domingo, 28 de julio de 2013

L.M.L - Capitulo 12




Capitulo 12

— ¿Qué sucede? –preguntó Aníbal cuando notó que no dije palabra alguna durante el resto de la clase de introducción a la carrera. Habían presentando a profesores y asistentes, habían hablando alumnos de otras generaciones, pero yo solo estaba concentrada en mirar hacia adelante y no pensar en el humano que tenía dos puestos al lado. Podía sentir que me observaba cada cierto minuto, pero no estaba segura si era debido a la curiosidad natural que causábamos en las personas o estaba tratando de recordarme.
—Nada, no sucede nada ¿A dónde debemos ir ahora?
—Siguen las presentaciones, supongo que para crear algún vínculo entre los alumnos ¿no?
Nos pusimos de pie, fue en ese momento, cuando vi que Cristóbal se ponía de pie y avanzaba por el otro extremo de la sala mientras que nosotros recién dábamos un paso. Pude observar que lucía bastante normal, aunque sin duda era guapo, las demás chicas estaban todas atentas al rubio de ojos verdes que caminaba ensimismado en sus pensamientos ¿Cómo es qué este humano había llegado a trabajar en el Vampire? ¿Cómo había dejado que lo mordiera si sabía lo que deseaba esa noche en el Excalibur? No, esto no tenía sentido ¿Quién era este humano?


Las horas comenzaron a pasar y en ningún momento él volvió a darme algo de atención, cosa que agradecí mentalmente porque estaba comportándome como una paranoica, aunque en algún momento tendría que hablar con él ¿es qué sabrá que con Aníbal somos vampiros? ¿Podrá identificarnos por nuestras características? De todas formas, el día siguió entre actividades sin sentido que se volvieron muy aburridas, presentaciones individuales, motivos del ingreso a la carrera y hablar con algunos compañeros y compañeras fueron los panoramas que con Aníbal nos encargamos de realizar al pie de la letra. No queríamos lucir sospechosos.
—No ha sido tan terrible ¿sabes? –dijo cuando nos dirigíamos al pequeño auto negro.
—No.
—Tú has estado en otro lugar todo el día, pensando en otras cosas ¿no te ha gustado? ¿Nos retiráremos?
—Claro que no –dije ahora más concentrada en sus palabras, pero no pude decirle otra palabra cuando nos interrumpieron.
— ¡Victoria Lenardis! –me giré de inmediato al escuchar mi nombre y casi se me cayó la mandíbula al suelo al ver que era Cristóbal quien corría hasta donde nosotros –pensé que no los alcanzaría –dijo ahora respirando agitadamente.
Aníbal frunció el ceño y de inmediato dio un paso hacia adelante, bloqueando en parte la interacción que podría tener con el humano.
Yo mientras tanto observé mejor los detalles de Cristóbal. Sus jeans oscuros y su camiseta gris, además de la chaqueta de cuero negro me dieron la impresión de que era un chico normal, nada muy extravagante, aunque el hecho de verlo en el Vampire, botaba toda idea de normalidad en él.
— ¿Qué sucede? –dije dando un paso hacia el lado para que no se viera lo que Aníbal realmente quería hacer, protegerme. Fruncí el ceño al notar la respiración agitada del humano, por lo que veía en su camiseta y por lo que había tocado hace solo unas dieciséis horas atrás, no me daba a entender que aquel chico tuviera una mala resistencia física ya que sus músculos estaban marcados.
—Has olvidado esto, me han dicho que es tuyo –se enderezó y me dejó ver como los pectorales se marcaban en su camiseta.
Amaba a Alexander y siempre lo he encontrado el hombre más guapo de toda la tierra, pero no era ciega. Este chico además de saber muy bien, lucia bastante agradable para la vista femenina… o masculina. Estoy segura que Ezequiel me apoyaría.
En sus manos tenía una carpeta roja con el gran símbolo de la universidad, una letra L rodeada por dos serpientes. Dentro de ella se encontraban todos los papeles informativos que nos entregaron.
—Muchas gracias –dije tranquila, mirándolo fijamente a sus ojos verdes y sonreí al ver que él se quedaba sin habla y estático, ofreciéndome la carpeta, la cual saqué suavemente de su agarre –la había olvidado, que distraída soy.
Realmente no lo era, siempre estuve atenta a ella y la dejé cerca de donde él se encontraba sin que se diera cuenta.
— ¿Te conozco de algún lado? –pregunté curiosa, acercándome a él. Pude notar como tragó saliva y aquel movimiento de su manzana de Adán me provocó ganas de morder su cuello.
— ¿Victoria? –miré a Aníbal que estaba confundido observándome.
—No sucede nada ¿Por qué no te adelantas? –él negó rápidamente –muy bien entonces.
—No te conozco, aunque también tengo esa sensación –volví a sonreír, esta vez sin preocuparme de que mis colmillos quedaran expuestos. Al tenerlos un poco más grandes que lo normal, debían ser cubiertos constantemente por mis labios cuando estaba rodeada de humanos, pero este en particular debía conocer bastante bien de que se trataban –Oh… lo siento mucho –me sorprendí cuando dijo aquellas palabras.
— ¿Por qué lo sientes? –esta vez fue Aníbal quien habló. No se pudo contener ante tanta confusión.
—No sabía que habrían… personas como ustedes aquí. No se sientan incómodos, tengo un contrato de confidencialidad con el Vampire, nada saldrá de mi boca –Aníbal abrió la boca sin poder creer lo que estaba hablando el humano.
—Ahí no trabajan… personas como tu –le dijo mi amigo.
—Sí, soy una de las excepciones –sonrió de tal forma que llamó mi atención, se veía una sonrisa bastante honesta. Este chico no era desagradable.
—Entonces no creo que haya problema entre nosotros ¿cierto, Aníbal? –Mi guardaespaldas asintió sin decir palabra alguna –nos vemos en clases mañana, me encantaría seguir nuestra conversación, pero me debo retirar.
—Si… bueno, nos vemos ¡Ah! –Dijo rápidamente antes de desaparecer –yo no, bueno… espero que no haya problemas entre los tres ¿cierto? Yo no soy proveedor –dijo llevando su dedo índice y anular de la mano derecha a su cuello, justo donde lo había mordido antes. Claramente él no lo recordaba.
—Oh lo siento –dije despistada, manteniendo esa mirada un tanto depredadora de mi parte, era inevitable — ¿es qué acaso alguno de nosotros te ha… mordido?
—No, no, no –dijo rápidamente, moviendo ambas manos –solo es que, deseaba dejarlo en claro.
—No porque trabajes en el Vampire te estaremos mordiendo, además no tienes idea de con quienes estás hablando –dijo Aníbal mirándolo con cierta suficiencia que llamo mi atención, él nunca era desagradable, además siempre tenía una expresión amable para la mayoría de las personas.
—Lo siento, solo… —dijo Cristóbal nervioso, mirándome de una forma extraña. Decidí interceder antes de que Aníbal hablara demás.
—Aníbal –dije golpeando suavemente su brazo –solo nos está aclarando un detalle de su condición, no hay problema ni pecado en que nos aclare esto, es obvio. Además debemos agradecer a nuestro amigo Cristóbal, que mantendrá nuestro secreto, por su propio bien ¿cierto, Cristóbal? –dije volviendo a poner mi atención en él. Sus ojos verdes me observaron por unos largos segundos sin decir nada.
—Claro que si, su secreto está a salvo conmigo.
—Entonces ha sido un gusto, gracias por la carpeta y espero que mañana nos veamos de nuevo. Adiós.
Ni siquiera me controlé cuando di un paso hacia adelante y me empiné para darle un beso en su mejilla. Respiré profundamente para sentir su aroma, solo como si estuviera catando un vino. Casi pude sentir el escalofrió que recorrió su espalda. Fue inevitable para mí sonreír.
—A-adiós…
Con Aníbal nos alejamos mientras que este miraba hacia atrás al humano y luego me observaba a mí. No fue hasta cuando entramos al auto que volvió a pronunciar palabra.
— ¿Qué fue eso? –dijo mirándome.
—Nada, tú hablando demás ¿querías decirle que soy la gobernadora? Estás loco, si él se entera que es así y dice en el Vampire que estuve por ahí, todo se puede volver un caos. Mi Alex no necesita que sus guardias anden rumoreando que yo estuve en ese lugar, sabes que es un secreto.
—Sí, pero no había necesidad de ser tan seductora con él –lo miré enarcando una ceja ¿otro celoso más?
—Lo siento, pero lamentablemente es un humano que tiene sangre a una temperatura adecuada para mi paladar ¿es qué no me puedo deleitar un poco?
—Es verdad, pero es un sorpresa verte en una situación así, tan seductora y segura –bufé molesta por sus palabras –usualmente eres tan normal, ni siquiera pensaría que eres vampiro.
—Oh perdón, solo hay una cosa que me gusta después de Alex y es la sangre, me agrada estar en un ambiente donde puedo beber a mi antojo, es así como me comporto ¿algún problema?
—Pareces un gato –lo miré sin entender –comienzas a moverte sigilosamente o es como si un humano fuera tu ovillo de lana.
—Deja de hablar tonteras y no quiero que llegue esto a Alexander, no quiero que se enoje por algo tan simple como un humano que trabaja para vampiros ¿sí? –Él me miró unos segundos sin decir nada – ¿Aníbal?
—No puedo hacer eso, estoy encargado de darle informes al Sr. Lenardis, él me lo pidió.
—Mira, Alex es un celoso y no quiero tener problemas por algo tan insignificante como esto. No se te olvide que también soy tu Gobernadora, además de amiga y ésta Aníbal, es una orden.
—Pero…
— ¡Pero nada! Tu lealtad está conmigo porque eres mi guardia y amigo –esta vez saqué mi voz de Gobernadora, era bastante autoritaria cuando eso ocurría y muy pocas veces había hecho uso de aquel recurso, sin embargo, sabía muy bien que para un vampiro sus gobernadores son un estilo de ídolos, aunque yo estuviera bajo la sombra de varias gobernadoras, no quitaba importancia a lo que decía o hacia.
—Está bien, Sra. Lenardis –rodeé los ojos.
—Ahora llévame a casa y no vuelvas a llamarme Sra. Lenardis.

Cinco minutos después de nuestra pequeña discusión y Aníbal dejó de sentirse mal; así que conversamos todo el camino de vuelta para hablar cada detalle de nuestro primer día en la Universidad. Sin duda había sido buenísimo, como me lo había imaginado, aunque de todas formas me aburrí al no estar con Alexander, habría sido entretenido verlo en un ambiente como ese, pero a pesar de tener solo veinticuatro años, no los aparentaba ni un poco, no sé como habrán sido los chicos en el pasado, pero envejecían más rápido. Miré mi celular varias veces, pero no tenía ninguna llamada perdida. Sin embargo, Aníbal parecía más entusiasmado que yo, estaba decidido a morder a la jefa de carrera y dejarla inconsciente en su oficina debido al aroma a damasco que tenia.
—Fue un gusto de tenerte como compañero, nos vemos mañana ¿sí? –dije saliendo del auto.
—Esto puede volverse entretenido.
—Por lo menos no tienes que estar de pie en mi puerta –él asintió.
Salí del auto y caminé tranquilamente hacia la puerta, controlando cada paso que daba para evitar que se notara mi ansiedad.
— ¿Alex? –grité cuando cerré la puerta principal, pero no escuché respuesta alguna.
En menos de un segundo recorrí toda la casa en busca de él, pero no había rastros de mi vampiro favorito. Perfecto.
Me quede descalza y sin el blazer, sobre la cama, con las piernas cruzadas y el cuadernillo de Alex en mis manos.
—Dios, por fin te tengo en mis manos –dije pasando mis manos por las portadas forradas en cuerpo.
1915. Número que se marcaban suavemente al centro de la portada frontal. Cerré mis ojos, imaginándome a un Alex de ese entonces, usando suspensores y con el cabello correctamente peinado, no como ahora que siempre lo llevaba bastante revuelto.
—No puedo.
Prácticamente mis manos temblaban, temerosas de lo que pudiera encontrar. Además de pensar en el hecho de ser descubierta. ¡Pero quería saber todo de Alex! Después de haberme metido en sus recuerdos y sueños, había quedado con un trauma, saber de sus antiguas mujeres me complicaba la existencia porque sé que las amó de verdad.
—Estúpidas –dije con rabia, pensando en lo idiota que fueron al dejarlo. Aunque si no hubiera sido por ello, yo no estaría aquí.
Sin pensarlo otro segundo, abrí el cuaderno para ver que decía, no sacaba nada dándole más vueltas al asunto. Aquí vamos.

“Septiembre, 1915.
Desde hoy he decido que los días no serán importantes, desde hoy he decidido aprovechar mi momento junto a ella, la única persona que me puede hacer feliz”

Tiré el cuaderno lejos, sobre la cama. Estaba escrito en ingles, con una caligrafía medianamente decente, ya que la letra de Alex no era la mejor.
— ¡Ah! ¡No puedo! ¡Es imposible! Primera hoja y aparece esto ¡y una mierda! Estúpido Alex.
Me crucé de brazos, observando al cuaderno como si fuera mi peor enemigo, como si fuera la misma mujer que él había amado al frente de mis ojos.
Rendida volví a tomarlo después de unos segundos donde odie las palabras tan tiernas que Alex estaba escribiendo, palabras que yo no soñaba escuchar en la actualidad. Seguí en la primera hoja, este cuaderno iba a ser analizado con detalle. Estaba segura de que habría algo para que él dejara de dudar sobre mí y pudiéramos ser felices por completo.

“Ha comenzado una nueva historia, una nueva revelación y una nueva esperanza. Ella simplemente es divina. La he visto por primera vez la tarde de ayer, siento que esta vez puede ser la definitiva. Sin duda alguna. Es como si mi corazón volviera a latir y su aroma es divino, desde ahora mi favorito.
Sus ojos marrones grandes e inocentes se posaron sobre mí cuando notó que estaba siendo observada. Se giró a verme, dejando que el viento moviera su largo cabello que aun llevaba suelto, pero que con una cinta trataba de domarlo, imposible, he pensado en tratar de tocarlo la noche pasada mientras ella dormía, pero pensé que sería traspasar los límites.
Debo ir con cuidado, se ve tan delicada que temo que se pueda ir entre mis manos, tan rápido como llegó a mi vida.
Por fin la he encontrado, una nueva pareja en la que espero encontrar la ultima y de esa forma acabar con esta maldita maldición en la que me he visto envuelto. Debo redimirme.
Anne es su nombre, mi hermosa Anne.”

Cerré el cuaderno, con mi mordida tensa y observando hacia adelante, pensando una y otra vez en las recientes palabras que había leído. ¿Desde cuándo él tenía esa capacidad para escribir? ¿Desde cuándo era tan romántico? Y lo peor ¡¿Por qué no lo era conmigo?! ¿Es qué también tiene un cuaderno sobre mí? ¿Cómo me habrá descrito la primera vez?
Sin poder resistirlo seguí leyendo, no me iba a adelantar para saber todo antes de tiempo, este Alex iba a ser desnudado lenta y minuciosamente por mí, iba a descubrir quien realmente fue mi esposo.

“Tiene veintiún años y esta pronta a ser desposada por alguien que sus padres consideran adecuado debido al dinero que tiene. Pienso interferir, aun tengo tiempo y ellos pueden rechazar al hombre anterior por mí o mejor aún, que ella sola deseé escapar conmigo.
El plan debe ser elaborado rigurosamente, no debo ser impulsivo, algo que debo recordar cada día porque me ha traído problemas con mis antiguas parejas. Aun así, puedo conseguir que ella deseé escapar conmigo. Esta noche planeo beber de ella mientras duerme, no habrá diferencia alguna si no lo recuerda, pero debo sentir el sabor de su sangre en mi paladar, es necesario.
Raúl apoya mi decisión, aunque Elizabeth dice que debo apresurarme para instaurar una imagen clara ante su familia. Pedir unas vacaciones es lo adecuado, deberé hablar con el consejo y pedir la autorización de estos días. No será necesario dar mayores explicaciones, saben lo que sucede cuando encuentro a mi pareja y nadie desea a un gobernador sin una, debo desposarla para que todo vaya bien entre los de mi especie. Otra gran responsabilidad que tiene Anne.
Hoy durante la tarde, le he informado a Charlotte que no requiero de su compañía. Sus palabras de desaliento ante la nueva posibilidad que tengo con Anne, me han hecho pensar que todo puede acabar antes de que empiece, pero luego he recordado que solo son palabras de una mujer despechada. No debo sentir lástima, ella sabe cuáles son las reglas cuando llega a mi habitación, aunque sea una excelente amante, no es a alguien que deseo cerca cuando encuentro a mi pareja. Debo ser cuidadoso, ella puede ser peligrosa. Elizabeth deberá interferir, de todas formas es su protegida.
Volviendo a Anne, hoy la he vuelto a ver y ha puesto su interés sobre mi solo con asomarme al gran salón donde estaba acompañada de sus padres. No he podido acercarme, pero tampoco he dejado aquella oportunidad como perdida. Sus ojos marrones son lo más hermoso que he visto en mucho tiempo, verlos atentos a mi es un placer que no creo volver a tener. Es una sensación que debo guardar y no olvidar.”

Guardé el cuaderno de nuevo en mi bolso, sin preocuparme de nada más. Alex no se metería ahí, no lo encontraría.
Me hundí en la cama, sin dejar de pensar en las palabras que él había escrito tan honestamente. Me era imposible no sentir envidia por aquella chica, por lo leído en esas páginas, él se estaba tomado con calma cada detalle a desarrollar con la mujer, además de… expresarse de una manera que jamás pude llegar a imaginar en él.
Me deprimí. No podía evitar dejarme llevar por las palabras de esa hojas, incluso sentí lastima por Charlotte, él había sido un bastardo con ella ¿la usaba y la dejaba? No pensé que esa relación era tan frívola, sobre todo por parte de él, aunque también debió ser de ella ya que ninguno era el alma gemela del otro.
No pude dejar de pensar en Alexander, imaginándomelo de una forma tan diferente, siendo amable y considerado, protegiendo sin dudar a la mujer que amaba. Ni siquiera quería saber si él había sido capaz de regalarle esas palabras a ella, las que escondía tan vehementemente de mí: Te amo.
Cubrí mi rostro con la almohada. Era cierto que amaba al actual Alex y creo que si lo hubiera conocido en otro contexto muy diferente, lo habría amado igual, sin embargo, él siempre estaba escondiendo cosas de mí, pasándome a llevar como su esposa y ocultado sus propios sentimientos de mi; siempre hablando con seguridad de que pronto me iría, que lo dejaría por alguien más o simplemente me aburriría.
Mi amor por Alex siempre estaba en duda mientras que yo me las arreglaba para creer que me amaba, entendiéndolo y pensando que si no me lo había dicho, era porque demostraba con actos que lo hacía. Sus besos, caricias, siempre causaba que prácticamente mi cuerpo volviera a ser humano y se derritiera entre sus manos. Sus miradas y sonrisas que siempre me regalaba cuando estábamos solos, también eran la demostración a lo que sus labios no podían pronunciar. Sin embargo ¿Por qué ahora deseaba leer este cuaderno? ¿Cuál era el sentido? ¿Encontrar realmente algo de información para que él estuviera seguro de mi amor o solo saber cuánto había amado a otra persona para tener la idea de su amor en la actualidad?
No pude, no pude seguir leyendo aunque lo deseaba, quería saber los detalles de esa Anne, quería saberlo todo, como la conquistó, que hizo Charlotte, pero no pude. Solo me quede recostada al medio de nuestra cama, pensando en los actos actuales de Alex y deseando que estuviera a mi lado, diciéndome claramente que no tenía que preocuparme, que él me amaba y que confiaba en lo que yo sentía por él.
De esa forma las horas comenzaron a pasar mientras mi ceño se fruncía cada vez más al no sentir una llamada o al notar que eran más de las diez de la noche y él no estaba a mi lado. No fue hasta pasada la medianoche cuando sentí el auto. No le tomó ni un segundo llegar a donde me encontraba.
—Buenas noches –dijo sonriendo y tirando la chaqueta de su traje al sofá que había al final de la cama. Lo miré aun recostada.
—Hola –mi voz salió ronca y profunda, de seguro por no haber hablado durante horas. Él frunció el ceño al escucharme.
— ¿Qué sucede? –se quitó sus zapatos de un solo movimiento y se recostó a mi lado. Tirando de la almohada que cubría mi rostro — ¿Qué te han hecho? ¿No fue un buen día? –miré hacia otro lado. Molesta.
— ¿Por qué no me has llamado? ¿Por qué llegas tan tarde? –él sonrió ante mis preguntas. Cosa que no me gustó.
— ¿Qué ha sucedido? pensé que te sentirías mejor si te dejaba tranquila –se quitó la corbata, que tiró al suelo y después siguió con los botones de su camisa.
—Alex, esperé tu llamada, además llegas tan tarde ¿Por qué?
—Estuvimos ocupados hoy, no solo con mis temas mundanos, sino que con algunos vampiros… se están llevando ciertas investigaciones acabo.
Se puso de pie, alejándose de mí, sin siquiera darme un beso de saludo ¿es qué a Anne le habrá hecho lo mismo?
— ¿Dónde?
—En Londres, quizás debamos viajar hasta allá, ya sabes, el consejo se querrá reunir –lo miré sorprendida, parecía ser algo grande.
— ¿Sera pronto? Recién he comenzado con las clases, no me quiero atrasar.
—No tengo la menor idea, Lina se encargará de ello –dijo en el armario, sacándose los gemelos de su camisa y quitándose esta, dejándome ver su dorso desnudo. Su espalda marcada me encantaba, más cuando después se quitaba sus pantalones y solo quedaba en ese bóxer, de los cuales también se despojaba para finalmente ponerse su pantalón de pijama azul.
Aun así mi concentración volvió al ver su sonrisa sarcástica.
—Raúl tiene contactos en esa universidad, puede arreglar algún problema burocrático si lo necesitas –fruncí el ceño de nuevo ¿Dónde estaba el Alex de esta mañana? — ¿por qué sigues vestida? ¿Quiere que te ayude a eliminarte de esa molesta ropa?
—No, puedo hacerlo sola y agradecería que no tomaras esto a la ligera –dije poniendo la almohada sobre mí.
—Bien ¿Qué te sucede? Esta extraña ¿deberé meterme en tu cabeza? ¿Estás escondiendo algo? –de inmediato vino a mi mente el cuaderno y también Cristóbal, de quien recién me estaba acordando.
—Ya quedamos en que no harías eso ¿o me dejaras buscar entre tus recuerdos? –él me observó unos segundos, sin responder.
— ¡Oh vamos! –dijo acercándose en un segundo a la cama, quedando sobre mi y mirándome con una sonrisa, cubriendo la vista que tenia por su pecho y su rostro, además de sus brazos que quedaban a mi lado. Me sentía rodeada por él completamente — ¿Por qué estás de mal humor? ¿No tuviste un primer día agradable? ¿Te ha dado sed estar entre tantos humanos? Aun eres muy sensible a la sed ¿sabes? Toman décadas controlarse, sigues siendo solo una bebé entre los vampiros.
—Te extrañé hoy, pero parece que fui la única de los dos –miré hacia un lado, enojada y sintiéndome pequeña por ser la única que decía lo que realmente sentía, bueno en parte, porque si le dijera todo lo que pasaba por mi cabeza, lo tendría arrinconado en una esquina exigiéndole que me diera todos los detalles de su vida.
—Me estas reclamando sentimientos –dijo con su ceño fruncido –eso no es muy característico en ti, usualmente te reprimes –lo mire sin decir nada —Hoy he estado ocupado, lo siento –noté como mano iba a mi blusa, para desatar el nudo que había justo en mis pechos, pero tome su muñeca bruscamente.
—No quiero –retiró su mano, mirándome desconcertado.
— ¿No quieres? ¿Y eso se debe a que?
—A que no tengo ánimos –sus ojos me observaron sospechosamente.
— ¿Y así no quieres que entre a tu mente?
—No lo harás, sabes que me molesta, y si no quiero hacerlo contigo es porque no tengo ganas ¿crees qué es entretenido no escuchar tu voz todo el día para después esperar a que llegues solo para…?
—Cuidado, no quiero discutir –dijo con el ceño fruncido –estás de mal humor, ahora yo tampoco quiero –dijo sentándose en la cama, mirándome confundido –y así quieres que apruebe tu ida a la universidad, es el primer día y mira como estas.
—Para tu información –dije saliendo de la cama, era un lugar peligroso –no estoy molesta por nada sucedido en la universidad. Tienes toda la responsabilidad.
Alex en un segundo estaba apoyado en la puerta de nuestro armario, dejando su mano apoyada en el marco y observándome con una sonrisa que demostraba su seguridad. ¿Qué Alex no tenía ganas de tener sexo? Falso, eso no existía.
— ¿Por qué dices eso? –Con sutileza enredo su dedo índice en un mechón de mi cabello para después tirar de este suavemente, llamando mi atención –pensé que ibas a estar eufórica por tu primer día de clases, pero veo que no es así ¿tan importante es para ti recibir una llamada de mi parte?
—Que pregunta más estúpida, claro que es así, sobre todo si vas a llegar pasada la medianoche –una sonrisa se marcó en sus labios, de aquellas que me regalaba muy pocas veces.
—Hoy no pude dejar de pensar en ti –lo miré sorprendida por aquella confesión –y en las personas que podrías conocer, es por eso que traté de concentrarme solo en trabajo. No fue efectivo
—No conocí a nadie de gran importancia, Alex, lo deberías saber –estiré mi mano para recorrer su pecho con mi dedo índice –sabes que no conoceré a nadie más interesante que tu y además, deberías ya estar seguro que nunca es efectivo sacarme de tu mente… simplemente porque me amas ¿cierto?
Su mano atrapó la mía con rapidez, sin dejar de mirarme. Me acercó a su cuerpo para finalmente rodearme con sus brazos mientras apoyaba mi espalda en su pecho. Me había hecho girar.
— ¿Ahora si te puedo saludar? –aquel susurro en mi oído me hizo sonreír y solo me aferré a sus brazos, sintiendo lo maravilloso que era cuando ninguno tenía una mala actitud. Giré mi rostro para encontrarme con sus labios.
—Alex, estoy suponiendo que con tus besos me dices que me amas ¿me equivoco? –noté como sonrió. Le encantaba cuando me dejaba así de expuesta. Idiota.
—No solo con mis besos, Vittoria.
Su mano se entrelazó a la mía mientras sus labios rozaban suavemente los míos, al igual como su nariz con la mía. Unió sus labios a los míos superficialmente, pero no pude evitar empinarme para poder tener más de él.
— ¿Ya no estás enojada? –dijo susurrando contra mi boca.
Me solté de su agarre y me giré para poder rodear su cuello. Sonriendo al saber que él pensaba tanto en mí como yo en él.
—Nunca puedo durar mucho tiempo enojada contigo ¿no te has dado cuenta? Aunque no me digas palabras que escapen de algún tipo de inspiración que te provoque –él frunció el ceño al escucharme.
— ¿De qué…?
No dejé que terminara de hablar. Tiré de su cuello para que esta vez si sus labios fueran atrapados esta vez por los míos, de inmediato comenzó a responderme, justo para cuando sus brazos rodearon mi cintura y me levantó varios centímetros sobre el suelo.
Cuando nos quedamos mirando, fue inevitable traer a mi mente a ese humano. Cristóbal, lo mejor que podía hacer por el momento era no decirle nada a Alex, guardarlo en secreto y averiguar más sobre él, de esa forma después decirle toda información a mi vampiro, de esa forma no arriesgaba tampoco la vida del humano. Alex podía ser muy impulsivo cuando era celoso.
—No puedo leer tu mente, a pesar de que he tratado ahora. Tu mirada es sospechosa, Victoria –me dejó en el suelo después de decir aquello — ¿aun estas molesta conmigo? –tomé su mano y tiré de él sonriendo.
—Puedes hacer que mi molestia desaparezca…
Fui retrocediendo mientras me sacaba la blusa y la dejaba en el suelo, al igual que mis pantalones cortos y las balerinas.
—Como ordene la Gobernadora.
Sonreí al ver como se acercaba a la cama, junto a mí.

Abrí mis ojos pasada las cuatro de la mañana, había disfrutado de los brazos de Alex hasta que él se había dormido. Estos días había estado expuesto al sol más que yo, es por eso que yo aun tenia energías.
Observé su rostro tranquilo y sonreí al notar que por lo menos durante las noches podía encontrar algo de paz sin tener que estas preocupándose de tantos problemas. Aun si decidí que quizás no iba a tener un sueño tan reparador como él esperaba, ya que necesitaba conocerla, quería que trajera a través de sus sueños a esa tal Anne.
—Alex –susurré cerca de su oído, pero él no despertó, solo se removió un poco, presionándome más contra su cuerpo — ¿Quién es Anne? –no pude evitar sonreír cuando aun dormido sus manos acariciaban mi espalda, pero después pensé que debía estar soñando ¿sería conmigo? –Alex ¿Quién es Anne? –volví a susurrarle por última vez antes de dejar mi frente apoyada en la suya. Era hora de volver a entrar a su mente.
Esa sensación de vértigo volvió a mí antes de poder siquiera darme cuenta, la oscuridad se volvió luz y en un segundo, me mantuve al margen de una pareja de enamorados, donde el hombre era mi querido vampiro, Alexander.
Era de noche y estábamos cerca de un bosque. No podía averiguar nada más, ya que Alex solo estaba mirando a aquella mujer que solo estaba con un camisón blanco muy largo para mi gusto, pero que dejaba sus  hombros descubiertos, llevaba su cabello marrón suelto. Su piel se veía muy pálida al estar bajo la luz de la luna y las estrellas.
¡Maldito hijo de…! ¿Cómo se fijaba en esos detalles cuando estaba con ella? Podía sentir como cada detalle de ella era absorbido en su mente como un recuerdo invaluable.
—Tus ojos son tan negros –dijo ella en ingles, con un acento británico muy marcado; acercó su mano al rostro de mi Alex. La calidez de su mano fue algo que realmente le agradó al vampiro, incluso estaba deseando volver a ser humano para poder estar con aquella mujer –Tu piel tan pálida y fría.
—Tú igual estás helada ¿tienes frio? –se trató de sacar la chaqueta para dársela, pero ella lo detuvo.
— ¿No te gusta como luzco que me quieres cubrir? Me he arreglado especialmente para ti esta noche –Alex tomó el mentón de ella con suavidad, tratando de no ser demasiado brusco e hizo que levantara su mirada para poder ver su rostro completo bajo la luz de la luna.
—Te ves hermosa siempre –ella sonrió. Aquel halago había hecho que sus mejillas se sonrojaran.
Sin duda era cierto, aquella mujer se veía hermosa y no lo pensaba solo por estar desde la perspectiva de Alex, sino que sin dudas parecía un ser exótico y delicado.
Mi atención se vio interrumpida cuando ella tomó su cabello hacia un lado, dejando su cuello expuesto.
—Ya he tomado una decisión Alex, seré tuya… por toda la eternidad, no importa mi familia, quiero estar contigo por siempre –esas palabras hicieron que prácticamente el corazón de mi vampiro volviera a latir.

No pude soportarlo, salí de aquel sueño y miré hacia el reloj, eran pasada las cinco de la mañana y yo no tenía cansancio alguno, solo sentía que tenía varias espaldas de plata atravesando mi pecho.
Con cuidado salí de la cama, liberándome de sus brazos. Recogí mi sujetador y después tome los pantalones de pijama que Alex había dejado en el suelo. Lo miré mientras él seguía durmiendo bajo las sabanas, tomando mi almohada entre sueños y rodeándola con sus brazos. No pude evitar sonreír al darme cuenta que ese vampiro era todo mío, por ahora.
Salí de la habitación con el cuaderno de Alex en mis manos. Claramente me había adelantado a su historia al meterme en su cabeza, pero ahora me había dado cuenta que él era muy vulnerable mientras dormía, solo tuve que susurrarle algo en su oído para que su mente viajara hasta ahí. Eso había sido un gran descubrimiento.
Llegue a la sala y me senté en el sofá pequeño, prendiendo la pequeña luz que había a mi lado. Deje mis piernas apoyadas en la mesa de centro mientras volvía a abrir ese libro, ya no sabía que podría descubrir, pero la curiosidad me estaba matando… ¿habrá escrito sobre esa gitana, aquel amor de humano?
Presioné el cuaderno con tal fuerza ante la idea de que esa gitana tuviera un espacio especial en su corazón que casi lo rompí. Ella realmente me causaba un malestar horrible, un dolor que casi provocaba que todo mi interior se volviera fuego, deseaba que ella no estuviera en su mente. Solo esa mujer había tenido a Alex como nadie más… y él seguía pensando en ella. No podía decir lo mismo de la pobre Anne.
Me quede leyendo sobre los planes de Alex para conquistar a la muchacha por al menos dos horas más, que fue cuando la alarma en el segundo piso sonó y me dio aviso de que Alex se levantaría. Simplemente deje el cuaderno dentro de una revista, ya que él se puso en pie segundo después de escuchar la alarma de su celular.
— ¿Qué ha sucedido? –dijo desde la amplia escalera que había al final de la sala.
Estaba desnudo y me miraba con el ceño fruncido. Puse atención hacia la gran ventana que había a mi lado, pude ver que el sol ya había salido.
—No pasa nada, solo no tenia sueño –le sonreí para que no se preocupara, pero me miró enojado.
—No me gusta despertar abrazando una almohada, Victoria –se acercó hasta mi y se sentó cómodamente en el sofá de al frente –pensé que estar en la Universidad era lo que deseabas realmente.
— ¿Por qué dice eso? –levantó sus hombros, como si no le importara.
—No sé, puede ser porque cuando sonríes tus ojos no brillan como usualmente lo hacen cuando estas feliz –casi lo quedé mirando con la boca abierta y no era por lo guapo que se veía ahí desnudo, sino por sus palabras.
—No digas eso, estoy feliz.
—No lo creo, algo está sucediendo, estás extraña desde ayer ¿de verdad tendré que romper mi palabra y meterme a tu mente? –negué.
—Alex, estoy feliz, no debes preocuparte –no pude mentir, mi voz tembló cuando dije aquello — ¿Por qué estás ahora interesado en saber esto?
—Porque puede que no hayas querido entrar a la universidad, puede que solo hayas querido libertad y obviamente deseabas una vida más humana. Míranos donde estamos ahora.
—Si te molestaba tanto el cambio, debiste decírmelo explícitamente y el porqué, ahora…
—Ahora ya es tarde y no es eso lo que te estoy diciendo, esto ha sido interesante desde un punto de vista que jamás pensé tener, pero me hace pensar que no estás conforme porque no es esto esencialmente lo que deseas.
—No te entiendo.
—Solo me haces pensar que esta existencia como vampiro no te agrada y que estás haciendo todo lo posible para obtener una vida más humana –mi boca se abrió sin poder creer en sus palabras.
—Por supuesto que no es eso, si fuera cierto no estaría conforme contigo –podía notar su mordida tensa — ¡oh vamos! –me puse de pie para después sentarme sobre sus piernas. Él esquivó mi mirada.
—No vuelvas a escaparte de la cama –con mi mano en su mejilla hice que me observara.
Si pensaba más sobre esta situación, solo podía entender que Alex pasaba por una situación parecida a la mía, pero de una forma mucho más desgarradora. Yo estaba desconfiando del amor que mi vampiro me tenia porque nunca me lo decía y porque era adicto al trabajo, pero él no creía en mi debido a que en el pasado le habían dicho que lo amaban, habían entregado su mortalidad en nombre de él y aun así… después de todo, terminaban abandonándolo.
Alex no sería capaz de dejarme como el consejero William hizo con Lilith, pero yo tampoco me veía en un mundo vampírico sin Alex. Seria insólito.
—Nunca más, prometido –dije sonriendo, sintiéndome mucho mejor.
Alex era solo mío en la actualidad y yo no tenía planes de abandonarlo jamás, quizás más adelante se le daría lo de romanticismo, ir a citas y decirme que me amaba. Ahí estaría para aprovecharlo completamente.
—Te amo –le di un corto beso en los labios y después rodeé su cuello para abrazarlo, pensando en que si quería seguir investigando la vida pasada de Alex, no me podía dejar llevar por lo que ya había sucedido, ya que no podría sacarle provecho a esa información.
Sonreí contra su cuello al darme cuenta que esto podría salir mejor de lo que había planeado.
—Hoy en la noche iremos donde Marco –lo miré con una mueca de desagrado, pero inevitablemente vino a mi mente Cristóbal. Si, era mucho mejor esconder por ahora esa información de Alex.
—Está bien.

Él rodeó mi cintura con sus brazos y besó mi cuello.

¡hola lectoras y lectores! si, estoy aqui de nuevo, espero que les agrade el nuevo capitulo jejejeje aprovechando mis ultimos dias de vacaciones les traje este pedacito de historia. No tengo nada más que decir, que estoy ahora convencida que somos poquitos de nuevo por aqui, pero seguros jejejeje gracias por sus comentarios chicas ;D espero que esten bien y muuuuuuuuuuuuuchas gracias por darse el tiempo de leer y comentar.

17 Lectores:

  1. me encanto el cap espero el proximo con ansias


    besos

    maru

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  2. waaaaaa genial el cap!!
    una pregunta, es idea mia o Vicky ultimamente anda tan bipolar xDD
    en el cap de hoy paso de coqeta a depresiba y para finalizar por lomenos estuvo un poco mas estable jajjaj
    me almenos me gusto su ultimo pensamiento, si quiere leer y meterce en lo sueños de Alex(cosa q yo no apruebo, tu sabes yo en su caso, esperaria pacientemente a q me lo qisiera contar el solito y aprovechar el hoy junto a el, pero bueno igual asi le da mas emocion a la historia),no puede estar dejándose llevar por las emociones y caer en el pensamiento de qe Alex no la ama o entrando en comparaciones, q no sea tonta y lo aproveche y lo goce y lo re q te goce!!!(por mi y todas mis compañeras xD)

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  3. Danii!!!! Excelente capitulo. Como siempre me emociona y hace que espere con ansias el siguiente capitulo.
    La relacion de mi pareja favorita va avanzando y los secretos van revelandose, aunque Vicky los este desenterrando de manera furtiva, pero como dicen: en la guerra y en el amor todo se vale. Ademas que es la primera vez que leo algo relacionado con la maldicion (aunque sea de pasada).
    Sobra decir que espero el siguiente capitulo. :D
    Gracias por el capitulo!!

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  4. Me encantó el capi como siempre porque me gusta mucho como escribeS lo malo es que no me gusta nada Cristóbal pero bueno por algo esta en la historia pero no quiero que Alex sufra, ya espero el próximo. Saludos

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  5. Gracias por el capi Dani, como siempre encantada como va la historia, pero pienso que si Alex no empieza a contarle a Victoria profundamente el porque se siente tan inseguro de que lo abandone por alguién va a estallar un mal entendido con este Cristobal que huele especial para ella, y tambien estan los cuadernitos que se le están extaviando a Alex, aunq puede ser que alguién lo puso apropósito para q lo encuentre... y a esto porque no puedo entrar en la mente de Vicky cuando quiso ?? :o que paso ahi??? insertidumbre a la espera del proximo cap.. un abrazo linda semana

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  6. daniii ya deje mi comentario en face pero mejor lo dejo aqui tambien....pues como que a vicky le valio su primer dia de U. hahahha y se concentro mas en cristobal quien no con ese especimen...aunq mmm no se .el es extrano y me parece que muy peligroso para la relacion de vicky y alex........vicky seductora hahahah pobre anibal como quedo en shock viendo ese lado de la gobernadora hahahaa......danii seria chevere ver un capi con esa victoria seductora con alex.....porq ella es siempre la seducida........ee diario me tiene en ascuas masssssssssssss infoooooooo

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  7. mmm, ese Cristóbal no me gusta nadita, y sigo sospechando que algo se trae entre manos. Me dio ternura Alex con su berrinche por despertar abrazando a la almohada y la verdad es que no le va ya que el se escuda en suposiciones tontas para ignorar a Viky.
    Danii te has lúcido de nuevo, excelente capítulo.

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  8. wow que cool me encanto este capi. me encanta que cristobal vuelva a estar involucrado y me gusta que vicky se arriesgue pero ojala Alex no se de cuenta porque ahi si se armaria la 3ra guerra mundial :$
    en total, te doy felicitaciones, DTB y que te vaya super bien en tu estudio!

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  9. Por fin lei el capitulo xD oaojjoa
    ayer estaba en turno asi que no pude ver cuando abriste denuevo el blog jajaj
    Quisiera saber que tiene ese cristobal... Existe de verdad te basaste en alguien o es solo tu imaginacion? xD
    Porque si existe presentalo!! xD

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  10. Hola mi nombre es Anel y es la primera vez que comento esta historia esta muy buena como todo lo que escribes...
    Ya me tiene de nervios esa sangre sabor a Frambuesa del guapo Cristobal. Sera que las anteriores Governadoras encontraban una sangre especial y se enamoraban de un humano y por eso dejaban al Governador??? ya estoy intirigada con tanto secreto y vicky que no termina de leer ese diario (aunque se que no deberia hacerlo pero si no lo lee no nos enteramos) Muero de ancias solo de pensar para donde va todo esto . imagino que se pondra a pruva el amor de Vicky por el hermoso de Alex y la pruba es el guapisimo Cristobal y su sangre sabor Frambuesa ya quiero ver como vicky supera esoooo .....

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  11. me hiper, super, recontra encanto el caqpitulo!!!

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  12. Por fin!!! por fin, pude terminar de leer el capítulo XD
    Ya volví de trabajar, y no podía leer el capítulo como corresponde, pero lo conseguí.
    Pffff, la vez pasada dudaba de Cristóbal, pero ahora ni idea qué pensar de él, habrá que continuar leyendo, para generar hipótesis jejejjeje.
    Victoria, con todo lo bien que me cae, siento que por su bendita curiosidad va a terminar peor que un gato... es tortura emocional lo que hace, nadie puede. Ojalá y Alex no la descubra, porque ahí si que ardería Troya y Grecia completa XD
    Pd1: cada día me cae mejor Anibal XD
    Pd2: me encanta la imagen del blog, y se agradece que las letras sean más grandes XD

    Saludos!!!

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  13. Dani que buen capítulo! Me encanto. Aunque sigo sosteniendo que cristobal no me agrada nada... el simple hecho de pensar que pueden llegar a separarse por el me hace odiarlo.
    Sos mi idola Dani! ESPERO ANSIOSAMENTE EL PRÓXIMO CAPÍTULO ... (como siempre )
    mil besos corazón !
    Eve T.

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  14. Hay como amo a mi Alex, siempre he justificado sus actos por todo lo que le hicieron en el pasado, pero esta vez me da penita por Victoria, por que a ella le ha tocado una parte no muy amable de su vampiro, y muero por que siga leyendo ese libro para ir descubriendo mas, al que si no me trago es al Cristóbal y la muchachita esta que se pasa de coqueta con él, creo que estos dos le darán bastantes dolores de cabeza a mi vampiro; No me quiero ni imaginar la que se va ha armar cuando Alex se entere de esto.

    Un abrazo

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  15. Hola escritora jaja.
    Estoy muy molesta cn Victoria jaja bueno no tanto pero si me desconcierta las actitudes q toma cn Cristobal, yo sigo creyendo q debería hablar cn Alex porq digo no puedes exigir honestidad cuando tu no estas dandola. Ahhhhh no se, a veces se me olvida q Vicky sigue teniendo 18 años jaja Solo espero q esto no le traiga problemas a largo plazo, pero bueno ella nunca tuvo tanta suerte.
    Por otro lado entiendo el dolor de Vicky al ver el diario y los sueños de Alex, para ella es muy duro todo esto pero por otro lado, sitando a mi Stephanie Meyer "de cuantas maneras se puede romper un corazón y esperar q siga latiendo" Digo honestamente aunq la mayor parte del tiempo me parte su actitud odiosa, la comprendo y creo q Alex esta aterrado de q le vuelvan a rompe el corazón, yo también sería cautelosa.
    Awwww yo si participo en el blog, en el grupo no tanto porq casi no toy por ahí pero ya lo haré!!!!!
    Muchas gracias por el capi Danii y ya vi q ya actualizaste a mi angelito y al rato me lanzo a leerlo.
    Un beso y nos seguimos leyendo.

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  16. Que hermosidad lo ame completamente, quien carajos es Cristobal! que pasa aqui jajajaja! Yo de Vicky en serio le preguntaria mientras duerme cosas sobre mi...
    Espero ansiosa el prox cap. (:

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  17. tengo una gran teoria con Cristobal depues de haber leido esto por segunda vez ...

    Vicky por favor recuerda las ultimas lineas de esta caaaap!!
    es inevitable pensar q en este cap yo pensaba q todo estaria bien en el siguente y no fue asi, todo empezo a caer de apoco :(

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