CAPITULO 3
Con Alex, bueno
en realidad él, estábamos corriendo hace más de cuarenta minutos y yo ya me
estaba cansando de estar en esta posición, me dolía mi cadera, aunque Alex
llevaba el mayor peso de mi cuerpo con sus brazos.
—Alex para… —él
se detuvo de inmediato y me moví para encontrar su rostro –me quiero bajar.
—No, ya casi
llegamos, te tocará soportar, se nota que no ejercitas tus caderas porque estoy
seguro que una de tus amigas seguiría cómoda hasta ahora –entrecerré los ojos y
le di un golpe con mi mano hecha un puño sobre su hombro aunque de nada sirvió,
era tan duro como una roca –no vuelvas a hacer eso, tú me debes respeto.
— ¡No soy tu
mascota, con quien te puedes entretener!... ¡ahora estoy cansada y bájame! –él
iba a decir algo, pero no le importó nada, siguió corriendo como si nada, pero
yo me empecé a mover desesperada, aunque se viera muy feo, contra él. La
reacción de Alex fue quedarme mirando sorprendido — ¡Bájame Alex! por favor,
además mi vestido se ha subido –en menos de un segundo estaba en el suelo, me
arrojó como cualquier cosa.
—No es mi
culpa que te hayas vestido como una zorra —miré a todos lados con una expresión
indiferente, lo único que hice fue recostarme y juntar mis piernas.
—Oh…esto se
siente bien –dije tocando mis caderas, de verdad me estaba doliendo mucho.
Después de
varios minutos estuve más tranquila me traté de sentar, pero no pude, me dolió más
de lo que pensé.
—Eres una
debilucha.
—Si tus
comentarios son de odio hacia mí ¿Por qué mejor no guardas silencio? –Cerré mis
ojos, pero de un momento a otro, como me estaba acostumbrando a que pasaran las
cosas, sentí las manos de Alex en mi cintura y me ayudó a sentarme, lo miré
extrañada –Eres bipolar.
—Cállate —si,
sin dudas lo era — ¿ya estas lista? ¿Podemos avanzar?
—Creo que
mejor caminamos de ahora en adelante, no creo que pueda ir en esa posición otra
vez en mi vida.
—No te preocupes,
te queda poco de vida —de nuevo sin darme cuenta él me ayudó a levantarme
mientras yo me quedaba en blanco. Él tenía razón, ahora estaba yendo a mi
muerte, que no tenía idea de cómo seria, si él me iba a drenar entera o me iba
a convertir, ninguna opción era buena.
No quise
pensar en nada de eso por el momento, así que cambié el tema, al ver que él
comenzó a caminar.
—Entonces ¿tú
le sirves a algún estilo de rey? ¿Algún alguacil?...algo por el estilo ¿no? –se
volteó a verme y pude notar su sonrisa marcada.
—Estás loca
¿sabes? lees demasiado esos libros y ves demasiada televisión, bueno eso se
acabará pronto, ya no tendrás tiempo.
—Basta por
favor –dije repentinamente, deteniéndome mientras lo miraba con el ceño
fruncido para que notara que estaba enojada –ya me tienes aquí, no sé cuál es
el motivo y ni siquiera te lo he preguntado porque no sé con qué respuesta vas
a salir, por ahora no quiero pensar en cómo terminará todo ¿está bien?...es mi
vida la que está en juego, así que basta –él me miró serio, como si estuviera
enojado. Alex tenía problemas con que le dieran ordenes, eso me podía dar
alguna pista, quizás era el jefe, ayer había nombrado algo de enviar a alguien
por su alimento.
Comenzó a
caminar de nuevo y me fui a paso lento tomando una distancia segura con él.
—Yo soy el
jefe, no es como en tus historias, aquí peleas por algo y lo obtienes, con
aliados, nada se puede hacer solo pero aun así, sigo siendo el jefe, incluso el
de mis aliados –bien, sé que era mi futuro asesino, pero encontré una avance a
que me haya dicho algo de información.
— ¿Y no
temes que alguien venga a quitarte lo que tienes?
—No, ya que en
nuestra especie no somos muchos, sabemos exactamente donde están los clanes en
todo el mundo, yo personalmente tengo dos lugares de reunión, no tengo por qué
darte más información –lo miré sorprendida ¿Qué edad tenia realmente? debió
haber luchado bastante.
— ¿Dónde es
el otro punto?
—Bueno uno está
aquí, en Chile y el otro en Italia… —noté que estaba hablando con orgullo de
sus logros.
—Eso quiere
decir que Italia es tu tierra natal —se volteó a verme y siguió caminando, de
espaldas, agradecí eso, me gustaba ver su expresión cuando hablaba.
— ¿Por qué
dices eso? –enarcó una ceja con su expresión tan desagradable, creo que ya no
me gustaba verle la cara.
—Porque te
llamas Alex, aquí no hay muchos hombres con ese nombre, no es chileno.
—Estas en lo
correcto, nada sorprendente —idiota, como odiaba que hablara tan indiferente,
como si fuera superior o algo así, además lo encontraba demasiado inmaduro de
su parte –Ahora te he dicho bastante, tu turno ¿y tú has dejado a alguien
importante atrás de nuestra huida? –lo miré con la boca abierta, sin poder
creer en sus palabras ¿es qué él no entendía lo que había hecho? — ¡Por favor! no
me mires así, no seas melodramática, estas muy tranquila para fingir que de
verdad no te interesa esto, es claro que dejaste a tus padres, pero ¿hay
alguien más?
—Mis amigas…
—mi vista se fue a las estrellas al recordar a Ana y como le había gritado.
—Esas no se
llaman amigas —levantó los hombros dándole poca importancia a lo que le decía.
— ¡¿Qué
sabes tú?! –me alteré por como uso su tono de sabelotodo.
—Más de lo
que te imaginas —desistí de tener una conversación civilizada con él.
—No quiero
seguir hablando de mi…total ya no importa ¿cierto? si mi vida tiene los minutos
contados –él sonrió satisfecho a lo que escucho.
—No podía
estar más de acuerdo contigo Victoria –siguió caminando de la misma forma, me
miraba como si tratara de descubrir algo, lo que me puso nerviosa. No pasaron más
de unos segundos cuando volví a preguntar algo, no lo podía evitar y no tenía
idea el motivo.
—Entonces… —dije
como que no quería la cosa.
—Sé que
ocupas esa actitud desinteresada para saber los mitos de tus historias que
tanto has leído — ¡¿De dónde saca tanta información?! pareciera como si supiera
todo sobre mí –así que no ocupes tu patética técnica, pregunta… —lo miré
desconfiada, antes ni siquiera me dijo lo del sol y ¿ahora puedo preguntar lo
que quiera? quizás sintió lástima porque me mataría ¿a quién podía decirle sus secretos
si iba a morir?
—Bueno ¿el
sol te destruye? –formó una risa.
—Esa ha sido
el peor invento del cine, junto con las cruces y las estacas…personalmente mi
favorita es la del ajo –todo lo que dijo me dejó con la boca abierta ¿nada de
eso lo dañaba? ¿Era invencible? –Wow Victoria Guzmán, realmente te dejé
sorprendida, desde anoche creo que fue la última vez que te vi así.
—Eres un
vampiro y usualmente me dejarás sorprendida… —dije mirándolo como si fuera el
idiota más idiota de todos.
—No te
preocupes, eso dejara de pasar en un tiempo más, ya verás –lo miré enojada, no tenía
ningún respeto por mi vida. Tomé impulso y lo empujé con toda la fuerza que
tenia, pero solo me hice daño en las manos, haciendo que gritara de dolor — ¡no
respetas nada! ¿Por qué haces esto? ¡Es cruel y malvado! ¡Deberías matarme de
un buena vez y dejar mi cuerpo tirado, así alguien me encuentra y me lleva a
donde mis padres! –me senté de un movimiento, no lo soporté más y me puse a llorar ahí
mismo. Esto estaba provocando que tuviera cambios de humor tan rápido que me
abrumaban.
—Deja de
llorar Victoria, no entiendes nada por el momento y no te lo voy a explicar,
estoy cansado y necesito dormir, mañana es un largo día –lo miré con odio,
mientras las lágrimas seguían cayendo. Estiró su mano hacia mí y la tomé de
mala gana, ya que me iba a morir de todas formas.
Agradecía
que por lo menos hiciera calor y tocar su piel no me causara ningún malestar
más en este viaje.
–Ahora tú
tienes la decisión… —lo miré confundida mientras él seguía al frente mío sin
moverse.
— ¿Sobre qué?
–di un paso hacia atrás, quizás me iba a preguntar si me mataba lento o rápido.
— ¿Quieres
llegar a donde vivo, a pie o sobre mi? –Lo último lo dijo con un tono descarado
–te adelanto que son kilómetros todavía… —suspiré, ya el dolor de mis piernas y
cadera había disminuido un poco.
—No entiendo
porque tiene que ser por adelante y no en tu espalda –dije mientras levantaba
mi pierna hacia él, quien la tomó en un segundo acercándome bruscamente a su
cuerpo para poder levantarme. Recién cuando estuvimos listos respondió.
—Porque no
quiero que a mitad de camino te marees y te caigas, aquí vas más segura –ya me
estaba acostumbrando a que era bipolar, así que no me animé con su supuesta
preocupación. Afirmé mi cabeza en su hombro y cerré los ojos, esperando a que
se moviera, pero luego de unos segundos no se movió.
— ¿Qué
sucede? –Me moví para mirarlo, por lo visto se puso nervioso y ahí me traspasó
su estado –espero que no estés nervioso
porque hay alguna acción debajo de tus pantalones –mi voz era firme y segura,
eso me agradó.
—Estaba solo
analizando ciertas situaciones –encontró mi mirada y estaba serio, pero si no
me había sorprendido antes con su cambio de humor, lo que hizo después si lo
hizo. Llevó su mano derecha y la llevó a mis mejillas para secar las lágrimas
que habían quedado. Mi corazón se alteró de una manera incontrolable mientras
pasaba su piel tan helada por mi mejilla.
—Realmente… —me
quedó mirando y luego sonrió, curvando sus labios. Ya no me agradaba esa
sonrisa, bueno, en realidad nunca me debió agradar, era la sonrisa de mi
asesino, además me daba la impresión que era un sinvergüenza, mujeriego —amo
esta camiseta, así que no quiero que se ensucie con tus patéticas lágrimas.
—Eres un
imbécil –y sin más, empezó a correr, de inmediato cerré mis ojos y me acomodé
sobre su hombro. Esta vez iba más lento, me imaginé que en un mundo paralelo lo
estaba haciendo para que no me doliera tanto mis piernas y eso si fue muy
agradable, tanto que el cansancio de la noche se me estaba viniendo encima, así
que no pasaron muchos minutos cuando mis ojos se fueron cerrando poco a poco.
Creo que después de todo era mejor, no iba a vivir la tortura de estar
despierta cuando me matara o solo iba a vivir un dolor momentáneo.
Después de no sé cuánto tiempo, apenas abrí
los ojos y noté que Alex ya no me llevaba en esa posición tan incómoda, sino
que ahora podía ver claramente su rostro desde un ángulo inferior, ya que me
llevaba en brazos, tomando mis piernas y mi espalda. Noté que había luz por todos lados y que le
hablaba a alguien en un idioma que no pude entender, lo más probable es que
fuera en italiano, pero fui incapaz de preguntar ya que mis ojos se cerraron de
nuevo.
Después de
mi estado de inconsciencia, el cual no mejoró, solo me di cuenta que estaba
recostada en algo demasiado blando y confortable. Me removí entre las sabanas
que eran tan suaves como el algodón y abrí mis ojos lentamente para estirar mis
brazos hacia arriba mientras daba un gran bostezo. No hice ningún movimiento
más, me quedé mirando a mí alrededor, con los brazos en alto y notando que esta
no era mi habitación.
Me senté en
un segundo, miré la amplia cama, de la cual esas maravillosas sabanas eran
color blancas y la habitación era bastante clara, excepto por unos diseños de
color negro que le daban un toque moderno, los muebles igual eran negros y las
ventanas eran del porte de dos veces la altura de mi casa, decoradas con unas
inmensas cortinas de color blanco.
Bajé
lentamente la mirada para ver que traía puesto, no era el vestido de la noche
recién pasada, sino que se podría decir que tenía un mini vestido azul oscuro
de pijama.
Con la misma
lentitud miré hacia mi lado izquierdo de la cama y vi que no estaba sola ¡Dios!
¿Qué había hecho anoche? Me moví un poco para verle la cara a la persona que me
estaba dando la espalda a mi lado… era Alex ¡¿Qué había pasado anoche?!
Comencé a
desesperarme, tenía que salir de aquí con rapidez.
Bajé cuidadosamente
de la cama, estaba segura que lo estaba haciendo demasiado bien, ya que ni se
notaba que me estaba moviendo y Alex respiraba pausadamente, estaba
durmiendo…otro mito que quedo fuera de mi lista. Los vampiros si podían dormir.
Victoriosa
salí de la cama y me fui de puntillas a la puerta, no tenía idea a donde iba,
pero no había otra opción. Estiré mi mano para tocar la hermosa manilla
transparente cuando repentinamente apareció ¡un maldito cuerpo entre la puerta
y yo! ¿Por qué mi nombre no me traía nada de suerte?
—Debo darte
el punto por ser perseverante –levanté la vista y me encontré con una radiante
sonrisa de Alex, que ahora solo llevaba unos bóxer negros con una línea azul
oscura en la parte superior. Se veía más alto de lo que recordaba anoche y su
rostro ahora lo podía ver mejor por estar en un ambiente más claro. Pude ver detalladamente
cómo era él en realidad.
Su cabello
estaba desordenado, como lo tienen las personas cuando recién se despiertan y
sus cejas iban exactamente como debería ir en un hombre, eran perfectas, lo
estilizaban bastante; su nariz era como si la hubieran tallado los ángeles y
sus labios, se veían blancos y tenía que decir que esta figura no se veía
arruinada por sus colmillos, que en este momento solo resaltaba uno, por su
sonrisa torcida. Seguí bajando la mirada y noté que tenía su cuerpo bastante
marcado, no de una forma exagerada, pero tenía varias líneas marcadas, sobre
todo en su abdomen, era de contextura media, antes en la oscuridad había visto
que era más delgado, pero estaba equivocada, era mejor ahora
—Te gusta lo
que ves ¿no? –seguía con su sonrisa, pero ni por un minuto pensé en seguir con
esto.
— ¿Qué hago
vestida así Alex? ¿Paso algo…?
—No, no te
preocupes, estabas aun con alcohol en tu cuerpo, solo te vestí ya que no dejaría
que otra persona lo hiciera, eres de mi propiedad ahora.
— ¡No soy un
objeto maldito vampiro sicótico! –le iba a dar unos golpes con mis manos, pero él
me detuvo y las tomó con fuerza.
—Escúchame
bien ¿sabes que la otra vez casi te rompí el brazo no? –asentí, asustada al
recordarlo, fue lo necesario para no tratar de golpearlo de nuevo –entonces no
lo olvides, en cualquier momento puedo decidir matarte dolorosamente…—me soltó
con fuerza, haciendo que me quejara –tengo que indicarte algunas cosas, este es
el baño –dijo abriendo la puerta que según yo iba a ser mi “salida” –sé que
ustedes los humanos lo necesitan, así que tienes un momento para ocuparlo hoy
en la mañana, hay todo lo que necesitas y si falta algo, solo pídemelo, tienes
quince minutos, sé que no te demorarás más, yo estaré aquí esperándote…no
trates nada, escucho todo lo que haces y tenemos que hablar cuando salgas, es
hora de aclarar todo —tragué saliva asustada, asentí y me metí al baño con
rapidez. Le puse seguro sabiendo que no servía de nada.
Me volteé y
me quedé en shock otra vez, el baño era hermoso, tan o más amplio que mi
habitación y mucho más lujoso que todo lo que había visto antes. Sobre un
mueble había ropa, corrí hacia ella, eran unos jeans tubo color negro, una
camiseta blanca, unas zapatillas negras con líneas blancas y ropa interior,
blanca. Respiré satisfecha, lo último que me podía pasar era que me vistiera
como una princesa y simulara que era suya, aunque solo me faltaba el vestido.
Esto cada vez se estaba volviendo color hormiga.
Cansada me metí a la ducha y me apresuré,
Alex había dicho que tenia quince minutos, por lo que no quería que se
aburriera y entrara mientras yo estaba desnuda. Me sequé el pelo rápidamente,
me vestí como si estuviera en una competencia, en tiempo record. Tomé mi cabello
en un moño y no sé porque, pero me miré al espejo, aun esta ropa era demasiado
ajustada para mí.
Salí rendida
y Alex estaba mirando por una de las grandes ventanas. Ahora traía una camisa gris
con unos pantalones negros, era muy casual y para mi pesar, encontré que se
veía divino….Dios, de seguro alguien cuando era bebé me golpeó como para estar
pensando así de mi secuestrador.
—Bien,
conversemos –se volteó y me sonrió, lucia extraño. Miré su cabello negro y debo
decir que no había mucha diferencia en el durmiendo y no durmiendo.
—Primero
come –dijo con sus manos en los bolsillos y mirando a la cama. Seguí su mirada
y había una bandeja de plata con comida.
—No soy tu
mascota y no tengo hambre…aunque trates, no me asustas, de todas formas me vas
a matar, esto es muy cruel de parte tuya.
—Victoria, come
–su mirada fue furiosa, si quería asustarme lo había logrado ¡vamos por Dios! era
un vampiro, le podría decir que no me asustaba, reacción un tanto rebelde de mi
parte siendo que jamás lo he sido, pero en realidad él me aterrorizaba, sobre
todo por los pensamientos para nada correctos que llegaban a mi mente sin poder
controlarlo.
Me dirigí de
mala gana y me tomé un vaso de leche que había, con unas tostadas con mermelada
de frambuesa. Solo lo miré una vez y me estaba dando la espada, él seguía mirando
hacia fuera, donde el día estaba hermoso. Mi mente se fue a como estarían mis
padres y su sorpresa al notar que no estaba con ellos cuando despertaran; eso sería
muy doloroso para ellos y para mi, quería estar en mi casa, con mi familia.
Terminé de
comer un tanto atragantada por el nudo que se formó en mi garganta al acordarme
de mis padres, pero por lo visto, si tenía hambre, lo más probable que era por
el alcohol de anoche, ya que me comí todo.
—Bien, estoy
lista, mi última comida ha sido memorable, tu conciencia estará menos sucia, ahora
hazlo de una vez que estoy cansada de tus juegos –se volteó y me miró con
dureza.
— ¿Crees que
si hubiera sido por matarte, me habría dado todas estas molestias? –me quedé en
silencio. Buen punto, pero si no quería matarme, lo que hacía que mi corazón
saltara ¿Qué quería de mi? — ¿Y bien Victoria?
—Entiendo tu
punto, pero ¿y entonces? –se podía decir que mi futuro no estaba tan negro
después de todo.
—Tú eres mía
ahora.
—Deja de
repetir eso...no lo soy, no soy de nadie y jamás lo seré –eso le hizo sacar una
sonrisa –además las personas no son propiedades, alguien tan viejo como tu
debería saberlo.
—Tanto mi
cuerpo como mi mente están en los veinticuatro, aunque parezca un tanto mayor,
no avanzo ni un poco, gano madurez, eso es cierto, pero no es como si fuera un
depravado –la última palabra me llamo la atención, para ser un depravado debe
tener alguna atracción a una menor o sea en este caso yo y eso no podía ser
posible –y eso me hace sentir mal contigo –lo miré sorprendida, llamando de
nuevo mi atención –imaginarme que te tendré para siempre con esa mente, de una
chica de dieciocho…mmm —ese “mmm” pareciera que le salió de lo más profundo de
su cuerpo —…tan rebelde –ahí fue, solo eso necesite, aunque no había algo más
claro a lo que dijo. Demonios ¡él me quería convertir en un vampiro!
— ¡No me
puedo convertir en alguien como tú! ¡Prefiero la muerte! –Le grité con fuerza y
poniéndome de pie. En un segundo lo tenía al frente a centímetros de mi de
nuevo y auto cuestionándome de donde salió tanta valentía de mi parte.
Alex tomó mi
mentón y me hizo mirarlo fijo, su agarre de nuevo era firme y bruto.
—Escúchame
muy bien….cuando te convierta será porque tú me rogaste por hacerlo y esto será
luego que me des lo más preciado que tienes para mí –lo ultimo lo dijo pasando
su dedo índice por mi mejilla, lo cual odie porque me causó escalofríos y no
específicamente por miedo.
— ¿Y qué es
eso? ¡Aparte de tener que dejar de ser humana y que mi corazón no siga latiendo
para luego beber sangre como un animal!
—Tu valiosa virginidad,
quiero ser el primero y único en tu vida como humana —lo quedé mirando con los
ojos como plato. El rodó los suyos –y no bebemos sangre como animales ¿Qué
crees que estamos en el siglo V?
— ¡Suéltame!
eres un sádico pervertido, no tengo idea como te enteraste si había tenido
relaciones o no, pero jamás, escúchame bien –lo miré directo a los ojos –jamás
me tendrás en tu cama –pensé mejor en lo que decía porque recién anoche había
dormido a su lado —¡de esa manera! –el sonrió de una forma arrogante y se
acercó más, pareciera como si sus labios estuvieran solo a milímetros de los
míos.
— ¿Sabes?
–su frío aliento hizo que tuviera que tragar saliva ¡maldito vampiro sexy!
–algo de lo que has leído es cierto, puedo escuchar tu corazón latir como
también puedo sentir el aumento de tu frecuencia respiratoria, además de otras
cosas –ladeó un poco su cabeza, seductoramente –te puedo leer entera y te
aseguro que serás mía –lo miré seria.
—Creo que
tienes razón —él enarcó su ceja izquierda un poco – ¡el día que caigan miles de
vacas desde el cielo me tendrás! –frunció el ceño, levemente enojado, quizás lo
había ilusionado.
—No me gusta
que jueguen conmigo —me empujó hacia atrás.
—Y a mí no
me gusta que me secuestren… ¡Bravo! Nos estamos conociendo –dije con voz
irónica. Traté de mover su mano, pero me fue imposible. Pude notar que Alex tenía
la mordida tensa, pero luego de un segundo se relajó y también me liberó.
—Nos vemos más
tarde, puedes recorrer la casa como se te antoje, te informo que esta mansión está
rodeada de guardias que no son humanos, así que no trates de escapar, todos
están avisados de que estas aquí…y bueno –ahora hizo una mueca de incomodad –no
me gusta tener servidumbre así que hay dos chicas, ellas son humanas, no saben
nada de vampiros y cosas así, pero
pueden servirte de compañía –realmente le creí por un segundo que se preocupó
de que tuviera con quien socializar.
—Oh que considerado
–mi mirada era fría, él rodó los ojos, viendo como si mis acciones fueran infantiles.
—Nos vemos,
Vittoria –bien, no estaba preparada para como me nombró; ese “Vittoria” lo dijo
con un acento italiano muy marcado y esa sonrisa tan característica de él; era
como si te mirara ¡No! ¡Maldito vampiro!....no iba caer, solo tenía que
mantener en mi cabeza lo que me estaba haciendo, él era el monstruo que me
separó tanto de mi familia como amigos.
kajakajkajakajkajakajk
ResponderEliminarpuedo decir ke alex me encanto.. es un tonto ke no sabe tratar a una mujer, por lo menos para ke sea su compañera de vida es un verdadero IDIOTA!! kajkjakjak victoria en cambio trata de acerse la fuerte aunque ya sabemos ke en cualquier momento cae rendida ante alex :$ pobrecita ME ENCANTARIA ESTAR EN SU LUGAR aunque creo ke victoria se aproxima mas a la personalidad de la escritora (CREO) kajkajakajkajk
dios por los vampiros tienes ke ser tan sexys ricos y despotas????
Gatito ... se empieza a mostrar como es ... aunq sigue con ésa actitud de vampiro malo para q Victoria lo respete xD
ResponderEliminarnose q tanto me gusta la reacciones de Victoria con Alex ... y me refiero a como le habla!! como si fuera un viejo amigo con el q esta enojada x hacer algo q ella no qeria en vez d estar aterrada !! no solo x q la secuestran y posiblemente la vallan a matar dolorosamente si no q su captor es un vampiro !!
y bueno ella esta obsesionada con los vampiros asi q igual se entiende xD
y bueno x lo demas no hay nada q decir ... se entiende perfectamente ... si Gatito es la cosita más sexymente hot!!! jejejrjj
(propósito muuuy buena la foto de Gatito ahí arriba e.e )
*Kathy ... no podía comentar d otra manera ... gracias al cel 77' *
Espero y Alex se de baños de paciencia, porque lava a necesitar...
ResponderEliminarEstos dos son todo una bomba
ResponderEliminar