sábado, 12 de julio de 2014

Un ángel traicionado - Capitulo 11


“Mejor que en familia”

   Arial no permitió que la sorpresa y miedo que le causó Ethan bloqueara sus instintos, por lo que con rapidez tomó el brazo del vampiro e hizo un movimiento que terminó inmovilizándolo, así después de un segundo, estaba detrás de él.
—Cuidado Ethan, no sé qué te habrá dicho tu nuevo mejor amigo, pero estás equivocado.
—Ella se acerca, suéltame.
Arial lo hizo, dejando libre a Ethan, quien cambió su expresión por completo. Ahora sonreía y tomaba la mano de la supuesta Dana como si fuera su mayor fanático.
—Me alegro mucho que hayas llegado.
—Chicos, pasen a tomar asiento, la cena esta lista…
Los tres se acomodaron en la mesa, Ethan y Arial, uno al frente del otro mientras que en la cabecera de la mesa, se encontraba Helena.
—Y bien Dana, cuéntame ¿estás trabajando? la última vez me dijiste que estaba recién instalándote en el departamento ¿todo bien? Ethan no me cuenta mucho, en sus llamadas ahora es bastante… indiferente.

Arial miró a Ethan, que no dejaba de mirarla con una expresión que no podía descifrar la Nephilim. Ella sonrió de una forma que Dana jamás lo haría, siendo seductora e irónica; Arial sabía muy bien que el vampiro que tenía al frente estaba tan perdido que ni siquiera podía recordar que una vez amo a la mujer que ahora representaba ella. Lo que era realmente triste, pero no dejaba de causarle un poco de gracia ya que ella confiaba plenamente que algún día se reiría de Ethan por haber actuado de esa forma.
Para él era como estar viendo a la Dana original, aunque no sabía nada sobre aquella mujer, solo la información que Gabriel le había entregado. Tenía claro que aquella era una impostora, pero de todas formas la semejanza era impresionante.
—Bueno, actualmente estoy ayudando en un bar, nada importante —respondió ella sin alterarse por la pregunta inesperada de Helena. La Nephilim era buena mintiendo cuando lo necesitaba —es todo nuevo para mí, ya sabe, se trabaja mucho de noche y a veces las cosas se complican, en Chicago la gente bebe mucho.
—Oh, eso es cierto… dicen que las personas se desgastan el doble trabajado de noche, solo mira el rostro de Ethan —dijo ella observando a su hijo, que estaba más pálido que nunca y con una expresión enferma.
—Estoy bien, mamá —respondió él, esquivando la mirada de su madre, ya que se sentía culpable de estar cerca de ella, siendo un ser tan malvado como era ahora.
—Es cierto ¿te sientes mal, Ethan? —Preguntó Arial —te ves más pálido de lo normal, si existieran me asustaría de que te hubieses vuelto en un vampiro —dijo ella comiendo un pedazo de papa.
—Si fuera así deberías ser más cuidadosa, quizás quiera bebe hasta la última gota de su sangre ¿no?
A pesar de que ambos estaban usando un tono de voz jovial y entretenido, Helena no dejo de notar la tensión que se instauró en el ambiente desde que la supuesta Dana había entrado al lugar. Lo que le parecía extraño, ya que ella había notado que su hijo adoraba a la chica que tenía al frente… en el pasado, ya que ahora parecía que las cosas habían cambiado.
—Tendré cuidado entonces —respondió Arial, moviendo su cabello oscuro, dejando expuesto su cuello ante Ethan, quien tensó su mandíbula al pensar en morder a la mujer que tenía al frente —¿cómo han estado los caballos?
Arial distrajo por completo a Helena con su pregunta, ya que el resto de la cena se vio enfocada en aquellos preciosos animales que mantenían en una excelente situación económica a Helena. Pasó alrededor de una hora para que terminaran de comer, Arial había dejado su postre de lado cuando Ethan se puso de pie. Durante toda la cena el vampiro trató de parecer normal, pero no pasó desapercibido su molestia e irritación.
— ¿No quieres ir a caminar, Dana?
—Oh eso me parece fantástico, pero hace un poco de frío, debe estar nevando.
—Quiero caminar —dijo Ethan, frunciendo el ceño —no me molestara prestarte algo para que te cubras.
—Entonces así no me puedo negar —Arial se puso de pie —si me disculpa, Helena.
—Oh, por supuesto, adelante. No demoren tanto que se está haciendo de noche.
Tanto Arial como Ethan salieron de la casa dos minutos después de ponerse de pie. Tuvieron que avanzar varios metros para que uno de los dos hablara, para Arial no fue sorpresa que él la tomara bruscamente del brazo y la llevara a las caballerizas.
—Dime de una buena vez que es lo que buscas aquí ¿Por qué aceptaste hacerte pasar por ese demonio? —dijo Ethan enfrentándola, pensando que tenía a su peor enemiga ante sus ojos, por lo menos la imagen de esta.
—Si me dices lo que te hice, esto tendría algo de sentido, Ethan.
—No juegues conmigo, no eres más que la apariencia de un demonio que se ha encargado de arruinar mi familia, pero quiero saber ¿por qué?
Arial se quedó unos segundos mirándolo, pensando que pasaba por su cabeza. Se estaba controlando por no dejar salir su lado Nephilim y beber de la sangre de Ethan, ya que así podría saber qué demonios le había dicho Gabriel, además de descubrir todas las atrocidades que había cometido el vampiro neófito. Sin embargo, esa no era una opción ya que debía seguir interpretando el papel de un demonio más.
—Eres bastante guapo, Ethan, pero no me atraen los chicos guapos y locos ¿te podrías explicar, por favor?
Él la quedo mirando como si le hubiese salido una segunda cabeza.
—Veamos —dijo Arial, cruzándose de brazos —por lo visto ya te has dado cuenta que no puedes jugar conmigo y por eso no has intentado atacarme otra vez, pero estoy con cierta duda ¿sabes? quisiera saber ¿por qué Gabriel no te dijo que no soy la verdadera Dana? Actúas un segundo como si lo supieras, pero luego no.
Ethan frunció el ceño y sintió por un momento que un balde de agua fría caía sobre su espalda. Gabriel si le había dicho que aquella Dana que lo acompañaría a cenar, sería enviada desde el mismísimo infierno para que actuara ante su madre, sin embargo, haber visto la fiel copia de su peor enemiga, lo había descolocado por completo.
—Yo… yo lo había olvidado —dijo recién dándose cuenta de su grave error —mi cabeza últimamente no… no anda bien.
—Sin duda, bebé vampiro —dijo ella golpeando la cabeza de Ethan como si fuera una puerta.
Él se alejó de un salto, una cosa era saber que Dana no era Dana, pero otra diferente es que ella lo tocara.
— ¿Cómo te has controlado para no morder a tu madre? —dijo ahora Arial, notando lo lindos que eran los caballos que estaban a sus costados.
—No he respirado… y abastecí mi cuerpo con bastante sangre.
—Oh, cierto —dijo ella, metiendo sus manos en los bolsillos.
Ethan observaba a la falsa Dana con cierto encanto, deseaba clavar sus colmillos en el cuello de ella. Su piel lo llamaba como si fuera lo más suave que alguna vez podría tocar, deseaba acariciar su cabello. Sin embargo cuando los ojos dorados de ella se posaban en él, algo sucedía y toda ansia se desvanecía. Culpaba al hecho de saber que la persona original, dueña de esos ojos, lo había herido.
Él no era capaz de identificar que ese rechazo que sentía no era porque odiara a Dana, sino porque inconscientemente sabía que aquella no era su ángel. Su mente era un laberinto que no conectaba con ninguna salida coherente, es por ello abusaba de la sangre humana, que le regalaba un momento de paz y embotamiento emocional que lo hacía olvidar las palabras de Gabriel.
— ¿Que te hizo esta persona? —Preguntó Arial, indicándose a mí misma —me dijeron que solo actuara como una tierna novia ¿amaste este cuerpo, Ethan?
—Claro que no —dijo él girándose, dándole la espalda a Arial —ella solo rompió mi familia.
— ¿Que te dijo Gabriel? —preguntó esta vez un poco más ansiosa.
—Que Dana es un tipo de demonio que se alimenta del dolor de las personas, que ha estado rodando mi familia desde mis 16 años, que fue la encargada de la muerte de mi padre y que busca ahora terminar con mi madre y conmigo… solo por gusto.
Arial no pudo evitar sonreír por la poca astucia en la mentira de Gabriel, algo no encajaba bien ya que al parecer el demonio había inventado algo rápido y sencillo para la mente confundida de Ethan.
— ¿Y cómo llegaste a manos de Gabriel?
— ¿Que te interesa a ti? —preguntó molesto, girándose a ella.
—Bueno ¿no te estoy ayudando? me enviaron aquí, a cenar contigo y tu madre ¿cómo llegó Dana a conocer a tu madre? ¿Cómo cree que soy tu novia?
Un silencio invadió las caballerizas.
—No tienes la menor idea ¿cierto? —Preguntó segura Arial —no sabes que está sucediendo y por eso estas tan perdido por aquí —dijo tocando con su índice la sien de Ethan —creo que tú y yo iremos a dar un paseo de verdad ¿no te parece?
— ¿Que pretendes? —dijo Ethan sin alejar a Dana cuando se acercó y tomó su brazo. Comenzó a caminar con ella de todas formas.
—Mira, me tendré que ir en un par de minutos, así que es mejor que me escuches… ¿sí?


—Deberías detenerte —dijo Eric, apoyado en el árbol donde una vez Dana y Ethan se besaron bajo la lluvia y donde este último había sido convertido por el demonio que estaba sentado en una de las ramas.
—Me dijeron que enviarían un demonio —aclaró Gabriel, con un rostro cansado. Ethan estaba acabado con él, se escapaba de su vista con una facilidad sorprendente, no deseaba que el chico terminara en manos de Lucifer por ahora, pero destrozarlo lentamente se estaba haciendo difícil.
—Bueno, técnicamente Arial es mitad demonio —Eric avanzó unos pasos y se giró para ver al demonio —tienes una expresión de cansancio que no veía hace mucho tiempo.
—Esto se está haciendo más difícil de lo que esperaba, este chico se está escapando de mis manos.
Vestido de negro solo destacaban su rostro y manos, tan pálido como un vampiro, sin embargo, las ojeras eran notorias. Gabriel estaba agotado.
—No debiste borrarle la memoria, idiota —dijo Eric, frunciendo el ceño.
—Oh, necesitaba que jugáramos limpiamente ¿sabes? a todo esto, pensé que me atacarías al verme o algo parecido, no que conversarías tan relajadamente conmigo ¿es qué Arial te ha enseñado a tener más paciencia?
—Es por ella que no estoy estampando tu cara contra las piedras —dijo Eric, evitando la mirada de Gabriel, lo que llamó la atención del demonio.
—Interesante ¿qué te sucede, Eric? ¿Qué quieres?
—Un trato —dijo ahora mirando hacia las caballerizas. No podía ver con claridad a Arial, pero sabía que ella estaba rondando aquel lugar, podía sentirla —Azazel esta detrás de ella.
—Sin duda alguna, la quiere para un estilo de experimento, ya sabes lo chiflado que está.
—Quiero que boicotees todo plan que tenga ese bastardo con ella.
—Alto, alto y alto. Primero que todo ¿por qué te habría de interesar el bien de Arial? —Dijo él, saltando hacia el suelo y llegando al nivel de Eric — ¿esto te lo pidió Adam?
—No, te estoy pidiendo que evites que el plan de Azazel contra Arial se realice, si es así… no romperé tu cara, sabes que puedo hacerlo.
Gabriel entrecerró sus ojos unos segundos, observando a Eric y pensando en la verdadera razón que podría tener el ángel en querer proteger a Arial. Cuando se dio cuenta, sus ojos se abrieron con sorpresa. No podía creer que Eric, el gran ángel Dominacion, líder de los arcángeles e instructor de estos, cayera en un juego tan simple como en el que habían caído tanto Adam como él.
—Puedes romperme la cara, pero no matarme, sabes que no lo harías… puede que quiera algo de acción, ha pasado un tiempo que no tengo nada de adrenalina, además de estar detrás de un vampiro neófito —dijo Gabriel, con una sonrisa suficiente.
—Escúchame bien, maldito traidor, recuerdo muy bien el trato que no cumpliste con Ethan, no tenías que borrar su memoria y lo hiciste de todas formas. Jugaste sucio conmigo y puedo hacer lo mismo ¿entendiste? si no me ayudas a proteger a Arial de su sádico padre, esperaré a ver a Dana, le diré toda la verdad y sabrá que la vendiste a los ángeles como si hubiese sido cualquier pedazo de carne ¿me escuchaste?
—Eric… —el cuerpo completo de Gabriel se tensó, sin poder creer las palabras del ángel.
—Tengo la mejor prueba y es que no tienes ninguna marca en tu rostro, deberías ser un Arrepentido por haber vuelto con Dana cuando ella aceptó la Orden… quisiste engañar tanto a los ángeles como a Dana y no me tomará nada de tiempo decirle la verdad a ella ¿eso quieres? Tengo entendido que deseas recuperarla, si le digo la verdad, eso será tu fin.
Gabriel avanzó lo suficiente para darle la espalda a Eric.
—Es increíble como has caído, al igual que nosotros…
—No tengo la menor idea de lo que estás hablando y no me interesa. Harás lo que te digo, es lo único que pido, así no romperé tu lindo rostro y además seguirás con ese pequeño secreto bien guardado ¿te parece?
Gabriel se giró hacia Eric y lo miró tan serio como nunca.
—No, no me parece, Eric...no me voy a inmiscuir en los planes de Azazel y me importa muy poco lo que le digas a Dana si es que la ves ¿crees qué recuperará la memoria por segunda vez? solo quiero terminar con Ethan, cuando él esté de nuestro lado… los planes de redención para las Nephilim o cualquier ángel caído, serán nulas.
—Gabriel…
Solo fue un resplandor que el demonio vio, pero fue justo lo necesario para saber que había hecho enojar a Eric. La armadura de Dominacion brillaba ante sus ojos, de forma dolorosa. Sin embargo, Gabriel era un demonio fuerte y alguien que había conocido la luz celestial, por lo tanto podía soportarla mejor que cualquier demonio.
— ¿Me harás pagar por mis palabras, Eric? ¿Lucharás contra mí? ¿Es qué así de enamorado estás? creo que a tu jefe no le gustará nada tener otro ángel enamorado.
—Cuida tus palabras, demonio —las alas del ángel se expandieron de forma sorprendente, blancas como hace mucho que no existían.
Por un momento Gabriel sintió envidia.
—No tengo el tiempo ni las ganas de pelear —dijo Gabriel, sin poder creer que de verdad Eric se pondría en contra suya. Ambos habían sido amigos, ni siquiera él como demonio se imaginaba a sí mismo luchando contra Eric o Adam —y es mejor que se apresuren arriba con Dana, porque a Ethan le queda muy poco para entregar por completo su alma a Lucifer.
—Ella no volverá a ser tuya.
—O de Ethan —sonrió Gabriel, era lo único que lo mantenía para seguir con su plan, saber que Dana no volvería a los brazos de Ethan… ella no sería de nadie.
Eric no era de los ángeles que hablaba solo para jactarse de lo que podrían llegar a ser. Cuando amenazaba, lo hacía en serio, es por ello que Gabriel sabía que debía partir pronto aunque fuera sin Ethan, por el momento. Para cuando el Dominacion tomo su espada para dirigirla contra Gabriel, este ya había dejado liberar sus alas de fuego y comenzaba a desaparecer de la vista de Eric, exactamente como una vez lo hizo ante los ojos de Dana.
—Traidor —susurró Eric, sintiendo cada vez más ira al saber que Gabriel ni siquiera era capaz de ayudarlos, ni aunque se los debiera por haber manipulado la mente de Ethan.



Lilia trataba de cubrir su cuerpo con sus manos, pero a pesar de que cubría sus pechos de forma precaria, la mirada que le daba Adam solo la hacía sentirse aún más desnuda de lo que ya estaba.
—Detente ahora mismo —dijo ella, moviéndose con agilidad y saliendo de la prisión que el cuerpo de Adam y las cajas de alcohol, ejercían en ella —no sé porque has permitido esto, juegas conmigo ¿sabes?
Dándole la espalda, se decidió a que debía sacarse aquella pulsera y guardarla en la caja que correspondía, para que Adam despertara de donde se encontraba. Sin embargo, los brazos desnudos de él rodearon su cintura, tirando de ella hacia él por unos momentos, al mismo tiempo que los labios del ángel caído atrapaban el cuello de Lilia.
— ¿Qué haces? no me hagas esto —susurraba ella, tratando de alejarse de él, cosa que cada segundo se le hacía más difícil.
Adam sin poder detenerse, hizo que ella se girara hacia él. Evitando categóricamente que no se sacara aquella pulsera, ya que sabía muy bien que luego vendría el arrepentimiento y la culpa, además del miedo y todas las sensaciones que lo atormentaban cuando ella estaba cerca. Por unos momentos deseaba solo guiarse por su instinto, aunque recién descubriera para que era aquella pulsera que Thaumiel le había regalado a Lilia.
Aquella piedra jamás lo haría detenerse, aunque sin ella no hubiese actuado de esta forma.
— ¿No quieres? —dijo él ahora besando los labios de ella, mientras sus manos ahora recorrían la espalda baja de Lilia hasta rodear los extremos de sus braguitas y enredarla en sus dedos índices, bajándola de a poco.
—Para… —ella por un descuido llevo sus manos hasta las de él, para detenerlo, pero dejando expuesta la parte superior de su cuerpo.
Adam se acercó aún más a ella, haciendo chocar su pecho contra los senos de Lilia, desnudos y turgentes, que le hacían perder aún más la razón. Sus labios abandonaron los de ella y se dedicaron a besar el cuello de la Nephilim, sintiendo su sabor y deseando cada vez más que ella fuera suya. Lentamente sus besos fueron bajando, mientras ahora sujetaba con fuerza las muñecas de Lilia.
—Jodete Adam, detente ahora mismo, deja que me quite esta pulsera y veremos si sigues deseando hacer esto.
—Por supuesto que no será así, no te sacarás nada y relájate ¿sí?
Por un segundo Lilia cerró sus ojos, pensando en que sería fácil poder sacarse de encima a Adam si lo quemaba un poco, pero decidió que si el no deseaba detenerse, bueno… no lo haría. Ella no era de piedra y era Noche buena, deseaba su regalo.
—No me recrimines nada después.
Solo al terminar de decir esas palabras Adam la besó mientras ella le ayudaba a quitarse por completo su pantalón, dejando por completo desnudo a su ángel caído.
Las manos de Adam finalmente terminaron rompiendo las bragas de ella, permitiéndole recorrer por completo el cuerpo de la Nephilim, pudo notar con claridad la excitación de Lilia.
Ambos estaban hambrientos por el otro.
Es por eso mismo que la ansiedad se apoderó de los dos. Adam rodeó con sus brazos la cintura de su Nephilim e hizo que se elevara unos centímetros del piso, logrando que ella rodeara su cadera con las piernas.
Lilia podía sentir con claridad el miembro de Adam entre sus piernas, deseaba a su ángel caído con locura, como nunca antes, ni siquiera cuando Thomas manipulaba su percepción para que se sintiera mucho mejor al tener sexo con él. Esto era especial y ella lo sabía, es por ello que cuando Adam comenzó a penetrarla, ella apoyó su mano en la mejilla de él, sin dejar de notar sus ojos, que estaban de un intenso color azul.
—Adam —suspiró con una expresión de dolor, no esperaba que ella fuera tan pequeña para él.
—Lilia… —él la apoyo contra las cajas, sin detenerse y sintiéndose por primera vez en mucho tiempo, como si estuviera hecho de fuego —te amo…
Ella abrió sus ojos sorprendida, sin poder creer que él le hubiese dicho aquellas palabras con tal soltura, sin pensar nada más que en lo que sentía. La Nephilim estaba pronta a volverse loca de amor por este ángel enamorado, le encantaba mucho más que el Adam que había conocido siempre, el de ahora no tenía prejuicios ni limitaciones, solo pensaba en cuanto la amaba y en estar junto a ella.
No pudo responderle por la emoción que sentía, solo pudo acercarlo para besarlo mientras sus cuerpos se unían por completo, dejando un gemido se perdiera en la boca de Adam. Sus manos comenzaron a recorrer los hombros del ángel, sus brazos, su espalda y sobretodo en la zona que tenía aquellas Marcas.
— ¿Estás bien? —dijo él ahora contra el oído de ella, volviendo a embestir contra la cadera de Lilia, pero de forma cuidadosa, siendo suave para no hacerle daño.
Ella no tenía palabras, simplemente estaba en otra dimensión. Solo atinó a buscar los labios de su Adam para aprovecharlos.
Ambos se dejaron envolver por aquel beso al mismo tiempo que las embestidas de Adam se volvían más rápidas, logrando que en cada unión un gemido de placer escapara de sus bocas. Poco a poco sus cuerpos comenzaron a ser envueltos por aquel fuego violeta que desprendía Lilia.
—Ten cuidado… —le dijo él, notando como tenían demasiado cerca las botellas de licor, inflamables. Sin embargo, el fuego de Lilia no quemaba, solo entregaba el calor que no podía seguir manteniendo en su cuerpo.
—Adam —susurró, dejando sus manos ahora contra el duro trasero de su ángel caído, para que las embestidas se volverían más profundas.
El ángel caído no dejó de tomar atención a los requerimiento de su Nephilim, es por eso que con una facilidad sorpréndete dejó caer algunas cajas para luego sentar ahí a Lilia y comenzaron a moverse de una forma que logro que ella se escondiera contra su pecho y después mordiera su hombro. El dolor paso desapercibido para Adam al sentir como ella llegaba a su orgasmo. 
—Adam —dijo con sus dientes apretados.
Él no se detuvo en ningún momento, lo que logró que ella se aferrar a él como si el mundo se acabara, su cuerpo temblaba víctima del placer que él le provocaba, el cual se vio imposiblemente aumentado cuando los labios de él atraparon los suyos y sus manos recorrieron su espalda, hombros, abdomen y senos. Lilia sentía que estaba rodeada por completo de Adam y jamás se había sentido tan bien en su vida, era como volver a casa y sentir la seguridad que solo el hogar podía proporcionarle. Después de muchos años, se había vuelto a sentir completa.
Adam en cambio se dio cuenta que jamás en su vida, se había sentido como lo estaba haciendo con Lilia; ni siquiera cuando había compartido las noches con Cyra, por primera vez en su existencia sentía que estaba haciendo lo correcto, que estaba en el lugar adecuado con la persona perfecta.
—Lilia… —dijo tirando de ella hacia él, para quedarse inmóvil y tenso al sentir como el clímax se apoderaba de su cuerpo.
Ninguno se atrevió a moverse, se quedaron abrazados mientras trataban de calmar su frecuencia respiratoria, que se había acelerado hasta las nubes, elevándose con ellos.
—No me dejes —susurró él contra el oído de ella.
—Demasiado tarde para hacerlo, Adam —respondió ella, separándose un poco de él, para ver su rostro.
Ambos seguían rodeados por aquel fuego de Lilia, dejando que ambos se miraran sin dificultad.
—No quiero que seas de nadie más, solo mía —dijo él dándole un corto beso en los labios, tirando con suavidad del inferior.
—No podría —admitió ella, sabiendo que jamás podría estar con alguien diferente a Adam, no importaba si él pensaba diferente al día siguiente, ahora que conocía a su Adam por completo, enamorado y sin obstáculos, no lo dejaría ir — ¿Adam?
—Dime —él acariciaba la cadera de ella, muy concentrado.
—No… uhm no —susurró un poco avergonzada, sintiendo que Adam no se relajaba en su interior, que seguía igual de excitado como antes —sigues… —una de las manos de Lilia recorrió el abdomen marcado de Adam, hasta llegar a sus oblicuos.
Él entendió de inmediato y no pudo evitar sonreír al notar como ella miraba hacia abajo, sonrojada.
—Demasiado tiempo soportando el deseo de estar contigo —se iba a retirar, pero ella con sus manos en su cadera hizo que volviera a donde se encontraba, logrando una embestida que causó gemidos en ambas partes —y la noche es larga.
Antes que ella pudiera decir algo, la silencio con más besos…



Arial se despidió de Helena con una sonrisa y luego le dio un beso en la mejilla a Ethan, quien seguía desconcertado por las palabras que le había dicho la falsa Dana. Le había agradado sin duda alguna, excepto cuando le robó una gota de sangre; sin embargo, los consejos que le dio para controlarse mejor sobre el deseo de sangre,  los encontraría útiles en un futuro.
—Que estén bien.
La Nephilim se había excusado antes de tiempo, inventando una justificación para escapar de casa de los Harris, ya que no se podía ir con Ethan y su tiempo como Dana estaba al borde del colapso. Es por ello que cuando avanzó un par de metros su cabello fue cambiando de color al igual que la forma de su cuerpo. No había pasado ni siquiera cinco minutos desde que se despidió cuando ya era Arial otra vez, por completo.
Se dirigió rápidamente hacia donde se encontraba Eric, en el bosque. Ese era el punto de encuentro.
No pudo evitar sorprenderse cuando vio las alas extendidas del ángel.
— ¿Que ha sucedido? —preguntó ella mirando hacia los lados.
Eric no pudo evitar sonreír al ver de nuevo a Arial, exactamente como era.
—Es un alivio verte de nuevo —ella sonrió ante las palabras de Eric.
—Oh, no exageres, ni siquiera fueron tres horas… dime ¿qué pasó?
—Eso quisiera saber yo–dijo ahora dirigiéndose hacia los árboles —estuviste hablando secretamente con Ethan, te advertí que no podías interferir ¿Qué le dijiste?
—Nada, solo que no creyera en todo lo que dice Gabriel ¿Por qué vamos más allá, aquí era el punto de encuentro?
—Arial, dime que no le advertiste de nada ¿le hablaste de Dana?
— ¡Era obvio que le iba a hablar de ella! Recuerda que supuestamente cenó con ella, bueno, con su impostora. Debo aclararte que ese chico odia tanto a nuestra querida angelito, que no soportaba verme al comienzo, tuve que recordarle que no era ella, que era una supuesta demonio que lucía como Dana.
— ¿Qué te dijo? ¿Por qué la odia?
Arial se adelantó unos pasos, para encarar a Eric, no le gustaba hablar con él cuando observaba su espalda.
—Gabriel inventó una historia muy particular, la culpó por la muerte del padre de Ethan. Además le dijo que ella busca acabar con su familia, lo que es insólito.
Eric se detuvo, observando atentamente a Arial. No se creía por un segundo que ella no haya defendido el honor de Dana.
—Le dijiste la verdad ¿no? Confiésalo de una buena vez, así puedo subir y decir lo que ha sucedido.
— ¿Estás de broma? Arriba siempre nos están vigilando, no es como si pudiera tener algún tipo de secreto.
—Entonces lo confiesas —dijo él, frunciendo el ceño, molestándose sin poder controlarlo.
Arial se cruzó de brazos, también comenzando a sentirse enojada.
—No confieso nada, Padre Eric —por el tono que uso Arial, no le fue difícil a Eric saber que la estaba haciendo enojar. Sin embargo, no le importó que eso sucediera.
—Deja las bromas, estoy hablando seriamente. Tendré que subir para arreglar lo que has hecho, no tienes una buena reputación arriba, así que debes cuidarte de cometer errores.
Arial tensó su mordida, haciendo sonar levemente sus dientes.
— ¿Y desde cuando crees que yo me guio por tus reglas? ¿Ah? Tener una misión en común no nos hace estar del mismo bando.
—Calla Arial, tus palabras solo te perjudicaran y tu imagen se verá estropeada de esa forma, así no podré defenderte luego.
Aquellas palabras atravesaron su pecho como si fuera una flecha. No pudo evitar sorprenderse por el dolor que sintió al darse cuenta que Eric no dudaba al nombrar su futura partida.
—No necesito que me defiendas, he sobrevivido muy bien sin ti. Además no estamos hablando de ello, sino de Ethan y Dana.
Los ojos color verde de Eric se oscurecieron levemente por el enojo que sentía por las palabras de Arial. Tan independiente. Tan Valiente. No lo necesitaba y odiaba que eso lo molestara.
—Con ese comportamiento, pronto necesitarás que alguien dé la cara por ti. Es muy simple Arial: no te debes meter en los planes de la Luz.
—Tu jefe puede besar mi duro trasero, Eric, me importa muy poco los planes que tengan. Si yo pienso diferente, no seguiré cabizbaja como ganado las ordenes de un grupo que no me representa.
—Te estas comportando como un demonio.
— ¡Pues noticias de último minuto! Soy en parte demonio.
— ¡Pero solo una parte!
— Quizás no, quizás soy igualita a mi padre ¿Qué te parecería eso? Es probable que en un futuro quieras acabar conmigo, como en un pasado desearon hacerlo con Dana.
—Calla…
—Como sea, ángel Dominacion, creo que si estamos en este lugar es para hablar de Ethan, pero eso como ya lo hicimos, quiero saber que le sacaste a Gabriel.
Arial dejó caer a sus costados los brazos para dejar que la tensión fluyera por su cuerpo. No quería estar enojada por un tema que no valía la pena: ella jamás apoyaría el bando de Eric y era así de simple. Nadie podía estar a favor de su enemigo.
—No intercambiamos muchas palabras en realidad.
—Se te escapó ¿no?
Un silencio incomodo se estableció entre los dos por unos minutos.
—Luce cansado —dijo finalmente Eric —al parecer Ethan le está complicando los días.
—Eso ya lo sabíamos.
—Entonces no hay mucho que decir, se escapó, tienes razón.
— ¡Eres un ángel Dominacion, Eric! A ti no se te escapan los demonios, solo los dejas ir ¿crees qué Gabriel sigue siendo tu amigo? ¿Qué alguna vez volverá con ustedes? Porque déjame decirte que eso no ocurrirá. Gabriel es un demonio y siempre lo será.
—No tengo la menor idea de lo que hablas.
—Bueno, lo digo porque lo guardas muy bien en tu memoria. Tienes más recuerdos de él que de Adam.
Eric frunció el ceño.
— ¿De qué estás hablando? ¿Cómo sabes eso?
—Eso no te interesa, solo te aclaro un hecho que te niegas a ver. Si hubieras aceptado que Gabriel no es amigo de ustedes, aunque sea un demonio, podrías haberlo atacado o interrogado.
Eric se quedó unos segundos sopesando las palabras de Arial.
—Creo que me tienes sobrevalorado, soy un ángel de gran categoría, pero no significa que sea invencible.
Arial bufó molesta. Ya casi nada podría hacer que recuperara su humor habitual. Siempre había odiado que le impusieran pensamientos que no compartía.
—Estas siendo injusta conmigo, solo quiero ayudarte, pero cada vez que te doy un consejo de ese tipo te molestas.
—Nunca te he pedido que me ayudes de esa forma —se giró, evitando que él notara como se sonrojaba debido a la vergüenza que se sentía ser desagradable con Eric cuando él quería ayudarla —Solo me altera que creas que estas en el bando correcto.
— ¿Quieres que me vuelva un demonio acaso? ¿Qué me dedique a atormentar a las personas y viva de esa Oscuridad? ¿Qué pierda mi alma?
—Claro que no, ese bando tiene tantos problemas como el tuyo.
—Entonces quieres que me una al bando de Arial, ya que al parecer solo tú tienes las respuestas correctas.
Ella volvió a cruzarse de brazos, no le dio la cara porque no deseaba molestarse aún más. Cuando eso ocurría las cosas no salían de la mejor forma.
En cambio Eric estaba comenzando a pensar que Arial se estaba tomando atribuciones que no le correspondían. Lo que ambos tenían no incluía sus bandos de orígenes, ninguno debía tratar de convencer de que el otro dejara o permaneciera en su lugar; él solo estaba intentando que ella mejorara su conducta para que no estuviera en problemas en un futuro, no estaba tratando de convencerla para que aceptara la Orden o algo por el estilo.
—Arial… —él trató de tomar el brazo de ella, pero la Nephilim no se lo permitió.
Ella avanzó unos pasos, escondiéndose de Eric, ya que por haberse enojado tanto, todo su lado Nephilim estaba expuesto en sus uñas y en las líneas rojas que aparecían bajo sus ojos y se perdían en su cabello rojo. Arial no deseaba que él viera cuanto la afectaba.
—Como sea —dijo mirando hacia otro lado y enderezándose, tragándose los nervios y escondiendo sus verdaderos sentimientos del Dominacion —creo que así viajaré más rápido hasta mi departamento, estoy muerta de cansancio.
—Arial no pretendía que te enojaras —ahora más tranquilo, Eric trataba de solucionar lo recién ocurrido.
—No importa, nos vemos mañana, comentaremos lo ocurrido con Adam y averiguaremos que hacer ¿sí?
Se giró hacia él y Eric no pudo evitar sonreír al verla como Nephilim, reacción que sorprendió tanto a Arial como a él.
— ¿No hay alguna posibilidad de que te quedes conmigo esta noche?
Arial abrió su boca por la sorpresa que aquellas palabras provocaron en su pecho.
—Ya que mañana debemos reunirnos con Adam, te ahorrarías un viaje si duermes en su casa ¿no crees? —Arial tensó su mordida, desilusionada…emoción que no pasó desapercibida para el ángel —dormir no me haría nada de mal, menos si me acompañas.
—No creo que sea adecuado, es más, deberíamos ir e informar a Adam ahora mismo.
—Arial…
—No, ya estoy molesta y lo único que quiero es volver a mi habitación y descansar, esto realmente fue agotador
Al estar como Nephilim, Eric no podía dejar de observar la boca de ella, como sus colmillos destacaban entre sus labios. Sin embargo, el ángel no podía dejar de pensar que Arial se negaba a enfrentar sus problemas, es por eso que cada vez que discutían ella escapaba o simplemente cambiaba de tema para no hablar sobre lo que pasaba.
—No, no te irás a ningún lado —dijo él, muy decidido en tratar lo que estaba pasando —debes dejar de comportarte como un niña respecto a temas serios.
—Deja de decirme como debo actuar.
Ya no había forma de arreglar la situación para Arial, así que prefirió dejar a Eric solo porque no quería seguir discutiendo. Ella sabía muy bien que nunca llegarían a un consenso sobre nada, ambos eran muy diferentes.
La Nephilim no cruzó ninguna palabra más con el Dominacion, solo se dirigió decidida a pasar por su lado sin siquiera mirarlo.
Pero Eric no se lo iba a permitir.
Cuando las alas del ángel aparecieron ante los ojos de Arial, ella se quedó sin aliento y no pudo hacer nada cuando Eric sin previo aviso rodeó su cintura y un segundo después se alejaban de los árboles que los rodeaban. Habían quedado varios metros bajo ellos.
— ¡Eric! —Ella sin poder controlarse, se aferró al ángel como si la vida se le fuera en ello — ¡no me gustan las alturas!
Ella no podía creer que estuvieran a varios metros del suelo, su corazón se había disparado como un loco por el miedo que le provocó el cambio de escenario. Sin embargo, al sentir que los brazos de Eric la sujetaban con firmeza, su miedo fue desapareciendo.
— ¿Qué demonios estás haciendo? —preguntó ella, escondiendo su rostro en el cuello de él, sin ser capaz de mirar hacia abajo una vez más.
—Eres muy temperamental y siempre tratas de escapar cuando discutimos, creo que esta es la forma adecuada para atraparte ¿no? Por lo que tengo entendido no tienes la habilidad de volar.
Arial se alejó un poco de él para ver su rostro, pero no pudo concentrarse en los ojos verdes de su ángel, ya que las alas de Eric atrapaban por completo su atención.
— ¿Arial?
—Me encantan tus alas —dijo ella asombrada, no podría acostumbrarse a ellas jamás.
Sus ojos rojos como su cabello estaban tan abiertos que hicieron sonreír a Eric.
— ¿Un poco más arriba entonces? —preguntó sin esperar una respuesta de ella.
Arial sintió como su corazón llegaba a su estómago al ver que las alas de Eric se movían, elevándolos aún más, casi alcanzando las nubes.
—Me gustaría que hubieran estrellas para ti —susurró Eric, mirando el cielo nublado.
No habían estrellas para ellos, pero si copos de nieve.
Cuando comenzó a nevar, Arial no pudo evitar sonreír por estar viviendo un momento que nunca pensó experimentar.
—Bien, lo lograste, ya no estoy enojada —dijo ella apoyando sus manos en los hombros de él.
Eric se quedó unos segundos pensativos, negándose a olvidar la reacción de Arial hace unos minutos.
—Has sido sin duda una sorpresa para mí, Nephilim —dijo él, con su ceño fruncido —es por eso que no quiero que te pase nada malo; no eres peligrosa como piensan arriba o como yo creía, no de la forma que esperábamos por lo menos… si digo que no debes hacer ciertas cosas no es para que apoyes algo que aborreces, como son los ángeles, sino que es para protegerte de nosotros y de los demonios.
Ella esquivo su mirada, no deseaba escuchar esas palabras, pero tampoco podía escapar.
—He estado un largo tiempo en esto —continuo él —he eliminado cientos de demonios y he observado la Tierra por muchos años, escúchame cuando quiero darte un consejo. No busco cambiarte, solo que puedas seguir siendo tu misma sin estar en peligro ¿es tan molesto que quiera eso para ti?
Arial tensó su mandíbula, no podía ser capaz de mirar a Eric. Estaba avergonzada por las palabras que el ángel le estaba regalando. No podía ni quería verlo preocupado por ella ya que no quería acostumbrarse a esa sensación.
—No deberías preocuparte, pronto de iras ¿no?
—Uno siempre se preocupa de la gente que le importa, es más, en mi especie ni siquiera necesitas conocer a alguien para desear que se encuentre bien.
Ella lo miro, ahora con una sonrisa de suficiencia.
—Entonces te preocupas por mí solo porque eres un ángel.
—No y no sigas buscando excusas para mantenerte enojada. Si me preocupo por ti, es porque me gustas, así de simple.
Sin ningún preámbulo él atrapó los labios de Arial, dejándola atónita por la sorpresa que trajo aquella acción.
Arial solo pudo rendirse y rodear el cuello de él, para así entregarse al beso de Eric. Deseaba quedarse tranquila mientras los copos de nieve mojaban su ropa, pero cuando la lengua del ángel recorrió uno de sus colmillos fue como si un interruptor se hubiese encendido dentro de ella.
Eric no pudo evitar sonreír al sentir como un gemido se escapaba de los labios de Arial.
—Eres un pésimo ángel —dijo ella con la respiración entrecortada cuando ambos buscaron algo de oxígeno.
Eric sin responderle, solo la rodeo con sus alas, logrando que cayeran en picada y que Arial se aferrara a él como si eso ayudara de algo ante la caída. Pero el ángel volvió a expandir sus alas  antes de que alcanzaran las copas de los árboles y que Arial se quedara sin voz por el gran grito que tuvo por la pésima broma de ángel. Se elevaron varios metros y luego él la rodeó con más fuerza para dirigirse hacia donde estaba la casa de Adam.
—La moto —dijo ella susurrando, sin aire, contra el cuello de Eric, causándole escalofríos.
—Luego voy por ella, la deje escondida para que no levante sospechas.
No pasaron muchos segundos para que llegaran a casa de Adam. Ninguno quiso seguir discutiendo, por lo tanto el mal humor quedo atrás, entre los árboles.
Cuando Arial volvió a tocar el suelo tuvo tanto la sensación de alivio y desilusión al mismo tiempo, sentimientos contradictorios. No quería alejarse de Eric, lo que estaba comenzando a odiar. Ella jamás había sido dependiente de alguien y mucho menos de un ángel.
—Hoy me has dado un increíble regalo —dijo llamando la atención de Arial —nunca había recibido uno, por lo tanto quiero darte algo que sé que deseas.
Arial no pudo evitar sonreír y dejar todas sus preocupaciones de lado.
— ¿Tendremos sexo salvaje en este patio? —dijo ella sonriendo coqueta, jugando con Eric.
El ángel Dominacion la quedo observando sin ninguna pizca de humor por las palabras de Arial, ya que era algo que no podía hacer.
— ¡Que es broma, hombre! No te alteres, solo es un chiste. Continua, por favor.
—Ya no quiero —dijo malhumorado.
—Oh, ahora tu pareces un niño, dime ¿me darás un regalo? ¿Me compraste algo o es mejor que eso?
—Sé que no te gustan los secretos y que te encanta averiguar los de otras personas, lo que no te da una buena imagen.
Ella dejo de sonreír, atenta por completo a sus palabras.
— ¿Qué me darás, Eric? —dijo ahora realmente curiosa y entusiasmada.
—No tengo muchos secretos y los que son muy peligrosos ya sucedieron. Por lo tanto... —dijo levantando la manga de su brazo izquierdo —Puedo darte un par de gotas de mi sangre, así sabrás un poco más de mí y no serás tan injusta conmigo.
La boca de Arial se abrió sorprendida, sin poder creer que un ángel, de la categoría de Eric, le regalara un par de gotas de sangre y dejara que se metiera en sus secretos. Era cierto que Eric no tenía idea sobre el completo poder de Arial, pero esto hacia aún más memorable el regalo que acababa de recibir.
—Puedes morderme si quieres o como sea este proceso —dijo estirando su brazo izquierdo hacia ella.
—No soy un vampiro y tampoco tu mascota, no lo haré aquí —respondió ella sonriendo —sé muy bien donde hacer esto.
Arial seguía de Nephilim, por lo que al tomar la mano de Eric, no le fue difícil llegar a la habitación del ángel en un segundo. Tenía una velocidad impresionante cuando usaba su lado demoniaco.
— ¿No quieres? —preguntó él al verse ahora en la habitación, confundido.
Sin dedicarle ninguna palabra Arial solo guio hasta la cama a Eric, que la miró aun sin entender lo que sucedía. La Nephilim hizo que se recostara en la cama, para cuando el ángel iba a decir que lo que ocurría no estaba bien, ella cubrió su boca con sus labios.
—No voy a abusar de ti, Ángel Casto y Puro.
— ¿Qué haces entonces?
—Aprovecharme de mi regalo… —dijo ella sonriendo.
Empujo con fuerza a Eric al ver que él se quería levantar y escapar. Arial en un segundo quedo a horcajadas sobre él.
— ¿Sabes? El beber de alguien es un proceso muy íntimo —susurró ella, acercándose al rostro de Eric que la observaba curioso —tanto como cuando dos personas se vuelven en una.
—Deja de juegos, ni siquiera necesitas morderme, solo buscas torturarme ¿no? —dijo al notar como ella removía su cadera sobre él… pero Eric tenía un autocontrol único, aunque este se escapaba de sus manos cuando tenía tan cerca a Arial.
—No, solo te estoy dando información que no sabes.
Con rapidez ella apoyó ambas manos en los costados de la cabeza de Eric. Se acercó hasta que quedaron a centímetros de distancia.
— ¿No te agrada esta clase?
Eric no fue capaz de contestar, menos cuando se dio cuenta que sus manos estaban sobre la cadera de Arial.
—He de suponer que sí.
La Nephilim se acercó al cuello del ángel y acarició con su nariz donde pronto mordería.
—Siempre me he preguntado ¿Por qué tienes sangre, Eric? Eres un ser que no es humano.
Él giro su rostro para encontrarse con los ojos de ella, hipnotizado por su voz.
—Porque una vez lo fui.
—Tu Dios te hizo con una debilidad, si tienes sangre, pueden beber de ti.
Eric estaba atento al movimiento de los labios de Arial.
—Nadie es perfecto, Nephilim. Hazlo rápido.
Ella se removió sobre él, escondiendo su rostro en el cuello de Eric y sintiendo su aroma. Siendo demonio en ese momento, todos sus sentidos se desarrollaban… y ahora aquel ángel, le parecía de lo más apetecible.
Eric tensó todo su cuerpo al sentir como su piel tenia contacto con los colmillos de Arial. Un escalofrió recorrió su espalda para cuando ella traspasó su piel y comenzó a beber de su sangre. Sin poder controlarlo, sus manos se adhirieron a las caderas de la Nephilim, logrando que el contacto que existía entre ellos, se intensificara y lograra que un gemido escapara de la boca de Arial.
Los segundos se estaban haciendo más largos mientras que Eric no podía controlar su cuerpo, su autocontrol, del cual siempre se había jactado luego de la época oscura que tuvo décadas atrás. Es por ello que cuando Arial uso su lengua para recorrer la herida que había dejado en el ángel, a pesar de que no había necesidad de curarlo, logró que Eric perdiera la paciencia.
Un grito ahogado escapo de la boca de Arial cuando Eric, aprovechando la turbación de beber de él y las imágenes que atacaban su mente, la tumbo en la cama y comenzó a besar su boca. Ella aun impactada por lo que veía y sentía, no pudo evitar responder al ángel que ahora se colaba entre sus piernas, dejándole en claro cuánto la deseaba.
Las manos del ángel se colaron bajo la ropa de ella, levantando la prenda y dejando expuesta la piel de la Nephilim que no podía dejar de sentir como el placer recorría su cuerpo. Las imágenes que había visto de Eric habían quedado atrás y ahora solo podía verlo en el presente, abandonando sus labios para besar el abdomen de ella.
Arial levantó sus manos para cuando Eric deseo eliminar por completo su camiseta y suéter. Todo de una vez, dejándola solo con su sujetador negro.
— ¿Eric?
Él no respondió, tan solo la tomó de forma delicada de su mentón y la volvió a besar, logrando que ella arqueara su espalda al sentir el cuerpo de Eric contra el suyo.
— ¿Qué planeas hacer? —susurró ella, sin creer que Eric fuera él que estaba manejando toda la situación. Supuestamente nunca había estado con una chica, pero se estaba manejando muy bien en el tema.
—Reivindicar la imagen que tienes de los ángeles.
Ella quiso decir algo gracioso o inteligente, pero no tuvo tiempo. Con una facilidad sorprendente él se deshizo del sujetador, rompiéndolo sin esfuerzo alguno, justo en el centro de sus senos.
Cuando quedo desnuda de la parte superior de su cuerpo, Eric no pudo evitar observar a la hermosa Nephilim que tenía sobre la cama, con su cabello rojo como el fuego desparramado sobre la cama. Tuvo que tragar saliva al notar la desnudez de ella, sus senos lo tentaban de una forma que jamás había experimentado. Ni siquiera las drogas que uso en el pasado habían jugado con su mente de esa forma.
— ¿Eric? —Arial quiso cubrirse porque se sintió aún más desnuda bajo la mirada depredadora que le regaló el ángel. Jamás lo había visto de esa forma, ni siquiera cuando se inmiscuyó en los recuerdos de él.
—No —susurró él, alejando las manos de ella, evitando que se cubriera —déjame observarte para nunca olvidarte ¿sí?
Arial hizo caso omiso al dolor que sintió en su pecho, no quería sentir nada más profundo por el ángel que la observaba como si fuera una de las maravillas de la tierra. Solo deseaba que esto fuera superficial y un juego, pero cada día que pasaba junto a Eric, lograba que se fuera colando en su pecho cada vez más.
—Eres tan hermosa —dijo acercando con cuidado su mano hasta el abdomen de ella, subiendo lentamente hasta rodear uno de los pechos de la musa que tenía ante él.
Arial se estremeció ante aquella caricia. Estaba demasiado sensible ante la cercanía de él.
—Supongo que así se siente —susurró, concentrado en ella.
— ¿Qué? —dijo desconcentrada Arial.
—Es como si hubiera fuego en mis venas.
Ella no pudo evitar sonreír ante las palabras de Eric.
—Estás caliente, Ángel Pervertido.
—Sí, creo que lo estoy —dijo sin un poco de vergüenza. Se acercó a ella para besarla de nuevo y para que no dijera otra palabra de burla hacia él.
Las manos del ángel se dirigieron al pantalón de Arial y sin ser detenido, lo desabotonó para luego comenzar a bajarlo.
— ¿Qué vamos a hacer? –pregunto ella sonriendo, sin dejar de estar sorprendida porque Eric estuviera comportándose de esa forma.
—No puedo tener sexo contigo —dijo él, tirando de los jeans de ella, bajando al mismo tiempo sus braguitas negras.
Se quedó sin aliento al verla complemente desnuda. Se encargó de tirar los zapatos y jeans lejos para que luego a ella le tomara más tiempo encontrar sus cosas y estuviera otros segundos desnuda ante él.
—Creo que si existe la perfección —dijo él, recorriendo con su mirada las largas y suaves piernas de Arial. Su cadera, su abdomen, sus pechos, su rostro… cada parte de ella lo hipnotizaba como nadie lo había hecho.
—Te gusto más desnuda ¿no? —respondió ella, ahora sonriendo y acercándose más a las almohadas para apoyar mejor su cabeza. No tenía idea sobre que pretendía Eric, pero no le molestaba estar de esta forma ante él.
Eric se deshizo de su calzado y se subió a la cama, como si alguna diosa griega lo tuviera hipnotizado. Esta noche estaba entregado a la divinidad que tenía ante los ojos. Tiró de uno de los pies de ella para que se acercara a él y sin dejar que otra frase inteligente saliera de su boca, la beso hasta robar el aliento de la Nephilim mientras que una de sus manos viajaba por el cuerpo de ella, logrando escalofríos en Arial; Cuando Eric toco de forma más íntima a la Nephilim, sonrió contra la boca de esta.
—Al parecer a ti también te gusta estar más desnuda que con ropa —le susurró en su oído mientras ella cerraba sus ojos y tomaba aire de forma entrecortada.
“Ante tus ojos, sin duda alguna” pensó ella, sin ser capaz de reproducir esas palabras ante Eric. Mordió su labio inferior cuando sintió como él acariciaba su clítoris, logrando que el placer recorriera su cuerpo de forma lenta y única.
La boca de Eric se apoderó de uno de sus pechos, tirando suavemente la cima de este para luego rodearlo con su lengua. Aquella caricia hizo que Arial llevara sus manos a la camiseta de Eric, para poder quitársela, pero él se alejó de ella y negó.
Se apoyó en su otro brazo, sin dejar de tocar el centro de Arial. Ella lo miraba confundida.
—No puedo disfrutar contigo —dijo besándola, tirando de su labio —pero si puedo disfrutar de ti.
Volvió a robar otro beso de Arial mientras dos de sus dedos se colaban en el cuerpo de ella, como nunca antes lo había hecho con otra mujer; luego comenzó a recorrer, disfrutando del sabor de la Nephilim que no dejaba gemir ante el placer que le daba Eric.
                El Dominacion se fue apoderando de su cuello, de sus pechos, de su abdomen hasta que mordió con cuidado su cadera para luego llevar su habilosa lengua hasta el centro de la Nephilim, quien se desplomo en la cama al sentir lo que Eric le proporcionaba al darle sexo oral.
— ¡Tu no deberías saber hacer esto! —dijo completamente entregada al ángel. Podrían haber sufrido un terremoto justo en ese momento y ella no lo habría sentido.
Eric estuvo suficiente tiempo como para proporcionarle más de un orgasmo a Arial, quien estaba agotada por la misión cumplida con Ethan, por lo que sus parpados pesaban, tratando de llevarla a los brazos de Morfeo, pero el ángel no le daba tregua, parecía como si fuese un niño con un juguete nuevo.
— ¡Eric! ¡Oh demonios! Tu maldita lengua no puede tener esa habilidad, eso no corresponde a tu bando.
El ángel liberó los muslos de ella y luego siguió besando el cuerpo de Arial, pero ascendiendo. Para él era un caramelo que no se cansaría nunca de degustar. No pudo evitar entretenerse con sus hermosos senos por otro tiempo para luego rodearla entre sus brazos.
—Mi regalo para ti —dijo él, sonriendo al notar como ella no podía seguir luchando para quedarse despierta.
Arial no fue capaz de responder. Su cuerpo había llegado demasiadas veces al límite, solo se acurrucó contra el cuerpo de Eric, que aún seguía vestido. La Nephilim trató que de esa forma su cuerpo volviera a sentirse como uno y no como miles de partículas de fuego que flotaban en una dimensión desconocida. Eric la había hecho sentir como nunca nadie lo había logrado en el pasado.


Ambas Nephilim esa noche de navidad, descubrieron que si había una mejor alternativa que pasar Noche Buena en familia.

 Uuuufff que agotador fue revisar ese capítulo, una lata. Bueno, espero que les haya gustado. Debo darles las gracias por sus comentarios en el capitulo anterior, espero que este tambien tenga muchos, que es la parte tambien entretenido de subir la historia.

9 Lectores:

  1. ¿Hace calor aquí o qué carajos?
    Mi Dios, yo quiero ser una nephilim y tener a mi ángel pervertido jajaja
    Ok, pasado mi momento de calentura, ese Gabriel es un lindo tarado. Quiero saber que le dijo Arial a mi Ethan, aunq se enoje Eric a mi me encanta q ella meta su nariz donde no debe y para mi ella es la que va a hacer que esto sea justo. Pobre Ethan que no sabe ni que onda con su vida y me da gusto que Gabriel ande sufriendo y este cansado por andar de niñero. También me encanto Eric todo chulito exigiendo ayuda de Gabo, el quiere ayudar a su pelirroja como sea. También fue lindo ese momento juntos en los aires y que los 2 se dijeran las cosas, como solo ellos saben hacerlo.
    De Lilia y Adam solo puedo decir, gracias Dani por darle su regalote a Lilia, porque honestamente Adam no se lo merecía mucho y ya veremos que va a pasar ahora que la piedra no este presente.
    La verdad no tengo ni idea de que pasara en el siguiente pero lo espero con ansías, quiero saber un poco más de Ethan y Gabriel, pero mas que nada porque quiero saber que fue lo q piensa mi ex humano de lo que le dijo la nephilim y como actuara.
    Muchas gracias como siempre por el capitulo Dani.
    Te mando un beso y nos seguimos leyendo!

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  2. Ahhhhh me encanto ese par de nefilim son suertudas las chicas.cada una con su bombon de angel jajajajakka quiero saber q le dijo a Ethan pprfiiiiiiiisssss saludos gracias Dani

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  3. Y eso que en un principio ninguna de las dos quería.... seguro!!!
    No se si fui yo solamente pero no entendí eso de que Gabriel ''vendió'' a Dana... pero bueno.

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  4. Si tenia claro que Arial era una impostora, ¿porque reacciono asi?, gracias Arial, yo tambien me estaba preguntando eso, como es que podia estar frente a su mama sin morderla?pues claro, alimentandose bien, ensusiando mas su alma en el inter, y eso que Gabriel le dijo de Dana Ethan, no fue muy elaborado de su parte, espero que mi querida y adorada Arial sepa aprovechar esos pequeños vacios que Gabriel dejo en su relato, uuu mi angelito consentido todavia tiene mucho que aprender, de verdad, como se le ocurre pensar, despues de toooodooo que puede confiarle algo tan importante a Gabriel?'eso e sun locura, y ademas, dejo ver un poco sus "emociones" por Arial, para mi que luego Gabriel va a aprovecharse de eso, lo que me gusta es que Ethan le este dando tantos dolores de cabeza, al menos no le va a ser un camino sencillo acabar con el.
    OMG¡¡¡Lilia y Adam¡¡¡ ya se me habia olvidado en donde los habiamos dejado, el tema de la pulserita desato un caos en el grupo, que si lo manipula, que si no, el chiste es que para mi, el esta dando su consentimiento, no queria que ella se la quitara, y luego por fin 1313¡¡¡ oooo me quede asi como con la boca abierta, solo puedo decir que eso fue PERFECCION, y ahora que Lilia sabe que el la ama, espero que siga luchando por el, aunque me queda una duda, no recuerdo muy bien de que iba ese contrato o lo que sea que Adam firmo con Tomas, solo se que eso tambien sera un impedimento ahora que las cosas se pusieron interesantes entre estos dos.
    Asi que Arial no piensa compartir su información aun?que fue lo que le dijo a Ethan?ok voy a dejar eso de lado, porque despues de esa discusion con Eric (estoy totalmente de acuerdo en lo que ella dijo de Gabriel, el ya no es su amigo y eso deberia de entenderlo) lo que me saco por completo de balance fue lo que Eric dijo "Me gustaria que hubieran estrellas para ti" eso fue, woao¡¡¡lo ame totalmente, y apenas estaba recuperandome de eso y sale con su "me gustas" y lo que sucedio despues...yo ya no sabia si seguir leyendo o tomarme un minuto para calmarme, tengo un nuevo apodo quue podriamos añadir a la lista "angelito habilidoso" por que de verdad ¡como supo hacer todo eso!!!!!DIOS¡¡¡ que buen regalo tuvieron estas nephilim....por supuesto que desde luego que si me encanto este capitulo, eres mi idola¡¡¡muchas gracias y perdon si me pierdo un poco pero procesar todo esto esta cañon¡¡¡
    saludos¡¡¡

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  5. Hola me encanto el capítulo estubo muuuy bueno gracias dani

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  6. Daniii q capitulo mas encendido!!!!! Me encanto! Pero comenzando por el pobre de Ethan q no sabe donde tiene la cabeza esta tan confundido, no me gusta para nada Gabriel q no le importa q Dana no sea para él con tal de q no sea para Ethan tampoco agh q egoismoo!
    Ahora en la parte mas interesante Adam! espero q no salga con una idiotez cuando se saque la pulsera y q ni le heche la culpa por q solo lo deshinibe no le inventa cosas y
    ese Te amo le salio desde el fondo como la posesividad de q nadie toque a Lilia... y por otra partecq tal Angel pervertido q salio Eric! Jeje y si sabia hacer algunas cosas!!! Ariel no puede creerlo! Me encanta ese par!! Estan cayendo redondito a enamorarse, si es q ya no lo estan!
    Dani la historia esta en su punto gracias por escribir!
    Besos
    Chauuu

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  7. me ha encantado el capitulo, me encanta como se llevan arial y eric, poco a poco se están quedando prendados entre ellos, es muy lindo todo lo que hace eric para protegerla, pero es demasiado orgulloso para admitir que le gusta y arial es una chica ruda, pero en el fondo solo busca alguien que la quiera de la misma manera.
    lilia y adam, creo que se debe quedar con la pulsera jaj por al menos así si revela sus sentimientos, lilia si es el alma gemela de adam, es mas hasta el padre de ella se a dado cuenta, creo que el regalo del padre de lilia fue con ese propósito, conociendo a adam sabia que nunca se atrevería a revelar sus sentimientos, ademas después no va a poder dejar de pensar en lo que sucedió,es como el empujonsito que necesita. pero ya quiero que dana baje para y saber que personas de su vida recuerda.

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  8. ñaaaaaaaaaaa comentario feo qe se cortó! XD y no podia copiar y pegar :x asi qe todo de nuevo....
    espero qe Adam no se aweone >:c si el igual qeria puro hacerle la maldá a Lilia :ccc me partiría el corazoncito a mi y a todas las niñas >:c ... y Lilia qedo loqita 1313 aprovecha qe la noche es larga!!! y Adam seguia acumulado :x listo y dispuesto para continuar >///< .... y por otro lado ERIC!!! WEOOOOON ERIIIIIC!!! se paso! idolo! XD y sin experiencia con otras mujeres .... me lo imagino con experiencia dios mio! XDDDD se paso ... *aplausos* XD igual qe latita qe el no pueda disfrutar :c .... esperemos qe recuperen luego a Ethan y qe todo este normal :c así Eric puede caer tranquilo :x y puede llenar a Arial de su amor e.e y todos fiiiiliices :3
    esperemos qe en el prox capi aparezca Dana >o< se le extraña :c <3

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