jueves, 19 de diciembre de 2013

Un Ángel Caerá - Capitulo 25


Corazón Roto

Ella voló por un tiempo indefinido sobre las nubes que cubrían la ciudad, incluso fue más alto de lo normal, logrando que el frío congelara sus huesos. Se dejó caer sin mover sus alas, estas la cubrían mientras las lágrimas se escapan de sus ojos, perdiéndose entre las nubes.
Sintiéndose miserable, tensó su mordida, deseando desaparecer y acabar con todo de una buena vez. No deseaba sentir que su pecho se quemaba por dolor, como tampoco deseaba sentir que su cuerpo parecía estar quebrajándose segundo tras segundo. Tener el corazón roto por amor estaba siendo demasiado perjudicial.
Decidida a acabar con Gabriel, culpable de todo su pesar, tomó el único camino que le quedaba. Ir tras el padre Sebastián, no podía dejar que sus sentimientos y dolor se inmiscuyeran en su objetivo principal: proteger a Ethan de aquel demonio.


Dana aterrizó con fuerza sobre el cemento, quebrando parte de la desierta vereda, ya que era de noche y las sombras la protegieron de posibles testigos. Se puso de pie y con un movimiento altanero, escondió sus alas. Miró hacia los lados, con sus mejillas mojadas por las lágrimas. Con la manga de su chaqueta se limpió el rostro y esperó a que los autos dejaran de pasar. Cruzó la calle mientras ponía atención en la hermosa catedral que había al frente suyo. Era el hogar del padre Sebastián.
No tuvo que pedirle instrucciones a nadie, ya que el objetivo de su búsqueda la esperaba en las amplias puertas de madera, con sus brazos cruzados. Sebastián era alto y delgado, su cabello era de un color blanco, canoso. Vestía un hábito negro con botones y el blanco cuello clerical, además de una larga cruz color azul, el mismo color de sus ojos.
Se mantenía firme, con sus brazos cruzados y una mirada inexpresiva, pero fue suficiente para  que Dana entendiera que había un ángel muy antiguo ante ella. Avanzó hasta el comienzo de las escaleras y se detuvo.
—No has sido puntual, con el Ángel Caído tuve otro trato –dijo refiriéndose a Adam.
Ella no estaba dispuesta a recibir una negativa como respuesta, es por eso que actuó por la rabia que mantenía contenida. Sin ningún problema alzó su mano izquierda de tal forma, que una de sus Shuriken salió volando, a toda velocidad, hasta chocar en la madera, al nivel de los ojos del sacerdote.
Él ni siquiera se preocupó. Mantuvo la misma postura.
—Los caminos de Dios son muy extraños, sin duda alguna –dijo mirando directamente a los ojos de ella –pero tú luces como si Gabriel ya hubiera dañado algo en ti.
Aquel sacerdote conocía mejor que nadie la debilidad de Gabriel, pues él había sido quien por poco acaba con aquel demonio… pero cuando aun se mantenía como el admirado Arcángel. Ahora el vampiro se sabía esconder del sacerdote y este era lo bastante paciente como para saber que se lo encontraría algún día, dentro de su existencia, pues deseaba acabar con él desde su primera deserción.
—Lo hizo –dijo ella furiosa. Sus manos formaron fuertes puños, hasta tal punto que sus uñas se enterraron en sus guantes, rasgando su piel.
—Una mujer con el corazón roto es muy peligrosa, no quiero ni imaginar como un ángel puede comportarse si está pasando por algo similar.
—Ya no soy ningún Ángel –subió los escalones hasta llegar a donde se encontraba Sebastián.
—Sé todo sobre ti, Dana… Cross, curioso apellido el que has elegido. Te has vuelto en un aberrante Ángel Caído, solo por un humano.
Los ojos de ella brillaron de rabia al mismo tiempo que se llenaban de lágrimas. Solo recordar a Ethan la enfurecía, ya que en ese momento, estaba teniendo un sentimiento de odio y amor hacia él.
—Eres un ser que puede hacer grandes cosas por amor Dana, el problema es que no deberías tener permitida dicha oportunidad –él miró hacia los autos que pasaban, unos tras otros.
— ¿Vas a ayudarme o no? no tengo tiempo para esto.
—He ascendido a través de los años en la jerarquía celestial, pero hay solo una deuda que mantengo desde hace muchas décadas –se giró para verla –soy un Tronos, escribo todo lo que sucede en la vida de los humanos, esa era mi misión, pero hace un tiempo pedí autorización para encargarme de Gabriel.
—Me ayudarás –sentenció ella.
—Tú lo has dicho, quiero que Gabriel pague por su desobediencia, además de demostrarle a Lucifer que está en desventaja.
Ella lo miró curiosa, esas palabras no correspondían a alguien que estuviera en el nivel de los Tronos, que eran parte del Primer Coro.
—Deseas venganza, es raro que pienses de esa forma –él sonrió, de una forma un tanto oscura. Por lo menos eso pensó Dana.
—Exacto, es lo que me falta para poder hacer mi trabajo.
Se giró y entró en la catedral. En ese segundo Dana se dio cuenta de que no existía dicha “autorización” para abandonar su misión como Tronos; él aun no ascendía debido a ese tipo de pensamientos hacia Gabriel y Lucifer.
Decidió no meterse en ese tema y lo siguió, observando hacia sus lados, como estaban los cuadros con retratos de Jesús, todo el oro y objetos invaluables que se encontraban en ese templo.
— ¿Cómo te has vuelto sacerdote? Extraño trabajo para ser un ángel ¿no? –iba detrás de él, notando como era el traje negro.
—Sí, supongo, pero tener contacto con el Vaticano es un beneficio. Soy el sacerdote encargado de los exorcismos en Chicago.
—Eso es increíble –susurró ella, le habría gustado aprender a eliminar espíritus malignos, demoníacos, de los humanos, pero no era su prioridad.
—Hay alrededor de cincuenta, somos muy buenos exorcistas, pero no es ningún logro, somos ángeles, estamos protegidos bajo la Divinidad entregada por Dios. No hay duda ni miedo en nuestra fe.
—Entiendo –susurró ella, pensando en la ventaja que ellos tenían en contra de los sacerdotes humanos.
—Hay muchos de nosotros, en diferentes religiones. Es una forma de contribuir al balance. Hay demonios encabezando la política, incluso son parte de esta misma religión y de otras. Todo es un caos Dana. Acabar con Gabriel y otros demonios es clave, ellos son parte de una red, como una mala hiedra creciendo entre los jardines de Dios, envenenando todo a su alcance.
—Lo sé –él se detuvo justo al frente del altar. Se giró a verla.
—Si lo entiendes tan bien ¿Por qué lo has abandonado? ¿No te das cuenta que eso puede dañar incluso a tu humano? Un gran poder reside en ti.
Antes que ella pudiera pedir alguna explicación, Sebastián se arrodilló y levantó el blanco mantel del altar, una puerta en el piso, bajo el gran mesón, demostró que el ángel había estado involucrado incluso en la construcción de la catedral. Levantó la puerta y varios escalones quedaron expuestos ante la mirada de Dana. Ella se agachó y se metió en aquel pasadizo.
No debieron caminar mucho para llegar a un salón de tamaño mediano, no le costó descubrir que era una casa, bastante modesta, nada comparado con la mansión de Adam. Había una gran cantidad de libros en las paredes, unos sofás de cuero color marrón y una mesa de centro, había dos puertas en los extremos de la sala. Todo estaba iluminado por velas, candelabros en el centro y costados del lugar.
—Toma asiento –dijo Sebastián.
Eran dos sofás marrones, individuales, que estaban en dirección a la mesa de centro, que contenía una pequeña botella de agua bendita. Ella aun sorprendida, se acercó al sofá y se sentó, sin dejar de mirar a su alrededor.
—Aquí tienes –Sebastián estiró su mano y le entregó la Shuriken que había lanzado al sacerdote antes –trabajo de ese demonio llamado Thomas ¿no? te estás codeando con buenos contactos, Dana.
—Es un Nephilim, no un demonio –quiso aclarar ella, pero por la mueca que puso Sebastián, se dio cuenta que este era un ángel que acabaría con alguna de sus amigas si las veía.
—Es lo mismo –se sentó en el otro sofá, sacándose la cruz azul que llevaba, la tomó por los extremos y tiró de ella, convirtiéndola en una gran espada que contenía el color de sus ojos, justo en el filo de ella. La dejó apoyada junto a su sofá –debo aclarar que no me agradas.
—Puedo percibirlo –dijo ella de inmediato.
—Pero tenemos un objetivo en común, es la única razón por la cual te estoy ayudando.
—El enemigo de mi enemigo es mi amigo ¿no? –Dana no pudo sentirse curiosa sobre aquel dicho, nunca nadie se lo había dicho, pero sabía de él.
— ¿Sabes cuál es tu problema, Dana? Haber estado demasiado tiempo encerrada allá arriba, te falta mundo, lo que es un poco contradictorio, pero Eric no debió protegerte tanto, como tampoco debió enviarte aquí sin entrenamiento previo, es por eso que caes con mucha facilidad bajo las artimañas de Gabriel.
—Necesito acabar con él, Adam me dijo que tú lo sabías –Sebastián se cruzó de piernas y se apoyó aun más en el sofá, que era tan alto que podía acoger la altura de su usuario.
—Si supiera cómo acabar con él ¿crees qué tendríamos a Gabriel en nuestra lista de problemas?
—No.
—Correcto, si sé secretos de él que no todos saben, obviamente. Adam no está enterado de nada sobre Gabriel porque así lo desea, ellos fueron muy amigos en el pasado. Primero cayó Adam y después Gabriel, diferentes motivos, mismo resultado, pero con consecuencias que aún se mantienen. Uno cree participar en su propio bando y el otro se convirtió en vampiro. Las vueltas que da el Universo, si tú supieras Dana…
—Preferiría saber eso en otro momento ¿Cómo acabo con Gabriel?
Él sonrió, observando a aquel ángel caído que estaba causando tanto revuelo desde hacía ya décadas; ignorante de su propio poder y naturaleza, desconocía su propia historia. Sebastián jamás estuvo de acuerdo en borrarle la memoria, pero Noelia había aceptado encantada la misión que Dios le había entregado. Ahora esa misma Serafín estaba encargada de guiar el juicio que se le estaba realizando a Dana.
— ¿Sabías qué Gabriel se puede convertir en quien el desee con una gota de sangre?
Los ojos de Dana se abrieron sorprendidos, pensando en la posibilidad de que ese demonio haya jugado sucio con ella. Sin embargo, aquella alternativa quedó eliminada, él no había bebido de Ethan, ni de nadie cercano a ella, excepto de Zoe.
—Es por eso que debes tener cuidado, ser cuidadosa con las personas que te rodean. Debiste ser más astuta Dana, volverte un ángel caído sin haber ascendido fue muy poco inteligente, siendo arcángel puedes diferenciar a los demonios a kilómetros de distancia, sin importar su apariencia.
— ¿Por qué me dices esto? –él sonrió, podía notar como ella se estaba molestando con sus palabras.
No sería malo verla realmente enojada, pensó Sebastián mientras ponía atención en las manos de Dana.
—Porque has de entender que no estás calificada para poder eliminar a un demonio como Gabriel, que es parte de La Elite, encargado de llevar a cabo el apocalipsis, tú eres solo un ángel caído que está enamorada de Ethan, un humano que recibió un gran don, el cual no ha usado mucho, carnada fácil para Lucifer.
—Ethan no caerá ante la Oscuridad, jamás. No lo permitiré –ella se puso de pie, molesta. El ángel no estaba siendo agradable con ella, incluso la miraba de una forma altanera, como si fuera una tonta muchacha perdida en el bosque –Pensé que ibas a ser de ayuda, pero veo que no será así.
—Podría serte de ayuda, créemelo, si fueras capaz de dañar a Gabriel. Si él quisiera te acabaría en un segundo.
—Lo halagas bastante para ser tu enemigo ¿no? –él se tomó unos segundos para contestar, como si estuviera recordando viejos tiempo.
Ciertamente Sebastián admiraba las habilidades de su contrincante, hacía más entretenida su estadía en la tierra.
—Nunca subestimes a tu contrincante, haz todo lo contrario y la victoria será completa.
Dana comenzaba a impacientarse con las palabras que le entregaba Sebastián, siendo un ser tan impulsivo, no era cercana a escuchar por tanto tiempo.
—Veo que no tengo nada que hacer aquí, si me permites.
Ella se dirigía a la puerta cuando Sebastián volvió a hablar.
—Dana, Gabriel juega con los sentimientos de las personas, los maneja con pequeños detalles… espera las reacciones naturales en los humanos y de esa forma los doblega ante Lucifer, creando problemas, cerrando los caminos, arrinconando a sus víctimas para terminar con lo que desea. Piensa ¿Qué es lo que quiere Gabriel?
Ella se giró hacia Sebastián, mirándolo sorprendida.
—Quiere a Ethan.
El sacerdote suspiró, pensando en que no debía subestimar al ángel caído que tenía al frente de sus ojos.
—Respuesta incorrecta, Lucifer quiere a Ethan, de nuevo ¿Qué es lo que quiere Gabriel?
Ella se quedó pasmada por unos segundos, sintiendo que su corazón latía con fuerza.
—A mí.
— ¡Din, din, din! Respuesta correcta. Ahora ¿Cómo crees que te obtendrá?
—Eliminando a Ethan de mi existencia –las manos de ella comenzaron a temblar –acabando con nuestra relación ¡viniendo a casa en la madrugada! y sembrando esa semilla de cizaña en el corazón de Ethan.
Sebastián sonrió, por lo menos ella encontraba la verdad de inmediato, solo le faltaba un poco de guía. Eric no estaba haciendo bien su trabajo.
—Ethan te ama, es obvio siendo quien es, teniendo el alma que tiene, pero… además tú eres su ángel, prácticamente te adora como si fueras un dios pagano ¿Cómo crees que esté ahora?
Ella pasó por alto la gran información que tenia Sebastián sobre su vida. Todo el mundo parecía conocerlos.
—Vulnerable… —Dana comenzó a pensar en todas las posibilidades que habían en aquel tablero de ajedrez, en el que Ethan era el rey, el cual estaba siendo acorralado por las piezas de Gabriel –demonios, estando triste será presa fácil para Gabriel y de esa forma terminará llevándolo hacia Lucifer, hacia la Oscuridad.
—Veo que tienes las marcas en tu brazo derecho, has pecado por completo Dana, eso es debido a que amas a ese humano ¿no?
—Con toda mi alma –él sonrió al escuchar esas palabras.
—No lo dudo, pero… ese mismo amor te ha cegado, lo sobreproteges de una forma increíble, pero no muy práctica. Ethan desde el día de su nacimiento ha estado destinado a conocer a los ángeles. Solo hubo un cambio de planes cuando su padre murió y decidió tomar otra personalidad, una que lo protegiera de este mundo que desconoce.
—La hora ha llegado ¿no? –Ella miró el suelo, la alfombra roja con signos eclesiásticos –nunca ha existido el momento adecuado para Ethan ¿Cómo puede existir el día correcto para decirle que su novia fue un ángel? Debo decirle.
—La verdad siempre traerá cosas buenas, debes recordarlo.
—Entiendo –dijo ella asintiendo al mismo tiempo que su mente se despejaba. Haber hablado con Sebastián había sido una excelente opción –debo partir, le diré todo.
—Como siempre, muy tarde para ese tipo de decisiones Dana. Ethan va directo a la boca del lobo en este momento.
— ¿A dónde? –Sebastián solo sonrió, supo que no le diría nada. Solo ese gesto hizo que el corazón de Dana se alterara y su cuerpo se viera rodeado de un frio escalofriante –debo partir, ahora mismo. Gracias por todo padre Sebastián.
Se fue directo a la puerta, pero antes de abrirla, su nuevo amigo le dirigió unas últimas palabras por el día de hoy.
—La debilidad de Gabriel eres tú, Dana. Él jamás podrá superarte ¿tú superarías a Ethan?
Ella no cabía en el hecho de estar comparando el amor que ella sentía por Ethan, al que Gabriel sintió por ella.
—Nunca, siempre lo amaré y haré todo por protegerlo.
Sebastián recordó por unos segundos el día que Gabriel fue perdonado después de haber pecado con la humana que antes había sido Dana, que incluso en ese entonces llevaba otro nombre. Gabriel había dicho las mismas palabras que ella decía en este segundo.
—Exacto, Gabriel piensa lo mismo, pero de un modo mucho más egoísta… aunque si lo pensamos un poco mejor, solo exige la reciprocidad de su oscuro amor, no por nada fue parte de los Arrepentidos dentro de los ángeles.
— ¿Los Arrepentidos? –preguntó ella sin entender, pero llevando su mano al pomo de la puerta. Le urgía irse por Ethan.
—Los Arrepentidos son ángeles que han caído en pecado por un ser humano y desean volver a presentar la Orden, vuelven a ser aceptados entre los ángeles, algo a lo que tú puedes acceder si te arrepientes realmente de tus pecados.
Ella frunció el ceño al entender con tanta claridad aquellas palabras.
—Entonces Gabriel ¿tuvo Marcas mientras me ayudaba a entrenar? ¡Eso es imposible, las habría notado!
Sebastián sonrió, un tanto triste por la situación en la que se encontraba Dana. Ella era una total ignorante en su propia existencia.
— ¿Cómo ocultas las tuyas de Ethan?
Un balde de agua recorrió la espalda de Dana, pero decidió que no era tiempo para sentirse rencorosa con Gabriel, ya no importaba el motivo de haber sido abandonada por él en el pasado. Es más, lo único que importaba en ese momento era la seguridad de Ethan.
—Volveré pronto, muchas gracias Sebastián.
Antes de que él se despidiera, la puerta se cerró. El sacerdote se cruzó de brazos, pensando en que por fin las cosas comenzarían a avanzar y él podría acabar con Gabriel, tan solo necesitaba que Dana abriera sus ojos.


Gabriel, estaba sentado en su majestuoso sofá de cuero, extendía sus brazos por este, observando hacia la gran ventana de su sala. Vestido de negro, como de costumbre, pero esta vez con una elegancia que optaba en días especiales.
Había oscurecido y esta era su parte favorita del día, más cuando todo lo que deseaba lo estaba obteniendo. Se puso de pie, sonriendo y dándole la espalda a Liam con Zoe, que entraban al gran salón.
— ¿Dónde está él? –llevó sus manos a los bolsillos de su abrigo. Estaba preparado para salir.
—Camino al Lucifer –aclaró Zoe, quien se había encargado de vigilar el edificio de Ethan durante todo el día.
— ¿Y ella?
Liam había estado encargado de seguir a Dana, de esa forma sabría en que momento podría tenerla en la palma de su mano. Los planes habían cambiando al verse cancelado el viaje que tanto el humano como el ángel habían planeado, entusiasta ante la noticia Gabriel decidió que era hora de actuar.
—Esta noche no puede haber ni un solo error –dijo girándose hacia Liam y Zoe –tú vendrás conmigo Liam, nos iremos a divertir un poco al Lucifer mientras que Zoe, mi preciosa –se acercó a ella en un segundo y acarició su mejilla con el dorso de su mano –estará dispuesta a hacer caer al mismo infierno a Ethan ¿está claro?
—Si –dijo ella mirando hacia un lado, no estaba nada contenta con lo que ocurriría esta noche, solo por el hecho que no deseaba a Gabriel teniendo a otra mujer en sus brazos.
— ¿Qué haremos con Adam? Sabes que odia los problemas en su club.
—Nada sucederá dentro del Lucifer, sino más bien afuera de este –Liam puso una expresión de desagrado ante esas palabras, no estaba convencido de este plan.
— ¿Y las Nephilim? ¿Qué sucederá si Arial y Lilia nos atacan? –Gabriel puso los ojos blanco, cansado de tener un discípulo tan cobarde.
—Nunca debí aceptar tu conversión, no vales nada. Si le tienes miedo a Arial, bueno, podré conseguir a alguien más, pero ya sabes las consecuencias de ello, no tendrás mi protección.
—No soy cobarde –dijo Liam mirándolo enojado –solo estoy nombrando las variables que no has pensado o que subestimas ¿Qué sucede si se encargan de que el humano no vea nada?
—No habrá tiempo para ello. Ahora es tiempo de partir.
Liam fue el primero en desaparecer de la vista de Gabriel, en cambio Zoe se giró lentamente, de por si era lenta al ser humana, pero ahora lo estaba haciendo apropósito. El demonio puso nuevamente los ojos en blanco, no iba a dejar que todo su plan se fuera a la basura porque  Zoe se sentía desplazada. Llevaba bastantes décadas en la tierra para conocer un poco más a las mujeres.
—Y tú…  —rodeó la cintura de Zoe con sus manos y luego la giró, apoyándola en la puerta que estaba a varios metros de ellos. Se apoderó de sus manos y las afirmó en la madera –sin tu parte esto podría no resultar –susurró, muy cerca de los labios de ella, que sonrió ante las palabras del demonio –ha sido una suerte poder contar contigo, entiendes eso ¿no, Zoe?
Ella encantada asintió, dejando de lado cualquier duda sobre su parte del plan. Estaría dispuesta a todo porque Gabriel la tratara siempre de esta manera, como si fuera lo más importante de su existencia.
—Pero después de esto… me convertirás ¿cierto? –dijo ella, mirándolo esperanzada.
—Un trato es un trato ¿no? –los colmillos de Gabriel crecieron mientras sonreía –ahora un exquisito bocado de Zoe para recuperar energías ¿de acuerdo?
Ella no alcanzó a decir nada cuando los dientes de Gabriel se apoderaron de su cuello, drenando su sangre. Sus ojos se dirigieron hacia el techo, sin poner atención a las pinturas que ahí había, solo siendo capaz de entregarse al placer que Gabriel le entregaba al ser mordida.
Transcurrieron varios minutos antes de que él se separara de ella, la besó en los labios y después le indicó que se retirara. Ambos salieron de la gigantesca casa, pero se dirigieron hacia diferentes autos con distintos destinos.
La lluvia comenzaba a caer de nuevo.


Ethan estaba sentado en el sofá del departamento de sus amigos. Le estaba relatando todo lo sucedido a Diego, que cada segundo que pasaba abría aun más sus ojos oscuros.
—No puede ser, ella sería incapaz de engañarte Ethan ¿estás seguro? –preguntó incrédulo Diego.
—Ya te dije que la vi con ese tipo en su departamento ¡en la madrugada! Pero eso es lo de menos, debo ir a preguntar por ella al club de su hermano, tutor, no sé qué demonios es de ella.
—Adam ¿no? ¿Y por qué vas a ir? ¿No estás enojado con ella?
— ¡Furioso! Pero desapareció de la faz de la tierra, no tengo idea como salió de la azotea del edificio si yo iba bajando las escaleras.
—Tiene que haber otra salida ¿Qué piensas? ¿Qué salió volando por los aires?
Su amigo se acomodó en el sofá más pequeño, estaba vestido con ropa deportiva ya que había llegado hacía un rato del gimnasio, después de haber estado el día solo. Emma estaba de guardia en el hospital.
—No sé, pero quiero verla, así me quedaré tranquilo.
Diego lo miró confundido, siempre Ethan había sido un caso especial en sus vidas, acudía a ellos cuando estaba metido en problemas raros y que ellos no podían solucionar, relacionados con personas que ellos no veían o con crisis de pánico por algún susto que le provocaban las almas perdidas, era un maniático de ciertas reglas para poder alejarse de lo que parecía ser un don. Sin embargo, desde que había aparecido Dana en la vida de su amigo, todo había dado un giro, no lo veían casi nunca o solo se reunían para conversar temas normales en los que él, como amigo, podía aportar algo. Ahora Ethan estaba teniendo un problema con Dana, la hermosa vecina que vivía dos pisos arriba,  él no era capaz de imaginarla engañando a Ethan, si parecía que había sido amor a primera vista. No le importaba que ella instara a su amigo sobre “ver almas” ya que solo quería que Ethan fuera feliz. Esa chica lo mantenía en un estado de felicidad constante, así que él se encargaría de que esa relación siguiera adelante.
—No creo que te haya engañado –repitió –es imposible Ethan ¿viste algún beso? ¿Alguna mano donde no debía ir?
—No, pero ella me mintió sobre como conoció a ese hombre, si la hubieras visto, parecía que estaba desesperada, no se le ocurrió ninguna excusa válida.
— ¿Y no podría ser que esté metida en problemas, pero no te los puede decir?
—Soy su novio, bueno ex novio, debió decirme lo que sucedía ¿no son para esos las relaciones?
—Imposible –Diego se puso de pie, negando –no lo creo, ella es tan dulce Ethan ¿Cómo demonios terminaste con ella? ¡Si parece un ángel, uno que está enamorado de ti!
Ethan miró seriamente a Diego, presionando con fuerza sus dedos contra las palmas, signo que estaba muy incómodo o muy nervioso, tragó saliva y se puso de pie, tratando de eliminar los pensamientos de Dana fuera de su vida, ya se había acostumbrado de una forma casi anormal a ella.
—No resultó, es así de simple. Puede ser el ángel de ese Gabriel, si así lo desea.
— ¡Idiota! –le gritó Diego. Ethan se sorprendió –es la primera mujer que te hace bien en tu vida, es la única que ha logrado estabilizar tu cabeza medio loca ¿y quieres dejarla ir? ¡Ni siquiera estás seguro de que te haya sido infiel! ¿Te molesta que tenga secretos? Bueno, por lo visto ella tiene una vida más interesante ¿te dijo que nunca te iba a contar sus problemas? ¿Ah?
—No –respondió Ethan –es más, me dijo que esperara un poco.
—Tú sufriste algún daño cerebral cuando pequeño, es en serio amigo ¿Es qué tener una mujer tan maravillosa a tu lado te hizo mal? ¿Te volviste loco? ¿Eres de esos tipos?
Ethan lo miró furioso, no había recurrido a Diego para recibir este regaño.
— ¡No creo que a Emma le agrade que hables así de otra mujer!
—Ethan –dijo Diego, suspirando –tengo a en alta estima a Dana, a pesar de haber tratado con ella un par de veces, porque es de esas personas que luce como si la conocieras de toda una vida. Emma piensa igual que yo, es como si hubiese crecido con nosotros ¿entiendes? Y ella te ha hecho tan bien, pero tan bien amigo, que no creo que dejarla ir sea una opción.
—Pero…
— ¡Pero nada! ¿Estás enamorado? ¡No puedes dejar que se vaya con otro porque no te dijo un par de cosas! Te estás comportando como un imbécil. No eres el centro de su mundo mi querido amigo, quizás tengas que ser más paciente, quizás tengas que descubrir todo por ti solo, pero no puedes dejarla ir ¿comprendes? ¿capichi? ¡Es tu Dana!
Ethan se quedó unos segundos pensando en esas palabras. Tratando de sacar ese sentimiento de nostalgia al darse cuenta que ella ya no era parte de su vida, que él había terminado toda relación con ella.
—No soporto las mentiras, Diego, lo sabes.
Diego se cruzó de brazos, lucía más grande de lo que era. Se estaba molestando realmente con su amigo de antaño.
—Irónico ¿no? tu comportamiento no es acorde a tus palabras. Has terminado con ella por una infidelidad que no sabes si es cierta o no, pero tú no has sido muy correcto en tu vida ¿no? ni siquiera con ella… o conmigo.
Ethan miró hacia un lado, tensando su cuerpo, su mirada se dirigió a una foto que había en el mueble de al lado, era de Emma, Diego y él, de pequeños, sus cabezas estaban una sobre las otra.
A los 17 años, Ethan se había vuelto un rebelde sin causa, al año que su padre murió, él se rebeló contra la vida. Bebía bastante para su edad, sus amigos lo acompañaban siempre que salía ya que sabían que tomaba medicamentos psiquiátricos, pero no seguían su ritmo con el alcohol. Una noche de fiesta, Diego no pudo ir porque lo habían castigado, pero en cambio, Emma si salió con Ethan para evitar que se metiera en problemas, este último la animó a beber bastante, es por ello que terminaron borrachos antes de las dos de la madrugada. No supieron como terminaron teniendo sexo en la habitación de él. Al otro día ninguno podía creer lo que había pasado, era la primera vez de Ethan y había sido con su mejor amiga, novia de su mejor amigo.
Ninguno de los dos fue capaz de mentirle a Diego, acordaron decirle de inmediato. Y lo hicieron, fue una de las pocas veces que Diego golpeó a alguien, con tal intensidad que Ethan se estuvo recuperando por días en casa. No se hablaron los tres por un año completo; lo primero que sucedió fue la reconciliación entre Diego y Emma, después pareció que el destino deseaba a los tres amigos juntos, ya que se encontraban en todos los lugares posibles y aun más cuando asistieron a la misma Universidad, en diferentes carreras.
Finalmente una tímida sonrisa llevó a la otra y Ethan le pidió por enésima vez perdón a Diego, quien esta vez, calmado y con Emma a su lado, escuchó a su amigo y lo perdonó. Desde entonces no se volvieron a separar y todo volvió a la normalidad.
Ethan no bebió una sola gota de alcohol después de darse cuenta de lo que había hecho con Emma a los 17 años, ya que mezclar aquella sustancia con sus pastillas, solo hacía que todo empeorara. También en ese entonces, su mundo se estabilizó, fue un año duro sin sus amigos y tuvo que aprender a salir adelante sin ellos, le sirvió para madurar.
—Perdí perdón por eso, Diego –dijo Ethan sin mirarlo, no era capaz de hacerlo cuando hablaban de ese tema, aun se sentía avergonzado y completamente cohibido al darse cuenta que había tenído su primera vez con su mejor amiga, a quien antes de eso consideraba que era un chico más, cosa que seguía pensando en el día de hoy, pero que el alcohol había alterado en ese entonces.
—Lo sé y sabes que no me agrada hablar de ello, pero tú te estás comportando como si fueras el ser más correcto en esta tierra y ambos sabemos que no es así, por lo menos Dana se merece el derecho a la duda ¿no? quizás estas siendo muy duro con ella y solo es una tontería lo relacionado con Gabriel, quizás él la esta acosando y no te quiere meter en ello ¡además eres un cara dura porque tú si la engañaste!
Ethan esta vez miró hacia el suelo, sintiendo como su corazón latía con fuerza, sabía que estaba rojo de vergüenza. Él si había engañado a Dana y no había tenido ni una sola gota de alcohol encima.
Sucedió en esos días cuando debía ser muy cuidadoso con ella, debido a que no deseaba presionarla ni nada por el estilo porque ella no había estado con ningún hombre. Bueno, él estaba inquieto y ella lo tenía vuelto loco, aun no se daba cuenta de que prácticamente estaba enamorado de su hermosa vecina. Sin embargo, la primera noche que durmió con ella, sin siquiera tocarla, noche que casi no durmió, llegó a su oficina y no se podía sacar de la cabeza la forma que tenía el cuerpo de ella, junto al suyo.
Zoe entró a su oficina con esos ojos coquetos y con un traje de oficina bastante sexy, no tuvo que decir nada. Ella cerró las persianas de su oficina y él se puso de pie, acercándose a ella como un león tras su presa.
Tuvo sexo con ella sobre el escritorio y en el sofá que había en la oficina. Fue salvaje y rápido, muy bueno para ambas partes. Sin embargo cuando ella atravesó la puerta y él se arreglaba los pantalones se sintió la peor basura del mundo.
¿Así se habrá sentido Emma años atrás? Se preguntó, sintiendo asco de sí mismo por lo que había hecho. No llevaba mucho tiempo con Dana, pero ella se estaba colando en su vida como si no fuera a ir a ningún lado.
Deicidió no decir palabra alguna a su novia, solo se lo contó a Diego porque no tenía a nadie más y necesitaba desahogarse. Esta vez su amigo le dio un golpe en la cabeza, negando con la suya y observando de forma triste a su amigo por lo que había hecho.
—Zoe ¿no? –Preguntó Diego, trayendo de vuelta la atención de Ethan a su departamento — ¿Qué vas hacer entonces? Porque yo no te acompañaré a buscarla si no vas a recuperarla y de paso le dices la verdad sobre esa secretaria que tienes.
—Eso fue a la semana de ser novios, nunca más pasó –quiso excusarse pero fue peor para Ethan.
— ¿Una semana? Ni aunque hubiese sido un día Ethan ¡le prometiste que no habría otra mujer cuando te encontró almorzando con Zoe! ¿No te acuerdas? Eso fue cuando recién estaban saliendo.
—Sí, lo sé.
— ¡Oh! ¿Sabes? Tú no te mereces a Dana, ella es mucho para ti.
Ambos se quedaron en silencio. Ethan se sentó en sofá, pensando en lo que había ocurrido el último día, todo había sucedido muy rápido y aun sentía su corazón destrozado por ver a su Dana con ese tal Gabriel. Aun así, no había tenido un comportamiento adecuado en su vida como para juzgar de esa manera a su novia. Los celos y el dolor lo habían cegado, había sido impulsivo y un idiota.
—Bien, acompáñame –dijo Ethan, poniéndose de pie –tenemos que encontrarla y haré que me diga todo sobre ese Gabriel, la verdad.
— ¿Y qué más? –quiso saber Diego, aun con sus brazos cruzados al nivel de su pecho.
—Si, también le diré lo que hice con Zoe.
Ambos salieron apresuradamente del departamento mientras que adentro quedaba Sophia, quien no había sido capaz de seguir a su humano Diego por quedarse con la boca abierta al saber que el humano Ethan había engañado a su amiga, a Dana, que había cortado sus alas, sufrido un dolor de mil demonios por ir a ayudarle y estar con él.
Sophia se había quedado al lado de Diego todo el tiempo, con una mano sobre su hombro para tratar de guiar las palabras de su humano hacia Ethan, para animarlo a ir tras Dana. Todo había salido perfectamente, pero en ese mismo segundo se arrepentía de haberlo hecho. Ese humano no se merecía a Dana como su pareja.
—Por Dios –susurró, aun sin salir del asombro, pensando que lo mejor era que su amiga Dana volviera con ellos ya que Ethan no era el correcto para ella ¡era un humano traidor!


Arial estaba sentada en el sofá donde siempre se ubicaba Adam. Estaba en su oficina mientras Lilia y su ángel caído arreglaban unos detalles en el club para poder abrir. Ella en cambio se había excusado con ir a buscar ciertos registros sobre las bebidas alcohólicas que habían pedido los inspectores que vinieron la semana pasada. Era mentira, ya que los había entregado en el momento de la supervisión habitual que hacían al club, pero deseaba dejar solos a sus amigos, ya que siempre les daba esas oportunidades cuando estaban los tres juntos.
—Presiento que será una noche tranquila –se dijo sonriendo, apoyando su cabeza en el respaldo del sofá. Cerró sus ojos, pero no los mantuvo así ni un solo segundo, ya que una luz fuerte e imponente pasó por su lado.
Abrió los ojos asustada y se encontró con Eric, que estaba apoyado en el escritorio, observándola con una sonrisa altanera. Esta vez el ángel llevaba de vestimenta            un traje blanco, con un cinturón negro, mismo color de sus zapatos. La chaqueta la llevaba abierta y podía ver la camisa con varios botones abiertos, donde dejaba ver una camiseta. Se veía guapísimo, pero ella jamás admitiría tal cosa en voz alta.
Ella se puso de pie, con su vestido negro, que la hacía ver aun más imponente, con su cabello rojo, lucía como un demonio digno de caer en tentación. Por lo menos esa fue la forma de pensar de Eric al verla.
—Iré por Adam –ni siquiera lo miró al hablar, se dirigió rápidamente a la puerta, pero él sonrió.
No había bajado por Adam, sino por ella.
—No –dijo Eric ahora apoyado en la puerta. Había sido mucho más rápido que la vista Nephilim de Arial, la asustó. Retrocedió unos pasos.
—Ni se te ocurra hacerme daño, Adam acabaría contigo y créeme, me sé defender.
Eric se carcajeó, era cierto que Arial lo irritaba de una forma impresionante, pero al mismo tiempo lo hacia reír como nadie había hecho en el pasado. Ella enojada llevó su mano hasta su muslo derecho, subiendo su vestido para sacar una cuchilla, que sabía usar bastante bien. Aquel movimiento hizo que Eric dejara de reír y no porque se viera amenazado, sino que había visto más piel que la adecuada en Arial y tuvo que mirar hacia un lado.
—No vengo a hacerte daño, si fuera así lo habría hecho hace tiempo.
—Eres un Arcángel, ustedes siempre quieren hacernos daño.
Eric era un Dominacion y escuchar a Arial diciendo que él tenía un grado… bastante menor, no le gustó. La miró con esos fríos ojos que le daba solo a ella, quien lo hacía enojar de verdad. Ni siquiera Dana tenía ese poder en él, que lo volvía loco de preocupación cada vez que estaba cerca de Gabriel.
Arial notó que esta vez llevaba su cabello negro suelto, es por eso que unos mechones se le vinieron a la cara. Lo quedó mirando sonriente, ella sabía muy bien cuál era la categoría de Eric, pero le gustaba molestarlo porque él era muy temperamental para ser un ángel.
— ¿Qué quieres, ángel? –dijo ella de forma despectiva. Sin duda decirle a alguien de esa forma debería ser un cumplido, pero para Arial era simplemente un sinónimo de la palabra “idiota”
—Esta noche sucederán hechos interesantes, necesito que estés junto a Dana durante toda la noche para que la ayudes ¿es eso posible? Eres su amiga, así que espero que puedas cumplir con ello.
—Dana está en su departamento, teniendo una vida feliz con Ethan, así que no creo que venga esta noche y yo no iré a meterme a su cama mientras ellos están teniendo…
— ¡Basta! –le dijo con el ceño fruncido — ¿Cuál es la idea? Eres siempre tan explícita, eso no es adecuado para una mujer.
—Pensé que siendo un ángel, no eras machista, estoy equivocada.
—Oh, no tengo tiempo para esto –dijo molesto — ¿harás lo que te pido o no?
—Claro, si es para ayudar a Dana, cuenta conmigo –se quedó unos segundos mirando a Eric, notando que él esta vez había bajado a la tierra mucho más guapo. Llevó su cuchilla hasta su muslo de nuevo, notando que él miraba hacia otro lado cuando hacía eso –Pero, debes decirme qué ha sucedido.
—Lo sabrás a su debido tiempo.
Lo peor que podían decirle  a la parte Nephilim de Arial, era que habían secretos para ella, los odiaba, era buena guardándolos, pero deseaba saber todo. No le costó demasiado saber a qué se refería.
Eric no conocía el poder de Arial y cuando la vio acercándose a él de forma seductora, se quedó de una pieza. Para su propia sorpresa, no supo enfrentar esa mirada que ella le entregaba.
Estaban a un paso de distancia cuando los ojos rojos de ella brillaron y una marca del mismo color aparecía bajo sus ojos hasta perderse en su cabello de fuego. Dejó crecer los colmillos y estaba dispuesta a morder a Eric, quien alcanzó a reaccionar.
El Dominacion se movió con rapidez, ubicándose detrás de ella y rodeándola con sus brazos, inmovilizándola, en parte.
—No puedes jugar con alguien como yo –le dijo a su oído –he acabado con seres peores que tú, Arial.
Ella sonrió, sabía que Eric era muy fuerte, tanto que ni siquiera sentiría un rasguño cuando ella lo hiriera. De todas formas al sentir los brazos de aquel ángel rodeándola, su corazón se disparó y sus mejillas se volvieron coloradas. Para cuando el habló en su oído, sus ojos se cerraron, pero cuando se dio cuenta de lo que hacía, volvió a mostrar sus ojos carmesí.
— ¿Por qué me puedes tocar así? ¿No me debería quemar tu tacto? –dijo girando su rostro hacia él. Era un poco más baja que Eric, quedaba perfectamente apoyando su cabeza en el hombro de él, por eso cuando habló, su aliento chocó con la sensible piel del ángel –Gabriel cuando tocaba a Dana se quemaba.
—Es porque eres en parte humana –dijo mirándola, tomando detalle de los labios de ella, carnosos, entreabiertos y dejando expuestos sus colmillos.
—Eric  ¿Por qué me miras así, con esos ojos verdes que tienes? –ella sonrió, notando como los ojos esmeraldas de él se habían oscurecidos al fijarse en su boca.
Él aflojó un poco el agarre que tenía alrededor de ella, momento que Arial aprovechó para enterrar sin ningún remordimiento el muslo derecho de Eric, logrando enterrar sus uñas en la pierna del ángel que abrió consternado sus ojos al darse cuenta lo que ella había hecho.
La soltó y se alejó mientras que ella se giraba hacia él y llevaba lentamente un dedo a su boca, el cual sorbió sin dejar de mirar a Eric. Solo una gota bastaba para descubrir todos los secretos de esa persona.
Ciento de imágenes comenzaron a pasar por la cabeza de Arial, una tras otra, cada una de ellas con gran importancia. A medida que observaba la vida de Eric en su mente, sus ojos dejaron de brillar con tal intensidad, sus colmillos volvieron a la normalidad, igual que sus uñas y las marcas de sus ojos.
— ¡Ethan rompió con Dana! ¿Pero quien se cree ese humano de pacotilla? –Dijo alterada Arial, sorprendida de las últimas imágenes que había visto — ¡Dios! ¿Es qué se golpeó de pequeño?
— ¡Tú! –Le gritó enojado Eric a Arial — ¿sabes lo que has hecho?
Sin más llegó hasta donde estaba ella, la tomó de los hombros y la acorraló contra la pared, de forma brusca, provocándole dolor a la Nephilim.
— ¡Suéltame! ¡Suéltame, ahora! –le gritó, moviéndose entre las manos de Eric que eran mucho más fuertes que sus intentos de escapar.
— ¡Herir a un ángel te condena directamente al infierno, Arial! ¡¿Eres estúpida o qué?! –Le gritó él enojado — ¿Qué has hecho?
—Basta con el dramatismo, ya estoy condenada ¿no lo sabías? Soy una Nephilim, mitad demonio, mitad humana y…
— ¡Cállate! ¿No entiendes? Adam se querrá morir ¡todo lo que ha hecho por ustedes!
— ¡Cállate tú! –le respondió, moviendo sus brazos para empujarlo, pero él la tomó de las muñecas y la dejó al nivel de su cabeza apoyadas en la pared –Adam puede hacer lo que se le antoje, yo tengo mi vida y mis propias creencias. He eliminado a Arcángeles, Eric, te dije que ya estoy condenada.
—Eso ha sido por defensa propia.
Ambos se quedaron en silencio al darse cuenta de esas palabras. Él estaba justificando a la Nephilim que había acabado con los suyos.
—Oh, demonios –susurró Eric, sintiendo el peso de lo que había dicho. Volvió a concentrarse en Arial, que lo observaba con eso ojos rojos, tan anormales como atrayentes. Ni siquiera se dio cuenta de lo que estaba haciendo cuando se acercó a ella.
Sin ningún preámbulo, ni ningún juego de seducción, sin siquiera ser cuidadoso, Eric plantó sus labios en los de Arial de forma tosca e inexperta. Nunca había besado a nadie en todos sus años de existencia.
La Nephilim abrió los ojos sorprendida, mientras él no dejaba de observarla al mismo tiempo que mantenía sus labios junto a los de ella. El agarre de Eric aflojó en sus manos y si ella deseaba podía liberarse. Sin embargo, no lo hizo, liberó su mano izquierda de Eric y la llevó hasta el mentón del Dominación que la tenía acorralada.
Ella había visto todos los secretos de Eric y sabía que a él siempre le habían llamado la atención los besos humanos, pero era algo que jamás admitiría a alguien, era una conducta inadecuada para un ángel. Actitud que él despreciaba, pero trataba de entender.
Con su pulgar Arial abrió un poco la boca de Eric, justo lo necesario para comenzar a mover sus labios contra los de él.
A Eric no le costó tomar el ritmo de aquel beso y acercó a ella aun más, deseando obtener más de aquella agradable sensación que la Nephilim le estaba proporcionando.
Ambos se envolvieron en un beso que jamás olvidarían, uno que había alterado la respiración de ambos, además por primera vez para Eric su corazón latía con una rapidez increíble. Sin embargo aquello no duró mucho, para cuando Arial se liberó de su otra mano y llevó ambas hasta la cadera de Eric, él se puso alerta, pero no se alejó de ella hasta que sintió sus manos meterse bajo su camisa.
De un salto Eric se alejó de ella, dándole la espalda y con sus alas completamente extendidas. Arial tenía sus ojos vidriosos por lo increíble que había sido besar a aquel ángel que ahora le daba la espalda, el mismo que se sentía miserable en ese preciso momento por haber caído ante una Nephilim, aunque solo hubiese sido un beso.
—Esto fue un error y no se volverá a repetir –dijo él, sin girarse a verla.
Ella llevó su mano a la boca, sintiendo como sus labios estaban inflamados por el  beso que acababa de dar y recibir. Aun así, su orgullo fue herido al escuchar como el ángel se arrepentía de ello.
Antes de poder pronunciar  palabra alguna, la puerta de la oficina se abrió de forma brusca, dejando a un Adam ofuscado ante ellos, que inevitablemente se sorprendió de encontrar a Eric y Arial en su oficina, en silencio… siendo que ellos se llevaban como perros y gatos.
—A diferencia de lo que pensábamos –dijo Eric, mirando hacia el fuego de la chimenea –al amanecer estará el veredicto de los Serafines sobre la situación de Dana.
Sin decir otra palabra, se elevó, desaparecieron de la vista de Arial y Adam. Este último miró con el ceño fruncido a la Nephilim.
— ¿Qué le hiciste a Eric?
— ¿Yo? –dijo ella sorprendida, recordando el beso –naaaada –susurró alargando la palabra.


Thomas se sentó junto a Lilia, que había dejado a Adam por ir a encontrar a su amigo Nephilim, que había entrado junto a una manada de humanos que deseaba pasar la noche bailando y bebiendo. Ambos Nephilim se sentaron en una de las mesas, cada uno con un trago que Lucy, la barwoman había traído para ellos. La chica de cabello largo y negro le cerró un ojo a Lilia al ver que estaba con Thomas, la Nephilim se sonrojo y negó.
— ¿Qué haces por acá? Nunca sales –dijo de inmediato Lilia.
—Sí, fue una de las razones para que terminaras conmigo ¿no? además del ángel caído que esta camino a su oficina.
—Oh, calla –dijo ella haciendo una seña con su mano. Ambos sabían que esa no era una broma, realmente su relación había acabado por el ángel caído.
—Te ves muy guapa ¿sigues ayudando a Adam con el Lucifer, no?
—Arial y yo.
Ella esta noche había elegido algo más cómodo, unos pantalones rosa con una camiseta gris y una chaqueta de un tono más oscuro. Llevaba tacos. En cambio Thomas vestía como muy pocas veces, casual, con unos pantalones de tela claros y un suéter azul eléctrico. A Lilia le encantaba que él se vistiera así ya que siempre usaba trajes de etiqueta.
—Me he venido a divertir, parece que esta noche será entretenida.
Ella lo miró curiosa, él nunca salía a divertirse y si lo hacía, no iba al Lucifer.
— ¿Con quién crees que estás hablando, Tom? –él sonrió.
—Nuestra amiga Dana puede que tenga problemas esta noche, es por eso que he venido.
— ¿De qué estás hablando? –ella de inmediato se preocupó, Thomas no jugaba con temas como esos.
—Si te acercas un poco más, pueda que te susurre en tu hermosa oreja –ella puso los ojos en blanco y se acercó a él —He estado dando vueltas por el lado del mal, un poco más de la cuenta, ciertos demonios me han informado que hoy Gabriel piensa atacar a Ethan Harris ¿lo conoces? Supuse que era el humano de Dana.
Ella se giró a verlo cuando dejó de hablarle a su oreja, ambos quedaron a centímetros de distancia.
—Lo es ¿Por qué eso te incumbe? –él sonrió de nuevo, pero de esta vez de una forma que ella conocía muy bien. Esa sonrisa significaba que Thomas tenía algo grande entre manos.
—Si me das un beso te lo digo.
— ¡Oh, vamos! Ya no estamos para estos juegos –él se alejó, sentándose de forma recta sobre banco.
—No te lo diré entonces.
Ella sabía que hablaba en serio, así que se quedó unos segundos pensando en la posibilidad de besarlo. Ciertamente no estaba atada a nadie, así que no vio problema en un par de besos, porque sabía muy bien que él reclamaría por más.
—Bien, pero debes saber que esto es muy inmaduro de tu parte, te comportas como un niño cuando quieres.
Él sonrió y se acercó de nuevo a ella, besando su mejilla.
—Debes saber que hay una apasionada historia entre Dana y Gabriel, él solo desea recuperar lo que es suyo.
Lilia abrió los ojos sorprendida, tanto porque solo había recibido un beso en su mejilla como por la información que le estaba diciendo Tom.
— ¿De dónde sacaste eso?
Él esta vez la beso un poco más cerca de sus labios. Como era de esperarse ella sonrió, deseando que pronto besara sus labios, sabía muy bien que era un experto besando.
—Rumores infernales, ya sabes… los integrantes de La Elite van mucho al Mercado Negro, no son muy fanáticos de Gabriel –esta vez fue ella la que se acercó con su banco a él –ese demonio cuando fue arcángel acabo con muchos de sus compañeros.
—Sí, no deberías hacer tantos tratos con los de abajo. Es peligroso para tu alma, cuéntame más.
Thomas acarició el cuello de Lilia mientras observaba sus hermosos ojos violetas. Ella siempre se había preocupado de que no cruzara mucho hacia la línea del mal, pero era hijo de su padre y era inevitable. Ser hijo de un demonio era muy complejo, pero eso no significaba que debe caer en el bando de la Oscuridad.
—Tu deuda ira subiendo ¿estás dispuesta?
—Acepto, dime –dijo ella sonrojándose. Thomas era el único además de Adam que lograba esos efectos en ella, sabía que con el Nephilim era algo superficial, que tenía cierta atracción a la que nadie podía dar la espalda.
—Podríamos decir que Dana tiene una historia que comienza hace muchos años atrás, desde que fue humana –los ojos de Lilia se abrieron sorprendidos ante aquella información.
— ¿Y qué sucede con eso? ¿Qué tiene que ver Gabriel en ello?
—Esas son dos preguntas Lilia.
—Tom, vamos dime –él sonrió, extrañaba jugar con Lilia –por los viejos tiempos.
—Tiempos que habrá que recordar en la actualidad para que yo responda a tus preguntas, pero te lo diré.
Él se acercó a ella y sin más plantó sus labios en los de Lilia que no pudo evitar sonreír ante aquel acto y responder como siempre lo hacía. Thomas era su talón de Aquiles, ese Nephilim era muy poderoso, podía manejar la percepción de los demás y ella tenía muy en claro que él la manipulaba. No le molestaba porque se sentía muy bien, todo su cuerpo subía de temperatura cuando él lo deseaba, es por eso que mantuvo una relación con él, ya que le demostró que podía sentir por alguien más lo que deseaba de Adam, sentimiento que con el tiempo se mantenía hacia Thomas sin ser inducida a él.
Sus labios se movieron contra los de él por unos segundos, ya que él se separó de ella. Para cuando lo hizo, Lilia pudo ver a la distancia como Adam la observaba con los brazos cruzados, en el otro extremo del club. Ella pudo notar cómo se enfurecía, pero no le dio importancia, él le había dejado todo muy claro.
— ¿Sabes que Gabriel tiene las Marcas en su brazo derecho?
—Claro –respondió ella, volviendo a Thomas –aunque no las muestra mucho.
— ¿Lo has visto desnudo? –ella se rió ante el tono de voz que uso el Nephilim.
—Por supuesto que no, pero si lo he visto con camisetas, a veces se ven.
—El tuvo ese líquido que le regalé a Dana mucho antes, cubrió sus marcas cuando ambos estuvieron en la tierra de los ángeles… él fue un ángel caído, se arrepintió ante Dios y volvió a su ejército.
—Thomas, eso… eso Dana no lo sabe ¿Cómo? ¡No entiendo nada! ¿Entonces Gabriel conoció a Dana en la tierra de los ángeles cuando volvió como un Arrepentido?
Los Arrepentidos eran los ángeles caídos que se retractaban de todo pecado cometido, los Serafines los llevaban a una ceremonia que los limpiaba de todo error, de esa forma podían volver al bando de la Luz y ejercer su misión según la categoría en la que estaban.
—Esta es la mejor parte –aclaró Thomas, mirando a Lilia con sus ojos brillando ante la expectación de decirle la historia de Gabriel –Dana fue quien hizo caer a Gabriel.
— ¡¿Qué?! Eso solo puede significar una cosa, fue por amor, los ángeles no caen por tonterías –Lilia abrió la boca, sin poder creer todo lo que estaba ocurriendo –ella no nos dijo nada de esto –dijo la Nephilim.
—Lilia, es una historia bastante trágica si lo piensas bien.
—Horriblemente trágica, y ahora Dana está enamorada de otro, de Ethan, que también la adora.
—No tanto –susurró Thomas, pensando en que esa relación había acabado –pues hoy han terminado todo noviazgo.
Lilia llevó sus manos a su rostro, sin poder creer lo que escuchaba.
—No sé de donde sacas toda esta información Tom, explícate.
—Estar en mi posición es una gran ventaja Lilia.
La sonrisa de ambos desapareció, ya que se dieron cuenta al mismo tiempo que Gabriel entraba al Lucifer, sonriendo y acompañado de Liam. A este último ni Thomas o Lilia lo podían ver, había hecho sufrir a Arial de la peor forma, rompiendo su corazón.


Ethan seguía marcando al número de Dana, pero no le contestaba, lo enviaba directamente al buzón de voz. A su lado estaba Diego, ambos esperando en la fila del Lucifer para poder entrar. Le habían explicado al guardia que necesitaban hablar con Adam, pero no los tomó en cuenta. No tuvieron otra opción que ir a la larga cola que había en el club.
Para cuando Ethan levantó la cabeza y observó cuanto faltaba para llegar a la entrada, pudo observar que un hombre alto, de cabello oscuro y de abrigo negro, bastante elegante, hablaba con el guardia. Gabriel.
No le costó reconocerlo ya que deseaba romperle la cara, si no fuera por su existencia su vida no estaría llena de problemas como estaba hora.
—Ese es –dijo Ethan dándole un codazo a Diego para que mirara hacia adelante.
— ¿El tipo qué fue al departamento de Dana? –preguntó él.
—Sí.
Gabriel miró hacia donde estaban ellos y después entró al club, seguido de un rubio que lucía tan pálido como su antecesor.
—Se ve un tanto raro ¿tiene anemia? –dijo Diego riendo, pensando en que era demasiado pálido.
Antes que Ethan pudiera responder su broma, el orangután que había de guardia en la entrada, se acercó hasta donde estaban ellos.
—Bien, pueden pasar.
Ambos se miraron curiosos, a Ethan no le costó entender que Gabriel había hablado con el guardia para que pudieran ingresar al club. Era tiempo de arreglar las cosas hombre a hombre, Dana era suya y no iba a permitir que ningún idiota tratara de arrebatársela.
—Vamos, Diego.
Siguieron al guardia tras los reclamos de las demás personas que estaban en la fila, pero le importó un comino. Pudo leer en la camiseta del orangután que su nombre era Sam.
Al entrar, la banda que estaba haciendo tributo a U2 comenzó a tocar Electrical Storm, por eso el club estaba completamente lleno. Todos cantando y moviendo sus manos al ritmo de la música.
Sam les indicó con el dedo a donde estaba Gabriel, ya que les dijo que tenían que reunirse con él.
—Gracias –dijo Diego, mirando confundido a Ethan — ¿Qué demonios quiere ese tipo contigo? ¿Planear un trió con Dana?
—Cállate –le dijo dando un golpe a su amigo –no tengo la menor idea, pero tú me esperas acá.
— ¿Qué? Ni loco, ese tipo está con ese rubio, yo voy contigo… demonios Ethan, ese no luce como el amante de Dana, más bien luce como alguien que le puede hacer daño. Parece peligroso ¿Cómo se te ocurrió dejarla esa noche?
Ethan no dijo nada, solo se quedó mirando a Gabriel mientras sentía que deseaba destrozarle la cara, toda la furia que le provocó verlo en el departamento de su novia, volvía, con mayor intensidad y más descontrol.
—Espera acá.
—No, te acompañaré, pero me quedaré a unas mesas de donde estarán –dijo Diego, notando que el rubio iba hacia la pista, donde todos estaban atentos a la banda de música.
Ethan bajó primero y caminó decidido a donde se encontraba Gabriel, era la primera vez que se veían cara a cara, solo los dos y por alguna razón, sentía que conocía a ese tipo de algún lugar. Estaba sentado en uno de los sofás circulares que tenían una mesa en el centro.
—Te estás comportando como un hombre por lo visto –dijo el demonio, mirando de forma entretenida a Ethan.
—Cuida tus palabras, no me molestaría romperte la cara en este momento –eso hizo reír a Gabriel, lo que no ayudó en nada al temperamento de Ethan.
—Siéntate, toma un trago conmigo.
—No voy a beber, ni me sentaré contigo. Quiero que me digas en este momento cuál es tu relación con Dana.
— ¿Tu ex novia? Ya que tengo entendido que terminaste con ella cuando te diste cuenta que estuve en su departamento mientras supuestamente tú dormías, pero ambos sabemos que eso no es así ¿cierto? Me pregunto ¿Por qué no me enfrentaste ahí? Personalmente habría acabado contigo si te encuentro en la casa de mi novia, más si ella es Dana.
Los puños de Ethan se formaron con rapidez, presionando sus dedos contra las palmas de su mano a tal punto que se detuvo porque le dolió.
—Responde a mi pregunta ¿tienes o no algo con Dana? –Gabriel abrió los botones de su abrigo, dejando su camisa negra al descubierto. Apoyó su brazo en el sofá, mientras Ethan lo seguía observando, de pie a unos metros de distancia.
—Define “algo” humano, porque sin duda algo pasa con ella ¿quieres preguntar si pasa “algo”? –dijo haciendo las comillas con sus dedos.
Para Ethan no pasó desapercibido que lo llamara “humano”, Dana también usaba esa denominación a veces, pero nunca había pensando en ello por más de tres segundos. No supo el motivo, pero las marcas que vio en la mano de Dana vinieron a su mente.
—Te gusta jugar ¿no? –Ethan se relajó por unos segundos, dándose cuenta que este hombre no podía ser amante de su Dana, no tenía relación alguna con la personalidad de ella, por eso aquella noche había actuado tan diferente a como ella la conocía. Este tipo era un peligro para Dana.
— ¿A quién no? Sin duda a Dana también le gusta.
Ethan sonrió, sintiendo un alivio que jamás pensó tener en un lugar como ese, hablando con aquel hombre.
—Tú no tienes relación alguna con Dana, ese es tu problema. Te lo advierto, si te acercas a ella de nuevo, si intentas molestarla, voy a enojarme y no me molesto con facilidad, así que cuando lo hago… aprovecho de liberar mi estrés.
Gabriel frunció el ceño, un tanto entretenido porque Ethan se atrevía a amenazarlo, estaba seguro que si supiera su real naturaleza no estaría ahí y ni siquiera se acordaría de Dana para no tener más problemas. Pero Lucifer quería a ese chico y él siempre le daba a su jefe lo que deseaba.
—Que no te engañe su cara de ángel –aclaró Gabriel, pensando que esas palabras le habrían servido años atrás — ¿quieres saber si la he besado? ¿Si he tenido algún otro tipo de relación con ella? Porque es así, no te confundas… ¿quieres una prueba? Tan solo me tienes que acompañar afuera, cruzar la puerta trasera de este infierno y verlo por ti mismo cuando llegue el momento.
— ¿Tú crees que soy idiota? –Gabriel puso los ojos blanco, ya se estaba aburriendo.
— ¿Me vas a decir que no te has dado cuenta de las mentiras que ella te dice? ¿De los secretos que tiene? ¿De esas armas bajo la cama, de las marcas en su mano? Pues mira.
Los labios de Ethan se separaron al ver que Gabriel subía la manga de su brazo derecho y mostraba unas marcas negras, estas eran como si alguien hubiera escrito en un antiguo idioma, eran del mismo color de las que vio en la mano de su Dana.
— ¿Y ahora? ¿Vienes o no? –Gabriel se puso de pie, esperando una respuesta del humano –créeme, no te arrepentirás.
Por un momento Ethan sintió que estaba siendo observado y sin duda era cierto. Adam estaba con Arial mirando desde la puerta de su oficina, sin saber qué hacer para no tomar partido de un lado, sin aumentar las sospechas que Ethan tenía. Por otro lado estaba Thomas y Lilia, que esperaban atentos a que llegara en cualquier momento Dana y sacara de ahí a su humano, pero nada ocurría.
Sin embargo, nadie tampoco deseaba hacer algo, ya que pensaban que lo correcto era que Ethan se enterara del mundo que había a su alrededor.
—Está bien.
Ethan asintió y miró a Diego para indicarle que lo esperara. Gabriel dio media vuelta y se dirigió hacia la puerta trasera que había en el club, detrás lo siguió Ethan mientras todos tenían los nervios de punta, nadie podía hacer nada en el Lucifer, Adam lo había aclarado desde la creación del club, décadas atrás.
Cuando desaparecieron por la puerta trasera, todos comenzaron a moverse, nadie quería que Ethan saliera herido o sino Dana moriría de pena. Thomas le entregó a Lilia ciertos utensilios que podría usar si se enfrentaban al demonio. Arial corrió hacia la entrada del Lucifer para ir en busca de Dana mientras que al mismo tiempo Adam con una seña les indicó a Lucy e Isaac que salieran de detrás de la barra. Estos se miraron y sin más saltaron la barra, para meterse por otra de las salidas traseras del club, sus camisetas negras estaban rasgadas en la espalda.


Dana después de conversar con Sebastián y darse cuenta de lo que estaba ocurriendo, fue volando hacia donde podía encontrarse Ethan, pero en el departamento nadie abrió. Fue hasta el suyo, en busca de su celular. Encontró varias llamadas perdidas de su humano, de Adam e incluso de Arial. Había un mensaje.
“Estoy en el Lucifer, por favor contéstame. Necesito hablar contigo”
Había sido enviado hace quince minutos.
El ángel caído ni siquiera subió a la azotea para poder entregarse al vuelo, sino que abrió ventana de su sala y saltó al vacío, expandiendo sus alas y elevándose por los aires en busca del club. No demoró en ubicarse espacialmente para ir detrás de Ethan, que estaba en peligro. Voló tan rápido como sus alas se lo permitieron, por lo que un par de segundos después ya estaba dejándose caer a un par de cuadras del Lucifer.
Corrió como si el mismo Satanás la persiguiera y sintió gran alivio al ver que Arial salía del Lucifer, mirando hacia todos lados, cuando sus miradas se encontraron, el alivio que sintió desapareció tan rápido como llegó. Arial estaba preocupada.
— ¡Vamos! ¡Lo ha llevado a la parte trasera del club!
— ¿Nadie hizo nada? –dijo ella enojada, sin poder creer que permitieran que Gabriel se llevara a Ethan.
— ¡Claro que no! Es el Lucifer, aquí nadie hace nada por el bien o el mal.
Dana no se detuvo a discutir con Arial, entraron corriendo al club y al ver que estaba lleno de gente y que perderían varios minutos tratando de atravesar la pista, a Dana le importó un comino el club y todos los humanos que ahí se encontraban. Exactamente como ella pensaba que a Adam no le importaba Ethan o ella.
Gracias al cielo, estando en la oscuridad, las personas no vieron cuando ella expandió sus alas y sin ningún preámbulo se lanzó desde esa altura, volando entre las personas que gritaron de emoción al creer que ese ángel, era parte del espectáculo.
Al ser un ángel caído debía tener extremo cuidado ya que estaba expuesta a la vista de cualquier humano.
Arial se quedó boca abierta al ver lo que había hecho Dana. Miró a sus lados y notó que todos gritaban emocionados, sin darle real importancia a lo sucedido, creyendo que era parte del espectáculo. Agradeció a quien fuera que había ayudado en ello y comenzó a correr entre las personas, tratando de llegar a Dana que ya había escondido sus alas en la oscuridad y estaba pronta a cruzar la puerta trasera. Arial supo que tenía que ayudarla, exactamente como Eric le había pedido.

Dana abrió la puerta y se mezcló en la oscuridad que ese callejón proporcionaba. No le costó encontrar a Ethan, mirándose frente a frente con Gabriel, quien se estaba deshaciendo de su abrigo sin ninguna explicación.
— ¿Qué sucede ahora? –le preguntó Ethan, sin ver nada especial en aquel callejón, se sentía un idiota por haber sido traído hasta ahí –me lar…
Los ojos de Ethan se abrieron con sorpresa cuando de un momento a otro vio que a Gabriel le aparecían unos colmillos bastante llamativos para ser humanos, al mismo tiempo que sus ojos se volvieron rojos como la sangre.
—Humanos, nunca han sido muy inteligentes –dijo sonriendo Gabriel.
— ¡Detente ahora mismo!
Ethan se giró hacia atrás, al escuchar a Dana. Ella venía con una expresión que le dio escalofríos, pálida como el tipo que tenía al frente suyo con colmillos. Trató de ir hasta donde ella para protegerla, pero la llegada de otro hombre llamó su atención. Era el rubio que había acompañado a Gabriel en la entrada del Lucifer, le sonrió de manera frívola a Ethan, mostrándole los mismo dientes que Gabriel.
— ¿Qué demonios…?
No pudo decir nada más, sus ojos se abrieron sorprendidos cuando sin previo aviso dos alas gigantescas aparecían ante él, eran de fuego, amenazantes flameaban muy cerca de las paredes.
Sin embargo todo pareció empeorar de un segundo a otro, ya que cuando quiso ir por Dana para sacarla de ese lugar sintió que la vida se le iba hasta los pies.
Los focos de luces que había en ese callejón se prendieron gracias a que Liam los había activado, pero aunque no hubiera luz, Ethan habría visto aun en aquella oscuridad las alas que salían de Dana.
El único humano en ese lugar, retrocedió unos pasos, sin poder creer lo que veía. Las armas que había encontrado bajo la cama de su Dana ahora iban adherida a sus manos y brazo derecho. En donde habían marcas como las que Gabriel le había mostrado, pero están eran gruesas líneas que llegaban hasta envolver sus dedos.
Unos fuertes brazos se apoderaron de los hombros de Ethan. Gabriel tomó con brusquedad el cabello y lo tiró de tal forma que flexionó su cuello, exponiendo sus venas y arterias para ser mordidas por el vampiro.
—Te dije que te mostraría pruebas ¿no? –rió de forma macabra.
Dana no esperó ni un segundo más ante la imagen que había al frente suyo, luego le explicaría a Ethan lo que sucedía.
Con sus alas voló hacia donde estaba Ethan, dispuesta a acabar con Gabriel, aunque supiera que no tenía oportunidad. Iba directo hacia donde estaban los dos hombres más importantes de su existencia cuando el rubio, Liam, se atravesó en su camino dispuesto a herirla.
Ella no se reconoció cuando atacó a aquel vampiro.
Esquivó el golpe de Liam como si toda su vida hubiera estado luchando, se agachó de tal forma, apoyándose en su pierna mientras estiraba la otra, escondiendo sus alas y usando esa libertad para poder hacer caer al vampiro. Luego se puso de pie en una fracción de segundo y golpeó el abdomen de su enemigo de forma dura, solo un movimiento bastó para que Liam vomitara sangre  color negro.
Dana trató de ir hacia donde estaba Gabriel, que miraba como su pequeña angelito luchaba con los movimientos que él le había enseñado, aunque mantenía la fiereza que la caracterizaba de humana.
Liam cometió el grave error de seguir luchando, se puso de pie, enfurecido de que Dana hubiera acabado con él. Trató de atacarla por la espalda.
La expresión de miedo que puso Ethan alertó a Dana, ella se giró hacia su lado derecho y sin compasión hizo que su araña de hierro, acabara con la cabeza de Liam. El cuerpo del vampiro cayó de rodillas, sin cabeza, pero faltaba un detalle más. Ella llena de furia hizo que una de sus Shuriken atravesara el pecho de Liam, justo en su negro corazón.
Arial tuvo que apoyarse en el muro que estaba cerca de ella al ver como su antiguo amor era asesinado por su amiga.
Lilia en cambio vio una de las botellas que Thomas le había entregado y corrió detrás de Liam para arrojarse aquella agua bendita que acabaría con toda posibilidad de revivir.
En cambio, tanto Gabriel como Ethan estaban en shock debido al cambio de planes. El primero no pensaba que ella asesinaría al vampiro, jamás pensó que ella tendría esas agallas; sonrió orgulloso.
Ethan no podía procesar nada y menos lo hizo cuando Gabriel lo lanzó contra el muro, haciendo que golpeara su cabeza de forma dura, logrando acabar con su conciencia. Su cuerpo quedó en el suelo.
Dana se fue acercando a Gabriel, escuchando que los latidos de Ethan seguían su compás normal. Cada paso que daba hacia el demonio, su furia iba aumentando. Dejó que sus alas se expandieran y corrió hacia donde se encontraba el demonio, preparada para acabar con él.
Sin embargo solo llegó a unos centímetro de él, Gabriel se movió con una rapidez impresionante y rodeó el cuello de Dana mientras que con el otro brazo rodeó su cintura, sin causarle daño, pero inmovilizándola.
—Oh, mi pequeña angelito, no sabes cuan orgulloso estoy de ti. Acabaste con Liam, no sabes lo molesto que me era.
— ¡Juro por Él que acabaré contigo, Demonio! –le gritó enojada, tratando de zafarse de su agarre.
—Sí, bueno, no creo que arriba consideren tus juramentos como algo serio. Juraste estar en el ejercito de Dios y acabaste fornicando con un humano… estas marcas lo demuestran –dijo él, acariciando el brazo derecho de la ángel caído.
— ¡Maldito, calla de una buena vez! –dijo enfurecida, frustrada por no poder escapar de Gabriel.
—Te dije que serías mía, amor –ella no pudo imaginar lo que siguió después.
Las alas de fuego los rodearon por completo, cubriéndola de lo que había más allá de treinta centímetros. Gabriel sin desperdiciar el tiempo, clavó sus dientes en ella, bebiendo de su sangre y regocijándose de dicho sabor.

Arial reaccionando ante lo que observaba corrió hacia donde estaba Gabriel que cubría a Dana con aquel fuego, pero al usar sus alas de esa forma, dejaba expuesta parte de su espalda y cabeza. Sacó una cuchilla de su muslo y se la lanzó al nivel del cuello. Justo cuando faltaba poco para que diera contra la blanca piel de Gabriel, una llama de fuego apareció desde las alas del demonio y lanzó la cuchilla lejos.
No tuvo otra opción, debía pelear cuerpo a cuerpo para que ese demonio dejara de beber la sangre de su amiga.
Lilia en cambio sacó una pistola de su espalda, hecha de pura plata, justa para dañar a los vampiros. Le dio dos disparos, justo en cada pierna.
Funcionó.
Gabriel se quejó de dolor como si hubiera sentido un par de piquetes. Liberó a Dana, el cuerpo de su pequeña angelito cayó en el suelo sin rastro de vida. Se giró hacia las Nephilim, las hubiera matado si no fueran hijas de demonios tan importantes, incluso más que él. Dejó caer el cuerpo de Dana y caminó hacia las Nephilim, pero todo se detuvo cuando Adam apareció con sus alas grises, obstruyendo el camino hacia Arial y Lilia.
—Esto se acaba aquí Gabriel.
— ¡No interfieras! –gritó enojado, pero al perder aquel segundo hablando, dos pares de alas pasaron por sus lados.
Un ángel de blancas alas, Isaac, tomó el cuerpo de Ethan y voló antes de que Gabriel pudiera hacer algo. Lo mismo sucedió con Lucy, quien se encargó del cuerpo Dana. Ambos volaron tan rápido como pudieron.
—Ya se acabó tu juego, vete de aquí y recomiendo a que no vuelvas al Lucifer  –dijo Adam.
Gabriel dio unos pasos hacia atrás, sintiendo como el dolor de sus piernas comenzaba a expandirse. La plata si podía hacerle más que solo un leve dolor. El demonio hizo que sus alas lo rodearan, desapareció entre el fuego, de la vista de las Nephilim y del ángel caído.
—Ahora solo Dios sabe lo que sucederá –dijo Adam, escondiendo sus alas y mirando a sus Nephilim, sanas y salvas.
Gabriel apareció cerca de su nuevo objetivo, sonriendo y sintiéndose aliviado de que todo estuviera saliendo como lo había planeado. Se deshizo de las balas de plata y las arrojó lejos, su piel se regenero en cosa de segundos.
—Hora de la última escena.

 ¡Hello! realmente pensé que iba a subir en un mes mas, estoy tan feliz por sus comentarios *-* ya que si vamos asi podremos hacer la segunda temporada. Creo que quedan como dos capis o algo asi, no lo sé. En fin, muchas gracias, me encanta como han reaccionado a la historia. Espero que esten super duper bien y muchas gracias por leer. Tambien darle las gracias a Iria por la correción, como siempre, suuuper rapida.

23 Lectores:

  1. todo lo que dire es wooooow :o
    excelente cap

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  2. queeeeeeeeeeeeeee???? como que acaba ahi!!! quiero saber que es lo que pasara entre Dana y Gabriel, ahora que el tomo su sangre.
    que mal forma de enterarse Ethan que Dana es Angel, ademas quier saber que pasara despues!!!

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  3. NOOOOOOOOOOOOOOOOOOO O_O shock wn! estoy en shock! Gabriiiel maldito >:c como fue caapaz de morder a nuestra Dana >:c infeliz! y Ethan D: se los llevaron !! D: tatita dios los va a a a a ... retar :c (iba a decir otra cosa pero sonaba muy ordi :x ) y jkasdhkjdhaskjhkajd Eric 1313 xD coshinooote nomá :$ uy! me sorprendio xD no pense qe la fuese a besar tan luego xD y Liliaaa D: Adam la vio :c pero ñaaaa es culpa de adam 88 tonto feo >:c JUM qiiiiero maaaaaas xD como nos dejas asii! eres maaaaala :c ojala qe el prox capi salga lueguito tbn >o< es bueno tener capis mas a menudo :3 <3

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  4. Ahhhh y q se borra mi comentario!!!!!!
    Bueno lo vuelvo a poner jaja.
    Estuvo buenísimo y no puedo esperar, fue una bomba de sucesos y soltaste información varia pero no la más importante jajaja.
    Aria y Erick, Thomas y Lilia, El padre y Dana. Uffff y luego todo lo q paso al final me dejo asi :O jaja cn la boca abierta!!!
    No es una buena persona dejarnos así pero ni modo nos toca esperar.
    Muchas gracias por el capitulo Danii, te mando un abrazo y nos seguimos leyendo!
    .
    .
    .
    Por cierto q mi comentario era más grande pero se borro T___T Estúpido blogger jaja.

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  5. simplemente increible, no crei que subirias tan pronto el nuevo capi, realmente estuvo supeeer bueno no veo la hora de seguir leyendo!! por Dios que pasara con ethan y dana me muero de curiosidad por saberlo, plis no nos hagas esperar mucho para el proximo capi. y pues felicitaciones DTB

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  6. se me habia olvidado! la imagen esta ufff!! jajaja me gusto recrear la vision

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  7. aaaaaaaaaaaaaaw que capitulo tan emocionante! me dolia la guatita leer xD y como que a todos les tocó 1313 besitos locos por ahi xD el de arial con eric me dejó plop xd pero a medida que iban acercandose al beso estaba como .."aaaah porfavor que pase ya!" jajajajaja Y Thomas es un pillo xD pero me gusta el :D jajajaj
    Igual me encantó todo lo que le dijo Diego a Ethan, ahi logramos saber la escena de 1313 perdida de ethan calentón por culpa de la angelito durmiente (e inocente en ese entonces xD) cochino caliente no más! usando a zoe xD me caaaaarga ella >.< y odié un poco a ethan, osea entiendo que estaba poniéndose azul el pobre tipo, pero no era excusa.. en fin.. estoy aun con mi watita apretá de tanta acción xD el capitulo que viene pucha que estará bueno!!! *.* ojalá no tengamos q esperar mucho, q esto esta que arde dani!!! xDDD te mando saludos enooormes! Triii

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  8. Haaaaaa pero que cap me ha dejado con la boca abierta estoy como en shock!!!! el saber un poco mas del pasado de Dana con Gabriel es muy emocionante como me gustaria que Dana recupere la memoria y se de cuanta de lo que paso entre ella y Gabriel y que sepa que por ella es quien Gabriel fue por quien tuvo sus marcas y fue un angel caido como ella solo que lamentablemente Gabriel tomo malas decisiones por asi decirlo jejeje por lo que lei parece que Gabriel tiene todo planeado ya que como termino este cap al parecer todo va conforme a su plan haaaa que nervios .. por otro lado Ethan aunque termino desmayado cuando despierte que es lo que pensara despues de lo que ha visto y lo que vio que hizo Dana creo que se ha enterado de la peor manera por asi decirlo el Padre Sebastian le dijo cosas muy ciertas Dana se cego por ethan y no vio mas haya de lo que tenia enfrente subestimo a Gabriel y siempre le llevo ventaja ahora que pasara con Dana no creo que Gabriel le haya hecho mucho daño a lo mejor le regresara la memoria que le borraron y algo que me gustaria saber bien que es ese Don que tiene Dana que la hace tan especial o que poder es xq por ella Gabriel decidio caer ante ella y fue un Angel caido .. Dani bravooo como siempre nos dejas sin habla super cap ..

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  9. Woaaaaaaa! Impresionante, me he quedado sin palabras, por ahora, me encanto el capitulo pero ¿como es que Gabriel tiene todo planeado? Ya no se si amarlo u odiarlo xD, sabia que Dana debia explicar todo antes de que esto pasara, sera un milagro si no mandas a Ethan al manicomio. Espero su reaccion. Arial y Erick *-* no se, seria algo genial, pero me quede sorprendida con la reaccion de Erick. Thomas y Lilia, bien hecho, Adam se merece un pequeño recordatorio, aunque por otra parte comprendo que Adam no quiere dañar a Lilia o se esta protegiendo a si mismo, yo creo que es por Lilia. Sebastian, ojala y comprenda, ayude y sobretodo explique todo a Dana. Me encantaria saber que tiene Dana que es tan especial y sigo pidiendo su pasado con Gabriel. Ethan se esta pasando un poco con su actitud. Maravilloso capitulo, perdon por demorar tanto en leerlo pero mis "vacaciones" suelen ser un poco agitadas. Espero con ansias el proximo capitulo. Dani muchas gracias por escribir esta historia tan interesante y a Iria gracias por apoyarla para que nosotras la podamos leer.

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  10. OOOOOOOOOOOOOOOOOOOH MY GOD!!!!!!!!!!!!!!!! Como dicen en mi pais #nawuebonahdebueno osea en shocñ x completo! QUE CAPITULO SEÑORES QUE CAPITULO! No se que decir... osea TODO TODOOOO me encanto! estoy en shock... Sin palabras! Excelente capitulo! Mi imaginacion volo como no tienes idea! EXCELENTE DANI EXCELENTE!

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  11. Diosss lo dijo en serio hoy si voy a morir por wueeeeee me dejas asi creo q voy a morir con todo lo wue paso hay Gabriel te vas a dar una buena tunda eso es lo wue necesita de verdad lol a Dana podresita hay que darle un gran abrazo y Ethan cabeza de mrlon como se atrevio a enganarla el tambien merece una buena tunda para q se el quite lo pichin gracias por el capi ya quiero leer el otro hasta eso pase estara en estado de schokk emocional w-w

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  12. Es que no puede quedar ahí!!! Que le va a pasar a Dana? Y que fue ese beso entre Arial y Eric? Aunque ya era hora... lo malo es que se arrepintió (creo?)
    En fin, sube pronto capítulo nuevo porfavor!!!

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  13. Wow de casualidad abro el blog y encuentro capitulo!!!! Y q capitulo!! Esta demas decirte q me reencanto todo! ha habido mucha informacion y Ethan y Dana heridos y parte del plan de Gabriel? Que pasara despues Zoe tiene q ver? Ayyy muero por el siguiente cap!!!
    Gracias, gracias por publicar tan pronto es como un regalo de Navidad jeje. Ok me despido besos

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  14. LECTOR NUMERO 14!!!!!!!!!!!!

    Wuaoaojoajjoaojaa... Realmente superas todas mis expectativas! D:
    Pienso en que así saldrá la historia y me sales con otra cosa!! ojaojajoajoajoaoja
    Fue inevitable pensar en la historia de Luce con Lucifer XDD jhjdkasdsa Te juro que con eso yo quede traumada, ever XD
    Ojala continues!! akjsdkas Ojala que las ideas no se desvanezcan con el poco y nada apoyo que tienes, comparado como cuando hacía fanfiction. Pero ojo, eso a mi parecer no te hace menos autora que antes, al contrario, si son ideas tuyas, con personajes tuyos propios, mejor! :D
    Tus historias son únicas! Espero me sigas sorprendiendo! :)
    Nos leemos!! :D

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  15. msdre santa!!! que manera de dejarnos con la boca abierta Dani te pasaste...... Sebastian un renegado tras Gabriel y sabe q todi fue culpa de Dana, bueno cual sera ese poder taaaan especial y q decidieron en el juicioi los serafines??? la insertidumbre me ma.ta....
    oh ese beso de Erik waaaa y el de Lila ya le hacia falta a este Adam ver un poco por leeeento. que pasara ahora con Dana e Ethan .....???? cual es el final de la escena falta la loca de Zoe......?????? que hara Gabriel ahora sera q transformo a Dana muentras la encerro en sus alas ??? mucha informacion y ese final de capi te mata.... y que decir q todo lo lei con la boca abierta..... gracias por ello

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  16. :0 mi cara cuando termine de leer el capitulo me dejastes impresionada la verdad no me esperaba esto estoy en shock mental y psicologico lo dijo en serio excelente capitulo esprando por el proximo

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  17. oohh mi diiiioosss.... no lo puedo creer. cuando Dana se entere de la historia que tiene con Gabriel. jooodeer.

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  18. hay dios¡¡¡no se que decir esto fue demasiado para mis pobres nervios¡¡¡¡necesito procesar todo, que pasa ahora que ya bebio su sangre? va a recordar?se va a volver mala?y ethan?uuuuu me siento confundida¡¡¡

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  19. Nnnnnooooo pork haces esto, pork lo dejas así, quien saber k pasa quienes son esa Lucy k salvo a dana y ethan, kbva ha pasar como es k dana se dejó tomar de su sangre cual es el último paso, nos dejas me suspenso ya sabes j es lo peor k yo creo k vas actualizar hasta le otro año
    Estoy en shock k no de k decir

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  20. Ohhhh Dani en serio me va a dar una crisis nerviosa quiero saber q esta pasando y bueno dana ya esta lista para aprender y poder luchar contra los demonios ademas muerobpor saber. Lavhistoria de gabriel y dana cuandobera humanaahhhhhhhh. Saludos

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  21. Ahh! Dani tu me quieres matar! mira como se entero de todo Ethan D: aunque igual se lo merece por engañar a Dana :c y Gabriel! maldito insensiblee (aunque nadie le quita lo sexy :3 ) jajaja pasaron demasiadas cosas en tan.. poco ratoo, aun estoy en shock ._. me encanto la parte donde Eric y Arial se encuentran ajja sabia que tarde o temprano iban a sucumbir esos dos jaja es cosa de tiempo que se forme una nueva pareja jaja ojala reacione luego Adam (*-*) y se quede con Lilia ..
    Todo lo que le espera a Dana ahora.. enfrentar a Ethan, las consecuencias de la mordida de Gabriel, la verdadera historia que tiene con el, que cosa tan extraña tiene planeado Eric y todos los angeles, el veredicto, se arrepentira? volvera a ser un angel? o arcangel? D: y en tan pocooos capitulooos! definitivamente tienes que hacer una segunda temporada si o sii! si no.. nos juntaremos todas y te obligaremos ajajjaja :D <3
    Espero ansiosa el siguiente capi.. saludos y feliz navidad! :D atte : Lisse Salvatore

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  22. wuauuu fueorn un onos de sucesos a la vez demaciadainfo Xd estubo geniall pero q pasara ahora q horrible manera de enterarse q dana es un angel q pasara con ethan y con danaa ahoraa q se los llevaron kierooo el proximo capii para ver q pasara cual es la historia de dana y gabriel q hay hayy xq nadie le cuenta nada a a danaa ahhh!! kiero leer el prox capi yaa XD

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  23. SIN PALABRAS...
    Uff ame este capitulo... ya se sabe todo.. aunque de la peor manera, Ethan tenia que enterarse por Dana, ahora no se que consecuencias tendra, me pone la piel de gallina... me encanto ver que Dana es capaz de cualquier cosa y acabo con ese vampiro en cuestion de minutos... se esta haciendo cada vez más fuerte.

    El beso entre Eric y Arial me dejo de piedra... fue impresionante.. no pense que el arcangel fuera capaz de eso.. uff ha sido intenso.. y aunque el dijera que no se volveria a repetir... puede... ja ja ja ja

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