sábado, 23 de agosto de 2014

Un Ángel Traicionado - Capitulo 15


"Crimen y Castigo"

Eric lentamente fue saliendo de su turbación y se acercó con cuidado hacia Dana, que no dejaba de sonreír mientras que él tenía el ceño fruncido.
— ¿Qué estás haciendo aquí, Dana? —Fue lo primero que dijo — ¿has venido sola?
—Sí, Leonardo creyó que era adecuado que hiciera una expedición terrenal, ya sabes, para cuando tenga que cumplir las otras misiones —por un momento al arcángel se le oscurecieron sus doradas pupilas, pareciendo tener una mirada más profunda —ya sabes, cuando tenga que bajar a eliminar demonios.
— ¿Qué haces específicamente en esta casa? —preguntó con voz amargada, como usualmente hablaba a sus pupilos, voz que no funcionaba con Arial… aquella Nephilim sacaba de él un lado que no conocía, si tan solo recordar como lo tenía hace una hora atrás, cuando le hizo explorar un placer que estaba vetado para los ángeles, provocada escalofríos en la espalda del Dominacion.

Eric movió su cabeza de un lado a otro, tratando de eliminar los recuerdos de Arial.
—Me dijo Oscar que estabas aquí, viviendo, mientras cumples una misión ¿estás detrás de un Demonio importante?
—Algo así —dijo él un tanto incómodo, jamás se había dedicado a pensar en una excusa a su estancia en la tierra, ya que no pensaba encontrarse con Dana en este lugar.
—Ehhm ¿te molesta que haya pasado a verte? No solo he venido por eso, sino que también me enviaron con un mensaje —dijo ella rebuscando en su armadura, al nivel de su abdomen.
Eric la quedo mirando por unos segundos y no pudo evitar sonreír al verla llevar aquella armadura, con un arma realmente poderosa en su espalda. Toda la imagen de ella se veía arruinada por las Marcas en su brazo derecho, ya que los círculos y líneas que rodeaban su brazo izquierdo eran signo de orgullo. Un ángel con el poder de herir tanto a demonios como humanos; era impresionante que la hubiesen recibido sin hacerle las Marcas en su rostro, como a los Arrepentidos, pero ella no se había lamentado de haber amado a Ethan, por lo tanto la habían obligado a volver a la Luz.
Los ángeles no tenían libre albedrío y menos lo tenía Dana.
Dana al levantar su mirada luego de haber encontrado el extraño papel para Eric, notó que este observaba sus brazos. Con vergüenza ella los cubrió con sus alas, logrando hacer caer una de las plantas que había a su lado.
—Creo que jamás había recibido un mensaje escrito en papel desde arriba —dijo Eric sonriendo.
—Están todos muy ocupados y ya que estas en la tierra, debes recibir mensajes terrenales… eso fue lo que me dijeron, aunque creo fervientemente que es porque no deseaban que yo me enterara, supongo que no es un tema de Arcángeles.
Él se acercó a ella para poder recibir el sobre, el cual se guardó en el bolsillo, ya que si fue enviado de esta forma, no debía ser realmente urgente. Lo habrían mandado a llamar si fuese así.
—Entonces… —dijo Dana, mirando a su alrededor — ¿de quién es esta hermosa casa?
Aquella pregunta trajo de vuelta a la realidad a Eric, quien recordó que la memoria de Dana era inservible.
— ¿Cómo va tu entrenamiento? —Preguntó él, tratando de desviar el tema ya que no tenía intenciones de mentirle a su ex pupila — ¿Cómo te han tratado Oscar y Leonardo?
— ¡Excelente! Dicen que por alguna razón aprendo de forma única, estoy muy avanzada. Estoy aprendiendo a sentir energías demoniacas, es fácil.
Eric asintió, sabiendo muy bien el motivo de su don para luchar, ella había nacido siendo una guerrera… demoniaca más que una humana. Su entrenamiento más que físico, consistía en ser psicológico, ya que debían enseñarle muy bien el límite y las reglas de la Luz, que eran muchas
— ¿Te han dado alguna información de Gabriel? —preguntó él, cruzándose de brazos.
El rostro de Dana dejó de ser ternura y sonrisas para volverse duro. Su ceño fruncido y su mordida tensa, le daba una expresión digna de su pasado Nephilim, el que ella desconocía.
—Nada, solo me han dicho que tengo camino libre para poder eliminarlo, que cometió algún tipo de traición lo bastante grave como para que su nombre este en el tope de la lista. Todos creen que soy lo suficientemente fuerte para acabar con él, por lo que nadie se ha lanzado a por él.
Eric sintió un golpe en el estómago al pensar como habían manipulado la mente de Dana, sin embargo, Gabriel se merecía ser acabado por la misma persona que amo por tanto tiempo ya que había jugado con ella de una forma deplorable, además de haberla herido la última vez que se encontraron.
—Sinceramente hay cosas que no tengo claras, sé que estas asquerosas Marcas son por culpa de él, pero… las imágenes no coinciden con lo que me relatan.
Eric recordó que en la memoria de Dana estabas las escenas traspuestas, en contextos diferentes, eliminando a Ethan de toda historia.
—Gabriel es un demonio —dijo Eric —sabes que pueden jugar sucio, en el caso que estoy involucrado le borraron la memoria por completo a un hombre, es bastante triste, ya que pareciera tener lagunas mentales.
— ¡Eso! —dijo ella levantando su mirada y dando un paso hacia él —lagunas mentales, es exactamente como si tuviera lo mismo. Puede que tengas razón, pero algo extraño está pasando, es como si a veces llegaran a mi memoria imágenes de otro tiempo, donde Gabriel… él —Dana negó a los recuerdos de un pasado que no reconocía y le dio la espalda a Eric.
— ¿Dana?
—Y está el otro chico, no sé quién es.
Eric no tuvo que escuchar otra palabra más para saber que la memoria de Dana no se estaba rindiendo tan fácilmente como la primera vez y sin duda tenía relación a que esta vez no fue una ceremonia consentida.
— ¡¿Dana?! —preguntó Adam, quedando sorprendido por una fracción de segundo.
Ninguno de los ángeles escuchó la entrada del Caído.
—Si ¿Quién eres tú? ¿Nos conocemos? —preguntó ella, confundida.
—Oh, por supuesto que no, es solo que Eric me ha comentado de ti —dijo él, sonriendo y acercándose a Eric, que seguía serio por las nuevas revelaciones de Dana.
—Este es Adam —dijo Eric, presentándolos por primera vez ya que antes solo la había enviado hasta su amigo —es un Ángel Caído que nos ayuda a veces.
Adam no pudo evitar sonreír al ver la mueca de desagrado que volvía a poner Dana, al parecer también había dejado de comprender a los ángeles caídos, cuando técnicamente, ella pertenencia a ese grupo.
—Debes conocernos un poco ¿no? —Preguntó Adam —tienes aquellas Marcas en tu brazo derecho.
Ella lo miró con desagrado, cubriendo sus extremidades con sus alas.
—A parecer no estas nada contentas con ellas ¿no? —volvió a preguntar el Caído.
—Claro, no fueron adquiridas con mi consentimiento.
Adam suspiró al escuchar la voz tan deprimida del ángel que alguna vez conoció, esperaba que pronto todo se resolviera y ella volviera a hacer la misma de antes, aunque claro, que te borren la memoria más de una vez, te cambia para siempre. Solo de recordar cómo era Dana originalmente, sintió escalofríos.
— ¿Sabes? Tengo algo para ti, espérame unos segundos ¿sí? —Adam sonrió para después desaparecer de la sala principal.
— ¿Has hablado de lo que te está sucediendo con alguien más? —preguntó Eric, cuando se quedaron solos.
—No, aunque eso ya no importa ¿cierto? Arriba ven todo y ahora de seguro se han enterado.
Eric sabía muy bien el consejo que debía darle a Dana: que hablara con sus superiores, con sus tutores. Sin embargo, por alguna extraña razón —la voz de Arial susurrándole que era injusto manejar la vida de alguien de esa forma —decidió hacer algo diferente.
—Tu principal objetivo es eliminar a Gabriel ¿no? —preguntó él.
—Así es, dicen que esa será mi primera misión.
—Bueno, ya que es así, deberías comenzar a investigar sobre la historia de dicho Demonio ¿no crees? Para saber sus debilidades y fortalezas, es el principal conocimiento que debes adquirir cuando estas detrás de un Demonio como él. No es como eliminar a la escoria del Infierno.
Dana se quedó unos segundos pensando en las palabras de Eric, ciertamente él era quien estaba siempre a cargo de la preparación de los Arcángeles y solo por un tiempo estaría fuera de su labor porque había una misión más importante. Sus palabras eran transcendentales y ella debía escucharlas, sobre todo porque él había sido su primer tutor.
—Bueno… —dijo ella un tanto nerviosa —lo hice, busque todo para saber quién era realmente Gabriel, pero todo registro de su existencia fue eliminado o nunca fue efectuado.
Antes que Eric pudiera decir algo, Adam llegó, con un peculiar frasco que contenía una sustancia desconocida para Eric.
—Esto ayudara a que tus Marcas no te molesten —dijo Adam caminando hacia ella —bájate el tirante derecho.
Ella sin dudarlo, ya que estaba en presencia de Eric y porque este no le había advertido de Adam, hizo lo que él ángel caído le pidió, dejando desnudo su hombro derecho, sin la protección que le ofrecía su armadura y ropa.
—Esta es una sustancia que cubre tus Marcas, es bastante útil cuando no estás acostumbrado a ellas, debes ponerla con cuidado sobre las líneas —Adam sin preguntarle comenzó a pasar la crema por el brazo de Dana, sobre aquellos tatuajes negros que jamás saldrían de su cuerpo.
Dana miró atenta y maravillada al ver que esas horrendas marcas salían de su vista, cubiertas por la crema y dejando como resultado una reluciente y perfecta piel sin cicatrices negras.
Solo mantuvo las de su brazo izquierdo.
—Toma, te la puedes llevar.
Ella tomó aquel frasco no más grande de que su mano y sonrió agradecida.
—Ha quedado perfecto —dijo Dana, mirando su brazo y hombro.
—Cuando esas Marcas no son un recuerdo agradable, es mejor ocultarlas —respondió Adam, pensando en las memorias falsas que Dana debía tener; ciertamente si recordara a Ethan, no desearía ocultarlas.
—Te lo agradezco, Adam.
—Puedes volver cuando quieras —dijo él, retrocediendo unos pasos.
—Bueno, ahora he de partir. Fue un gusto hablar con ustedes.
Dana inclinó su cabeza un poco y luego desapareció, dejando que sus alas la llevaran de vuelta a su hogar, dejando solos a Adam y Eric.
— ¿Por qué hiciste eso, Eric? —Pregunto el ángel caído, sin girarse para ver a su amigo — ¿Qué pretendías instando a Dana de esa forma?
El Dominacion se quedó en silencio, sin ser capaz de responder. Solo pudo tensar su mandíbula, frustrado consigo mismo.
— ¿Eric?
Para cuando Adam se giró, ya no había nadie. El ángel caído frunció el ceño, sin entender este nuevo comportamiento en Eric, quien siempre había sido muy cercano a las Reglas Celestiales por lo que el consejo que le había dado a Dana, no correspondía. Eric no podía intervenir de esa forma.



Arial se cruzó de brazos, considerando seriamente lanzarle una patada a la puerta de Lilia, quien no abría por cuenta propia.
—Sabes que no me quedaré tranquila ¿quieres que rompa la puerta, Lilia? —dijo volviendo a golpear.
En el interior de la habitación se encontraba Lilia, quien abrazada a su almohada y rodeada de oscuridad, deseaba de todo corazón que su amiga la dejara tranquila. No deseaba decirle nada sobre lo sucedido con Adam, ya que eso conllevaba relatarle que habían pasado la noche juntos, más de una vez… e informarle sobre la decisión de la Luz. No quería ser ella quien se encargara de decirle que jamás podría descansar de los arcángeles.
Lilia suspiró al escuchar los gritos de Arial.
— ¡Oh vamos, Lilia! No puedes comportarse de esta forma conmigo ¿es que Adam fue desagradable de nuevo? Dímelo, así puedo ir a golpearlo.
No hubo respuesta por parte de Lilia, lo que comenzaba a enfurecer a Arial. La pelirroja no se atrevía a romper la puerta, en el pasado lo había hecho y si no hubiese sido por Adam, ahora tendría unas interesantes cicatrices por las quemaduras que le habrían provocado las llamas de odio de Lilia.
Rendida, la Nephilim suspiró y se alejó de la puerta.
Arial sin saber qué hacer, decidió comenzar su día e irse a dar una larga ducha para luego elegir unos jeans y un suéter ancho color crema con estampados, arreglo su cabello con cuidado, formando una larga trenza que caía por su hombro izquierdo. No se dio cuenta que después se quedó largos minutos mirando su reflejo, recordando lo sucedido la noche recién pasada.
—Basta —se dijo a si misma cuando sus ojos se llenaron de lágrimas.
Aun no estaba segura si se sentía mal por la pronta partida de Eric o por lo sucedido con Azazel. En su mente había guardado en un baúl, oculto en lo más profundo de su cabeza, lo que había sucedido con Azazel, solo pensar en él le causaban nauseas. Era un tema que no podría superar, pero que deseaba olvidar.
Cuando el timbre sonó sabía que se trataba de su comida china, no tenia deseos de cocinar por lo que le dio una buena propina al chico que se quedó encantado con ella. Luego se fue hasta la sala de estar y se sentó en el sofá más grande, en silencio, mientras comía sus fideos con verduras .
— ¡LILIA YA BASTA! —le gritó desde el sofá, enojada con su amiga por permitir que Adam o cualquiera le hiciera daño —ESTOY HABLANDO EN SERIO CUANDO DIGO QUE ROMPERÉ LA PUERTA.
Lilia pudo escuchar con claridad el grito de su amiga y por el tono que usó, esta vez estaba hablando en serio. La Nephilim de ojos violetas suspiró y decidió que era hora de levantarse, ya que no podía estar todo el día encerrada.
Cuando salió de la habitación y llegó a la sala de estar, Arial no la recibió con un abrazo, ni siquiera la miró, solo levantó una mano, ofreciéndole una porción de fideos con verduras. Lilia con el pelo desordenado y aun con pijama se acercó hasta donde estaba su amiga y aceptó el almuerzo.
—No he tenido ganas de cocinar, así que tendrás que comer esto.
—No importa, está bueno —dijo luego de darle una probada, para después sentarse al lado de Arial —siento que hace mucho que no nos vemos.
—Sin duda alguna —respondió la pelirroja —he estado muy ocupada ayudando a Dana ¿Qué has estado haciendo tú? ¡Oh! No respondas, creo que ya lo sé ¡discutiendo y arreglando tu vida amorosa con Adam! ¿O estoy equivocada?
Arial habló tan rápido que no le dio tiempo a Lilia para inventar una excusa.
—No vengas a decirme que no es cierto, creo que es prueba suficiente de que Adam ande sonriendo cuando estás cerca de él —Arial se giró para verla y encarar a su amiga — ¿y bien? ¿Estoy equivocada?
—Ehm… —Lilia no sabía que hacer ya que Adam le había pedido que guardara silencio, que no le dijera nada a nadie, ni siquiera Arial… sobre todo a Arial.
—Bueno, tu titubeo solo me hace pensar que debe ser secreto ¿no? ¿Soy muy bocaza para que me cuenten secretos? Que feo, Lilia, que feo —le dijo apuntándola con los palitos de madera.
Lilia no fue capaz de responderle porque no quería mentirle, ya que no podía admitir que estaba así por culpa de Adam, como tampoco que su pelea se provocó al saber que Arial había quedado fuera del trato, que no estaría nunca a salvo de los Arcángeles y no podría tener su Redención.
Ella solo limitó a comer de sus fideos.
— ¿Sabes? Es extraño salir a la calle y no correr de los Arcángeles —dijo Arial, tratando de hacer sentir cómoda a Lilia —ya sabes, por la protección que nos proporciona Eric… y si todo sale bien, nunca más nos tendremos que preocupar de ello.
Lilia volvió a comer, sin ser capaz de mirar a su amiga, gesto que no pasó desapercibido para Arial.
— ¿Estás enojada conmigo? —Preguntó la pelirroja con cierta preocupación — ¿dije algo qué no debía?
—No, claro que no. Solo estoy cansada.
—Bueno, llorar por horas tiene ese efecto, está científicamente comprobado por mí —dijo ahora riendo —sé que Adam te ha hecho daño, es la única razón para que estés de esta forma.
—Es un idiota, ya sabes. Hoy me llamo para que le dijera a Thomas que no había nada entre nosotros.
—Cosa que no es cierta ¿Por qué deben esconderse?
Lilia miró a Arial, deseando decirle toda esa parte de la historia.
—Puedes contar conmigo, Lilia, sé guardar secretos —dijo Arial, herida por la poca confianza que su amiga le tenía.
—Sí, debemos escondernos porque el idiota de Adam, hace unas semanas atrás, firmó un Contrato de Sangre con Thomas, donde le pedía su ayuda para poder conseguir el antídoto para Ethan a cambio de no acercarse a mí de forma… romántica, pero creo que Thom se enteró de lo que paso entre nosotros y rompió el antídoto, es una locura, aquello hizo enfurecer a Adam —Lilia guardó la otra razón para que Adam estuviera enojado.
Arial se quedó con la boca abierta.
— ¿Me estás diciendo que el idiota de Thomas tenía la respuesta a nuestros problemas en las manos y la rompió?
Lilia asintió.
— ¡Oh Lilia! —Dijo enojada —te dije que era un bastardo traicionero, te lo dije una y otra vez y no me escuchaste ¡ayer estuve arriesgando mi vida para poder tener una solución que ayude a Ethan y ese maldito de Thomas bota el antídoto como si hubiese sido una basura!
Arial comió bruscamente de sus fideos, haciéndose daño con los palillos de madera.
—Ya veré su cara cuando se entere que ustedes están juntos —susurró Arial, sonriendo de forma malvada —su caprichoso corazón se romperá, al igual que su autoestima… maldito hijo de Lucifer.
— ¡Arial! —Dijo enojada Lilia —te he dicho que puede enterarse de nada.
La Nephilim de ojos rojos suspiró.
—Prometo no decir nada —dijo mirando hacia la mesa de centro —es solo que él tuvo la solución en sus manos y solo por un capricho Ethan seguirá perdido… si lo hubieses visto.
—Lo sé
—No —la interrumpió Arial —no tienes la menor idea, has estado con tu cabeza en cualquier parte y te has olvidado de Dana.
—No digas eso, no es cierto.
—Si lo es, porque de haber estado en tu situación, habría ido personalmente a encarar a Thomas por lo que hizo. Ethan es la clave para que todo este tema de la redención funcione, para ganar una tipo de ventaja y para que este mundo no siga cayéndose a pedazos como le está pasando. Sin embargo, tú has estado pensando en Adam, Cyra y tu padre, en nada más.
Lilia iba a decirle cuan equivocada estaba, pero luego se dio cuenta que Arial tenía razón.
—Ethan, no es más que una víctima como nosotras, incluso peor… él dio su mortalidad por Dana, por volver a verla y por protegerla de Gabriel cuando llegue el momento. Ahora se encuentra perdido en un mundo de oscuridad que jamás pensó en experimentar. Ese chico ha hecho cosas horribles.
Lilia solo pudo observarla, pensando en lo que su amiga había hecho.
—Ahora es mejor que te duches y salgas de esa penosa depresión —le dijo Arial —yo he terminado y debo leer cierto libro que casi me costó la vida.
La pelirroja se puso de pie y limpió lo que había ensuciado para después ir a su habitación y cerrar la puerta. Su objetivo estaba cumplido, había sacado de la cama a Lilia, por lo tanto se podía sumergir en el libro que Sebastián le había entregado.
Durante las siguientes horas la Nephilim se dedicó a estudiar detalladamente la ceremonia que se realizaba al aceptar la Orden de la Luz, en la cual tus memorias eran olvidadas y te entregabas por completo al poder de la Luz, renunciando a todo deseo personal, solo quedando con la búsqueda para ayudar a todo ser y guiarlo a la Luz.
—Idioteces —dijo susurrando, mientras seguía transcribiendo las partes que necesitaba.
Le era difícil poder saber que decía cada frase, ya que además debía usar un diccionario muy precario sobre las palabras que los ángeles antiguos usaban como idioma.
—Eric sería útil en este momento —solo pensar en él fue como si recibiera un golpe en su estómago.
Dejó a un lado los libros y se apoyó en el respaldo de la cama, superficie que había compartido con el ángel solo hace unas horas atrás. Lentamente se fue sumergiendo en las almohadas, cerrando sus ojos y dejándose llevar por aquella parte demoniaca que a veces escapaba de su control más frecuentemente.
Arial extrañaba a Eric y estaba descubriendo una forma de saciar aquella nostalgia, recorriendo las memorias del Dominacion.

A la Nephilim le había tomado tiempo adaptarse a la nueva escena que estaba observando, esta vez decidió recorrer sus memorias desde un paso atrás, siendo solo una observadora y no apoderándose de los sentimientos o emociones que Eric tuvo en aquel momento. Solo deseaba verlo, no descubrir nada misterioso… solo quería disfrutar de él.
Cuando la Nephilim recorrió la imagen que observaba, le costó unos segundos ubicar al Dominacion, pero cuando lo encontró, se sintió una tonta por no verlo antes. Tan alto y con aquella actitud un tanto altanera, eran suficientes características para resaltar dentro de un montón de humanos.
—Estás haciendo trampa —le dijo un hombre mayor, vestido de traje. Parecía muy enojado.
Arial sonriendo se acercó hasta donde se encontraban, sentándose en un costado del sofá donde se ubicaba Eric. No dudó en acariciar la nuca de aquel Dominacion, encantada de verlo tan concentrado mirando sus cartas.
—Que pierdas una y otra vez, no es reflejo de que este haciendo trampa, sino de lo malo que eres con las cartas, deberías retirarte Luke.
Los ojos del señor lo miraron con odio, por un momento Arial vio que cambiaban de un color oscuro a un brillo extraño. Sin embargo, luego no noto nada fuera de lo normal, por lo que siguió atenta a Eric. Las personas malvadas tendían a cambios de miradas como las del tal Luke.
—No tengo la menor idea de cómo te gustaban estos juegos —susurró al oído de un Eric que no la escuchaba.
—Muy bien —dijo Eric, dejando las cartas sobre la mesa.
Arial no entendía nada sobre juegos de mesa, no de cartas por lo menos, así que solo supo que Eric había ganado por las quejas de los demás.
—Fue un gusto, señores —dijo tomando todo los billetes y monedas que habían en la mesa.
Arial se puso de pie, observando como el ángel guardaba metódicamente el dinero en una bolsa negra, mismo color que usaba para vestir. Ella se extrañó de verlo tan oscuro, con una mirada tan seria y unas ojeras fuera de lo normal.
—No vuelvo a jugar contigo, eres sinónimo de perdición mi querido jugador —dijo un chico más joven, con un traje gris.
Arial comenzó a mirar alrededor y se dio cuenta gracias a la vestimenta de las personas, que estaban en los años sesentas, época que no era para nada del agrado de la Nephilim.
—Nos vemos, señores —fue todo lo que dijo Eric.
Cuando se puso de pie, Arial pudo notar que el Dominacion no estaba vestido de traje como sus compañeros, sino que estaba con una camiseta negra gastada y un abrigo del mismo color, además de unos pantalones grises. Ella sonrió al verlo tan guapo, con su cabello negro suelto y un brillo en sus ojos verdes que la hipnotizaron.
Al momento de ponerse de pie y retirarse, por una fracción de segundo fue como si observara a Arial, cosa que hizo que ella prácticamente se derritiera. Sin embargo, no se quedó congelada, fue tras él.
—Bastardo —alcanzó a escuchar del hombre viejo, pequeño y calvo.
—Feo tu —le respondió Arial sonriendo, sabiendo que no sería escuchada.
La Nephilim siguió al ángel hasta la salida, notando como las demás mujeres que se encontraban en aquel antro, lo observaban con una mirada lujuriosa. No pudo evitar sorprenderse por los celos que le causaron esas miradas.
—Adiós, Bill —dijo Eric, despidiéndose de algún encargado del lugar.
Para cuando salieron de aquel bar/casino/clubclandestino, la noche los recibió con sus brazos abiertos. Arial notó que era bastante tarde para que su ángel no estuviera trabajando o descansando.
Tuvo que correr para seguirlo, ya que a él no le costó nada avanzar con rapidez en las calles. Solo habían avanzado unas cuatro cuadras cuando Eric dobló de forma precipitada hacia la derecha, entrando a un oscuro callejón. Arial confundida lo siguió mientras este sonreía mirando hacia arriba.
— ¿En qué demonios andas? —se preguntó ella.
Eric de un salto tomó la escalera contra incendios y la hizo descender para después subir por ella.
La Nephilim no dudó en seguirlo, ni siquiera cuando entraron por una de las ventanas del edificio. Sin embargo, se quedó helada al ver dónde y con quién se encontraba.
— ¿Qué haces por acá, Eric? —dijo Dana, con su cabello blanco como la luna, vestida con un camisón crema, que dejaba muy poco para la imaginación, sobre todo porque tenía su espalda descubierta.
—Solo pasaba a verlos, tengo que subir pronto.
—Deberías dejar estos juegos, Eric —dijo en la otra esquina Gabriel, que estaba recostado sobre la cama.
Arial abrió su boca sin poder creer donde estaba metida. En el pasado de Dana y Gabriel.
Como si fuera una maquina comenzó a observar todos los detalles de donde se encontraba. El departamento era pequeño, oscuro y sin muchas comodidades, solo tenían una gran cama que parecía ser muy cara, una televisor y lo demás estaba en lo que ella suponía, era la cocina. Era un lugar común, sin mayores lujos, pero que tenía lo esencial para un par de enamorados.
— ¿Qué haces tú aquí? —le preguntó a Eric como si él pudiera escucharla. Cosa que era inútil, pero ella no podía controlar su boca, debía decir algo.
—Estuve jugando, ya saben que el dinero no me sirve de nada, así que aquí tienen —dijo lanzándolo a donde estaba la cama.
Fue en ese momento que Arial descubrió que Gabriel estaba desnudo, ya que sin pudor alguno salió de la cama y se acercó hasta una silla de madera que sostenía unos jeans gastados. Se los puso sin mayor preocupación, mientras Eric miraba a Dana. Arial sonrió al notar los músculos de Gabriel, no había pecado en observar.
— ¿Cómo han estado?
—Deberías decirle a tus colegas que dejen de buscarnos.
—En realidad —dijo Eric, levantando su dedo índice —yo también debería ir detrás de ustedes, siendo arcángel… ya saben, gajes del oficio.
—Eres un amor por no eliminarnos, en serio —dijo Dana, siendo irónica y sonriendo de una forma que le causó extrañeza a Arial.
La Nephilim no pudo evitar acercarse a Dana, quien miraba a Gabriel… ahora de forma que dejaba expuesto el amor que sentía por él. Arial tomó el cabello de ella, aunque era como si fuera un fantasma, ya que pasaba a través de ella; no era igual con Eric a quien podía tocar en sus memorias, pero este no la sentía. El color no dejaba de sorprender a Arial, le gustaba Dana con cabello blanco… era adecuado para ella, más que el oscuro que quedó al convertirse en ángel.
—Debes cuidarte, Eric ¿quieres volverte un Caído? —le preguntó Gabriel mientras contaba el dinero. Era bastante —no solo por tener sexo te sacan de la Luz.
—Lo sé, estoy siendo cuidadoso… nada fuera de las normas. Como pueden ver, ahora juego para ustedes —dijo sonriendo, muy orgulloso de su plan.
—Ángeles, jamás podré entenderlos. Deberías renunciar a tu trabajo Eric y unirte a nosotros —dijo Dana, acercándose a Gabriel y sentándose a su lado para después besarlo, de tal forma que tanto Arial como Eric, miraron hacia otro lado.
—Bueno, mejor los dejo solos —dijo el ángel, girándose hacia la ventana, sin mirar a los enamorados.
—Sí, es mejor, a menos que quieras ver algo que te haría sonrojar, Arcángel —le dijo Dana, aun besando a Gabriel.
—Por todos los cielos —dijo Arial sin ser escuchada por nadie —tu avanza Eric, tu avanza.
 Eric salió por la ventana y bajo las escaleras, pero no alcanzó a salir del oscuro callejón cuando tres personas lo interceptaron.
—Por un momento pensé que te había perdido, niño.
Arial reconoció de inmediato la voz del hombre pequeño y feo, Luke. Iba acompañado de dos matones que no tenían pinta de ser santos ángeles, es más, tenían unos rostros marcados por varias peleas. La Nephilim no pudo evitar mirar preocupada a Eric, como si él pudiera darle algo de atención a ella. Sin embargo, eso era imposible, estando en los recuerdos de él, solo era una mera espectadora.
— No quiero problemas, es mejor que se retiren.
El hombre pequeño rio por el descaro de aquel muchacho desconocido y con un simple movimiento de mano, envió a los dos matones  a por Eric.
Se lanzaron contra el ángel como si estuvieran jugando futbol americano, pero Eric ni siquiera se movió. Un par de humanos no tendría oportunidad contra un ángel.
— ¿Sabes? Siempre he pensado que deberías ser eliminado de esta tierra, ya que estás involucrado con violaciones y muertes de jóvenes que no tienen otra alternativa que vender su cuerpo. Eres renombrado entre los peores amantes que una mujer puede encontrar y creo que no es bueno que ese tema llegue a conversaciones en un grupo masculino… ¿te das cuenta que todos hablan a tus espaldas?
Los dos matones seguían tratando de luchar contra el ángel, pero Eric ni siquiera se había movido un centímetro.
— ¿Qué eres? —preguntó el hombre a unos metros de Eric.
—Elimino demonios, puedo considerar que tú eres uno… sin un gota de sangre demoniaca, demasiado humano para mi gusto, pero con una maldad única.
Arial se quedó boca abierta al ver lo rápido que Eric había sacado su espada, arma que acabó con las vidas de los dos matones en una fracción de segundo.
—Pero quizás pueda ser una excepción contigo, escoria.
La Nephilim dio un paso hacia Eric, para evitar lo que iba a hacer, pero era inútil. Eric sin preocuparse avanzó con una rapidez sorprendente y atravesó el abdomen de aquel hombre feo y malvado. La sangre comenzó a salir a borbotones de aquel cuerpo, manchando el arma de Eric, quien la sacó del humano con un movimiento limpio y certero.
—Es agradable saber que no seguirás apostando —dijo Eric sonriendo.
Sin embargo, Arial notó que la expresión de Eric iba cambiando mientras la luz de los ojos de Luke desaparecía. El ángel con desesperación dejó caer su espada para después sacarse el abrigo y su camiseta, dejando expuesta la parte superior de su cuerpo.
—No, no, no… —dijo desesperado al notar las Marcas que comenzaban a surcar su hombro.
—Oh… ya veo —susurró Arial, al descubrir porque este recuerdo estaba entre los importantes para Eric —aquí fue cuando te marcaron.
La Nephilim notó que Eric cambiaba de expresión, una mucho más despierta. Era como si hubieses estado en un sueño.
—Una advertencia —dijo una voz desde atrás.
Arial se sorprendió al ver que era Dana.
—Deberías subir y arreglar tus problemas, Eric —sonrió de una forma agradable… como si fuese la Dana ángel.
—Los cuerpos —susurró atormentado el ángel.
—Yo me encargo de ellos, no te preocupes. Gabriel dice que es mejor que subas.
Dana se cubrió sus ojos con el dorso de su brazo antes de que Eric expandiera sus alas y subiera hasta su hogar, arrepentido y atemorizado de volverse un Caído por acabar con la vida de tres humanos.
Arial no pudo seguir observando a Dana, la imagen de ella, vestida con aquel camisón tan revelador mientras tomaba los cuerpos humanos sin dificultad, se fueron volviendo borrosas, hasta que la Nephilim se sumergió en la oscuridad.

Cuando Arial despertó de su ensoñación y se levantó de la cama, notó que estaba comenzando a atardecer. Sonrió al saber que se encontraría con Eric en un par de horas y sabia con exactitud lo que debía hacer antes de eso.



Adam estaba en el Lucifer, pensando aun en lo sucedido con Dana y como le había proporcionado la crema que ella misma había usado en el pasado, para esconder sus Marcas de Ethan en un comienzo. Él la tenía porque los hermanos Young habían confiscado todo objeto sobrenatural que podía haber en el departamento de Dana. Le agrado poder ayudarla de alguna forma, en tiempos tan tormentosos. Sin embargo, la imagen de Dana quedaba opacada por el comportamiento de Eric, quien por primera vez… había quebrantado una norma que amaba: no entrometerse.
— ¿Qué te está sucediendo? —susurró pensativo mientras hacía golpear un lápiz contra la madera.
La mente del Caído últimamente estaba siendo bombardeada por diferentes problemas, sino era Lilia, era Arial o Dana. Estaba cansado y hacía tiempo que no podía dormir en paz, es por ello que no le costó nada entregarse a Morfeo cuando sus parpados comenzaron a pesar. Se quedó dormido pensando en Lilia.
Aunque soñó con Cyra.

El ultimo día que vio a Cyra, antes de reencontrarse con ella cuando Lilia nació, fue el día que descubrió el engaño del cual estaba siendo víctima.
No fue un momento singular, único, ni especial. A diferencia de sus protagonistas, sucedió de un modo muy humano.
Adam llegó antes del trabajo en la granja, sabía que las cosas con ella estaban yendo de mal en peor y es por eso que la quería sorprender. Había terminado su último día de trabajo y quería ofrecerle aquello que él le había negado: dinero, éxito y lujos. Por lo tanto, Adam estaba aceptando el hecho de aprovechar sus habilidades de Ángel Caído para poder obtener aquellos objetivos. En sus planes, ambos viajarían al extranjero y buscarían un lugar que Cyra encontrara adecuado.
Él la amaba y no pensaba dejarla escapar solo porque él no podía satisfacer sus caprichos mundanos. Aunque Adam estaba comenzando a sospechar que algo más estaba ocurriendo con su  amada humana, cada día parecía volverse en un ser más oscuro, uno que nunca estaba satisfecha con cualquier cosa que él hacía, un ser que le gritaba y regañaba por cualquier detalle. Cyra ya no era la joven alegre y sonriente que había conocido, su mejor amiga había desaparecido a través de los meses y lucía incluso más pálida, como si toda la energía vital que la caracterizaba, estuviera escapándose de ella.
Cursaba el año 1918 cuando todo se desmoronó para Adam, pronto cumpliría su primer aniversario con Cyra y estaba entusiasmado por ello. Sus planes y cambio, serian su regalo para ella.
No se pudo cumplir.
Cuando cruzó el pequeño cerco que él había fabricado un mes atrás y cuando traspasó el jardín seco que Cyra había dejado de cuidar, sintió algo extraño en su interior. Se detuvo por un par de segundos ante la puerta, previniendo que algo malo estaba ocurriendo. Se negó a creer en sus instintos.
Cruzó el umbral de la puerta.
Lo primero que le extraño, fue el olor a azufre en la casa que habitaban. Era un olor que a veces llegaba a casa, que a veces incluso Cyra traía en sus ropas, pero que el culpaba a los demonios “espirituales” que podían estar absorbiéndola. Él los conocía muy bien, eran los encargados de atormentar las mentes humanas y no dudaba que ella estuviera siendo víctima de ellos.
Sin embargo, los gemidos que escucho después, no siguieron sosteniendo la hipótesis de los demonios espirituales e incorpóreos que podían traer el olor a azufre hasta su casa.
Todo su cuerpo se tensó y se obligó a avanzar a través de toda su casa, notando detalles que le indicaban que algo malo estaba ocurriendo. La concentración del aroma a azufre aumentaba a medida que se acercaba a la puerta trasera.
Cuando salió de su casa, no vio nada que revelara lo que estaba sucediendo, pero más allá, a unos metros, donde comenzaba el bosque, si estaba ocurriendo algo.
Los gemidos de Cyra cada vez se iban volviendo más claro y más fuertes, por lo que no le costó nada encontrarla, debido a su gran capacidad auditiva y porque le encantaba recorrer aquel bosque y lo conocía como la palma de su mano.
No tuvo que ver la escena grotesca en la que se encontraba Cyra, su corazón comenzó a romperse con antelación. Sentía como si poco a poco se fuera desfragmentando a tal punto que cuando llegó ante Thaumiel y Cyra, su corazón, había desaparecido. Solo quedaba un órgano que latía, frio y fuerte como nunca antes.
Thaumiel tenía apoyada contra un árbol a Cyra, sujetándola fuertemente por la nuca, como si la ahorcara, ella le daba la espalda. Sus cuerpos desnudos se unían, siendo uno mientras que él movía su cadera contra ella, logrando que el placer de Cyra fuera único.
—Espera, no seas tan brusco —dijo ella apoyando su frente contra el árbol que tenía al frente — ¡duele, Thaumiel!
Adam se sorprendió al ver que se quedaba de pie a unos metros de ellos, observando aquella imagen, sintiéndose frio como un tempano, mirándolos con unos ojos que podrían ser mortales si tuviera las armas que años atrás abandonó. Nunca pensó que desearía tenerlas nuevamente.
—Observa, tu angelito llegó a unirse a nuestro juego, querida mía —Thaumiel hizo que Cyra mirara a Adam, doblando su cabeza de forma brusca.
El rostro de horror de Cyra fue suficiente pago para Adam, más cuando trató de liberarse de Thaumiel y este no se lo permitió, obteniendo como recompensa el demonio los gritos desesperados por liberarse de él.
Adam se cruzó de brazos y dejó que sus alas se expandieran mientras las embestidas de Thaumiel se volvían una tortura para Cyra, a quien hizo caer sobre el duro suelo.
— ¡Adam! —gritó ella, pensando que ahora él le proporcionaría algún tipo de ayuda, pero no recibió ninguna palabra por parte de él.
Adam se elevó a través de los árboles y sobre estos, desapareciendo de la visión de Cyra, quien se vio perdida en la oscuridad y dolor que Thaumiel le proporcionaba.

Adam despertó exaltado y se quedó pensando por un segundo lo que había sucedido ese día. Aunque una voz lo trajo de vuelta a tierra.
— ¿Qué fue de ella cuando ustedes se separaron? Thaumiel no me lo dijo.
Lilia estaba sentada sobre el sofá rojo que había cerca de la chimenea, a unos metros de él. Adam se quedó helado al verla.
—Lilia, has venido, pensé que no…
—No te confundas, solo estoy aquí para trabajar. Vengo desde casa de Thomas, aclaré cualquier duda que tuviera sobre nuestra existente relación.
El ángel Caído se enderezó sobre su asiento y sintió como si su cuerpo hubiese vuelto de fuego.
— ¿Qué estas tratando de decir? ¿Por qué fuiste a su casa?
—Arial me hizo ver que no estaba tan comprometida con ayudar a Dana y Ethan, es por eso que fui a verlo, para que no tuviera más duda sobre nosotros.
Adam ni siquiera se dio cuenta que se había puesto de pie.
— ¿Y se puede saber que técnica usaste?
Lilia frunció el ceño, confundida.
— ¿Técnica que use? La más simple y real que puedo usar con Thomas.
—Lilia… si dormiste con él, yo…
La Nephilim lo miró con la boca abierta, sin poder creer en las palabras que Adam estaba diciendo.
— ¡Alto! ¿Quién te crees que soy? Claro que no me acosté con Thomas, solo fui a decirle a su cara que se había comportado como un idiota y que no quería verlo, que me dejara tranquila y que dejara la idea de que había algo entre nosotros, que estaba muy enterada del Contrato de Sangre que habías aceptado y que no quería estar cerca de alguien que no me valoraba ni un poco y que además me tratara como si fuera lo peor del mundo.
Adam se sorprendió al sentirse tan aliviado. La furia que había comenzado a sentir, incluso lo asusto a él.
— ¿Y te creyó?
Lilia enarcó una ceja para después ponerse de pie. Se sacó su abrigo y lo colgó en la pechera. Vestía con unos pantalones negros y una camiseta del mismo color con un estampado del nombre del club.
—En ningún momento mentí.
Sin esperar respuesta de Adam, Lilia salió de la oficina.



Arial estaba mirando por la ventana del departamento de Dana, ya había anochecido cuando la puerta principal se abrió, dejando ante ella, a un Eric real.
La Nephilim corrió hasta el sofá y tomo la bolsa del regalo que le había comprado a Eric. Sin embargo, no pudo ni siquiera saludarlo, ya que los brazos del Dominacion la rodearon e hicieron que se recostara en el sofá, justo cuando los labios del ángel se unían a los de ella.
Arial dejó caer la bolsa sobre el suelo y rodeó el cuello de Eric, aprovechando este momento de locura que estaba viviendo aquel ángel. Aunque luego de unos segundos, él la besaba con tanto ímpetu que apenas le daba tiempo de tomar algo de aire. Comenzó a preocuparse.
—Eric —dijo tratando de alejarlo unos centímetros —para, Eric.
—No quiero —respondió él, para volver a besarla.
Cuando las manos de él comenzaron a colarse bajo la ropa de ella, fue el momento de Arial de detenerlo, otra vez.
—Ey ¿pero qué te sucede?
Eric escondió su rostro en cuello de ella, respirando su aroma como si no la volviera a ver.
—Me debo alejar de ti, Arial, estas nublando mi razón.
La Nephilim se quedó de una pieza por un segundo y luego con la mano que no estaba siendo aplastada por Eric, comenzó a acariciar el cuello de él. Caricia que ella no estaba nada acostumbrada a dar.
—Si quieres alejarte de mí, no te obligare a hacer lo contrario, pero no deberías atacarme con besos irresistibles antes de dejarme, sabes que tienes una lengua muy hábil.
Eric no pudo evitar reír contra el cuello de ella. Arial nunca dejaba de bromear con él. Bueno, excepto cuando su padre la quería atacar, ahí le robaban el habla.
—Esta vida es muy injusta ¿sabes? —susurró él contra la piel de ella.
—Oh vamos, no todo es malo ¿Qué te ha pasado? ¿Te han regañado?
Eric se sentó sobre el sofá, llevando consigo a Arial, a quien ahora tenía rodeada de la cintura, sentándola a horcajadas suya mientras seguía escondiendo su rostro en el cuello de ella.
— ¿Sabes? Me gustaría sacarte una foto, justo en este momento, no te ves nada maduro abrazándome como si fueses un niño.
El Dominacion la fue soltando y alejándose de ella hasta apoyarse en el respaldo del sofá, mirándola apenado.
—No quieres decírmelo ¿cierto?
Él negó.
—Eres un ángel y tú, específicamente, siempre estás pensando en los demás, por lo que he de suponer que se trata de una mala noticia que me relaciona ¿es así?
Eric se quedó pasmado por unos segundos porque parecía que se estaba volviendo en un libro abierto ante ella.
— ¿Es sobre Azazel? —preguntó ella, temerosa.
—No, no lo es.
Era sobre la nota que recibió de Dana, ahí se explicaba con claridad que el juicio para Arial había salido mal para ella, que no podría participar de los beneficios que traería la Era de Redención para todos aquellos Nephilim o Demonios, que aun tuvieran alma.
—Entonces eso me alivia bastante ¿es sobre lo que hice con Ethan?
Eric sonrió triste, le encantaba lo inteligente que podía ser Arial.
— ¿Es sobre… algún castigo? —preguntó ella acercándose un poco a él, hipnotizada por los ojos verdes de aquel Dominacion.
—Hoy llego una carta, por decirlo de alguna forma, donde dejaban explicito que no podrías ser un Nephilim bajo la protección de la Luz después de que yo volviera a mi puesto, que no serias perdonada y que no serias redimida, todo esto debido a que tus actos cometidos con Ethan.
Arial se quedó unos segundos sin saber que decir.
— ¿Qué quiere decir eso? —dijo ahora apoyando sus manos en el pecho de Eric, alejándose unos centímetros para ver mejor su rostro.
—Ya lo dije, no hay necesidad de repetirlo.
— ¡Eric! —Dijo ahora sintiendo como el fuego de la rabia comenzaba a recorrer su cuerpo — ¡Te iras antes por lo que le dije a Ethan! Fue algo bueno para ti ¿Por qué estoy siendo castigada? ¡Oh! Demonios, yo lo sabía ¡desde un comienzo! Esto no tenía sentido, es una farsa lo que la Luz está haciendo, no existe redención para la gente como yo o los demonios ¡solo buscan guerreros para acabar con los demás demonios que no los elijan!
Se separó por completo de Eric, quien la miraba atormentado.
—Eso no es cierto, lo sabes.
— ¡Me importa una mierda! —le respondió, para después darle la espalda —eso es lo que creen los demonios ¿sabías eso?
—Estás mintiendo —dijo Eric, frunciendo el ceño —no muchos saben lo que planean arriba  para perdonar a los Errantes.
— ¿Errantes? ¿Así es como me llamas allá arriba? “La Errante Arial abrió demás su boca, sáquenla de la lista” —gruño, tratando de imitar la voz de Eric — ¡esto es una mierda!
— ¡Ey! —Dijo ahora molesto, ya que lo estaban culpando de algo que no había sido manejado por él —yo no estoy involucrado en ello, es más, fui yo quien te advirtió.
Al momento de decir aquellas palabras se arrepintió, era como echarle más leña al fuego.
— ¿Eso es lo qué crees? —Dijo Arial, girándose hacia él — ¿Qué me merezco este castigo? ¿Cuándo he trabajo tanto por ayudar?
—No dije eso —se limitó a decir el Dominacion, estaba comenzando a desconfiar en cada palabra que pensaba ya que no quería hacer enojar aún más a Arial.
— ¡Jomete Eric, rodete! Es así de simple, tú no tienes que temer porque los arcángeles te maten ¡eres su jefe!
—Es cierto que es difícil eliminarlos, pero no imposible, mi vida también corre peligro cuando salgo en busca de algunos demonios, sobre todo aquellos que tienen algún arma vinculada con Lucifer y nos eliminan como moscas, créeme… no es fácil ser un Dominacion, no cuando hay…
— ¡Ah, cállate! —lo interrumpió Arial, enojada —como si yo hubiese elegido esto. Tu solito aceptaste ser ángel, no es problema mío.
Eric iba a decir algo más, pero decidió quedarse en silencio. Arial tenía razón.
— ¡Maldigo a cada uno de los ángeles! Debí haber nacido bruja o tener algún poder de ese estilo para acabar con todos de una buena vez.
Eric se cruzó de brazos, escuchando como ella gritaba insultos contra su especie, observando como golpeaba los muebles del departamento de Dana y como lo miraba con odio.
—Todo por nada —susurró ella, respirando con dificultad por el destrozo que dejo a su alrededor.
— ¡Oh calla de una buena vez! ¿Es qué Dana no es tu amiga? ¿Solo la estabas ayudando por interés?
Arial levantó la vista, sorprendida por las palabras de Eric.
—No te va a suceder nada, no te seguirán persiguiendo cuando todo esto termine. Yo soy el encargado de los Arcángeles y te dije que siempre te iba a cuidar, así que no creas que quedaras sola ¿crees que enviaré a Arcángeles para que te  maten, Nephilim?
Las palabras de Eric fueron como un balde de agua fría para Arial. La calmaron por completo.
— ¿Por qué te preocupas, Eric?
Él negó a la pregunta de Arial.
—No es preocupación, sino más bien justicia. Tú no has hecho nada malo ¿Por qué te deberíamos atacar? Ahora dime ¿Qué pretenderás hacer? ¿Abandonar a Dana?
Ella negó, avergonzada por haber actuado de manera tan salvaje.
—Entonces vamos a meternos a la mente de Ethan ¿te parece?
—Si —ella se volvió a sentar sobre el sofá.
—A veces te pareces demasiado a una niña consentida.
Ella sonriendo le saco la lengua, se sentía mucho mejor al ver que Eric no la dejaría a la deriva. Sin embargo, esa sonrisa fue borrada cuando el Dominacion con una rapidez inigualable llevó la mano derecha hasta el mentón de Arial, separó sus labios y atrapó la lengua de ella y sus labios en un beso que provoco sensaciones en todo su cuerpo.
Todo enojo de Arial fue borrado de la faz de la tierra, pero aquel sentimiento quedo reemplazado por la pena de saber que Eric se iría en unos días ¿él se sentirá igual? Se preguntaba una y otra vez la Nephilim.

 Como no hay variación en subir de dia o de noche, aquí esta el capitulo, espero que les guste y gracias a las chicas que comentan *w* ya no estamos acercando al final, han de quedar unos 5 o 6 capitulos :)

8 Lectores:

  1. Uggggh quiero q Arial me preste a su Dominación un rato, no es justo q solo la pelirroja gocé de ese beneficio caray XD
    Hello mariposa!
    Ahhh cada vez queda menos y yo me pongo loca jaja porque no quiero dejar de leer a mi Arial y Eric como los protas jaja porque honestamente Lilia y Adam who? jaja Me caen bien pero me enganche más de Arial y Eric.
    Esa memoria a la q Arial se metió estuvo interesante, nunca se me ocurrió pensar q le hacia al dinero q ganaba y tampoco q de alguna manera él era cercano a Dana y Gabriel cuando estaban enamorados.
    Me gusta q Dana no este tan ¿clara? después de q le borraron la memoria, esperemos q llegue con dudas cuando le toque bajar a la tierra de manera más permanente. Por cierto q estuvo bien q mi nephilim le abriera los ojos a Lilia y viera q se esta centrando mucho en sus problemas personales.
    Muchas gracias como siempre por el capi Dani, me alegran mis aburridos fines de semana jaja.
    Un beso y nos seguimos leyendo!

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  2. Creo que Dana cuando menos lo piense se le vendran muchos recuerdos sin que nadie pueda hacer nada por evitarlo sabemos que en algun momento Dana estara frente a Gabriel y Ethan que pasara quien sabe jejeje pero creo que es justo que Dana sepa lo que fue antes de ser Angel y sepa lo que tuvo con Gabriel y lo que tuvo despues con Ethan ahora entiendo mas porque Gabriel quiere una pelea justa por asi decirlo.. Lilia y Adam me gustan mucho pero creo que Eric es quien se vera en una dilema y no muy agradable y no esta muy lejano que eso pase el tener que ser un Caido o ser lo que es.. me da pena Arial porque esta muy enamorada creo que ahora debe pensar un poco mas las cosa que hara o dira ya hay muchos problemas como para crear mas por ser tan impulsiva Eric si se convierte en un Caido no podra protegerla como lo hace ahorita en punto de vista me da gusto que Arial le haya dicho a Lilia que estaba mas enfocada en sus problemas personales que en lo que se supone que deben hacer para ayudar a Dana ya era hora hasta yo lo decia en mis comentarios pasados jejeje .. creo que cuando menos lo pensemos ya estara Dana devuelta en la tierra a cumplir su mision contra Gabriel jejeje.. Dani muchas gracias por el cap y darnos esta super historia :)

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  3. Ahhhhh. Mi pequena demonio siempre atacada y sufrida no me gusta q ella se mantenga asi triste y sin esperanza ojala recapaciten de esa idea y la ayuden o quien sabe talves pueda irse con erick para alla arriba ahhhhhhh seria bello como angel guardian no creen me encantaria mucho saludoa

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  4. recien puedo leer!! xDD ñaaaa! pobre Arial :cccc se le irá su angel :'c qiero qe se qede con ella.... pero si es caido dudo qe sirva muuucho :/ Eric tiene qe esperar qe todo este bien con Dana y Ethan para caer :c pobrecito u.u la agarra a besos altiro cuando llega ;___; toy segura segura qe no la qiere dejar :'c nanai <3
    Y Lilia loco!!!!! xD tuvo weno qe Arial le dijera unas cuantas verdades >:c puro qe andaba weando con otras cosas >:c y claro... ella qe no hace nah y qedara protegida >:c y Arial qe se anda arriesgando la sacan del acuerdo >:c nah qe ver! >:c JUUUUM esto es totalmente injusto >:c ojala qe Lilia se ponga las pilar ahora y deje de andar preocupada de las hormonas >:c ÑA!

    estaré esperando el prox capi *-* nos leemos <3

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  5. Jet no se qué pasa k no se publica pero esta genial oye cuando adaptas la las cuatro historias de ff aki la de volver a ti Si t acuerda de ella

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  6. uuu como que mes estas dando mucho miedo Dani...tengo la ligera sospecha de que en algun momento veremos a la Dana nemphilim regresar, y supongo que eso no sera nada bueno, y que va a apsar cuando por fin vea a Ethan con Gabriel? bueno para el ya hay una coartada...pero ella no sabe quien es el y si tiene recuerdos de el ¿que pasara?? Estoy casi tan molesta como Arial con eso de que no le den a ella su redencion, d everdad es tan injusto...y Eric no se que va a pasar con el, si tambien empieza a intervenir y si toman medidas contra el??no quiero que el se aleje de Arial, ahora me da gusto que le diera esa platica a Lilia para que despabile y se ponga a trabajar, no queremos que ella tambien quede fuera no???

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  7. Dani estas parejas de Adam y Lilia y Eric y Arial realmente son magnificas, se nota que la historia va a llegar a un desenlace y espero que realmente sea bueno para todos porque con eso de que Arial ya no va a tener redención me da pena pobresita por que ella tenia la oportunidad de ser angel y quedarse con Eric no? aunque ahora se arruino la oportunidad de Arial Eric él siempre va a protegerla y eso realmente me encanta, no sé si quiero que caiga o no porque si se hace un caido tambien van a estar juntos :( se nota que están enamorados y van a estar separados... y con Adam y Lilia buno despues q superen lo de Thomas no tienen problemas para estar juntos, Adam tiene q superar lo de Cyra aunque lo entiendo por todo lo que tuvo que pasar pero tiene que entender que Lilia no es igual y ademas ella es su complemento como todos los ángeles tienen su complemento no?... bueno espero que en estos cinco o seis capítulos que faltan signifique que termino la historia de estas parejas pero q sigue la tercera parte porque la historia de Dana e Etham tiene que continuar a ver si triunfa el amor despues de todo, bien un beso entonces nos vemos gracias gracias por escribir

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  8. Que brutal, Dana y sus recuerdos confunzos sera q ya no lo hicieron bien?? O q es otra estrategia de la luz
    .... es impresionante ver como todos los sentimientos van cambiando llevandolos a todos a descubrir que el amor es mas fuerte que cualqiuier adversidad..... y esta Arial mmmm me encanta su relacion clandestina con Erick aunque tambien un poco de tristeza xq el tiene q volver pero espero q al final cuando Dana e Ethan recupern su memoria lad cosas cambien para todos y aunque creo q Dana denera recordar tooooodo su padado con Gabriel y asi ella lo elimine puedan tener su amor libre con Ethan..... un abrazito ..... hay me olvidaba me quede con la duda de esa frase incompleta de Erick sobre que no es facil ser un Dominacion....... muy buen capi Dani...

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