domingo, 31 de marzo de 2013

La Maledizione Lenardis - Capitulo 3


Canciones para el capitulo (ustedes eligen cuando darle play, se darán cuanta solas)
Keane, We might as well be strangers - aqui
Chris Isaak, Wicked Game - aqui

Capitulo 3

Sin decir palabra alguna me hizo caminar a través de la pista, como si fuera una niña. De un solo movimiento hizo que me sentará en el sofá donde estábamos. Marco me miraba con el ceño fruncido, pero no lo tomé en cuenta, sino que mi atención y furia se fue directo hacia mi vampiro.
— ¿Pero qué te sucede? –le dije sin poder creer en su comportamiento. Traté de no levantar la voz porque no era correcto, aquí había más vampiros y Alexander era su gobernador. Pasé mi lengua por mis labios, tratando de eliminar toda gota de sangre — ¿te das cuenta de lo que has hecho? –miré hacia la pista, buscando al tal Cristóbal para ver si nos seguía, pero no lo encontraba por ningún lado, era como si se hubiera esfumado.
—Esa misma pregunta te iba a hacer ¿Por qué lo estas buscando? –dijo con su ceño fruncido.
Me quede sentada, mirando con los ojos bien abiertos a Alex, no podía creer que me tratara de esta manera al frente de todos, junto a sus amigos. ¿Por qué se comportaba así conmigo? Yo no había hecho nada malo.
—Él puede recordar lo que hice ¿Qué has hecho? –dije preocupada por dejarnos expuestos a un humano.

— ¡Eso no importa! ¡Si fuera así solo hay que eliminarlo! –abrí mi boca para decirle algo, pero no pude, simplemente me quedé en silencio, sorprendida y en un estado de shock por sus palabras. Así no se solucionaban las cosas y él lo sabia ¿Por qué decía eso? Estaba en contra de las reglas ¿él había hecho algo como eso alguna vez? ¿Simplemente matar por matar? –No trates de cambiar de tema ¿Qué tratabas de hace con ese hu…?
—Permiso –dije interrumpiéndolo. Me puse de pie y miré a Marco –siento que hoy no haya salido todo como esperábamos, pero estoy segura que otra noche volveremos para una increíble velada –me acerqué a Marco y me despedí de él con un beso en su mejilla –yo por ahora me retiro –caminé unos pasos lejos de Alex, pero cuando sentí que iba a tomar mi mano me giré a verlo enojada.
“Ni se te ocurra tocarme, estoy furiosa contigo y agradece que no comienzo un espectáculo ahora mismo” le dije a través de mi mente, no iba a dejarlo expuesto ante sus vampiros.
“No te iras de aquí, te lo prohíbo” abrí mis ojos sorprendidas por sus palabras. Sentí como si mis hombros pesaran más ¿me lo prohibía? ¿Es qué acaso él pensaba que era una de sus empleadas?
—Buenas noches –desaparecí de sus vistas sin siquiera preocuparme de que algún humano lo notará, de todas formas mi velocidad no era para la capacidad de un ser mortal. Nadie me vería.
Corrí  varias cuadras lejos del Excalibur y me apoyé en la pared de un oscuro callejón. No tuve ni un segundo a solas cuando Alexander llegó a mi lado.
—Te dije que no podías irte –miré hacia un lado, no quería ver su rostro en este momento ¡odiaba que me afectara siempre cuando discutíamos! –mírame Victoria.
— ¡Basta! –Le dije mirando hacia los lados para verificar que estábamos solos  — ¿pero quién te has creído? ¿Es qué acaso estoy en una cárcel?  — ¡estaba cansada! Nunca confiaba en mí –me iré sola, llegaré más rápido corriendo que en ese auto.
—Tú no iras sola a ninguna parte –simplemente comencé a caminar por las calles, tratando de estar sola un momento, pero sentía sus pasos detrás mío.
—Aun no entiendo que es lo que hice mal para que hables de forma, para que me trates como si hubiera cometido algún crimen –no lo miré cuando le dije aquello, solo seguí caminando, pero tomó mi brazo de forma brusca y me hizo mirarlo.
—No había necesidad de seducir a ese humano, te lo advertí hace tiempo, solo puedes atraparlo con tenerlo cerca ¿pero tratar de seducirlo? Esa no es una opción para ti, menos en un club donde hay más vampiros que humanos ¿quieres avergonzarme?
— ¿Seducirlo? –Dije incrédula — ¿de verdad creer que eso es seducir? Si es así no podré morder a nadie y moriré de sed.
—Entonces deberemos encontrar una solución, puedes beber de mí o buscar un proveedor.
— ¡No! –Le grité enojada, sintiendo como estaba a punto de llegar a mí limite — ¡esto es tu culpa! ¡Tú eres él que piensa que te voy a traicionar en cualquier momento! –hice que soltara mi mano y corrí lejos de él nuevamente.
Comencé a cruzar las calles, evitando las personas que había en ellas y provocando que una brisa de viento llegara hasta los humanos, pero Alexander volvió a detenerme. Me tomó sorpresivamente de la cintura y me hizo entrar al final de una calle muy oscura.
—Victoria –dijo preocupado cuando hice un mohín. Como odiaba no poder llorar.
—No –golpeé su mano cuando quiso tocarme –has errado y no te voy a perdonar ¿es qué acaso creías que quería algo con ese humano? ¿Cómo puedes pensar eso?
—Pensaste que su sangre era muy buena ¿no? –rodeé los ojos.
—Estaba sedienta, claro que pensé eso, cualquier sangre es buena en condiciones como estas, además ¿Qué pasaría si me gustara su sangre? No hay nada malo en ello, es como tener un plato de comida favorito.
—Exacto –dijo tensando su mordida –querrás probarlo una y otra vez –negué a sus palabras, incrédula.
—Tú estás esperando que yo me vaya ¿no? ¿Qué te deje como lo hicieron las demás?
—No quiero hablar de ese tema.
— ¡Soy tu esposa, maldito vampiro! –Dije golpeando su pecho — ¡Yo debería saber todo de ti! ¡Y tú deberías confiar en mí porque dejé mi mortalidad y mi vida entera por la tuya! ¡Eres un mal agradecido! –Seguí golpeando su pecho — ¡no haces nada más que preocuparte de estupideces y dejas de lado todo lo que te entrego!
— ¡Victoria! –Tomó mis manos para detenerme –Victoria –odiaba que fuera mucho más fuerte que yo –detente, amor –apoyé mi cabeza en su pecho. Estaba cansada de esto, que me mantuviera a cierta distancia y que aun viera solo un poco de él.
—No me trates de amor cuando estamos discutiendo –dije aun con mi frente apoyada en él –estoy muy enojada contigo, además ahora ese chico puede recordar que lo mordí, es un grave problema.
—No te preocupes de eso, lo creerían loco si dice algo –di unos pasos hacia atrás –llamaré a Ezequiel para que nos venga a buscar.
—No –dije tomando el celular de sus manos ¿en qué momento había comprado uno? –dije que me quería ir sola.
—No te voy a dejar sola, entiéndelo, es peligroso –lo miré con el ceño fruncido ¿es qué ni siquiera se iba a disculpar?
—No confías ni un poco en mí, a pesar de haberlo dejado todo –realmente decir lo que sucedía, era peor que solo pensarlo.
 —Solo no quiero que te hagan daño.
— ¿Daño? El único que está haciendo eso eres tú ¿de verdad crees que podría engañarte con ese humano o cualquier otro? Solo lo estaba mordiendo Alex y mira cómo has reaccionado –él me quedó observando unos segundos sin decir nada –parece que no todo está bien entre los dos ¿sabes? Estar tan ocupados estos últimos meses y estar alejados nos evito tener una gran pelea… por eso mismo no hemos hablado de lo que sucede entre nosotros –él frunció el ceño al escucharme.
—Entre nosotros no ocurre nada malo –tensé mis manos sobre mi ropa al ver que quería hacerse el desentendido. Cerré mis ojos, frustrada por no ser capaz de llorar, no podía liberar la tristeza que había en mí.
—Arregla lo sucedido con ese humano, no quiero que por el resto de su vida quede trastornado al recordar que alguien bebió de su sangre –pude notar como el tensó su mordida –y toma –le entregué el teléfono –llama a Ezequiel para que nos saqué de aquí pronto.
Sin más comencé a caminar hasta llegar a la calle, ignorándolo. No quería verlo ni quería escuchar su voz. Odiaba que le quitara importancia a todo lo que decía ¿es qué no veía que eso nos llevaría a la perdición?
—Vittoria… —dijo desde atrás –no pienses esas cosas, nada nos llevara a la perdición –rodeé mi abdomen con mis brazos.
— ¿Podrías dejar de meterte en mis pensamiento por unos minutos? Quiero estar sola aunque sea mentalmente –no supe porque en ese momento solo quise estar en mi casa de nuevo, en mi habitación, acostada, sin Alex –y no me llames así –odiaba cuando trataba de manipularme.
Escuche como él retrocedió varios pasos mientras marcaba un número en el celular. No pasaron muchos segundos cuando escuché la voz de Ezequiel al otro lado del teléfono.
—Quiero que te vayas solo a la mansión –dijo Alex, llamando por completo mi atención.
—Como usted ordene, Sr. Lenardis, cuídela –sin otra palabra, ambos cortaron.
Me giré a ver a Alex, sin entender porque había despachado finalmente a Ezequiel.
— ¿No querías irte en el auto? –pregunté sin entender lo que hacía Alexander.
—No, nos iremos como tu desees ¿quieres caminar sola unas cuadras? Pues hazlo, pero no te dejare complemente sin protección, podre ir un par de kilómetros a distancia para que no te sientas presionada –fruncí el ceño.
—Excelente, ahora te quieres alejar físicamente ¿no?
—Pero es lo que querías –dijo ahora confundido –estar a solas ¿Qué demonios es lo que quieres, Victoria? –observé sus ojos negros, que por lo visto estaban ya enfurecidos, y me di cuenta que es lo que deseaba de él.
—Algo que por lo visto nunca me podrás dar.
Comencé a caminar para volver a casa, no quería seguir aquí, se había perdido toda la diversión y además no había podido bailar con Alex. Una noche realmente horrible después de todo. Solo pude quitar el ardor de mi garganta.
Como dijo Alex, él se quedó varias cuadras atrás mientras yo avanzaba, dando miles de vuelta en mi cabeza al mismo tiempo que mis pasos iban acelerando. Me abracé aun más, esperando que de esa forma desapareciera el dolor físico que sentía al estar enojada con él. La última vez que habíamos discutido de esta forma, me había quedado recostada en cama, llorando y sin comer por días.
Llegamos al final de la ciudad sin siquiera cruzar palabra o decirnos algo mentalmente, solo caminábamos como dos extraños que coincidían en el camino. Aquel pensamiento hizo que me sintiera aun más mal porque no era del todo falso. ¿Conocía realmente a Alexander? ¿Cómo él podía creer que lo traicionaría? ¿No creía en el amor que sentía por él? Eso solo podía significar que aunque él me hubiera tenido bajo su mirada durante años de mi vida humana, no había aprendido a conocerme, ni siquiera después de un año de casados.
—Victoria… —él comenzó a acelerar el paso para alcanzarme, pero al darme cuenta que aun seguía en mi mente tomé mis tacos y comencé a correr para alejarme de él.
“Para Victoria, amor… no hagas esto” dijo en mi mente. Amor, Vittoria… siempre que me llamaba así lograba derrumbar mis decisiones, es por eso que cuando escuché por tercera vez que me llamaba de esa forma, simplemente me detuve, justo en el medio de un campo. Me giré y pude ver como avanzaba caminando hasta mí.
—Ya basta… lo siento –dijo cuando ya estuvo a centímetros de distancia de mí –le ordené a Ezequiel que se encargara del humano para que no recordara nada, siento haberme comportado de esta forma –llevó su mano a mi mentón para que lo mirara –prometí que nunca te ibas a arrepentir de tu decisión y mira las cosas que están pasando por tu mente, lo siento y mucho.
Una brisa que se levantó hizo que mi cabello y el de Alex se desordenaran. Sonreí triste por la idea que tuve en ese momento.
—Me hubiera gustado que nos conociéramos de humanos, no habría este estilo de problemas y tu alma no estaría dañada por el error de otras ¿Qué habré hecho para que seas mi karma, Alex?
—Victoria… no digas eso.
— ¿Tu entiendes lo que siento por ti? ¿Lo comprendes? –él dio un paso hacia atrás al darse cuenta que lo estaba encarando de esta forma, justo en este lugar, bajo las estrellas y la luna, mientras una brisa suave se levantaba, moviendo el césped hacia un lado y después hacia otro. Qué lugar más romántico hubiera sido si no estuviéramos hablando de algo tan triste.
Alex se quedó en silencio, sin decirme nada. Pareciera que su boca se iba abrir para articular palabra, pero se quedaba solo en el intento. Negué al notar que se estaba poniendo  nervioso ¿es qué nunca llegaría el día que se relajara conmigo? ¿Tendría que tener la paciencia de un monje con él?
Tomé su mano izquierda y la lleve hasta mi pecho, justo al nivel donde estaba mi muerto corazón.
— ¿Sientes el latido de mi corazón? ¿Mi pulso? –Él me miró confundido, era lógico que no lo sintiera –esta es la prueba de que te amo ¿Cómo puedes dudar de mí? Soy en la persona que más debes confiar.
Podía ver como su mandíbula se marcaba más de lo normal. Entrelacé mis dedos en la mano que estaba sobre mi pecho.
—Escúchame bien Alexander Lenardis, no lo volveré a repetir porque la próxima vez que suceda algo como esto, tú serás quien comience a alejarme. Nunca, pero nunca podría traicionarte porque te amo, dejé mi vida por la tuya y lo volvería a hacer, pero a cambio quiero que confíes en mí, es lo mínimo que puedes hacer por mí después de seguir a ciegas a donde vayas. No tienes permitido hablarme de la forma que hiciste al frente de Marco, no soy tu esclava… soy tu esposa en simples términos. Primera y última vez que sucede algo como esto ¿sí?
Por unos segundos él no dijo nada, simplemente me quedó mirando como si su mente estuviera en otro lugar. Sin embargo antes que llamara su atención de nuevo, Alex sonrió y asintió.
—Supongo que los años que tengo no me otorgan siempre la razón.
—Exacto… ahora dímelo ¿Por qué no te traicionaré nunca? –Él hizo una mueca que reflejaba su incomodidad –dilo, Alex.
—Porque… dices que… me amas –fruncí el ceño, sorprendida que le costara tanto entenderlo. Cerré mis ojos, pensando en la paciencia que tenía con este vampiro. Tratar de hacerle entender que lo amaba aun cuando él aun no me respondía con las mismas palabras. Insólito, cuando bebé, mamá debió haberme botado de la cama –no pienses esas cosas –dijo ahora sonriendo, tratando de cambiar el tema, como siempre.
—Alexander Lenardis ¿me costará mucho llegar finalmente a tu corazón? –él sonrió.
—Mi corazón está muerto, como el tuyo –respondió sin dudar, así que hice lo mismo.
—Entonces al pedacito de alma que dejaron las idiotas con las que te uniste en el pasado –su sonrisa se borró.
—Llegaste hace mucho tiempo, Vittoria –sin decir algo más se acercó a mí para poder besarme. Me empiné y sonreí contra sus labios, más cuando sus brazos me rodearon y me sentí nuevamente cómoda entre ellos. Segura.
Sus manos viajaron lentamente por mi espalda hasta llegar al cierre del vestido, traté de alejarlo cuando me di cuenta de sus intenciones, pero él no me dejó y sus labios siguieron atrapando los míos.
“¡¿Qué haces?!” pensé para que me respondiera, pero no lo hizo, siguió besándome mientras que comenzaba a bajar el cierre, dejando expuesta mi espalda.
Giré mi rostro para escapar de sus besos y poder pedirle que se detuviera.
— ¡No, Alex! Aquí no –lo miré para tratar de convencerlo, pero él solo estaba sonriendo. No tenía idea que estaba pasando por su mente, pero al ver esa mirada oscura supe que no se iba a detener –no podemos, para –de un solo movimiento me hizo acercarme más a su cuerpo. Después mordió el lóbulo de mi oreja, provocando que mis piernas perdiera la increíble fuerza que tenían ahora. Apoyé mis manos en su camisa.
—Aquí no hay nadie, solo los dos, no te preocupes –susurró en mi oído.
— ¡Supuestamente estoy enojada contigo, no te puedo premiar de esta forma! –él me miró y sonrió de nuevo, esos colmillos que me encantaban salían a relucir bajo la luz de la luna. Demonios, estaba perdida.
— ¿No querías bailar conmigo? Ahora es tu oportunidad –al escucharlo decir eso deje caer de mis manos los tacos que aun sujetaba. Solo eso bastaba para aceptar su proposición de bailar con él.
—No es como quería, pero acepto… ¿bailarás conmigo? –él se rió por lo bajo, llamando mi atención.
—Dudo que estemos pensando en el mismo baile –fruncí el ceño enojada, pero antes de que dijera o hiciera algo, él llevó sus labios a mi hombro descubierto, donde beso la piel expuesta.
Cerré mis ojos y dejé que mi cintura fuera rodeada por su brazo mientras que tomaba mi mano, levantándola unos centímetros. Adoptando la posición para bailar. Sonreí contra su cuello y apoyé mi cabeza en su hombro. Alex me levantó unos centímetros para que mis pies descalzos quedaran sobre los suyos.
—No me gusta bailar en clubs o algo así, la música de ahora no tiene mucho sentido para mí.
—Eres un viejo –dije cuando comenzó a moverse. Un paso hacia atrás, otro hacia adelante, avanzando sobre el césped como si estuviéramos bailando junto a la melodía de algún vals, parecía como si estuviéramos levitando unos centímetros sobre el césped –pero me gusta mucho más esto –me separé de su pecho para poder mirarlo –ya no estoy enojada.
—No sé si algún día te enojaras por más de dos horas, siempre te convenzo antes de que cumplas ese plazo –sonreí nerviosa, siempre cuando sus ojos estaban completamente sobre mí, era como si fuera una simple humana. No estaba acostumbrada a llamar cien por ciento su atención por todo el trabajo que tenia siempre –tu siempre tienes mi completa atención, no dudes de eso, Vittoria.
—Lo tendré en cuenta –mi mirada se fue hasta sus labios. Solo pasó una fracción de segundo cuando su boca estaba sobre la mía. Nuestros labios se movían lentamente mientras que ahora iba desabotonando su camisa solo con una mano. Mi vestido ya iba varios centímetros bajo mis pechos y solo mi sujetador los cubría — ¿Dónde me llevas? –susurré cuando sus labios ahora se apoderaban de mi cuello.
Nos habíamos desplazado por el lugar hasta llegar a una frondosa albolera de sauces. Aun moviéndonos como si bailásemos, atravesamos las hojas de estos árboles hasta que él me apoyó en uno de ellos. El baile había acabado.
Sin mucho preámbulo Alex me tomó por los muslos, levantándome unos centímetros para que de esa forma pudiera rodear su cadera. Lo hice sin pensarlo. Rodeé su cuello con mis manos cuando sus labios volvieron a atrapar los míos, comenzando de esa manera uno de los mejores beso que hemos tenido, mientras que al tratar de acomodarme mejor sobre su cuerpo, su pelvis chocaba contra mí, provocando que un leve gemido saliera de mi boca, pero no alcanzaba a decir o hacer algo cuando volvía a besarme.
Tiré suavemente de su cabello, ahora sacando su camisa, tocando sus fuertes hombros. Necesitaba tocar su piel. ¡Ah! de solo ver lo sexy que se lucía con su camisa abierta y cayendo por sus costados, mis ansias por tenerlo aumentaban considerablemente.
— ¡No! –Dije cuando su mano se posó sobre mis bragas, sabía muy bien que las iba a tirar y romper –no lo hagas –negué contra su rostro, de esa forma su nariz se cruzaba con la mía, lo que lo hizo reír.
—Ese es un beso entre esquimales, Victoria –sonreí y le di un beso en sus labios.
— ¡No la rompas! –dije más alto cuando tiró de mi ropa interior sin impórtale lo que había dicho.
Alex no me dejo decir algo más, sus labios se unieron a los míos al mismo tiempo que sentía su mano sobre mi centro. Fruncí el ceño al sentir el placer que me estaba dando. Apoyé mi cabeza sobre el árbol, entregándome a las caricias de mi vampiro. Los besos sobre mi cuello solo estaban provocando que perdiera mi cabeza. Era increíble como aun siendo vampiro, Alex hacia que me perdiera entre sus brazos con la misma facilidad que tenía cuando era humana.
—Para… —dije separándolo un poco, dejando mis manos sobre sus hombros. Lo miré directo a sus ojos y no tuve que decir palabra para que él tomara con más fuerza mis muslos e invadiera mi cuerpo lentamente, dejando que su miembro fuera recorriendo cada centímetro de mi centro.
—Mmm… —gruñó contra mi cuello mientras yo acariciaba su cabello.
Sonreí al pensar lo tono que podía ser Alex al pensar que lo abandonaría, me tenía por completo, cada centímetro de mi era suyo. No tenía sentido estar en el mundo una eternidad si no era con él.
—Victoria –dijo contra la piel de mi cuello –no pienses eso ahora –mi cuerpo se tensó cuando su lengua pasó por mi piel –tengo sed –cerré mis ojos cuando entró en mi por completo y al mismo tiempo pude sentir sus colmillos.
—Hazlo –gemí cuando se movió de nuevo, provocando una embestida más profunda. Sus caderas comenzaron un vaivén lento, mientras que su mano iba a mi cuello para que no me moviera. Sin más sus colmillos traspasaron mi piel y en ese segundo, sus arremetidas fueron más rápidas y profundas.
Fue como estar ingresando a un estado de excitación sublime. Me aferré a Alex porque pensé que iba a flotar en cualquier momento, me estaba volviendo loca por la forma de extraer mi sangre. No dejaba caer ni una gota, ya que su lengua procuraba evitar eso.
Alex volvió a gruñir mientras bebía de mi y su cadera venia contra la mía con más, mis uñas se enterraron en su espalda y su nombre escapaba aun con mayor frecuencia hasta que su lengua cubrió las heridas que había provocado con sus colmillos al mismo tiempo que yo alcanzaba mi orgasmo.
Mis ojos pesaban mientras él seguía moviéndose. Beber de la sangre de tu pareja era lo mejor, pero no era lo correcto, le quitabas fuerzas de esa forma, por eso nunca he querido beber de él, sin embargo, no le iba a negar mi sangre cuando estaba sediento, eso sería cruel. Esta era la primera vez que bebía de mí.
—Lo siento –susurró contra mis labios, pero no pude hacer nada más que rodearlo con mis brazos y acercarlo.
—No importa –fue increíble como mis parpados comenzaron a pesar mucho más de lo que podía soportar, por eso caí en un profundo sueño.
—Vittoria… —fue lo último que escuché, como un susurro muy lejano.

Me removí sobre la suave superficie y sonreí al darme cuenta que eran las sabanas de mi cama.
— ¿Por qué estoy desnuda? Eres un pervertido Alex –dije mientras me giraba a verlo, pero cuando abrí mis ojos lo encontré durmiendo a mi lado y rodeando mi cintura con su mano. Sonreí y me acerqué otro poco más a él, para así sentirme mejor. Me acurruqué junto a su cuerpo — ¿Alex? –Dije tirando del lóbulo de su oreja con mi mano –des.pier.ta –volví a tirar.
—No –dijo negando. Estaba muy cansada, pero ya el sol había salido hacía varias horas –vamos, duerme, debes estar agotada.
—Si ¿esto es como resaca vampírica? –él sonrió al escucharme y negó contra la almohada.
—Cada idea que tienes, Victoria –como hábito me estiré sobre la cama, levantando mis brazos y mirando mis dedos, como contrastaban entre el color rojo vino del techo.
— ¿Hoy hay que trabajar? –dije curiosa.
—No, hoy viajaremos, necesito salir de esta casa… contigo –me giré a verlo de nuevo, sin poder creer lo que estaba diciendo –me he estado preocupado de estupideces, anoche fue la prueba de ello, así que nos tomaremos unos días para tener una mini luna de miel.
— ¡Ah! –Dije sentándome de un salto sobre la cama — ¿estás bromeando? Si es así me voy a enojar –Alex tiró de mi brazo para así rodearme con sus brazos y besaba mi hombro izquierdo.
—No es broma, iremos al norte a tener algo de paz ¿está bien? –mi boca se abrió y me giré sobre la cama para poder ver su rostro.
— ¿Esta es tu forma de enmendarte por tu espectáculo de anoche? –volvió a su expresión seria –porque lo has logrado en un cien por ciento –le di un corto beso en la punta de su nariz. Él frunció el ceño cuando lo hice, pero estoy segura que si no fuera porque era un vampiro, ahora estaría sonrojado. Era un tonto.
Él me iba a decir algo, pero cuando separó sus labios, un celular comenzó a sonar. De inmediato pensé que nuestra alegría había llegado hasta ese momento… y no estaba del todo equivocada.
Alexander con rapidez caminó, desnudo, hacia el mueble donde estaba tirada su ropa de anoche. Sacó su celular mientras yo me deleitaba con su trasero.
— ¿Ezequiel? ¿Qué haces llamándome? –Esperó unos segundos — ¡¿Qué has dicho?! ¿Cómo que se ha escapado? ¿En qué demonios estabas pensando? –Alex me miró por unos segundos, enojado –bueno, como sea… quiero que arregles esto ¿has escuchado?
—Alex… —dije ahora tomando atención a sus palabras, pero era muy tarde para escuchar lo que decía Ezequiel — ¿Qué sucede?
— ¡Adiós! –le dijo al celular, cortando la llamada –malditos guardias, inútiles que no sirven de nada.
— ¡Alex no hables así de Ezequiel! –Mi querido y amado vampiro se recostó sobre la cama, mirando hacia el techo mientras dejaba sus fuertes brazos bajo su cabeza y flexionaba su pierna derecha — ¿Qué sucedió? Dímelo.
—Ezequiel no pudo borrarle la memoria al humano de anoche, se le escapó.
— ¿Cómo se le escapó? –dije sin comprender, era un humano contra un vampiro.
—Eso mismo estoy pensando. Creo que será mejor despedir a Ezequiel, no ha sido uno de los mejores guardias últimamente –era imposible que mis ojos se abriera aun más por la sorpresa de sus palabras.
— ¡Calla! –llevé mi mano a su boca para que no volviera a hablar –no vuelvas a decir algo así Alex, sé muy bien, sin siquiera leer tu mente que aprecias a Ezequiel como parte de tus amigos, además sé que están enojados por lo ocurrido el año pasado con Javier, por él y por la amistad que ustedes tienen, no vuelvas a decir esas palabras como si Ezequiel no te importara. Ambos sabemos que no es así –me quedó mirando unos segundos sin decir nada, pero pude sentir en la palma de mi mano que estaba sonriendo.
— ¿Quién te has creído para hablarme así? –dijo cuando se alejó de mi mano. Por sus ojos pude notar que estaba bromeando.
—Oh, tu gobernadora –él ahora sonrió abiertamente y sin más tomó mi brazo de nuevo para acercarme. Sus colmillos rozaron mi piel en el cuello, provocando una sensación extraña, al mismo tiempo que sus dedos se movían rápidamente por mis costillas — ¡no, no! ¡Por favor no!
Era un tanto irreal, pero cierto. Pensaba que después de leer tantos libros sobre vampiros me haría una experta en ellos, es por eso que cuando sentí por primera vez cosquillas siendo una de ellos, casi morí por segunda vez. Era increíble, pero a pesar de que nuestros corazones no siguieran latiendo, seguíamos sintiendo. No podríamos llevar una existencia normal si no pudiéramos sentir una caricia o el dolor.
— ¡Basta Alex! –Dije revolcándome bajo su agarre, pero era imposible detenerlo, me torturaba hasta que se aburría — ¡Para, amor, para! –no podía dejar de reír entre sus manos, que me tomaban con firmeza y me hacían pasar este desesperando suplicio.
— ¡Oh, gobernadora! ¿No puedes detenerme? –sus dedos se tranquilizaron y me quede quieta mirando sus ojos negros. Pocas veces podíamos disfrutar el uno del otro, de esta manera. Alex siempre trataba de distraerme con su actitud seria y distante, pero a veces, solo a veces… lograba penetrar su muerto corazón y sacar al verdadero Alexander Lenardis.
—Te amo –dije sonriendo, esperando el beso que siempre me daba después de decir aquellas palabras. Él no me respondía de igual forma, pero sabía que con ese beso trataba de hacerlo.
—Hay cosas que a veces no necesitan palabras, Viky –me sorprendió cuando me llamó de esa forma, el nunca ocupaba ese apodo. Sin embargo, no dejó que me sorprendiera otro segundo, ya que sus labios se posaron sobre los míos.
Acaricié su rostro con una mano mientras que me dejaba llevar por tan maravilloso vampiro, del cual no me podría alejar nunca.
—Tú y yo nos merecemos unos días de vacaciones –dijo finalmente para después besar mi cuello y así enredarnos entre las sabanas.

Antes que cualquier cosa, debo pedir disculpas, esta historia la he tenido bastante abandonada, pero recién estoy tomando el ritmo de nuevo a escribir. La universidad me tiene a full. Bueno, espero que les haya gustado este capitulo, cortito, pero sustancioso, espero que estén muy bien y gracias por leer chicas :D siempre las lectoras de Alex son las más pacientes *w* espero poder entregarles un nuevo capitulo el proximo domingo.

17 Lectores:

  1. awwwwwwwwwww!!! amo a Alex!! con todo y su carácter de la fregada y con que no termina de confiar en Victoria.. lo amo!!!
    en cuanto vi tu publicación me apuré a leer.. he estado estudiando porque tengo examen de Gineco en 2 días, pero me di mi merecido descanso :P bastante más interesante que esas feeeas infecciones.. jaja
    muy buen capítulo como siempre Dani, gracias por darnos más del Sr Lenardis!!

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  2. aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaah! por el amor de dios!!!!! q capitulo mas tierno!!!!
    oh como amo a ese Gato ="=
    increible capitulo!!! GRacias Dani te pasaste, no me importa el tiempo q tenga q esperar por leer algo asi!!! es, es aaaaawwww *--*

    Me daclaro 100% de lado de Alex y no solo por ser tan putamente sexy y tierno cuando qiere, es simplemente q se me hace mas facil entenderlo a el y bueno a vicky igual, pero ... alex, lo entiendo y me pongo de su lado mas q el de vicky, es algo enrredado lo se xD
    pero filo, gracias x el cap!!! me voy FELIZ a estudiar ...

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  3. Al principio quise darle un par de bofetadas a Alex por tonto e inseguro, pero después enmendo el camino y las ganas de golpearlo pasaron a ser ganas de comermelo a besos por dejar ver su mejor lado(bueno, uno de tantos)

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  4. me gusto mucho el capitulo!! pero porque es tan inseguro este vampiro? saludos!!!!

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  5. heyyy dani....GENIALLLLLL....este capi...mi Alex es un celoso incorregible.....pero es entendible el pobre ha tenido tantas desepciones que esta asustado....pero viky que bien como se hizo respetar ...me encanto.........me parece que ese humano va a estar mas cerca de lo que eserabamos.......pobre alex celos a mil.......:) vacaciones mmmmmm.......dani aqui siempre esperando tu sabes que AMO ESTA HISTORIA siempre te lo he dicho...:)

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  6. este cap me encanto me gusta muchisimo esta historia y mas Alex besos



    maru

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  7. Me encanto Dany

    Como siempre la sacaste del estadio... amo a ALEXANDER por controlador

    Un abrazo

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  8. me encato...!!!!
    cada vez amo mas a alex..!!!

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  9. Ahhhh q bien q Victoria le dijo sus 2 q 3 verdades a mi viejo!!!
    Digo lo amó pero no se vale q se pase de enojón y controlador cn Vicky, además ella le ha demostrado q no es igual a las demás. Soy chismosa y quiero saber q le hicieron estas mujeres y quiero saber sobre la maldición!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
    Danii NTP por haber tenido un poco abandonada la historia nosotras entendemos q la escuela es la escuela, además q me dio tiempo de irme de vacaciones sin perderme nada XD yo también tengo un poco abandonado tu blog u_u pero esta semana me pongo al corriente.
    Como siempre te mando un beso y nos seguimos leyendo.

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  10. me encanto este capi, resulta un poquito traumante que alex sea tan inseguro... pero bueno hay que comprenderlo ha pasado por mucho, igual lo sigo amando ♥.♥
    felicitaciones, que te vaya bien en tu estudio, DTB

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  11. jajajajajajajaj ese Alex inseguro pero sabe como recompensarlo o más bien como salirse por la tangengente, jajajaja me encantó!!!!... pero siento que el tel Cristobal va a dar lata mas adelante...

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  12. aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhhhhhh
    mi ALEX
    porque lamento decirlo Danii pero dejo de ser tuyo al presentarlo en sociedad!! xD
    akajakajkajak
    dios ¿Cristobal sera el talon de aquiles de Vicky? o solo una baya a traspasar??
    mmm ademas ke alex tiene una maldicion.. pero aun no se visualiza cual aunque la idea base esta... mmm
    dios... x eso no keria leer siempre kedo con gusto a poco u.u
    XD

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  13. o.o estubo muy bueno el capi creo q se vienen mas cosas de cristobal causara problemas mas adelante :S ... espero q te este iendo bien en la U muxoo exitooo :D

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  14. danii como siempre tienes un talento innato la prueba esta plasmada en cada nuevo capitulo que publicas...
    muero por saber que sucedio con el humano... como fue que se les escapo...

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  15. Ame este capítulo definitivamente... Alex es demasiado idiota! Pobre Vicky siempre a la sombra de sus antecesoras...

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  16. leer por segunda vez este cap a sido completamente revelador por lo siguiente: 1. me he dado cuenta de ciertos detalles, 2. teorías casi completamente reveladoras y 3. esto no fue nada tan tierno y lindo como creí la primera vez que lo leí ...
    1. ok, debo reconocerlo ... he sido injusta, leer mi comentario anterior, decía que se me hacia mas fácil entender a Alex que a Vicky , pero al final estaba de parte de los dos pero siempre mas con Alex, algo muy confuso y en estos días he estado por completo rayando con Alex XD. Bien dicho esto también debo reconocer que aun quedan cap por releer (estoy casi completamente segura que ahí aunque sea una vez donde en cerio Vicky halla exagerado).Pero reconozco que en este cap me equivoque. Vicky tenia toda la razón en enojarse y salir de esa manera el exagerado fue ALEX ¡lo reconozco! y no solo eso sino la manera en que la trato ... (el insulto hacia Alex quiere salir, pero se queda en la punta de mi lengua xD) y encima, esa manera que tiene de comparar a Vicky con las demás... (con razón la pobre Vicky esta mas que obsesionada con ese tema) y lo peor... la comparación con esa ... Vittoria, la detesto, de todas las malditas con la que estuvo antes esa, esa Gitana Maldita la detesto pero con fervor!!
    y es aquí donde entra el punto 2, una "teoría" que me a dado mas de un dolor de cabeza estos días y es muy seguro que seguirá por que aun me falta completarla ...
    bueno se me ocurrió principalmente por esa foto de Alex con esa especia de collar o dije ,no sé que sera realmente pero hace poco te dije y me daba la sensación de tener algo relacionado con la Gitana Maldita entonces he estado pensando y re que te pensando básicamente en el nombre de esta historia (siempre intento deducir las historias basándome en su nombre xD), entonces La Maldición Lenardis ... ese me lleva a pensar, la maldición (tirada por la Gitana Maldita, eso no me lo saca nadie de la cabeza desde el minuto que me entere de su existencia, cuando Charlote habla sobre la maldición de Alex)
    recae en: Las mujeres?, es decir, todas las mujeres que se han unido a Alex, terminando todas muertas (lo que se me ocurre es: de alguna manera la Gitana las hace alejarse de Alex, encontrando a alguien mas, pero mueren al dejarlo , tirado de la mechas, lo sé) o la maldición esta "tirada" hacia Alex, para que pase toda su eternidad en una especia de circulo vicioso, es decir, encontrar a su alma gemela, perder la, que muera (por las razones obvias de los vampiros al separase y e aquí porque Alex sigue "vivo"), pasar un tiempo solo y luego de nuevo encontrar una alma gemela y volver a lo mismo. (justo en este rato se me ocurre que es mas probable la dos, el que la maldición sea específicamente para Alex, por esa razón el no muere como debería ser).
    y 3, después de todo esto, es que el Cap ya no se me hizo tan lindo y tierno xDD
    después de todas mis deducciones y teorías empiezo a detestar cuando la llama Vittoria y sobre todo, porque sé que llegara el minuto donde he de ODIAR y maldecir tanto a Alex ... y sera todo por culpa de la Gitana Maldita, pero creo que asi sera.

    aunque debo destacar algo que se me hizo muy raro ... pero creo que es para bien, después del ataque de las cosquillas y el Te Amo de parte de Vicky y antes del beso de Alex el dice " hay cosas que a veces no necesitan palabras VICKY" y destaco con mayúsculas el Vicky por que él nunca la llama así, ademas el momento, lo sucedido ... (cuando después del enojo de Vicky, sus palabras, su "ultimátum"), creo realmente que empezaron a cambiar a mi Gato ... pero OK aun me queda mas cap por re leer :3

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  17. P.D: creo que me estoy excediendo con mis comentarios xD

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