CAPITULO 1
Estaba
mirando mi reflejo en el espejo del baño de la casa, jugando con mi cabello
negro, liso y sin gracia alguna; servía de una u otra manera para entretenerme.
Quedé mirando mi rostro, la pálida piel resaltaba en lo anormal y mis ojos verdes
solo hicieron que me aburriera, si seguía mirando iba a tener un colapso de disgusto.
Mi cuerpo tampoco ayudaba a notar algo en el reflejo, no tenía muchas curvas,
es más, era bastante delgada…pero de todas formas mi ropa holgada me impedía
marcar algo de mi cuerpo. Tenía que salir de aquí, o si no iba a terminar con
mi autoestima por el suelo.
Eran las cuatro
de la mañana y seguía sin poder dormir, había terminado nuevamente de leer una
saga de vampiros que había encontrado en algún lugar de Internet y como siempre
seguía provocando que sintiera que mi vida era demasiado aburrida y que solo en
un futuro, tres meses para ser específicos, lo único que iba a tener de
emocionante, era entrar a la universidad y sabía que esa emoción se iría luego
de verme absorbida por los estudios y terminar en siete años con un título que
solo me iba a esclavizar al trabajo y en eso si que no había dudas, menos
cuando iba a estudiar Medicina…me gustaba, pero aun así, no encontraba que
fuera algo tan emocionante como en las vidas de los personajes que leía en esos
maravillosos libros, luchando constantemente, llevándome a lugares que jamás me
podría imaginar…pero solo eso, ahí estaban…en mi imaginación.
Debo admitir
que en un lugar muy escondido de mi corazón, creía que existían, escondidos de
todo conocimiento humano, caminando entre nosotros sin darnos cuenta, pero
luego de esa emoción…me veía abofeteada por la realidad, de seguro me estaba
volviendo loca tanto leer.
Salí del baño con un suspiro, derrotada por
no encontrar nada entretenido que hacer, fui a mi habitación y busqué algo para
abrigarme, algún sweater viejo que tenía tirado en mi cama. Tomé mi cajetilla
de cigarros para poder distraerme y dejar de sentir autocompasión por mi vida normal,
que probablemente si le hubiera dicho a alguien como me sentía me daría un
sermón diciendo que era afortunada de tener una existencia que otras chicas
soñarían, pero bueno, en estos momentos nadie me acompañaba como para
regañarme.
Traspasé la
puerta principal y me apoyé en el marco de esta, sacando un cigarrillo,
mientras respiraba el aire frío que había, para ser verano debo decir que
estaba más helado de lo común…aunque claro, era bastante tarde.
Miré a mi
alrededor y todo estaba en silencio, las luces estaban alumbrando la oscuridad
y cada casa tenía sus luces apagadas, no se escuchaba ni un solo ruido, no
ladridos de perros, no maullidos de gatos, ni gritos de alguna persona que
estuviera ebria, era solo un día más en la semana de Diciembre, la última
semana de este mes. Negué con la cabeza diciendo que estaba más sentimental de
lo normal. Saque un Lucky Strike y prendí mi único vicio, agradecida de que
nunca me hayan faltado cigarrillos en mi vida, le di apenas una sorbida y sentí
el agrado del sabor del humo en mi boca, de cómo mi corazón se aceleraba un
poco, realmente era irónico, iba a estudiar Medicina y era más que adicta a los
cigarros, no los iba a dejar por ética…no por ahora al menos.
Abrí y cerré
nuevamente mis ojos volviendo a absorber del cigarro y luego de unos segundos
boté el humo, me quedé concentrada mirando hacia calle, cuando sin siquiera
darme cuenta una persona apareció a un lado de mi cerco de metal, era un
hombre, sentí como mi estomago se revolvió un poco por la sorpresa, pensé
rápidamente en botar el cigarro y entrar al refugio de mi casa, pero luego
pensé que sería muy grosero de mi parte…aunque había un hombre que podía ser
peligroso, al frente mío y en la madrugada.
—Buenas
noches… —me tomó por sorpresa escuchar su voz, era suave, un tanto hipnótica. Mi
corazón se aceleró solo al escucharlo y sabía que no era por efectos del
cigarro. Lo miré nerviosa y me atraganté un poco con mi propia saliva.
—B-buenas
noches –aunque su voz fuera bastante sexy, no me iba a quedar aquí ni un
segundo más, boté el cigarro, del cual quedaba bastante que quemar y lo pisé rápidamente.
—No deberías
fumar, hace mal –fruncí el ceño al notar que no era un extraño cualquiera, sino
que era un extraño entrometido.
—Sí, bueno,
que tengas buenas noches –me volteé y no me importó haberlo tratado con tanta
confianza, él lucia joven, unos veintitrés como máximo.
Dirigí mi
mano hacia la puerta para entrar y olvidar todo lo sucedido, pero no pude. Me
quede helada al sentir una mano muy fría que sujetaba mi brazo libre, dejándome
a su disposición.
De inmediato
me llamó la atención lo helado de su agarre, pero un segundo después eliminé
esos estúpidos pensamientos, ahora tenía que pensar en el psicópata que estaba
a punto de matarme y quizás hacer lo que se le diera la gana conmigo.
No me podía
mover y él lo intuyó ya que se acercó más a mí y pasó su otra mano por mi lado
para así tomar mi brazo que no estaba a su alcance y me comenzó a mover,
haciendo que me volteara a verlo.
—Necesito tu
ayuda –su voz seguía siendo seductora y me sentía pésimo por encontrarla de esa
forma, era ilógico que en esta situación tuviera estos pensamientos. Sin dudas
ahora mi vida aburrida era mucho mejor que estar en esta “emocionante”
actividad.
— ¿S-i? –no
me había dado cuenta hasta ahí que mi respiración era pesada y rápida. No podía
ver su rostro, tenía mi mirada hacia el suelo y no era lo demasiado valiente
como para poder encontrar sus ojos.
— ¿Qué haces
a estas horas en la calle?...sabes que vivimos en un mundo muy peligroso hoy en
día –si, claramente ahora veía lo peligroso que era, que ni siquiera en la
puerta de mi casa estaba a salvo — ¿No me vas a responder? –se sentía muy
confiado de sí mismo, eso no me agradó y tragué dolorosamente mi saliva ya que
mi garganta se secó por el miedo. Traté de sacar fuerzas de donde no tenía y
enfrentarlo.
Estaba
aburrida con mi vida, pero no quería morir…menos con mis padres a unos metros
de distancia.
—Suéltame
–logré decir y lentamente levanté mi mirada para encontrarme con la suya y….Santo
Dios, eso sí que era una mirada oscura como la boca de un lobo. Aquel chico,
si, porque ya podía ver que solo era un poco mayor que yo, me sonrió curvando
sus labios, haciéndolo ver muy atractivo, nuevamente me quise abofetear por
esos pensamientos.
—Ciertamente
no lo haré, dije que necesito tu ayuda…
— ¡Suéltame!
–no sé de donde salió eso, pero mi voz fue bastante segura, sin embargo en
respuesta solo obtuve su risa burlona ante mi atrevimiento.
—Tienes
agallas…me agrada, pero ya es tarde para salvar tu vida –lo dijo descaradamente
como si fuera lo más normal del mundo, quizás era algún asesino en serie o yo
no estaba mirando las pistas correctas en ese momento –Ahora…debo decir que
hueles magnífico… —en ese momento sentí como en mi cerebro hizo un “clic” al
escuchar esto último. Levanté más segura mi mirada y encontré unos ojos más
amables, pero luego me fijé detrás de él, hacia el cerco de mi casa… ¿Cómo
diablos lo había saltado tan rápido?
Sin poder
controlarlo, mi mente comenzó a hacer muchos “clic” lo cuales me convencían
cada vez que estaba más loca que una cabra.
—Un vampiro…
—no lo pude controlar, me quería golpear por no haber parado mi estúpido
cerebro antes de decir aquella frase, incluso con un asesino, esto era
vergonzoso. Aun seguía aterrorizada, pero esto se mezclo con curiosidad, lo
miré fijo y él al escuchar lo que dije, solo enarcó una ceja, pero no lo negó.
Su piel era
demasiado fría, incluso para que fueran las cuatro de la mañana, era tan blanca
como…como si estuviera muerto y esos aspectos misteriosos de él, solo me decían
que quizás…solo quizás no estaba tan loca como pensaba.
— ¿De qué estás
hablando? –Su mirada se volvió más dura — ¿estás loca con esas “cosas”?...cada
vez son más comunes estas respuestas —lucia molesto, pero no me importó.
— ¿Cómo
saltaste tan rápido para llegar a mi? –sí, estaba loca, le estaba haciendo un
interrogatorio a un vampiro o…a un loco que me quería matar.
— ¿No has
pensado que eres demasiado lenta? –frunció el ceño de tal forma que me dejó
bastante claro que lo estaba incomodando, por no decir que lo estaba molestando.
—Lo eres, no
lo has negado y no me has tratado de loca –en realidad lo hizo, pero de una
forma que no llamó mucho la atención — ¿Cómo piensas matarme sin que me entere
de lo que eres?
— ¿Te das
cuenta que estás hablando de tu muerte como si fuera lo más normal del mundo?
—No me
debería importar si voy a morir de todas formas –repentinamente suspiró
pesadamente, como si se estuviera rindiendo. Soltó su agarre sobre mí.
—Hay un
problema con las chicas de hoy.
— ¿Qué edad
tienes? –no me podía alejar de él, era imposible, ahora quería saber todo.
— ¿Por qué
no has corrido aun? –su pregunta me sorprendió, tenía razón, siendo o no
vampiro, iba a morir y yo estaba haciendo preguntas estúpidas. Sin embargo no
me podía ir, no tenía idea del por qué. Él notó mi determinación –veinticuatro
–su tono era como si fuera lo más obvio del mundo.
—Ya no
tienes escapatoria, no lo has negado en todo este tiempo —casi me salió una
sonrisa al decir eso –dime de verdad cuántos años tienes.
—Más de lo
que te podrías imaginar… ahora ¿qué haré contigo? –Tenia el ceño fruncido –odio
cazar por lo mismo, la próxima vez mandaré a alguien que me traiga alimento
–estaba hablando consigo mismo.
— ¿Es
verdad? –no podía parar de mirarlo sorprendida. ¿En qué momento esto paso de
ser un casi asesinato a una entrevista con un vampiro?...era irónico.
— ¿Qué cosa?
–creo que cada una de mis preguntas iba a ser respondidas de la misma manera…más
preguntas.
— ¿Pueden
morir al estar al sol o brillan? ¿La plata los daña? ¿Mueren con una estaca en
el corazón? ¿No lloran? ¿Las cruces los dañan? ¿El ajo les hace algo? –su
expresión se estaba endureciendo, ahí me di cuenta de con quien estaba hablando
y que cada vez que abría la boca aumentaba las posibilidades de que me matara.
—Mira
niña…tu olor de verdad es embriagador y sé que nadie te creerá si le dices a
alguien esto, pero me causa intriga tu actitud.
—Responde —salió
un gruñido de su garganta y de un momento a otro ahora estaba estampada en la
puerta, dentro de mi casa, con su rostro a centímetros de mío. No tenía para
que decir como estaba mi corazón de acelerado.
—No juegues
conmigo —al decir eso tomó mi brazo izquierdo con fuerza –podrás saber todo de
tus queridos vampiros y cosas que han salido a la luz por errores como el mío,
pero no pienses que soy uno de los buenos ¿escuchaste? ¡Aquí yo doy las órdenes
porque soy más fuerte! –Su voz estaba en mi oído y mientras decía eso iba
apretando mi brazo cada vez más hasta que pensé que lo iba a quebrar.
Se detuvo
cuando salió un quejido de mis labios.
— Eso está mejor ¿no? –Asentí asustada
mientras unas lagrimas comenzaban a caer por mis mejillas –ahora… —se separó y
me quedó mirando –claramente esa idea de hacer que me invites a tu casa para
entrar no es cierta –dijo refiriéndose a uno de los mitos sobre vampiros
mientras observaba a su alrededor.
Mi casa no
era de las mejores, éramos una familia de clase media, si iba a estudiar
medicina era porque me había ganado más de un beca por haber estudiado como una
esclava.
–Ya que sabes lo que soy, lo cual es mi culpa,
te debí matar antes que la maniática de vampiros, o sea tu, me descubriera…y
ahora debo enmendar mi error –dio otra
vista a sus lados, mirando con suficiencia la sala de mi casa –tienes hasta
mañana, como a las dos de la madrugada para despedirte de quien desees…serás
mía.
— ¡¿Qué?!
–mi respiración estaba más que acelerada al escuchar lo que dijo.
—Has
escuchado, tienes hasta mañana, te recomiendo que no escapes o sino tus dulces
padres pagarán por esto –me dio una sórdida sonrisa, que hizo que me espantara.
—Nunca
permitiré eso ¡es ridículo! –mi tono desafiante lo hizo enojar, ya que de nuevo
se acercó violentamente a mí.
—No me dirás
que hacer dulzura… —me dio escalofríos a como me llamó –no tienes nada porque
vivir, lo sé, así que te vienes conmigo o tus seres queridos pagarán las
consecuencias de tus actos –apoyó su mano en la pared al lado de mi rostro. Las
lágrimas por el miedo comenzaron a salir de nuevo –eso…debes comenzar a
respetarme de una vez.
— ¿Qué
tratas de hacer? –no sé cómo me entendió ya que mi voz apenas salió de mi
garganta.
—Ya me
escuchaste, no me gusta repetir las cosas, mañana nos encontraremos aquí –se
acercó a mi costado y pasó su fría nariz por mi mejilla, lentamente. ¡Odiaba a
mi corazón que no se podía controlar!
—No puedes
hacer esto, por favor —ahora sonaba desesperada.
—Creo que te
faltó algún libro donde describían lo malos que podemos ser ¿no? –se separó
rápidamente y me dio una de esas sonrisas, curvando sus labios para luego
mostrar sus dientes.
Realmente
había leído varios libros donde esto no debería ser una sorpresa porque los
vampiros eran seres malignos, pero…Dios santo, soy una loca por estar pensando
esto, en un momento como este y más cuando mis ojos diferenciaron lo que había
en su boca.
—Mierda… —no
lo pude controlar, sus colmillos se podían ver claramente, no eran tan grandes
como los que podían haber en televisión o bueno, los dientes de plástico que
vendían para noche de brujas, pero tampoco pasaban como colmillos humanos.
—Y si…soy un
vampiro o como lo llamen hoy en día –al decir eso desapareció rápidamente de mi
vista. ¡Mierda, mierda, mierda! ¿En qué me había metido?
¡Bienvenidas y bienvenidos a esta nueva historia pequeñas mariposas! *-* espero que les guste y muchas gracias por pasar aquí.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarOjooooooooooooooooou, saldre a las 4 de la mañana a la puerta de mi casa para ver si aparece algun vampiro *-* Jajajajaja Me gusta, me gusta! el comentario de arriba es mio, pero cambié el usuario xD habia escrito lo mismo, saluuudos.
ResponderEliminarWUAU... X FIN VOY A PONERME A LEER ESTA ISTORIA CM DIOS MANDA XD
ResponderEliminarsiii al mnos me acorde de alex... aunque no lo creas... asi ke kreo ke no andare llorando aun por que subas algun capitulo de un angel caera o entre los 2 y la luna o la ke mas me gusta SOWK xd
dios ese alexander.. me da cositas!!! xD akajkajakaj
se ve damsiado sexy y demasiado tentador... creo ke a mas d alguna le gustaria ke le pasara algo asi.. aunque no se sapa nada de lo ke pasara de aora en adelante :/
antes de ponerme a leer como posesa, estoy probando si puedo comentar :D
ResponderEliminaraaaaaawww otra vez por aqui !!
ResponderEliminaroh! como extrañaba a este gatito!!!
por q se hace el malvado si no lo es, es solo un Gatito al q le gusta ronronear y q le hagan cariñito ="=
Esto está buenísimo, además de muy original.
ResponderEliminarMe llamo mucho la atención la reseña, y ahorca el primer capitulo me dejo atrapada.¡¡¡Que bueno que esta terminado!!!! No tendré que esperar ni un minuto. Nos vemos despuescito.
ResponderEliminarme encantoooooooo
ResponderEliminarConenzando a leer desde el comienzo de nuevo, asi se me ara mas largo decir adios
ResponderEliminar♡
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