Tentación
Había pasado
una semana desde que Dana había comenzado su investigación sobre los demonios.
Llegaba horas después de que anocheciera, asegurándose en las palabras de
Lilia, quien la había seguido ayudando, pero desde otro ángulo. La Nephilim se
estaba encargando de vigilar un poco a Ethan y que no fuera atacado por
cualquier demonio psicótico que solo buscaba maldad, o sea, Gabriel, mientras
que el ángel se instruía sobre los temas demoníacos que el mismo vampiro se
había encargado de proporcionar décadas atrás. Las ironías que traía la vida.
Sin embargo,
Dana se encargaba casi todas las noche de proteger el sueño de su humano, o eso
le decía a sus amigas Nephilim para excusar las ansias que tenía cada noche de
dormir entre los brazos de su humano, ser que se estaba comportando con una
paciencia digna de monje al controlar su mente cuando tenía a Dana contra su
cuerpo.
Había pasado
una semana desde que Ethan no había dormido bien, desde que estaba cansado en
el trabajo que le estaba exigiendo el cien por ciento por la posible campaña
que se venía encima. Aun con toda esa carga laboral, no podía dejar de aceptar
cuando Dana lo miraba con esos grandes y brillantes ojos miel, pidiendo que se
quedara con ella por las noches. Encantado cenaba a horas ridículas en la
madrugada con su vecina y después se quedaban conversando para finalmente ir a
compartir la cama con ella, rodeados de luces pequeñas que adornaban la pared
de aquella habitación que se le estaba haciendo tan conocida y que le ayudaban
a tener un buen recuerdo cuando veía las almas perdidas que lucían parecidas,
pero de diferentes colores.
Ethan se había
despertado más temprano que los otros días, aun no amanecía cuando sus ojos se
habían abierto. Estaba cansado, tanto por el trabajo como por tener a Dana tan
cerca y tener que controlarse, aunque estaba dispuesto a seguir con su
sacrificio porque para él, ella lo valía. Sonrió cuando notó que ella lo tenía
aferrado, tanto con sus brazos como con sus piernas.
—Eres un pulpo
–susurró, sintiendo como ella se removía sobre su pecho y enredaba sus piernas
con las de él, acariciando cierta zona anatómica que estaba sufriendo por la
abstinencia que Dana estaba provocando –no, no, no –trató de mantener quieta a
su vecina, dejando sus manos sobre los brazos de ella, pero Dana se volvió a
remover, de forma lenta y llevando sus manos al pecho de él, dejando que la
repentinamente sensible piel de Ethan le provocara corrientes de electricidad
que recorrían de forma cadenciosa su cuerpo.
—Ethan –susurró
ella contra el pecho de su humano, aun dormida, teniendo algún sueño donde
podía estar con él sin tener que esconder su verdadera identidad.
— ¿Si?
–preguntó él, tratando de seguir el juego, pero este no continuó.
Repentinamente
Dana se giró, dándole la espalda a Ethan y sin mayor preámbulo, tomó la mano de
él e hizo que rodeara su cintura. Había usado una rapidez y fuerza que dejó
helado a Ethan, haciéndolo perder toda esperanza de entregarse a Morfeo de
nuevo.
Abrazando a su
ángel, Ethan no podía dejar de pensar en lo sucedido la semana pasada, en cómo
había quedado a metros de distancia de su vecina y ni siquiera se había dado
cuenta de ello.
— ¿Quién eres?
–susurró él contra el oído de ella, aprovechando ese acercamiento para tirar de
la punta de su oreja con los dientes, obteniendo un gemido de Dana, que aun
seguía durmiendo entre sus brazos.
—Ethan –volvió
a removerse contra él, provocando que Ethan escondiera su rostro en el cabello
de ella, pidiendo un milagro para que dejara de moverse.
—Tú me torturas
–dijo presionándola más contra su cuerpo, dejándose llevar por unos minutos,
donde todo su buen comportamiento que estaba llevando durante la semana, se
podría ir al escusado si Dana se daba cuenta.
Su mano se fue
colando entre sus cuerpos hasta que encontró el final de la camiseta gris que
ella estaba usando. Pudo sentir cuando su mano se encontró con la tibia piel de
su abdomen, pero antes de seguir subiendo, vio como ella seguía durmiendo
tranquilamente cerca de él.
— ¿Quieres dormir conmigo hoy? Pero debes
portarte bien –Dana lo observaba con sus ojos miel brillando, como cada vez que
le hacía esa pregunta, como si él fuera a negarse, cosa que era imposible.
Ethan negó y
volvió a dejar su mano donde estaba, sobre la camiseta de Dana y la volvió a
rodear con sus brazos, pensando en lo idiota que había sido, deseando que si
volvía a tocarla de esa forma, los ojos miel de ella estuvieran fijos sobre los
verdes de él, demostrándole que deseaba ser tocada. No quería aprovecharse de
ella mientras dormía, era muy poco galante y su madre lo ahorcaría si se
enteraba.
—Estoy enfermo
–dijo negando, mirando hacia el techo y esperando recibir alguna señal divina
sobre si estaba o no sufriendo alguna demencia al dejar pasar tantas veces la
oportunidad de tener a Dana por completo.
— ¿Qué sucede?
–Su vecina adormilada se levantó un poco, apoyando sus manos en el pecho de
Ethan y en la cama — ¿no puedes dormir? –trató de sacarse el cabello de la
cara.
—Nada, estoy
bien, vuelve a descansar.
—Estás inquieto
¿es por mi culpa? ¿Me he movido mucho? Lo siento.
—No sucede
nada, vuelve a dormir –dijo tirando de su brazo, pero ella ni siquiera se
movió.
— ¿Te incomoda
que te invite a dormir conmigo tan pronto? Tengo entendido que hay todo un ritual
antes, cada cierto tiempo sucede una cosa y después otra.
—Estás
durmiendo aun ¿de qué hablas?
—Lo he visto
–dijo ella con sus parpados pesados, luchando para poder abrir sus ojos.
También había tenido una semana agotadora por tanto leer y entrenar al mismo
tiempo. Las Nephilim estaban acabando con ella –cuando los observo, primero se
conocen… después tienen citas, es como un ritual.
—Bueno, eso no
se aplica a nosotros, somos raros ¿conforme? Duérmete, aun es temprano –ella
frunció el ceño al escucharlo darle ordenes. Aquel gesto llamó la atención de
Ethan — ¿O es qué acaso quieres citas? Ahora que lo pienso, no te he invitado a
ninguna parte ¿quieres ir al cine para que te robe besos en la oscuridad?
Dana suspiró,
sonriendo y sintiendo que su corazón se aceleraba. Le gustaba hablar con Ethan
de temas que no fueran las almas perdidas. Le agradaba la idea de hablar sobre
ellos solamente, sin tener demonios entre sus preocupaciones.
—Si me gustaría
que me robaras besos en la oscuridad, nunca he visto una película tampoco,
sería intere...
— ¿Qué dijiste?
–Ethan continuaba con sus ojos bien abiertos. Sin duda alguna no tenía deseos
de dormir.
— ¿Qué quiero
que me robes besos...?
—No –volvió a
interrumpirla — ¿nunca has ido a ver una película al cine? Debes estar
bromeando conmigo.
Fue en ese
segundo cuando Dana perdió todo el sueño, dándose cuenta que había hablado de
más.
—No, no he ido
al cine –él esperó que continuara para tener una explicación, así que Dana tuvo
que inventar algo aun estando un poco dormida –No tenía amigos en mi antigua
ciudad, además de Adam y Eric, no salía mucho, solo trabajaba y ayudaba a las
almas perdidas ¿sí?
—Impresionante
¿ni cuanto eras pequeña fuiste?
—No –ella no
quiso seguir dando explicaciones que no existían realmente y Ethan no quiso
seguir insistiendo ya que sabía que la vida de su vecina había sido muy
difícil, según lo que ella había dicho.
—Entonces esta
tarde iremos al cine ¿te parece?
—Pero es
miércoles, tienes que trabajar.
—Eso es un
detalle, tengo todo solucionado en la oficina, además creo que Emma y Diego
están libres, no los veo hace días ¿te parecería ir con ellos? Tendrías una
cita doble.
— ¡Nunca he
tenido una cita doble! –Dijo emocionada –aunque nunca he tenido una cita en
realidad.
—Ya veo,
entonces me encargaré de darte nuevas experiencias ¿te parece?
—Sin duda
alguna.
Ella lo quedó
mirando con sus ojos miel brillando de felicidad, como si fuera una niña de
cinco años a la que avisaban un día lleno de actividades entretenidas. Sin
embargo, esa mirada inocente y esa sonrisa se fueron disipando a medida que
Dana observaba a Ethan, como lucía sobre su cama, permitiendo que su piel
aumentara unos grados de temperatura.
—Creo que no
deberías dormir más conmigo –dijo ella ahora esquivando la mirada sorprendida
de su humano.
— ¿De qué
hablas? ¿Te he molestado?
—¡Claro que no!
has sido todo un caballero –tomó la mano de Ethan, dejándola entre las de ella
–es solo que, tienes ojeras y luces muy cansado, no has dormido bien y Arial me
dijo que debía ser porque durante las noches…
Ella no pudo
seguir hablando, solo comenzó a presionar la mano de Ethan, nerviosa.
— ¿Qué sucede
durante las noches? –él sonrió al darse cuenta que estaba avergonzada, cosa que
no sucedía muchas veces con ella, ya que era ingenua, pero no se arrepentía ni
creía que estuviera mal en lo que hacía, generalmente.
—Tú… —miró
hacia otros lados de la habitación –te puedes volver, un tanto, feliz de
tenerme, aquí, en la cama.
— ¿Feliz? ¿Es
en serio? –Ethan no pudo evitar comenzar a reír por la palabra que Dana había
elegido ante la excitación constante que producía su vecina.
—No voy a negar
que también me sucede, cosa que es muy agradable y extraña a la vez, pero yo…
—soltó las manos de Ethan para tocar sus propios brazos, que estaban
desprovistos de cualquier marca similar a las de Adam o Gabriel.
—Ey, escúchame
–Ethan se sentó finalmente en la cama, mirando a su hermosa Dana, tomando sus
manos y acercándola un poco –yo no te estoy presionando a nada, sé que no has
tenido a nadie antes, en ese ámbito.
—Me gustaría
ser un simple humano a veces, para aprovecharte por completo… dicen que es
increíble cuando dos personas, se unen de esa manera –Ethan volvió a sonreír,
confundido por las palabras que ella decía.
—Por lo que
veo, eres un simple humano como yo, a menos que ver almas sea un problema ¿nos
hará deformes en el futuro y dejaremos de ser como ahora?
— ¡Claro que
no! –él volvió a tirar de sus manos para que lo mirara.
—Dana, sé que
quizás no es el momento, pero en este tema te comportas un tanto extraña,
quisiera saber si antes, cuando estuviste en ese orfanato… alguien, algún
cuidador ¿te hizo algo? –los ojos de ella se abrieron sorprendidos.
— ¡No! nadie me
hizo nada, no tengo ningún recuerdo oscuro de alguien aprovechándose de mí, no
pienses eso.
Dana sintió
escalofríos al pensar en gente adulta haciéndoles daño a niños. Pensaba que
cada vez el mundo se estaba arruinando más y la prueba de ello, era que
lastimaban a seres pequeños que no podían defenderse.
—Solo quería
asegurarme.
—No es nada de
eso, solo que…
<<No podemos porque soy tu ángel custodio y si
llegamos a tener una relación de ese tipo, mi brazo derecho será marcado con
mis pecados en negro, dejaré de ser tu ángel y estaré perdida en la tierra por
una eternidad>> no pudo dejar de pensar en esa respuesta que no tenía
permitido decir en voz alta.
—Me da miedo,
es un tanto complicado, entiendo si tú no quieres estar con alguien así.
— ¿Estas
bromeando? –Ethan la miraba un tanto sospechoso, ya que no creía del todo su
justificación, pero aun así no podía dejar que ella pensara que él era un
cavernícola –me gusta tener sexo, mucho, es una de mis actividades recreativas
más entretenidas que tengo, pero no te voy a presionar ni te voy a perder por
algo como eso, puedo esperar... nunca en mi vida conocí a alguien como tú.
— ¿Qué pueda
ver almas?
—Si, además de
ser tan buena, es como si todos mis problemas más secretos, se hubieran
esfumado cuando tú llegaste. Puedo ser yo realmente.
—Y me encanta
como eres, un poco egoísta y un tanto egocéntrico a veces, cosas que se pueden
cambiar –él negó con su cabeza, sonriendo –pero no tienes que volver a
esconderte, si yo no estoy más adelante, no vuelvas a ese Ethan con
medicamentos y con reglas estúpidas para no encontrarse con las almas perdidas.
—Bien.
— ¿Lo prometes?
–él la quedó mirando unos segundos sin decir nada.
—Lo prometo
¿pero qué ganaré yo a cambio?
—Las promesas
no son compromisos a cambio de algo, es una prueba de confianza hacia otra
persona. ¿Voy a tener que perder la confianza en ti, Ethan?
—Claro que no,
entonces lo prometo.
Luego de ese
momento, ambos trataron de dormir. Dana se rindió al sueño encantada estando
entre los brazos de Ethan, quien finalmente también se entregó a Morfeo, con
una sonrisa en los labios por tener a su vecina y novia entre los brazos.
Al otros día
ambos se encargaron de preparar el desayuno, ella preparó los cafés mientras
Ethan llegaba con unos dulces que fue a robarle a Emma, a quien le informó que
en la tarde saldrían al cine, los cuatro. Quedaron encantados, tanto Emma y
Diego que habían organizado sus turnos para estar más juntos.
—A las nueve
estaría bien –dijo Ethan sonriendo, mientras observaba como a ella le brillaban
sus ojos al comer aquel pan dulce que Emma les enviaba encantada.
—A las nueve
sería perfecto ¿nos encontramos aquí?
—Es muy tarde
para venir a buscarte, te dejaré escrita la dirección, así vas en taxi.
—Bien –Ethan
bebió de su café mientras la seguía observando. Vestida solo con esa camiseta
gris — ¿Por qué me miras así?
—Es que te ves
muy… —ella lo miró sin entender –irresistible.
Ethan se puso
de pie y se acercó hasta Dana, a quien tomó de su mentón y besó, tirando
suavemente de su labio inferior. Ella dejó su taza de café en la mesa y tiró de
la camiseta de él para poder sentir mejor su boca.
Poco a poco
Dana se fue poniendo de pie mientras que las manos de Ethan recorrían
lentamente su cintura, tratando de concentrarse para no dejarse llevar. Se
sentía como un adolescente de nuevo, lo que no le estaba agradando.
—Me tengo que
ir –dijo él separándose unos milímetros de su boca, pero Dana no permitió que
él lo hiciera.
—No, Ethan
–susurró bajito. Ella lo miraba con sus ojos vidriosos, producto del deseo –yo…
me siento rara.
— ¿Rara? –Dijo
él observando los labios de ella – ¿rara cómo?
—Supongo que estoy
contenta al tenerte tan cerca –él sonrió al escucharla. Le entendía la mitad de
lo que decía.
—Estoy
comenzando a creer que eres una extraterrestre, ¿a qué te refieres con estar
contenta conmigo cerca? ¿Eso no sucede siempre?
—Tus manos no
siempre queman donde tocas –él notó como las mejillas de ella se sonrojaban. El
agarre de Ethan presionó más al nivel de su cadera.
—No digas eso,
me haces las cosas más difícil, no soy de…
Impaciente como
siempre se caracterizaba, ella tiró de su camiseta para poder sentir los labios
de su humano de nuevo.
Ethan sin poder
controlarse, rodeó completamente a Dana, levantándola unos centímetros del
suelo y sin mayor preámbulo las piernas de ella lo rodearon. El humano avanzó
con rapidez hasta el sofá, donde recostó a su vecina mientras los labios de él
ahora se concentraba en el cuello de ella, que en ese momento solo podía pensar
en cómo el cuerpo de Ethan la aprisionaba de una forma tan placentera que no
quería escapar de sus brazos nunca más.
—Ethan –los
labios de su amado humano la hicieron callar, volviendo enredar su lengua con
la de ella mientras Dana se removía sobre el sofá, dejándose llevar por primera
vez, sintiendo como él estaba entre sus piernas. Lo único que los separaba para
sentirse piel contra piel era su ropa interior y sus pijamas.
Las manos de
Ethan recorrían las piernas desnudas de ella, que sentía como su cuerpo iba
aumentado de temperatura mientras enredaba sus dedos en el cabello de él. Ethan
se separó de sus labios, mirando lo atractiva que lucía su novia, recostada en
el sofá, con su cabello desordenado, sus mejillas sonrojadas producto de la
excitación y sus pechos exponiéndose cada segundo bajo su camiseta gris debido
a su respiración acelerada.
La camiseta fue subiendo lentamente, dejando expuesto
su plano y suave abdomen. Ethan se acercó para besar aquella piel, bajando
hasta pasar sus dientes por el hueso de su cadera. Lo que siguió, ni siquiera
Dana se lo esperaba.
Ella arqueó su
espalda por la caricia más íntima que había recibido en su existencia. Sintió
como su cuerpo se tensó por completo para relajarse un segundo después. Gimió
el nombre de Ethan que la observaba con una sonrisa en su boca.
— ¿Has llegado
solo con esto? –dijo él sonriendo, sin creer posible lo que acababa de ver.
— ¿A dónde he
llegado? –susurró sintiendo como su respiración estaba apresurada, al igual que
los latidos de su corazón.
Ethan tuvo un
bajón de temperatura al escucharla. De verdad estaba comenzando a pensar que
ella era de otro planeta.
— ¿Nunca… nunca
has tenido un orgasmo, Dana? –Ella se sonrojó aun más y negó tímidamente –no lo
puedo creer.
Se sentó en el
sofá, mirándola como si fuera un bicho extraño de otro planeta, con cien
cabezas y volara al mismo tiempo.
—Lo siento
–dijo ella sentándose, sintiéndose mal por como él la miraba –no sabía que
había que…
—No lo sientas
–la interrumpió –solo que lamento que no hayas disfrutado de este estilo de
caricias antes ¿Cómo es eso posible? Eres hermosa y además buena, simpática,
siempre preocupada de los fanta… almas perdidas. No lo puedo creer.
— ¿Es algo malo
esto? –ella se sentó, mirándolo preocupada.
—No, no, no
–dijo él acercándose a ella –nada de malo. Me siento privilegiado en realidad,
es un gusto para mí ser el primero en darte este tipo de sensaciones –dijo acercando
sus labios ahora al nivel de su oreja, donde tiró de ella con sus dientes.
—Creo que te
deberías ir… y yo, lo siento, sé que esto debe ser recíproco ¿no? y tú no has
llegado a una ninguna parte.
—No te
preocupes –dijo él acariciando la mejilla de ella con el dedo índice –créeme,
me lo pasaré bastante bien jugando a este estilo de tácticas, para descubrir
cuan sensible eres a mis caricias –ella se sonrojó intensamente.
—Ethan –lo miró
avergonzada, pero no negó a lo que dijo, a pesar que no dejaba de pasar sus
manos por los brazos, viendo que no había marca de nada.
Ambos se
despidieron porque ya era bastante tarde y Ethan tenía que ir a trabajar, como
también Dana debía ir a entrenar y estudiar. Sin embargo ella quedó realmente
preocupada por la expresión de Ethan al darse cuenta que ella nunca había
sentido nada igual hasta estar con él ¿era algo malo?
Dana se duchó y
arregló, sintiendo como su piel estaba sensible. Necesitaba expandir sus alas
para liberarse completamente, se sentía incompleta al tener esa sensación tan
agradable que había recorrido su cuerpo por primera vez. No podía dejar de
pensar ¿Cómo sería si estuviera con Ethan por completo? No quería encariñarse
con esa idea porque no podría cumplirla, era algo prohibido para ella, pero no pudo
dejar de pensar en las palabras de Adam cuando le explicaba cómo era posible
tener sus marcas negras.
Durante el
camino a la casa de Adam, no podía dejar de pensar en lo sucedido, sentía como
su cuerpo se volvía a excitar, permitiendo que una sensación adictiva
envolviera su inexperto cuerpo.
—Me estas
mintiendo, tú no eres ningún gurú del sexo Ethan –dijo Diego, vestido
casualmente con jeans y abrigo.
—Si te explico
esto no es para dármelas de algo, estoy pidiendo un consejo –Ethan mordió la hamburguesa
que había pedido para almorzar. Ya habían pasado horas de su encuentro con
Dana.
— ¿Qué quieres
que te diga?
— ¡No sé! Emma
era virgen cuando tú estuviste con ella, creo que yo no he estado nunca con
una… menos una tan excéntrica como mi vecina –Diego se sentó en el sillón al
frente de la mesa, tomando su propia hamburguesa.
—Ethan, debes
ser cuidadoso, Dana se ve como alguien fácil de herir ¿sabes? Ten cuidado con
las cosas que dices o haces, además de eso, si tienes intenciones serias con
ella… nada más basta, ya que si de verdad estás atraído por ella, serás
cuidadoso casi de forma natural ¡además ella luce tan tierna! Si le haces daño
entre Emma y yo te romperemos el cráneo. Seremos médicos, podemos hacerlo lucir
como un accidente.
Después de que
rieran por la broma, Ethan se volvió cada vez más serio.
—Creo que hoy
malentendió algo que dije. Solo me puse nervioso al saber que era el primero
que la había tocado ¿sabes? No quiero ser brusco, ella con el tema llega hasta
temblar, creo que hay algo más escondido, además pareciera que no fuera humana…
parece un ángel.
—Solo te has
dedicado a conocer a una mujer realmente ¿sabes? Si te dieras cuenta, todas
tienen algo que te hace creer que son un ángel. Mi Emma es mi ángel guardián,
de eso estoy seguro.
—No entiendes,
tú llevas años con Emma, la amas hasta el fin del mundo, nada podría
separarlos.
— ¿Y no es
posible que tú te hayas enamorado de ella?
— ¡Debes estar
bromeando! Ella me encanta, pero la conozco hace poco.
— ¿Y eso que
tiene? El amor llega de la forma más inesperada, incluso en el tiempo más
inadecuado –Ethan lo observó como si una segunda cabeza hubiera salido en el
cuerpo de su amigo.
— ¡Que cursi!
— ¡Nada de
cursi! No te comportes como un idiota. La chica mágicamente ha logrado lo que
ninguna antes había hecho, no tengo idea, pero por lo menos no la tienes solo
como amiga sexual, no entiendo el motivo, pero si lo arruinas, no soportaré
escuchar ninguna lamentación de ello ¿entiendes?
— ¡Lo he
arruinado! ¡Lo he arruinado todo Arial! –Dana tiró el libro sobre la mesa de la
biblioteca mientras su amiga ponía los ojos en blanco.
La ángel seguía
estudiando con Arial y Lilia, aunque esta última se había retirado antes, como
los días anteriores, por lo menos esta vez Dana lo había deseado, ya que
necesitaba desahogarse.
— ¿De qué estás
hablando? –dijo la pelirroja, mirándola interrogante.
—No sé qué me
pasó hoy en la mañana, pero necesitaba de Ethan… después todo se sintió muy
bien y él me miró extraño porque nunca me había sentido así de bien y se lo
dije, entonces creo que ahora si me mira como si no fuera normal.
—No eres normal
Dana, eres un ángel ¿Cómo te sentiste? No te entiendo.
—Hoy en la
mañana desperté un tanto inquieta, más bien emocionada porque hoy con Ethan
tendremos una cita e iremos con sus amigos, una cita doble la llamó él. Como
sea, nos estábamos besando luego de estar desayunando, una cosa llevó a la otra
y terminé sobre el sofá con Ethan sobre mí –el latido del ángel volvió a
acelerarse ante el recuerdo —y en un momento mi espalda se arqueó y solo quería
sentir la piel de Ethan. Mi corazón se aceleró y mi respiración se descontroló,
fue increíble, creo que nunca me había sentido tan bien.
Arial estaba
mirando con la boca abierta a Dana, sin poder creer en sus palabras.
— ¿Me estás
diciendo que tuviste un orgasmo? ¿Qué hiciste en ese sofá Dana? ¿Tienes marcas?
–dijo alterándose, tratando de ver los brazos de su amiga, pero la blusa verde
con mangas transparente, cubría su piel.
—Él solo me
besó… en mi cuello, en mi abdomen, en mi cadera y…
— ¡Y basta! No
quiero saber tanto detalle.
—Besó mi cadera
¿Por qué? ¿Debía de seguir? –Arial comenzó a reír, sintiendo ternura por Dana.
— ¿Solo besó tu
cadera y has tenido tu primer orgasmo? Oh, morirás de felicidad cuando
finalmente consumas aquel acto prohibido para ti.
— ¡Oh basta! No
es broma, después él me miró muy asustado, cuando le dije que no había sentido
nada igual antes, nunca. Creo que también le sorprendió lo fácil que se me hizo
sentirme tan bien solo con un tacto de él.
—Estás
creciendo, pequeña angelito –dijo Arial desordenando el cabello de Dana que
llevaba tomado –sabes que soy la primera en apoyarte cuando tienes nuevas
experiencias, pero tengo un par de dudas ¿hasta qué punto puedes llegar antes
de las marcas? Y ¿Por qué habrías arruinado esto? Ethan solo debió estar
encantado al ser el primero en tocarte ¿Por qué te preocupas?
—Por la forma
en que me miró –dijo ella ahora poniendo atención en la tapa del libro –él se sorprende con
temas así, imagínate como sería si supiera que soy un ángel ¡si viera mis alas!
— ¡Tranquila!
No te desesperes, vamos piensa. En primer lugar ¿vas a decirle a Ethan que eres
un ángel?
—No.
—Entonces no
deberías preocuparte de eso, un tema innecesario. Iré por algo de comida, hoy
no tenemos cocinera, mientras tanto tú iras a la zona intermedia del sector
izquierdo y buscarás el libro de las marcas de ángeles, creo que son dos. Los
escribieron Gabriel y Adam.
— ¿Por qué
quieres ese libro?
—Porque ya que
tu apetito sexual ha aumentado, deberás tener muy claro tus límites si no
deseas esas marcas ¿entendido?
Dana abrió la
boca para decir algo en contra de Arial, pero no pudo, el recuerdo de Ethan la
descolocó y realmente terminó dándole la razón a su amiga.
Ambas se
separaron por unos minutos, Arial por comida y Dana por los libros.
— ¿En qué estas
pensando? Sophia te querrá matar –dijo el ángel susurrando, pero no podía dejar
de pensar que las hormonas en su cuerpo habían estado funcionando horas extra
estos días –marcas, mar…
Dana abrió la
boca sorprendida cuando vio que no estaba sola en aquel lugar. Tranquilamente
un demonio de estilo vampírico, buscaba entre los libros, teniendo uno en sus
manos. Sus ojos dorados se fijaron en el ángel que lo miraba pasmada.
— ¡¿Qué haces
aquí?! –dijo ella tomando su daga que estaba ajustada en su cintura.
—Dana, mi
pequeña angelito, tanto tiempo ¿no me has extrañado?
Todo el
agradable humor que había tenido se esfumó al ver como Gabriel la miraba
sonriendo. Esta vez vestía de traje negro y una camisa blanca sin corbata.
— ¿Qué haces en
esta sección? Planeando travesuras –solo la voz oscura del demonio lograba
irritar a Dana.
— ¡He dicho
¿Qué haces aquí?!
—Mmm… no lo sé
–dijo cauteloso, sin dejar de mirarla, apoyándose en la estantería que había
detrás de él –Supongo que Adam no te dijo de nuestro acuerdo ¿verdad?
— ¿De qué
hablas? –Gabriel volvió a sonreír.
—Aquí hay
muchos libros que he escrito, tengo acceso a esta biblioteca cuando yo lo
necesite y nadie puede hacerme daño.
— ¿Qué?
—Este lugar, la
biblioteca, al único lugar de la casa de Adam al que tengo acceso, no permite
violencia alguna, al igual que el club de él. Si quieres puedes intentar
acercarte para dañarme, no podrás. Además no tengo ánimos, he venido por un par
de libros.
Ella
retrocedió, sin estar conforme con las palabras de él.
—Quizás vengas
por estos ¿no? –dijo sacando dos libros de la estantería, sin siquiera
mirarlos. Él se sabía cada lugar de los libros. Se los ofreció a Dana.
Ella sentía
como su corazón latía con fuerza en su pecho, pero de una manera muy diferente
a lo que Ethan provocaba.
—Me encantaría
ayudarte a aplicar la práctica de estos libros, pero creo que no me gusta
sentir como me quemo al tocarte –dijo dando otros pasos hacia ella.
—Detente,
ahora.
— ¿Por qué? ¿Es
qué ya me estas tomando en serio? –los labios de Dana se tensaron tanto que
solo parecieron una línea.
—Vendiste
completamente tu alma a Satanás, Gabriel ¿Cómo pudiste hacerlo? ¿Cómo es que
ahora tienes alas de fuego? Esas llamas solo son parte del infierno.
— ¿Y por qué
quieres saber? ¿Estás planeando algo para acabar conmigo? Quizás podrías
lanzarme un balde de agua fría –dijo sonriendo, curvando sus labios y dejando
que sus ojos miel brillaran como lo hacían antes al molestar a Dana.
—Estoy hablando
en serio –se apoyó en el respaldo, observando atentamente a su antiguo ángel
favorito.
—No lo haces,
ya sabes las respuestas a tus preguntas ¿solo quieres hablar conmigo como
antes? ¿Me has extrañado este tiempo?
Ella suspiró,
dejando caer sus brazos sin energía a sus lados. Los libros cayeron al suelo.
No pudo evitar sentir aquel agudo dolor en su pecho al recordar que Gabriel los
había traicionado a todos.
—De verdad has
regalado toda tu alma por esas alas y por tener algo de poder. Ya no hay
redención para ti.
— ¿Redención?
¿De dónde has sacado eso? ¿Creías que iba a volver con ustedes? Lo que hice no
tiene perdón y lo supe desde el comienzo. Me sorprende que seas tan ingenua en
ese tema ¿sabes? –apoyó sus manos en el respaldo de madera, acorralando de
forma cautelosa a Dana, quien no se preocupó por ese movimiento.
—Tienes razón,
demonios volviendo a ser ángeles, eso es ilógico –bajó la mirada, inquieta por
estar teniendo esa conversación con Gabriel.
— ¿Por qué no
me estas golpeando o alejando? –los ojos dorados de ambos se cruzaron por
varios segundos.
—Porque tengo
muy claro que no sería capaz de hacerte ni siquiera un rasguño, no físico por
lo menos, demonio –él le guiñó un ojo y sus colmillos aparecieron con rapidez.
—Me alegro que
lo entiendas, también debes estar enterada de que cuando tengas tus hermosas
marcas en este bracito –su dedo índice recorrió el brazo derecho de Dana,
dejando que se quemara al tocarla, pero sin poder evitarlo –me encantará beber
de tu sangre, mi pequeña angelito… te sentirás tan bien como yo –se acercó
otros centímetros.
Ambos se
miraban fijamente.
— ¿Por qué
quieres a Ethan, Gabriel?
—Fácil, mi
misión es entregarle almas a mis jefes ¿Qué mejor que tener a Ethan? Se
encargara de engañar a las almas y entregármelas, así tendremos más fuerza, sabes
que nos alimentamos de ese estilo de cosas.
—Pero él jamás
lo aceptará, yo no lo permitiré –él sonrió con suficiencia.
—No puedes
saber quién ganará cuando ni siquiera sabes jugar, Dana –la seguridad con la
que habló la irritó hasta que sus mejillas se sonrojaron.
—Estas muy
decidido.
—Obtendré todo
lo que deseo y estás incluida en esa lista, ya no tengo límites como antes, ni
tengo que respetar lo que se diga allá arriba –ella lo miró confundida.
—Si antes no te
pude obtener, no significa que ahora ocurra lo mismo –los nudillos de ella se
volvieron blancos por la fuerza que ejercía en sus puños.
—No sé de qué
demonios estás hablando, pero tú ganas, verás mis marcas –él frunció el ceño
sin entender lo que ella decía –eres mi mayor obstáculo para que Ethan pueda
vivir feliz y en paz, ayudando a las almas perdidas… te tendré que eliminar,
ahora veo lo peligroso que puedes ser.
— ¿Y qué harás?
¿Usar tu Daga conmigo? –ella sonrió.
—Gabriel,
recuerda mis palabras. Te aseguro que las marcas en mi brazo izquierdo podrás
verlas y que será justo cuando atraviese tu cuello con mi espada –la mordida de
Gabriel se tensó y se alejó de ella, escondiendo sus colmillos.
— ¿Me estás
diciendo que te volverás una Arcángel? ¿Así acabarás conmigo?
—Deja de
molestarnos y eso no será necesario.
— ¿Y si sigo
detrás de ustedes?
—Mi espada
acabará contigo y esa sucia sangre que tienes caerá como debió hacerlo desde
que te fuiste. Se acabó el juego Gabriel.
La frialdad y
seguridad con la que hablo Dana, dejó helado incluso al demonio. Nunca la había
escuchado hablar de esa manera. Esos ojos dorados que le habían encantado
antes, ya no estaba brillando por él, solo estaban observándolo con odio y
frialdad. Era justo lo que él necesitaba.
¡Chiquiboom! Hola a todos y todas :D si, me demoré un monton, recibo honrosamente los golpes virtuales, sin embargo, tengo una excusa fantástica, la que ocupo siempre, la universidad. Pero vamos, que queda poco, solo miren la cuenta regresiva, despues de eso ¡boom! seré toda de ustedes jajajaja. Abrazos y muchas gracias por leer. Ame sus comentarios, me encanta que traten de analizar todo y que dejen sus opiniones, gracias tambien a aquellas lectoras silenciosa que han hablando :D esta vez no podre responder los comentarios, como queria, porque debo estudiar ¬¬ estoy en contra del tiempo.
¡Abrazos a la distancia y sigan comentando, ya sea por la caja de facebook o por los comentarios en blogger! :D
me encanto!!!
ResponderEliminaral final parece que Dana tendra los tatuajes en sus dos brazos, y creo que por lo menos alguna vez sucumbirá ante Gabriel
Jaja ame este capitulo! Gracias x escribir
ResponderEliminarMe encanto en serio! Fantastico! Espero con ansias el prox. cap. :D!!
ResponderEliminarUn cap muy interesante Dana sigue jugando con fuego y se va a quemar si estando tan cerca de Ethan .. creo que ya es hora de que Dana o acepte ser su angel custidio o d plano entregarse a el no se como se desenvolvera los demas cap pero cuando Ethan se entere xq creo que se enterara sera mas dolosoro y hasta creo que se podra enjoar con Dana ella le esta mintinedo en cierta forma y no durara para siempre sin querer dana comete indiscreciones y cada vez con mas frecuencia con todo lo que ha leido se supone que ya deberia comportarse de otra manera esta experimentando pero llegara un momento que le ganara el deseo que siente por Ethan y eso es lo que esta esperando Gabriel y por algo fue a la biblioteca no creo que fue por pura casualidad algo trama y tan a si que logro que Dana le dijiera todo eso al final de cap el tiene un plan y lo va a lograr Dana no esta al 100% concentrada en su mision desde el momento que se enamro de Ethan ese es una debilidad que aprovechara Gabriel en cualquier momento.. nos leemos en el sig cap ..
ResponderEliminarHola Mariposa, me encanto el capi y ps q te digo esos 2 me producen mucha dulzura, sobre todo Ethan cn sus sentimientos q recién esta empezando a entender y este Gabriel de verdad q lo amo pero lo odio, hoy si de rápido q me agarro un día ocupadita jaja.
ResponderEliminarGracias por el capitulo.
Un beso y nos seguimos leyendo.
Definitavememte la pequeña esta creciendo, y a pasos agigantados, y creo q Gabrielito cambio algo en los libros de las marcas y salio igual de dorprendido con la respuesta de Dana aunq sane q su cabeza corre peligro con ella de arcangel, algo debe tener la sangre de Dana ...... y eso de q antes no la pudo obtener??? Pero era su alma gemela o no??? Muchas incognitas pero ame el capi... gracias Dani...
ResponderEliminarVayaaa capitulo, me encanto, aunque como no iba a hacerlo si salen mis dos chicos favoritos.Hay tantas y tantas cosas impresionantes en este capitulo que no se por donde comenzar, aunque siempre viene bien empezar por el principio.
ResponderEliminarMe hace gracia cuando Dana con esa inocencia que le caracteriza se pone a hablar con Ethan y siempre dice algo que, a ojos de los demás, hace verse como un extraterrestre ja ja ja, pero es que muchas veces no se controla y como siga asi Ethan va a sumar 1+1 y va a acertar, aunque cuando se puso a hablar con Emma y Diego dio en el clavo diciendo que "parece un angel" si supiera él cuanta verdad hay en esa frase, a veces intento imaginarme el momento en el que él se entera de toda la verdad... entre almas perdidas y angeles al pobre directo a internar ja ja ja y que risa me dio cuando estan hablando de "llegar a eso" "¿a donde he llegado? ja ja ja y solo con un pequeño mordisco en su cadera (que suerte tiene esta chica)... ains que cosas se esta perdiendo ja ja ja.
Quede sorprendida, cuando hablando Dana con Gabriel le dijo que iba a tener tatuajes en su brazo.. seria capaz de ser arcangel solo para poder acabar con él, aunque la propuesta de tirarle un balde de agua fria se ve ... realmente tentador, en esa parte no pude para de imaginarme a Gabriel mojadito... Es que la abstinencia de Ethan se me debe de estar contagiando porque ahora veo cosas donde no tendria que estar ja ja ja.
Estoy deseando leer más... Echaba mucho de menos UAC, y casi me da un paro cardiaco cuando me di cuenta de que habia capitulo. Besitos y nos seguimos leyendo :)
OMG, Danii esto está faabulosoo. Me encanta la inocencia de Dana ante Ethan y también la determinación que ha tomado ante Gabriel y ahora sí que se ande con pies de plomo porque ella ya no se detendrá.
ResponderEliminarbueno, me rindo, mi no entender que pasa con la publicacion de mis comentarios, en fin, Dana me encantaste¡¡¡tan tierna y "feliz de ver a Ethan" y Ethan, sigue negandolo, a ver si asi te convences de que no la amas todavia, Gabriel, hasta que apareces, haciendo travesuras como siempre, pienso que todo lo que diga Gabriel hay que tomarlo al reves, tambien quiere redención que no se haga, capi cortito pero muy importante¡¡gracias por actualizar, saludos¡¡ attt Abi Gali¡¡
ResponderEliminarME ENCANTO EL CAPITULO MMM PRIMER ORGASMO DE DANA QUE EXITANTE...
ResponderEliminarCREO QUE GABRIEL TIENE SU HISTORIA MUY INTERSATE Y QUE ALGO TIENE QUE VER DANA EN ESO AUNQUE ELLA NO LO SEPA.
QUIERO SABER MAS...
GRACIAS POR EL CAPITULO :)
ANEL..
AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHH!!!!!! Me encantoooo (: Gracias Gracias Gracias Dani <3
ResponderEliminarpues me gusto mucho este capitulo, es interesante como Dana va "creciendo" en cuanto a las marcas de sus brazos, pues no me gustaria que ella las tuviera pero pues, si no hay de otra forma para acabar con gabriel figuro ;D
ResponderEliminarfelicitaciones DTB
dana esta jugando con fuego y se va a quemar, es tan linda e inocente, inspira ternura es como una niña pequeña en ciertos ambitos , pero mientras no aga el amor con ethan tiene la ventaja de que gabriel no la puede tocar y caer en tentación con el, espero que ethan no la lastima por que ella lo ama.
ResponderEliminarMe encantó el cap. Y que es eso de las reglas será k dana las debe obedecer, me encantó la actitud de arial para ayudar a dana hasta donde puede llegar con etan
ResponderEliminarCreo k dana ya tomo su decisión respecto a la asencion
ESTO CADA VEZ SE PONE MAS EXITANTE DANI .... JUJUJUI
ResponderEliminarAs---
ResponderEliminarok lo admito no he comentado pork kiero leer muchos capitulos y no kedarme con solo la duda razonable, jaoajaojao, yo tambien kiero ver a Danna con marcas y k le rompa su mandarina a Gabriel, en serio espero que esta original historia no sea sobre redencion... felicitaciones Dany...