lunes, 11 de enero de 2016

Sobrevivientes - Capitulo 3

Me encanta como quedan las fotos con estos personajes de diferentes animes. Cabe destacar que sus ropas no son nada parecida a estas jajajaja pero me encantan :D

27, Julio, 3016
SALA DE INTERROGACIÓN.
Inicio de exploración mental Emma Miller
Oficial a cargo: Eva Reed.

Emma se quedó inmóvil cuando el teniente Stone le presentó al docente que se haría cargo de ella en su primer día. No tuvieron que esperar ni siquiera treinta segundos para quedarse a solas y ella no podía decir palabra alguna, solo se quedó mirando a David como si de un fantasma se tratara.
Según ella, los años que pasaron sin duda habían logrado cambiar al mejor amigo de su hermano. Ahora estaba tan alto que tendría que levantar el rostro para poder mirarlo, tenía una espalda ancha y podía notar sus músculos contra el overol blanco manchado de pintura que llevaba puesto. Sus ojos verdes esta vez ya no relucían de alegría o simpatía, eran fríos y parecía que estaban fijos en ellas como si de un arma se tratara. Su cabello rubio no era para nada como el estilo militar del Teniente, sino que llevaba la zona izquierda como si se hubiera pasado una máquina de láser para afeitar, mientras que el resto estaba más largo y lo tenía desordenado hacia su lado derecho.

—Me han asignado ser tu tutor por un tiempo mientras te adaptas al lugar, debido a que nos conocimos años atrás.
Emma no podía creer que él le hablara de esa forma, tan frio y con una voz tan profunda que la dejo sin habla.
Habían transcurrido tres años desde que lo vio por última vez en el puente, junto a su hermano, sin embargo, él se comportaba como si nunca se hubiesen conocido.
No pudo evitar sentir que las lágrimas se acumulaban en sus ojos. No era una mujer sensible, pero los últimos días se habían vuelto cada vez más difíciles hasta que horas atrás sus emociones recibieron varios golpes.
—Creo que lo primero que debes ver son las instalaciones.
Ella secó rápidamente las lágrimas que caían por sus mejillas, con la manga de su overol.
— ¿Dónde está mi hermano? —dijo ella. Su cuello se tensó ante tal pregunta, no quería decir esas palabras, pero fue lo primero que salió de su boca.
—Muerto.
La rapidez y frialdad con la que respondió David la dejaron catatónica. Nunca en su vida se podría haber imaginado que el chico que ella conoció toda una vida o por lo menos que vio a través de la amistad que él mantuvo con su hermano, se fuera a convertir en alguien tan frio.
—Puedes hacer todas las preguntas que se te plazcan, para eso estoy aquí.
Sin mirarla se acercó a un banco, era un taburete que estaba igual de sucio con colores como todo el lugar.
—Si quieres te puedes sentar —dijo mirando un taburete que estaba contra la pared.
Ella se dirigió hacia el y decidió no acercarlo hasta donde David se encontraba, sino que quedo en el mismo lugar.
— ¿Desde cuándo estas acá? —preguntó ella, mirando los cuadros que habían. Eran cientos.
—No debo responder preguntas personales, pero esta la dejaré pasar. Hace tres años.
Emma asintió, ya sabía la respuesta pero no se le ocurría que preguntar.
—No luces como un chico de veintiún años.
Él no le respondió y Emma lo quedo mirando como si se tratara de un extraterrestre, como si de un segundo a otro hubiera aparecido una segunda cabeza en el cuello de David.
—Veo que no tienes preguntas, podemos seguir con el reconocimiento de la EBE.
Emma jamás había encontrado encantador o agradable a David, sabía muy bien que era una de las mejores personas con las cuales jamás se encontraría, pero ese detalle decidió guardarlo en su mente, ya que él no era de su agrado, para nada. Siempre estaba con su hermano y ella toda una vida se había destacado por ser celosa de su familia.
Sin embargo, no dejaba de afectarle ver a este extraño, que en un pasado no habría dudado en rodearla con sus brazos mientras le decía lo feliz que estaba por verla.
— ¿Tu pusiste esas luces en la habitación que me asignaron? —preguntó, recordando la noche recién pasada.
—Me preguntaron que podía hacerte sentir bien y solo les entregué información sobre tus gustos, por ello me hicieron pintar la habitación de esa forma.
Emma habría encontrado secretamente encantador aquel gesto, pero por la forma que lo decía David, parecía que hubiese sido igual matar a alguien que pintar una habitación. Sintió escalofríos por tener aquella persona ante sus ojos.
—Entonces ¿vemos las instalaciones? En su mayoría, a las que tú puedes acceder, están en este piso y en el veinticinco.
— ¿Qué hay en los otros pisos?
—Sectores que no están habilitados para estudiantes.
De inmediato ella recordó cuando buscó el nombre de David anoche.
— ¿Por qué no estás en los registros? Anoche te busque, pensando que pudiste haber sido raptado por la EBE aquella noche.
—No soy un docente, soy un Sargento que esta en este establecimiento porque te encontraron. Querían que vieras un rostro conocido.
Ella frunció el ceño, recuperándose lentamente de la impresión que le estaba dando David.
—La persona que tengo ante mí es un desconocido.
—Eso mismo les informe, pero no lo tuvieron en consideración.
David se puso de pie y caminó hacia la puerta, la que abrió sin siquiera tocarla.
—Oh es cierto —dijo ella, mirando a David como si fuera su peor enemigo —había olvidado el pequeño detalle de tu telequinesis.
—Tengo la habilidad de la telequinesis, por lo que te recomiendo que me sigas, no soy alguien muy paciente y podría hacer que me sigas sin mayor problema.
Emma abrió su boca, sin poder pronunciar una respuesta ante aquella amenaza. Solo pudo ponerse de pie y seguir con unos pasos de distancia a quien había sido el mejor amigo de su hermano.
Comenzaron a recorrer diferentes pisos, sin usar el ascensor ya que tenían la opción de las escaleras.
—Esta es la sala de dialectos, hay un profesor para cada grupo de alumnos que comparten idioma, de esa forma podrán aprender las demás a la par. En un año deberás tener mínimo tres en tu expediente y manejarlos como si fuera tu lengua de nacimiento.
— ¿Tu manejas bien los idiomas?
Freilich —dijo con un acento alemán.
Emma hizo una mueca de desagrado al escucharlo. Al parecer David también se había vuelto pedante.
—No hay otros estudiantes con tus habilidades, es por ello que tendrás clases conmigo, tenemos en común el uso de la mente para manejar nuestro poder. Más adelante se te irán adhiriendo otras clases que compartirás con los estudiantes que están en formación y que todos tienen en común, como el uso de armamento, lucha, informática, manejo de móviles de todo tipo.
—Y cómo hacer volar en pedazos a gente inocente ¿eso también está dentro de mis asignaturas? —preguntó Emma, sintiendo que la sorpresa de ver tan apático a David se iba pasando e iba siendo reemplazada por la ira de ser traicionada.
Se sentía engañada.
—Mis clases serán intensivas por dos semanas, luego comenzarás a unirte a las demás a medida que puedas ir desarrollándote. Estás tan delgada y débil que no podrías luchar con nadie en estos momentos.
David no había respondido a su pregunta y ni siquiera le puso algo de atención. Seguía hablando e informándole sobre sus futuros estudios.
—Este es el sector habitacional masculino de estudiantes, esta demás decir que se encuentra prohibida la entrada de alumnos a las habitaciones de compañeros, ya sean hombres o mujeres, nadie busca que se reproduzcan, sino que hagan su trabajo y estudien.
Solo en ese preciso momento David la miró por unos segundos.
Emma sintió como sus mejillas se sonrojaban por la aclaración que estaba dando David. Estaba demás decir que ella jamás había tenido relación alguna, ni siquiera se había sentido atraída por algún chico o chica. En el mundo de Emma no cabía espacio para esos detalles, como los hacía llamar ella.
David curvó levemente sus labios, en un intento de sonrisa que no se llegó a formar y luego volvió a darle la espalda.
Emma creyó que se lo había imaginado.
— ¿Preguntas? —dijo con aquel tono frio.
— ¿No hay acceso a aire libre? Estar bajo tierra me da un poco de claustrofobia.
—Tus objetivos tienen que estar dirigidos a estudiar y entrenar por un año, las salidas del establecimiento se limitan a quienes ya tienen algún grado dentro de la EBE, para los demás están completamente prohibidas.
Emma negó, sorprendida. No podía imaginarse estar encerrada en aquel lugar por tanto tiempo, no cuando ella desde pequeña había vivido en un ambiente natural.
— ¿Nadie ha escapado de aquí?
—No, pero lo han intentado —respondió mirando hacia arriba.
—Que alentador.
—También tendrás asignaturas extras —dijo siguiendo con el hilo de la conversación —música, etiqueta, entre otras.
— ¿Qué es eso de Música?
—Todo eso te servirá cuando llegue el momento de actuar y te tengas que infiltrar en diferentes cenas de políticos o personas con dinero. Fuiste criada como yo, casi como un salvaje y debes aprender muchas cosas que te has perdido del mundo por estar en el mismo infierno.
Ella se mantuvo en silencio unos segundos, no se podía imaginar que hubiera muchas personas como las que decía David, ya que el mundo estaba colapsando.
— ¿Aún hay personas con dinero? —preguntó ella.
—Historia, también será una asignatura que tendrás que estudiar para no hacer preguntas estúpidas.
— ¿Piensas eliminar la Estación Lunar, David? —su tono irónico indicaba que cada vez él estaba logrando que su humor empeorara.
—Sin duda llegaré hasta allá.
David siguió indicándole cada lugar de la EBE y luego volvieron hasta la sala que él tenía.
—Primero que todo, si bien nos conocimos en el pasado, te debes dirigir a mi como Sargento Niemann.
Emma se sentó en el taburete donde él había estado, cerca de los cuadros.
—David, el día que te llame de esa forma, será cuando desee quedarme en este lugar. No recibo ordenes de nadie, nunca lo he hecho.
Él cerró la puerta y luego la miro por unos segundos.
—Ya no puedes seguir comportándote como una niña.
—Oh no, me refiero a seguir comportándome como una persona con libertad.
David se acercó a una de sus estanterías y sacó un libro, luego se acercó a Emma y se lo ofreció.
—Como tú digas, debes llevarte este libro sobre historia, es bastante corto, espero que lo termines hoy.
Emma tenso su mordida, estaba comenzando a odiar como David la dejaba hablando sola sobre algún tema. Simplemente no se detenía a escucharla.
—Ahí estará la información sobre como fuimos creados, tanto nosotros, como nuestros padres.
Al tener más cerca a David, ella noto como tenía una cadena que se escondida en su overol.
— ¿Qué es eso? —dijo ella acercando su mano lo suficiente como para que el diera un paso atrás.
—Acabo de recordar que tengo que entregarte las tuyas.
Se acercó a un mueble, de donde saco una cadena con las placas militares. Aquellas no sonaban y sus datos estaban moviéndose constantemente porque eran placas digitales.
—Se irá actualizando a medida que vayas ascendiendo.
Ella tomó las placas y luego miró a David, directamente a sus ojos verdes. Cuando él frunció su ceño por aquella mirada tan directa, Emma pudo ver un poco del David que conocía.
—Nosotros nunca fuimos amigos —dijo ella, llamando la atención de él —incluso, nunca me caíste bien a pesar de que no dejabas de tener esos gestos amables conmigo, pero si tu hermana hubiese llegado a mí en estas condiciones, la ayudaría a escapar, no a hundirse en este infierno.
—No tengo ninguna hermana, señorita Miller.
Cuando la llamó de esa forma y la miró tan intensamente, no pudo evitar mirar hacia otro lado. La estaba incomodando.
—Ahora sugiero que vayas hasta tu habitación y leas el libro, no quiero responder las típicas preguntas existenciales porque no te informaste.
Emma se puso de pie y abrió la puerta como si necesitara salir para volver a respirar. Estaba furiosa.
—Y si te estoy ayudando a salir del infierno que es la Tierra ¿no crees? —pregunto él, mirando de nuevo el cuadro en blanco.
—Prefiero pasar hambre que estar aquí encerrada.
Cerró la puerta y se dirigió hasta su habitación. Sin otra cosa que pensar, abrió el libro y comenzó a leer. Se imaginó que era algo así como las preguntas frecuentes que podría tener un alumno que recién entraba a la EBE, aunque no pudo concentrarse en las letras, solo tenía en su mente a David.
Volvió a recordar el recorrido que recién había terminado, su forma de hablar, caminar y esa mirada que tanto le incomodaba. No quedaba rastro de quien una vez fue.
—Vicente te rompería la cara para hacerte despertar —susurró enojada.
David le había mostrado todo el lugar, por lo menos a los sectores que ella podía acceder, como también esclareció un par de reglas dentro de la EBE. Una cosa estaba clara y era que no podría salir de aquel lugar sin la ayuda de alguien.
Su única opción era David, tanto por sus conocimientos como por su poder, sin embargo, debía buscar una segunda opción y estaba claro que el Teniente Stone no serviría de nada ya que era como un robot. La única opción que quedaba era los otros alumnos, personas a las que aún no les lavaban el cerebro como al sargento y al teniente.
Con esta nueva idea, estuvo más dispuesta a tomar el libro que David le había dado y comenzó a leerlo. Ciertamente tenía información básica sobre el origen de la EBE y los objetivos que tenía, pero las páginas que llamaron realmente la atención de Emma fueron las que trataban sobre ellos.
—Aún no se sabe el origen de dicha alteración genética, hay hipótesis sobre una manipulación científica o un accidente de laboratorio, pero no se ha podido aclarar el origen de estas Estrellas, ya que en su mayoría se encuentran en la Estación Lunar, donde se estima que un noventa y ocho por ciento de la población pertenecen a esta especie.
Emma frunció el ceño ante aquel término.
— ¿Estrellas? Pudieron elegir algo menos… —antes que pudiera seguir su oración, se dio cuenta del nombre de la EBE y lo que David le estaba diciendo —ahora tiene algo de sentido —susurró.
En Busca de las Estrellas, la EBE, según Emma parecía que no solo estaba tratando de eliminar la Estación Lunar solo por ser el hecho y la representación de la mala economía mundial, sino por las personas que las conformaban, personas como ella y David.
Emma volvió a fruncir el ceño, dándose cuenta de detalles en los que no se había detenido a pensar.
— ¿Qué habilidad abras tenido como para que la EBE te persiguiera, Estrella? —dijo pensando en Vicente.
Decidió que lo mejor que podía hacer, era crear una lista con todas las preguntas que quería hacerle a David, para el día siguiente. Aun le quedaba mucho tiempo para leer el libro.
Activó el teclado digital en la mesa y un segundo después apareció la pantalla en la pared, pero debido a que sentía un dolor en la espalda por toda la acción del día anterior, decidió ir hasta la cama. Deslizó y envió el teclado hasta la cama, donde se semi sentó y comenzó a escribir mientras ante ella una pantalla digital le iba mostrando todos sus escritos.
Mientras estaba en eso se le ocurrió la gran idea de crear una nueva carpeta con nuevos archivos, donde comenzó a escribir todo lo que había estado sucediendo durante el último tiempo. De alguna forma le servía como terapia para sobrellevar todos los cambios que atacaban su vida.
El principal protagonista de sus escritos era David.
Luego de desahogarse escribiendo, volvió a tomar el libro y lo leyó en voz alta para no quedarse dormida.
Ese día su comida había parecido en la mesa de noche con una nota del teniente Stone que le advertía que sería el último día que recibiría tal atención, que para mañana tendría que compartir con sus compañeros en el comedor.
—Un miembro debe tener todas las habilidades para actuar ante una situación de peligro, de acción, de actuación o de negocios sin mayor problema. De esa forma engañará y podrá infiltrarse en diferentes situaciones que proporcionarán una mayor información.
Emma negó, recordando las palabras de David.
Luego se dirigió hacia los baños, que estaban vacíos porque eran altas horas en la madrugada. Lavó sus dientes, disfrutando varios minutos de aquel placer que le otorgaban. Volvió a su habitación y se recostó, sin poder sacarse de la mente a David y en lo que se había convertido.
Sintió rabia y no la podía controlar, si bien nunca le agradó David, ahora las cosas no iban mejor. Ella deseaba que fuera el de antes, por lo menos con ese David no sentía lastima, ahora era diferente e incluso le daba pena verlo de esa forma. Si su madre o Vicente escucharan lo que ella tenía que decir de David, jamás le creerían.
—Tente… —susurró, recostada bajo las suaves sabanas, pensando en cuanto había querido su hermano a David, era su mejor amigo.
Ella estaba seguro que si lo viera ahora como estaba, le partiría la cara a golpes… o por lo menos lo regañaría por horas.
Se quedó dormida pensando en su hermano y David.

Emma tenía doce años cuando vio discutir a Vicente y David de forma más seria. En el pasado habían discutido cientos de veces como sucedía en cualquier amistad de años, pero en esta ocasión era debido a algo que hizo Vicente.
—No —dijo David, negando enérgicamente.
Ella estaba a un costado de la entrada, espiando mientras su madre había ido en busca de algo de comida. En el interior de su choza estaba su hermano y su amigo.
—Lo siento, pero es algo que no puedo evitar —respondió Vicente.
—Vicente, ya te lo dije en el pasado.
—Lo sé, pero no voy a cambiar.
David miro detenidamente a Vicente, quien no tenía palabras para lo que al parecer le pedía su amigo.
Emma nunca los había visto discutir, pero a pesar de que no se estaban gritando supo que ellos estaban discutiendo por algo muy serio. Cuando David levanto su mano derecha, pensó que iba a golpear a Vicente y se estaba preparando para saltar a defenderlo, pero nada sucedió. Su hermano dio varios pasos hacia atrás, alejándose de él, pero en su mirada había algo extraño, era sorpresa y miedo a la vez.
—David.
—Ya te lo dije.
Ella escapo rápidamente para esconderse en otro lugar cuando David salió de la casa y se fue rápidamente del lugar.
No se hablaron por una semana completa y su hermano parecía un muerto viviente, nunca lo había visto tan desanimado. Ella trataba de averiguar porque habían discutido, pero Vicente no le daba más que respuestas cortante y le dejaba en claro que no siguiera preguntando. En ese entonces tenían quince años.
Tuvo que pasar toda una semana de tensión para que finalmente fuera el mismo David el que los volvía a visitar, con aquella sonrisa tan característica que tenía cuando los visitaba.
—Hola, Emma —dijo desbordándole el cabello, otra vez.
—No vuelvas a desaparecer de esa forma —le exigió Emma, de mal humor.
—Si me lo pides así, no me puedo negar —respondió.
Luego entro a la casa y volvió a conversar con Vicente.

Cuando la alarma general sonó y despertó a todos los miembros de la EBE, Emma no dudo en apuntar una nueva pregunta a su lista. Ahora que recordaba con claridad ese sueño y recuerdo, quiso saber porque David había alejado con su poder a Vicente, ahora le parecía obvio que había usado su habilidad. Deseaba saber desde cuando ambos habían descubierto que eran… Estrellas.


 Holaaaa, un nuevo capitulo chicas, espero que les haya gustado. Me alegro un montón que les este agradando la historia, gracias por sus comentarios, siempre son un excelente plus que ayuda a seguir con la trama. Como es la introducción a este mundo, estos capis estarán un poco lentitos, para que conozcan un poco de la situación y tecnologia de este mundo futurista. Esta demás decir que nuestro misterioso David tiene mayor protagonismo en los siguientes capitulos ;) ¡Saludos!

6 Lectores:

  1. ♡.♡ simplemente son tantas preguntas que no las haré, dejaré que avance la historia, gracias. Esta muy buena la trama ^-^
    Jajaja siento que David va a enviar al carajo a Emma con todo y sus preguntas jajajaja, por otra parte, también creo que no debería relatar todo en una computadora, puede que busquen exactamente que hace en su pc en la pc mayor y se vuelva una idiota entregando información a la ebe

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  2. me esta gustando esto >o< aunqe aun no tengo muy claro esto de la EBE y la estación lunar cuales son los "buenos"? xDDD Espero el otro capi >o< me intriga esta gente pesadita >:c qiero saber qe ondi ... qe les pasa ... porqe tan pesaditos xD Esperemos qe David le responda algunas cosas a Emma xDDDD

    Saluditos <3

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  3. Aa me he quedado con un monton de preguntas en mi mente pero yo se q mas adelante se resolveran excelente trama

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  4. Podrecitta de Emma. Oh ese David que el paso me encanta la historia digue asiiii

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  5. Que esta pasando aqui pense kue la iba a abrazar pero ya veo kue no o a consolar pero no. Pero bueno sigue hace me gusta mucho el misterio falta muchas cosas por saber

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  6. Que penso David cuando el dijo que no estan ahi para reproducirse oh esto esta cada vez mas interesante me esta gustando al igual que la personalidad de Emma me recuerda a alguien que conozco.
    Gracias por otro capitulo espero el otro con ansias

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