lunes, 7 de diciembre de 2015

Invitación Peligrosa - Capitulo 24



“Doncella en apuros”

— ¿De qué estás hablando? –era imposible que él dejara de leer mi mente, aun no estaba intentando hacer aquello.
—Creo que estas lo suficientemente confundida como para solo dejarme ver una nube en tu cabeza –miré a los lados, este no era un lugar correcto para conversar un tema como este.
Tomé la mano de Max e hice que caminara conmigo, él no dijo nada. Nuevamente estaba sorprendida por el vampiro bipolar.
Llegamos a la oficina de Robin, nadie se metía aquí por razones obvias. Era la oficina del jefe,  pero no había problema si yo la ocupaba. Beneficios de ser amiga de los dueños.

—Explícate –me apoyé en la mesa mientras él se quedaba en la puerta.
Seguía pensando que con Max algo raro estaba sucediendo, no sé estaba comportando como siempre, pero jamás pensé que me tuviera esta noticia.
—Ya te lo he dicho ¿Cómo no eres capaz de entender? No puedo leer tu mente porque estas muy confundida –rodeé los ojos.
—Yo no estoy confundida con nada –mentirosa Lizzie, mentirosa.
—Si lo estas, además has de estar muy enojada conmigo.
—Creo que el único confundido aquí eres tú, por eso no puedes leer mi mente –comencé a hacer sonar mis uñas en la madera de la mesa, una por una, inquietándome.
—No, tengo mi habilidad muy desarrollada, por algo pude convencer a tus amigos de que soy adecuado para ti, eres con la única que no puedo saber lo que piensa…así que dime en este momento que está sucediendo –su mirada era fría y manipuladora, que desilusión ¿de verdad pensaba que dándome ese tipo de miradas yo iba a ceder?
— ¿Desde cuándo que está sucediendo esto? –él se apoyó en la puerta.
—Desde que caíste en tu siesta, Lizzie durmiente –miré hacia el lado, tratando de concentrarme para ver que podía estar sucediendo, no era como si deseara que él siguiera sabiendo mis secretos, pero aun así me causaba extrañeza todo esto.
—Bien, mejor para mí –dije sonriendo, pero Max realmente estaba molesto, no lo había demostrado durante toda la noche, pero ahora su expresión era clara –por lo menos he obtenido algo de libertar ¿no? –nos quedamos mirando un par de segundos, cada uno molesto por su lado –bien no tenemos nada de qué hablar –caminé hacia la puerta para abrirla, pero Max tomó mi mano con fuerza antes de siquiera poder tocar la manilla.
Levantó mi mano e hizo que lo mirara.
—Que te quede claro que esta actitud se termina aquí ¿has escuchado? ¿Crees que no lo he notado?
—Suéltame –dije manteniendo su mirada, él presionó más fuerte mi mano, pero no exprese nada de dolor.
—Comienza a aclarar esos pensamientos porque –apretó más fuerte –no sé cuánto te duele al momento de hacer algo como esto –presionó más fuerte, lo que provocó que me quejara.
Lo quede mirando con los ojos como plato ¿me acababa de decir que gracias a mis pensamientos sabia hasta donde llegar conmigo? eso no servía de excusa pero era información nueva.
 —Sueltamente entonces, porque duele –lo hizo al segundo de decirle eso –no me vengas con niñerías… —abrí la puerta y salí de ahí con rapidez. 
Llegué a donde estaban los demás.
— ¿Todo bien? –dijo Robin mirándome preocupado.
—Sí, solo aclarando algunas cosas, disculpa si te molestó que hayamos entrado en tu oficina –él sonrió.
—Nada de qué preocuparse.
— ¡Lizzie! –Dijo Sophia mirándome sonriendo –tu me acompañarás al baño –me tomó de la muñeca y me hizo avanzar con ella a través de las personas hasta que llegamos al baño, donde hizo que las dos nos metiéramos en uno.
— ¡Sophia! –dije soltándome y queriendo salir.
—Tengo su número –dijo levantando un papel que tenía en su mano, moviéndolo de un lado a otro. Solo eso evito que pudiera salir de ahí, escapando.
— ¿De quién es? –realmente sabia de quien era, pero quería saber cómo lo consiguió.
—Un chico muy guapo te vino a buscar ayer para almorzar.
—Noah —susurré un tanto asustada por si Max escuchaba de alguna forma.
—Así es, el chico es un amor, nos encontramos en el ascensor, me reconoció desde el día de la fiesta y bueno, me dijo su triste historia sobre cómo había sido plantado por su…. ¿doncella en apuros? –no pude evitar reír por lo que me dijo.
—Ya veo, mi príncipe azul te manipuló para que le dieras mi número –dije siguiendo la broma de aquella noche. Noah era simpático.
—Por lo visto sí, porque cuando se enteró de que estabas enferma, él me entregó su número de inmediato –sonreí emocionada — ¿Qué sucede?
— ¿Por qué me hablas tan animada de él? –La miré directo a los ojos –sabes que estoy con Max.
—Él no me gusta –dijo esquivando mi mirada –lo siento, pero no tengo una buena impresión de él, lo encuentro cínico y manipulador –no pude evitar sonreír al notar que Max no había engañado a mi amiga –desde el primer momento que traté con él ¿Por qué sonríes?
—Porque realmente pensé que te caía bien, ahora es raro verte hablar así de Max –no le podía decir lo feliz que me hacía saber que no la había engañado.
—Bien, entonces toma, no digo que dejes a Max eso tú lo decides, pero aquí tienes a Noah, a quien dejaste plantado –tomé el papel y lo guardé en mi bolsillo.
—Esto no significa nada –dije para que ella no siguiera pensando en esto, no quería que Max nos atrapara por los pensamientos que ella podría tener de esto.
—Lo sé, pero aun así necesitas el número para explicarle porque lo dejaste plantado –asentí.
—Estás en lo correcto —pensé unos segundos –despídeme de los demás y dile a Max que nos vamos y que lo esperaré arriba ¿sí? –Sophia me miró sorprendida.
—Está bien.
—Y por lo más preciado, no pienses en que iré a hablar por teléfono –ella asintió mirándome un tanto extrañada.

Me despedí de Sophia y me fui directo hacia las escaleras para salir del pub de los chicos. Miré la hora y era tarde, muy tarde, pero decidí que si no llamaba ahora a Noah lo iba a hacer luego.
Llegué a la salida del local y pude estar en la calle en unos segundos. Vi que Thomas estaba recostado en el asiento del copiloto, durmiendo. Me fui hacia detrás del auto y saqué mi celular donde marque con rapidez el número de Noah, esperé unos segundos hasta que me contestó alguien muy soñoliento.
— ¿Noah? –pregunté indecisa por haber llamado a esta hora ¿Cómo se me ocurre?
— ¿Con quién hablo? –me quedé callada unos segundos sin saber si cortar o no.
—Con Elizabeth Green.
— ¡¿Lizzie?! ¿Estás bien? –me sentí peor por haberlo despertado.
—Lo siento mucho, por despertarte.
— ¿Sucede algo? ¿Necesitas ayuda? –me quería comenzar a dar contra el auto por estúpida.
—Es mi único horario para poder llamarte, no sucede nada, solo quería disculparme por no llegar ayer.
—Querrás decir antes de ayer, ya que estamos en la madrugada del viernes.
—Lo siento.
—Solo te perdonaré si sales conmigo a comer, pero de verdad y no un almuerzo de oficina, mañana a las siete, te paso a buscar –tragué saliva nerviosa, pensando en cómo lo hacía. Pronto llegaría Max.
—Si —dije sin más –acepto, pero nos encontramos en el Belti.
— Estas bromeando ¿cierto?
—No –dije segura — ¿Por qué?
—Porque ese local estará lleno, además de que hay más hombres que mujeres y pensé que podíamos ir a un lugar más tranquilo.
—No, es perfecto, comida de verdad y es tranquilo –dije pensando en las veces que había ido con Jennifer.
—Muy bien, allá nos vemos entonces, a las siete, yo invito.
—Pero…
—Pero nada –sonreí.
—Muy bien, nos vemos.
—Nos vemos, doncella en apuros.
—Adiós Príncipe Azul –corté y quede como tonta mirando el celular, sonriendo.
Una cita…de amigos, no estaba nada de mal. Miré hacia mi lado y pude ver que recién salía Max. Tragué saliva nerviosa porque ahora iba a ser descubierta por él.
— ¿Por qué te has ido así? –me estaba mirando realmente confundido, fue en ese instante que recordé sobre su poder sobrenatural que no funcionaba conmigo, él no podía leer mi mente y yo podía volver a tener mis secretos.
—Porque no te quiero cerca de mis amigos, por eso…
Me miró fríamente para después girar e ir a dar la vuelta por el auto, hasta llegar a la ventana de Thomas, donde la golpeó de tal forma que él salto de su sueño y salió del auto para ir abrir mi puerta.
—Gracias Thomas –dije entrando.  
No me iba a sentir mal porque tuvo que salir del auto para abrir mi puerta, era mejor que despertara para que no nos hiciera chocar al volver.
Max no me dirigió la palabra durante todo el momento que fuimos en el auto, cosa que me hizo sentir bastante bien, ya que estaba teniendo una tranquilidad que había dado por perdida.
Me despedí de Thomas al bajar y nos fuimos al ascensor con Max, al igual que minutos atrás, en silencio. Comencé a pensar en que atuendo usaría para salir mañana, ver a Noah me animaba ciertamente, él era un chico agradable que me había hecho sonreír más de una vez cuando las cosas estaban yendo de una forma horrible.
Era todo lo contrario de Max, hasta ahora.
— ¿Por qué estas sonriendo? –desperté de donde me encontraba cuando Max me estaba mirando, enojado. Sonreí ante su pregunta.
—Por nada que sea de tu incumbencia –que tranquilidad era poder decirle eso, sabiendo que no se metería en mi cabeza.
Cerré mis ojos disfrutando este momento, pero Max me empujó de tal forma que quede apoyada en la pared del ascensor. Abrí mis ojos asustada y pude ver que Max tenía su rostro muy cerca mío y su mano libre estaba apoyada al lado de mi cabeza.
—No juegues conmigo, sabes que te puedo sacar lo que piensas, por las buenas o por las malas….ahora dime, esto es sobre el tal Noah ¿no? Tu amiga Sophia es pésima escondiendo pensamientos, es solo una humana –lo quede mirando asustada, pero no alcance a decir nada cuando el ascensor se abrió — ¡Responde, Green!
—Maximiliano Daven Blake –Max me quedó mirando directo a los ojos para luego voltearse.
—Teresa —moví mi cabeza hacia la derecha para ver si Max decía la verdad, tuve que moverme para poder verla ya que él me tapaba la vista. Aun no podía creerlo ¿ese era su nombre completo? ¿Daven?
—Esa no es forma de tratar a tu Elska Evige  —ambos salimos de la caja metálica y llegamos al piso.
Teresa esta vez se veía más… ¿poderosa? Llevaba un vestido crema que se ajustaba a su cuerpo, hasta las rodillas, con sus hombros y espalda cubiertas. Llevaba su cabello castaño muy arreglado, parecía como si fuera a una cena muy formal y muy importante.
Comenzó a caminar hacia la sala, por lo que con Max la seguimos en silencio.
— ¿Dónde estaban? ¿Por qué Lizzie está más delgada? –tragué saliva nerviosa.
Max prendió la luz de la sala y yo pase directo hasta apoyarme en el pilar que había en la ventana, mirando hacia un lado.
—Max, responde –pude ver que ella estaba de frente a él y cuando miré hacia un lado, casi se me fue el alma del cuerpo al ver al Sr. Ezequiel sentado en una de las sillas del comedor, mirando en silencio, en la oscuridad.
Demonios, esta era la primera vez que se veían tan… vampiros. Él a diferencia de su esposa, llevaba unos pantalones negros y una camiseta blanca, se veía incluso más joven.
—Respóndele Max –el involucrado me miró y esta vez más que enojado conmigo, parecía estar enojado con toda esta situación.
— ¿Por qué está tan delgada? ¿Por qué no sabe toda la verdad aun? y lo más importante ¿Por qué le estabas gritando? –aun seguía con la boca abierta, esta nueva actitud me estaba sorprendiendo. Lo estaba regañando como si fuera su hijo.
— ¿Quién es ese tal Noah? –aportó el Sr. Ezequiel, esta vez mirándome.
— ¡Max! –dijo Teresa.
No supe si hablar o no. Los padres de Max lucían furiosos.
—Eso no es de tu incumbencia –dijo respondiéndole a Teresa.
—Te advertí que te habíamos aceptado lo sucedido en la fiesta Masquerade solamente porque habían más vampiros y si no te veían firme se podían llevar a Lizzie…pero ahora que la veo –dijo Teresa realmente mirándome, provocando que deseara esconderme como una avestruz –Lizzie –dijo ahora acercándose a mí.
Realmente esta vez lucia amenazadora. No pude evitar tratar de dar pasos hacia atrás, pero estaba atrapada por la ventana.
—Me mandaste ese correo electrónico para saber de Max ¿no? –miré al sádico vampiro que me observó de tal forma que me dejo en claro que deseaba con todo su corazón lanzarme rayos para eliminarme.
—Si –dije finalmente.
— ¿Es qué Max te sigue tratando como el día de la fiesta? –miré a Max de nuevo.
—Si –debía responder segura.
— ¿Te ha faltado el respeto? –ni siquiera miré a Teresa en ese momento.
—Sí, lo sigue haciendo…además de someterme de todas las formas posibles, me priva de salir y no me informa del porque me tiene aquí atrapada, además de… –Max me miró, ahora estaba más que segura, estaba tratando de asesinarme con la mirada –además de que estuvo con otras mujeres y en la oficina del Sr. Ezequiel –Teresa se volteo de inmediato a ver a Max.
—Max… —susurró Ezequiel horrorizado, pero lo más sorprendente fue ver a Teresa.
Se acercó a él lentamente hasta quedar a unos centímetros d distancia para después darle una bofetada tan fuerte que hizo que él volteara su rostro hacia un lado. Di un paso hacia él para… ¿ayudarlo? Pero al darme cuenta de lo que estaba haciendo, volví a mi lugar.
— ¿No les has dicho nada? –le dijo a Max.
— ¡No! –le gritó enfurecido.
— ¡No me hables en ese tono!...Ezequiel –dijo mirando a su esposo un tanto agotada por todo esto.
—Menos mal que deseaste venir por unos días, amor –dijo el Sr. Ezequiel mirándola dulcemente.
Tragué saliva, realmente no sabía si había hecho bien en hablar.
—Por lo menos Lizzie –dijo Teresa mirándome — ¿te sigue leyendo la mente?
—No –dije negando –dijo que desde que desperté no ha podido leer mi mente.
—Eso es algo –dijo ella sentándose en un sofá.
—Tú –dijo el Sr. Ezequiel –ven conmigo… —tomó a Max del brazo, pero este se soltó en un segundo.
— ¡Fuera los dos! –Gritó Max a los dos vampiros –Ahora…yo y Lizzie tenemos que hablar, fuera los dos y vuelvan a sus vacaciones –ambos vampiros se quedaron mirando.
La verdad es que mi corazón se iba a salir de mi pecho, solamente por el miedo que sentía en este momento.
—Nos iremos —dijo Teresa –pero volveremos mañana para saber sobre ustedes, tu estas a nuestro cargo Max, que trates mal a tu pareja  —casi me caí al escucharla decir aquello –no es perdonado en nuestra especie…
— ¡Yo no soy su pareja! –Dije aclarando tal cosa — ¡ustedes! –Hice mis manos un puño –están disponiendo de mi vida como si no fuera yo quien la controla ¡Yo elijo lo que quiero! ¡Y no quiero a Max! –les aclaré a los tres vampiros que me miraban –jamás en mi vida pensé que iba a estar cerca de alguien como él… —lo mire directamente  –has hecho mi vida un infierno, me has tratado mal y has abusado de mi como se te ha antojado, yo no soy tu pareja, yo no siento ni estoy sintiendo nada por ti, lo único que quiero es que desaparezcas de mi vida –pude notar como Teresa tomaba la mano de Ezequiel, horrorizada por mis palabras –es así como que tú podrías hacerme feliz .
Max ni siquiera tuvo alguna expresión en su rostro, no me sorprendía, para poder causar dolor en alguien así, él debía tener la facultad de sentir algo.
—Yo no soy el títere de nadie.
Salí de ahí corriendo hacia la habitación, le puse seguro y me fui a sentar a una esquina. Tratando de protegerme de alguna manera.
Abrieron la puerta sin ningún problema y luego vi una sombra al frente mío. Esquivé mi mirada, pero Max me tomó del brazo y me hizo estar de pie para luego hacer que me quedara sentada en la cama mientras caminaba de un lado a otro.
Me maree un poco al sentir que todo se movió muy rápido por ese brusco movimiento.
— ¿Dónde está Teresa? –dije al notar que no decía palabra alguna.
—Tu hada madrina se ha ido luego de sermonearme junto con Ezequiel… —me alegré internamente –pero no has logrado nada niña, solo estás atrapada aquí, conmigo — ¿niña? ¿De dónde sacó eso?
—No me trates de niña, Max.
—Lo siento, su alteza… —pude ver como se inclinó ante mi — ¿Cómo desea que la llame? ¿Cómo lo hace tu amigo Noah? Pobre Doncella en apuros ¿no? –me puse de pie sonrojada por lo que estaba diciendo.
— ¡Cállate! –Lo empujé con todas mis fuerzas –tú no tienes derecho a hablar así…deja eso, es lo único que puedo controlar.
— ¿Es qué con eso te quieres engañar? ¿Qué te traten así? ¿Eso es lo que quieres?
— ¡Solo no quiero que me griten, empujen, estrangulen, me toquen como si no fuera mi cuerpo! ¡Como si fuera tuya!
—Eso es lo que eres.
— ¡No entiendes! –Le grité con ansias de llorar –tu no entiendes de lo que se trata Elska Evige, por eso has caído antes, no es culpa de Ursula o Luciana ¡eres tú! –lo volví a empujar.
— ¡Excelente! Una humana sabe más que yo, no pensé que viviría para verlo.
— ¡Idiota! No entiendes el concepto de que alguien es de otro, no entiendes el significado de “ser tuya”
— ¡Explícamelo! ¡Oh gran sabelotodo! –me gritó haciendo que diera unos paso hacia atrás, pero no me quede callada.
—No soy una propiedad, ni un objeto ¿es qué no lo ves? Fuiste humano, no soy algo que puedes utilizar cuando se te antoje, tú fuiste como yo en algún momento Max. Sabes lo que significa ser de alguien, te lo debes ganar…es ganar su confianza, su preocupación, su cariño…su amor. Tú no haces nada más que utilizar a todo el mundo, desde manipular para que te traigan un papel hasta ordenar para que te lleven a un lugar.
Mis manos se volvieron puños de nuevo, tratando de concentrar toda mi rabia y nervios en ellos.
—Finalmente tomas lo que supuestamente es tuyo y lo tratas como basura –mis ojos se llenaron de lágrimas al decir lo último, en eso encajaba yo –no tenias para que secuestrarme y hacer lo que querías conmigo, no me hubiera negado si me invitabas un café –dije sentándome en la cama de nuevo, completamente abatida –pero tú eres malo, por eso arruinaste lo de antes con Luciana…
—Cállate —dijo con voz baja –no sabes nada de Luciana —me volví a enojar.
— ¡Claro que no lo sé, si tu no dices nada! ¡No me informas ningún detalle! No me dices que pasa por tu cabeza, estás mintiendo en cada movimiento que haces y solo por eso te conviertes en un maldito por estar escondiendo todo.
— ¡Cállate Lizzie! –Dijo tomándome de los hombros –Solo cállate –dijo con voz más baja –no sabes nada…. –aquello lo dijo más como un susurro. Sus manos cayeron a sus lados, dejándome libre de nuevo –siempre que muestras como eres…todo se arruina —con suerte pude escuchar lo que dijo.
—Estas siendo un cobarde, claramente no la has superado…a Luciana —tuve una sensación extraña en mi pecho al decir lo último. Max se giró y me dio la espalda.
Solo la luz artificial que entraba por las grandes ventanas me dejaba ver su silueta.
—Te he dicho que te callaras.
— ¿Es qué no puedes superar que te haya engañado? ¿Qué te haya cambiado por otro? ¿Tu ego salió herido? Nada te da el derecho de arruinar las vidas de las demás.
—No fue solo Luciana y no fue engaño –me quede helada al escucharlo ¿de verdad él sería capaz de decirme lo que había sucedido? –todos piensan que fue por Luciana, pero no, tengo más de mil años y sé lo que es enamorarse…no creas que siempre he sido así –caí en la cama sentada, sorprendida
¿Él de verdad me iba a contar su historia?

Chicas, gracias por leer la historia de nuevo. Por las dudas, leo tooodos los comentarios, responderlos no tiene sentido porque no les envia notificacion :c



6 Lectores:

  1. Por fin más las pagará todas..Y por fin lizzi dekara de sufrir taaanto...está buenísima está cosa se...sigue subiendo Dani...en turno puedo leer..por eso los lei todos juntos y comento el último :D

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  2. Heee! Si se recibe notificaciones al correo que se enlazó con blogger. Es así como me enteró que actualizas, estoy suscrita.
    Jajajaja me encanta!! Si si si si si so! Vamos Lizzie! Siempre he sido de tu equipo! SIEMPRE HE ESTADO A FAVOR TUYO! Jajajaja
    Siento que ahora no es cuando Máx le confiesa todo, por el contrario creo que falta bastante.
    Jajajajaja sé que aun falta, sé que es muy lejos pero YA CASI LLEGA MI CAP FAVORITO!*hace baile* el viaje a Europa como turismo en donde nació /-\ no quiero dañarle los Caps a nadie /-\
    Ahora si, mis agradecimientos por la historia de nuevo, me encanta, simplemente lo hace, que se le puede hacer /-\ jajaja
    Gracias gracias gracias

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    Respuestas
    1. jajoajoojaojajoaoj me da risa que te anime tanto la historia cuando la leiste, pero es genial!!! gracias por leer :D

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    2. Jajajaja la vez que la hiciste me la leí completa, un mes más tarde recuerdo que un fin de semana completo leí sólo tu historia, no salí, no hice nada más que leerla jajaja, simplemente me encanta.
      Pd:había olvidado #PorNavidad2CapitulosIP JajajJa voy a insistir hasta 24

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  3. Ahora si le va a contar, pero no completo :(
    Jummm se que faltan muchas cosas, pero es tan lindo releer todo y sentir que es la primer vez o_o
    Besos gigantes!!!!
    XOXO

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