lunes, 26 de enero de 2015

Un Ángel Negro - Capitulo 9


“Un nuevo comienzo”

Dana se estaba vistiendo con la ropa que Ethan trajo para ella, la había sacado del armario de su madre, así que le quedaba un poco grande, de todas formas le servía.
Habían pasado varias horas desde el desayuno y recién se habían animado a salir de la cama. Dana no tenía deseos de hacerlo, ya que estuvo muy cómoda hablando con Ethan. Al salir y separarse de él, todo el remordimiento de sus acciones, llegó de golpe.
Ethan pudo notarlo de inmediato. No deseaba que ella se sintiera mal, pero tampoco podía hacer mucho para quitarle esa sensación a Dana, solo debía esperar a que ella empezara a confiar en él de un día para otro.

—Te acompañaré a casa de Adam —dijo él, sentando al lado de Dana, en la cama.
—No es necesario, no es como si fueras mi niñera o algo por el estilo.
—De todas formas lo haré —dijo acercándose a ella, para besar el cuello de su ángel.
—No, Ethan —Dana se alejó para que no la siguiera besando, lo miró con el ceño fruncido —basta.
Él sonrió, pero decidió hacer lo que ella pedía.
—Muy bien, vámonos.
—Tú no tienes que ir a ninguna parte conmigo —dijo ella, poniéndose de pie y ajustándose el pantalón.
—Iré de todas formas.
Dana iba a explicarle alguna excusa para no seguir a su lado, ya que la desconcentraba, pero él salió de la habitación. No tuvo otra alternativa que seguirlo.



Adam estaba de brazos cruzados, mirando a Lilia que le había dado otra demostración de cuan poderosa era ahora.
—La base para que siga avanzado tu poder, es la Oscuridad que hay en ti misma. Lo primero que debes hacer es no seguir usando tus habilidades por un tiempo, solo hasta solucionar lo demás —explicó Adam.
Estaba vestido con ropa deportiva, dejando sus brazos marcados descubiertos. Sus músculos estaban tensos, lo que solo lograba distraer a Lilia.
— ¿Va a disminuir de esa manera mi poder?
—No, eso es imposible, ya está en ti. Solo recuerda a Dana, ella no se ha deshecho de ninguna habilidad que obtuvo en el pasado, pero su alma es diez mil veces más limpia que en ese entonces. Hubo redención.
Lilia suspiró y se acercó hasta el Caído. Se encontraban en el gimnasio de la gran mansión y nadie podía molestarlos. Rodeó a Adam con sus brazos y apoyó su frente en el hombro de él.
—Yo sé lo que me puede ayudar a sanar. Matar a Gabriel.
—No es así, amor —hizo que ella lo mirara —seguirás extrañando a Arial, aun si eliminas a Gabriel.
— ¿Entonces?
Él sonrió triste, sintiéndose culpable por el estado de Lilia.
—Tendré que hacerte feliz, para que te recuperes.
A ella le fue inevitable sonreír por las palabras de Adam, podía ser muy tierno cuando se lo proponía.
—Vamos a hablar con Eric ¿lo has pensado un poco? Él nos puede dar noticias de Arial, algo que sepa ¿no?
—Sí, lo estuve pensando unos minutos… y sí, creo que he estado siendo injusta con él. Además, ahora que lo pienso, puede ser que por mi culpa él no ha bajado a visitarte, quizás sabe lo desagradable que me parece.
Adam acarició el mentón de ella, con su pulgar, observando atentamente los ojos violetas de Lilia.
—No lo creo, algo ha sucedido con Eric. No es el mismo.
—Debe gustarle mucho ser un Dominacion ¿sabes? Porque yo habría dejado toda relación con la Luz, si hubiese estado en su lugar. Ellos debían saber lo que pasaría con Arial ¿sabes? Siempre saben todo.
Adam asintió, pensando en las palabras de Lilia, ya que tenía toda la razón. Él jamás habría aceptado seguir en la misma labor, si hubiese perdido a Lilia entre alguna de las jugarretas que tenían la Luz y la Oscuridad.
— ¿Sabes? —susurro ella, empinándose para poder rozar sus labios con los de Adam —ya sé cómo me puedes hacer feliz en este momento, justo ahora.
La concentración del Caído volvió a Lilia y descubrió de inmediato lo que estaba pesando la Nephilim. Sin prolongarlo otro segundo, la rodeó con sus brazos, levantándola del suelo para que ella rodeara su cadera. La llevó hasta el primer mueble que encontró mientras la besaba, logrando que la respiración de la Nephilim se volviera descontrolada.
—Me agrada esto —dijo él, besando el cuello de ella, mientras sus manos se dirigían hacia los senos de ella.
Lilia encantada sentía las manos del Caído. Sin embargo, no pudieron continuar, ya que tocaron al timbre de la gran casa.
Ambos se detuvieron, ya que si alguien estaba golpeando a la puerta de Adam, al atardecer, no debía ser nada bueno. Ambos fueron hacia la entrada principal, sin pensar por un segundo en quienes encontrarían al otro lado de la puerta. Es por ello que cuando Lilia abrió la puerta y vio a Dana junto a Ethan, ambos, Lilia y Adam, se quedaron sorprendidos.
Dana se quedó helada, sintiendo como todas las palabrerías que Ethan había usado con ella, ahora se habían evaporado ¿Qué hacia allí? ¿Qué le importaba a ella Lilia y Adam? Nada, simplemente al verlos perdía toda conexión de amistad que mantuvo en el pasado. No podía controlar el enojo que sentía.
—Esto es inu… —comenzó a decir el ángel negro, pero Ethan tomó con fuerza su brazo izquierdo y detuvo cualquier posible movimiento, además de interrumpirla.
—Buenas tardes, a ambos —dijo Ethan y sin darle tiempo a nadie de detenerlo entró con Dana a la gran casa, dirigiéndose, sin haber sido invitado, hasta la sala.
Por un momento todos se quedaron sin saber que hacer o decir. Adam y Lilia no estaban preparados para unas visitas tan peculiares como ellos.
—Bueno, esto será interesante —dijo Adam, cerrando la puerta, para después junto a la Nephilim, seguir a Dana y Ethan.

Cuando los cuatros estuvieron sentados y observándose en silencio, el ambiente se tornó aún más incómodo, pero Ethan estaba dispuesto a ayudar a Dana.
— ¿Has seguido saliendo por las noches? —preguntó el vampiro, mirando de soslayo a Dana.
—No —respondió Lilia, tajantemente. Era cierto que había compartido noches con Ethan, buscando a Gabriel además de haberla ayudado con su madre, pero eso no significaba que ambos fueran amigos.
—Adam dijo que te estabas haciendo amiga de mi padre —dijo Dana, sin controlarlo. Ver a Lilia hablándole de forma tan fría a Ethan, hizo que respondiera de aquella forma.
Por esa razón no quería que Ethan la acompañara, no dejaba que se concentrara.
—Voy a ser sincero —dijo Adam, llamando la atención de todos — ¿ustedes volvieron?
—No —dijo Dana, muy seria.
—Si —dijo Ethan sonriendo, adivinando la respuesta de su ángel —no realmente.
—Esa no era la pregunta correcta —dijo Lilia, mirando a Adam — ¿Sigues siendo un ángel Dana?
—No —respondió ella, mirando hacia un lado, muy orgullosa.
—Entonces, después de todo este tiempo ¿Qué te hizo venir hasta aquí? —pregunto Adam, en tono amable.
—Puede… —dijo Dana mirando hacia cualquier punto, menos a Adam o Lilia —que los haya malinterpretado.
—Oh entonces vienes a disculparte —dijo Adam sonriendo.
—No —esta vez fue Lilia la que respondió por Dana, luego se dirigió a ella —antes, cuando no estabas… hablamos este tema, tienes todo el derecho para estar enojada. Sabíamos cosas que tu no, pero debes entender que luego todo lo hicimos para que ustedes se reunieran. Con Adam nos negamos a aceptar los regalos de la Luz… pero ya sabes como son.
—Como sea —dijo Adam, para que el ambiente dejara de estar tan tenso —ya no tienes tus increíbles espadas ¿no? De seguro necesitarás algo para defenderte de los demonios. Aun guardo tu Daga, la que me diste a cambio de que te ayudara. Cuando me volví un Caído, terminé lamentando no tenerla conmigo… puedes pasar esta noche a buscarla.
Dana los observo de forma sospechosa.
— ¿A cambio de qué? —preguntó Dana.
—De nada, obviamente.
Todos se quedaron en silencio por unos segundos hasta que Dana suspiró, sintiéndose confundida. Se había decidido a odiarlos, pero ahora estaba sentada con ellos, conversando y todo por culpa de Ethan.
El vampiro se mantenía serio, inexpresivo. Usualmente era así, solo se mostraba dulce cuando estaba con Dana, era a la única que le mostraba aquella faceta. Y al verla conversando con los que fueron sus amigos, se sintió bien de haberla llevado hasta ese momento.
—Bueno —dijo el vampiro, poniéndose de pie —tengo algunos asuntos que atender, que tenga un buen día, nos vemos.
— ¿Qué? ¿Qué asuntos? —pregunto Dana, alarmada por quedarse a solas con Adam y Lilia, no tenía pensado estar en esa situación ahora que Ethan la había acompañado. Se lamentó por verse tan dependiente del vampiro.
—Asuntos privados —respondió Ethan, muy poco elocuente, lo que extraño a Dana —nos vemos.
Antes que alguien dijera algo más, él desapareció.
—No me acostumbro a su velocidad, si se quedara quieto y en silencio, seguiría siendo el Ethan de antes —dijo Dana, dejando que sus pensamientos se escaparan y los dijera en voz alta.
—Es cierto —la apoyó Lilia —es diferente, más frio y realmente mortal cuando se enoja. Por lo menos eso aprendí cuando salía en las noches con él.
“¿Frio?” Pensó Dana, incapaz de sentir de esa forma a Ethan, aunque no le pasó desapercibida la expresión seria que mantuvo durante todo el tiempo que se quedó con ellos.
—Finalmente se ha ido el vampiro.
Todos se quedaron en silencio al escuchar la voz de Eric.
Apareció ante ellos, como si hubiese estado acompañándolos en todo momento. Estaba con su armadura y para sorpresa de Adam y Lilia, llevaba el cabello corto.
—Tu pelo —dijo Adam con sus ojos bien abiertos —jamás te había visto así.
—Eric —susurro Lilia, tan sorprendida como Adam al ver el rostro del Dominacion. Parecía un nuevo ser y… no le agradaba, no se parecía en nada al que habían conocido.
—Traigo mensajes —dijo apoyando su mano en la empuñadura de su espada —aunque lo primero es bastante obvio —miró a Dana —estás destituida por haber tenido una relación fuera de lo establecida con un humano, tus armas fueron confiscadas y desde ahora te puedes hacer llamar un Caído, envejecerás como uno y tu alma se verá afectada por los pecados que realices.
Todos fruncieron el ceño al escuchar la voz monótona y casi robótica por parte de Eric.
—Ahora bien, traigo noticias más importantes que aquella.
— ¿Es sobre Arial? —pregunto Lilia sin poder contenerse.
Esa pregunta descompuso la expresión de Eric, que solo le dio una mirada glacial a Lilia.
—Están eliminando a los demonios que eligen la Redención —dijo Eric, sin mirar a Lilia —se necesita ayuda.
— ¿Y por qué habríamos de ayudarlos? —preguntó Dana, sin sentirse intimidada por la nueva faceta de Eric.
—Por los esfuerzo y los sacrificios que se llevaron a cabo para que eso sucediera. Yo solo cumplo con informarles, no hay sospechosos, no sabemos nada sobre el o los atacantes. No tengo nada más que decir.
— ¿Eric? —pregunto abrumado Adam, sin poder creer la actitud de su amigo —no te puedes ir aun, llevas demasiado tiempo desaparecido. Hablemos por unos minutos.
—Tengo trabajo que cumplir, Caído.
— ¡Pero que mierda es esta! —Dijo Lilia, levantando la voz y sorprendiendo a todos por usar una mala palabra — ¿Quién te has creído para tratarnos como si fueranos basura?
Dana se puso de pie, pensando que en cualquier momento Lilia se lanzaría por la vida de Eric. No la quería rostizada, así que la detendría si eso sucedía.
—Por lo que veo solo estas desperdiciando la vida que te dio Arial, yo sabía que tú no la amabas. Ella estaba equivocada al amarte.
Dana cubrió su boca al escuchar lo que decía Lilia, era demasiado hiriente con Eric, incluso ella podía notar eso.
—En algo no estás equivocada, Nephilim, ella no debió dar su vida por mí.
Adam dio un paso para acercarse a Eric, pero este expandió sus alas y desapareció.
— ¿Qué fue eso? —preguntó Dana, tan sorprendida como los demás.



Eric apareció ante los nuevos novatos, a varios metros de distancia. Eran menos de 20, lo que era bastante bajo comparado con las otras generaciones de Arcángeles que había entrenado.
—No deberías ser tan dramático ¿sabes? —le dijo Noelia, tan espectacular con sus alas y eso que solo tenía expandida un par. Al ser Serafín, tenía tres pares de alas. Esta vez vestía con su túnica y armadura, luciendo letal.
— ¿Qué haces aquí? Ya fueron informados —dijo Eric levitando hacia sus futuros alumnos, que esperaban ansiosos —preferiría que enviaran a alguien más para ese tipo de mensajes, tengo una agenda ocupada con los Arcángeles.
La mano de Noelia se posó en el hombro de Eric, logrando que este se detuviera y la mirara sospechoso.
—No puedes seguir así de amargado.
—Puedo seguir como yo quiera, ustedes solo necesitan a alguien que se encargue de los Arcángeles ¿no? Bueno, estoy haciendo mi trabajo.
—Eric —dijo ella, preocupada —sabes que debes dar más que eso para poder verla otra vez.
La mordida del Dominacion se tensó, no quería hablar de Arial con nadie, menos con Noelia.
—Tengo mucho que hacer, permiso.
Se alejó más rápido de Noelia para alcanzar a sus alumnos, sin poder dejar de pensar en las palabras de Noelia.
Eric sentía constantemente como si alguien estuviera con un atizador caliente, quemando su pecho. Todo el día pensaba en Arial, siempre recordaba cada detalle de cuando estuvieron juntos, aunque hubiese sido por un corto tiempo. Cada minuto se recriminada por haber sido lo bastante lento como para no salvarla. Habían días que se enojaba con Arial solo por no haber aceptado ser uno de ellos. Ahora estaría junto a él, riéndose y enseñándole a los futuros arcángeles, como eliminar demonios.
La extrañaba tanto que le dolía, cosa que no era natural en un ángel Dominacion, pero no podía evitarlo. A veces deseaba olvidarla, solo para no sentir todo el pesar de no tenerla a su lado, quizás, hubiese sido mejor que borraran su memoria como lo hicieron con Dana. Sin embargo, dos segundos después, se arrepentía de aquellos pensamientos. La amaba y no pasaría ni un día sin desear verla, sentirla… escuchar su voz.
De seguro le diría que se estaba comportando como un patán, sobre todo con Lilia y Adam. Si bien la Nephilim no era su amiga, había sido prácticamente la hermana de Arial, además estaba sufriendo como él y estaba cayendo en la Oscuridad por ello. Sabía algo de eso, pero no deseaba involucrarse.
— ¿Eric? —Dijo una Arcángel recién ascendida — ¿comenzamos?
El Dominacion suspiro, cansado.
—No, vuelvo en un tiempo más. Pronto se les avisara.
Dio media vuelta, negando y sintiendo los hombros pesados. No debió comportarse de esa forma cuando dio el mensaje a Adam y las chicas. Aunque no lo hacía por los demás, sino por el remordimiento que sentía ante la idea de que Arial se enterara, era tan astuta que no le sorprendería si algún día se la encontraba a la vuelta de alguna esquina.
Suspiro otra vez y cerro sus ojos, dejándose llevar por sus alas.

Ahora se encontraba en la oficina de Adam, en la gran casa, aquella habitación que ocupaban para temas serios. No tuvo que esperar mucho para ver que su amigo entraba por la puerta.
—Ya me parecía extraño escuchar un aleteo por acá —dijo Adam, sonriendo.
El Caído se acercó a Eric y se sentó en el otro extremo del gran sofá.
—Las chicas están en la cocina, creo que ahora desean comer algo como excusa para pasar tiempo juntas. Dana volvió con un humor horrible, estaba insoportable, pero al parecer, Ethan está sirviendo de algo por primera vez.
Eric tenso su mandíbula. Odiaba esa característica de Adam, él siempre era muy leal, incluso se había vuelto en un Caído por no poder eliminar a un ángel que se había convertido en un demonio, eso hablaba bastante de él. Solo tenía mala suerte en el amor, aunque ahora las cosas estuvieran a su favor.
—Podrías ahora tomarte un minuto para explicarme eso de las muertes ¿no? Si necesitas de mi ayuda, no hay problema, puedo averiguar algo para ti ¿este Gabriel involucrado? Estoy cansado de tener que buscarlo.
Eric miro hacia otro punto, pensando en cuanto odiaba a Gabriel, solo por haber estado involucrado en la muerte de Arial. Todos habían tenido su ración de culpa.
—No, ese demonio está siendo lo bastante pasivo y patético para seguir lamiendo sus heridas. No se sabe quién es, yo no estoy a cargo de investigar, solo soy un mensajero. Varias muertes se han realizado en los Portales demoniacos, aquellos que llevan al mismo Infierno.
Adam asintió, pensativo.
—Lucifer debe estar enojado por perder a varios de sus demonios y no me extrañaría que le diera aquella misión a Gabriel, es su perro más poderoso ahora que no está Azazel.
Aquel nombre solo hizo enojar a Eric, aunque lo oculto bastante bien. No deseaba hablar de lo sucedido.
—Haré todo lo que este en mis manos, pero yo también tengo un favor que pedirte.
Eric lo miro sorprendido, debía ser algo relacionado a Lilia.
—Y tienes prohibido irte sin avisar como hace un rato atrás, eso fue bastante infantil. Además me lo debes, no has bajado hace meses y prácticamente nos olvidaste… ¡y eso que te he ayudado tanto! Estás en deuda.
—Deja de hablar tanto, es obvio que estás nervioso. Habla de una vez.
Adam suspiró, era lamentable cuando debía mentir o pedir un favor.
—Necesito saber si has tenido algún tipo de contacto con Arial… Lilia se está perdiendo por cuanto la extraña.
—No —respondió de inmediato Eric — ¿no es normal que este de luto por su perdida?
Adam se quedó mirando al Dominacion por unos segundos, sorprendido por la rapidez de su respuesta. Estaba mintiendo y él lo sabía muy bien.
—Eric… la amo y no quiero perderla. Necesito tu ayuda.
El ángel de ojos verdes se tensó, él podía entender la preocupación de Adam. Si hubiese estado en sus manos la seguridad de Arial, habría hecho lo imposible para ayudarla.
—No puedes decirle de esto a nadie —dijo Eric, incómodo —pero luego de lo sucedido, traté de dejar la Luz, es lo que más deseo, pero me atraparon.
— ¿Algún trato?
—Cada vez que ayude a la Luz, de forma transcendental, obtendré… un pase libre para ver a Arial.
Adam frunció el ceño, confundido, sin entender las palabras de Eric.
— ¿Pase libre? —Al entender de lo que se trataba, abrió sus ojos sorprendido — ¿Has…visitado el Cielo de Arial?
Eric asintió.
—Solo una vez hasta ahora.
— ¡Pero eres un ángel, eso está prohibido! Oh… debes ser muy bueno en tu trabajo para que te permitan ese privilegio ¿Cómo fue?
Eric sonrió, para sorpresa de Adam, ya que no esperaba ver una expresión parecida en el Dominacion, más ahora que lucía tan diferente con el cabello corto.
—Ya no tiene sus ojos rojos, sacaron todo lo demoniaco en ella. Tiene los ojos verdes… y sigue igual de desesperante.
Adam por un segundo pudo imaginar el dolor que sentía Eric, siendo limitado de esa forma y usando su dolor para mantenerlo al lado de la Luz.
—Necesito que Lilia la vea, que se despida de Arial.
Eric lo miro con el ceño fruncido.
—Para eso tendrían que hacerla bajar, ese tipo de ritual es peligroso y además está prohibido.
—Es mi única esperanza, Lilia no sana sola, necesita a Arial.
—No —dijo sonriendo Eric, expresión que no reflejaba ninguna alegría sino la sorpresa que le causaba escuchar la idea de Adam —es imposible, podrían incluso causarle dolor a Arial. No lo permitiré.
—Todo saldría mal si se hace de forma errónea, pretendo hacer todo a la perfección.
—No —dijo Eric, poniéndose de pie —ya suficiente sufrimiento ha tenido Arial ¿Crees que debería soportar ser atrapada de esa forma y usada por ustedes?
—Eric, tu sabes de esto… todo saldría bien, siempre has sido el que mejor se le da este estilo de cosas.
Era cierto, el Dominacion desde que era un Ángel Custodio, había estado interesado en todo tipo de rituales que podían llevar a cabo. Se había sumergido en libros y más libros, es por ello que podía hacer más de lo que se esperaba, es por esas características en él, que la Luz no lo dejaba ir.
—No quiero tener que recurrir a Sebastián, además tú también podrías verla.
— ¡Pero no es natural! Ella debería estar descansando.
— ¿Y de verdad piensas que Arial está feliz en su Cielo mientras todos están lejos?
Eric negó a las palabas de Adam, ni siquiera deseaba pensar en que ella no estaba disfrutando su propio cielo. Lo había pensado más de una vez, al recordar el momento de dejarla, notando como la nieve volvía a caer en aquel bosque de cerezos, sobre la cabaña que ella usaba como hogar.
—Debo creerlo.
—Bueno, entonces deberé recurrir a Sebastián, él es otro que se encarga de esto. No me agrada la idea ya que tú eras idóneo para hacerlo, por lo menos quería tu autorización, pero si no es así, tendré que hacerlo de todas formas, arriesgando que ella pueda sufrir en el proceso.
Adam se puso de pie, caminando hacia la ventana que había detrás del escritorio, pensando que su técnica para manipular a Eric funcionaria.
— ¿Cómo puedes ser así de egoísta?
No tenía sentido para Eric que Adam actuara de esa forma.
—Lo haré de todas formas, la pregunta es ¿Qué harás tú, Eric?
El Dominacion se puso de pie, acorralado por la horrible tetra de Adam. No tenía elección, no dejaría que dañaran a Arial por hacer un mal trabajo.
—Bien.



Muy lejos del plano mundano, Gabriel se encontraba en un gran salón donde la iluminación llegaba desde los grandes ventanales. Las llamas del Infierno podían ser poderosas.
—Gabriel, Gabriel… —dijo el gran demonio en su trono.
Lucifer lo había citado a una reunión eso sucedía cuando las cosas iban muy bien… o muy mal. Estaba con su apariencia humana, pero la sombra que se expandía por el piso, mostraba el monstruo que era, partes amorfas, con cachos e incluso hasta las garras de sus manos podían verse en aquella sombra.
Sin embargo, Lucifer era vanidoso y le gustaba tener esa imagen atractiva, que atrapaba a cualquier ser, ya sea hombre o mujer, demonio o ángel.
—Mi señor —dijo Gabriel, inclinándose un poco.
—Acércate…
Gabriel lo hizo, solo quedo a dos metros de los escalones que llevaban al gran trono. Dos ventanas habían detrás de este, dejando que las llamas de un mundo maldito y desolado, iluminaran el salón.
—He estado un poco preocupado por tu existencia ¿te sientes bien? —Dijo con un tono de voz que alerto a Gabriel — ¿Algún resfrió? ¿Alguna enfermedad por estar fornicando con algún ser indebido?
—Todo está bien, gracias —respondió Gabriel, notando los ojos negros que tenía esta vez el Rey de los Demonios. Siempre iba cambiando su forma, jamás lo había visto dos veces siendo la misma persona.
— ¿Entonces que explicación hay para que mi hija se esté revolcando con ese vampiro espía que tenemos? ¿Cuál es su nombre?
Gabriel tenso su cuerpo. La información que le entregaba Lucifer era de fiar, jamás mentía cuando estaba furioso. La idea de imaginarse a Dana con Ethan, no era algo que le agradara.
—Ethan.
—Interesante, ella se volvió en un Caído por pasar varias horas con él… pensaba que tu ibas a lograr ese cometido ¿No fue eso en lo que habíamos quedado?
Gabriel levanto la vista, sintiendo como el enojo recorría sus venas.
—No fue posible, su hija seguía siendo un ángel cuando nos encontramos, jamás podría haberla hecho caer.
Lucifer apoyó su espalda en el respaldo, para luego mirar hacia arriba, como si fuera a caer una mejor respuesta desde el mismo cielo de fuego que tenía como decoración.
—Lo importante es que dejó de ser parte de la Luz ¿no? —dijo Gabriel, inexpresivo.
— ¿Tú crees que eso me importa cuando su alma sigue intacta? Tú eras el encargado de hacerla caer.
—Eso era imposible, solo habría sido efectivo si la hubiese violado o me hubiese quemado por completo ante el intento. Su hija sigue siendo muy poderosa.
— ¡Me interesa muy poco la integridad de Dana y mucho menos en las condiciones que hubiese quedado tu piel! No sirves de nada, no sé en qué estaba pensando cuando decidí recibirte como un Demonio.
—Si lo desea, puedes eliminarme —dijo sin preocupación Gabriel. Podía ser respetuoso con Lucifer, pero eso no significaba que fuera a temerle. Una vez fueron enemigos.
— ¿No te han dicho que no debes jugar con fuego porque te puedes quemar? —un incómodo silencio se estableció entre ambos —Dime cuáles son tus planes, ahora mismo.
—Ninguno, señor —Gabriel se cruzó de brazos —las cosas no salieron como yo lo tenía planeado, ella simplemente me odia.
—Claro que te odia ¡Hasta yo te odio! ¿Crees que te estoy pidiendo que la enamores? ¡Eres un demonio! Perdiste esa capacidad de encantar hace décadas, Gabriel. No eres un Arcángel, eres un ser de la Oscuridad, uno muy guapo, pero no estamos hechos para esas cursilerías.
Gabriel no contestó.
—Quiero a Dana a mi lado, necesito ese poder a mi favor.
— ¿Por qué? —Pregunto Gabriel — ¿es tan poderosa como para acabarte? ¿Por eso la quieres?
Lucifer cerró sus ojos por unos segundos, pero los movía, como si estuviera observando de todas formas. Gabriel entendía que estaba espiando en el mundo de los humanos.
—Sabes muy bien de qué trata la Era de la Redención, mucho de mis demonios, nacidos como tal, están accediendo a cambiarse de bando… una nueva especie para la Luz ¿sabes? Incluso hay rumores sobre poseer alas, un nuevo color. Necesito que acabes con aquellos traidores.
Gabriel frunció el ceño.
—Ellos pueden tener la libertad de elegir, siendo demonios desde sus orígenes.
Lucifer bufo, molesto.
— ¿Desde cuándo un Demonio o un Ángel tienen la capacidad de elegir? Todos son castigados al hacerlo, así que quiero que ayudes a los demás, eliminándolos. Te daré la capacidad de poder saber de quienes se tratan.
Gabriel levantó los hombros, poco le importaba lo que sucediera con aquel tema. Si lo enviaban a asesinar, lo haría.
—Y quiero que te encargues de Dana, la quiero de mi lado.
—Ella no me quiere ver en pintura.
— ¡He dicho que la quiero a mi lado! —Rugió, poniéndose de pie —no entre tus brazos, deberás inventar algo, no sé, mata a Ethan y culpa a la Luz, estoy pidiendo que ensucies su alma ¿cuán difícil puede ser? ¡Eres un jodido demonio, Gabriel!
Lucifer noto como su demonio no reaccionaba, solo lo observaba inexpresivamente. Resopló cansado, no podía creer que Gabriel hubiese perdido su esencia.
— ¿De verdad quieres que ese Ethan tenga a Dana? ¿Lo permitirás? Porque si es así, dímelo de inmediato para acabar con tu inútil existencia.
Gabriel se quedó unos segundos en silencio, pensando en sus posibilidades. Por una fracción de segundo se vio con ella, con Dana, rodeando su cuello y besándolo como sucedió en el pasado. Ahora sabía que eso era imposible, por lo que reemplazo su imagen por una escena entre Dana y Ethan…su odio comenzó a florecer.
No existía ser que Gabriel no odiara más que a Ethan, quien jamás debió existir. Los juegos de la Luz habían sido crueles al darle ciertas virtudes al humano de Dana.
Gabriel sabía muy bien que el jamás podría herir directamente a Dana, no tenía la capacidad de enfrentarse a ella y matarla. Sin embargo, algo muy diferente sentía por Ethan… y quizás podría hacer las cosas un poco más entretenidas si antes de asesinarlo le demostraba a Dana que su querido vampiro, no era nada diferente a los demás demonios.
—Muy bien, Lucifer. Pero necesitaré cierto poder para que nadie sepa lo que estoy haciendo.
Gabriel asintió, sintiendo como las energías volvían a su cuerpo.
El Rey de los Demonios sonrió… siempre le agradaba ensuciar cada vez más el alma de quienes la habían entregado.
—Hecho, vete de una vez, demonio.
Cuando Gabriel desapareció, la pregunta que este le había dicho a Lucifer, volvió a la mente de Rey.
¿Por qué? ¿Es tan poderosa como para acabarte? ¿Por eso la quieres?
Porque es la única que tiene lo mejor de la Luz y la Oscuridad.
Y eso, eso podría acabar con todos.



Dana tomó la primera prenda que encontró cerca y se la puso bajo la mirada sonriente de Ethan.
—Esto no debió pasar, no otra vez.
Eran más de las doce de la noche y ella había vuelto desde la casa de Lilia y Adam hacía solo dos horas. Se había encontrado con el vampiro en la puerta de su departamento, ofreciéndole un café y unos panecillos dulces. Ni siquiera recordaba quien había iniciado todo como para volver a acabar en la cama.
—Tú fuiste la que me atacó, acercándote de esa manera y besando mi mejilla.
— ¡Era solo para agradecer el café! No para que te metieras entre mis sabanas.
Ethan sonrió, le era imposible estar de mal humor cuando solo hacia minutos, había tenido a Dana entre sus brazos.
—No deberías estar molesta, lo pasamos bien ¿no?
—Eso no viene al caso, de todas formas, vístete…
Ella se puso de pie, se había puesto la camiseta de Ethan por lo que le era imposible al vampiro llevar a cabo aquella orden.
— ¿Por qué quieres que me vista? ¿Temes que no te puedas controlar?
Dana se giró a verlo con el ceño fruncido.
—Que descaro de tu parte, te tienes en muy alta estima ¿no es así? Si bien no te quiero las veinticuatro horas del día a mi lado, iremos a recorrer ciertos lugares y para eso debes estar vestido.
Ethan se sentó en la cama, dejando que Dana notara sus músculos. Ella tuvo que desviar la mirada.
—Hoy no entrenaremos, pero quiero verte en acción, será un tipo de evaluación.
—Pero tú me has visto en acción —dijo de forma sugestiva el vampiro.
—Adam… me pido un favor e iremos a ver cierta situación, están eliminando a Demonios que han optado por la Luz —no tomo en cuenta las palabras de Ethan, solo siguió informándolo —Vamos a ayudar ya que Lilia no puede hacer nada sin salir perjudicada.
—Entonces podemos decir que tu relación con Adam y Lilia ha mejorado ¿no?
—Eso no es de tu incumbencia.
—Yo creo que si —susurro en el oído de ella mientras rodeaba la cintura de Dana, para luego tirar de ella y dejarla sentada sobre su regazo, apoyando su espalda en el pecho.
—No, no, no… ahora hay cosas importantes que hacer y ya basta, te estas extralimitando con mi paciencia ¡No! —Ella pudo sentir como Ethan besaba su cuello —no hagas eso, por favor.
El tono de voz cambio por completo, lo que solo hizo que el vampiro se sintiera con más confianza.
— ¿Y por qué debería ir contigo? Tengo trabajo que hacer esta noche, a diferencia de ustedes, yo debo ganar dinero para sustentar mi vida ¿Qué gano con acompañarte?
—Eres un demonio, deberías agradecer mi ayuda.
—Deberías responder a mi pregunta si quieres que te acompañe —dijo rodeando con más fuerza la cintura de Dana, logrando que ella se recostara por completo contra su pecho.
Por otro momento ella se estaba dejando llevar, no le agradaba, pero al parecer su mente la traicionaba y solo se concentraba en el vampiro que la estaba tocando de forma nada decorosa.
—Ganarías experiencia —dijo apoyando sus manos en las piernas de Ethan, como si fuera a tomar impulso para escapar de él, pero no lo hizo.
—Quiero algo a cambio, sería una actividad diferente al trato que teníamos.
Ella trato de girarse para mirarlo, pero solo pudo mover su cabeza hacia él, logrando de esa manera poder ver parte de su rostro… y quedar a centímetros de sus labios.
—Vamos a ver una película —dijo Ethan, incomodando a Dana que no sabía a qué se refería.
— ¿Qué?
—Vamos al cine, solos los dos. Una cita.
Dana lo miro desconcertada.
—Tampoco es obligación que vengas esta noche, si quieres te quedas trabajando, no tengo porque soportar tus manipulaciones —dijo ella, tratando de alejarse de Ethan, pero él no la dejó.
— ¿De verdad es tan terrible ver una película conmigo? —susurro en el oído de ella, besando un poco la piel detrás de la oreja y oliendo el aroma que se concentraba en el cabello blanco de Dana.
Los ojos de ella comenzaron a pesar, solo por estar entre los brazos de Ethan y por sentir el susurro de su voz. Su cuerpo la traicionaba, se relajaba cuando estaba con el vampiro.
— ¿Tienes miedo? —preguntó Ethan.
—No servirá esa técnica.
Pero la verdad que si temía ir al cine con el vampiro, por el simple hecho de que sería una cita. Algo que jamás habían tenido en el pasado ya que todo había sido bajo presión y problemas, igual que ahora, solo que Ethan se estaba tomando el tiempo para invitarla. Aquello era algo íntimo, una forma para que ambos se acercaran aún más… de una forma no física, lo que si era muy peligroso para Dana, aunque ya no pudiera controlar todo lo que sentía por Ethan.
— ¿Cuándo fue la última vez que pisaste un cine?
Dana no pudo evitar sonreír, se sentía realmente relajada apoyada en Ethan. Como si volviera a ser la ingenua ángel que lo había dejado todo por su humano.
—Nunca he ido a uno.
Técnicamente había ido a más de uno, pero no a ver una película, le agradaba como algunos demonios optaban por ese lugar para atacar… ella hacia lo mismo, pero no para atrapar a los humanos. Eso era cuando aún era una adolescente.
— ¿Ves? es hora de que lo pruebes por primera vez.
Dana se giró para ver a Ethan y al ver esos ojos verdes se dio cuenta como estaba permitiendo que él la abrazara mientras le hablaba de planes para una cita.
Un segundo después ya se había alejado de Ethan.
—Creo que es hora de que te vayas, además, para ser un vampiro tienes planes bastante cursis —dijo mientras le tiraba la ropa a Ethan —vístete.
—Llevas puesta mi camiseta —dijo tomando su pantalón y saliendo de la cama — ¿Qué quieres? ¿Qué te invite a beber sangre en una noche de sexo salvaje? Tus prejuicios no tienen límites, no todos somos así, además no tenemos la misma alimentación, sería inútil.
Dana lo quedo mirando mientras él se ponía los jeans.
—Iré por algo de ropa y volveré para que salgamos a dónde quieres ir —dijo Ethan, caminando descalza y sin camiseta.
Ella se apoyó en el marco de su puerta, admirando por unos segundos al vampiro.
Ethan de verdad lo estaba intentando, ella notaba cuán difícil podía ser esta nueva vida para él, pero no se detenía, no caía… y no dejaba de intentar conquistarla. Sin embargo, Dana lo había encontrado varias veces perdido en sus recuerdos.
—Este bien —dijo ella, antes de que saliera por la puerta principal —solo si no es una película romántica.
—Hecho.
Dana sonrió cuando él salió de su departamento.


  Espero que les haya gustado el capitulo ;) gracias por los comentarios <3 <3 En el capitulo anterior fueron respondidos sus comentarios.

8 Lectores:

  1. wooooo capi por fin *O* qe bueno qe Dana haya ido a ver a Adam y Lilia :c era necesario ya...espero qe de a poco vaya mejorando la cosa por esos lados~~ Ojala qe puedan ver a Arial ;___; y qe todo salga bien ><
    Qede metida con lo de Gabriel!!! XD qe wea se le habrá ocurrido ahora! me llega a dar miedo ;___; lo qe sea espero qe le salga mal >:C JUM qe ni se le ocurra hacerle algo a Ethan >:c o sino...... lo ahogaré con mis lagrimitas ;___; hahahaha xD

    Gracias por el capi Dani :D <3

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  2. *-* Esto me gusta.
    ¿Por qué Ethan no me ha invitado a mi al cine?
    Ethan yo no me haría la difícil como Dana, yo flojita y cooperando.
    Eric, mi Dominación favorito, no soporto leer como se esta consumiendo en su dolor, necesita a su Arial para q lo regañe, bueno a él y a todos por estar haciendo las cosas mal, creo q nadie a valorado realmente el sacrificio que mi pelirroja hizo.
    Jummm este Gabriel me esta dando miedo jajaja Él nunca puede significar nada bueno.
    Muchas gracias por el capitulo señorita Dani, ya vi q dejaste un outtake de mis Lenardis y en cuanto pueda lo leo y lo comento, de cualquier manera por ser de mi Alex a de ser espectacular!!!
    Un beso y nos seguimos leyendo!

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  3. Hola me gusto mucho el capitulo estuvo muy bueno gracias dani :-)
    Pd: esperó el otro capitulo con ancias

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  4. Ariel debe regresar, pobrecilla sacarla de su cielo no es de Dios pero la acción no es la misma si ella no esta.

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  5. Qué es eso de que erhan es un espía, no creo k dana soporte otra traición que va a pasar

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  6. Ayayayai me encantan, estoy demasiado enamorada de Ethan, así que si Dana no se pone las pilas se lo robare jajajaja. Bueno y si van a la cita mis mejores deseos para ellos jajaja. Muy buen capítulo Dani :)

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  7. Si por fin planean regresar a arial.ademas dudo que sea feliz sola en su cielo y menoso sera si se entera de lo que hace eric para verla.

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  8. Si por fin planean regresar a arial.ademas dudo que sea feliz sola en su cielo y menoso sera si se entera de lo que hace eric para verla.

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