sábado, 30 de agosto de 2014

Un Ángel Traicionado - Capitulo 16


“Al Límite”

Adam estaba apoyado en la puerta de su oficina, mirando uno de sus clubes más famosos, observando como las personas disfrutaban, bebiendo, bailando, riendo, acompañadas o conociendo a nuevos seres, ya sean humanos o sobrenaturales. El ángel caído siempre se había preguntado cómo era que los humanos se encandilaban por aquellos que eran demonios o ángeles caídos, siempre eran atrapados con tanta facilidad en aquel lugar, ya sea para malas o buenas intenciones. Siempre le causó extrañeza que se entregaran a ojos cerrados a los demonios y no vieran al otro humano que trataba de llamar su atención… inconscientemente en su mayoría elegían a aquellos que los pondrían en riesgos, si no fueran por sus ángeles Custodios, todos los humanos estarían en una situación bastante precaria.

—Gracias al cielo que han vuelto, esto de estar a solas con Isaac me estaba volviendo loca —dijo Lucy, la pareja de Isaac, ambos ángeles caídos.
Adam suspiró y miró a la pequeña ángel caído, que llevaba el uniforme negro de Lucifer, además de una caja de botellas llenas de vodka.
— ¿Necesitabas ayuda?
—Sin Lilia estaba muriendo, no puedo hacer todo sola en la barra —dijo sonriendo, mirando hacia donde la Nephilim estaba —no vuelvas a discutir de nuevo con ella, desde que se fue, hace meses, el trabajo se hizo realmente difícil.
Sin dejar que Adam contestara, ella se fue. El ángel caído miró a Lucy, pequeña de cabello largo negro, quien siempre lo ayuda con Isaac cuando necesitaba algo de ayuda sobrenatural. Si no hubiese sido por ellos, Ethan y Dana pudieron haber terminado realmente mal en manos de un Gabriel enfurecido.
La mirada del Caído siguió a Lucy hasta que esta llegó a la barra, donde estaba Lilia, sirviendo tragos con una velocidad impresionante. Los humanos ni siquiera notaban que estaban ante una de las mejores barwoman que existían en el planeta, además de Lucy. Lilia era experta en tragos y no le costaba nada hacer las combinaciones adecuadas. Hacia años había decidido ayudar en el Lucifer de aquella forma, se fue perfeccionando cada día hasta que después de la primera semana, no había trago que no conociera.
Lilia se había ido de la gran mansión de Adam, junto con Arial, hacía ya un par de años porque no soportaba ver cómo al hombre que amaba se involucraba con otras mujeres, además del hecho que era casi imposible seguir escondiendo lo que sentía por el Caído, es por ello que decidió cortar por lo sano y se fue con Arial, dejando la casa más vacía que nunca. Adam se sintió desfallecer ya que estaba acostumbrado a estar con las Nephilim en casa.
Sin embargo, Lilia no se decidió confesar su amor hasta seis meses atrás, cuando rendida y agobiada por lo que sentía, le dijo todo lo que pasaba por su corazón a Adam, quien lo sospechaba hacía años, pero se negaba a aceptarlo.
Adam se estremeció al recordar la peor discusión que tuvo con Lilia. La misma que alejó a la Nephilim aún más de su lado debido a que decidió dejar su trabajo en el Lucifer y solo involucrarse en el ámbito administrativo, con Arial, quien se encargaba de llevar al día las regularidades que el local debía cumplir.

El Ángel Caído estaba sentado en su oficina, en el Lucifer, pronto abrirían y necesitaba arreglar los últimos detalles para la presentación de una banda que tocaría aquella noche. Lilia estaba ayudándolo, a su lado. No le pasó desapercibido lo nerviosa que se encontraba.
—Hoy vendrá mucha gente, quizás podrías contratar a alguien más además de Lucy, ya sabes… a veces se hace algo pesado.
— ¿Si? —preguntó él, girándose hacia ella — ¿tienes planes para esta noche? ¿Te verás con Thomas? —Adam sonrió.
—No, sabes muy bien que nuestra relación se terminó hace ya un tiempo.
—Ya sé, solo te molesto —dijo él sonriendo aún más.
Le agradaba de sobremanera que ella no estuviera con aquel Nephilim, ya que no encontraba que fuera una buena pareja para Lilia. Aunque nunca nadie podía cumplir con sus exigencias, nadie se merecía a la Nephilim.
— ¿Estás bien? —preguntó él al ver que ella lo observaba de forma tan intensa, sus ojos violetas lo envolvían de una forma peligrosa.
—No puedo seguir haciendo esto, Adam, son demasiados años.
El ángel caído la miró confundido, negándose a ver lo que realmente estaba sucediendo.
—Bueno, si necesitas ayuda no habrá problema en conseguir a alguien más para la barra, estaba pensando en contratar también más guardias, están llegando más hum…
La mano de Lilia lo silencio por arte de magia. Con su dedo índice la Nephilim se atrevió a tocar la mejilla del ángel Caído. Adam podía escuchar como latía el corazón de Lilia, estaba descontrolado.
— ¿Qué haces? —preguntó él, disfrutando unos segundos del tacto de la Nephilim, pero se reprendió al permitirse tal lujo. Era Lilia, la misma Nephilim que había llegado de bebé a su casa.
—Tu sabes cómo me siento respecto a ti —dijo con una voz delicada. Sin embargo, la reacción que tuvo Adam fue como si le hubiesen gritado.
Se levantó de un salto de la silla, alejándose de Lilia como si tuviera una enfermedad altamente contagiosa.
—Lilia, creo que es mejor que salgas y tomes algo de aire. Hemos trabajado mucho por hoy.
—Ya no quiero seguir fingiendo algo que no existe, no puedo seguir siendo tu amiga —dijo ella, mirando hacia un lado, avergonzada porque Adam no la reconociera.
—Basta, no seguirás con esta tontería. Sal de aquí, tengo que preocuparme de cosas realmente serias —dijo él enojado, tratando de detener lo que Lilia decía.
Lilia lo quedo mirando como si otra cabeza hubiese salido en el cuello de Adam.
—Necesito que salgas, debo trabajar —volvió a decir el Ángel Caído.
Lilia no fue capaz de decirle otra palabra, se levantó de la silla y sin poder siquiera darle otra mirada se dirigió hacia la puerta.
No volvió a trabajar en la barra desde ese momento.

— ¡Que no! —escuchó la voz de Lilia, sacándolo de sus recuerdos. Notó que un humano la tenía sujeta del brazo, sin dejar que se alejara.
Lilia era lo suficientemente fuerte para luchas con demonios cuatro veces el chico que estaba tratando de conseguir su número telefónico, pero no quería arriesgarse a llamar la atención de esa forma, además en el Lucifer existía la política de no usar habilidades sobrenaturales.
—No te daré mi número, por enésima vez, ahora suéltame.
— ¡Vamos, preciosa! Solo tu nume…
El chico alto y musculoso, que cursaba los veintiocho años fue arrancado de la barra de forma brusca. Ni siquiera pudo ver de dónde venía la mano que lo tomaba desde el cuello, por atrás, para después arrastrarlo entre las personas.
Lilia se quedó boca abierta mirando como Adam sacaba al humano, arrastrándolo por las escaleras hasta que llegó a la puerta y le ordenó a Sam, el guardia, que lo lanzara a la calle y no dejara que volviera a entrar.
La Nephilim le dio la espalda a Adam cuando esta venia bajando las escaleras, entrando de nuevo al club. No quería que él fuera testigo de la expresión que tenía en su rostro, ya que le estaba costando borrar la sonrisa de su boca.
— ¿Estás bien? —preguntó él, detrás suyo. Había saltado la barra para estar del mismo lado que Lilia.
Ella tuvo que morderse la mejilla que fuerza para que la sonrisa se borrara, estaba cansada de caer tan fácilmente ante Adam para después recibir un mal trato de su parte.
—Sí, muchas gracias —dijo ella girándose a verlo.
Casi se derritió al verlo con aquella expresión preocupada.
—Quisiera hablar un momento contigo —susurró él, un tanto incómodo ya que había bastante gente a un par de metros, esperando a ser atendidos.
—Estoy ocupada, como ves —dijo indicándole con la mano la cantidad de clientes que había —además nosotros no tenemos nada que hablar.
—Lilia…
—No —le interrumpió, no quería seguir escuchando ya que aún estaba enojada con él además del hecho que era peligroso que los vieran juntos en ese lugar. Le había prometido a Thomas que entre ella y Adam no había nada. Se sorprendió al ver que Thomas le tenía tanta confianza como para creerle —déjame hacer mi trabajo.
Adam no pudo hacer otra cosa que retirarse de la barra y dejar que Lilia siguiera preparando y sirviendo tragos mientras él se encerraba en su oficina, sin poder sacarse a la Nephilim de la mente.



Eric se quedó mirando a Arial mientras metía las manos en los bolsillos.
— ¿De dónde sacaste este abrigo? —preguntó él, reconociendo de inmediato el regalo que Arial le había comprado.
— ¡Es igual al que usabas antes! Te veías muy guapo en él, así que pasé a una tienda cuando venía para acá —dijo ella sonriendo, cruzada de brazos, orgullosa por su obra —sí, te queda.
—Arial, responde.
Ella puso los ojos blancos, pero decidió explicarle de forma breve cómo se había enterado de ese detalle, incluso le habló de Dana y Gabriel, además de las muertes. Eric pareció palidecer.
—Esa noche fue un grave error, toque fondo —dijo él, avergonzado.
—Pensé que cuando viera un recuerdo sobre ti al límite, te encontraría todo drogado o algo por el estilo.
—Las drogas no funcionan de igual forma en nuestros cuerpos, no es como si me hubieses visto en el suelo o algo parecido, solo era una sensación diferente y eso me atrapó por un tiempo.
Arial se acercó hasta Eric. Ahora se encontraba mucho más tranquila que minutos atrás, donde había explotado por la rabia que le provocó la noticia de Eric.
—Me gusta cómo te ves con esto —dijo metiendo sus manos en los bolsillos del abrigo, entrelazando los dedos de Eric con los suyos.
—No me gusta que hayas ido a ese lugar de mi existencia, Arial.
—Lo sé, por eso mismo fui —dijo ella sonriendo.
—No, hablo en serio. No lo vuelvas a hacer, por favor —ella suspiró, cansada.
—Eric, una de las cosas que me gustan de ti, son tus Marcas ¿crees qué no me gustaría saber cómo fueron hechas? Aunque debo admitir que me sorprendí al ver que visitabas a Dana y Gabriel ¿lo hacías a menudo?
—Hasta ese momento si —susurró, no muy convencido de hablar aquel tema con Arial —eran simpáticos, no lo negaré, además Gabriel en ese momento seguía siendo un viejo amigo.
— ¡Y Dana, que atrevida! —Eric sonrió un poco, relajándose con las caricias que Arial le daba en sus manos.
—Sí que lo era y cuando no estaba haciendo algo realmente malo, podía incluso ser agradable. Gabriel la tuvo controlada al comienzo ¿sabes? Pero siempre fue una criatura bastante salvaje y desinhibida.
—Era libre ¿no?
Eric miró con curiosidad a Arial, quien al parecer estaba tomando la imagen de Dana como su nueva heroína.
—No, ella era mala y jamás fue realmente libre en el pasado ni ahora. Antes era gobernada por su lado demoniaco y ahora lo es por la Luz.
Arial suspiró, dándole la razón a Eric.
—Como sea, es mejor que nos concentremos a lo que hemos venido —dijo él, sacándose el abrigo y dejando en este los recuerdos que atacaron su mente.
—Luego debemos vigilar a Ethan, no he escuchado nada en su departamento.
—Está recostado en su cama, mirando el techo, lleva así una hora.
Arial se sentó sobre el sofá, apoyando cómodamente su cabeza en el respaldo de este, mirando con una sonrisa a Eric que estaba confundido.
—Pensé que usaríamos la habitación de Dana.
—Claro que no, eres peligroso en ese campo, además no voy a dormir —aclaró ella, para luego buscar una posición adecuada para estar más cómoda.
— ¿No dormirás? ¿Cómo entraré en tu mente entonces? Debo decir que nunca he hecho eso, está prohibido ingresar a los sueños del humano que nos designan.
—Pero Dana lo hizo con Ethan —dijo ella con sus ojos cerrados.
—Sí, bien… Dana hizo muchas cosas que no debía con Ethan —Eric no pudo evitar sonreír.
—Como sea, trata de entrar en mi mente como lo hacia ella con Ethan.
—Pero me has dicho que no estarás dormida, así es imposible.
Ella abrió sus ojos y lo miró molesta.
—No estaré durmiendo, pero es esa zona del cerebro que uso para poder utilizar mi otra habilidad.
— ¿Y cómo sabes eso? —preguntó Eric, ahora sentándose en  uno de los sofás pequeños.
—Porque hice ciertos exámenes hace un tiempo, pude analizarlos y descubrir que mi actividad cerebral cambia cuando entro en trance.
El Dominacion levantó una ceja, sorprendido por la capacidad que tenía Arial para aprender nuevos conocimientos, no importaba lo diferente que fueran estos.
—Trataré de hacerlo bien, nunca he entrado en los sueños de alguien, pero sé cómo se hace ¿bien?
—Perfecto, pero… —ella lo miró preocupada, pensando en lo íntimo que sería el procedimiento —no te fijes si ves algo extraño ¿sí?
— ¿Algo extraño?
—Solo no digas nada hasta que yo te lo diga ¿entendido?
Eric al saber que tendría información limitada sobre la mente de Arial, deseó con ansias poder llevar a cabo su intrusión.
—Bien, entendido, ahora cierra los ojos y comienza con tu magia —dijo sonriendo el ángel.
Arial le hizo caso, dejando que las líneas bajo sus ojos, rojas como su cabello, aparecieran. Su lado demoniaco debía salir a la luz para poder llevar a cabo su habilidad, exactamente como sucedía cuando necesitada las propiedades vampíricas.
Eric antes de concentrarse, se quedó unos segundos mirando a Arial. Tan atrayente que se sentía como una polilla siguiendo la luz de una ampolleta; cada día que pasaba con ella comenzaba a sentir con mayor fuerza la nostalgia que le provocaría alejarse de la Nephilim. Sin embargo, la lealtad que sentía hacia la Luz, era mucho más fuerte.
Rendido, aquel ángel se puso de pie y dejó expandir sus alas. No podía llevar a cabo aquel trabajo luciendo como un humano. Caminó sin ser escuchado, hasta ubicarse detrás de Arial que estaba sentada cómodamente sobre el sofá más grande. Eric estuvo tentado a tomar el cabello de la Nephilim, pero decidió que mejor era ver lo que sucedía en su mente.
Cuando el ángel se unió a Arial, como lo haría cuando un ángel se mete en los sueños de un humano, quedo bastante desilusionado, ya que se encontraban en la misma sala del departamento de Dana.
— ¿Qué te quedaste haciendo? —dijo ella, sentada en la misma posición que hace cinco segundos, pero mirándolo con sus ojos como el fuego.
— ¿Has elegido el departamento de Dana para hacer esto? Que aburrido, pensaba ver algo más interesante.
—Oh, deja de reclamar Dominacion. Esto requiere mucha concentración y no puedo estar pensando en darte un escenario único además de buscar en los recuerdos de Ethan.
Eric de un saltó se sentó al lado de Arial, quien no pudo evitar recorrer con sus manos las alas de ángel, provocándole escalofríos.
—No hagas eso —la regañó él —realmente estoy aquí contigo, así que siento cada cosa que sucede en este lugar.
—Oh que exageración por Dios —dijo ella, tirando de una pluma, pero sin poder sacarla. Eric le tomo la mano para detenerla —no puedes culparme por intentarlo.
—No puedes tener ninguna pluma porque las necesito, eres muy testaruda.
Arial se acomodó sobre el sofá, quedando de rodillas y se acercó al ángel.
— ¿Sabes? Besarte cuando estás como ángel, me gusta —dijo ella dándole un corto beso en los labios.
—Eso es porque eres una morbosa —respondió él, tirando de su suéter para atraerla a sus labios de nuevo.
—No, no —lo detuvo Arial, dejando sus manos sobre el pecho de Eric… o más bien dicho, su armadura —a todo esto ¿Qué pasaría si tuvieras sexo con alguien en sueños? ¿Cuenta cómo romper las reglas?
Eric la quedo mirando muy serio.
—Claro que sí, yo no me limito a una forma humana Arial, si estoy aquí contigo, es porque es algo real.
Los ojos de Arial brillaron, emocionados ante la idea que llegó a su cabeza.
—Entonces cuando vuelvas con los demás ángeles, puedes venir a verme en sueños ¿no? Estarás realmente conmigo.
La mordida de Eric se tensó por completo. Su partida no era algo agradable de hablar y mucho menos con Arial, hasta ahora le estaba costando bastante poder bloquear dicho tema.
—Te dije que estaría cuidándote, así que siempre estaré contigo, aunque no me veas.
Aquellas palabras lograron enternecer a Arial, quien se derretía por el ángel cuando le prometía que la protegería de cualquier mal persona o demonio. Ella sabía que no podría cumplir su palabra, pero le agradaba que él se preocupara por ella y su bienestar.
— ¿Qué es eso? —preguntó Eric, mirando con el ceño fruncido hacia el centro de la sala.
Arial siguió su mirada, preocupada. Cuando vio que el piso comenzaba a romperse, dejando ver otro escenario bajo este, se giró enojada hacia Eric.
— ¡Te dije que no me desconcentraras!
Al terminar la frase no pudo escuchar como Eric le respondía, ya que el suelo cedió por completo, destrozándose en grandes trozos de cemento para dejarlos caer a la nada. Fue inevitable que ambos gritaran por la sorpresa.

Arial no cerró en ningún momento sus ojos, de esa manera pudo ver con claridad como Eric la tomaba con fuerza y la atraía a su cuerpo para que no cayera. Sus alas volvieron a protegerla de su propia mente, que le jugaba trucos.
—Muy conveniente tener alas ¿no? —preguntó Eric, sonriendo, mirando como ahora estaban rodeados por un hermoso paisaje.
—Oh no —susurró Arial, descubriendo muy bien en que parte de sus sueños se encontraban. Era cierto que estaba completamente consciente, pero también era correcto que había perdido la concentración necesaria para poder manejar su propia mente —no veas.
Eric alcanzó a ver como el cielo es oscurecía de forma tenebrosa, pero no se movió, no quería incomodar a Arial ya que sabía que estaba en un lugar muy privado de ella.
— ¿Esa es mi voz? —preguntó Eric, sin poder evitarlo.
Arial miró hacia su derecha y no pudo evitar removerse entre los brazos de Eric, que la rodeaban con fuerza. Debajo de ellos estaban Eric y Azazel de su mente, el ángel le estaba dando una paliza épica al demonio, acabando hasta la muerte con él.
— ¿Puedes alejarte según mis indicaciones? —preguntó ella, haciendo caso omiso a las dudas de Eric.
—Por supuesto, tu guíame.
Ella no pudo evitar sonreír embobada por sus palabras, otra vez. Casi tuvo que pellizcarse para concentrarse otra vez.
Eric fue escuchando las indicaciones de Arial hasta que cuando fue seguro para ella y abrió sus ojos, pudo ver que ahora estaban rodeados de árboles con flores rosas. Eran cerezos en plena primavera.
—Hay de estos donde vivo —dijo él, sonriendo —hay muchos árboles, algunos ni siquiera están en la Tierra… pero sin duda estos los he visto.
Arial retrocedió unos pasos cuando ambos pisaron tierra y se quedó mirando a Eric unos segundos. Cuan extraño seria compartir una vida con él, entre ángeles. No pudo evitar reír ante esa idea, era ridícula.
— ¿Por qué te ríes?
—Solo estaba pensando en una tontería, vamos, ahora no me vuelvas a desconcentrar —dijo ella, molesta.
Caminaron hacia el bosque de cerezos hasta que encontraron una fuente plateada, donde Arial finalmente se decidió a buscar en los recuerdos de Ethan.
—No puedo creer que me hayas hecho caer aquí —dijo ella, aun pensando en lo fácil que le era a Eric desconcentrarla.
— ¿Por qué nos detenemos aquí? ¿Qué diferencia había a estar entre los arboles? —Eric miró a su alrededor, había un diámetro de unos veinte metros de distancia entre la fuente y los cerezos.
—Necesito un lugar con espacio y el sonido del agua siempre me ha ayudado a concentrarme, así que no sigas distrayéndome ¿entendido?
Él sonrió, no podía evitar sentirse bien por tener el poder de desconcentrar a Arial al momento de llevar a cabo esa misteriosa habilidad. De seguro ella tenía mucha experiencia, pero aun así la turbaba y eso le encantaba.
— ¿Por qué estás sonriendo? —preguntó ella, confundida.
—Una tontería, mejor sigamos, me portaré bien ¿sí?
—Como sea, dame unos segundos…
Ella trató de calmarse y se concentró en Ethan, no le costó mucho tiempo poder hacer diferentes burbujas gigantes ante ellos, cada una de ellas mostraba escenas sin sentido o contexto. Eran los recuerdos de Ethan.
—No puede ser —dijo Eric, dejando que sus alas lo guiaran hasta una de las burbujas.
—No toques —le advirtió Arial —o sino saltaremos en ese recuerdo.
—Eres impresionante —susurró él, sin mirarla. Jamás había visto una habilidad tan sorprendente como la que tenía Arial —puedes descubrir lo que quieras.
—Sí, pero hay algo raro —dijo ella mirando las escenas que pasaban en las burbujas gigantes —es como si existiera una interferencia, además son demasiado grandes.
— ¿Qué cosa? —dijo Eric mirando las otras imágenes que pasaban ante sus ojos. Todas ellas eran en su mayoría muy sangrientas.
—Generalmente estás burbujas de información, forma que yo deseé para visualizar los recuerdos de las personas, son bastante pequeñas. He visto muy pocas de este tamaño y eso sucede cuando son memorias traumáticas o muy importantes, las personas ante estas situaciones guardan el doble de información.
Eric la miró encantado y bajó hasta el suelo para ubicarse junto a ella.
—Debe ser porque sus memorias están alteradas, es por ello que las originales quizás están bajo las implantadas. Es muy fácil manipular la mente de los humanos.
—Si —susurró Arial, preocupada —pero Ethan ya no es un humano.
—Mientras siga creyendo que lo es, no se trasformara por completo en vampiro.
—Eso no tiene sentido —dijo ella, mirando a Eric —si fuese así Ethan no habría asesinado a tantas personas y bebido de ellas como si fuera una gaseosa más.
—Una cosa es la necesidad de sangre y otra diferente es que se sienta bien haciéndolo. Lo que deseamos ver en estos increíbles recuerdos que tú nos proporcionas, es verificar si él se siente mal o no siendo vampiro.
Arial avanzó unos pasos, observando las opciones que tenía para elegir. Necesitaba un momento sangriento.
— ¿Está teniendo sexo con otra chica? —preguntó ella, sin poder evitar sorprenderse ante la imagen que estaba ante ella.
—Creo que si —dijo Eric, un tanto incómodo.
—Si Dana viera una de estas imágenes, estoy segura que serían suficientemente fuertes como para sacar su lado demoniaco —río ella, pero luego se volvió seria —bueno, la antigua Dana, la que lo recordaba.
—Ese recuerdo no es para nada importante, debemos elegir uno donde este bebiendo.
— ¡Oh mira, ahora bebe de ella! —Dijo Arial riendo, apuntando la burbuja de imágenes —Oh esto no me lo pierdo, veremos si Dana ganó cambiando a Gabriel por Ethan, ven.
—No, Arial.
Ella no lo escuchó, tan solo tomo la mano de Eric y luego de un salto se acercó hasta aquel recuerdo de Ethan. Tan solo al tocarlo, se sumergieron en el recuerdo del vampiro.



Lilia agradeció que los humanos le dieran un descansó. Precisamente esta noche estaban bebiendo como si fuera el fin del mundo, por lo que todos estaban muy desagradables. Un humano bebido era peligro público y molestia para todo ser que lo rodeara, aunque los seres que se alimentaban de ellos, como los demonios, los amaban en ese estado. Es por eso que Lilia cansada, se retiró por unos momentos de la barra, ya que Isaac había llegado para relevarla por un tiempo.
Caminó entre las personas, dejando que las múltiples luces y la fuerte música quedaran fuera de sus sentidos. Se dirigió decidida a descansar un poco, pero se dio cuenta que no podía ir a ningún lado ya que la oficina estaba ocupada por Adam y las demás dependencias no eran más que bodegas o cuartos de aseos.
Cuando llegó a la puerta de Adam, decidió solo quedarse apoyada al lado de esta, justo por el lado más oscuro, es por ello que pasó desapercibida cuando Adam salió rápidamente de su oficina, pronunciando el nombre de Thomas con algunas maldiciones de regalo.
Lilia entró a la oficina y aprovechó aquellos minutos de libertad para recostarse sobre el sofá y descansar unos segundos. No quería encontrarse con Adam, pero la falta de práctica en su trabajo, había provocado que estuviera agotada por tantos pedidos en la barra. Además había dormido muy poco la noche anterior.
Es por ello que sus ojos se fueron cerrando por completo, hasta quedarse profundamente dormida, tanto, que ni siquiera sintió que Adam entraba a su oficina de nuevo.
Cuando el ángel caído vio a la Nephilim durmiendo, no pudo evitar sonreír y cerrar la puerta con seguro. Se deleitó observando lo guapa que lucía descansando tan cerca de él.
Tranquilamente se acercó hasta su escritorio, ubicándose detrás de este para sentarse en su cómodo sillón. Comenzaba a sentirse mucho mejor que hace cinco minutos atrás, ya que recién había visto a Thomas, quien le avisó que estaría fuera de la ciudad por tres días porque iría personalmente a buscar el antídoto para Ethan.
—Estúpido Nephilim —susurró, sonriendo. No por nada era el ángel caído más importante en la tierra. No era alguien con quien se buscaran problemas.
— ¿Ahora has llegado a insultarme directamente? —susurró Lilia, sin abrir sus ojos, a pesar de haber despertado.
—No hablaba de ti.
—Bueno —dijo desperezándose sobre el sofá, estirando sus extremidades —será mejor que vuelva.
—Lilia —dijo él, poniéndose de pie.
— ¿Si? —se sentó en el sofá, esperando las palabras del Caído.
—Lo siento mucho, no pretendía comportarme de esa forma contigo —miró hacia el suelo, sintiendo un poco intimidado por la fría mirada de Lilia.
— ¿Algo más que decir? —él negó, como si fuera un niño siendo regañado —entonces no tenemos nada más que hablar, volveré al trabajo.
Lilia se dirigió rápidamente hasta la puerta, sacando el seguro de esta para poder salir, aunque no pudo lograrlo. Con un leve empujón Adam quedó entre ella y la puerta.
—No —dijo él, tomándola de los brazos para que no se alejara.
— ¿No qué, Adam? ¿Es que acaso sabes lo que quieres? Estoy realmente cansada de este juego, llevo demasiado tiempo en la tierra, no quiero sentir que estoy perdiendo el tiem…
Los labios de Adam hicieron callar a Lilia, quien se quedó atónita los primero segundos. Aun no se acostumbraba a que él la besara, menos de esa forma tan arrebatadora que lograba acelerar su corazón como si hubiese apretado un botón.
Adam con rapidez cambió de lugar con Lilia, dejándola atrapada contra la puerta. Llevó sus manos hasta el abdomen de ella, empujándola un poco para que no escapara de su agarre.
— ¡No!
Lilia empujó a Adam, no deseaba por otro minuto tener solo pedazos de aquel ángel caído, para luego recibir su mala actitud.
—Lo siento, ya lo dije, no pretendía hablarte de esa forma hoy —Adam no soltaba a Lilia, no quería que se escapara de su lado como tampoco que le diera aquella fría mirada que le entregaba ahora —Es solo que no me gusta que otras personas salgan heridas por mi forma de actuar.
—Esas son solo excusas Adam, no soy estúpida. Ahora suéltame.
Él la miró de tal forma que por un segundo ella se arrepintió de hablarle de forma tan brusca, pero luego recordó su desagradable forma de tratarla en la mañana.
—No, no te soltaré. No dejaré que vuelvas a salir de esta oficina enojada, además soy más fuerte que tú, deberías aceptar que no puedes luchar contra mí.
Antes que ella pudiera decir algo, los labios de Adam volvieron a atraparla por completo. Esta vez le fue más difícil resistirse a ellos, aunque anteriormente no había tenido mucho éxito alejándose de sus labios.
Adam mientras exigía la atención de Lilia, volvió a ponerle seguro a la puerta, para que no se escapara de la oficina.
—Basta —susurró ella contra la boca del ángel caído —no es justo.
—Lo sé, lo sé… soy un idiota, aún más por hacerte pagar pecados que no has cometido. Lo siento, pero ahora que he estado contigo y aceptado lo que sucede entre nosotros, no puedo alejarme, aunque me lo pidas, no lo haré.
Ella lo miró sospechosamente.
—Pediré perdón las veces necesarias, pero no me iré, ni me alejaré —siguió él.
—Oh demonios —dijo ella mirando hacia un lado, enojada consigo misma por caer en el juego de Adam —sé qué harás algo horrible en estos días y luego me pedirás perdón de nuevo.
—No, vamos a cortar esto de raíz —dijo él, alejándose de ella unos pasos —cerraremos el ciclo de Cyra, Eric hará que hables con ella y estaré ahí presente ¿te parece?
Lilia lo miró como si una nueva cabeza hubiese aparecido de su cuello.
— ¿Sabías de ella? Thaumiel me dijo que estaba presente, que no había podido dejar este plano.
—Claro que lo sé, desde el momento que supe que había muerto… ella te quería mucho y siempre te cuido cuando estuvo embarazada de ti, jamás te habría dejado por completo sola ¿Por qué crees que me resistía tanto a ti? Además de las razones que te dije antes, ella también era una parte importante para mantenerme alejado.
Lilia abrió su boca, sorprendida. Momento que Adam aprovecho para volver a besarla por un corto segundo.
—No es como si tuviéramos un espía —susurró él, junto al oído de ella, para luego besar su cuello —lo arreglaremos, Eric nos ayudará ¿sí?
Los parpados de Lilia volvían a pesar pero no por el sueño que había sentido antes, sino por las sensaciones que le provocaba Adam. Sus labios sobre el cuello tan delicado que tenía, comenzaban a menguar el enojo que sentía por el Caído, más cuando sus manos se fueron colando bajo la camiseta, tocando su piel como si le perteneciera… cada día iba demostrando que la conocía más.
—Algo va mal —dijo Adam de un segundo a otro, alejándose de Lilia.
Rápidamente el ángel Caído fue hasta una de las estanterías que se encontraban detrás de su escritorio e hizo girarla sin mayor problema, dejando una sección de cámaras que Lilia había visto un centenar de veces.
— ¿Es ese…? —preguntó Adam, asombrado al ver a una chica acorralada contra el final del callejón que había en el otro costado del Lucifer, por fuera.
—Imposible —respondió Lilia, junto a él —Arial y Eric deberían estar cuidándolo.
—Al parecer no lo están haciendo nada bien —respondió Adam —porque en menos de un minuto Ethan acabará con la vida de esa muchacha.



Eric tenía cubierto sus ojos y oídos, tratando de evitar ser testigo de lo que estaba ocurriendo en aquel recuerdo de Ethan.
—Eres un exagerado, además no es nada sexy ver como bebe de ella —dijo Arial, mirando de brazos cruzados como Ethan tenía a una chica sobre la cama, bebiendo de ella de forma brusca.
Ambos estaban desnudos y él no dejaba de proporcionarle placer a la humana, una chica de no más de veinte años. Al parecer la tenía en la palma de su mano, ya que la vida se le esfumaba con cada gota que escapaba de su cuello.
—Bueno, sí, puede que sea un poco erótico, pero saber que morirá no tiene ayuda en nada.
—Estar aquí no tiene sentido —respondió Eric, aún maravillado por la habilidad de Arial, al parecer era una caja de sorpresas —y tu comentario sobre Gabriel hace un rato fue bastante imprudente.
Ella no pudo evitar sonreír al notar los celos de Eric, esos ella podía identificarlos con una facilidad increíble, más en aquel ángel que se estaba volviendo en un libro abierto ante sus ojos.
—Oh no te preocupes, no tienes nada que envidiarle a Gabriel… es más, por lo que vi hace unas horas, él debería envidiarte a ti.
—Esta conversación esta tan fuera de lugar que ni siquiera puedo descubrir a que nivel llega tu desfachatez.
Ella no pudo evitar reír ante la exageración de Eric, sin embargo, su risa fue silenciada por los gemidos de aquella muchacha.
—Tiene el cabello como yo —dijo Arial, un poco más cerca de Eric que seguía tapando sus ojos y oídos, aunque no le servía de mucho —quizás si observas, puedes imaginarme en un ámbito como ese.
— ¿Qué pretendes? Esto es una tortura para mí —dijo él, ubicándose delante de ella para poder dejar libre sus ojos. Sus dos esmeraldas verdes comenzaron a observar la habitación, aunque seguía dándole la espalda a la lujuriosa escena que había sobre la cama — ¿es qué acaso estas buscando que Caiga? —el humor de Eric comenzaba a fallar.
— ¡Más fuerte, más fuerte! —gritaba la chica a unos metros de ellos.
—Solo estoy bromeando Eric —continuó ella, sin inmutarse por lo que ocurría entre Ethan y la mujer —si quisiera hacerte caer, estoy seguro que lo notarias. No necesitaría recurrir a este estilo de jugarretas para provocar deseo en ti.
Eric tragó saliva, nervioso, aunque en el lugar que se encontraba no tenía sentido. No estaban físicamente en el recuerdo.
—Es mejor que recorramos el lugar —dijo él, tratando de buscar una salida.
—Oh he ahí la primera limitación, no puedes recorrer los lugares que hay en los recuerdos, solo puedes conocer lo que la persona recordó o percibió en dicho momento.
Eric comenzaba a enojarse cada segundo un poco más. Culpaba en un ciento por ciento a lo que ocurría en aquella cama.
— ¿Y cuál es el sentido de quedarse aquí?
—Esperar —susurró Arial, dando un paso hacia su derecha — ¿sabes? Ethan tiene una resistencia increíble, aun para ser vampiro.
—Arial.
— ¡Oh vamos! Si te dignaras a ver, tendrías una opinión al respecto. Y referente a tu pregunta anterior, el sentido de quedarse aquí, es saber a dónde irá a dejar el cuerpo de aquella muchacha aquel vampiro con un excelente trasero… no puedo evitar destacarlo —dijo ella mirando de forma poco pura a Ethan.
—Ya veo —dijo de forma fría Eric, molesto por la forma de apreciar a otros que tenía Arial.
— ¿Sabes? Creo que estoy casi segura de que aquí, tus amiguitos de la Luz, no pueden ver lo que haces. Lo que significa que puedes ver sin sentirte culpable ¡Oh Dios mío! —dijo exaltando a Eric, que no pudo evitar girarse a ver lo que ocurría.
— ¿Qué sucede? —preguntó preocupado.
—Solo me sorprendió ver los colmillos de Ethan —mintió ella sonriendo, mirando a Eric de forma traviesa.
— ¿Te gusta así? —preguntó Eric sin poder evitarlo al notar que Ethan era realmente brusco con aquella chica, que se encontraba perdida en los menesteres del placer.
Arial no pudo evitar sorprenderse con esa pregunta, ella realmente no era ninguna experta en el tema, solo le gustaba jugar con Eric.
— ¿Así cómo? —el tono altanero de Arial había desaparecido, más bien quedaba expuesta su timidez al preguntar.
—Tan brusco ¿así te gusta? No deberías dejar que te traten así, no es correcto.
Arial notó como las mejillas de aquella chica fueron perdiendo el color, junto con el brillo de sus ojos mientras su voz se apagaba. Ethan había bebido toda la sangre posible.
Para la Nephilim fue un tanto curioso sentir el dolor que le provocaba Eric al hablar tan tranquilamente sobre su futura vida sexual, una donde no estaba él incluido.
—Eric, para todo hay un momento —susurró ella, un tanto desanimada —y no, soy más tradicional. Aunque no lo creas, Lilia es la desinhibida.
Ambos testigos vieron como Ethan se recostada sobre la cama, junto al cuerpo inerte de su amante. Se quedó unos largos minutos mirando hacia el techo.
— ¿Qué pensará? —preguntó Arial.
—Supongo en lo deliciosa que es la sangre tipo O —dijo Eric, caminando hacia la pareja.
Ethan se puso de pie, desnudo, dejando expuesto su fibroso cuerpo. Ahora sus músculos se marcaban con mayor intensidad. En cada movimiento se podía dejar la prueba de su nueva gracilidad como también la fuerza contenida en su cuerpo.
Ante la mirada de Eric marcó una línea en el techo de aquel cuarto. Cuando Eric entendió de qué se trataban las docenas de líneas en el techo, sintió cierto dolor en su pecho.
— ¿Sabes qué fecha tiene este recuerdo?
—Por supuesto que no —dijo Arial, mirando sin entender lo que estaba haciendo Eric — ¿Qué está haciendo?
—Ethan está mucho peor de lo que pensábamos. Una muerte más y este chico estará condenado a Lucifer antes de que dicho demonio se lo proponga, son demasiadas muertes —dijo Eric.
La Nephilim se cubrió la boca al entender lo que eran aquellas líneas talladas.
—No puede ser, imposible.
—Silencio —le indicó Eric, mirando como ahora Ethan se vestía con movimientos lentos.
Arial también se percató que la expresión del vampiro era desolada, parecía vivir en un tormento.
—Vampiros… —susurró Arial, pensando que en su mayoría tenía aquella expresión. Ella suponía que la muerte de otras personas les pesaba sobre sus hombros.
Ethan después de ponerse unos jeans negros y una vieja camiseta blanca, se acercó nuevamente a la cama. Ante la mirada consternada de Arial y Eric, el vampiro rodeó con su mano el pie de aquella muchacha pelirroja para hacerla caer al piso.
Comenzó a arrastrarla, alejándose de la habitación donde se encontraban todos. Arial y Eric no dudaron en seguirlo.
Se encontraban en una casa de segundo piso, Eric reconoció aquel lugar como la casa que Gabriel tenía en Bruselas, Bélgica.
— ¿Dónde estamos? —preguntó Arial, notando que ya no se encontraban en Chicago, ni en las afueras de este.
—Efectivamente Gabriel está usando los Portales con Ethan —susurró, caminando detrás del vampiro, que no parecía importarle que la cabeza de la chica muerta chocara en cada escalón —como nos dijo Cheitan.
Arial se quedó maravillada por la casa en la que se encontraban. Todo lucía muy moderno y blanco, aunque no pudo dedicarse a ver el lugar, ya que Ethan apresuró el paso, dirigiéndose hasta la puerta trasera, por donde salió.
—Esto se está volviendo extraño ¿Dónde estamos? —dijo nuevamente Arial.
—En Bruselas, Bélgica. Esta es una de las muchas casas que tiene… Gabriel, aunque mejor dicho recuerdo que esta la compró cuando estaba con Dana, de seguro es de ambos.
— ¡¿Pero qué demonios está haciendo?!
Eric se sorprendió al notar que Arial levantaba la voz de esa forma, pero siguió la mirada de ella. No le gustó nada lo que vio.
Ahora se encontraban a las afueras de la casa, en el patio trasero, donde Ethan había tomado una pala y sin mayor esfuerzo comenzaba a destrozar el cuerpo de aquella muchacha.
—No puedo seguir viendo esto —dijo Arial, enojada por ser testigo de una atrocidad como aquellas.
—Espera, todavía no…

Eric no pudo seguir hablando, ya que sin más, Arial tomó su mano y lo hizo retorcer hasta llegar a la luz de su mente, junto a la pileta.
— ¡Arial! quizás estaba con Gabriel, no averiguamos nada.
Ella le dio la espalda, tratando de controlar las náuseas.
—Hemos venido para saber cuáles son las memorias falsas que tiene Ethan, no para ver los crímenes que ha cometido. Así que no volveremos a ese recuerdo.
Arial comenzó a mirar los demás y se concentró lo suficiente para que nuevas opciones en forma de burbujas aparecieran ante sus ojos.
Eric no podía evitar seguir siendo sorprendido por la habilidad de Arial. Sin embargo, una extraña sensación lo atormentó al darse cuenta que él estaba tan expuesto a ella, como Ethan.
— ¿Buscaste de esta forma en mis recuerdos? —preguntó él, sin poder contenerse otro segundo.
—Claro que sí, aunque luego de un tiempo, me di cuenta que no tienes momentos muy espectaculares —Arial lo miró justo para ver como fruncía el ceño —me refiero que además de tu época oscura, no has salido de la rutina.
Eric se quedó pensativo, mientras que Arial volvía a su búsqueda. El Dominacion por un momento tuvo que darle la razón a la Nephilim, jamás se había dedicado a pensar sobre su propia existencia. Por un segundo comenzó a tener pensamientos egoístas, sintiéndose vacío por no tener nada propio por lo que luchar.
Arial miró de reojo a Eric mientras seguía simulando que buscaba información; debía admitir que se había propasado con el ángel, era cierto que no habían sucesos muy interesantes en la existencia de Eric luego de vivir con ciertos vicios, pero eso no era sinónimo a llevar una vida sin sentido. Eric ayudaba a muchos humanos al entregarles un entrenamiento formidable a los Arcángeles.
—Bueno, supongo que tus recuerdos mejoraran ahora que me has conocido —dijo ella, mirando de nuevo al frente y localizando un nuevo recuerdo al que abordar — ¿no lo crees, Ángel Dominacion?
Cuando Arial volvió a observar al ángel, no pudo evitar quedar atrapada por la sonrisa que tenía en ese momento.
—Sí, sin duda alguna —respondió Eric, sintiéndose mucho mejor que segundos atrás.
Claro que su existencia tenía un sentido, estar viviendo aquellos únicos momentos con Arial, tan únicos que serían irrepetibles.

Uuff este capitulo debio ser cortado porque o sino... seria uno de 30 paginas jajaja y no. Gracias por leer y muuuuuuuuchas gracias a quienes comentan <3 <3 <3

8 Lectores:

  1. Tururu tutu pero como le gusta a esta mujer incomodar a mi Dominación.
    Holap!
    Pobre de Ethan, la oscuridad me lo esta absorbiendo y a mi también, hoy vi unas fotos de mi Jamie desnudo mostrándome sus cositas y luego tu me pones a leer estos recuerdos!!!!!!
    Mariposa llenas de cosas sucias mi pobre mente jaja.
    Ya hablando enserio me da tristeza Ethan, tengo fe en el plan de Arial, quiero y necesito q recupere la memoria. Amo a mi Nephilim pero necesito q deje de molestar a mi Eric y se ponga a buscar los "recuerdos" de mi vampiro. Lilia y Adam tienen q intervenir antes de q él siga matando y también quiero ver lo q Cyra tiene para decirles. Honestamente espero q le diga al caído q necesita terapia y q se saque las bragas del trasero porq nada más me hace sufrir a Lilia.
    Muchasssss gracias por el capi y por rellenar mi mente con imágenes porno de Jamie-Ethan, de verdad q así una no puede jaja.
    Un beso y nos seguimos leyendo.

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  2. AhhhhEthan esta en mas problemas de lo q nos imaginamos pobre chico en serio me da mucha lastima y bueno las parejitas ya estan tomando su. Rumbo. Jajajjaajja solo lilian y adam porque arial solo.hace sufrir a.mi bello angel asi q un abrazo grande saludos

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  3. Oh Etham como se ha convertido en alguien tan malo! Esperemos q realmente lo ayuden mis parejas favoritas!

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  4. NOOOOOOOOOOOO Ethan!! ;____; por dios!! qe alguien haga algo luego!!!! u.u se volverá más y más malito :c ño qiero! :'ccccc ... Dani mala! qe tenia de malo un capi de 30 paginas!!? XDD qiero saber qe pasa con Cyra! por dios! Lilia por fin podrá hablar con ella! qizas qe cosas le dice! xD me imagino a Cyra diciendole... "él es mio bitch!" whkajdhsdkjsahkds XD ojala qe despues de hablar cn ella mejoren las cosas :c aunqe no podrían ser felices y comer perdices todavía xD Thomas feo! qe hace a Adam firmar weas >:c aunqe Adam es más weon por firmar >:CCCCCCCC JUM

    Gracias dani por el capi :D nos leemos <3

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  5. Hola dani el capitulo estuvo muy bueno gracias XDD
    Pd: espero el otro con ancias

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  6. Queeee como terminas asi este cap nos dejas con unas enormes dudadas o por lo menos a mi jejeje.. se supone que Ethan esta a las afueras de Lucifer acabando con la vida de una chica visto por Adam y Lilia lo cual esta que no lo creen porque se supone que Eric y Arial están vigilando y si así fuera eso no estaría pasando o por lo menos no ahí .. sera que por estar intentando que el plan de Arial funcione no se están dando cuenta que algo no esta bien y que Ethan ya no esta en el departamento ?? o de plano Eric anda tan distraído que no esta percibiendo que algo no anda bien ?? o Grabriel de plano les tiene una grata sorpresa !!! estoy con estas dudas?? haaaaa que pasara ?? Lilia pordra al fin hablar con Cyra y podra estar en paz su alma ?? Adam y Lilia mas Adam no debe jugar con fuego de nuevo xq se va a quemar y feo donde Thomas se de cuenta de algo va arder Troya y ahora si no creo que Thomas les vaya ayudar es mas al contrario hasta hace que se les complique mas las cosas . cada vez se estan poniendo mas tensas las cosas entre todos ellos y con tantas distracciones no estan haciendo bien las cosas hasta el mismo Eric esta fallando por no hacer caso al 100% de su mision el unico por asi decirlo que no se esta distrayendo es Gabrielito jejejeje ese si que anda con todo jajajaja .. Me encanto el cap Dani super ancio leer que es lo que pasara en el sig cap si se puede algun adelanto por ahi te estare muy pero muuuuyyyy agradecida .. :)

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  7. por mi no hay problema en que subas las 30 paginas¡¡¡
    Me gusta el hech de que Adam este viendo que no estan facil permanecer alejado de Lilia, supongo que ahora vera un poco lo que ella sufrio por el, aunque me da miedito porque quien sabe en que termine esto, si lo poco que intervino Arial con Ethan la saco del juego de la redencion....que pasara en el momento en que Thomas los descubra? uuu veremos pronto una conversacion con Cyra?? eso sera interesante.
    Hay Arial¡¡¡ o sea uno de sus sueños recurrentes es aquel en el que Eric le da una santa palisa Azazel??? espero que ese sueño pronto se haga reaidad.
    La verdad yo tambien estoy como impresionada con el poder que ella tiene como nemphilim, es de verdad espectacular, y en cuanto a lo que vimos en el recuedo de Ethan, estoy un poco nerviosa por pensar que si Adam no llega a tiempo para evitar que mate a la chica, estaremos perdiendo a Ethan...y eso no me gusta...en serio que me pones de nervios¡¡¡
    ¿a que hora desperto Ethan? no se supone que estaba recostadito en su cama? hay de dos, o era un impostor...o sintio la presencia de Eric yse dio a la fuga..o tal vez la tercera opcion es que estaba acostadito en su cama le dio sed y se fue por un "trago"...ok no me hagas cas0¡¡
    Aunque en estos dias no e podido entrar mucho al grupo de facebook, de verdad que estoy muy al pendiente de las actualizaciones, aqui sigo¡¡¡
    Saludos Dany¡¡¡

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  8. super cap. sigue asi, casi no comento pero te sigo

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