martes, 18 de marzo de 2014

Entre los dos y la luna - Capitulo 9


Capitulo 9

Caminábamos por una plaza, donde Oliver me había llevado para distraerme de todo lo que estaba sucediendo, pero no estaba sirviendo. En mi mente seguía la desconfianza hacia él, aunque trataba de convencerme de que no debía ser tan paranoica.
La idea de que me traicionara, no era algo muy posible, a menos que estuviéramos en una película de acción, donde él me vendiera, me entregara a mis futuros captores y le retribuyeran con un gran cheque… lo que sería verdaderamente trágico, pero realmente no imposible. Esas cosas no solo sucedían en la ficción, la gente hacía lo hechos más increíbles por dinero.

— ¿Qué te sucede? –para mi sorpresa, el agente 007 me rodeó con su brazo por mi cintura y me acercó a su cuerpo.
—Solo estoy preocupada ¿crees qué no debería estarlo? –me tensé bajo su agarre, pero no me pude alejar o sino aumentaría las sospechas de él hacia mí.
—Tienes razón, pero no creas que te sucederá algo, yo estoy aquí –asentí, nada convencida de sus palabras.
— ¿Oliver? –Él me miró de nuevo, mientras caminábamos solos por la plaza, donde reinaban los sauces, dando un estilo de privacidad para los transeúntes — ¿Cuál es tu relación con Emma?
— ¿Por qué preguntas eso?
—Porque es algo obvio, no puedo creer que hayas obtenido la cancelación de la reunión de Suecia, así como así, ustedes son amantes ¿no? –no hubo sonrisa en sus labios que me dieran la señal de que tomara como una broma lo que acababa de decir. Su rostro frio y algo tenso, me dejó en claro que no necesitaba una respuesta –no te preocupes, mira como estás de tenso –me detuve y pase rápidamente mis manos por sus costados, para que se relajara.
—Eres la única que me puede dejar en blanco ¿sabes? –no me moví ni un centímetro más al escucharlo ¿Qué estaba hablando?
—Deja de bromear, es mejor que volvamos, así no nos separamos de Melisa y Dante ¿sí?
—No quiero que pienses en Emma, Julie —miré hacia los sauces, tratando de buscar la forma de escapar de sus palabras –te dije que me gustabas y no quiero que salgas herida, estoy para protegerte.
—Muy bien, no pensaré en Emma y tú me protegerás, excelente ¿no es eso para lo qué te pagan? –su ceño se frunció de inmediato, por lo visto mis palabras habían tenido un significado más importante para él.
¿Cómo me pedía que no pensara en Emma? ¿Es qué acaso se acababa de golpear la cabeza y me lo perdí? Porque se estaba comportando como un idiota.
— ¿De qué hablas? ¿Es qué estas tomando atención a lo que digo? –Di un paso hacia atrás al ver que su tono más serio estaba reluciendo en la conversación –te he dicho que me gustas y ahora  aclaro que no pienses en Emma, es porque si tuve algo con ella…ahora ha terminado.
Si dijera que no me importaban sus palabras, hubiera mentido. Sentí como mi estómago se removía por los nervios de esta peculiar declaración. No era como lo había pensado, pero si era un gran avance si recordaba que era Oliver quien estaba hablando, él que me había dejado en claro que no deseaba nada serio con nadie.
Sin embargo, este repentino cambio solo aumentó mi desconfianza hacia él. No quería seguir sola con él, me ponía nerviosa y deseaba con todo mi corazón estar cerca de Melisa y Dante para asegurarme de que estuvieran bien.
—Creo que deberíamos volver, nuestro vuelo es en dos horas más.
— ¿De verdad? ¿Solo eso dirás? –Me alejé otros pasos para estar más segura, pero Oliver me retuvo tomando mis manos — ¿Qué está sucediendo? Desde hoy en la mañana estás rara.
—No me gustan las personas que me mienten, tu lo hiciste y ahora desconfió de ti, es así de simple –no pude seguir guardando lo que tenía en mi garganta. Deseaba exigirle que me diera pruebas para poder confiar en él, porque realmente deseaba hacerlo, quería concentrarme en ese Oliver extraño que aun no me era revelado, aquel que dejaba de bromear.
—Solo fue para no preocuparte…
—No me interesa, ahora suelta mis manos que quiero ir a ver a Melisa y a Dante –sus ojos me miraron sorprendidos por mis palabras. De inmediato supe que mi respuesta hacia él, no era la que esperaba. Lo más probable es que estuviera demasiado seguro de sí mismo y de mis respuestas hacia él.
—Muy bien.
Ninguno dijo nada durante todo el camino, hasta que llegamos al hotel. Me fui en silencio hacia la habitación de Melisa y Dante, pero al momento de ver que su puerta estaba abierta mire asustada a Oliver, quien me tomó del brazo y me hizo retroceder.
Avanzó con un arma que no sé donde tenía y empujó la puerta para abrirla completamente. Miró hacia los lados y luego desapareció entrando a la habitación. Ni siquiera tuve que pensarlo dos veces para ir tras de él ¿Qué estaba sucediendo?
Entré corriendo hasta encontrarme con todo el lugar desordenado, sus maletas seguían ahí, abiertas y con todas sus cosas regadas en el suelo. Había un poco de sangre en la alfombra gris…
—No —susurré, sentándome en la cama.
— ¿Qué haces? –llegó Oliver a donde estaba. Tomándome del brazo hizo que me pusiera de pie y me llevó hasta la otra habitación –toma tus cosas nos vamos ahora mismo.
— ¿Dónde están?
—Solo toma tus cosas —como una autómata tomé mi maleta y mi bolso.
Esto había sido mi culpa ¿Por qué no les avise antes de lo que sucedía?

El trayecto al aeropuerto fue en un rotundo silencio. Yo no podía tranquilizarme por lo que estaba sucediendo ¡ni siquiera sabía lo que pasaba!
Recuerdo que Oliver me preguntó más de diez veces si tenía el software o si lo tenía Melisa. No pude contestarle, no salían las palabras de mi boca, solo quería llegar a Chicago para avisarles a mis padres que se irían de vacaciones, no podría permitir que ellos estuvieran involucrados en esto.
Al llegar al aeropuerto luego de varias horas de vuelo, donde ni siquiera pude dormir o decir palabra alguna, además de tener que cerrar los ojos solo para parecer dormida y así distraer a Oliver. Se había convertido en uno de los peores vuelos de la existencia humana.
— ¿A dónde crees que vas? –el agente 007 me tomó del brazo y me hizo girar a verlo. Lo miré con cara de pocos amigos y luego tomé atención a su mano sobre la mía.
—Suéltame, ahora.
—Por fin hablas…
—Oh, lo siento, solo que perder a mis amigos me tiene levemente preocupada…solo un poquito, casi insignificante –dije irónicamente ¿Cómo esperaba que me comportara? Quería saber de ellos, quería ayudarlos y quería mirar sus rostros otra vez, no sabía si podría hacerlo de nuevo o si lo haría detrás de una celda secuestrada por los mismos psicóticos que habían atrapado a Melisa y Dante.
—Yo también estoy preocupado, Julie, pero no por eso tomó una actitud infantil –moví con fuerza mi brazo para salir de su agarre.
—Bien por ti, serás más feliz en tu vida. Ahora lo que debo hacer no te incluye, así que puedes ir corriendo hacía Emma y decirle todo lo que está pasando ¿entendido?
—No te dejaré sola, podemos estar en casa pero no por eso estaremos seguros ¿es qué acaso quieres emporar aun más la situación? Ni siquiera sabes defenderte.
—Debo atender nuevos asuntos, así que vete de una vez –miré que venía mi maleta y la tomé con rapidez. Oliver hizo lo mismo, pero luego de tomar su bolso, me quitó la maleta.
—No sé qué demonios te está sucediendo, pero por ahora deberás obedecer mis órdenes –su expresión era nula, no se veía enojado ni ansioso, simplemente era como un androide dando instrucciones…esa mirada fría no me gustaba –y si es necesario que te lleve encañonada hacia la oficina de Emma… —entrecerró sus ojos –No dudes que lo haré, Julie… —ciertamente esas palabras me asustaron, se veía como un maldito soldado que quería cumplir con su misión y retirarse sin importarle nada, simplemente me estaba viendo como su trabajo, algo que tenía que cumplir.
—Bien, luego me dejas hacer lo que necesito…sola.
—Eso ya lo veremos, ahora camina.
Se estaba comportando como un déspota, alguien completamente desagradable que me estaba dando órdenes como si fuera uno de sus subalternos ¡él ni siquiera era un soldado común como para hacer eso!

Minutos y más minutos de silencio transcurrieron mientras seguía encerrada en esa celda, recordando esos momentos donde solo deseaba arrancarle la cabeza a Oliver. Sin embargo, ese no fue el único instante que deseé asesinarlo, hubieron más y con temas aun más preocupantes.
La puerta de la celda se abrió y no pude diferenciar bien quien entró, ya que mis ojos estaban acostumbrados a la oscuridad, en este momento solo llegaba la luz de la luna.
—Julie… —levanté la mirada al escuchar la voz de ella, Irina — ¡cierra la puerta! –le gritó a alguien, pero miré hacia un lado, no quería verla, me deprimía –no puedo hacer nada, si me negaba iban por mi y por mis hijos, sabes cómo se comportan ciertas organizaciones del gobierno –cerré los ojos al sentir un olor peculiar en la celda, mi boca se lleno de agua –he conseguido tener el mando por esta noche, así que no esperes que se te haga daño, te traje algo de buena comida.
Miré lo que traía y pude ver una bandeja con arroz y pollo, ensalada de tomates y de postre, un flan de chocolate. Irina levantó la mano y me mostro una botella de bebida.
Realmente lo que sucedió luego, fue triste, era como un animal enjaulado que no había comido durante días, ya que me abalancé hacia la bandeja y comí rápidamente todo, gracias al cielo me quedaba algo de sentido común y pude ocupar los cubiertos.
—Gracias —dije cuando ya tuve que tranquilizarme en comer, casi me atragante por comer tan rápido.
—Oliver recibirá una igual —sonreí, a él no le gustaban los tomates y lo más probable es que los dejara, aunque estuviera famélico.
— ¿Qué nos espera, Irina?
—Un largo tiempo aquí si no dicen nada, no sé porque no aceptas Julie, está en juego tu vida y la de Oliver —tensé mí mordida, no tenia que olvidar que ella era del otro bando.
—No podemos.
— ¿No crees qué es hora de dejar de escapar? Llevan mucho tiempo haciéndolo y sé muy bien que tienes razones de sobra para desear salir de aquí.
—Solo han sido meses y los tomamos como vacaciones.
—Oliver es astuto ¿sabes? Siempre te hace usar los meses para que no te des cuenta del horrible tiempo que han llevado escapando, ha sido más de un año, Julie.
—Que si lo piensas son meses, no soy estúpida, Irina.
—Oh…eso lo tengo claro, solo comienza a pensar otro poco, porque si siguen así, no sobrevivirán más de un mes ¿de verdad no quieres salir de aquí?
—Claro que sí, pero no podemos —ella bufó frustrada al ver que mi respuesta seguía siendo la misma.
—Así no puedo hacer mucho por ustedes –se puso de pie y tocó la celda –piensa en lo que estas a punto de perder –mi estómago se revolvió ante lo que decía, claro que estaba pensando en lo que perdería, pero el daño que provocaríamos al confesar seria global, además de que no teníamos la seguridad de que fuéramos dejados en libertad luego de decir la verdad.
Pasaron varias horas, donde estuve más consciente de lo que ocurría alrededor y de cómo Oliver ahora golpeaba la pared. Con un poco más de fuerza producto de la comida, pude responder a su llamado, al hacerlo, ambos quedamos más tranquilos, esperando porque viniera por nosotros, sin poder hacer nada para escapar.

Traspasamos la puerta de la oficina de Emma, quien miraba por la ventana, pensativa. No era para menos, dos funcionarios de esta área habían desaparecido, era un grave problema.
—Oliver Conlan —se giró hacia nosotros — ¿Por qué crees qué te busqué por cielo, mar y tierra? ¿Por qué discutí con cientos de personas para que estuvieras en esta misión? –Emma estaba furiosa, se podía sentir en el ambiente. Dejé mi maleta a un lado y caminé hasta el sofá, donde me senté para mirar el espectáculo.
—Porque nunca he fallado.
—Pero mira que sorpresa –dijo dándome una leve mirada — ¿Dónde demonios esta Melisa y Dante? Por lo visto has fallado.
—No sabes de lo que estás hablando –su expresión arrogante era realmente una razón importante para que mi deseo de separar su cabeza de su cuerpo aumentara –Mi misión está sentada sobre ese sofá, mirándome con odio, ya que para algo contrataste a Dante ¿no? para que cuidara de Melisa, no solo para que tuviera sexo.
— ¡Oliver! –Le grité por su falta de respeto –Emma… —estaba cansada, quería estar en casa y ver a mis padres –necesito que me cambies de agente, necesito a alguien más…que sea de confianza.
— ¿De qué estás hablando? –Exigió saber Oliver — ¿Qué demonios te sucede?
—Eso es imposible —Emma se sentó detrás de su escritorio y nos miraba pensativa –Lamentablemente Oliver tiene razón, su misión eras tú, no los demás…ha cumplido con traerte de vuelta a casa, pero sabía que esto iba a ocurrir, así que he conseguido la solución perfecta –nos miramos con Oliver, sin entender lo que estaba diciendo Emma. Ella tomó su teléfono y le avisó a su secretaria que dejara pasar a quien esperaba. Pasaron los minutos y alguien tocó a la puerta —Adelante…
La puerta se abrió y nos quedamos mirando como aquel hombre, alto y piel morena entraba con una sonrisa radiante.
—Bloom –Oliver miró con verdadero pesar a aquel agente, vestía de terno negro y me miró sonriendo para luego mirar a Oliver — ¿Qué haces aquí?
—Vengo a arreglar lo que has arruinado –dejo de mirarlo para dirigirse a Emma –buenas tardes.
—Buenas tardes, Lucas —Emma me miró sonriendo –te prometo que veremos lo que sucedió con Melisa y Dante, de eso no tengas dudas, ustedes dos estaban a mi cargo, por eso no pienso correr riesgos contigo, Lucas Bloom está aquí porque será tu otro guardaespaldas, no permitiré que nadie te lleve Julie, eres muy importante para el país.
—Espero que nos llevemos bien —dijo Lucas sonriéndome –y siento lo que está sucediendo, sé lo que se siente cuando secuestran a un amigo —tragué saliva nerviosa, por primera vez alguien decía lo que había sucedido.
Melisa y Dante habían sido secuestrados.

Cerré mis ojos mientras me llevaban a arrastras hacia la sala de tortura. Ya había pasado una noche más desde que Irina me visitó, nuestro momento de paz se había acabado.
Me tiraron sobre una silla, donde caí al piso, pero unas manos me tomaron con delicadeza y me sentaron correctamente. No levanté la mirada porque temía ver a través de ese vidrio a Oliver, sufriendo, como usualmente nos torturaban.
— ¿Sra. Conlan o Sra. Sinclair?… ¿qué le parece mejor? —un escalofrió recorrió mi espalda al escuchar esa voz. Levanté la mirada sin dudarlo, pero estaba todo oscuro, excepto por la ampolleta que me iluminaba. Pude ver mis piernas heridas y con hematomas…esto cada vez se estaba poniendo peor. Estaba muy delgada.
—Creo que sabes la respuesta ¿no? –hubo un silencio de minutos, no se movía ni una sola hoja hasta que la luz de la otra sala se prendió y pude ver a Oliver, en mi mismas condiciones, solo iluminado con una ampolleta, pero estaba inmovilizado con sogas, no sé de dónde sacaba energías para seguir peleando con nuestros captores.
—Entonces Julie ¿esta vez estarás dispuesta a decir algo más? ¿Algo que nos interese? –sonreí y miré hacia la oscuridad.
—Está bien, con solo escuchar tu voz diré toda la verdad… —el portador de esa voz apareció ante la luz, tenía su traje negro que usualmente usaba –no me molestaría decirles lo hijo de puta que eres, Lucas Bloom —volvió a mostrar su increíble sonrisa, luego de no haberlo visto por bastante tiempo.
—Siempre con el mejor vocabulario, Julie.
Aquí esta el primer capítulo del día que prometí ayer, espero que les haya gustado :D

5 Lectores:

  1. Wiiii capi doble jaja.
    Hola Dani, ayer quise comentar el 8 y no se pudo me salia error :S
    Jummmm primero q nada esos 2 hicieron q la temperatura se elevara jaja. Awww yo tampoco confiaría en Oliver viendo como están las cosas. Por momentos me cae mal pero luego recuerdo lo q pasa en el presente y me digo tenle fe ya vez q no es tan malo.
    Veremos q más nos regalas al rato, nos seguimos leyendo!!

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  2. Wooo ya se acerca el capi que fejaste en ff y me dejaste botada cn la historia. Quiero saber porq ese maldito traiciono todo!!!!

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  3. suuuper. no me acordaba de que lucas los hubiera traicionado, gracias daniela !! alegraste mi noche jajaja
    DTB

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  4. Oh pornla chucha que es fuerte este cap (como toda la historia)
    Pucha q me da pena Melisa y Dante :'(
    Me acordé q después se sabe q están muertos y.y
    Ooh y Lucas Bloom no me acordaba q aparecía x estos cap pensé q era mas adelante pero yanme estaba preguntando a quien usaría para ese personaje q antes era Jake (al q antes se me hacía imposible odiar pero ahora soy libre de decir todo lo q quiera x perro traidor xD)

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  5. Melisa y Dante, mi corazón llora =(
    Lucas Bloom *baba* jajajaja ash verlo en este papel de torturador me rompe el almaaaaa!!

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