martes, 29 de julio de 2014

Un ángel traicionado - Capitulo 12


“Rendición”


Eran las seis y media de la mañana y Adam dormía plácidamente sobre el suelo, desnudo junto al cuerpo de Lilia, quien tenía sus ojos bien abiertos. No había dormido ni un poco y aun no podía creer lo que acababa de ocurrir. Ni siquiera le importaba estar tan incómoda sobre ese suelo, pero sí que estaba preocupada por las consecuencias de no haber detenido a su ángel caído.
Esa noche Lilia había descubierto dos cosas: la primera era que su lado demoniaco la estaba manejando con mucha fuerza como para no haberse detenido, aunque Adam le haya dicho lo contrario; y su segundo descubrimiento era que… se había vuelto completamente adicta a Adam.
Se sentía pésimo por estar pensando en cómo iba a sobrevivir sin los labios de ese ángel caído en vez de solucionar el problema con la Azurita y el poder que tenía.

Cobardemente se desenredó de los brazos de su amado Adam y se vistió con una cautela y rapidez sorprendente. Salió de aquel lugar rompiendo la puerta, sin mayor dificultad quemó la cerradura y salió de ahí, dejando a un Adam cansado y desnudo. Estuvo tentada a volver a sus brazos, pero finalmente se sacó la pulsera que era la principal tentación para cumplir sus deseos ya que estaba segura de que Adam no le negaría nada.
El Lucifer estaba bajo la oscuridad que le proporcionaba el cierre de sus puertas. Al parecer había sido una noche de locos porque todo estaba patas arriba.
Fue rápidamente hacia la oficina de Adam y sacó su abrigo para luego escapar de ahí, con su corazón latiendo desbocado por si Adam despertaba, pero aun así, dejo el regalo que le había comprado en su escritorio. Cuando salió del edificio y metió sus manos en los bolsillos, se dio cuenta que algo había en uno de estos.
No pudo evitar sonreír al ver que era un regalo. Adam lo había dejado ahí antes de perderse con ella en la bodega.
Los rayos de sol comenzaban a colarse entre los edificios cuando ella abrió dicho paquete. Frunció el ceño al notar que era una joya, el ángel no era de ese tipo de regalos. Sin embargo, no demoró en descubrir que no era cualquier regalo.
Lilia tuvo que tragar saliva para controlar el nudo de su garganta al ver que el calor y fuego que había en su cuerpo lograba concentrarse levemente en el corazón de oro blanco que tenía sobre su mano derecha. Este, de forma sorprendente, hacía que una imagen se presentara ante los ojos de la Nephilim, creada por el fuego violeta que ella siempre emanaba cuando no se controlaba o luchaba. Era una imagen de Arial, Adam y ella cuando eran pequeñas. Los tres sonreían detrás de sus muñecos de nieve, que habían tratado de simular a sus propias imágenes. Eso había pasado hace tanto tiempo que apenas podía recordarlo.
Lilia secó con rapidez las dos lágrimas de emoción que escaparon de sus ojos. Se colgó el corazón al cuello y pensó que Adam no volvería a darle jamás un regalo luego de que despertara, es más, comenzaba a estar segura que ni siquiera le hablaría cuando se diera cuenta de lo que habían hecho. Ella entendía muy bien que Adam le hacia ese regalo, con aquella imagen, porque seguía insistiendo que ellos jamás podrían tener una relación diferente a ser parte de una familia, un tanto disfuncional.
Se fue tan rápido a su auto como sus piernas se lo permitieron, sin notar que dentro de otro automóvil se encontraba Thomas mirándola con el ceño fruncido y descubriendo de inmediato que había sucedido esa noche en la vida de Lilia. Sus ojos dorados se volvieron negros en un pestañar.

En el interior del Lucifer comenzaba a desperezarse cierto ángel caído que comenzó a sentir frio, al extrañar el cuerpo tibio de alguien que estaba a su lado hace media hora. Adam abrió sus ojos y observó donde se encontraba, un tanto perdido por la oscuridad que había en la bodega, no pudo orientarse rápidamente. Pero eso no evitó que cuando descubrió que se encontraba en la bodega, junto a un montón de cajas, desnudo y con frío, un cúmulo de recuerdos llegaran a su mente, dejándolo paralizado.
Aquella sensación de pánico solo duro tres segundos, nunca en muchos años había despertado tan aliviado y relajado. Se sentía casi liviano y no pudo evitar sonreír ante el recuerdo de lo que había pasado anoche.
—Demonios, esto ha estado mal —susurró para sí mismo ya que a pesar de sentirse tan bien como nunca, sabía muy bien que lo ocurrido con Lilia había sido un error.
Rápidamente se vistió con los restos de su ropa que encontró en la oscura habitación. Se quedó helado al encontrar las bragas de Lilia. Decidió que luego vendría a revisar si había más evidencia de lo que había ocurrido en ese lugar, pero hasta entonces, guardó la prenda en su bolsillo.
Cuando entró a su oficina pudo ver que el abrigo de Lilia ya no se encontraba colgado en la perchera. Esperaba a que ella hubiera encontrado el regalo que le costó meses conseguir.
Adam fue por su chaqueta de cuero para irse del Lucifer a su casa, necesitaba descansar ya que haber dormido en el suelo, le había traído consecuencias a su cuerpo. Sin embargo, notó como una hermosa caja de madera oscura estaba en su escritorio, justo al centro.
No le tomó un segundo acercarse y abrir la caja para ver su contenido. Su boca se abrió por la sorpresa de encontrar lo que había ahí adentro.
—No es posible —susurró al ver los guantes que tanto le habían llamado la atención en el Mercado Negro, imperio de Thomas. Eran carísimos, tanto como para que Adam se lo pensara dos veces antes de querer comprarlos.
Sin dudarlo tomó los guantes y se los puso. Eran negros y tenían un espacio donde quedaba expuesta su piel, justo en el centro del dorso de su mano. Sus dedos eran cubiertos hasta los nudillos, pero como no tenían la función de resguardar el calor, no le importó ese detalle.
Se giró hacia el resto de su oficina y miró uno de sus libros que había en la biblioteca. Sin ningún problema simulo tomarlo y abrirlo. El libro como por arte de magia quedo flotando en el aire, mientras se abría, como si estuviera el hombre invisible manejándolo.
Aquellos guantes le habían costado a Thomas sudor y lágrimas para conseguirlos al final del mundo. Un ser bastante especial le había prometido crearlos para él, pero le tomaría diez años poder lograrlo. Thomas Santderic no era un Nephilim con mucha paciencia, es por eso que tuvo que simular cierta amnesia sobre esos guantes para poder soportar la espera… valían cada peso que cobraba por ellos. Ni siquiera le hizo un descuento a su amante por ellos.
—Ya me preguntaba para que los quería.
El libro cayó al suelo, ya que la voz de Thomas desconcentró a Adam, quien frunció el ceño al verlo en su oficina.
—Lindo regalo, feliz navidad.
—Feliz navidad —dijo Adam sonriendo, le agradaba saber que había pasado la noche con Lilia… y Thomas no. Era un pensamiento infantil y muy machista pero no pudo evitar tenerlo — ¿Qué haces por aquí Nephilim?
—La noche fue bastante interesante, vine por Lilia, pero no la encontré… aunque acaba de salir de este local, hace media hora. Sabes que trato tenemos para que yo les proporcione mi ayuda ¿estás jugando sucio, Adam?
—No tengo le menor idea de lo que estás hablando, yo entré hace un rato por la parte trasera y no encontré a Lilia ¿Qué estaría haciendo por aquí a estas horas? —dijo el sonriendo, sin poder evitar regocijarse en la noche que había pasado con ella.
—Tenemos un contrato… y uno en blanco Adam, esos significa que puedo hacer contigo lo que se me plazca.
El ángel caído enarco una ceja, ya no tan aliviado como hace cinco minutos atrás.
—No sabía que tenías esos gustos, Thomas.
—No juegues conmigo —dijo cruzándose de brazos y apoyándose en la puerta —puedes creerte muy superior, pero mientras más alto crees estar, más fuerte es el golpe.
Adam suspiró, cansado de que su maravillosa mañana se arruinara por el chico Nephilim.
—Es mejor que te retires del Lucifer… y que busques otro lugar donde entretenerte. No soy muy amigo de las amenazas.
Thomas, víctima de la furia que lo manejaba, se lanzó a por Adam para hacerlo tragar sus palabras.
Ni siquiera le tocó un cabello.
El Lucifer hacía mucho tiempo estaba protegido por cierto poder que no permitía peleas sobrenaturales. El club no tendría buena fama si todos sus asistentes no humanos pudieran hacer de las suyas en ese lugar. Es por eso que cuando Thomas quiso golpear a Adam, su puño, fuerte como una roca, quedo suspendido a centímetros del rostro de Adam, quien ni siquiera se había inmutado por el movimiento del Nephilim.
—Si no tienes nada más que hacer, creo que es adecuado que te largues. Es obvio que no tienes permitida la entrada a este lugar otra vez ¿sí? Y sobre el hecho de necesitar o no tu ayuda, puedes hacer lo que se te plazca.
Thomas dio un paso hacia atrás, mirándolo con verdadero odio.
—Y puedes poner lo que desees en ese contrato, no es la primera vez que alguien no cumple contigo ¿cierto? No eres el maldito Lucifer, solo su hijo.
—Sabes muy bien en lo que se puede volver un hijo de Lucifer —respondió Thomas sonriendo de forma malvada.
Se fue sin cruzar otra palabra con el ángel caído.
—Sin duda sé lo que puede hacer un hijo de Lucifer —susurró Adam, un poco preocupado.

Mientras Thomas caminaba hacia su auto, sacó una pequeña botellita con un líquido blanco de su abrigo negro. La lanzó al suelo sin problema alguno, para después sentarse detrás del volante y hacer partir su auto último modelo color gris.
—Veremos cómo se consiguen ahora el puto antídoto para Ethan.
Aceleró pensando en la mala forma que acabó el regalo de navidad para Lilia.


Arial abrió sus ojos con dificultad, aún era víctima del cansancio y de las habilidades secretas de Eric, por lo que le costó orientarse en tiempo y espacio. Poco a poco se dio cuenta que en la oscuridad de la habitación se encontraba sobre una cómoda cama, mientras que ahora vestía una gran camiseta como pijamas y sus bragas habían vuelto a su lugar. Otros segundos después pudo notar que una gran mano se posaba en uno de sus pechos, mientras que el dueño de aquella extremidad dormía plácidamente junto a ella.
Arial se removió sobre la cama, escondiendo su rostro en la almohada y tratando de controlar su estómago que estaba hambriento.
— ¿Eric? —preguntó cuando sintió que él rodeaba su cintura y la atraía hacia su cuerpo. Pero no había despertado, solo se movía entre sueños.
La Nephilim levantó el cubrecama y vio que él estaba con un pijama, lo que la desanimó. Sin embargo, no se detuvo. Giró su cuerpo hacia él y dejó que su frente se apoyara con el pecho de Eric mientras una de sus manos se colaba bajo la camiseta que llevaba, sintiendo la piel desnuda de él y los músculos marcados en su abdomen y tórax.
— ¿Eric? —volvió a preguntar mientras enredaba sus piernas con las de él, dejando una entre las del ángel.
Observó el rostro dormido de Eric, pensando en las imágenes que habían llegado a su mente luego de beber de él. Le parecía insólito creer que él tuvo un pasado tan oscuro, lleno de vicios. Aunque sin duda le agradaba el lado alternativo del Dominacion, ya que así no se podía jactar de una conducta perfecta, pues no la tenía.
— ¿Qué estás haciendo? —preguntó él, aun medio dormido. Se había despertado gracias a las manos de la Nephilim que estaba recorriendo su pecho.
—Despierta, tengo hambre.
— ¿Y desde cuando soy tu empleado? —dijo él sonriendo.
—Desde que tú eres un ángel, que no debería estar durmiendo con nadie. No puedo bajar por comida.
Lentamente y con muy pocas ganas Eric se desperezó, estirando sus brazos para luego alejarse de a poco de Arial. No era algo que quería hacer, pero ella tenía razón. Además también tenía hambre.
El ángel salió de su cama vestido con un pijama gris y fue hasta el baño bajo la mirada curiosa de Arial, que se sentó en la cama, pensando en una realidad alternativa y borrándola al instante que apareció en su mente.
— ¿Crees qué este Adam en casa? —preguntó ella, un tanto nerviosa, no deseaba ser descubierta.
—Espero que no —respondió Eric, saliendo del baño — ¿estás asustada?
—Solo quiero evitar problemas, como sea ¿me debería ir a casa o me quedo hasta la reunión?
—Segunda opción ¿no fue por eso que te quedaste en primer lugar?
Eric trataba de concentrarse en la conversación pero le era demasiado difícil, teniendo a Arial en su cama, con su cabello revuelto y con los recuerdos de la noche anterior en su mente. Encontraba ahora que ella estaba demasiado cubierta, dejando solo parte de sus brazos desnudos. Se recriminó por haberla vestido cuando ella se durmió.
El ángel estaba comenzando a desear que ella se movilizara de un lado a otro desnuda, sería una constante fuente de inspiración para el resto del mundo. Según sus pensamientos.
— ¿Eric?
— ¿Si? —preguntó, despertando de su ensoñación.
—Te estaba hablando sobre lo sucedido ayer.
Las mejillas del ángel se volvieron rojas antes que pudiera controlarlo, lo que no pasó inadvertido para Arial.
—Sobre Ethan y Gabriel —aclaró ella, sonriendo de forma coqueta — ¿qué estás pensando, pervertido?
—Tengo hambre, iré por comida.
No dejó que ella le dijera otra palabra y desapareció de la habitación.
Arial en cambio se quedó pensando en la situación con Ethan, ella habría deseado ayudar a Dana un poco más, pero no fue factible, no cuando él vampiro estaba tan perdido en su mente. La Nephilim no pudo evitar recordar lo sucedido el día anterior.

Ambos caminaban cerca de las caballerizas, mucho más tranquilos y por lo menos ahora Ethan estaba dispuesto a escuchar.
— ¿Tienes alguna prueba de que Dana te hirió? ¿Qué ella fue quien asesinó a tu padre? —preguntó Arial, mirando con cierta lastima al vampiro que iba a su lado.
—No, solo la palabra de Gabriel… ciertamente no tengo memorias sobre ese demonio, supe que vendría alguien parecido a ella para cenar, no recordaba su rostro.
— ¿Y al verme de esta forma, como ella, la recuerdas?
Ethan negó, mirando hacia el suelo. Por un momento aquel supuesto demonio había logrado que él desconfiara de la única conexión que tenía sobre este mundo sobrenatural: Gabriel.
—No tienes la menor idea de Dana, pero la odias ¿no te parece eso extraño, Ethan?
—Gabriel me ha ayudado.
—Escúchame bien —dijo ella de inmediato —lo que te hicieron fue que borraron tu memoria, tu no odias a esta persona —se indicó a si misma con ambas manos —no tengo la menor idea si la muerte de tu padre fue provocada o un accidente, pero Dana, que ni siquiera es un demonio, no sería capaz de hacer algo como eso.
— ¿Es que tú la conoces? ¿Por qué hablas con tanta confianza? —preguntó enojado Ethan, le molestaba estar cerca de alguien que si tenía comunicación con Dana.
—Porque mi querido Ethan, yo conozco a Dana y te conocía a ti antes de que te convirtieras en esto —dijo apuntándolo —mi pregunta es ¿Cómo te has vuelto en un vampiro malvado? ¿Viviendo en un desenfreno de sangre y sexo? Sé muy bien como es Gabriel… y Dana sabía muy bien como eras tú y ahora, creo que la desilusionarías por completo.
— ¡Calla!
El vampiro dio unos pasos hacia atrás, sin poder creer en las palabras de aquella falsa Dana.
—Mira, tengo entendido que eres un poco inestable de aquí —dijo tocando la sien de su propia cabeza —pero debes comenzar a enfrentar la realidad donde te has sumergido. No crees en mí y tiene sentido, pero debes tener claro que fuiste tú quien decidió estar aquí, de esta forma… por Dana, porque en realidad la amas y no la odias como Gabriel pretende que creas.
Aquello había sido un error, ya que la mente de Ethan comenzó a perder sentido sobre todo lo que hasta ahora había creído.
— ¿Te has reunido con tus amigos? —Ethan negó ante tal pregunta —porque deberías comenzar a frecuentarlos de nuevo, eran casi tus hermanos y ahora los has abandonado por completo. Te darás cuenta que ellos también conocieron a Dana, investiga pequeño vampiro, porque tú ahora no tienes la menor idea de quien era Dana… y Gabriel no te ayudará tampoco.
— ¿Gabriel?
—Solo piensa un poco ¿Cómo habrías de confiar en alguien como él? ¡Te apoya cuando quieres beber de alguien hasta asesinarlo!
Ethan se quedó en silencio, observando y analizando esta nueva información.
—Vuelve a tu trabajo, comienza a controlar tu vida de nuevo porque o sino terminarás muy mal si sigues como ahora, perderás… —se acercó hasta él, solo unos milímetros separaban sus rostros —incluso dejaras de ver a esas personas que te buscan.
Los ojos de Ethan se abrieron con sorpresa, aquel detalle había tratado de esconderlo muy bien en su mente. No entendía porque ahora no le molestaba ver a esas pequeñas esferas de colores rondando el mundo o las personas que rondaban a otros seres humanos, pero que carecían de cierta condición: estar vivos.
Arial se acercó al oído de Ethan, provocando que este se tensara pero que no retrocediera. La Nephilim clavó sus colmillos en el vampiro por menos de una fracción de segundo, pero justo el tiempo necesario para tener una gota de él.
— ¿Qué haces? —preguntó Ethan, a varios metros de distancia.
—Tan solo veré que tan jodida tienes tu cabeza.
—No lo he consentido —aquellas palabras hicieron reír a Arial, logrando la molestia de Ethan.
—Guapo, tú no has consentido muchas cosas en tu vida. Ahora es mejor que volvamos a casa.

Arial sabía muy bien que necesitaba tiempo a solas, deseaba averiguar que estaba sucediendo en la vida de Ethan… además de ver lo sucedido en el pasado Eric. Ella no podía evitar sonreír al pensar que el ángel la había subestimado, ahora podría investigar aún más en el pasado del Dominacion, en la información que este manejaba. Era tal el poder que le había proporcionado Eric que no necesitaría las clases de idioma celestial que estaba buscando en él.
—Tan dulce… —dijo ella sonriendo, pensando en Eric.
— ¿Qué es tan dulce? —preguntó él, entrando con una gran bandeja, llena de comida para ambos.
Arial no pudo evitar sentir que su corazón daba varios latidos rápidamente por verlo entrar de esa forma, tan servicial y comprensivo. Aceptó que el ángel ayer la trataba de ayudar, que siempre había estado tratando de darle consejos, no porque quisiera llevarla a la Luz, sino que para mantenerla con vida.
—Hice tu café con dos de azúcar ¿está bien? —preguntó, dejando la bandeja en la cama, para después unirse al lado de Arial y atraer su desayuno.
—Perfecto —dijo ella.
Arial comenzaba a darse cuenta porque los ángeles no podían tener ninguno tipo de parejas. Siempre iban a dar más que el otro ¿era lo que le había pasado a Gabriel? Sin duda Dana había dado más que Ethan en un momento, aunque el humano se niveló con la pequeña angelito al entregar su vida por estar junto a ella en algún momento.      
—Gracias —dijo la Nephilim sonriendo, besando la mejilla de Eric que tenía su cabello suelto, como le encantaba a Arial —lo pase muy bien anoche, eres una caja de sorpresa, Eric —se acercó a él aun sujetando su taza de café y besó el borde de su mandíbula.
El ángel sin pensarlo se giró un poco hacia Arial y la besó. Tenía deseos de hacerlo desde que despertó y no dejó de pensar en ningún momento durante el tiempo que estuvieron separados en cómo se sentía tocarla.
—No —dijo ella alejándose de él —harás que bote el café encima de ti.
Eric la quedó mirando unos segundos, pensando en que jamás se habría imaginado estar compartiendo un desayuno, sobre la cama, acompañado  de una mujer, mucho menos de una Nephilim. Tensó su mordida al darse cuenta que ya no le era difícil comprender a sus amigos que dejaron la Luz por estar en una situación como esta.
—Quiero hacerlo de nuevo —dijo ella, atrapando su atención por completo.
— ¿Qué cosa? ¿Ahora?
—No, debo estar más abrigada para la próxima vez.
Eric la miró confundido.
—Estoy hablando de volar —aclaró ella, adivinando que los pensamientos de Eric habían volado hacia otra dirección.
El Dominacion se limitó a reír avergonzado por haber pensado en repetir otro momento como el de la noche anterior.
—No habría problema para repetirlo.
— ¿Recuperaste la moto? —Él asintió mientras bebía de su café y tomaba una tostada para comer de ella —me dejaste sola anoche mientras dormía entonces ¿no?
—Sí, quedaste agotada —dijo él, ahora sonriendo.
Arial lo quedo mirando unos segundos.
—Esto se volverá difícil, Eric… primero dices que te gusto y ahora no puedo sacar de mi mente como sería pasar una noche de desenfreno, locura y sexo salvaje contigo —dijo ella sonriendo.
—Basta, no bromees.
Arial estaba escondiendo la verdad en una broma, ya que realmente todo se estaba volviendo un tanto complejo cuando él aceptó que le gustaba y después provocó que su cuerpo se volviera en gelatina por tantas veces que la dejó agotada.
— ¿Qué pasaría si trato de seducirte? ¿Si terminas con esas lindas Marcas en todo tu brazo y no solo una parte?
—No harás eso —dijo él, frunciendo levemente el ceño —porque sabes que a pesar de todo, yo soy un ángel y en mi caso, nada hará cambiar esa condición.
Fue tal la intensidad de sus palabras y mirada por parte de Eric que incluso él se entristeció por aquella verdad.
Arial bebió de su café, para deshacer el nudo en su garganta. No podía bromear en ese segundo.


Lilia dormía sin ser capaz de sentir lo que sucedía en su departamento, la noche anterior la había dejado agotada y por ello, Morfeo la había atrapado por completo, sin darle oportunidad de despertar cuando otra persona entró a su habitación.
Los ojos violetas de la Nephilim se fueron abrieron lentamente porque a pesar de estar durmiendo y sentirse agotada, no podía evitar alejarse de sus sueños porque unos ojos la miraban atentamente.
La habitación estaba por completo a oscuras debido a que las cortinas de Lilia estaban cerradas y eso conllevaba la prohibición para que cualquier rayo de luz se colara. Es por ello que cuando vio un movimiento extraño en la oscuridad, prendió la luz de su lámpara tan rápido como pudo.
Su corazón se disparó descontrolado y su boca se abrió ante la sorpresa.
Era Adam.
—No pretendía asustarte.
Lilia miró su mesa de noche para asegurarse de que el peculiar regalo de su padre, estaba dentro de su caja, protegido de liberar los secretos de otras personas.
—Pero no podía aguantar otro minuto en el Lucifer. Necesitaba hablar contigo.
—Calla Adam, si es la culpa lo que te ha…
—No —dijo él, interrumpiéndola —necesito que guardes distancia con Thomas, que no le comentes lo sucedido entre nosotros. Estoy en serios problemas ahora, ya que firme un contrato por su ayuda, diciéndole que nunca tendría nada contigo.
Lilia tragó saliva de forma lenta, sin dejar de mirar a Adam, que estaba vestido con la misma ropa de anoche. Ni siquiera había ido a cambiarse, pero tenía su cabello mojado. Ella se había duchado antes de caer rendida a su cama. La Nephilim mientras observaba a su amado ángel caído, no podía dejar de pensar que no se estaba disculpando ni regañándola, no por ahora.
—Y necesitamos la ayuda de Thomas —se obligó a decir Lilia, para no quedarse muda ante la imagen que tenía ante sus ojos.
—Así es…
Ambos se quedaron en silencio, mirándose, expectantes para ver quien hablaba primero sobre lo sucedido la noche recién pasada.
Fue Lilia.
— ¿Has dormido algo? Sigues con la misma ropa —dijo ahora sentándose en su cama —si quieres… —susurró, moviéndose para darle espacio a Adam, en su cama. Su corazón latía con rapidez, por los nervios de ser rechazada por enésima vez.
—Lilia… yo, esto es difícil —Adam escondió sus manos en los bolsillos —te tuve en mis brazos cuando eras un bebé, cuando recién llegaste a este mundo porque el maldito de tu padre dejo sola a Cyra cuando estaba pronta a tenerte.
>>Creo que no tiene sentido seguir ocultando el pasado, aunque, no seré yo quien hable de eso… todo lo sucedido antes de la separación que viví con tu madre, no es de tu incumbencia. No tendría sentido relatarte sobre ello.
— ¿Me estás diciendo que si quiero saber de ella, debo ir con Thaumiel?
—Exacto, él la conocía mejor que yo, sin duda alguna.
Lilia esquivo la mirada de Adam, pensando en que sería realmente desagradable encontrarse con su padre. Solo había ocurrido una vez y él solo le dio tanto dinero para no preocuparse de nada más sobre su futuro. No entendía ni un poco a su progenitor.
Sin embargo, las palabras de Adam le revelaron hasta que nivel llegaba el amor que sentía Adam por Cyra, que incluso estuvo a su lado, ayudándola con el bebé que había nacido del engaño. Repentinamente sintió el pesar con el cual la miraba Adam.
— ¿Tú me cuidaste aun sabiendo que era hija de Thaumiel y Cyra? —preguntó ella, con sus ojos violetas concentrados en el ángel caído.
—Eso no viene al caso, además no tengo deseos de hablar sobre ello. Dormí sobre un frio y duro piso, me duele la espalda y estoy cansado.
Ante la atónita mirada de Lilia, él se desprendió de su camiseta mientras se quitaba los zapatos y terminaba deshaciéndose de sus pantalones. Solo con su ropa interior dejaba que las Marcas en ambos brazos quedaran expuestas.
Se metió a la cama de un segundo a otro, bajo la sorpresa de Lilia, que aún seguía sentada en su cama, mirando los ojos oscuros de su ángel caído.
—Tenemos que reunirnos con Arial y Eric en casa, para ver que sucedió ayer con Ethan.
Lilia lentamente se fue recostando en la cama y se quedó mirando de frente a su amado ángel.
— ¿Por qué no te duermes? —Dijo él apagando la luz de la lámpara y siendo absorbidos por la oscuridad — ¿no estas cansada?
—Agotada, en realidad —ella se acercó al cuerpo de Adam, debido a que estaba pronta a caer de su propia cama.
Adam rodeó su cuerpo con su brazo libre y la acercó. Estaba nervioso y se notaba en el cuidado que tenía al tocarla, era como si fuera primera vez que acariciaba la piel de Lilia, ya que astutamente coló su mano bajo la blusa que llevaba ella de pijama.
—Necesitas una cama más grande.
Lilia escondió su rostro en el cuello de Adam, disfrutando de su aroma y del calor de su cuerpo. Ella no entendía como algunos demonios se derretían por los vampiros, en especial por Gabriel… seres fríos como el hielo. A ella le encantaba el calor de su ángel caído.
—Feliz navidad —le dijo ella, contra su oído —me encantó tu regalo.
—Estuve jugando por mucho tiempo con esos guantes, están increíbles. Gracias.
—Thomas me explicó que los guantes tienen pequeños apéndices que conectan con tus terminaciones nerviosas digitales, muy receptoras, ya sabes como el tacto se ve reflejado en esa zona. Ya conectados pueden llegar a tu cerebro y puedes manejar la telequinesia… la tecnología que está desarrollando es única. Está manipulando por completo la percepción de las cosas.
Adam al escucharla se relajó, le gustaba conversar trivialidades con ella, de esa forma los nervios que sentía quedaban a un lado.
—Suena maravilloso… y peligroso. Acaba de crear un poder en alguien que no tenía esa capacidad, como lo relatas.
—Sí, lo malo de todo es que con un poco de dinero o algún favor, cualquiera puede tener acceso a ellos, ya sabes que el Mercado Negro no discrimina a nadie.
Ambos se quedaron en silencio por unos segundos, sumergidos en sus propios pensamientos.
—No quiero que Thomas te vuelva a tocar.
—Tú ya no te puedes comportar como un idiota conmigo —respondió de inmediato Lilia.
—No nos pueden descubrir, por ahora ¿sí? Debemos estar concentrados en Ethan y Dana, hemos perdido tanto tiempo. Espero que Arial haya descubierto algo ayer.
— ¿Por qué firmaste ese contrato con Thomas?
—Pensé que iba a ser más fácil.
Los parpados de Lilia comenzaban a pesar con las suaves caricias que hacia Adam en su espalda, en forma circular.
—Eso fue estúpido y peligroso… Thomas puede hacer contigo lo que quiera.
Los ojos violetas de Lilia lo tenían hipnotizado, no la había tenido tan cerca desde… hace unas horas atrás, pero ahora estaba manejando por completo su raciocinio.
—Me encargaré de eso, pero no debemos ser descubiertos. Hoy en la mañana me visitó, exigiendo saber que sucedía entre nosotros, te vio salir del Lucifer.
—Entonces ya lo sabe, conozco muy bien a Thomas y no se hubiese enfrentado a ti de no saberlo.
Los ojos de Adam se distrajeron un poco y se perdieron en la oscuridad de la habitación, pensando en una solución.
—Tendremos que convencerlo de lo contrario.
—Pero para que eso ocurra, tendría que volver a estar con él.
—No —respondió de inmediato el ángel caído —tendrás que terminar toda relación con él.
—Adam, él es mi amigo… desde hace décadas.
Él tensó su mordida, nunca le había gustado Thomas, pero era probable que solo fueran celos ya que el hijo de Lucifer jamás le dio sospechas realmente factibles de que fuera malvado. Excepto el arrebato de hoy en la mañana, que fue extraño ya que nunca perdía los nervios.
—Estaba muy enojado esta mañana, me estuvo amenazando y todo.
—Thomas no es malo —aclaró Lilia, volviendo a revolverse entre los brazos de Adam para sentir lo tibio de su cuerpo —es solo que es muy caprichoso, siempre ha obtenido todo lo que ha querido. No me ama de esa forma, solo me quiere porque tú también lo haces.
—Ya no es ningún niño para comportarse de esa forma.
—Bueno, tú le seguiste el juego ¿no?
Adam se tensó, ya que era cierto, si no hubiese sido por el regreso de Thomas no habría sentido celos o miedo de perder a Lilia.
—Bueno, habrá que convencerlo de que no hay nada entre nosotros y que solo no quieres estar con él.
—Thomas tiene ojos en todas partes, Adam, eso es imposible.
—Deberemos ser cuidadosos, mientras nos entregue ese antídoto. Ni siquiera Arial debe saber lo de nosotros, con la boca que se gasta y el desagrado que le tiene a Thomas, es probable que vaya ella misma a decirle.
— ¿Decirle qué? ¿Qué somos ahora? —pregunto ella sonriendo, llamando la atención de Adam.
—Oh, no seas exigente —dijo él, nervioso.
—Bueno, como sea, Thaumiel me dio un buen regalo.
—Ni lo digas —dijo él ahora —eso es peligroso, no soy de esa forma… tan primitiva ¿sabes? No habría permitido jamás que “eso” sucediera en una bodega llena de alcohol a oscuras y tu temiendo que me arrepentiría en cualquier momento. Como si hubiese tenido oportunidad de hacerlo.
—Te ofrecí eliminar esa pulsera —las caricias de Adam se detuvieron.
—Eso no habría cambiado nada, es por eso que te detuve… pero joder, esa cosa es demasiado peligrosa, debes tener cuidado al usarla, te han dado un regalo muy poderoso. ¿Sabes lo que harían con ella en un interrogatorio o algo así?
—Los ángeles deberían adquirir varias ¿no?
—Son armas prohibidas, no se les permite entrar de esa forma en otro tipo de seres.
—Podríamos usarla cuando estemos con Dana o con Ethan.
—Sería imposible con Dana, nadie sabe lo que guarda realmente en su corazón… ya sabes que ella en el pasado fue una Nephilim, más demonio que humana. Quizás con Ethan podría resultar, a ese chico debemos desenredarlo.
—Conozco muy bien a Arial y estoy segura que se las arregló para tener una gota de sangre de Ethan. De seguro nos dirá lo que vio en su sangre luego de beberla.
—Ahora que hablas de Arial, no sé cómo esos dos, Eric y ella, han sobrevivido tanto tiempo sin asesinarse —susurró Adam, pensativo.
—Él es muy desagradable, de seguro Arial lo ignora o es aún más desagradable con él para sobrevivir.
—Bueno, de todas formas no le queda mucho tiempo aquí, entre nosotros. Nuestro objetivo era buscar el paradero de Ethan, ya después él puede volver a su tierra de origen.
— ¿Entonces esa era su misión? Pensé que era quitarle de las garras de Gabriel a Ethan.
—No, en todo momento se estuvo estipulado que Ethan estuviera con Gabriel… siendo un vampiro, lo que no estaba en los planes era que él se volviera un vampiro sádico como su creador.
—Bueno, no ha sido mucho aporte entonces.
—Estando él aquí… nos evita tener problemas con los Arcángeles, ya sabes como son.
—Me alegro, así Arial no tendrá que soportarlo por mucho tiempo.
—Asegurando la mente de Ethan, todo quedará zanjado, luego tendremos que protegerlo.
—Mmm… —asintió Lilia, haciéndole cosquillas con su nariz a Adam.
—Es mejor que descansemos, al atardecer nos reuniremos con ellos.
—Bien.
El ángel caído retomó las caricias en la espalda de Lilia y luego se acercó otro poco más a ella. Cuando la Nephilim sintió los labios de Adam, fue como si todo su cuerpo volviera a estar en llamas. Le respondió con todo el deseo y amor que había contenido durante las últimas décadas.



Arial no sabía hacia donde se había ido Eric, pero le había dado el tiempo necesario para bajar a la biblioteca. Solo con la camiseta del ángel y aun con su cabello desordenado, se encontraba enfrascada en los libros que había sacado de una de las ciento de estanterías.
—Mmm… —se removió sobre el asiento — ¡oh, maldito Eric! —dijo enojada al no poder concentrarse, eso no le pasaba hacía años.
Tenía las manos de Eric marcada a fuego en su cuerpo y no dejaba de recordar lo sucedido anoche, ahora que se encontraba sola, podía darse el lujo de pensar en lo pasado con Eric.
Tiró el libro hasta la mesa, rindiéndose a las imágenes que venían a su cabeza. Ya no podía seguir jugando con aquel ángel, se estaba sintiendo de una forma prohibida.
—Se irá, se irá —se repetía para convencerse de que estaba jugando con fuego.
—Buenas tardes, Nephilim —Arial sintió un escalofrió al escuchar el eco de aquella voz. Le parecía familiar, aunque no la podía reconocer.
— ¿Quién está ahí? —preguntó al ponerse de pie, mirando hacia todos lados.
—Tranquila, solo vengo a buscar unos libros.
Una sotana negra apareció ante los ojos de Arial, en el segundo piso, justo al lado de una de las estanterías. El padre Sebastián apareció con su cabello blanco y su larga cruz que llegaba hasta un poco más debajo de su pecho.
—Adam me dejo entrar a la biblioteca hace un tiempo, estaba en busca de un libro sobre exorcismo. Lo encontré —dijo levantado su mano derecha y mostrando un libro antiguo sobre demonios.
El padre Sebastián, que en realidad era un ángel Dominacion como Eric, incluso más poderoso, ya que debía ascender a Tronos pronto. Sin embargo, su obsesión con la muerte de Gabriel, lo tenía retenido en la tierra.
— ¡Ey! Eres tú, el cura loco —dijo ella sonriendo y ahora apoyando las manos en su cadera, dejando que sus piernas se vieran de forma tentadora.
Las piernas desnudas de Arial no pasaron desapercibidas para Sebastián, quien de un salto llego al primer piso, de pie arregló su cruz azul.
—No sabía que eras un ángel hasta que Adam me lo dijo ¿te ha tocado un demonio muy difícil de exorcizar? Veo que estas encargado de esa misión aquí en la Tierra, extraño trabajo para un Dominacion.
—Tu no cambias, siempre hablas más de lo que debes —Sebastián se acercó hasta la mesa y se apoyó, observando a Arial, de arriba abajo — ¿Qué andas buscando, Arial?
La Nephilim observó al ángel, sonriendo. No le agradaba, pero era porque no lo conocía mucho. Solo lo conocía porque Lilia y ella acudieron a un par de clases, donde el padre les enseñó las jerarquías y cambios que había dentro de los ángeles, un tema que no le agradaba a Adam.
—En realidad, puedes. Estoy buscando algo de información sobre Gabriel.
Arial estaba al tanto de la obsesión de Sebastián, detalles que Lilia le había entregado.
— ¿Y qué sería?
—Bueno, en realidad es el proceso por el que Dana pasó, cuando limpiaron sus pecados y borraron su memoria.
— ¿Crees que ese ritual actuará al revés si lo haces con Ethan? Eso es algo inteligente, pero arriesgado. Cuando se mezclan las tradiciones celestiales con demonios, es como juntar agua y aceite. No sabes que puede salir de ahí, pero no será bonito.
Arial tensó su mordida, nerviosa por ser descubierta.
—No te preocupes, Nephilim, me agrada que quieras joderle los planes a Gabriel.
Sebastián se apoyó en la mesa donde había estado Arial y la quedo mirando otros segundos.
—Ve a donde vivo, quizás encuentre algo como eso. Aquí no hay nada, ya que tiempo atrás esta biblioteca fue saqueada… y algunos libros terminaron en manos equivocadas.
Arial dio un paso hacia atrás cuando Sebastián se acercó, de forma imprevista.
—Este puede que me sirva también —dijo ahora sacando un libro que se encontraba en la estantería en la que se apoyaba la Nephilim —puedes ir hoy en la noche, luego me iré por unos días.
—El exorcismo se está volviendo más común ¿no?
—Algo así —dijo él, sonriendo, atrapando a Arial con sus ojos azules.
Por unos segundos la Nephilim sonrió al ver aquellos ojos, eran muy llamativos, como el resto de aquel ser. Un ángel, podía llevar a la perdición a algunos Demonios… o Nephilim.
—Sebastián.
Tanto Arial como el padre se alejaron al escuchar la voz de Eric, que entraba a la biblioteca como el ángel que era, con sus alas expandidas y su armadura. Parecía un guerrero que podría acabar con cualquier cosa.
Arial admiró la forma que la armadura se adhería a Eric.
— ¿Qué sucede aquí? —preguntó molesto el ángel al ver a su colega tan cerca de su Nephilim.
 No pudo evitar ponerse celoso.
—Estaba ofreciéndole a Arial, aquí presente —dijo Sebastián, levantando su mano para tocar la mejilla de ella. La Nephilim lo quedo mirando sorprendida y dio un paso hacia atrás —mi ayuda respecto a algunos libros.
—Cura Loco, no te tomes tantas atribuciones —dijo alejando la mano de Sebastián —no queremos que duden sobre tus votos de castidad.
Sebastián retrocedió unos pasos para luego dejar expandir sus alas sin ningún problema. Sonriéndole a Arial, que tuvo que cerrar un poco sus ojos por la luz del ángel.
—Nos vemos en la noche, Nephilim.
Con la característica rapidez de los ángeles, este desapareció de sus vistas con tan solo un movimiento de sus alas.
—Wow… esa fue una salida triunfal ¿no? —preguntó Arial, sonriendo.
Al mirar a Eric se dio cuenta que ya estaba con su imagen humana. Con unos pantalones negros, una camiseta blanca y un suéter oscuro.
—Aun no entiendo como cambias de vestimenta tan rápido.
—Cosas de ángeles —respondió con el ceño fruncido — ¿Qué hacías con Sebastián?
—Cosas de Nephilim.
Ambos se quedaron mirando muy serios. Ninguno conforme con la forma de actuar del otro.
— ¿Es que acaso te has puesto celoso?
—Sebastián nunca ha sido de mi agrado, ten cuidado cuando te reúnas con él.
Se giró para dejar sola a Arial, pero ella tragándose su orgullo se acercó a Eric y tomo su suéter, por la parte de atrás, para detenerlo.
—Ey solo me estaba dando información sobre un libro. Adam nunca me dijo que habían saqueado la biblioteca ¿Quiénes fueron?
—Los ángeles, Tronos para ser específicos. Y algunos demonios y otros Nephilim, Dana estuvo involucrada en ello también, pero actuó antes, con la ayuda de Gabriel.
Ella volvió a tirar del suéter de Eric para que se girara a verla, pero él no lo hacía.
—No lo sabía —dijo ella, tratando de tener un tema de conversación diferente, pero al parecer no era fructífero — ¡Oh, vamos Eric! No te puedes poner así cada vez que alguien se acerque ¿Qué pensarás cuando estés arriba y yo este disfrutando de los placeres carnales aquí en la Tierra?
Eric se soltó de Arial para salir de la biblioteca, pero ella se le adelantó y se interpuso en su camino.
—Oh, Ángel celopata… no estés enojado ¿es qué acaso no ves que eres pésimo mintiendo y estarás amurrado como niño delante de Adam y Lilia?
Aquellas palabras solo hicieron enfurecer a Eric.
—No estoy enojado por Sebastián, sino porque me mentiste. No es agradable que mis superiores me regañen porque has interferido en el destino de Ethan.
Arial suspiró, por lo visto todo lo que había hablado con el vampiro estaba registrado.
—Eric, no estoy en tu mismo bando, no me guio por tus reglas. No te puedes enojar conmigo por haber hecho algo diferente a lo planeado por tus jefes… vamos, ya lo hablamos antes.
—Bueno, no puedes esperar que no me enoje por no seguir tus planes. Tampoco estoy en tu bando.
Dio un paso al lado de ella y la dejó sola.


Para cuando se reunieron los cuatro, Arial se encontraba ya vestida con la misma ropa de ayer mientras que Eric estaba con una expresión molesta, mirando por la ventana bajo la mirada de Arial. Por otro lado, estaba Adam y Lilia sentados en dos sillas diferentes, uno al frente del otro.
Lilia no dejaba de mirar a Arial, que estaba actuando de forma extraña.
—Interesante —dijo Adam cuando Arial informó sobre todo lo sucedido con Ethan, incluso que bebió de él. Dio un reporte superficial de lo que sucedía con el vampiro neófito.
—No te queda mucho por aquí entonces, Eric —dijo sonriendo Lilia, esperando que eso animara a Eric, pero causó el efecto contrario.
Arial frunció levemente el ceño.
— ¿En serio? —preguntó como si no fuera una gran noticia. Nadie sospecho de su tono de voz, excepto Eric que se tensó por completo.
—Arial se encargó de Ethan, así que si todo resulta como esperamos, en dos semanas los dejaré solos —Eric se giró a verla.
Arial asintió, descubriendo realmente el motivo del mal humor que tenía el Dominacion.
—Entonces aquí, el ángel presente —dijo la pelirroja, poniéndose de pie —tan solo debe verificar que Ethan vuelva a su vida y luego se largará, finalmente ¿estoy en lo correcto?
—Si —respondió Adam sonriendo —quedaras librada de este cascarrabias.
—Ya lo veo, si no hay nada más que hablar, quisiera ir a descansar —pidió Arial.
—Pero hay más que tratar —aclaró Adam, sin sonreír.
—Pero pueden hacerlo los tres ¿sí? Ya estoy cansada, a diferencia de ustedes el día de ayer cada célula de mi cuerpo se transformó en Dana —Arial los miró enojada, sobre todo a Eric.
Hubo un silencio incómodo que duró varios segundos.
—Es mejor que vayas a descansar —dijo Lilia, dándole su apoyo a Arial.
La Nephilim salió de la gran casa lo más rápido que pudo, sintiéndose furiosa, tanto que no se dio cuenta que habían otros ojos esperandola, tan rojos como los de ella.

Espero que les haya gustado el capitulo. Gracias a las personas que comentaron :) y a las que no: jum! xD

8 Lectores:

  1. Ufffff eso no me gusta, cuidado con el papá demonio Arial!!!
    Hola Dani.
    La verdad que yo entiendo totalmente el descontento de esos 2 porque yo tampoco quiero q Eric suba, que se quede q aquí todo es más divertido :P Y bueno espero que Lilia y Adam se cuiden de Thomas porque él no anda nada contento y ya hasta desperdicio el antídoto de Ethan. Veremos que pasa.
    Gracias por el capi y nos seguimos leyendo!

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  2. Ahhhhh muero en serio estas parejitas estan pero super perdida entre ellas jajjajaja bueno espero q pronto se arreglen y sobre todo q es lo q thomas va hacer ahhjhhhh quiero saber

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  3. Wooow si que no se ve nada facil lo que esta por venie en los siguientes cap .. creo que en vez de estar arreglando la situacion de Ethan estan por traer mas problemas de los que ya hay Adam ,Lilia, Arial y Eric no veo que esten 100% concentrados y no se estan dando cuenta tan solo el hecho de que Thomas ya no va apoyar es un gran problema que no se que dira Eric cuando se entere y mas del porque ya no les va ayudar porque eso es lo que parece por otro lado Arial no esta pensando solo esta actuando sus intenciones no son malas pero creo que ese esta tomando atribuciones que pueden traer consecuencias nada agradables el solo hecho de lo que hizo con ethan ya es problema nose si de esto se entere Gabriel y quien sabe que decida hacer ..y ahora con lo que esta pensando hacer Arial para ayudar a Ethan quien sabe que es lo que vaya a pasar si lo hace y que es la concecuencia que se de por que siento que es algo que hara por su cuenta sin la ayuda de nadie es es uno de los errores de Arial habla de mas y sin pensar las cosas actua por impulso ... La verdad me deja muy intrigada el final del cap quien es el ser que se le quedo viendo a Arial puedo creer que es Ethan pero mejor me espero al sig cap y espero y no tarde mucho xq mueeeeroooo por leer que pasara jejejejeje gracias por el cap muy bueno como siempre

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  4. ooo no¡¡¡¡rayos¡¡maldicion¡¡¡no puede irse¡¡¡ si el se va seguro su padre va por ella¡¡¡ no por favor¡¡¡
    Ok..despues de mi ataque de panico...gracias por el capitulo, de verdad tenia tantas ganas de leerlo, me alegra el hecho de que Adam no se mostrara todo arrepentido y quisiera alejar a Lilia...pero esto es un graaaan problema con Tomas...es decir, el ya tenia el antidoto¡¡¡aaa todo se complica, porque me encanta el hecho de que Lilia y Adam por fin "esten juntos" pero no es una buena noticia tener al hijo de lucifer en su contra, en fin.
    Eric y Arial...bueno que puedo decir, ellos son mi pareja favorita, pero si es cierto que Eric esta por irse...aaa no quiero que se vaya y deje solo a mi querida Arial.
    Tenia la duda de que era lo que habia hablado Arial y Ethan..gracias por mostrarlo...y ¿que onda con el padre Sebastian???
    En fin el otro dia estaba viendo la pelicula Legion de angeles... y todo lo que podia pensar era si asi lucirian estos angeles con sus armaduras y habilidades de lucha...
    ok..ya me perdi..gracias por el capi¡¡¡

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  5. Omg, todobtan fuerte desde el capi anterior que giro q han dado las cosas, ahora entiendo xq Erick no queria qcse adelantara Arial por su cuenta... se le acaba su tiempo con ella super triste que no se puedan decir lo q sienten el uno x el otro....
    Y lego ese loco de Azazel q la quiere para sus experimentos debe ser xq ya dabe de su otro poder y lo quiete para su beneficio espero q Erick salga al rescate de Arial y no pase a mayores...
    Lilia y Adam mmmm.... me alegra q se de cuenta q ella si puede compartir con el pero fe que se molesto Thomas y arruino el antidoto y la amena hacia Adam no me agrado nadita, pero se que todo saldra algo bueno aunque no descarto alguna perdida importante.... gracias Dani x el capi como sipre mos dejas con ganas de mas.... besitos

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  6. Hay no puede ser, pork tomas quebró el antídoto, aunk poniéndome en su lugar creo k haría lo mismo

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  7. uuuu estuvo muy bueno me gusto mucho gracias dani :)

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  8. Por fin Adam dio su brazo a torcer y sin pulseraaa! Me encantan! Y Arial va a conseguir un corazon roto cuando Eric se vaya! Ya quiero q regrese Dana por q Ethan esta tan perdido sin ellaaaa!!!
    Ok nos vemos (ojala prontito) jeje ;)
    Besos Chauuu

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