domingo, 27 de diciembre de 2015

Un Ángel Negro - Epilogo


Epilogo
28 años después


Las cosas para Dana seguían prácticamente igual que hace veintiocho años atrás, ahora estaba concentrada en que hubiera un equilibrio entre la Oscuridad y la Luz, podía vivir en el mismo Infierno, pero no se le hacía tan desagradable porque la mayor parte del tiempo, Ethan estaba con ella. Habían tenido varios problemas en el transcurso de los años relacionado a los mismos demonios que no estaban tan contentos con tener una Reina tan democrática, sin embargo, terminaron por adorarla al igual como lo hicieron con Lucifer.

—Tenemos una cita, amor —dijo Ethan, entrando al gran salón donde estaba Dana con sus dos Comandantes.
— ¿Ya llego la hora? —pregunto sonriendo, sintiendo como su corazón latía con fuerza.
—Es el mensaje que me dieron para ti.
—Excelente, entonces dejamos esto para después.
Se puso de pie y corrió para encontrarse con Ethan en el Portal que los llevaría al gran encuentro.

Lilia estaba con Thomas, lo ayudaba contantemente con el Mercado Negro, mientras que Adam se encargaba solo del Lucifer. Habían descubierto en el último tiempo que Lilia era una excelente creadora de armas, don que había obtenido por parte de su padre, así que era la mente pensante detrás de los nuevos productos que tenía Thomas.
Aunque ahora Thomas se encontraba viajando en algún lugar del mundo, con alguna de las novias que tenía en la actualidad.
El celular de ella comenzó a sonar, no dudo un segundo en contestar.
— ¿Qué sucede? —pregunto al saber que era Adam.
—Tienes que venir ya… tengo cierta información.
Por el tono de voz de Adam, ella no dudo en tomar atención a lo que decía.
—Bien, en cinco minutos estoy allá.

Los cuatro se encontraron en una plaza, no tuvieron que llamarse, simplemente sabían la hora y el lugar. Se saludaron rápidamente y se sentaron en la banca que estaba más cercana a la calle, observando la intersección de cuatro calles.
—Esto será entretenido —dijo Dana, observando a su objetivo.
Un policía se bajó del auto de patrulla y se acercó a la intersección de las calles para controlar el tránsito. El sujeto odiaba estar en aquel lugar y trabajando de esa forma, ya que su jefe le había dado el castigo de dirigir el tránsito, solo por haber tenido la boca demasiado grande y haberle dicho un par de verdades.
El policía se quedó solo dirigiendo el tránsito, cuando pasaron quince minutos y vio como un auto rojo iba adelantando a cada auto como si de un juego se tratara. No dudo en hacerlo detener para controlar los papeles que traía el conductor.
—Buenas tardes —dijo sin mirar a quien manejaba y con el peor tono que podría usar —sus documentos y licencia de conducir, ahora.
— ¿Y tú eres?
El policía levanto la mirada y vio a los ojos verdes más sorprendentes de su vida. Quien estaba detrás de ese volante era una mujer pelirroja y con mirada seductora.
—Eric Wood, sargento, ahora muéstreme sus documentos, señorita.
Ella miro sonriente al policía, usaba gafas y vestía de azul.
Busco sus documentos y se los entrego.
— ¿Arial Parks? —pregunto mirando la fotografía, donde salía sonriente.
—Te verías mucho mejor con el cabello largo ¿sabes? —respondió ella.
—Cuidado como habla, señorita, se está dirigiendo a un policía.
—Oh, lo siento, es que me pongo a hablar mucho cuando veo a un hombre guapo con un uniforme, por eso no me invitan a las despedidas de solteras. Serias perfecto para actuar en una de ellas ¿sabes?
Las mejillas de Eric se volvieron rojas. No pudo evitarlo, pero aquella mujer además de avergonzarlo, había logrado enojarlo.
—Fuera, ahora.
Ella salió del auto y Eric descubrió que solo era un poco más baja que él, pero lo miraba directamente a sus ojos.
—Sí, eres muy guapo —dijo descaradamente —pero luces malhumorado, quizás te llame desde ahora Policía Gruñón.
Eric se quedó sin palabras, anonadado por la personalidad que tenía aquella mujer y por lo hermosa que le parecía.
—Tienes mis papales, yo no he hecho nada, así que creo que soy libre de irme ¿no?
—Desacato a la autoridad —respondió él, sin dejar de mirar a sus labios.
— ¿Me pondrás contra el auto, me revisarás y luego que, Policía Gruñón?
Él no tenía la menor idea de qué hacer con ella. Simplemente jamás le había pasado eso.
— ¿Me devuelves mis papeles? —pregunto con la mano estirada.
—No vuelvas a hablarle a un policía de esa forma o vas a terminar en serios problemas, vete de una buena vez… y toma.
Eric le entrego sus documentos, pero también le entrego una multa por haber manejado de esa forma.
Arial lo miro sonriente, aceptando la multa y sus documentos.
—Muchas gracias.
Ella se acercó sin previo aviso y metió su mano en el bolsillo del policía, para luego subir a su auto tan rápido como pudo.
—Ahí tienes mi teléfono y mi dirección, Eric, te espero a las siete y media.
Eric no supo que decir, simplemente se quedó de una pieza al ver como ella se subía al auto y se iba.
Sin duda iba a ver lo que sucedía con aquella pelirroja.

<3 <3 <3 Por fin juntos <3 <3 <3 gracias por leer :D

4 Lectores:

  1. aaaaaaaaaaaaaaaawwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwww ;---; es la cosa más boniiiita <3 <3 muero de amoooooooooooorshhhhh <3 Gracias Dani por este final *-* y gracias por entregarnos historias tan bonitas a pesar de tener miles de cosas qe hacer *-* no te mueras nunca <3 xD

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  2. Gracias
    Me encanto el epílogo
    Aunque esperaba un pequeño demonio
    Los vampiris serán estériles

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  3. Awwww me encantó el epílogo ♡.♡ esta genial! MUY GENIAL! Por Dios que si, me encantó!!
    Gracias Dani por esta bonita historia, por este final, por hacer feliz a Eric y Arial, lo merecen ese par JajajJa Gracias de verdad, muchas gracias ^-^
    Simplemente genial y mis felicitaciones ^-^. Espero hayas tenido una muy linda Navidad ü

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  4. hola soy kuro neko chan me encantanta esta historia pero me encanto este final me iso llorar selo merecen grasias de verdad por la historia

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