jueves, 17 de abril de 2014

Un ángel traicionado - Capitulo 8


Confesiones

Lilia estaba sentada en un sitial que había en la habitación de Adam, que dormía tranquilamente en la oscuridad de su habitación. Ella había llegado hasta ahí después de que Arial la dejara sola para dirigirse a la antigua casa de Ethan.
Tenía en su mano un globo de agua para despertarlo, estaba analizando desde donde lo iba a dejar caer. Estaba tan molesta con Adam, que quería fastidiarlo solo para que se enojara aun más y como no podía golpearlo y los gritos no servían con él… lo mejor era arruinar su sueño. Ya que por lo visto no había descansado la noche recién pasada.
Estaba furiosa por lo sucedido con Thaumiel, no podía creer que lo tuviese tan cerca y que Adam no le hubiera informado de ello. Se sentía una estúpida por haber estimado a Kobal, quien no era nada menos que su padre.

Se puso de pie y con cuidado se subió a la cama, quedando de pie sobre esta. Adam dormía plácidamente, perfecto para lo que ella deseaba hacer. Ubicó en un ángulo adecuado el globo de agua para finalmente dejarlo caer contra el rostro del ángel caído.
Adam saltó de su cama, mirando asustado hacia los lados mientras llevaba sus manos hasta su rostro para secarlo de lo que fuera que hubiera caído sobre él.
— ¡¿Qué?! –Dijo buscando al causante de su traumático despertar — ¿pero qué demonios te pasa? –preguntó al ver que Lilia estaba de pie sobre su cama.
—Oh, he venido a despertarte, buenos días ¡Idiota que no fuiste capaz de decirme anoche que Thaumiel era Kobal!
Adam la quedo mirando sorprendido, dudando si Eric había sido quien le informó a Lilia lo sucedido, pero era imposible, él era muy reservado.
— ¿De dónde sacaste eso?
— ¿Lo vas a negar acaso? –dijo ahora bajando de la cama y dirigiéndose hacia las cortinas. Las corrió, dejando que toda la luz del mediodía lluvioso llegara hasta la vista de Adam, quien no había podido dormir más de cuatro horas.
Adam se sentó mejor en la cama, secando su rostro con las sabanas, cansado por no tener sus ocho horas de descanso que usualmente tenía que dormir para despertar de buen humor, era una pena que eso casi nunca ocurriera.
— ¿No podías despertarme como la gente normal? –preguntó él, con su cabello corto todo desordenado.
—No puedo creer que me hayas hecho esto, es en serio ¿no decirme que era Thaumiel?
Adam la quedo mirando unos segundos, notando lo guapa que se veía con sus jeans oscuros y un suéter azul que le quedaba un poco ancho. Llevaba su cabello tomado.
Sus labios ardieron al notar como ella hablaba y hablaba, deseando hacerla callar con un beso.
—Lo siento, ayer las cosas no se dieron como esperaba, me desconcentré –dijo Adam, tratando de despertar –pero estas siendo injusta ¿sabes? –pasó sus manos por los ojos, para despertar.
Ese gesto solo hizo que Lilia se sintiera mal por despertarlo tan bruscamente.
— ¿Por qué injusta? –exigió saber ella.
—Te enojas por este único error, siendo que me he pasado mis últimas décadas protegiéndolas.
Lilia se sintió aun más mal de lo que ya comenzaba a sentirse, pero su enojo se aferró a lo que había sucedido anoche, más que al error de Adam. Se seguía sintiendo pésimo por culpa del ángel caído y se odiaba a si misma por no ser capaz de mantenerse enojada con él de una forma más dura.
Y ahora se había quedado en silencio, no tenia objeciones hacia él si le respondía de esa forma, ya que era cierto. Adam estaba haciendo todo lo posible para mantenerlas a salvo.
—Siento haberte despertado así –dijo ahora mirando hacia un lado, avergonzada. Si Adam tenía fundamentos ella siempre callaba, si no, se podría levantar una gran discusión entre ambos, pero ahora solo tocaba callar.
—Además Eric me dijo que ya lo había descubierto, entonces no estabas en peligro –siguió justificándose Adam –aunque eso me lo dijo hoy en la mañana, no sabía que habías estado sola con Cheitan.
—Está bien –suspiró ella — ¿Adam? ¿Hoy fuiste a verme en la mañana?
Los ojos del ángel caído se abrieron de un solo movimiento, el sueño había desaparecido.
—No.
— ¿Entonces por qué había restos de desayuno en el pasillo de mi edificio? Como si alguien hubiese arrojado un par de cafés y los panecillos que nos gustan.
Adam levantó los hombros, como si no supiera nada relacionado a tal accidente. Mentalmente se estaba castigando por haber cometido tal error.
—No sé de lo que me hablas.
Ella se acercó hasta donde se encontraba él mientras pensaba en todas las palabras que le habían dicho tanto Thomas como Arial, recordando en lo sucedido la noche pasaba y pensando seriamente que su Adam estaba defectuoso.
— ¿Qué haces? –dijo él, notando nervioso como ella se sentaba en la cama, a su lado, sin importar que esta se encontrara mojada –Lilia…
— ¿Amaste a alguien? ¿Antes de volverte un sinvergüenza con las mujeres? Sé que desde que llegamos a tu vida nunca has tenido a nadie formal ¿pero y antes, Adam?
El ángel caído abrió levemente su boca, jamás se habría imaginado que ella le haría ese tipo de preguntas, con ese tono de voz tan normal y tranquilizadora.
— ¿A qué vienen esas preguntas? ¿Desde cuándo te has interesado por mi vida amorosa?
—Desde la primera vez que te vi, cuando llegaste esa noche, aquella cuando murió Mory ¿la recuerdas?
—Es imposible olvidarla, las conocí a ambas directamente, ya que antes las había solo visto ¿Por qué estás preguntando esto? –dijo él, ahora mirándola nervioso, se sentía intimidado al tenerla tan cerca y hablando tan serena de algo que la alteraba. Ella jamás se comportaba de esa forma con ese tipo de temas.
—Es que… estoy cansada –Lilia miró hacia el suelo, suspirando –no soy fuerte como Dana, ella puede aguantar que le rompan el corazón una y otra vez, me he dado cuenta de ello ¿sabes? ¿Crees qué estuvo muy feliz cuando Gabriel la instó a convertirse en un ángel? ¿A qué lo olvidara? Debió ser difícil para ella.
Adam suspiró, sin duda Dana había sido capaz de soportar  más de un corazón roto, ya que Ethan también tuvo una gran cuota en el sufrimiento final de ella, cuando la entregó a los ángeles. Sin embargo, su concentración se vio afectada al fijarse en el perfil de su Nephilim, sin duda estaba cansada y él lo podía notar.
Sin pensarlo mucho tomó la mano de su Lilia, llamando la atención de esta.
—Sí, estuve muy enamorado en el pasado, pero aquel era otro tiempo… era otro Adam.
Lilia no pudo evitar formar un mohín.
—Thomas dice que estás defectuoso, que ya tuviste a tu alma gemela y que todo acabó muy mal ¿es cierto?
—Ese Nephilim no tiene idea de lo que habla, aunque creo que ya existía para ese entonces, no lo sé. Son temas que no me gusta hablar Lilia –ella alejó la mano de su agarre.
—Bueno, supongo que ya no tenemos que hablar, prácticamente no podemos pasar más de cinco minutos sin discutir… me gustabas antes, cuando podía hablar contigo de cualquier tema –dijo ella triste –nunca debí decirte que me atraías.
—No, no debiste –dijo Adam, sintiendo que su corazón latía con fuerza, tanto por tener a su Nephilim al lado como por verla triste, él no deseaba romperle el corazón, tan solo era que el suyo estaba roto –aunque nunca fuiste muy buena escondiendo tus sentimientos, a diferencia de Arial.
—Ella siempre ha dicho lo que piensa… y es tan coqueta –miró a Adam por unos segundos y después se ubicó a su lado, recostándose sobre la cama. Él la imitó, ambos se quedaron mirando hacia arriba.
—Sí, es una habladora, pero impenetrable, creo que ni siquiera tú sabes lo que realmente pasa por esa cabeza, es muy complicada.
—No más que tu –dijo ella girándose hacia él.
Adam no pudo evitar ponerse nervioso al verla, esos ojos violetas estaban por completo concentrados en él, en el mismo ser que la estaba haciendo sufrir. Además del hecho de tenerla en su cama, recostada a su lado.
—Adam ¿no soy bonita para ti? Thomas dice que me encuentra preciosa, pero tu…
—Oh, Lilia –dijo negando a sus palabras — ¿te has vuelto una adolescente otra vez? No seas ridícula, eres hermosa, pero…
— ¿Pero qué? –Exigió ella sin levantar su voz, distrayendo a Adam por usar ese método tan tranquilo, junto a él, sobre una cama, para poder sacarla respuestas… era algo nuevo y estaba funcionando –a veces me miras como yo te observo a ti ¿Qué sucede?
—No deberías estar haciéndome estas preguntas, tú estás con Thomas ¿no? dudo que le agrade que estés aquí, en mi cama, hablándome de esa forma… —dijo muy poco convencido de sí mismo, mirando el cuello de Lilia.
—A él le gusta jugar, tanto como a mí. Lo sabes –dijo ella, excusándose de su comportamiento. Lilia no era novia de Thomas, por lo tanto no le debía nada, como él tampoco a ella –han pasado muchos años Adam ¿por qué sigues aferrado a ese dolor?
Él la quedo mirando unos segundos. Jamás se le ocurrió que despertaría de esta manera para tener una conversación que se había reusado a asumir hacía décadas.
—Porque aun tengo una parte que es ángel, Lilia, por eso.
— ¿Thomas tenía razón? ¿Es por qué soy una Nephilim?
—No, es porque me volví completamente un caído por cierta persona, eso no se olvida fácilmente –admitió él, mirando hacia el techo, cansado de tener que guardar todas esas palabras y confesiones para sí mismo y para su antiguo jefe –soy en parte como Gabriel ¿entiendes?
— ¿Qué? ¡Claro que no eres como él! –dijo ella mirándolo sorprendida –es un sádico, un demonio, Adam.
—No, no me refiero a ello. Gabriel se volvió un demonio, ha perdido su alma y no es capaz de sentir amor teóricamente hablando ¿cierto? él vendió su alma a Lucifer por algo a cambio.
— ¿Venganza? –quiso saber Lilia, curiosa por esta nueva revelación.
—Por el amor de su existencia, Dana… él fue el primero en saber que siendo demonio no podía amar a nadie, sin embargo, se entregó por completo para tenerla con él otra vez.
—Pero él no la podrá amar y menos ahora que ella está enamorada de Ethan ¿Qué tiene que ver eso contigo?
—Gabriel ha cometido graves errores durante estos últimos años, tantos hacia Dana como al resto de los mortales… pero de todas formas él hará lo que sea por ella, no importa que se haya involucrado con cientos de mujeres, que haya vivido cientos de años, que sea un ser tan legendario como la misma tierra. Él sigue pensando en Dana porque es debido a ella que perdió todo.
Lilia contuvo el aliento al escucharlo, comenzaba a entender lo que su ángel caído deseaba expresar.
—Tú sigues amando a esa persona ¿no? –preguntó ella, temiendo la respuesta de esa pregunta.
Adam se quedó unos segundos, unos eternos segundos para Lilia, analizando si tenía alguna respuesta para la duda de su Nephilim.
—La deje de amar antes de que abandonara este mundo Lilia, pero fui un ángel y tengo muy claro que estas Marcas son para hacerme recordar por quien me volví en un caído –dijo levantando su brazo derecho, mostrando sus marcas. Lilia deseó tocarlo –no podré sacarla de mi mente, exactamente como Gabriel no puede sacar a Dana, aunque lo desee con toda su oscura alma. Solo se encadenó a una eterna tortura, exactamente como yo.
—Todos cometemos errores –susurró, mirando las Marcas como si fueran capaz de hipnotizarla –y tú caíste con la persona equivocada.
La voz de Lilia llegó mucho más cerca de lo que Adam esperaba, su aliento rozo su oreja izquierda, causándole escalofríos.
—No hagas eso –dijo ahora mirándola.
—Eres tan incoherente –dijo ella ahora apoyando su mano sobre el fuerte pecho de Adam, se veía muy pequeña –dices una cosa pero sientes otra, esa persona no fue tu alma gemela y debes aceptar que te equivocaste… una pareja así no te hubiera abandonado. Yo no lo he hecho ¿Cómo no lo ves? Me he quedado a tu lado desde que llegué a tu vida, Adam.
—Eras una bebé y esa no es una imagen que desee tener en mi cabeza en este preciso momento –dijo mirando los labios de Lilia — ¿Por qué te comportas así?  Siempre has mantenido la distancia conmigo, escondiendo lo que sentías desde la vez que lo dijiste.
—Oh… porque la vida está avanzando demasiado rápido y tú no estás a mi lado. Estoy cansada, ya te lo dije, me agota estar a tu lado ¿quieres qué me vaya muy lejos?
—Jamás –respondió de inmediato Adam.
—No me quieres lejos, pero no me quieres a tu lado –dijo acercándose más al cuerpo del ángel caído. Él podía sentir unos de los pechos de Lilia contra su brazo, otro escalofrió lo atacó.
—Es complicado.
—No, es porque te comportas como si estuvieses ciego, te niegas a ver lo que de verdad te hago sentir.
—Lilia… —susurró él, sorprendido porque ella estuviera teniendo este comportamiento. Siempre era la más introvertida.
Para la sorpresa de ambos, la mano de Lilia comenzó a ser rodeada por el fuego que usualmente salía inesperadamente de ella cuando estaba cerca de su ángel caído. Adam se sentó sobre la cama, asustado de que ella quemara el lugar, pero Lilia estaba decidida, después de ver aquellos ojos que la observaban, no podía rendirse tan fácilmente. Se sentó a horcajadas de Adam, volviéndolo loco.
— ¿No lo ves? Eres con el único que puedo estar así.
Para sorpresa de Adam, después de que ella dijera aquellas palabras, el fuego de Lilia se expandió entre los dos, uniéndolos como si fueran una sola llama violeta.
—Lilia… ¿desde cuándo? –dijo mirándola, rodeándola con sus brazos de forma inconsciente.
—Si no me enojo esto no te hará daño, tu problema es que siempre me alteras. Evita hacerlo ahora por favor, sabes que se controla solo cuando estoy cerca de ti.
Adam movió una de sus manos, observando como el fuego lo rodeaba. Se sentía increíble, no quemaba pero dejaba una sensación de calidez única, como si traspasara tu piel y huesos para llegar hasta el interior de tu cuerpo, ese lugar que nadie podía ver. Su alma.
— ¿Qué significa que seas el único, Adam? Cualquier otra persona se quemaría. Eres parte de mí como yo de ti ¿Cuándo dejaras de negarlo?
Adam la quedo mirando como si la viera por primera vez. Aunque no era eso, sino que las palabras de Lilia lo habían destrozado… en el buen sentido de la palabra. No tenia como rebatirlas, no sabía cómo inventar una nueva excusa para alejarla, para herirla y que ella fuera detrás de otro.
El ángel caído se removió hasta quedar sobre Lilia, ella rodeaba su cadera de tal forma que jamás había estado tan cerca de su Nephilim. Verla recostada sobre su cama, no pudo evitar traer recuerdos del pasado.

Adam le cubría los labios a Cyra para que no los descubrieran por sus gemidos. Estaban en su habitación del monasterio y ella se había colado en su cama, fue inevitable hacerla suya cuando sintió su cuerpo, tan solo debía tener cuidado de que nadie los escuchara.
Mínimos quejidos de Cyra se escapaban de su boca mientras lo miraba con sus ojos azules, sintiendo como él entraba en su cuerpo una y otra vez, con un potencia tan fuerte que la cama sonaba bastante, incluso golpeaba la pared de piedra. Ella agradecía a que no tuvieran monjes vecinos.
—Hazlo más fuerte, Adam –pidió ella cuando él la liberó por unos segundos. Él obedeció encantado por las órdenes, haciéndola callar ahora con besos mientras recorría con sus manos el cuerpo de su hermosa Cyra.
Podría estar haciendo el amor todo el día y jamás se cansaría de ello. Adam estaba embelesado por ella, jamás se había sentido de esa forma, la amaba por todo el placer que le entregaba, la adoraba por la forma que lo miraba y lo encantaba por decirle cada ciertos momentos que lo amaba. Él se desvivía por ella, pensaba en Cyra a cada momento y en las formas que podría hacerla suya.
—Date la vuelta, amor –dijo susurrándole en el oído después de sentir como ella agotada llegaba a su liberación.
—Adam –pidió ella con su frente y cuerpo perlado de sudor, estaba completamente sensible por los diferentes placeres que él le estaba entregando — ¿no te cansas?
—Contigo ni un poco –dijo entrando en el cuerpo de Cyra otra vez, que se había ubicado de la forma que a le gustaba. Amaba su espalda y le encantaba un más poder besársela mientras entraba en su cuerpo de forma que él desease.
— ¡Oh, Dios! –dijo para después morder la almohada del monje. Sus pequeñas manos se aferraron a las sabanas justo para cuando sentía un nuevo orgasmo. Todo ese placer que su Adam le proporcionaba, jamás lo imaginó sentir.
Los ojos de Cyra casi se cerraban, agotados mientras el cuerpo de Adam chocaba contra el de ella, dejando solo aquel sonido como evidencia, además de los suaves gemidos de ambos. Para cuando Adam llegó al clímax perfecto, se dejó caer a un lado de su hermosa amante. La rodeó con sus brazos y la acercó a su cuerpo.
—Llevamos un mes aquí –dijo Cyra, refiriéndose al tiempo que seguían en el monasterio después de que ambos se declarasen –Adam, has terminado siempre dentro de mi ¿Cómo es que no he quedado encinta?
El ángel caído aun no revelaba su verdadera naturaleza, ni siquiera tenía sexo con Cyra sin sacarse su camisa ya que no deseaba que viera sus Marcas.
—No debes preocuparte de eso, no ocurrirá –ella lo miró sorprendida.
— ¿No puedes engendrar hijos?
Adam volvió a acercarla hacia sí, evitando que lo mirara. No era bueno mintiendo.
— ¿Por qué preguntas eso, Cyra? ¿Qué está sucediendo? –ella se acercó más a él, quedando apoyada en su hombro.
— ¿Algún día nos iremos de aquí? no quiero seguir contigo a escondidas.
— ¿Deseas partir pronto? –preguntó Adam, sin preocuparse por la petición de su humana.
—Así es –respondió ella segura.
—Entonces partiremos mañana por la noche, comenzaremos una nueva vida juntos, solo los dos.
—Pero no podremos bajar el monasterio durante el anochecer, es muy peligroso –él la miró esta vez, sonriendo levemente aunque se moría de preocupación.
—Tienes que saber una cosa antes de que desees escapar conmigo.
Se acercó a ella y la besó. Cyra asintió, segura de seguir a donde fuera a su hermoso monje.

Su recuerdo se vio frustrado por las manos de Lilia que ahora recorrían sus brazos, sobre sus Marcas. Su piel trigueña estaba marcada por los códigos que dejaban expuestos sus pecados, como también por el juramento que hizo al recibir las armas con las cuales lucharía.
Miró a la Nephilim, dándole el gran merito al entender cuanto había soportado ella. No se había ido a ningún lado, tampoco la deseaba lejos, pero no quería tener una relación amorosa con ella porque estaba seguro de que Cyra fue su alma gemela. Ella lo había traicionado ¿Qué haría que Lilia se quedara a su lado?
— ¿Puedes besarme, por favor? No sé lo que está pasando estos días, pero te necesito, Adam.
El ángel caído cerró sus ojos, olvidando por completo a la madre y progenitora de la mujer que tenia bajo él, la misma que le pedía ser besada. Las manos de Lilia ahora se metieron bajo su camiseta, logrando que las defensas del ángel cayeran en pedazos.
—Oh Lilia, después te enojarás cuando me arrepienta de esto –dijo acercándose a los labios de la Nephilim.
—No tienes que arrepentirte –respondió ella, sin poder creer que él estuviera siendo derrotado por ella. Sentía que su corazón iba a explotar en cientos de pedacitos ¿Por qué no podía ser siempre así Adam con ella?
—Esto está mal –susurró contra los labios de ella.
Lilia acercó a Adam desde su espalda, apoyando en esa caliente piel sus manos Nephilim, solo para tenerlo más cerca. Fue lo último que necesito.
Los labios del ángel caído atraparon los de la Nephilim mientras el color del fuego que Lilia liberaba iba cambiando tonalidades, sin dañar al ángel. Adam llevó su mano hasta el mentón de ella e hizo que expusiera su boca ante él, de esa forma pudo profundizar el beso al cual se había rendido.
Lilia en cambio trató de levantar su cabeza para poder tenerlo más cerca, para que no escapara de sus labios ya que esperaba en cualquier momento que él se arrepintiera, sin embargo, esta vez estaba siendo diferente. Su corazón saltó con fuerza cuando las manos de su ángel caído rodeaban su cintura, levantándola unos centímetros para después dejarla sobre sus piernas. Sentada ahora sobre Adam podía rodear su cuello y entregarse confiadamente a sus labios. Sentía que todo su cuerpo estaba pronto a explotar en cientos de llamas de fuego, metafóricamente hablando ya que estaban rodeados de fuego, de forma literal.
Un leve gruñido escapo de la garganta de Adam que ahora abrazaba por la cintura a Lilia, que estaba acabando por completo con él. Esta vez no sentía culpa y ni siquiera recordaba la imagen de Cyra como la noche anterior, ahora solo estaba entregado a los suaves y carnosos labios de su Nephilim.
—Lilia –susurró alejándose uno centímetros de ella, pero no pudo.
—Shhh… todavía no hables –dijo Lilia, tragándose su orgullo herido de la noche pasada.


—Pero que pérdida de tiempo –dijo Arial mirando hacia el cielo.
Tanto Eric como ella estaban en una rama de un árbol, ella sentada y él de pie. Vigilaban la hacienda como si de esa forma esperaran que mágicamente apareciera Ethan o Gabriel.
—Hay que ser cuidadoso –respondió el ángel, mirando de soslayo a la pelirroja.
Eric se había ilusionado ante la idea de que ella lo hubiese perdonado, pero no había sido así, solo cruzaron un par de palabras en el tiempo que habían transcurrido juntos.
—Sin movernos ni ver todo el lugar no lograremos nada.
—No es preciso, no percibo a ningún demonio –dijo ahora sentándose al lado de ella, pero Arial se puso de pie, ahora apoyándose en el tronco del gigantesco árbol.
—Entonces deberíamos irnos.
—Si quieres, te puedes retirar –dijo Eric molesto, mirando hacia donde se encontraban las caballerizas.
— ¿Para qué después te lleves toda la gloria tu solito? Ni lo pienses. Mejor iré a recorrer este lugar para no sentirme una inútil.
Sin esperar a la respuesta de Eric, ella saltó y cayó de forma limpia sobre el césped. El ángel se lamentó de no tenerla al lado, tuvo que seguirla.
—Ya me disculpe –dijo alcanzándola. Arial ni siquiera lo miró –pensé que todo había terminado bien.
—Intercambiamos palabras por primera vez hace muy poco, es obvio que no me conoces –dijo caminando ahora más rápido hacia la casa de Ethan.
—Arial –el ángel la tomó de un brazo para detenerla. Ella se giró a verlo molesta –no se volverá a repetir ¿de acuerdo? Si en algún momento tengo información sobre Azazel, serás la primera en saberla…
—Ya te disculpe por lo que hiciste ¿seré simpática y linda contigo por eso? No, porque sigo molesta, lo que es muy diferente a excusarte por lo que hiciste –ella le dio una sonrisa forzada, que más parecía una mueca.
Se soltó de su agarre y caminó hacia la casa, dejando a un Eric enojado. Él odiaba no obtener lo que quería y en ese segundo deseaba que ella ya no fuera desagradable con él porque extrañaba poder hablar tranquilamente con Arial.
—Odio los malditos secretos  —susurró ella entre dientes cuando abrió la puerta trasera de la casa sin ningún problema, aunque más bien con su fuerza la forzó.
Eric tensó la mordida y entró tras ella, sin encontrar el sentido a su nueva excursión.
—Tú no quieres encontrar a nadie aquí, solo tienes curiosidad por espiar en esta casa –dijo finalmente Eric, lo que provocó una sonrisa en Arial, la que él no pudo observar.
—Es una casa muy linda, hogareña… me habría gustado vivir aquí –dijo ella mirando hacia la sala, imaginándose como sería estar en pleno invierno bebiendo una taza de chocolate en esos sofás.
—Las casas que tiene Adam también son lindas, por lo que sé vivieron en varias ¿no?
—Las suficientes para darme cuenta que una casa grande y linda, no la hace un hogar –dijo ella acercándose a una estantería donde se encontraban las fotos de Ethan –pero que ternura, mira, aquí está de pequeño…
—Pero Adam siempre quiso darles lo mejor –siguió insistiendo Eric, sabiendo muy bien que el ángel caído siempre estuvo pendientes de ellas.
—Sí, no lo dudo y siempre estaré agradecida por ello –tomó una foto de Ethan cuando era bebé, estaba con sus dos padres –pero me habría gustado tener la familia, las mascotas y la cerca blanca.
Eric la quedó mirando unos segundos, admirando al perfil de la pelirroja que lo traía loco y lamentando que ella no hubiese crecido en un ambiente diferente, en uno normal y feliz.
—Pero puedes saber los secretos de todos ¿no? eso no lo hace un humano —dijo él, tratando de animarla.
—En ningún momento dije que deseaba ser humana –Arial dejó la foto en su lugar.
—Pero lo que describes solo es posible si eres humano, no un ser sobrenatural del Inframundo –Eric se apoyó en la pared, cruzándose de brazos y deleitándose con Arial.
— ¿A ti no te hubiera gustado tener una vida así? –preguntó ella, ahora girándose hacia él.
Eric pudo notar la expresión triste que tenía Arial.
—Supongo que tuve algo parecido, por lo menos una buena familia… cuando fui humano.
—Oh cierto, tu lo fuiste ¿Qué hiciste para llegar a donde estás? –preguntó Arial mirando hacia la escalera de madera.
—No te lo diré –dijo Eric mirando hacia otro lado, tratando de esconder su preocupación.
— ¿Qué? –Los ojos de Arial brillaron ante la idea de sonsacar algo del ángel – ¿Por qué no? ¿Crees qué quiero convertirme en ángel? Porque te respondo de inmediato que jamás podría serlo, así que dime.
—No es por eso –respondió él, mirando solo un segundo a Arial para después esquivar esos ojos rojos –te reirás.
Ella no pudo evitar sonreír ante la excusa  que tenía Eric, debió admitir para sí misma que su enojo hacía él había disminuido un poquito.
—Lo prometo, no me reiré ¿Qué hiciste para llegar a ser ángel?
Eric la miró ahora de forma definitiva, sopesando la idea de decirle lo que hacía antes. Jamás se había sentido avergonzado de ello hasta que conoció a Arial, que se la pasaba dándole apodos y haciéndolo pasar por situaciones que jamás pensó vivir.
—No era gran cosa realmente, solo ayudaba a las personas… siendo policía creo, en esos tiempos estoy seguro que se denominaba de forma diferente, solo recuerdo la ultima parte de mi vida –Eric se concentró tratando de recordar los hechos como sucedieron –aunque mi última acción que hice no fue relacionada a mi profesión.
Arial se apoyó en el sofá más grande, intrigada por conocer algo que de seguro muy pocos sabían. Lo dejó hablar sin interrumpirlo.
—Creo que un hombre entró a nuestra casa, quiso robarnos y con un arma de pólvora nos disparó, me puse delante de mi esposa e hijo.
La boca de Arial se abrió ante la nueva información, jamás se le había pasado por la mente que Eric hubiese tenido familia. Se sintió incomoda y estúpidamente celosa.
—Pienso que esa acción más mi profesión, hicieron que me tomaran como candidato. Aunque si lo piensas bien, lo que hice no fue nada, la mayoría de las personas habrían hecho lo mismo.
Arial no pudo más, después de esa confesión, sintió que su corazón se derretía y se llevaba el enojo que sintió alguna vez por Eric.
— ¿Qué edad tenias en ese momento? –preguntó ella, tratando de calmarse para que él no descubriera que ya la tenía en la palma de su mano –porque ahora luces de unos veintisiete.
—Técnicamente debo tener unos veintiséis años humanos, pero sabes que envejecemos muy lento y cuando llegué a la Luz y recibí la Orden, tenia diecinueve años.
Arial abrió su boca sorprendida, solo era un joven.
— ¿Tenías familia a esa edad?
—Si… bueno, no es como si hubiesen existido los preservativos en ese tiempo –respondió sonriendo Eric.
—Entonces si has tenido algo de experiencia, ex Ángel Virgen –por mucho que a Eric le desagradaban los apodos que ella le daba, no pudo evitar sonreír al notar que Arial había cambiado su actitud hacia él.
—No recuerdo nada además de mi muerte, el motivo y la circunstancia –respondió, frunciendo un poco el ceño.
Arial lo quedo mirando unos segundos, esperando a que su corazón volviera a la normalidad para no ser descubierta por el ángel.
—Es imposible reírse de eso, Eric –respondió al recordar que él no deseaba decirle la verdad — ¿no los extrañas?
—No recuerdo ese tipo de emociones y pasó hace mucho, pero mucho tiempo –respondió él sonriendo. No sentía nostalgia ni pena, tampoco añoraba a quienes alguna vez fueron su familia ya que no recordaba nada además de su última memoria.
— ¿No te gustaría saber más de ellos? –preguntó ella, pensando en la posibilidad de meterse en la mente de Eric durante la noche.
— ¿Por qué habría de querer eso? Es el pasado y un recuerdo triste ¿para qué mortificarse con ellos si tengo todo un futuro?
Arial se quedo mirando otros segundos a Eric, sintiendo como esas palabras habían golpeando su pecho. Tragó saliva nerviosa y miró hacia otro lado.
—Yo te confesé algo que nadie sabe, ahora dime ¿Por qué le tienes tanto terror a Azazel? ¿Qué fue lo que ocurrió en el pasado?
Las preguntas de Eric hicieron que Arial sintiera un escalofrió en su espalda y se dirigiera hacia la escalera.
—Que a ti te guste hablar de tu secretos, no significa que a mí también –dijo antes de subir hacia el segundo piso, dejando a un Eric sorprendido y arrepentido por haber abierto la boca. Este no era su día.


Lilia cerró sus ojos cuando las manos de Adam recorrían su piel, al nivel de su espalda y abdomen, se estaban dirigiendo hacia sus senos cuando ella se alejó y sonrió a su ángel caído, que respiraba pesadamente, deseoso de ella.
—Alto –dijo ella, alejándose de Adam de un solo salto, quedando de pie al lado de la cama y haciendo desaparecer su fuego.
Adam cerró sus ojos y tensó la mordida, controlándose para no saltar sobre ella y atraparla entre sus brazos. Detenerse había sido prudente.
—No quiero que desees auto flagelarte si dejo que sigas –respondió Lilia a las miles de preguntas mentales que pasaban por la mente de Adam.
—Muy sabio de tu parte –dijo él saliendo de la cama, mirándola — ¿Qué fue lo que acaba de pasar? ¿Con tu fuego?
—Responde naturalmente a ti, supongo… ya deberías saberlo ¿no? –dijo ella cruzándose de brazos, sonriendo al recordar que no era la primera vez que su fuego tocaba a Adam, pero en el pasado lo había herido.
—No deberías hacer esto... en realidad tu no deberías estar aquí, buscándome, estás con Thomas Santederic ¿no?
Era lo único que Adam podía usar para seguir distanciándose de Lilia. Se estaba dando cuenta que a medida que pasaban las horas, la atracción hacia ella, aumentaba. Nunca debió besarla en primer lugar si no deseaba perder su control cuando estaba cerca de Lilia.
— ¿Qué importancia tiene eso? Tom es mi amigo, siempre lo ha sido. Lo sabes.
Adam la quedó mirando, sorprendido al descubrir que ella no sabía que Thomas esperaba cierta exclusividad entre ambos.
—Además ¿Por qué te interesa Thomas? ¿Desde cuándo son tan cercanos?
—Me interesa desde que hice un trato con él a cambio de su ayuda y para eso debo mantener mis manos lejos de ti –dijo caminando hacia el baño, sin poder evitar molestarse por las palabras que había dicho Lilia. Se sentía traicionado de cierta forma, si ella podía engañar a Thomas y jugar con el Nephilim –me iré a dar una ducha y luego iré al Lucifer, te recomiendo que descanses, sé que no dormiste bien anoche.
—Adam… —dijo ella mirándola sorprendida por sus palabras.
—Nos vemos, Lilia.
Entró al baño y cerró la puerta. Abrió la llave de la ducha y luego se desnudo para meterse bajo el agua helada, necesitaba enfriar su cuerpo y su mente. Sin embargo, la actitud de Lilia solo le trajo de vuelta el recuerdo de Cyra.
“Quizás fue así como pensó, cuando se fue con Thaumiel”. Pensó mientras pasaba sus manos con shampoo por su cabello.

Tanto Adam como Cyra estaban en la parte más alta del Monasterio. Ella no sabía por qué Adam le había pedido que fueran hasta ahí, mas cuando ella llevaba una pequeña bolsa con sus pertenencias. Él no llevaba nada.
—Dijiste que deseabas irte. Y yo estoy aquí para cumplir tus deseos –dijo tomando la mano de Cyra y besando el dorso de esta.
Ella lo miró sorprendida, sin entender porque estaba mirando hacia las estrellas. Aunque era una noche hermosa y estaba junto al hombre que amaba.
— ¿Qué está sucediendo? –preguntó ella, mirándolo confundida.
—Debo saber si aun quieres escapar conmigo.
— ¡Claro que quiero! –respondió ella fervientemente, le ofendía que él dudara de su decisión cuando ya se había entregado a él en cuerpo y alma.
—Entonces tiene que conocer una parte de mí que desconoces, amor –Adam soltó la mano de Cyra y se alejó unos pasos de ella, temiendo lo que sucedería en los siguientes minutos.
El ángel caído miró hacia el cielo estrellado, pidiendo que su nueva vida no se esfumara tan rápido como había llegado.
—No hay una forma fácil de explicar esto –dijo para luego desprenderse en parte de su vieja camiseta blanca.
— ¿Qué haces, Adam? –preguntó ella curiosa, sonriendo levemente al ver el cuerpo desnudo de él.
Fue de un segundo a otro. Cyra jamás pudo haber esperado lo que iba a suceder después, por lo que cuando las alas de Adam se expandieron con tanta fuerza e majestad, ella no pudo evitar dar unos pasos hacia atrás ante la sorpresa.
Sus piernas comenzaron a temblar y parecía que su corazón deseaba escapar de su pecho para no ser testigo de la imagen que observaba. Nunca en su vida se imaginó ser testigo de algo tan maravilloso. Sin embargo, no podía escuchar las palabras que decía Adam, solo notaba que sus labios se movían pero no era capaz de entender. Era la primera vez que veía los brazos de su Adam y ahora entendía el motivo del porque él no se desnudaba por completo con ella. Tenía Marcas, en ambos brazos.
—Cyra… —Adam se detuvo en la explicación que dio cuando notó que la expresión de ella no cambiaba. Estaba aterrada, todo el cuerpo de su humana estaba temblando, por lo que decidió actuar de forma rápida.
Adam se acercó a ella y la rodeó con sus brazos, estaba muy tensa, pero no se alejó de él, menos cuando sus alas la rodearon de tal forma que no había nada que ella pudiera ver además de sus blancas plumas.
—Te amo –le susurró a su oído, trayéndola de vuelta desde donde se encontraba.
—Es imposible –dijo ella mirándolo con sus ojos azules, tan grandes y asustados por lo que sucedía –eres un…
—Un ángel, pero no sigo ejerciendo mi trabajo –dijo sonriendo con tristeza.
A medida que pasaban los segundos ella comenzó a controlar su cuerpo. Los temblores fueron disminuyendo, pero en contraparte su miedo fue aumentando.
—Adam…
—No te haría daño, jamás, no debes temerme… soy tu Adam –dijo él sonriendo –solo que debes agregarle un par de alas, nada más.
Tanto para la sorpresa de Adam y de la misma Cyra ella solo dejó que su cabeza se apoyara en el pecho desnudo de él mientras comenzaba a escuchar la larga historia que tenía que contarle el ángel caído.
Fueron unas largas tres horas donde solo se escuchaban las palabras de Adam y donde solo había una persona para escucharlas, además de las estrellas. Cyra solo pudo reaccionar de la única forma que tenía como alternativa al estar enamorada de Adam, se empinó hacia él y lo rodeó con sus brazos para después besarlo.
—Te amo Adam y nada hará cambiar eso.
—Entonces es hora de partir, juntos.
—Juntos.
Segundo después se alzaron hacia el cielo, ella entre sus brazos. Ambos pensando en un futuro inesperado y maravilloso, sin saber que su felicidad, no sería para siempre.

Adam rodeó su cintura con una toalla blanca y miró su reflejo, pensando en sus alas que habían dejado de ser blancas y maravillosas desde hacía bastante tiempo. Observó sus Marcas, las del brazo derecho, las que lo culpaban de los pecados cometidos además del realizado con Cyra.
—Pero que idiota –se dijo a sí mismo, recordando cómo se había sentido tan enamorado de la humana que rompió su corazón en pedazos.
Abrió la puerta del baño para ir por su ropa y para su sorpresa, se encontró con Lilia, quien miraba por la ventana, con su ceño fruncido.
— ¿Fue mi madre, Adam? ¿Ella rompió tu corazón?


Arial de un salto se recostó en la cama de Helena, la madre de Ethan. Miró hacia el techo y luego observó la foto de los dueños de casa. Fue inevitable pensar en lo triste que debió sentirse Ethan al perder a su padre.
—No es justo –dijo Eric entrando a la habitación –yo te cuento mis secretos y espero que tú me digas los tuyos.
—Oh por favor, no sigas. Estás exagerando, ese secreto es tierno y triste a la vez, pero no vale que te cuente los pormenores de mi pasado –dijo ella sonriendo levemente al ver la expresión frustrada de Eric –además ¿Por qué tienes tanta curiosidad?
—Porque te quiero conocer, dijiste que no lo hacía.
—Claro que no, nos conocemos hace muy poco.
—Y pareciera que no fuera así ¿no te has sentido de esa forma? –Eric no había alcanzado a terminar de decir aquella frase cuando ya se arrepentía de haberla pronunciado.
—Ey… ángelito –dijo ella sentándose en la cama –recuerda que estamos jugando, no debes mezclar las cosas. ¿Podemos ser amigos? Quizás ¿algo más? Imposible y ambos sabemos el motivo.
—No me estoy refiriendo a eso. Pasaremos bastante tiempo solo, quiero saber porque te afecta tanto Azazel. Eres bastante temeraria y creo, hasta ahora, que no hay muchos seres que te asusten.
Ella se puso de pie, mirándolo detenidamente. Debía admitir que el ángel de ojos verdes y cabello largo y oscuro, le encantaba. La atraía como nadie lo había hecho en el pasado, pero sabía muy bien cómo eran las reglas del juego al cual jugaban de forma peligrosa.
—Mira, te diré algo para que no te sientas mal –dijo ella caminando hacia él y ubicándose a unos pasos de distancia –nadie sabe de mi relación con Azazel, ni siquiera Lilia ¿Por qué tendrías que saberla tu? Es algo que no quiero recordar y mucho menos hablar, es algo doloroso y perturbador, además de asqueroso… ¿tienes una idea de lo que me pudo hacer él? Es un maldito demonio sin escrúpulos. No me hagas hablar de él, por favor.
Los ojos rojos de ella casi absorbieron a los verdes de él, lo miraba de tal forma que Eric supo que no podría decirle algo para rebatir dicha petición.
—Aunque podrías darme algo por ese secreto —continuo ella sonriendo de forma picara mientras sus manos se iban al pecho del ángel –Si me regalas una pluma te confesare todo lo que quieras.
Eric no pudo evitar sonreír y negar a sus palabras. Ella podía contra él y recién lo estaba admitiendo, le pareció por un segundo que él no haría nada que ella no quisiera.
—Prohibido, tú ganas, no insistiré más.
—Es lamentable, esperaba esa pluma –dijo ella sabiendo que él jamás le daría algo como eso. Se podría mantener alejada de la curiosidad angelical.
Sin embargo los pensamientos de Eric no estaban relacionados con sus alas o con la cercanía de Arial, sino que habían emigrado hacia las palabras de ella. No pudo evitar ubicarla en uno de los peores escenarios y lamentó no haber estado cerca de ella para defenderla de Azazel, sabía muy bien que ese demonio era un bastardo.
—Sigues malhumorada –dijo Eric, cambiando sus pensamientos y extrañando a la Arial con la que podía bromear.
—Claro, no me tomo esto de forma ligera –ella le dio la espalda y comenzó a mirar los detalles que tenia la habitación de Helena, hasta que se encontró con un tocadiscos, no pudo evitar poner el disco que se encontraba en el. La habitación se lleno con la melodía de Sex Tourist de French  Kicks –si no me hubieses mentido, ahora podría invitarte a bailar –dijo ella cerrando los ojos y moviéndose lentamente.
Eric la quedó observando, notando como ella se movía, atrayéndolo como nunca nadie lo había hecho en el pasado. Se sorprendía como Arial ejercía cierto magnetismo en él, solo la conocía hace un par de meses y solo hace unos días había entablado una conversación con ella. Sin embargo, nada podía negar cuan fascinado se encontraba con la Nephilim de ojos rojos.
— ¿Qué estas pensando? –preguntó ahora ella mirándolo, curiosa por encontrar a Eric mirando hacia el suelo, pensativo.
—Lo siento, de verdad Arial.
La pelirroja no pudo evitar sonreír. Eric, un ángel de muchos años estaba afectado solo porque ella estaba siendo un poco distante con él, ni siquiera estaba siendo desagradable, tan solo diferente a como siempre era con él. No pudo evitar sentir como si algo en su pecho se derritiera, nadie nunca en su vida había demostrado ese estilo de expresiones o de lamentos cuando ella se enojaba.
Se acercó hasta el ángel, moviéndose lentamente hasta que entrelazó sus dedos en las grandes manos de él. Las guió para que rodearan su cintura.
—No vamos a encontrar nada hoy ¿cierto? –susurró ella mientras se movía entre los brazos de Eric.
—Lo dudo, quizás podamos volver al anochecer… ya sabes, a los demonios le gusta la noche –dijo él mirando intensamente los ojos de Arial, deseaba besarla.
—A mi me encanta la noche.
—A los demonios y hermosas Nephilim –corrigió Eric, provocando que Arial riera.
—Te estás esmerando, Ángel Arrepentido –ese apodo solo le trajo los recuerdos de su encuentro con Dana.
— ¿Arial? –susurró en el oído de ella, causándole escalofríos y una sonrisa que él no pudo ver –Vi a Dana.
— ¿Qué? –dijo ella deteniéndose y mirando a Eric sorprendida — ¿Por qué me dices eso?
—Un voto de fe… —sonrió él –supongo que no se lo dirás a nadie, es un secreto entre los dos.
Arial lo quedo mirando sorprendida, sin duda el ángel estaba transgrediendo una de sus propias reglas solo para que ella volviera a ser la de antes con él.
— ¿Ella está bien? –Preguntó preocupada — ¿nos recuerda?
—Por lo poco que hablé con ella, no… y cree que Gabriel abuso de ella, cosa que no es del todo mentira. Cree que por él tiene las Marcas.
Ambos se detuvieron justo para cuando la canción terminó junto con el disco.
La Nephilim se quedo pensativa, mirando los ojos verdes de Eric mientras sus manos estaban apoyadas en los brazos del ángel. No podían hacer nada en ese momento por Dana, solo debían encontrar a Ethan y sino, Arial estaba convencida que podría ayudarlos de otra forma, buscando un antídoto a la manera celestial… y ante sus ojos tenía el ser más celestial que podría estar a su lado sin matarla.
—No hay nadie por aquí, creo que deberíamos aprovechar este lugar para que me sigas enseñado ¿no crees?
Eric frunció el ceño, sorprendido por la respuesta de ella, aunque pudo leer por unos segundos la tristeza que sus palabras provocaron en Arial.
—Está bien –respondió él, un poco desconcertado — ¿A dónde quieres ir?
Ella se alejó de él y se deshizo de sus zapatos, para después sentarse en el centro de la cama matrimonial, cruzándose de piernas.
—Por aquí está bien.
Eric la quedó mirando unos segundos para después seguirla, copiando sus movimientos también quedó descalzo y sentado sobre la cama, mirando con una sonrisa que Arial comenzaba a elegir como su preferida.
— ¿Sabes? Estuve leyendo unos libros hace días atrás –dijo acercándose hasta que sus rodillas chocaron con las piernas de él –y en un fragmento decía que ustedes los ángeles tenían un idioma único ¿es cierto? Dana nunca habló de otra forma.
—Ella sabe más de una lengua, pero muy pocos sabemos nuestro antiguo idioma –ella sonrió ante la respuesta del ángel.
—Lo suponía, Ángel Nerd –ella llevó sus manos hasta el pecho de Eric y comenzó a recorrerlo sobre la ropa –me gustaría que me enseñaras eso también.
— ¿Por qué? –Preguntó con el ceño fruncido –por si no te has dado cuenta, tú no tienes alitas para que puedas aprender ese idioma.
—Me gusta aprender cosas nuevas –se defendió ella –y estoy segura que me ayudaría para alejar a más de un demonio ingenuo o primerizo, lo podría engañar –Arial tiró de la prenda de Eric, atrayéndolo hacia ella.
—Puede que tenga algo de sentido, aunque no servirá de mucho ya que debes tener un alto nivel de fe –dijo Eric mirando los labios de Arial.
—Sé eso –Arial estaba siendo condescendiente ante la altanería propia de Eric –siempre quiero aprender algo nuevo ¿me enseñas, Dominacion?
Ella no era fanática de usar ese estilo de estrategias con los hombres, menos con Eric, pero debía aprender con rapidez las palabras que descifrarían el antídoto que ella estaba buscando… para Dana.
—Mis clases tiene unos honorarios bastante altos –dijo Eric, sin percatarse que estaba siendo atrapado en una telaraña.
— ¿Si? eres un profesor codicioso… puedo hacer lo que tú quieras –le dio un corto beso en los labios, dejándolo con deseos de más.
—Este es un buen comienzo –dijo ahora acercándose a ella, logrando que Arial se recostara en la cama que fue alguna vez de los padres de Ethan.
—Es increíble –dijo ahora ella sonriendo –para ser un ángel, los juegos pervertidos te quedan como un guante –comenzó a reír, pero los labios de Eric la silenciaron.
Arial se entregó por completo al beso del ángel, pensando en obtener lo que deseaba: el rezo contraparte que haría que Dana recuperara su memoria… y además pasaría más tiempo con su deseado ángel. No pudo evitar sentir que se estremecía ante la idea y decidió no pensar en los pormenores que los estaban involucrando en una relación que no tenía nada de casual o superficial.

Que tiempo u.u estoy entre lectura y universidad chicas y chicos... y estoy floja, ok, lo admito, pero aquí esta el capítulo, espero que les haya gustado :3

15 Lectores:

  1. Dani!! esta increible :D sencillamente me encanto... no puedo creer q lila se diera cuenta q fue x su madre q adam esta tan triste. Por cierto eric me tiene loca es tan hermoso, no puede ser tan tierno, por favor quiero de una vez hagan el amor con arial. Al fin y al cabo estan locos el uno x el otro. En fin, me encanto el cap, espero ansiosa el proximo, porfa no me hagas esperar muchoo

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  2. Ahhhhh pero este cuarteto de tontos q les pasa uno q no quiere aceptar q ama a su chica y ella q ama tanto q no sabe q hacer para llamar la atencion ahhhhhh y bueno espero q arial no haga una tonteria q desate el apocalipsis me encanto el cap te adoro dany

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  3. Uuy porque ahota todos estan tomando desiciones por Lilia sin tomarla en cuenta a ella...
    Y ahora Eric ya dejo su fase de inocente (no tanto) para empezar a atacar!!! Bien por él.

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  4. Uffff esos 2 q se queden ahí un rato más!
    Hola Dani.
    Muy buen capi, por fin Lilia esta destapando el pastel, el meollo del asunto solo queda ver si Adam es lo suficientemente hombre como para decirle la verdad y no irse por las ramas.
    También estos 2 adorados como siempre, Arial no puede estar por mucho tiempo enojada con Eric jaja.
    Ahora pase de rápido mujer.
    Gracias por el capi.
    Un abrazo y nos seguimos leyendo!!

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  5. Yee Dani actualizaste!!! Este cap me ha parecido super super romantico me encanta!!! Falta muy poquito para q ese par de angeles caigan con las Nephilim, muy poquito... sabes me gustaria saber un poco sobre Etham que estara haciendo, espero q no haya echo muchal maldades y q recuerde o al menos tenga esa sensacion de recuerdo por Dana :( cuando volveran ha estar juntos!
    Ok Dani linda un beso gracias gracias por escribir, espero leerte pronto!!!

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  6. Estubo muy bueno me gusto mucho
    Dani espero con ancias el otro gracias

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  7. Uff excelente creo k aki va arder troya, cuando Adam confi ese, creo k arial esta en un terreno peligroso pues al recuperarte el recuerdo, ella puede recordar a Gabriel y no a Ethan, por k ella sólo vio la oración de cuando como de nephilin a ángel pienso k no puede ser la misma oración
    Esperemos k no meta las cuatro

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  8. uuu para mi que si Arial consigue devolverle sus recuerdos a Dana se va a abrir la caja de pandora...si ella recuerda TODO podria volverse peligrosa no? ademas no creo que a Eric le guste mucho enterarse que lo esta engañando en eso...hablando de Eric..con que lo de Angel policia viene de tiempo atras uu?? me encanta que la lista de apodos sigue creciendo y modificándose: ExAngelito Virgen¡¡¡¡ orale con Eric...angelito nerd y todo me encantan, yo si tengo la esperanza de que estos dos se enamoren y terminen juntos..aunque no se si sera posible.
    Arial y Adam...hay pobrecitos de estos dos, no entiendo muy bien la historia con Cyra, o sea, ella si lo amaba, pero lo traiciono...en que momento fue?supongo que lo contaras muy pronto, de verdad espero que lo cuentes pronto, y ahora que Lilia dio en el meollo del asunto, las cosas se pondrán todavía mas interesantes, avanzaron un poco, pero no me acordaba de ese pacto que hizo con el rico de Thomas...un obstaculo muy grande.
    muchas gracias por el capi Dani
    saludos¡¡

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  9. Oo ya quiero leer el proximo capitulo cada vez se pone mejor me encanta esta historia me fasina esta parte historia nos lemos en la otra

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  10. Amo a Arial y a Erick a son una pareja tan divertida y linda a la vez estoy emocionada ya quiero saber que mas va a pasar con ellos y Adam y Lilia a ya van avanzando eso es bueno ya que son tal para cual hehhe gracias por el capitulo te quedo super :)

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  11. estuvo super chevere este capitulo, es increible que lilia se diera cuenta de que hacia sufrir a adam... y creo que si arial aprende lo que necesita y lo emplea, se va a desatar un caos jajaja gracias dani cuidate
    DTB

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  12. Me encanto este cap si que Lilia esta con todo con Adam jejej pero creo que ha Adam aun no esta listo para estar junto a ella y quien sabe si lo este ya que no seria lo mas normal creo yo e igual esta Eric con Arial Eric si sigue asi esta por convertirse en un angel caido mas me pregunto si realmente Eric se convierta en un Angel caido sino Dana no sera la ultima por lo que veo jejejeje me encanto leer lo que dijo Adam de Gabriel ya se le extraña y ya me gustaria mucho que ya salga de nuevo y ver que es la nueva maldad que hara jejeje Dana es alguien muy poderoso que no se que hara cuando sepa la verdad de su existencia desde que por ella Gabriel se convirtio en lo que hoy es el actualmente primero un angel caido y luego el demonio en el que se convirto gracias Dani por este cap me encanto y nos leemos en el sig cap

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  13. welcome,welcomwe,welcome! con eso te digo que ya me vi las pelicula XDD y me he puesto al dia con todo lo que debía incluyendo tus historia :DD
    en fin, tengo rabia aaaagg había dejado el medio comentario en el celular y no se publico ¬¬ que despilfarro! perobue... que se le va hacer... intentare dejar uno igual xD
    primero ... Gabito, como siempre he dicho y pensado, es al que peor le ha ido en esta historia, osea si no hubieran sido tan putos (y perdoname la palabra pero eso fue lo que fueron) no estaria pasando nada de esto, asi que de todas formas creo q esto debia pasar y algo mas se traen entre manos para hacer algo asi ...
    es por eso que cada vez que se recuerda o se cuenta algun nuevo hecho del por que Gabo hizo todo lo que hizo, solidarizo completamente con el.
    segundo, Lilia ... very good! (Y) a si me gusta, esa es la actitud, si no funciona x un lado habra que buscar x el otra y lo hizo muuuuy bien!! yo! que solo comparto a mi angelito rico y sexy con Lilia digo q va cada vez mejor (Y) (Y) esa es precisamente la manera de llegar a mi Adam, asi, demostrándole q es otra tipa nunca fue su alma gemela... estoy segura que esa perra se fue y dejo a mi angelito por un demonio q seguramente le ofrecia lo que mi Adam con su aun alma buena no podia o deseaba darle (cosas materiales u otras) y las muy perra codiciosa deseaba ¬¬ , asi que Lilia tienes todo mi aprobacion y sobre todo sigue usando ese poder tuyo que se maneja completamente solo cuando esta cerca de mi Adam *W* y asi con hechos verídicos y mas que irrefutable le demostrara a este sexy angelito ciego lo que no quiere ver y aceptar.
    y por ultimo,pero por supuesto no me nos ... uuuf mucho menos importante, la señorita pone-apodos-a-su-angel-favorito Arial aajaja, que puedo decir ... Arial Arial Arial ... sea lo que sea que estes tramando... hazlo!!! quieres lograr que Danita vuelva a recordar tooooda su vida? hazlo por favor!!!!! despues de todo, que tan malopuede ser?? ah! despues de todo lo que a pasado... un poco mas de desorden, destrozos, corazones heridos, traicionados y rotos al punto de estar completamente destruidos en mil pedasos ... que mas puede suceder? ... que ocurra una gran y terrible pelea entre el "bien" y el "mal"? que se desate la furia de una muy maligna y peligrosa Naphelim? una que sea capaz de destruirlo todo a su paso? de destruir todo lo que se conoce y dejar literalmente la caga en el mundo? ... que importa!! que pase nomaa!! total es un mundo de a mentirita ... un mundo de fantasia!! ... un mundo literario .... aajajajaj naa mentira! aaajaj
    pero hablando en cerio, si a de pasar tod eso, sinceramente que pase, quiero q Danita deje q ser tan buenita, y sea capaz de recordar todo, por que solo a si podra tomar la decicion final.

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  14. muy buen capitulo ...

    epero por mas ....

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  15. Oh por Dios estoy que muero, te quedo de lujo el capi estas chicas necesitan su dosis de cariño, me preocupa un poco q Ariak juegue con Erik x sacar beneficio se los ve tan tiernos juntos y luego Adam y Lilia insisto q ahi debe hacerlo sufrir de verdad para q se le quite lo burro. Ne estoy igualando de a poco con las historias. Gracias Dani besitos.

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