domingo, 4 de mayo de 2014

Un ángel traicionado - Capitulo 9


Perfección

Los días habían comenzado a pasar y ya era noche buena, Arial y Eric no habían dejado de vigilar la casa de Helena, pero no habían encontrado nada, ella llegaría al atardecer, es por eso que sus planes para navidad habían sido cancelados, tendría que hacer guardia en casa de la Sra. Harris.
En cambio Lilia estaba entre los brazos de Thomas durmiendo, aun no era mediodía y había decidido pasar dichas fiestas con su más que amigo, ya que no deseaba volver con Adam, por ahora. Tan solo al abrir sus ojos volvió a recordar la última conversación que mantuvo con el ángel caído día atrás.


— ¿Fue mi madre, Adam? ¿Ella rompió tu corazón?
— ¿De qué demonios estás hablando? –preguntó Adam, tensando su cuerpo semi desnudo.
—Que parecieras que sigues pensando en alguien más ¿Cómo llegué a tu vida? ¿Quién me entregó a ti? No hay nadie más que haya podido hacer ese trabajo ¿fue Cyra, no? estabas enamorado de ella.
Adam se quedo unos segundos mirando a Lilia, pensando en cómo ella lo había descubierto, si tan solo hubiese sido más precavido, no habría levantado sospechas con ella… jamás debió dejarse tentar por ella.
—Ey… creo que deberías irte a casa, por lo visto no has descansado como se debe –dijo dirigiéndose hacia su armario para buscar lo que se iba a poner.
—No te burles de mí, dime la verdad ¿Qué problema habría en eso?
Ciertamente la idea de su madre junto a Adam no era agradable, pero tampoco deseaba vivir en la ignorancia. No tenía interés alguno en descubrir que había sucedido entre ellos… y su padre biológico, pero debía saber la verdad.
Lilia suspiró.
—Adam, solo dime.
—Creo –dijo él sacando su ropa y dirigiéndose hacia la cama –que deberías retirarte, mejor concéntrate en conseguir información sobre Ethan.
Lilia observaba a Adam como si fuera la primera vez que se cruzaba ante su vista. Iba solo con una tolla y dejaba sus Marcas expuestas ante la Nephilim. No pudo controlar la furia que le causó ver por completo su brazo derecho, aquel que seguramente era culpable su madre por dichas Marcas.
—Ella debió ser muy linda ¿no? para hacerte caer cuando aun no conocías a tu pareja.
Adam no pudo evitar la sorpresa que tuvo al escuchar a Lilia hablar tan segura ¿pero que le ha pasado? Se preguntaba, tratando de descubrir si alguien le había confesado la verdad. Sin embargo, no podía sacarse de su cabeza que Lilia era mucho más hermosa de lo que fue Cyra, pero eso se debía a que tenía una parte demoniaca que el infeliz de Thaumiel le había proporcionado al fecundar a Cyra. De solo pensarlo se tensaba por la rabia que sentía.
—Basta.
—No lo niegas, creo que entre Thomas y Arial, pudimos sacar las conclusiones adecuadas ¿no? dime la verdad ahora, no quiero tener que llegar hasta Thaumiel para descubrirlo.
Él al escuchar que Lilia hablaba a sus espaldas con Thomas, no pudo controlarse, se volvió una víctima de sus celos y cansancio.
— ¡Mejor ve a hablar con Thomas de Ethan!  Ese es el trabajo que debes llevar a cabo, no estar averiguando cosas que no te interesan. Estoy seguro que podrás sacarle bastante información a tu novio.
Lilia lo quedo observando unos segundos, esos arrebatos que tenía Adam solo eran prueba de cuan delicado era el tema que estaba tratando. Además no se podía concentrar bien al notar como las gotas de su cabello corto caían sobre su pecho, recorriendo su piel trigueña.
—Eres realmente celoso, creo que no había descubierto esa parte de ti ¿sabes? –ella comenzaba a sentirse más segura al descubrir que quizás su teoría si era cierta. Se dirigió hacia él lentamente.
—Retírate de aquí, me voy a cambiar.
—Además pudoroso, ahora que lo pienso, me costó bastante ver tus Marcas y es primera vez que te veo así ¿aun te queda esa vergüenza de ángel o mi madre la eliminó por completo? –estaba solo a unos centímetros de Adam y pudo ver con claridad cómo se enojada ante sus palabra.
—Cuida tu boca, sal de aquí.
—Quieres que vaya con Tom ¿no? es lo más probable que vaya con él, ya que tú no puedes hacer absolutamente nada, estás defectuoso como él dijo… y lo más triste es que estas así por alguien que no te merecía.
Lilia pudo ver como él tensaba su mandíbula, lo había herido y esa era su forma de demostrarlo, además de sus ojos, brillaban por la furia y pena que ella le causaba con sus palabras.
—Ya he terminado contigo, ahora es mejor que te retires Lilia, no caeré en discusiones insensatas… te advertí lo que ocurriría antes que te metieras en mi cama, deberías tener algo de humildad y dar un paso atrás cuando te dicen que no.
Los ojos de la Nephilim brillaron ante esas palabras, solo hace unos momentos atrás lo había tenido a su merced y ahora él se atrevía a insultarla, diciendo que no quería nada con ella.
El orgullo de los Nephilim era un tema de cuidado, como también su seguridad y obstinación.
Dio otro paso hacia él y puso su mano sobre su pecho. Adam cerró sus ojos ante tal toque.
—Es gracioso –dijo ella ahora mucho más cerca, susurrando en su oído.
Adam sintió como un escalofrió lo recorría, si hubiese tenido más vellos aparte de su cabello y cejas, se habrían erizado ante el toque de la Nephilim, odiaba y amaba esa sensación que le provocaba.
—Para –dijo él cuando la mano de ella se dirigió hacia el sur, lentamente, recorriendo su tórax y abdomen.
—Claro que pararé, me has enviado a los brazos de otro ¿no? –Dijo ella dando un paso hacia atrás –después no vengas a refregarme en la cara algún tipo de traición, eres tu quien me ha alejado y no seré yo la estúpida que te espere de por vida.
No dejó que él le respondiera, tan solo se retiró de la habitación, bajo la mirada encolerizada de Adam.

Unos besos en el cuello hicieron que sus ojos se abrieran por completo, permitiéndole dejar de lado los recuerdos desagradables con Adam.
—Buenos días –dijo Thomas sonriendo.
—No puedo creer que me haya quedado contigo de nuevo, debí ir con Arial a recorrer las calles, ya sabes, en busca de algo sobre Ethan.
Thomas sonrió, sus ojos dorados brillaron para después volverse negros como la noche. Sin ningún problema y una rapidez sorprendente atrajo la bandeja con el desayuno que una empleada había traído para ambos.
—No te preocupes por Arial, tiene una excelente compañía con Eric –dijo ahora con sus ojos dorados. Tan solo debía cambiar de color sus ojos cuando usaba su poder demoniaco.
— ¿Tú crees? Ella odia los ángeles.
—Claro, pero Eric es muy poderoso y la protegerá, además, conociendo a Arial es probable que vendría a sacarte de la misma cama si estuviera molesta contigo ¿no crees?
—Es cierto –dijo ella, sentándose sobre la cama y tomando su camiseta para después coger la taza de café.
— ¿Ya te has decidido? Has pasado días conmigo y no has ido donde tu ángel caído ¿eso debo interpretarlo como algo bueno?
Ella lo miró y sonrió, era por este estilo de situaciones que a ella le encantaba Thomas, podía estar acostándose con él, sentirse única al dejar que él manejara su percepción, pero además, era su amigo. Ella no podía mentirle y a cambio él no la juzgaba.
—Debiste decirme que lo hiciste firmar un contrato, Tom.
Él frunció el ceño, molesto. Siempre estaba a favor de la confidencialidad y Adam no había cumplido con esa parte.
—Porque no suelo revelar las identidades de quienes se acercan hasta mi.
—Oh no te enojes ¿ya hiciste tu parte? –dijo ella, besando su mejilla para que no siguiera enojado. Lo consiguió.
—No es nada fácil cuando estas buscando un antídoto para el veneno que Azazel creo, ese demonio es un maldito genio –bebió de su café con leche.
Lilia no pudo pasar desapercibido el movimiento de sus brazos, sus bíceps se marcaban.
—Arial es tan inteligente como él, le encanta estar leyendo libros, creo que de las dos era la que más disfrutaba con las clases que nos impartía Adam cuando estaba formándonos.
—La diferencia recae en usar ese conocimiento para el bien o mal, ya sabemos que su padre lo usa para motivos más oscuros.
Ella sonrió ante las palabras de Thomas.
—Todos nuestros padres se guían por esos gustos ¿no? son demonios.
—No todos, por lo que tengo entendido el tuyo esta en busca de la redención, por lo menos eso parece al estar tratando de buscar una relación contigo.
La sonrisa de Lilia se borró, odiaba cualquier tema que involucrara a Thaumiel.
—No es como si me interesara, además es muy tarde ¿no crees?
—Hay cientos de Nephilim en este mundo y creo que solo uno puede decir que su padre busca entablar una conversación con el, esa eres tú, deberías escucharlo, quizás tiene algo interesante que decir –Thomas hablaba sin mirar a Lilia, concentrándose en su tostada con mermelada, era preferible eso ante la mirada furiosa de su Nephilim favorita.
—Tengo más de ochenta años en este planeta y tú varios más que yo ¿crees qué escucharías a Lucifer si quisiera hablar contigo?
Thomas la miró, sin duda él tenía muchos más años que Lilia y Arial juntas, solo lo ayudaba su gran poder evitar que creciera tan rápido, sino ya estaría sobre los cincuenta años humanos. Ser hijo de Lucifer traía muchos beneficios.
— ¿Quién te dijo que no he hablado con él?
Lilia sintió escalofríos, una cosa era tener padres demonios como Arial y ella, otra muy diferente era tener al padre de los demonios como progenitor.
—No es tan malo como crees y no me mal interpretes –dijo al ver la mirada sorprendida de ella –no es lo que esperas, es bastante simpático.
—En una de esas conversaciones podrías decirle que te de una mano para ayudar a Ethan.
—Ni lo digas, está muy interesado en este tema, pero no lo veo muy seguido como para pedirle lo que necesito, además ya sabes que los Grandes Jefes no se meten con los plebeyos como nosotros.
Lilia tomó de su café, asintiendo. Ciertamente los ángeles y demonios luchaban, teniendo sus propios problemas y acertijos que resolver, pero ni Dios o Satanás se involucraban con ellos, solo observaban, para eso tenían a sus grandes seres, ellos debían resolver dichos inconvenientes.
— ¿Qué harás hoy? –Preguntó Thomas, aburrido de temas tan serios –es noche buena ¿ya compraste mi regalo?
—Tenía planeado ir al Lucifer, hoy estará lleno y necesitarán ayuda, ya sabes… los humanos cada año lo pasan de fiesta en fiesta para estas fechas, no es como antes.
Lilia se sonrojó, no había comprado nada para Thomas.
— ¿Compraste algo para Adam? –Los ojos dorados del Nephilim atravesaron el alma de Lilia –sé que lo hiciste.
— ¡Es una tradición! –se excusó ella de inmediato, mirando hacia otro lado. No podía esconder la vergüenza que sentía. Lilia entendía muy bien que Adam no se merecía ningún regalo, menos por como la trató la ultima vez, pero no pudo evitarlo –siempre compramos algo, también busque un presente para Arial.
—Y para mi nada –la acusó él.
—Ey, estas muy serio últimamente, cobrándome sentimientos como un enamorado y no me quieras engañar ¿sí? tu sabes que estamos en una relación abierta, no pido exclusividad ni nada por el estilo.
Thomas calló por unos segundos, sabía que no podía exigirle nada a Lilia, menos cuando ella en el pasado le había dado una oportunidad, la que desaprovechó.
—Adam no se merece nada tuyo, te estás rebajando y arrastrando por él ¿Dónde está ese amor propio que tienes?
Ella negó a sus palabras, no se trataba de eso.
—Lo hacemos desde que nos conocimos, ya sabes, desde que murió Mory en ese estúpido incendio que provoqué… él nos daba dinero y nosotras comprábamos regalos para los otros dos. No importa si estamos enojados o lo que sea, es algo que hay entre los tres, somos familia.
—Entonces eres una pervertida, enamorada de quien te crió como un padre.
— ¡Ya basta Thomas! Además no se trata de eso, jamás he visto a Adam de esa forma y él tampoco a mí, Mory fue quien se encargó de nosotras, ya éramos grandes cuando él apareció realmente en nuestras vidas –ella esquivó la mirada de Thomas, enojada, pero él se acercó a ella y mordió su oreja, juguetón.
—No me enojo si llegas en la noche solo con un rosetón sobre tu cabeza, por completo desnuda –dijo sonriendo seductoramente, imaginándola de esa forma.
— ¿Quién es el pervertido ahora?
—Es un tema de perspectivas, mejor dime ¿seguirás pensando en pasarlo en el Lucifer? Es mejor que vengas conmigo, tengo mejores planes para los dos.
Ella sonrió y negó, para después dar un mordisco a su trozo de pastel.
—No lo sé, debo ver como esta todo durante la noche, debes saber que ese local además de ser de Adam, es de nosotras, él nos dio ciertas regalías… las ganancias se dividen.
—Que generoso, siendo que tiene cientos de clubes en el mundo.
—Creo que hoy te has despertado odiando a Adam –él la quedo mirando, provocando que ella se preocupara — ¿Qué sucede?
—Eres lo bastante inteligente como para darte cuenta que es obvio que no me agrada el hombre que puede robar a quien tengo en mis brazos, en cualquier momento.
Lilia negó a sus palabras.
—Oh Tom Tom, tu perdiste tu oportunidad, solo nos entretenemos ahora –dijo ella tratando de darle un beso en la mejilla, pero él se alejó –bueno, creo que te has puesto de mal humor y así no me agradas, me iré.
Ella con rapidez buscó su ropa interior, sus pantalones, zapatos, chaquetas y se vistió en un segundo, bajo la mirada dorada de Thomas que no hizo nada para detenerla.
No le estaba agradando ser el único que se tomaba las cosas en serio en una relación. Sin embargo, sabía muy bien que no tenía derecho a pedir nada a cambio, solo debía resignarse y esperar a que Adam siguiera comportándose como un cobarde.
—Adiós, Thomas, nos vemos… mañana –dijo aclarando cualquier duda del Nephilim.
Ella se fue y el Nephilim de ojos dorados cambio a una mirada oscura, tan negra como la noche. Lentamente la bandeja se fue deformando, rodeando las tazas y comida hasta hacer una pelota con ella. La lanzó lejos y con fuerza, tanta que rompió la pared de su habitación.


— ¡No! ¡Arial, basta! –dijo Eric sacándose de encima a la Nephilim pelirroja que tenía sus manos sobre los ojos de él.
—Debiste adivinar que estaba cerca de ti –se separó de él y terminó sentada a horcajadas de Eric, sobre la cama. Lo había despertado — ¿Cómo me puedes enseñar a percibir demonios si no me sientes a mí?
—Oh claro que te estoy sintiendo –dijo Eric sonriendo ahora que podía verla.
Apoyó las manos detrás de su cabeza, observando a la pelirroja que estaba sobre su cadera, solo tenía como protección las sabanas y el cobertor de la cama, aunque de todas formas sentía que jamás iba a encontrar algo lo suficientemente eficiente para separarlo de forma adecuada de la Nephilim. Sentía que ella era un imán para él, que tenia alas de metal.
—Buenos días, Ángel Perezoso.
—No es pereza, en este mundo debo dormir y anoche recorrimos las calles hasta muy tarde.
Ambos se observaron por unos segundos sin decir nada, evitando tener pensamientos impropios para la relación que estaban llevando a cabo, cada uno recordándose que no debían traspasar los límites.
— ¿Quieres ir a tomar desayuno a otro lado? –preguntó Arial sonriendo, ya su enojo con Eric había quedado en nada, después de hacerlo sufrir un par de días, ya estaba dispuesta a volver a tratarlo como antes –tengo hambre, no he comido nada.
—Perderemos tiempo.
— ¿Quieres qué comamos aquí? –dijo removiéndose lentamente sobre el ángel, provocando que este cerrara sus ojos para concentrarse. La tomó con fuerza de la cadera para detenerla.
—Basta, no seas cruel.
Arial sonrió, notando en que el ángel estaba en parte desnudo, sabía que desde que ella se coló en su cama, había comenzado a usar pantalones, ya que antes dormía desnudo. Ahora estaba sin camiseta, con las manos en su cadera; lo que más le encantaba era su cabello negro suelto, cayendo sobre sus hombros y mostrando con orgullo las Marcas en su brazo izquierdo.
— ¿Me dejas verlas?
Eric no tuvo que preguntar a qué se refería. Le ofreció su brazo.
—De cierta forma son muy lindas ¿sabes? Aunque estas igual me gustan, son mis favoritas –dijo acariciando el hombro derecho de Eric, llamando su atención.
—Claro, eres mitad demonio, te gusta hacer cosas malas… y que los demás también las hagan –respondió Eric sonriendo, le brillaban sus ojos verdes.
—No, es porque te acercan más a la tierra ¿sabes? –Ella siguió las líneas con su dedo índice –no eres perfecto. Me gusta eso.
Eric no pudo evitar sonreír al ver que ella besaba su hombro, esa parte de su cuerpo siempre había sido el origen de su vergüenza, estuvo a punto de caer por vicios, no era menor, pero tampoco grave comparado a otros, sin embargo, entre los suyos era una cicatriz que te hacia un pecador. Jamás pensó que esa zona de su cuerpo ahora le gustaría, solo porque ella lo había besado.
—Me iré a dar una ducha –dijo él sentándose y separando un poco a Arial, debía controlar las emociones que ella le causaba — ¿me esperas?
— ¿E iremos a comer fuera? Estoy cansada de estar en la biblioteca o en el gimnasio.
—Muy bien, nos merecemos un descanso, Lilia y Adam no han aparecido.
—Apoyo la moción, ahora…buenos días Ángel Favorito –los ojos rojos de ella absorbían los verdes de él, mientras que la sonrisa de Eric nublaba la razón de Arial.
Les encantaba besarse, era lo que tenían permitido dentro de sus reglas y sin duda le sacaban provecho, aunque Arial llevara al límite a Eric. A ella la dominaba el placer al enredar sus manos en el cabello de él, mientras que al Dominacion le fascinaba meter las suyas por bajo la camiseta o blusa de ella. Su piel le fascinaba.
— ¡Muy bien! –Dijo ella separándose por completo de él y recostándose en la cama –vete  a dar una ducha mientras yo duermo ¿sí?
—Entendido.
Ella se giró, dándole la espalda y Eric no pudo dejar de observar su muslos, sin poder preverlo su mano fue hasta el trasero de ella y le di un golpe bastante fuerte mientras escapaba una risa ronca de su garganta.
—Eric –dijo ella girándose a él, sorprendida.
—No me mires así, sabes que me gusta esa parte de ti… tu tocaste mis Marcas y mis alas.
— ¡No te agarre el trasero! Ese es otro nivel, Ángel Pervertido.
Él no respondió, tan solo se puso de pie y dejó helada a Arial, que no podía creer el descaro del ángel, que caminaba desnudo hacia el baño, dejando ver por completo su trasero, en ningún momento había usado pijama. Ella miró hacia otro lado antes de notar algo más, repentinamente se sintió una niña con las mejillas sonrojadas. Aunque eso no evitó que pudiera apreciar la imagen en su mente.
Cuando Eric desapareció, ella se acomodó sobre la cama, abrazando la almohada y cerrando sus ojos. Estaba cansada por las rondas de ayer, aunque agradecía que ahora los hermanos Young se encargaran del departamento y casa de Ethan. De todas formas estaban trabajando bastante, tanto teórica como prácticamente, ya que de día estudiaba con Eric y de noche hacia los recorridos por las calles, todo estaba demasiado tranquilo, pero no descansaban.
Arial había hecho un esfuerzo gigante en despertarse temprano para ir a molestar a Eric, quería hacer algo diferente ya que hoy era Noche buena y ya había comprado los regalos, incluso preparó algo para el ángel Dominacion. No se hacía ilusiones con que él le diera algo, aunque si estaba entusiasmada con el regalo que le entregaría, se había gastado un buen dinero en él.
Estaba tan cansada que sus parpados se cerraron después de dos minutos de soledad, es por eso que cuando volvió a abrirlos levemente se sorprendió de ver el perfil de Eric, estaba junto al armario… se estaba vistiendo.
Eric pensaba que ella estaba en el séptimo sueño, por eso no se molestó en ir al baño a cambiarse después de la ducha.
Arial sonrió y abrió un poco más los ojos, minutos antes se había arrepentido de no poder valorar mejor al ángel, ahora podía hacerlo… y había pasado con nota máxima, incluso sobresaliente. Sin embargo, cierta tristeza atrapó a Arial, ya que ese ángel que se vestía a unos metros de ella, jamás sería suyo.
—Muy bien, supongo que también tiene limitado el crecimiento de vellos, como Dana, me dijo algo sobre eso, estoy segura que Ethan estaba muy feliz con esa característica de los ángeles, yo también estaría contenta si pudiera hacer algo contigo.
—Arial –la reprendió con la mirada mientras abrochaba su camisa gris.
A ella le encantaba cuando trataba de regañarla de esa forma, lo hacía a menudo y era la clave cuando había traspasado el límite.
— ¿Por qué te molestas?
—Yo no te espió mientras te vistes –ella no pudo evitar reír ante aquel dicho.
—Ganas no te faltan ¿crees qué soy idiota? Te encantaría seguir lo del otro día, cuando nos interrumpió Adam.
Eric de inmediato recordó ese momento, era cierto, no podía recriminarla, hasta había soñado con ese momento, cosa que le provocó una erección que no sabía cómo bajar, ya que no tenía en sus planes darse placer propio, esas prácticas no eran muy angelicales entre los seres celestiales. Es por ello que tuvo que darse una ducha helada.
—Además es justo, tú me tocaste, yo tan solo he mirado –dijo poniéndose de pie, en un salto. Caminó hacia él, poniéndolo nervioso. Llevaba el cabello suelto, como a él le gustaba — ¿sabes? He estado pensando que si hubiera sido de tu bando, habría estado llena de Marcas –posó su mano en el pecho de Eric mientras con la otra acariciaba su mejilla.
—No lo creo, tu eres mucha habladuría, pero actúas poco… y aunque no lo admitas eres precavida –la miró atento cuando ella metió su mano bajo su camisa –o quizás habrías sido una Arrepentida, con Marcas hasta en tu rostro.
— ¿Si? –Ella comenzó a bajar su mano, pero Eric agarró su muñeca y se tensó — ¿Por qué me detienes? Tu si pudiste tocarme bajo la ropa ¡y cuando dormía, Ángel Degenerado!
—Para –dijo ahora tomando su otra mano. Eric la giró hasta apoyarla contra el lado del armario — ¿Arial?
—Solo juego, no te preocupes, es para molestarte.
Ambos se separaron y decidieron ir a desayunar a otro lado, por lo tanto se dirigieron hacia el auto de Arial, que esperaba escondido en un lado de la gran casa de Adam. No quería ser descubierta por el ángel caído ya que no quería problemas y no deseaba tener que dar explicaciones.
—A todo esto –dijo ella detrás del volante, mirando de reojo a un apretado Eric que no se sentía muy cómodo en el asiento –los Arrepentidos ¿llevan Marcas en sus rostros?
—Si –respondió Eric, recordando a Oscar, su amigo que tenía marcado su lado derecho, ya llevaba así tantos años que no llamaba su atención.
— ¿Gabriel fue un Arrepentido? ¿Cómo volvió al lado celestial después de estar con Dana?
Eric sonrió al escuchar a Arial, le agradaba que ella se diera cuenta de detalles que no todos tomaban en cuenta.
— ¿Por qué estas interesada en Gabriel?
Arial no pudo evitar lanzar una carcajada al saber que el ángel Dominacion estaba celoso.
—Porque estoy completamente enamorada de él y quiero saber todos los detalles de su vida –dijo aun riendo, provocando que Eric se enojara de verdad –Oh vamos, estoy bromeando, solo quiero saber la historia completa ¿Por qué él no tiene nada? ¿Ocupa esa crema mágica que le dio Thomas a Gabriel?
—Claro que no, si tuviera Marcas en su rostro, él las mostraría con orgullo como hace con las demás, es tan altanero ¿has visto sus alas de fuego? ¿Te mostró eso también?
Ella lo miró sonriendo, prefirió no seguir molestándolo.
—No, no vi eso, no estaba dentro de mis intereses tampoco ¿tiene alas de fuego? Eso es genial.
—No lo niego, pero le costaron caro.
—Bien, mejor deja de cambiar el tema, dime ¿por qué Gabriel no tiene las Marcas por ser un Arrepentido? Supuestamente cuando volvió al cielo, con Dana como ángel, debió ser uno de ellos ¿no?
Eric quedo mirando unos segundos a Arial, pensando en las conclusiones de la Nephilim. No pudo evitar recordar el momento que Dana recibió la Orden y se unió a los ángeles por Gabriel.

Eric miró de soslayo a Gabriel y solo dejó su mano sobre el hombro de su amigo.
—Esto será como estar muerto en vida si no vuelve a enamorarse de mi –fue lo único que dijo Gabriel.
Eric supo que en ese momento habían perdido a un excelente ángel… solo por amor. Nada había salido como esperaban.
—No te puedes acercar a ella y lo sabes muy bien, Gabriel –dijo Eric mirándolo con el ceño fruncido –ahora debes preparar el informe para Noelia, además debes purificarte, has estado jugando con fuego mucho tiempo.
Gabriel lo miró de tal forma que el futuro Dominacion sabía que perderían al jefe de los arcángeles.
—Ella no es lo que ustedes creen –la defendió, pero Eric no encontró sentido a esas palabras.
— ¿Te has enamorado de la Nephilim? Se supone que todo era parte de una actuación ¡Por eso te han recibido con esas Marcas, Gabriel! ¡Ese demonio ha eliminado a cientos de tus hermanos! –dijo apuntando hacia el brazo derecho del ángel que estaba expuesto, con las Marcas del pecado.
—Hasta luego, Eric.
Gabriel le dio la espalda y se retiró entre las nubes, en busca de quien había atrapado su corazón.
—Idiota –susurró Eric, pensando en que ese ángel pronto estaría dentro de los caídos, solo por haber caído en su propio juego, aunque no pudo evitar pensar que cabía la posibilidad de que haya engañado a los suyos para tener a su lado a Dana, era una opción viable. Sobre todo cuando Gabriel había expresado su idea sobre ocultar sus propias Marcas.

— ¿Y bien? –insistió Arial.
—No sabes un montón de cosas, antes de acostarte con él debiste preguntarle tus dudas, estoy seguro que te las hubiese contestado sin ningún problema, no tiene ni un poco de vergüenza.
La Nephilim comenzaba a lamentar haber confesado su pequeña aventura con Gabriel, ya que al parecer Eric no pensaba dejarlo pasar. Sin embargo, su cerebro no dejó de pensar y comenzaba a sospechar lo que realmente había sucedido con Gabriel y Dana.
—Él nunca abandono a los ángeles ¿cierto? Aunque haya estado con ella.
Arial notó como Eric tensaba su mordida, por lo visto no era un tema agradable para él.
—No estoy del todo seguro –el Dominacion observó más allá de la ventana, pensando en la pregunta que aun no había podido responder –Dana fue una misión para Gabriel, tenía permiso para todo, pero nadie puede escapar a las Marcas… creo que se enamoró mientras hacia su trabajo.
La Nephilim como muy pocas veces en su vida, se quedo sin palabras.


Adam guardó las cajas que pudo rescatar en casa de Gabriel y luego se dirigió hacia el Lucifer, no tenía otro lugar seguro donde guardar ese estilo de objetos. Cuando llegó todo estaba cerrado, lo más probable es que todos durmieran en sus respectivas casas, aun no pasaban las una de la tarde.
Abrió la caja fuerte que estaba dentro de su pequeña habitación en la oficina y guardó las fotos y restos que había encontrado, al lado de ese elixir que había rescatado antes, no sabía para qué funcionaba pero de seguro era importante.
Cansado se sentó sobre su silla, detrás del escritorio y comenzó a revisar los permisos de alcoholes, pero no los tuvo en sus manos ni siquiera cinco minutos. En su mente solo estaba Lilia y las palabras que le dedicó.
—Era cosa de tiempo.
Se dijo a sí mismo, respondiendo la duda sobre cómo había descubierto la verdad. Siempre había sido muy malo hablándole a las Nephilim del pasado, jamás daba la oportunidad para que ello ocurriera, él solo se dedicaba a vivir el presente y preocuparse por el futuro, no de pensar sobre lo que ya había sucedido, sin embargo, tenía la prueba viviente de su desagradable pasado… Lilia, ella era el fruto de Cyra y Thaumiel.
No pudo evitare traer esos recuerdos a su mente.

Lo meses comenzaron a transcurrir y la vida de Adam no podía ser más perfecta de lo que era, desde su perspectiva. Cyra lo había aceptado como era, le encantaba verlo de ángel y siempre estaba tocando sus Marcas. Sin embargo con el tiempo Adam comenzó a ver que los ojos de ella se oscurecían con mayor frecuencia.
Adam se hacía cargo de la pequeña casa que habían conseguido, trabajaba como agricultor en la granja de otra persona, era fuerte y no tenía limites, jamás se cansaba, es por eso que trabajaba muy bien y siempre llevaba algo para cenar mientras Cyra se quedaba en casa, arreglando todo su hogar… el problema era que a medida que ella pasaba sus horas solas, sus ambiciones comenzaron a traerles problemas.
Otro de los grandes cambio fue que Adam comenzó a conocer mejor a Cyra, ella era una mujer bastante dulce y estaba encantada por su ángel, sin embargo, su carácter tenía bastantes defectos, frecuentemente era incompatible con Adam. En esos momentos el ángel solo asentía y salía de la casa porque no quería discutir.
Una noche cuando Adam volvió de un arduo día de trabajo, entró esperando encontrar a su sonriente humana, pero a cambio encontró a Cyra, mirando por la ventana con una expresión que no revelaba nada bueno.
— ¿Sabes? –preguntó con los brazos cruzados, sin mirarlo –cuando me mostraste tus hermosas alas, pensé que eso nos ayudaría en nuestra aventura, pero creo que estamos peor que en ese monasterio.
Adam se quedo en silencio, tenía la costumbre angelical de quedarse en silencio, escuchando lo que el otro tenía que decir, ya que su opinión no era tan importante como la angustia de otra persona. Un hábito difícil de abandonar.
—Estás trabajando como un humano cualquiera, eres único en el mundo y estas entre toda esa mierda.
No era primera vez que él escuchaba esos término en Cyra, su hermosa enamorada siempre quería más, característica especial que resaltaba en la mayoría de los humanos.
—Buenas noches, amor –dijo él acercándose y dándole un beso en la mejilla para después dejar la cena sobre la mesa –la esposa de señor Doskas nos envió galletas, he comido una, estan deliciosas.
Ella se giró hacia él, con sus ojos azules enrojecidos, lo que alarmó a Adam de inmediato. Había estado llorando.
— ¡¿Qué me interesan esas estúpidas galletas?! –Le gritó –eres un ángel, alguien que debería esta sobre todos los humanos, no arando la tierra ni rompiendo sus manos como cualquier mortal.
Adam se apoyó en la pared, mirando unos segundos a Cyra y viendo mejor a su pareja. Era ambiciosa, su peor defecto, pero se recordó por enésima vez que era a ella a quien amaba, por entregarle ese amor que no había conocido hasta verla  por primera vez. Era única para él.
—Tienes comida, techo y vestimenta, con eso deberías estar agradecida, no nos falta nada.
— ¡Pero podríamos tener mucho más! –Le gritó encolerizada –con esas alas podrías entrar a cualquier lugar.
Los ojos de Adam se oscurecieron levemente, víctima del enojo que comenzaba a sentir. Jamás había experimentado esa sensación.
— ¿Quieres que un ángel robe para que tengas mejores vestidos, Cyra?
Ella lo miró unos segundos sin decir nada, recordando que tenía a un ser celestial ante sus ojos, uno que había caído por ella… uno que no arriesgaba a más por ella.
—Sí, es exactamente eso lo que estoy pidiendo, podríamos estar en otro lugar y no en esta mierda de casa.
Cyra miró su hogar y ciertamente sabía que estaba siendo injusta, ya que no era el mejor de todos, pero era lindo y muy hogareño, ella y Adam lo habían mejorado bastante. Tan solo estaba cansada de no destacar como aquel ángel que tenía con ella, el que la amaba sin límites y el que se quedaría a su lado por siempre.
Le tomó más tiempo de lo normal, pero cuando se dio cuenta que Adam jamás moriría, que nunca aparecería una arruga en su rostro, su mundo se vino abajo. Estaba equivocada, ya que los ángeles si envejecen, pero tan lento que cuando ella estuviera vieja como una pasa, Adam solo habría envejecido unos seis años.
—Amor, mira a tu alrededor, estas comportándote de forma injusta.
Cyra al escuchar la armoniosa voz de Adam, tan apacible, se derrumbo. Le alteraba que él jamás se enojara, tenía la paciencia de un monje…
—Necesito salir de aquí –susurró más para ella que para su ángel.
Adam no la detuvo, jamás lo hacía, nunca se interponía en las decisiones de Cyra. Estaba acostumbrado a observar a los humanos, no a intervenir en sus vidas. Otro habito difícil de abandonar.
Cyra dio un portazo que provocó una mueca en la expresión de Adam, pero él se dedicó a ordenar todo para cenar, pensando que lo mejor era darle espacio a su… humana tan especial.
La chica de ojos azules salió caminando a paso firme hacia el frente, donde se levantaba un amplio bosque. Se internó en la oscuridad que proporcionaban los árboles, sintiendo sus pasos romper el césped seco, escuchando el sonido de las aves y animales, chocando con las ramas de los árboles… hasta que la luz de la luna iluminó su rostro y encontró un prado. Se acercó hasta el centro y sin mirar hacia abajo, se sentó, enojada y frustrada por sentirse una simple humana que no era adecuada para el perfecto de su ángel.
—Oh Adam –dijo sintiéndose pequeña.
Él era paciente, guapo y su comprensión parecía no tener límites, la amaba más que cualquier cosa y sabía muy bien que si ella le pedía que robara, él lo iba a hacer. No deseaba hacerlo, no quería que él se ensuciara las manos, pero tampoco le agradaba la idea de que él fuera tan perfecto.
—Eres un monstro –se dijo abatida, cansada de toda la situación.
Entendía que ella debía estar agradecida por tener la oportunidad de conocer a Adam, pero no se sentía así. Desde que comenzaron a convivir, se sentía cada día más pequeña, más ambiciosa, envidiosa y altanera.
Se sentía mejor que todas las demás mujeres por tener una pareja que fuera tan fenomenal, pero también se sentía frustrada por no poder decirle a nadie lo afortunada que era.
Bajo la luz de la luna fue la primera vez que escuchó la voz que la llevaría a la perdición.
Thaumiel.

Adam cerró el libro de licencias y miró hacia la chimenea, donde ondeaba con fuerza el fuego. Odiaba tener recuerdos que no eran propios. Cuando vio por última vez a Cyra, meses después de aquella pelea, le había confesado como sucedieron los hechos de la peor forma. No importaba mucho en ese entonces y sin duda ahora tampoco. El daño estaba hecho.
—Nunca has sido bueno sintiendo demonios ¿no, Adam?
El ángel caído se tensó al escuchar esa voz, de inmediato tomó su daga que tenía bajo su abrigo y miró hacia la esquina de su oficina, donde las sombras estaban formando una figura humana. A pesar de los años, a Adam no le costó nada reconocerlo.
—Oh pero si es el padre del año –dijo reponiéndose del susto.
El demonio miró con una sonrisa al ángel caído y dio un paso hacia donde la luz iluminaba. Estaba un poco más viejo, pero los ojos azules como el frio brillaban como nunca.
—Tantos años Thaumiel ¿Qué haces por acá? ¿Quieres una reservación para pasar Noche buena en el Lucifer?
—No –dijo de inmediato el demonio.
—Claro que no –sonrió Adam –si estás con el mismo Lucifer allá abajo, lo había olvidado, lo siento.
Thaumiel resopló y caminó hasta sentarse en el sofá. De su traje negro aun salía humo y tenía un apestoso olor a azufre.
—Necesito que me hagas un favor.
Adam se quedó sin palabras, lo miró como si otra cabeza hubiese salido del cuello del demonio.
—Y yo te daré algo a cambio –siguió Thaumiel –ya sabes cómo son estos tratos, todos salimos ganando.
El ángel caído lo observó, sopesando el ofrecimiento del demonio. Sabía que si Thaumiel había aparecido ante él, era porque algo importante se estaba llevando a cabo, además del hecho que aunque fuese un demonio, este debía tener un gran coraje al presentarse como si fueran viejos amigos.
—Creo que estás en desventaja, primero has de saldar tu cuenta conmigo, creo que es a tu hija a la que he estado cuidando todo este tiempo –dijo Adam, solo para ver la reacción del demonio.
—Esa es una deuda eterna, estas en ventaja ángel caído.
— ¿Qué haces aquí, escoria? –preguntó Adam, su paciencia no era la misma de décadas atrás y no estaba para juegos. Se puso de pie y avanzó hasta quedarse delatante de su escritorio, donde se apoyó.
—Primero que todo quiero que le entregues este regalo a Lilia, puedes hacerlo analizar si sospechas de que trae algún mal, está limpio –dijo sacando de su bolsillo una cajita color azul –segundo, necesito que arregles un momento para hablar con ella, ya sabes, necesito ponerla al día sobre cómo han sido las cosas… se vienen nuevos tiempos Adam y no perderé mi oportunidad otra vez.
Adam estaba aguantando la sonrisa que el demonio le provocaba.
— ¿Algo más? –logró decir el ángel caído.
—Si, a cambio tengo algo que te ayudara mucho durante la cena que hay en casa de Helena, la madre de Ethan Harris, vampiro neófito que irá hasta allá hoy, con Gabriel.
Aquello fue lo que necesitaba el ángel para atrapar su atención.
— ¿Cómo sabes eso?
—Sé que mi hija está en busca de ese chico, bueno, si no lo has notado quiero que por lo menos ella no me odie, así que si debo ayudarla, lo haré… es la única que me queda.
Adam por un momento pensó en la sinceridad de esas palabras, todos tenían la opción de arrepentirse, pero no quería darle ese derecho a Thaumiel, solo porque le desagradaba.
—Estoy seguro de que si Lilia te escucha decir “mi hija” querrá cortarte la garganta. La he entrenado muy bien ¿sabes?
Adam esperaba una respuesta maliciosa por parte del demonio, pero no lo consiguió, él solo asintió con una expresión seria.
— ¿Y qué ganaría yo a cambio? –siguió él, ya que el demonio no insistió.
—Podrás ingresar a esa cena, bueno, no tu… pero de seguro Arial podrá, siendo mujer se le hará más fácil.
La mirada suspicaz del ángel caído dejó en claro que no estaba entendiendo. Sin embargo, el demonio no demoró mucho en explicarle con lujo y detalles. Adam no pudo evitar sorprenderse, no le agradaba la idea de involucrar tanto a Arial, pero no podía negar que la idea que Thaumiel le proporcionaba, era perfecta, podrían tener algún contacto con Ethan.
—Muy bien, qué más da –dijo Adam, asintiendo.
—Te recomiendo que informes a Lilia de esto, no quieres que sus deseos asesinos acaben concentrados en ti ¿no, ángel caído?
—Muchas gracias por tu preocupación, siempre has estado muy atento sobre las mujeres que me rodean.
Thaumiel se puso de pie, resaltaba en su cabello oscuro un par de canas que solo lograban volverlo más misterioso.
—Ella tiene razón ¿sabes? Cyra nunca fue tu pareja ¿crees qué habría venido conmigo de ser así? Estas perdiendo tu tiempo y el de Lilia.
Adam podía soportar bastante, su paciencia tenia limites ahora, pero era bastante mayor comparada a la de los demás. No obstante, escuchar hablar de esa manera a Thaumiel, provocó su furia.
—No me tientes Thaumiel, que aun deseo acabar con tu vida.
—Creo que los años debieron enseñarte a buscar lo que es tuyo, niño –dijo Thaumiel.
Adam observó al demonio y vio que tan antiguo era, había caído junto con Lucifer hacía una eternidad. Le devolvió la mirada ahora con unos ojos violetas ofreciéndola una mano, de donde salió un fuego como el color de sus ojos, justo en la palma se materializó una pequeña botella de vidrio con un líquido rojo.
—Está hecho para Arial, por Lucifer…
Adam lo tomó si preocuparse en quemarse, no estaba muy seguro en darle eso a Arial, pero se lo explicaría,  para que ella misma decidiera.
— ¿Por qué no ardes de rabia, ángel caído? –Preguntó Thaumiel, mirando con verdadera curiosidad a Adam –no nos vemos desde que me encontraste con tu querida Cyra ¿Por qué ahora no deseas eliminarme?
Adam se giró hacia él y tomó la caja azul que había en su escritorio, con el regalo de Lilia. Lo abrió.
—Aprendí a no gastar tiempo en personas o seres que no se lo merecen.
El demonio lo observó unos segundos para después dirigirse a las sombras de la oficina. El ángel caído parecía solo un chico al lado de él, quien había vivido antes de que los humanos llegaran a la tierra, antes de que esta tuviera mares y montañas, era un ser eterno que estaba buscando la redención, al igual que el ángel caído que le estaba dando la espalda.
— ¿Lilia está dentro de ese grupo, ángel caído?
Antes de que Adam se diera la vuelta para encararlo, el demonio ya había desaparecido de entre las sombras.
Rendido tomó su celular y marcó el número de Arial.
—Necesito que vengas hasta el Lucifer, sola.

Pensé que no lo iba a lograr, pero aquí esta, por lo visto esta historia aun tiene lectoras.. que no dan signos de vida, pero bueeh. Espero que les haya gustado el capítulo.

12 Lectores:

  1. Claro que si hay lectoras! Solo que nos tenías abandonadas :( sentí cortito el cap.. Ya quiero leer el próximo <3

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  2. Claro que hay lectoras !!! se me fue muy rapido este cap pero muy muy interesante cada vez sabemosa algo mas de Gabriel y el porque se convirtio en lo que es ahora solo confimo de que Gabriel si amo a Dana lastima que tenian otros planes para ellos .. Lilia creo que por mas que sabe que tiene una relacion por asi llamarlo abierta deberia ser un poco mas prudente como sea quien ha estado ahi para ella es el y no Adam y por lo menos un detalle nada le hubiese costado creo yo ... ancio a leer el sig cap con ese trato que ha hecho Adam con Tahumiel siento que vienen muchas cosas mas .. gracias por el cap y nos leemos en el que sigue

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  3. Eyyy yo siempre doy signos de vida jaja tengo un letrero neón q dice: LECTORA DE DANI ALÍAS "BLACK BUTTERFLY" FAVOR DE DEJAR COMENTARIOS Y ACTUALIZA YA xD
    Ohhhhhh esto esta interesante, ese Adam no aprende caray. Lilia es mi héroe, la verdad q me encanta como esta tomando el toro por los cuernos, lástima q él sea así y se escude en malos tratos para no hablar con ella con la verdad. Me encanta Thomas, yo no creo q sea el alma gemela de Lilia pero para mi gusto se la merece más q Adam. Me da penita lo q le paso con Cyra pero creo q se estanco y como bien dijo Thaumiel, ella nunca fue para él, ella tenía oscuridad en su alma (como todos) y su ambición no cuadraba con él. No sé creo q se esta ahogando en su vasito de agua y al rato va andar todo arrepentido.
    Mi favoritos del mundo mundial jaja ahhhhhh como me encantan Arial y Eric, yo también quiero una nalgada de ese ángel n_n Le agradezco a mi pelirroja el q podamos saber más del pasado de Dana y Gabriel, lo q paso es interesante y ya quiero q indague más. Quiero saber q va a pasar en la cena, esa aparición de Thaumiel fue ciertamente interesante.
    Muchas gracias por el capi Mariposa, me gusto muchooooo.
    Un beso y nos seguimos leyendo!

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  4. :O My gooooooooosh! Grabiel maldito, me cae pesimo 77' jodio toda la historia de Ethan y Dana, mas encima aparece en noche buena quizas que plan tiene en mente... mmmmm entre Arial y Eric me suena a un proximo angel caido, y ojala sea asi! xD me encanta la historia de estos dos :3 y Adam esta puro jugoseando con Lilia, me cae mal cuando se pone asi! 77' tan idiota que es, como tan pavo de no cachar la situacion xD y el tom tom ta puro dando jupi xd ( salio flaite pero no importa) osea ya si igual a estado ahi con la Lilia pero es que ya esta pidiendole mas de lo que ella puede darle, aparte ella a sido re clara con los limites y con la relacion entre ellos, pero bueno hombre! xd
    Espero con ansias cada capi que escribe y publicas *w* a esperar sorprendernos con tu cabeza de mariposa que tienes para crear historias :)

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  5. esperai a qe me vaya a dormir pa subir caaapitulo!! malvada!! xDDDD lo lei hoy en clase de calculo :3 pero no podia comentar ... asi qe lo hago ahora.... WOOOOOOOOOOOO esta todo pasando aqi !!!!! >o< me agrada conocer más de la historia de Adam con la mami de Lilia >o< y conocer más detallas de Gabriel :X yyy aaaw todo :c pero extraaaaaaaaño a Ethaaaan ;____; aunqe por lo qe se ve pronto dara señales de vida :X essssssso estara muy weno creo yo :X ... y Eriiiiic!!! degenerado!!! ....aunqe qien no estaria feliz con un agarron de él :$ coqeto nomá! mientras no caiga antes de tiempo DX todo bien >:3

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  6. Ahhhhh que bellos son mis angeles y demonios en serio ahora papa demonio quiere buscar a su nena sera q adam lo va a dejar. Uhhhhhh y arial con sua jueguitos con erick los amo en serio de verdad q si los amo ahhhhhhh

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  7. Ahhhhh que bellos son mis angeles y demonios en serio ahora papa demonio quiere buscar a su nena sera q adam lo va a dejar. Uhhhhhh y arial con sua jueguitos con erick los amo en serio de verdad q si los amo ahhhhhhh

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  8. uuuuuuuuuy me encanto estuvo muy bueno espero el otro con ancias
    gracias dani

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  9. SEGUIMOS HABIENDO LECTORAS...

    Cada capitulo revela mas y mas ... espero que actualizes prontomueropor saber que sucede en esa cena , ya quiero que aparescan Ethan y Dana


    Gracias Dany :)

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  10. Ay q se pone cada vez mas bueno e interesante, Adam tiene el recuerdo de Cyra mas q con dolor creo yo q lo lleva y no reacciona xq esta pagando su pecado y todo lo q trajo con eso para el , y de paso lo arruina todo con Lilia y va x el camino de Tom Tom q ahora quiere todo y ya perdio su chance, mmm Erik y Arial me enctaria un 1313 pero comi dice este angelito Arial es muy precavida y no lo hara caer hasra q envalgo se solucione la situacion de Dana y el bombon come sangre de Ethan, casi me olvido ese liquidito q encontro Adam puede ser el antidoto para Ethan!!!!!! Ya quiero saber q haran en esa cena y el papel de Arial, la aparicion de Thaumiel muy interesante esperemos q no los engañe y en verdad quiera la redencion de su alma y de Lilia... gran capi Dani lindo fin de semana

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  11. Yo si leo!!!
    Tengo curiosidad... que será el regalo de Lilia?? Y que le va a hacer Arial el liquido de la botellita????
    Tambien pensaba que les habia durado mas el amor a Adam y Cyra
    Pero bueeno...

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  12. Ups, creo k m tarde en revisar tu página ya tenias mucho k.subiste cap. De m in historia favorita, gracias por el cap. Y espero con ansias el regreso de dana

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