sábado, 20 de septiembre de 2014

Un Ángel Traicionado - Epilogo


Epilogo

Eric llegó hasta donde Noelia y avanzó con furia, antes de poder decirle cualquier cosa, ella levantó la mano, haciéndolo callar.
—Se negó a aceptar la Orden, se le ha ofrecido la oportunidad como a todo Nephilim que da la vida por un ángel. Se negó, Eric.

El Dominacion se quedó en silencio por unos largos segundos, sus mejillas aun eran bañadas por las lágrimas que el dolor de perder a Arial le había provocado.
Solo habían pasado unos minutos desde que la tuvo entre sus brazos, agonizante.
—Ella aceptó seguir hasta su propio cielo, le dije que si se unía a nosotros, podría estar contigo.
—Pero ella no quiso —susurró él, sintiendo que el dolor aumentaba en su pecho. Se sentía traicionado.
—Dijo que no deseaba ser parte de los ángeles que una vez la persiguieron, que estaba cansada y que deseaba tener su cielo, algo con lo que jamás había soñado.
Eric miró hacia abajo, humillado y sintiéndose muy pequeño.
—Pero no puede ir a su cielo si tiene asuntos pendientes.
—Se rehusó a seguir escuchado las explicaciones que le di —dijo Noelia, tratando de buscar las palabras adecuadas para consolarlo —ella se atrevió a seguir su camino, deberías hacer lo mismo.
Eric la miró sorprendido ¿Qué clase de ángel era Noelia que le hablaba así luego de perder al amor de su existencia?
—No seguiré con esto —dijo Eric, decidido a dejar cualquier vínculo con los ángeles —se acabó.
—No, no se acabó. Seguirás haciendo tu trabajo porque eres maravilloso en él y porque será la única forma que tendrás para visitarla.
Eric la miró confundido.
— ¿Visitarla?
—Escúchame bien porque me costó mucho convencer a mis superiores sobre esto. Cada vez que le entregues ayuda esencial a la Luz desde ahora, obtendrás un pase para visitar a Arial donde sea que se encuentre.
Eric se quedó unos segundos en silencio, analizando lo que escuchaba.
—Arial murió y su alma ascendió a su cielo —dijo Eric —ningún ángel puede visitar el Paraíso de otra persona cuando termina su ciclo.
—Es por eso que me costó mucho convencerlos, ahora tienes tu primera visita, creo que está demás decir que tienes pase libre. No hay pecados en el Paraíso, Eric.
El Dominacion se quedó en blanco ¿esta era la manera de jugar que tenía la Luz? ¿Usando su dolor para retenerlo con ellos? no le encontraba lógica, pero ya ni siquiera le importaba, deseaba saber de Arial y el motivo para ser abandonado por ella ¿Por qué no se había vuelto un ángel, como él? Habrían tenido una eternidad, juntos. Ahora solo tendrían pedazos de felicidad.
Eric ni siquiera se dio cuenta de cómo fue guiado por otros seres hacia donde se encontraba Arial, fue como si hubiese despertado de un sueño; se encontraba en aquel bosque de cerezos. Los árboles de hojas rosas lo guiaron hasta que cruzó un puente con el agua más cristalina que había visto. Siguió recorriendo el sendero hasta que encontró una hermosa casa al final del camino, estaba cubierta de nieve, como el resto del camino.
Dejó que sus alas lo guiaran hasta ella, nuevamente se encontraba a Arial recostada sobre la fría nieve. Esta vez llevaba un vestido blanco, estaba cubierta por copos de nieve que seguían cayendo desde un cielo tan azul como ninguno. Su cabello rojo caía revuelto a un lado de su cabeza, sobre la nieve.
—Arial… —susurró él, sintiendo un alivio increíble al poder verla de nuevo.
Caminó con cuidado hacia ella, pero se quedó helado al ver que alguien más se acercaba. Era él, otro Eric que repetía las palabras que alguna vez dijo en el sueño de Arial, cuando no quería despertar luego de la posesión de Azazel.
El Dominacion se quedó helado viendo su imagen hasta que no lo soporto más. Corrió hacia ella, empujo a su propia imagen y la tomó entre sus brazos para luego alejarla de aquella nieve y soledad. Se elevó con su cuerpo por el camino por el cual había llegado y no descansó hasta que estaban rodeados de hermosos arboles cerezos florecidos. Había una tranquila brisa que elevaba los pétalos, dejando que algunos cayeran sobre el rostro durmiente de Arial.
—Despierta, despierta —dijo él moviéndola para luego acariciar sus labios con su dedo pulgar como lo había hecho ciento de veces.
Fue la clave.
Arial abrió sus ojos poco a poco hasta que unos ojos verdes quedaron expuestos. Todo el rojo demoniaco se había esfumado de ella.
— ¿Por qué tienes una copia de mí en este lugar?
Ella frunció el ceño, como si no comprendiera lo que pasaba.
— ¿Cómo te voy a ver entonces? —Dijo ella, con sus ojos llenos de lágrimas —solo te puedo traer como los recuerdos que mantengo en mi mente, con frases que ya he escuchado de ti… y creo que nunca me has hecho esa pregunta y que en realidad, esta no es una de mis memorias.
Los ojos de ella se abrieron sorprendidos al entender que ante su rostro tenía al Eric real, no un triste recuerdo de él. Se quedó paralizada.
—Lágrimas en un Paraíso —susurró Eric, acariciando la mejilla de Arial — ¿pero qué has hecho? No puedes aceptar un cielo si tienes asuntos pendientes ¡yo soy tu jodido asunto pendiente! ¿Por qué no aceptaste? ¿Por qué no te uniste a mí?
Ella tocó el pecho de Eric, temiendo que se fuera a destrozar ante sus ojos, como había pasado con las copias falsas de su Dominacion.
— ¿Querías que me volviese en un ángel, que tuviera que renunciar a todos nuestros recuerdos solo para terminar siendo un Caído? Sabes que no tengo material para ser un ángel, si ni siquiera me gustan, habría sido un ángel Caído en cosa de días. A todo esto, se siente como si estuviera hace una eternidad en este lugar.
Eric negó a sus palabras, sin poder creer la oportunidad que había perdido Arial.
—Pudimos estar juntos para siempre ¿no lo entiendes?
—Eric, jamás podría haber aceptado ser un ángel, habría sido tan irracional como si tú hubieses aceptado ser un Caído.
Fue en ese momento que Eric entendió a lo que se refería Arial. Él había tenido la oportunidad de volverse en un Caído y quedarse para siempre con Arial… y no lo había aceptado. Ella tampoco debía sacrificarse, uniéndose a algo que había odiado durante décadas, dejando de lado la opción de tener su propio Paraíso, no sería muy astuto de su parte y ella siempre se había caracterizado por ser muy inteligente.
— ¿Qué ha sucedido abajo? —preguntó ella, tratando de saber si había resultado todo como esperaba.
—No tengo la menor idea, ni me importa. Ahora estoy encadenado a la Luz, obligado a servirle para poder tener estas visitas contigo, insólito, es como si estuvieras presa.
Arial lo miró sorprendida, no esperaba tener ese tipo de regalías en ese lugar.
— ¿Y esto es una visita conyugal?
—Oh calla —dijo él, negando a sus palabras pero sin poder evitar sonreír por la broma de Arial — ¿Qué voy a hacer sin ti, ahora? Ni siquiera sé cada cuando podré verte.
Ella se acercó hasta que sus labios se unieron, mientras que sus dedos secaban las lágrimas que se juntaban en los ojos verdes de Eric.
— ¿Cuánto nos queda? —preguntó ella, contra los labios de Eric.
—No lo sé… —respondió él, mirando hacia un lado —tus ojos son verdes ahora.
— ¿Qué? ¿Cómo los tuyos?
Eric la miró, le era tan raro verla sin sus característicos ojos rojos.
—Toda gota demoniaca fue eliminada de ti —dijo levantando la mirada para encontrarse con ella sonriendo.
—Me gusta eso, es cierto que no tenía problemas con ser una Nephilim excepto por los Arcángeles que me perseguían, pero sin duda me agrada la idea de saber que no hay nada malo en mí.
Esas palabras hirieron a Eric, no sabía que ella se sintiera de esa forma.
—Muy bien —dijo él, rendido, aceptando su destino —no tiene ninguna gracia ser un Caído si no estás en la tierra, así que me desviviré para poder seguir viniendo ¿sí?
—Me gusta esa idea, trata de hacer las cosas bien para que eso ocurra con frecuencia.
Ambos se quedaron en silencio, solo mirándose y entendiendo a la perfección que nada había salido como esperaban.
—Gracias —susurró él. Arial lo miró confundida —por salvar mi existencia.
—Es cierto, todo fue muy rápido ¿sabes? Ni siquiera me di cuenta, tampoco pude darte una frase melodramática mientras partía, todo pareció dejar de existir por un momento. Debes decirle a Lilia que siento no haberle dicho lo que sucedía entre nosotros, no les digas de la habilidad para recorrer memorias… no me gustaría que pensaran que no confiaba en ellos. Y dales las gracias por ser mi familia. Y si puedes, cárgate a Azazel, que rabia me provoca ese bastardo.
Eric sonrió.
—No deberías decir malas palabras en tu Paraíso.
—Bueno, que se jodan, es mi cielo y puedo decir lo que quiero —dijo ella riendo, no pudo evitar sacarle una sonrisa a Eric —no te vuelvas en un amargado si no me ves durante mucho tiempo ¿sí?
—Arial…
—No, lo tienes prohibido, como también culpar a alguien por lo sucedido. Debes cuidar de Dana cuando necesite ayuda ¿bajó ya? ¿Vio a Ethan?
—No tengo le menor idea, cuando tu partiste subí de inmediato para poder verte, pensé que aceptarías volverte en un ángel.
—Todo fue muy rápido —dijo ella, entrelazando sus dedos con los de él —Debes cuidarla ¿sí?
—Bien ¿algo más? No quiero seguir hablando de los demás.
Ella lo miró pensando que después de esta visita, de seguro pasaría mucho tiempo más para que él volviera. En el Paraíso no había tiempo porque lo que Arial sentía que estaba sumergida en una eternidad sin salida. Se sentía presa por no haber solucionado sus asuntos pendientes, pero se rehusaba a olvidar a Eric y verse condenada a ser un ángel.
—No me gustaría que te volvieras en un amargado, así que trata de sonreír más a menudo. Te estaré vigilando, estoy segura que puedo hacer un estilo de agujero para observarlos desde acá. Mi mente es muy poderosa ya lo sabes.
—No mente ni cuerpo, Arial, todo esto eres tu —dijo Eric, mirando a su alrededor —cuando antes lo entiendas, antes serás libre.
—Cuando tú puedas estar a mi lado, lo entenderé, antes no.
—Los ángeles no tenemos Paraíso, Nephilim —dijo él, sonriendo.
—Entonces ahora tienes prohibido morir, no te atrevas a malgastar el regalo que te he hecho Eric. Mi vida por la tuya, cuídala como el tesoro más grande… ¡ah! Y sobre eso, tienes prohibido acostarte con alguien, si no pudiste conmigo, no lo harás con nadie. Nada de pasar mucho tiempo con mujeres en la tierra.
Eric la miró sonriendo y recordó las palabras de Noelia.
“Pase libre”
—No volveré a bajar —dijo él, muy serio —no como el tiempo que pasé contigo, claro.
El Dominacion se deshizo del cinturón que sujetaba su arma y luego comenzó a quitarse la armadura, llamando la atención de Arial.
— ¿Qué haces? —Preguntó ella —Dijimos que no te volverías en un Caído.
—Para nosotros es pecado involucrarse con un mortal o ser sobrenatural, tú no eres ninguna de las dos, así que Noelia me dejó en claro que no hacíamos mal en recorrer otros terrenos de nuestra extraña relación.
Arial lo quedo mirando con la boca abierta, sin poder creer en sus palabras.
— ¿Me estás diciendo que hemos estado perdiendo el tiempo conversando temas sin importancias cuando podríamos estar pasando un excelente momento teniendo sexo?
—Arial… —la regaño él con la mirada.
—Oh bien, es una broma, pero de todas formas —se puso de pie y comenzó a luchar para sacarse el vestido — ¡mira! Estoy de blanco, casta y pura… aunque no, técnicamente ese título es tuyo —dijo ella sonriendo — ¿me puedes ayudar?
Eric se puso de pie en un solo segundo y se deshizo del amarre que tenía el vestido de Arial, en la espalda, era todo un enredo en su espalda, es por eso que el Dominacion se entretuvo besando los hombros de Arial mientras iba deshaciendo los nudo, logrando que ella cerrara sus ojos por el placer que los labios de él le provocaban.
El vestido cayó como un suspiro sobre los pétalos rosados, exponiéndola por completo, iba descalzas.
—Tu turno —dijo ella, sin avergonzarse por estar desnuda ante los ojos de Eric.
Él la quedo mirando, un tanto nervioso, aunque previamente si habían estado desnudos, pero no para completar algo que horas atrás tenían prohibido.
—Oh vamos, Eric.
Arial se acercó a él y se deshizo de aquella horrible túnica que usaban los ángeles. Ante sus ojos quedo por completo desnudo y ella no pudo hacer otra cosa que sonreír. No pudo evitar saltar y rodear el cuello de Eric con sus brazos y luego besarlo. El Dominacion no dudo en rodear aquel cuerpo tan suave y libre de toda cicatriz que alguno de los suyos pudo infringir en ella.
Eric con cuidado la fue recostando sobre sus ropas que servían de superficie lisa, sin dejar de besar a Arial, sintiendo como su cuerpo se derretía al sentir la piel de ella.
— ¿Sabes? Técnicamente esto es necrofilia.
Eric escondió su rostro en el cuello de Arial mientras reía, sin poder creer que ella dijera ese estilo de bromas en un momento como ese y con un tema tan delicado como aquel.
—Espera, espera… —dijo ella, empujando un poco al Dominacion para se sentara —déjame a mí, en realidad yo te estoy robando tu virginidad, así que permíteme hacerlo como se debe.
—Eso no es cierto, en algún punto de mi vida humana tuve una pareja e hijos.
—Sí, pero no lo recuerdas, así que no vale —dijo ella sentándose a horcajadas sobre él mientras besaba su cuello.
—Arial… —susurró él, sintiendo como un escalofrió recorría su espalda —debes saber que…
—Si —lo interrumpió ella, besando dulcemente sus labios mientras enredaba sus dedos entre el cabello de él —yo también te amo.
Eric la abrazó con más fuerza, tratando de olvidar que no estaría con ella en mucho tiempo más. Arial logró borrar sus pensamientos cuando dejo que él entrara en cuerpo poco a poco, susurrando su nombre cada vez que bajaba sobre su erección. Se aferró a sus hombros mientras él lo hizo a su cadera.
—Debimos haber nacido en la misma época —dijo ella contra sus labios, mirándolo a sus ojos verdes.
—Nos habrían acusado de pervertidos —respondió él, tomando con fuerza la cadera de ella y tomando por completo poder de su cuerpo y de sus movimiento.
Varios gemidos escaparon de la boca de Arial mientras se aferraba al cuerpo de él, sintiéndose como nunca antes había experimentado. Por un momento sintió cierto dolor en su pecho, al saber que no tendría para siempre a Eric, pero se concentró en los dichos de él para responderle.
—Es probable porque de ¡Ah! —gimió ella, sintiendo como la boca se Eric se apoderaba de uno de sus pechos. No pudo seguir hablando porque se quedó extasiada por la sonrisa del Dominacion mientras los dientes de él tiraban suavemente de ella.
Eric la recostó con poco cuidado sobre el vestido y comenzó a embestirla con mayor fuerza, logrando varios gemidos en ella. Trataba de guardar en su memoria la imagen de Arial, mordiéndose el labio inferior, con sus brazos a los costados, uniendo sus cuerpos en uno solo.
—Eric… bésame —dijo ella logrando que el Dominacion sonriera y se acercara a sus labios, sin detenerse y la besara, robando sus gemidos y logrando que ella lo rodeara con sus piernas para que no escapara —Oh debimos haber… hecho esto antes.
Eric la tomó con más fuerza, sintiendo como ambos estaban tocando el éxtasis del placer. Solo bastaron un par de movimientos más para que ambos se deshicieran en cientos de partes a la vez, pero siguieron unidos como uno solo.
Arial acarició la espalda de Eric mientras respiraba con dificultad, tratando de recuperarse de la increíble sensación que acababa de experimentar.
—Tienes complemente prohibido hacer esto con alguien diferente a mí —dijo, robándole otro beso al Dominacion.
—Imposible —juró, el sonriendo —y como aun no debo volver, es mejor que aprovechemos el tiempo.
Sin preocuparse la rodeó con sus brazos y se puso de pie, sin separase de ella. Eric la llevo sin ningún problema gracias a sus alas que parecían más blancas y firmes que antes. Entraron a la cabaña que había antes y recostó en la blanca cama a Arial.
— ¿Te has recuperado tan rápido? —pregunto ella, sonriendo y sintiendo la dureza de Eric en su interior.
—No soy humano, Arial… ni este lugar se rige por las reglas terrenales.
—Hermosas noticias entonces —dijo ella sonriendo, feliz de poder pasar más tiempo con su Dominacion.

Ambos se enredaron entre las sabanas, sin un copo de nieve cayendo sobre ellos. Para Arial era imposible estar triste cuando se encontraba haciendo el amor una y otra vez con el ángel que amaba.
Sin embargo, todo debía tener un final.
Arial dormía plácidamente sobre la cama mientras Eric la abrazada. Había anochecido en aquel Paraíso y era tiempo de partir, podía sentirlo. El Dominacion era incapaz de despertarla para despedirse de ella, sería demasiado doloroso, es por ello que solo sacó una de sus plumas y la dejo entre las manos de Arial.
—Finalmente —susurró él, sonriendo y sintiendo un nudo en su garganta por tener que alejarse de ella.
No tenía otra opción.
Salió de la cabaña y no miró hacia atrás o no podía alejarse de ella jamás y por lo tanto lo lanzarían a la tierra como un Caído, por desobedecer.

Arial abrió sus ojos cuando solo alcanzaba a ver la silueta desnuda de Eric. Lo había sentido en todo momento, pero no era capaz de ver la realidad hasta que él se encontrara lejos, no deseaba detenerlo, porque no serviría de nada.
—Finalmente —susurró, tomando la pluma de Eric y acariciando con este su rostro mientras las lágrimas comenzaban a caer por su rostro.
Lentamente se fue sumergiendo en un sueño mientras Eric se ponía su espada, que había dejado en el bosque de cerezos. Con gran pesar el Dominacion se alejó, viendo como la nieve comenzaba a caer por todo el lugar. Estaba seguro que aunque lo había prometido, jamás volvería a sonreír como solo ella lograba hacerlo feliz, no cuando ella se sumergía en un bosque de nieve y cerezos.


Solo toca decir que muchas gracias a quienes leyeron esta historia y sobre todo a quienes comentaron, porque asi tenia mas animos de para escribir *w* Espero que les haya gustado la historia. La proxima temporada, Un ángel Negro aun no tiene fecha :) Por favor, contesten la encuesta que hay en la columna derecha ;)

5 Lectores:

  1. me tienes aqi llorando y haciendo pucheros ... eso nomá te digo ;___;

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  2. T____T Los adore.
    Uffffff mis lágrimas, es difícil decirle adiós a esta pareja, siempre fueron tan... honestos, simplemente son la pareja perfecta. Enfrentemoslo, ellos no iban a estar juntos de otra manera. Si ella hubiera seguido viva estarían separados porque él se hubiera quedado en la luz para protegerla desde arriba y nunca se me paso por la cabeza que esto pasaría. Yo sabía que Arial nunca sería un ángel porque no son de su agrado. Viendo esto me parece su "final perfecto" mejor verse y darse amor de vez en cuando a una eternidad separados,además ella ya había sufrido mucho con el maldito de su padre. Si, es triste, pero también es una manera de estar con Eric y así ninguno de ellos dejo de lado sus convicciones, aunque eso si, mi ángel siento que perdió algo de su fe u_u
    Ahora si oficialmente queda terminado UAT y te digo de corazón que de todas tus historia, esta es la más me ha robado el corazón.
    Un beso y nos seguimos leyendo!!!!!!
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    Por cierto ¿viste que te salvaste de tu maldición gitana? xD
    Gracias por no romper mi corazón en mil pedazos :)

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  3. Me encanto gracias dani estuvo muy lindo gracias
    Pd: espero la otra temporada con ansias suve rápido porfa no hagas sufrir por tanto tiempo

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  4. Bua.lloraré tops un río
    Demasiada tristeza en el.cielo de arial
    No puedo creerlo

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  5. Ahhhh mi linda demonita haciendo de las suyas hasta en el cielo la muy picara pero bueno ella ahora pudo tener a su angel aunque sea por un momento ahhhhhh me has hecho llorar me encanta. La historia y la voy a extrañar mucho asi q espero leerte pronto un abrazo saludos

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