estos dos?

    ResponderEliminar
  11. Ansiosooo x el prox capitulo. No me convence mucho Alex mm ojala y no me traicione

    ResponderEliminar
  12. Oo me he quedabo ansiosa por el cap que bien lo dijo en serio me encanta esta parte de la historia todos los personajes son tan lindos

    ResponderEliminar
  13. Amo cada dia mas esta historia me encanta erick y arial son divertidos y a la vez tan iguales sisisii que si aa ya quiero saber que va a pasar gracias por el capitullo :)

    ResponderEliminar
  14. Ay que heavy!!!!!!!!! Que le escondan cosas a Alex es muy serio!! jaja
    Que sera? Que sera? jaja No habia podido leer pero ahora que lo hago sera mejor que me actualice con todo :D
    Me encanto el cap! :D

    ResponderEliminar

Con la tecnología de Blogger.

© Black Butterfly, AllRightsReserved.

Designed by ScreenWritersArena