Bola de Nieve
Dana estaba
comiendo de una manzana mientras observaba como sus dos amigas conversaban
entre ellas. Aun faltaba tiempo para la hora de salida de Ethan y ella estaba
en perfectas condiciones para poder llegar más temprano a su departamento, no
como el día anterior. Ya había entrenado y estudiado lo necesario por el día.
Sin embargo se sentía preocupada por su humano, había notado una diferencia
esta mañana cuando lo besó y lo había notado extraño cuando él canceló su
almuerzo con ella.
— ¿Qué te
sucede? Aun estas pensando en Ethan ¿no? –preguntó Arial, vestida completamente
de negro, con un pantalón deportivo ajustado y una camiseta sin mangas. Aquel
color siempre le había favorecido, su cabello rojo lucía poderoso.
— ¿Crees de verdad
que algo va mal y por eso canceló su almuerzo contigo? –Lilia en cambio estaba
con un conjunto deportivo que hacía juego a sus ojos. Llevaba su cabello chocolate
tomado por completo, lo que dejaba ver aun más sus ojos violetas.
—No lo sé. Hoy
en la mañana actuó diferente, frío… de cierta forma. Después canceló nuestro
almuerzo, creo que sigue enojado por lo de anoche –ella flexionó sus piernas y
apoyó su rostro en sus rodillas que estaban cubiertas por las calzas negras.
Dana iba de blanco y negro esta vez, su camiseta sin mangas y con dos cortes en
la espalda, la hacían sentirse cómoda y voraz a la hora de entrenar. Le
encantaba la ropa humana.
—El tema es muy
complicado –aclaró Lilia –además te descubrió mintiendo, eso quizás logró
distanciarlo.
—Sin duda
alguna. Ya quiero saber cómo reaccionará cuando le digas que eres un ángel…
caído. Flipará –Arial sonrió al imaginarse a Ethan volviéndose loco al saber
que su novia era un ángel –pero creo que se derretirá cuando vea esas marcas.
Necesitará terapia ¿entre los ángeles no tienen psicólogos? Uno humano no
servirá para esta situación.
Lilia se sintió
mal por la expresión que tuvo Dana. Las palabras de su casi hermana no ayudaban
en nada a su amiga.
—Arial, cállate
si no vas a decir nada que ayude.
—Es cierto –susurró
Dana –esto ha ido creciendo como una bola de nieve. Las mentiras traen eso
¿saben? Imposible esconderlas por el tiempo que uno necesita, siempre todo se
termina sabiendo.
—Yo pienso que
debes ir a verlo, preguntarle qué demonios le pasa y que deje de molestar.
Causa preocupación en ti esa actitud en él y no te concentras –dijo Arial –no
tienes por qué seguir manteniendo esa incómoda sensación si tienes la respuesta
en sus labios. Lo puedes torturar para que hable, con besos.
— ¡Arial! –dijo
riendo Dana –como sea, tienes razón, si algo raro sucede debería decírmelo ¿no?
—Claro –la
animó Lilia que mordió la mitad de su naranja –pero ¿Qué le dirás sobre no
poder tener bebés? Él sabe que has mentido.
—Simple, solo
dile que es algo personal y que no quieres decirlo.
— ¡No! –Le negó
Lilia a Arial –eso es arma de doble filo, después él le dará la misma excusa y
no conversarán nada.
—Ya no tengo
mentiras para él… es así de simple ¿Por qué sigo haciéndolo de todas formas?
¿Por qué debo seguir escondiéndome de Ethan si ya no soy un Ángel Custodio?
Las tres se
quedaron en silencio al escuchar al ángel caído decir esas palabras. Dana se sentía
cómoda sin las limitaciones morales que le entregaba su propia especie, pero
aun así su corazón se estremecía al darse cuenta que ya no era bienvenida entre
los ángeles ¿Qué sería de Sophia y Quentin? Los extrañaba demasiado y ya ni
siquiera estaba soñando, estaba tan cansada que no podía entregarse a ese tipo
de placeres. Soñar se le estaba haciendo imposible.
—Ethan debe
confiar más en sí mismo –se respondió sola –no puedo decirle tal verdad si eso
puede hacer peligrar su aceptación a su don.
— ¡Demonios!
–Arial se puso de pie — ¿no pudiste conseguirte un humano más relajado? ¡No,
tenías que elegir uno con dramas profundos!
Lilia y Arial
rieron, pero Dana se quedó en silencio, cayendo en la realidad: no tenía más
mentiras para Ethan.
—Deberé decirle
la verdad –susurró pensando y dándole otra mordida a su manzana verde.
— ¿De qué
hablas? ¿Le dirás que son de diferentes especies y que es imposible que tengan
bebés? –Arial le dio un golpe al saco de arena, moviéndolo como si fuera un
hombre de dos metros con años de entrenamiento.
—No le diré
eso. Le contaré la verdad, no puedo decirle realmente lo que sucede conmigo
hasta un par de semanas ¿no habíamos quedado en eso? Bueno, creo que es hora de
comenzar a preparar el camino.
—Tú envejeces
mucho más lento que nosotras –aclaró Lilia, observando con atención a Dana — ¿Qué
harán cuando él comience a envejecer?
— ¡Oh calla! –Dijo
Arial dándole otro golpe al saco de arena –eso es más complicado y todavía
tienen tiempo para ver qué sucederá.
—Es cierto… ¿y
sigo teniendo la misma cantidad de años para envejecer? ¿Adam ha envejecido más
rápido?
Lilia sonrió al
recordar cuándo fue la primera vez que vio a Adam. Ellas eran niñas demonios
que debían permanecer escondidas, crecieron hasta ser preadolescentes como unas
niñas humanas normal, pero desde los doce años, todo cambió, su transición a la
adolescencia se volvió más lenta debido que los cambios hormonales humanos, que
se unieron a los cambios hormonales demoníacos.
—No, no ha
cambiado. Ustedes envejecen cada dieciocho años o algo así –aclaró Lilia.
— ¡Ey! –Interrumpió
Arial — ¿Qué Adam no ha envejecido? Estás loca, yo he visto algún cambio,
llegué después que tú, pero Adam tiene ciertas arrugas en sus ojos y esa mirada
ya no es tan jovial como cuando estábamos en 1970.
Dana frunció el
ceño, sin entender como hablaban de esas fechas.
— ¿Qué edad
tienen ustedes realmente?
—Linda –Arial tomó
su chaqueta deportiva negra y se cubrió con esta –no me hagas explicar cosa que
apenas nosotras entendemos.
—Hay un juego
de fechas que no coinciden –se justifico Lilia –de todas formas yo comencé a
ver a Adam después de cumplir doce años, antes nunca nos vimos, a pesar de
estar bajo su cuidado.
—Como sea
–Arial tiró el bolso de Dana, donde ahora había guardado sus armas –mejor vete
a preguntarle a Ethan qué le sucede.
El ángel se
puso de pie y se cruzó el bolso. Estaba lista para despedirse de las chicas
cuando Arial se adelantó y le ofreció ir a dejarla a la ciudad en su auto.
Lilia se quedó sentada en el suelo, mirando cómo se retiraban casi corriendo,
por culpa de Arial.
Cuando salieron
de la casa, se encontraron con Adam que venía en su propio auto. Se estaba
estacionando.
— ¡Arial! –Dijo
él cuando salía del auto y vio que ellas pasaban por su lados — ¿para qué me
llamaste? ¿Qué era tan urgente?
— ¡Ve a donde
Lilia! ¡Parece que se ha roto un hueso! –le gritó Arial, llevando del brazo a
Dana, que se quedó con la boca abierta al escuchar tal mentira.
Adam no tuvo
que escuchar otra palabra, dejó a sus protegidas para ir a ver a su favorita.
—Qué manera la
de mentir la tuya –dijo sonriendo Dana.
—Oh tú no tienes nada que decir, que tu
humano está viviendo en un mundo de fantasía por ahora.
Se dirigieron
al auto de Arial mientras Adam entraba furioso a su propia casa, que pocas
veces visitaba.
Lilia se estaba
poniendo de pie cuando la puerta se abrió de forma estrepitosa, dejando
descubierto a un preocupado Adam que se quedó pasmado al ver a su Nephilim
mirándolo de pie, sin daño alguno.
—Arial y sus
estúpidas bromas ¿Cuándo dejaré de caer?
— ¿Qué haces
aquí? –fue inevitable para ella sonreír de inmediato al ver a Adam. Avanzó
hasta donde se encontraba, hasta quedar a uno o dos metros de distancia.
Los
pensamientos de Lilia se concentraron en su ángel caído favorito, en como lucía
con esos jeans y un suéter blanco que se ajustaba a su cuerpo de forma
irresistible para la Nephilim.
—Arial, está
loca… me dijo que te habías roto un hueso, pensé que tendría que llevarte a
donde Thomas de nuevo –bufó molesto al imaginarse pidiéndole ayuda al gran
comerciante del Mercado Negro dentro de los ángeles caídos.
—Ya sabes cómo
es ella –no pudo evitar sentir cierta desilusión al saber que no había llegado
por voluntad propia. Se acercó hasta donde estaba su chaqueta y su bolso.
— ¿Cómo has
estado? –Lilia se tensó al escuchar la pregunta que Adam le hacía.
—Bien, ya
sabes, ningún ángel a tratado de eliminarnos desde que hemos ayudado a Dana,
supongo que el de arriba cree que somos un poco decentes.
—Supongo.
—Ya me voy
–dijo cruzándose el bolso negro.
—Oye… gracias
por llevar a Dana con Thomas, él siempre tiene cierto favoritismo contigo
¿sigue igual? –Lilia frunció el ceño al escuchar esa pregunta, no era común en
Adam.
El ángel caído
tensó sus músculos al nombrar a Thomas, por lo que él tenía entendido, la relación
entre su Nephilim y ese demonio mitad humano, había acabado hace ya años, pero
aun tenían una relación de amistad, lo que no le gustaba a Adam, ni un poco.
—Claro que la
iba a llevar, tú le quitaste su Daga. Eres un aprovechador Adam.
—Fue un trato,
bastante justo a todo esto –ella puso los ojos blancos –es para el futuro, no quería
que se la quitara Eric, por eso la guardé. Cuando ella realmente la necesite,
se la entregaré.
—Adam –susurró
ella –dueño del destino ¿no?
— ¿Por qué
dices eso?
—Siempre tratas
de manejar todo. Nos vemos –dijo pasado por el lado de su ángel caído, pero
este tomó su brazo, deteniéndola.
—No es
necesario que sigas visitando a Thomas, él puede ser peligroso, ya lo sabes.
—Él no es
peligroso –susurró ella mirando los ojos chocolate de Adam, para segundos después
poner atención en sus labios –y sin duda lo conozco mucho mejor que tú, siempre
te niegas a hablar con él, incluso cuando fui novia de Tom.
—No me agrada, así
de simple.
Realmente Adam
se moría de celos de que Thomas hubiera tenido una relación con Lilia, pero no podía
decirle eso a ella porque no quería complicar las cosas… más de lo que ya se habían
complicado en el pasado.
—Adam –susurró
ella, sintiendo que su corazón se disparaba por tenerlo tan cerca, lo que no
era nada bueno con Lilia, ya que aquel ángel caído era el único que sacaba lo
peor de ella.
—Cuidado –dijo
él al darse cuenta que el brazo que sostenía de Lilia, estaba en llamas… literalmente
una llama de color violeta se expandió por su brazo derecho.
—No te voy a
quemar, no te alejes… —ella se giró hacia él, buscando con su mirada lo que él
nunca le entregaba.
—Basta,
detente, sabes que te hace daño... a tu alma.
— ¡Mi alma no
importa! –dijo ella molesta, haciendo que aquella llama se expandiera aun mas,
logrando que su cuerpo fuera atrapado por ella. Aquel fuego violeta no le hacía
daño a Adam, pero este sabía muy bien que podía ser mortal.
—Lilia, detente
ahora mismo –dijo furioso –no digas que tu alma no importa.
— ¡Ya basta con
todo esto! –Se alejó del agarre de Adam — ¿seguirás haciéndote el desentendido?
No obtuvo
respuesta de Adam, que la miraba muy serio, incluso reprochándola con la
mirada. Lilia se estaba comportando como una niña mal criada ante la
perspectiva de Adam.
— ¡Nunca dices
nada!
—No hay nada
que decir y lo sabes, ahora detén este espectáculo que no me sorprendes. No
quiero que quemes esta casa.
— ¡Adam! –ella
frunció el ceño, sin entender porque él se comportaba de esa forma tan fría con
ella, si podía ver en sus ojos que sentía lo mismo.
—Escúchame
bien, ya te lo dije una vez y quiero que esta vez lo metas en esa cabecita
tuya. Entre tú y yo, no sucederá nada, nunca… porque es imposible que yo tenga
un sentimiento romántico hacia ti ¿entendido?
Fue como un
balde de agua fría. Toda la llama violeta que rodeaba el cuerpo de Lilia,
desapareció por completo.
—Si es
necesario, busca a Thomas para eliminar esos sentimientos que tienes por mí.
Ella entrecerró
sus ojos, controlando su mentón que comenzaba a temblar al mismo tiempo que su
corazón se rompía en pedacitos.
—Se acabó –dijo
finalmente Lilia –eres un idiota, Adam.
Cerró la puerta
de una forma dramática y realmente dolorosa para el ángel caído ya que lo hizo
tan fuerte, que Lilia quebró la mitad de
la puerta.
— ¡Aaaarg!
Adam molesto se
acercó hacia el saco de arena, lo tomó como si fuera uno de los peores
demonios, enterró sus dedos en la arena y tiro del saco contra los grandes
espejos que había en su sala de gimnasia. Sintió que su sangre se volvía fuego,
como su querida Lilia…
— ¡Mierda!
Gritó dejando
que sus alas se expandieran, eran tan fuertes que incluso la trotadora se dio
vuelta.
— ¡Mierda,
mierda, mierda!
Observó su
imagen en los restos que quedaban del gran espejo y vio como su suéter había
quedado destrozado, cayendo hasta el suelo. Observó sus alas grises y sucias
por los pecados que había cometido.
—Si pudiera
volver atrás –susurró, deseando haber cambiado solo una decisión en su
existencia. Quería elegir otro camino y que todo fuera diferente a como era
ahora.
—Nos vemos
mañana, que estés bien –Dana se despidió de un beso en la mejilla con su amiga
Arial y salió del auto.
Miró el
edificio de Ethan y sin dudar, se aferró a su bolso y caminó hacia el interior
de este, aun con su ropa deportiva, con la única diferencia que ahora venía
cubierta con su chaqueta deportiva blanca.
Se fue directo
hasta el ascensor y presionó el botón que la llevaría al piso de Ethan, se sabía
ese camino de memoria, siempre lo acompañaba al trabajo cuando era su ángel
custodio. Caminó decidida hasta la oficina de él, pero se encontró con su
secretaria. La antigua amante que tenía su humano.
—Buenas tardes
–dijo Dana, sonriendo y observando los detalles de Zoe.
—Buenas tardes,
Srta. Cross ¿necesita a Ethan?
El ángel caído
no pudo evitar sentir cierta tensión al escuchar el nombre de su novio en la
boca de la secretaria que se había acostado con él. Además encontraba
inapropiado que Zoe llevara una falda tubo, tan ajustada.
Se sintió mal
cuando asintió sin dejar de mirarla de mala forma. Lamentó no haberse cambiado
de ropa, a algo más lindo y delicado; iba con ropa deportiva después de haber
entrenado horas y haber sudado bastante.
—Dice que puede
entrar.
—Gracias –dijo
Dana, enarcando una de sus cejas.
Nunca se
demostraba prejuiciosa con los humanos porque sabía que muchos cometían errores
de los cuales se arrepentían, además de ser seres básicos que no conocían
prácticamente nada del mundo y el universo; conocimientos que Dana tenía, pero
aun así, la presencia de Zoe la incomodaba de sobremanera.
Abrió la puerta
sonriendo, pero cuando vio a Ethan poniéndose de pie se quedó helada. Antes de
que pudiera llamarle la atención su nueva vestimenta, él brazo izquierdo vendado
de su humano, atrapó toda su atención.
— ¡Pero qué le
sucedió a tu mano!
Dana cerró la
puerta con rapidez y tiró su bolso, avanzando rápidamente hasta donde él
estaba.
Ethan la miró
sonriendo, satisfecho porque ella se preocupara tanto de él. Se alegraba que
ella no supiera realmente como se había dañado su mano y porque la tenía
vendada.
—No te
preocupes.
— ¿Cómo no me
voy a preocupar? Te has hecho daño ¿Cómo
sucedió esto? –Dijo ella tomando la extremidad herida de Ethan, tocando las
gasas blancas con cuidado –explícame, Ethan.
Él la observó
unos segundos, pensando en lo idiota que había sido por desconfiar de ella. Era
cierto que tenía unas armas filosas bajo su cama, pero de ahí a ¿ser peligrosa?
Su corazón latió con fuerza al sentirse tan bien al lado de ella, como siempre.
Quizás habían sido utensilios de cuando deseaba ser actriz, como había dicho
Dana al conocerse, quizás él estaba más paranoico de lo normal y estaba viendo
demasiadas películas de mujeres fatales… quizás abandonar sus pastillas le
estaba trayendo efectos colaterales.
—Estaba
tratando de cortar un sándwich y tuve un accidente.
—Pero ¿Cómo?
Hasta tu brazo ha salido cortado –dijo acariciando la zona — ¿te duele? –lo miró
con sus ojos miel, brillando de preocupación.
—Estaba distraído,
no te preocupes, sanará en unos días. Diego vino a verme para evaluar cuan
grave había sido.
— ¿Por eso no
quisiste almorzar conmigo? –ella no pudo ocultar la molestia que le causó haber
sido cancelada.
—Sí, no quería
que vieras mi brazo sangrando, te iba a quitar tu apetito.
Dana tuvo una expresión
que hizo sonreír a Ethan, quien entendió que ella se había molestado con él, lo
más probable es que viniera a verlo porque estaba enojada y quería
explicaciones, pero al ver su herida eso había pasado a segundo plano.
—Oye, eres una
mal educada –dijo él sonriendo al ver la expresión confundida de Dana –has
entrado aquí, sin siquiera saludarme como es debido.
— ¿Cómo es
debido? –susurró ella sonriendo.
—Claro…
—Pues no lo
haré, ya que en esta oficina besaste a Zoe, tu secretaria. Quien nos está
mirando en este preciso momento –Dana miró hacia la venta, las persianas
estaban abiertas y Zoe no dejaba de poner atención en ellos.
Ethan se
sorprendió al escucharla. Su novia no era alguien que reclamara mucho, pero él
le concedió aquello debido a que él se estuvo relacionando con su secretaria
cuando ellos estaban saliendo.
—Yo me encargo
de ello.
Se alejó de
ella y se acercó hasta su ventana, la que daba hacia el resto del piso. Le
guiñó un ojo a Zoe y cerró las persianas.
Dana no dejó
pasar que Zoe sonrió cuando Ethan se acercó a la ventana, lo conocía tan bien
que no le costó descubrir que él le había guiñado el ojo a su secretaria; tenía
esa manía de coquetear todo el tiempo. Se estaba sintiendo incómoda, no le
gustaba tener ese sentimiento que se apoderaba de su corazón.
—Creo que lo más
adecuado es que me retire de tu oficina, iré a mi departamento, te espero allá
¿sí? Me quiero dar una larga ducha.
—No, claro que
no, me has venido a ver… yo encantado te recibo, además me estaba por ir –Ethan
puso atención en su novia. Él conocía muy bien a las mujeres como para darse
cuenta que algo estaba pasando por la cabeza de ella — ¿Qué sucede? ¿Te ha
molestado algo?
—Creo… —dijo
ella un tanto insegura –que no me gusta estar contigo cuando hay otras mujeres
cerca. Ahora noto la diferencia y supuestamente tú te has comprometido conmigo,
pero ellas te miran igual y tú respondes porque eres demasiado coqueto. No me
agrada eso de ti.
Dana se sintió
sin duda mucho más relajada cuando dijo lo que le molestaba de Ethan. No fue
hasta ese momento que se dio cuenta que no le gustaba algo de su humano y fue también
en ese segundo que notó que no salían casi nunca en público con él.
Ethan en cambio
sintió que su ego aumentaba aun más. Se acercó a ella, la mujer más guapa que había
visto hasta ahora en su vida, prácticamente salida de sus sueños, la rodeó con
sus brazos al nivel de su cintura.
—Solo juego, no
es como si estuviera coqueteando con ellas porque quiera algo más. Solo tengo
ojos para ti.
No dejó que
ella le respondiera. Ethan sentía que no habían palabras que pudieran
convencerla, pero si sus labios, deseaba que sus besos pudieran transmitir
todas las sensaciones y emociones nuevas que ella estaba provocando en él. Se
estaba volviendo en la mujer más importante en su vida y no quería que ella
dudara de su fidelidad, porque no había necesidad.
Dana no le tomó
ni un segundo entregarse al beso de Ethan, rodeó su cuello y sus labios se
movieron de tal forma que ella se sintió plena nuevamente. No como había
sucedido durante esta mañana, que sintió que estaba enojado o que estaba
pensando en otras cosas cuando la besaba. Lo sintió distante como nunca le había
ocurrido, ahora tenía a su Ethan de vuelta.
—Ethan –susurró
ella contra su boca, justo cuando él estaba desabrochando su chaqueta deportiva
–detente, estamos en tu oficina y estuve haciendo ejercicio todo el día. Quiero
darme una ducha.
—No quiero
esperar a besarte, nadie entrará… te he extrañado, después de lo sucedido esta
mañana, he estado pensando mucho en ti –ella sonrió al escucharlo, también había
estado pensando en él.
—Has dejado tu
zapato en mi habitación.
—Tuve que salir
muy rápido en la mañana.
— ¿Pero te ha
ido bien? hoy estabas vestido muy formal –Ethan frunció el ceño, sin entender
lo que decía Dana, ya que había estado usando la misma ropa todo el día.
—Yo no…
Antes de que
pudiera completar la frase, tocaron a la puerta de manera brusca. Zoe apareció ante
ellos, logrando que se separaran casi al instante. Dana avergonzada y Ethan
enojado por no poder seguir teniendo un momento de intimidad en su oficina con
su novia.
—Zoe, esa no es
forma de entrar.
—Lo siento
Ethan, es solo que ya me debo retirar, mi hora de salida ya ha llegado –él sonrió
y asintió, entendiendo las ansias de terminar el día laboral.
—Puedes irte,
nos vemos la otra semana.
—Hasta luego,
adiós –dijo haciendo una seña hacia Dana y desapareciendo de la vista de los
dos enamorados.
—Bueno,
nosotros también vámonos, te tengo una propuesta para estos días –dijo él,
guiñándole un ojo a Dana.
Zoe antes de
bajar las escaleras ya estaba marcando el número de Liam, el vampiro que tenía
como creador a su placer culpable: Gabriel. Le informó que pronto Dana y Ethan
se irían del edificio. Salió del edificio sin darse cuenta de que alguien la
había seguido todo el tiempo.
Mia Young,
hermana de Gaspar Young, jefa y amiga de Ethan frunció el ceño molesta al
enterarse de los planes de Zoe al llamar al joven vampiro Liam. De inmediato
llamó a Adam para infórmale de lo que estaba sucediendo.
De esa manera
dos bandos diferentes, que ansiaban por tener de aliados tanto a Ethan como a
Dana, se fueron moviendo desde otros puntos de la ciudad para poder cubrirle
las espaldas tanto del bien como del mal.
Mientras iban
en el auto de Ethan, ella pensaba constantemente ¿En qué momento él había
vuelto al edificio por su auto siendo que se había ido con Gaspar en la mañana?
Con esa excusa se había retirado de su habitación.
— ¿Hoy has ido
al gimnasio? Siempre andas ligera de ropa –dijo Ethan observando cómo las gotas
de la lluvia volvían a caer sobre el parabrisas –te resfriarás.
—He ido a hacer
un poco de ejercicio y esto abriga bastante –ella entendía que su metabolismo
funcionaba de forma diferente al de Ethan, a pesar de que al principio sentía
mucho frío, después se fue acostumbrado hasta no sentir casi nada de frío, la
mayor parte del tiempo.
— ¿Sabes? He
estado pensando sobre nosotros.
Dana fijó su
mirada en la de Ethan al escucharlo, pero él siguió prestando atención a la
carretera.
— ¿Qué sucede?
—No te
preocupes –sonrió él, sin mirarla –es solo que nuestro tiempo se ha visto
limitado ¿no crees? Tú todos los días ayudando a Adam en una misión misteriosa
con ese club y yo con mi trabajo, ya sabes… no hemos podido salir de tu
departamento, ni hacer nada diferente además de esa cita fallida, ni siquiera
podemos desayunar tranquilos.
— ¿Qué quieres
decir con eso? –ella se estaba tensando inevitablemente.
—Hoy es viernes
y estaba pensando que…
— ¿Quieres
salir a bailar o algo por el estilo? –Dana sintió que su corazón latía con
fuerza, no quería exponer a Ethan a demonios o seres que pudieran hacerle daño
solo por estar ella cerca. La noche era peligrosa.
—No, estaba
pensando que podríamos irnos de viaje, aprovechamos a que será fin de semana,
estaremos libres ¿no te gustaría?
Dana se quedó
en silencio, sorprendida por los planes que Ethan estaba exponiendo. ¿Él de
verdad pensaba en ella mientras trabajaba? ¿Creaba planes para que se
divirtieran?
— ¿De viaje?
Pero tú estas con un montón de trabajo ¿no crees que sería algo complicado?
—No, había
pensando en ir a un lugar cerca, incluso podríamos partir esta noche.
— ¡¿Esta
noche?!
—Tranquila –él
rió ante la voz preocupada de Dana –es solo una idea, podemos partir mañana o
simplemente no ir. Tú decides.
Ella lo quedó
observando unos segundos, atenta a sus facciones. Algo le decía que había gato
encerrado en todo esto; en la mañana él no se había comportado normalmente, luego
había cancelado su almuerzo con ella y ahora lucía como si nada malo hubiera
ocurrido, a pesar de haber estado tan frío con ella en la mañana.
— ¿Qué te
traes? Te conozco muy bien y sé que algo este tramando, Ethan –para su sorpresa
él sonrió al escucharla.
—Dana, sé que
estoy enamorado de ti y tú de mí, pero no llevamos tanto tiempo juntos para que
sepas lo que pasa por mi cabeza. Que conste, no estoy tramando nada.
Ethan presionó
sus dedos contra el volante, sin mirar a su acompañante, ya que estaba bajo
tensión. Necesitaba llevarse a Dana para que se relajara y le dijera sus
secretos, cosas que él deseaba saber, necesitaba que ella confiara en él, pero parecía
que su novia lo estaba descubriendo.
Ella no pudo
evitar sonreír ante las palabras de su humano, ya que no eran del todo ciertas.
Dana lo conocía de toda una vida, así que sabía diferenciar bastante bien
cuando estaba enojado o feliz y trataba de disimularlo. Actualmente tenía
aquella expresión de estar escondiendo algo de información.
—Puedes decir
lo que quieras Ethan, pero tú me estas escondiendo algo ¿Qué quieres?
— ¿De verdad no
me crees? Solo quiero que pasemos algo de tiempo… especial. Creo que así se podría
denominar.
—Mientes.
— ¡Oh vamos! No
puedo creer que no confíes en mí.
—Si confió en
ti –ante esa frase él la observó.
—Ahora tú estas
mintiendo –se volvió a concentrar en la carretera, ya estaban por llegar a su
edificio.
—Aun estás
enojado por lo de anoche –afirmó ella, sintiéndose mal por no poder revelar
toda la verdad, aun.
—No lo estoy.
—Claro que si,
hoy en la mañana estabas muy raro, incluso frío conmigo.
— ¿Frío? Créeme,
hoy en la mañana pude haber sido muchas cosas, pero frío no fue una de ellas.
—Pero Ethan.
—Ey… fue una
idea, si no quieres ir a ningún lado, está bien, seguiremos encerrados en tu
departamento, viéndonos solamente en la noche –Ethan se quedó pensando unos
segundos antes sus palabras — ¿sabes? Lo normal sería que tú dijeras esas
palabras, yo debería estar feliz de solo dedicarme a tener sexo contigo.
Ingresó al estacionamiento,
bajo la torrencial lluvia que había comenzado a caer.
—Pero no
–siguió hablando mientras buscaba su lugar, esquivando la mirada de ella –creo
y he confiado en este último tiempo que lo nuestro no es algo… pasajero,
realmente ha sido extraño, un tanto misterioso sin duda alguna, pero algo ha
hecho que nos encontremos ¿Cuáles eran las probabilidades? ¡Tú ves almas, yo no
las quería ver! Me has ayudado a resolver esto, es como si mi ángel guardián te
hubiese enviado a arreglar mi vida.
En ese momento
estacionó el auto y suspiró, para después observar a su copiloto.
Dana tenía una
gran sonrisa en su boca, pensando en que ciertamente había cumplido su misión
de ángel custodio con Ethan, aunque ahora no fuera parte del bando celestial
por amar a su humano, no podía evitar sentirse absolutamente feliz al saber que
él lo era.
—Ethan…
—No, no
entiendes –aclaró él –tú no me conocías antes de que produjeras este cambio,
solo viste un poco de mí, lo que fue favorable para ambos, no descubriste al
maniático que era antes. Era como un maldito zombie, es en serio, pasaba el día
quejándome sobre mi vida y sin ganas de hacer nada, cosa que culpo a esas
pastillas que tomaba, pero desde que tú apareciste… todo dio un giro en mi
mundo. Quiero que confíes en mí como yo confió en ti. Te he dicho todo de mi
vida.
Ella sabía que
era cierto, él no tenía grandes misterios escondidos en su pasado, solo unos
cuantos y él se los había dicho.
—Oh Ethan –ella
sonrió, aun sintiendo el regocijo de saber que su humano y su novio estaba
feliz gracias a ella –dame un poco de tiempo ¿querías que saliéramos para que
te dijera mis secretos? ¿Era eso?
—En parte –se
rindió Ethan, confesando su plan maquiavélico –y también quería que hiciéramos
algo diferente.
—Bueno, si es así,
no veo el problema para que salgamos, además no conozco nada realmente, me
encantaría conocer un nuevo lugar contigo.
—Pero no me dirás
nada ¿eso quieres decir?
Ambos se
miraban, aun en la oscuridad que proporcionaba el estacionamiento.
—Aun no ¿puedes
con eso? A diferencia tuya, yo si tengo varias cosas que debo esconder de ti,
nada que pueda hacerte daño, ten claro eso, pero tú… no quiero perturbar nada.
— ¿Cuánto
tiempo vas a esperar para decírmelo? He estado imaginado que eres desde una
asesina serial a un sicario.
—Nada de eso es
cierto, pero debemos esperar un poco ¿puedes hacer eso por mi? Prometo que te
lo diré todo, solo dame un par de semanas más. Yo tampoco creo que esto sea
pasajero –aquello lo dijo sonriendo, ya que nada de lo que le estaba pasando a Ethan
o a ella, era transitorio –he hecho muchas cosas solo para estar aquí, contigo.
Él se quedó
unos segundos en silencio, pensando y analizando las palabras que su guapa
vecina le estaba diciendo. No tendría otra opción que confiar en ella porque no
la quería lejos.
—Bien, entonces
esperaré, tan solo no me digas que hay gente muerta en todo este asunto.
Ella sonrió.
—Nunca sería
capaz de hacerle daño a ningún humano –él enarcó su ceja –ahora es mejor
arreglar todo para que viajemos ¿A dónde me llevaras?
—Es una
sorpresa, pero con esta lluvia será mejor que partamos mañana. No es muy lejos,
a tan solo dos horas de Chicago.
—Oh, excelente,
entonces subamos… debo darme una ducha.
Ambos bajaron
del auto de Ethan y se dirigieron hacia el ascensor. El caballerosamente
llevaba el bolso deportivo de ella para que no se cansara.
— ¿Qué quieres
hacer hoy? –le dijo a Dana, acercándose para tirar de la punta de su oreja
mientras sus dedos se entrelazaban en su mano derecha.
Ella se tensó
por completo al saber que no se había puesto aquel líquido sobre el brazo, solo
su chaqueta cubría sus marcas, al nivel de su mano se podían ver, como
envolvían el comienzo de sus dedos, los mismos que estaban tocando a Ethan.
Fue en ese
segundo que se dio cuenta que no le gustaban esas marcas, no quería que él las
viera ni tampoco quería que aquella zona de ella, tocara la piel de Ethan, no
mientras no estuvieran cubiertas.
— ¿Qué sucede?
–preguntó él cuando llegaron al piso de Dana, pudo sentir como ella se tensaba
por su cercanía.
—No sucede nada
–se empinó para poder besarlo, pero cuando por fin sus labios se iban a unir,
fueron interrumpidos.
— ¿Querida
Dana?
Solo bastó
escuchar su voz para que ella empujara a Ethan y él quedara estampado en otro
extremo del ascensor.
Ella observó
como Adam no dejaba de entregar su atención a ellos.
— ¡¿Pero qué
demonios?! –dijo sonriendo Ethan.
—Yo te llamo,
ahora debo hablar con él –se acercó a su novio, le quitó el bolso y corrió
fuera del ascensor.
La sonrisa de
Ethan fue desapareciendo a medida que notaba como unos tatuajes negros
recorrían la mano derecha de Dana.
Las puertas del
ascensor se cerraron antes de que cualquiera notara el cambio de expresión de
aquel humano.
—Te has tomado
muy bien lo de dejar a tu bando celestial por estar con el humano ¿no?
—Adam –ella suspiró,
ahora mucho más tranquila, no quería que aquel ángel caído se acercara a su
humano — ¿Qué ha sucedido?
—Mmm… nada, tan
solo quería hablar contigo, pensé que después de tu entrenamiento diario ibas a
volver rápidamente, pero tuve que esperar bastante ¿me harás pasar?
—Claro, pasa.
Ella abrió la
puerta y ambos entraron al departamento.
—Debo darme una
ducha, pronto vendrá Ethan, así que si quieres regañarme por algo, es mejor que
lo hagas rápido. Pensé que te quedarías con Lilia –ella utilizó su tono suave
para decirle que dejara de molestarla.
—Vete a dar un
baño y después llama a Ethan para que llegue más tarde, quiero hablar algo muy
serio contigo. Y no, obviamente no estoy con Lilia, dile a Arial que deje sus
estúpidas bromas.
—Oh… muy bien.
Ella asintió e
hizo lo que le dijo su guía terrenal, aunque ya no estaba convencida sobre
quien era su superior ¿es qué acaso aun tenía uno?
Fue rápida y se
cubrió con su pijama, no dejaba ver nada de piel, pues la temperatura había bajado
varios grados y sintió algo de frío, así que con su pijama celeste, fue hasta
la sala, donde la esperaba un paciente Adam.
Aquel ángel
caído estaba mirando atento a la ventana, observando cómo las gotas de agua
chocaban contra el vidrio. Su mente no podía descansar, estaba pensando
constantemente en lo sucedido con Lilia.
Por su postura
dejaba en claro que algo iba mal en su vida, por eso para Dana no fue difícil
darse cuenta que su guía tenía la cabeza en otro lado, justo en ese momento.
Sigilosamente ella fue hasta los sofás y se sentó, observando con una sonrisa
triste al ángel caído.
Pasaron varios
minutos, en silencio, sin que él se diera cuenta de que estaba siendo
observado. No fue hasta que su paciencia disminuyó y se giró para ver si venía
Dana, que la vio sentada en el sofá, observándolo.
— ¡¿Qué haces?!
No te sentí ¿llevas mucho rato ahí? –él frunció el ceño y se sentó en el sofá
con ella, al otro extremo.
—No te quería
molestar –dijo ella, poniendo atención en las gotas que caían sobre las ventanas
–parecías muy concentrado en algo.
—Como sea,
tenemos que hablar.
—Antes que
comiences, debo pedirte una disculpa. No me comporté de la mejor forma la última
vez que nos vimos, ni contigo ni con Eric, entiendo el motivo de su molestia
–ella observó su dedos derechos, marcados con esos tatuajes negros.
—Me alegro que
te des cuenta, también venia a hablarte de ello.
—Eric debe
estar muy enojado ¿no? ¿Ha comenzado el juicio ya?
—No sé, sabes
que los Serafines se toman todo su
tiempo. Y no, Eric no está enojado.
—Desilusionado,
supongo.
—Tampoco, él ve
esto como un pecado, un error que ninguno debería cometer, pero también una
parte de él sabe que es incontrolable. Eric habla mucho, pero también tiene sus
secretos y uno de ellos, es que cree en el amor entre ángeles y humanos.
—Pero jamás cometería
tal aberración ¿no? ¿Es eso lo que
quieres decir?
—Exacto. Él ha
perdido muchos amigos debido a ello, incluso a Gabriel –ella se tensó al
escuchar aquel nombre y un escalofrió recorrió por su espalda.
— ¿A qué te
refieres? Gabriel se fue de nuestra tierra debido a que deseaba poder y cayó en
los juegos de Satanás.
—Si, en parte… ningún
ángel cae de esa de un día para otro, siempre hay algo que detrás ¿no crees?
Gabriel era de los ángeles importantes.
—Una cosa es
que esté tratando de aceptar que los ángeles caídos no son malos como pensé
siempre y otra muy diferente es justificar a quien se va con Satanás.
—No juzgues si no
sabes de lo que hablas.
—Él mal jamás tendrá
una justificación.
Ella se cruzó
de brazos, molesta por estar teniendo una conversación sobre la actitud que
tuvo Gabriel, hace cientos de años, cuando ahora no tenía importancia su
existencia.
—Tus marcas,
han llegado hasta tus dedos –dijo él tomando la mano derecha de Dana — ¿las
estas cubriendo de Ethan o has mentido diciendo que te tatuaste?
—Las cubro, no
quiero que lo note aun… en algún momento debo decirle la verdad ¿sabes?
Adam soltó la
mano de Dana y se puso tenso. A pesar de que los hechos debían ocurrir de esa
forma, no estaba a favor de decirle a una mente limitada como la de un humano,
la verdad sobre los ángeles.
— ¿Qué piensas
hacer? –preguntó para poder distraerse.
—Ethan debe
estar mucho más seguro sobre su habilidad, estoy esperando a que eso suceda
para confesar todo ¿no crees que es incorrecto?
—Mmm… no lo sé,
cada humano se lo toma de forma diferente –dijo Adam volviendo al pasado y
recordando memorias que deseaba olvidar con toda su fuerza.
—Creo que él no
se lo tomará bien, es por eso que quiero ser precavida, esperaré a después de
año nuevo. De todas formas ¿Qué deseabas hablar conmigo?
—Gabriel ha
estado demasiado tranquilo, no lo he visto por el bar y eso nunca es bueno.
¿Has sabido algo?
—Vino ayer en
la noche a molestarme, pero lo típico, solo habla.
—Ten cuidado
Dana, él jamás “solo habla” sino que te distrae mientras te ataca desde otro ángulo.
Quiero que seas precavida y que sepas sus debilidades, por ello, quiero que
mañana vayas con el padre Sebastián, él te guiara sobre demonios de su tamaño.
— ¿Quién es el
padre Sebastián? Arial me dijo que él era un estilo de erudito sobre
demonología.
Adam sonrió,
curvando sus labios, recordando realmente quien era el padre Sebastián.
—Debes
conocerlo primero, te agradara, es un tanto fanático y puede que te sermoneé
debido a que has abandonado al bando celestial, pero fuera de eso, no hay
problemas.
— ¿Por qué no
puedes decirme tú las debilidades de Gabriel?
—Porque no las
sé, nunca he tenido que recurrir a Sebastián para saber eso. Nunca he luchado
contra Gabriel y realmente, nunca lo haría a menos que fuera realmente
necesario.
—Él es tu amigo
–ella frunció el ceño. Nunca le había agradado esa cercanía entre ángel caído y
vampiro demoniaco.
—Lo fue, creo
que por esa amistad es que no me gustaría tener problemas con él, además no puedes
negarlo ¡es encantador! Tan simpático.
Ella no pudo
evitar sonreír por esas palabras, pero al recordar que se referían a Gabriel,
borró aquella expresión.
—No puedo ir
mañana donde el padre Sebastián.
— ¿Por qué?
–preguntó Adam con el ceño fruncido.
—Con Ethan
vamos a viajar, solo será por el fin de semanas, es una sorpresa que me tiene.
—Cancélala
entonces, no puedes ir, primero debes reunirte con Sebastián.
—Pero…
—Dana, yo sé
que crees que puedes comportarte como una humano normal, pero no es así. He
vivido muchos años, tengo más experiencia y quiero que sepas esto ahora y no
cuando sea muy tarde, como ha sido en mi caso.
Él se giró para
verla más cómodamente y relajó su expresión porque no deseaba que ella se
tomara como una ofensa sus palabras. Quería que lo escuchara de verdad porque
si lograba que ella entendiera lo que iba a decir, se ahorraría mucho dolor en
el futuro.
—Tú no eres una
humano, expandes alas de tu espalda, sanas más rápido, eres demasiado buena
para ser real además de ser hermosa, tienes fuerza y habilidades que ningún
humano podría soñar en tener. Si quisieras podrías matar de un golpe a Ethan.
Manejas armas que estos seres jamás han visto, asesinas demonios y fuiste un
ángel custodio. Los niños te rezan y te entregan sus oraciones. Ethan te
entregó sus oraciones cuando solo era un niño. No eres humano Dana, has estado
bajo la divinidad de Dios, que te protegía de demonios sanguinarios, los cuales
eres capaz de ver y atacar.
—Lo sé –ella
sintió, pensando en las palabras que Adam le entregaba.
—Una cosa es
saberlo y otra muy diferente es aplicarlo. No puedes llevar una vida normal
porque Ethan sea normal, y ni siquiera lo es, ya que puede ver almas perdidas y
Satanás está detrás de él.
—Pero solo es
un viaje –ella hizo un mohín, se había entusiasmado en tener un viaje con
Ethan, solo los dos ¿Cómo le diría ahora que todo se cancelaba?
— ¿Te has
puesto a pensar en lo que puede suceder en ese viaje? ¿Solos?
Ella esquivó su
mirada, sabía todos los peligros que podrían suceder. Sin embargo, estaba
esperando que el destino y la fortuna estuvieran de su lado y fuera un hermoso
viaje.
—Gabriel podría
acabar con ustedes de inmediato, no tendrías a quien recurrir si algo malo
sucede ¿Qué harás con tus armas? ¿También las llevaras? Si fuese así, podrías
incluso ser descubierta por Ethan o peor, él podría tomarlas y hacerse daño.
Ella sabía que
todo lo que Adam decía era cierto, sobretodo el hecho de que si Ethan
encontrara algún arma se podría hacer daño. Las armas angelicales que usaba
Dana no podían dañar a humanos cuando estaban bajo el poder de dicho ángel,
pero si algún ser mortal como Ethan la encontraba, podría dañarse como con
cualquier arma, hecho que ya había ocurrido, pero que ella ignoraba.
—Jamás me
perdonaría si él se daña con algo como eso –dijo ella con voz triste.
—Haremos algo ¿sí?
yo me las arreglaré para que no seas tú quien cancele el viaje, así te sentirás
menos triste ¿no es cierto?
— ¿Puedes hacer
eso? ¿Cómo? –ella lo miró curiosa, no tenía idea de que él tuviera poder en la
vida de Ethan.
Dana no estaba
enterada de la conexión que había entre Gaspar, jefe y amigo de su novio, y
Adam. No estaba informada de que Adam conocía a Ethan desde que era un
adolescente.
—Puedo mover
ciertos contactos, tú no te preocupes. Sigue con tus planes como si nada malo
ocurriera, mañana por la mañana, Ethan no podrá ir a dicho viaje.
—Eso no me hace
feliz –él dejó su mano sobre la cabeza de aquel ángel caído.
—La vida no es
necesariamente felicidad, Dana. Ahora mejor ve a cubrir tus marcas con ese
mágico líquido que te dio el idiota de Thomas.
—Thomas es muy
tierno.
Ella sonrió al
recordar como Lilia se comportaba con ese Nephilim poderoso. También recordó en
las palabras de Arial y pensó de inmediato en que ella también estaba del lado
de Adam, así que decidió ayudar un poco. Los celos podían ser un arma poderosa
a veces.
—Lilia se veía
muy feliz con él ¿crees que puedan estar juntos? –la mordida de Adam se tensó
ante las palabras de ella y automáticamente alejó la mano que tenía sobre su cabeza.
—Sí, puede que sí.
—Los ojos de
ella brillaban. Thomas es un tierno, además fue muy agradable conmigo porque
era amiga de Lilia, creo que a él le gusta.
—Siempre ha
sido como un perro baboso con ella, podría llegar a hacer atrocidades por
llamar la atención de Lilia. Y no es nada de tierno, es bastante peligroso y
sospechoso ¿estamos hablando del mismo Thomas?
— ¿Peligroso?
Entonces debes advertir a Lilia.
—Ella se puede
cuidar muy bien de él o de cualquiera, créeme.
Adam tensó su
mordida al recordar como ella se dejaba llevar por aquel poder demoníaco que
tenía.
—Además ella es
tan hermosa y él muy guapo, se asientan.
—Si ves bien,
Thomas tiene una cicatriz en su frente, muy cerca de donde comienza su cabello,
es como una línea. Una cicatriz como Harry Potter, así que no es del todo guapo
–se burló Adam riendo.
— ¿Quién es
Harry Potter?
—Basta de
conversaciones sin sentido, es hora de que me vaya. He venido a advertirte y
ahora debo hacer ciertas llamadas para seguir ayudándote. Ponte las pilas Dana,
yo no siempre estaré aquí.
Ella lo miró
preocupada.
—Mañana te
enviaré un mensaje de texto, informándote sobre a qué hora te recibirá el padre
Sebastián ¿sí?
—Está bien.
Ambos se
pusieron de pie, justo para cuando el timbre sonó. Era Ethan, quien se estaba
comportando educadamente ya que no había necesidad de avisar su llegada de esa
forma, él tenía llave.
Adam se
despidió de un beso en la mejilla de Dana y se dirigió a la puerta. Recién en
ese momento ella notó lo casual que vestía, como si hubiera estado haciendo
deporte, además vestía diferente a como lo había visto horas atrás. Con unos
pantalones negros y una camiseta gris.
Sin duda Dana
notaba que Adam era guapo, no era ciega, pero él andaba por la vida como si no
lo fuera, como si no destacara, tampoco era alguien que no tuviera autoestima,
sino más bien, era alguien que no jugaba con el egocentrismo. ¿Cuánto podría
hacer ese ángel caído por las Nephilim que habían entrado a su vida?
Tan solo con un
gesto se saludaron Adam y Ethan, luego este último cerró la puerta. Venía con
un bolso, él que dejó a unos pasos de la puerta. Listo y preparado para su
viaje del fin de semana.
— ¡Vienes ya
con pijama! –lo acusó ella al ver el pantalón y camisa azul oscuro, además de
venir descalzo.
—Sí, no tenía
ganas de cambiarme innecesariamente de ropa ¿no crees? –Dijo rodeando la
cintura de ella, atrayéndola a su cuerpo — ¿Qué deseaba aquel gigante?
— ¿Gigante? Casi
eres de su porte Ethan.
—Sí, pero él
parece ser alguien que va más al gimnasio que yo… cosa que tu también estas
haciendo.
— ¿Qué? ¿Estoy
ancha como Adam? –ella lo miró sorprendida.
Dana caía
rápidamente en banalidades humanas, la vanidad era una de ellas, extraño para
ser un ángel caído tan joven, pero inevitable por ser quien era.
—Claro que no,
estas guapísima –dijo él dándole un corto beso en los labios –pero se nota el
trabajo en el gimnasio.
— ¿Eso es un
cumplido? –él asintió, concentrado en los ojos miel de su novia –entonces
muchas gracias.
— ¿A qué vino
Adam?
—Tan solo a
pedirme que lo ayudara la próxima semana –Ethan la acercó aun más a su cuerpo
al escuchar aquello.
— ¿Has hecho ya
tu bolso para mañana? –Ella negó, dejando sus manos sobre el pecho de su humano
— ¿Por qué no?
—Lo haré en la
mañana, ahora podríamos pedir algo para comer, tengo mucha hambre.
—Bien, yo
invito.
Pero para
cuando la volvió a besar, ella se entregó por completo a los labios de su
humano. Rodeó su cuello con los brazos y lo atrajo más, para poder dejar
escapar sus deseos.
Lentamente
fueron avanzando hasta el sofá, donde Ethan la recostó con cuidado, sin dejar
de tener su cuerpo entre sus brazos. Sin embargo, ella lo alejó con una
velocidad impresionante.
—Debo ir al
baño, tú pide comida ¿sí? te amo –le dio un beso corto en los labios a él.
Dana
prácticamente escapó de la sala, llegó a su habitación y buscó en su mesa de
noche aquel líquido que cubría sus marcas, pero antes de poder encontrarlo, la
luz de su habitación se apagó, al igual que las ampolletas violetas que había
en su pared. Quedando en la completa oscuridad.
Unas manos
rodearon su cadera y sin más la apoyaron de forma brusca contra la puerta.
— ¡Eth…!
Aquel nombre
fue silenciado con un beso, un frío beso que solo deseaba apoderarse del placer
que aquel ángel caído sentía. Misma sensación que había causado estragos esta
mañana en él.
—Dijiste que
ibas al baño ¿Qué haces aquí? –la voz de Ethan llegó a los oídos de Dana y ella
se relajó ante el sorpresivo ataque de su humano.
—Vine en busca
de mi perfume, nada mas –mintió.
—Así estás bien
–susurró aquel demonio contra sus labios.
— ¿Qué haces?
No, espera –dijo ella al sentir como las manos de un Ethan falso subían por sus
muslos y tomaban el borde de su camiseta celeste de pijama.
—Me gusta la
idea de probarte de a poco ¿sabes? –le susurró en su oído, causando que ella
sintiera como su piel se crispaba.
Una sensación
extraña, entre deseo y algo que aun no podía identificar, afloraron en el pecho
de Dana.
Esta vez
Gabriel no deseaba escuchar el nombre de otro en los labios de Dana, es por
ello que no dejaba de besarla; sin darle tregua, cosa que ella estaba
comenzando a amar, sus labios se estaban sintiendo inflamados y sin dudar sus
brazos se extendieron, dejando que él sacara la parte superior del pijama.
Mientras tanto,
Ethan, el real, estaba buscando en su teléfono, sentado en la sala, servicios
que les trajera algo apetitoso para comer. Siempre había sido muy quisquilloso
con la comida, es por eso que pasaba de una página a otra, pensando en algo
interesante para que Dana lo probara por primera vez.
—Tienes que
detenerte –dijo Dana sin fuerzas, sin duda no podía dejar de sentir el placer
que Ethan le provocaba en su cuello al ser besada, pero estaba preocupada por
sus marcas y por la textura que él podría sentir ahí, ya que prendería la luz y
vería sus marcas.
—No lo haré
–aclaró Gabriel, con la misma voz de Ethan. Deseaba ir jugando con su pequeña
angelito y por lo que él tenía entendido, gracias a Liam, era que su ángel
favorito y su asqueroso humano, iban a salir de la ciudad por el fin de semana.
Un gemido fue
silenciado por la boca de Gabriel cuando sus manos se apoderaron de los senos
desnudos de Dana, quien sintió una corriente eléctrica recorrer su espalda.
Ella giró su rostro, escapando de los labios de Ethan, sintiendo algo extraño.
—Alto, amor, ya
basta –dijo ella, pidiendo que se detuviera, pero él la presionaba contra la
puerta — ¿estás enojado de nuevo?
—No –fue lo
único que contestó Gabriel antes de atrapar los labios de Dana de nuevo, pero
ella se escapó. Solo por la frustración, aquel demonio presionó con un poco más
de fuerza los delicados senos de su ángel, recorriendo su suave piel.
Un gemido
escapó de los labios de Dana, quien frunció el ceño, dejando que su mente se
desconcentrara un poco y permitiendo que Gabriel volviera a apoderarse de ella
cuando sintió la boca de su falso Ethan en uno de sus pechos.
—Ethan –se
revolvió bajo el agarre de Gabriel, pero al apoyar su mano derecha sobre el
cabello de su falso humano, se dio cuenta que debía detenerse, que debía cubrir
sus marcas antes de estar con él — ¡Para!
Lo empujó y
tomando la pequeña botellita salió de la habitación, con su torso desnudo.
Entró al baño, entrecerrando sus ojos por el cambio de iluminación. Con la
respiración alterada y con sus labios inflamados por culpa de los besos de Ethan,
comenzó a cubrir su brazo derecho, deseaba fervientemente volver a los brazos
de su humano.
Gabriel sonrió
aun en la oscuridad de la habitación y aun con la forma de Ethan, se dirigió
hacia la ventana, por donde escapó, pensando en que tendría que usar a Zoe para
calmar la lujuria y pensando satisfactoriamente que Dana no podía darse cuenta,
aun, de la diferencia entre él y Ethan. Aquel demonio sabía muy bien el motivo
de ello y por primera vez le agradaba.
Luego de ser
cubiertas las marcas, Dana se dirigió hacia su habitación rápidamente, para
seguir en lo que había quedado con Ethan, pero no encontró a nadie y las luces
de la pared estaban todas prendidas. Rápidamente fue, semidesnuda, hasta la
sala, donde encontró a su Ethan, pensando y concentrado en algo que pudiera
gustar a Dana, pero no podía convencerse.
—Quizás algo
dulce.
— ¿Qué haces
aquí, Ethan?
Él no fue capaz
de responder, se quedó mirándola. Lucía hermosa, de pie, justo al frente suyo,
solo con sus pantalones de pijama color celeste. Su cabello caía sobre sus
pechos, no alcanzando a cubrir estos. Los ojos miel de Dana brillaban de
excitación, detalle que él no pasó desapercibido.
Dejó el
teléfono a un lado, luego pedirían alguna pizza para cuando acabara con ella.
— ¿Estas
enojado? –preguntó ella al notar que él había sido nuevamente brusco con ella
en la habitación, había sido un tanto frío, pero aun así logró que su cuerpo
comenzara a hervir.
—Estaría loco
si estuviera enojado al verte esperarme así.
Sin esperar
otro segundo, los labios de él se apoderaron de los de ella, rodeando su cuello
suavemente con su mano, causando que las piernas de ella temblaran tan solo por
ese roce.
Sin preámbulos
él la tomó de tal forma que las piernas de ella rodearon su cadera mientras que
ahora sus labios se apoderaban del cuello de su novia, quien acariciaba su
cabeza al sentir la calidez que había extrañado hace un momento atrás.
Dana se
preguntaba ¿Qué estaba sucediendo con su humano? ¿A qué se debían estos cambios
de humor? Pero ahora la estaba tratando como a ella le encantaba y eso era lo
importante.
Se dirigieron
hacia la habitación, donde él la recostó con cuidado sobre la cama, al igual
que esta mañana. Se deshizo de los pantalones de ella, al igual que sus bragas
y la tuvo desnuda, como una diosa bajo las luces de la pared.
—Ten cuidado
con tu mano, olvide decírtelo hace un rato –dijo ella mirando antebrazo
izquierdo de Ethan vendado, hace unos minutos no se había acordado de ese
detalle. Es más, era tanta su ensoñación, según ella, que ni siquiera había
sentido la venda de Ethan como la sentía ahora.
—No te
preocupes –él le guiñó un ojo y después se deshizo de su camiseta para luego
volver a apoderarse de Dana.
—Ah, me
encantas –susurró ella al sentir como Ethan recorría su cuerpo con besos –pero
ya no quiero jugar más, te necesito.
—Ansiosa –dijo
él antes de rodear con sus dientes la cima de uno de sus pechos y tirar de ahí,
logrando que un gemido llegara a sus oídos –tan solo estoy comenzando.
Ella ya había
tenído suficiente de sus juegos hace un rato, su cuerpo estaba exigiendo sentir
el de Ethan, es por eso que logró ponerse de rodillas en la cama, mientras que
él de pie, la seguía besando. Las manos del ángel recorrieron los oblicuos de
Ethan y bajaron hasta el borde del pantalón.
—Te necesito
–dijo contra los labios de Ethan mientras bajaba aquella prenda, encontrando la
erección de su humano. Para sorpresa de ambos, la mano de ella se apodero de
aquel miembro y comenzó a darle un suave masaje.
Ethan se
descontroló al sentir como ella, a pesar de no haber tenido otros hombres, con
él no tenía vergüenza y si era necesario, tomaba la iniciativa. Es por eso que
con su mano rodeó el rostro de Dana y la besó apasionadamente, robándose los
gemidos de ella.
Se deshizo de
sus pantalones de pijama y sin más recostó a Dana para luego ubicarse entre sus
piernas y comenzar a entrar en el cuerpo de su novia, lentamente, sintiendo la
suavidad y completa plenitud que le entregaba ella cuando hacían el amor.
Sensación que no había sentido con nadie más, como tampoco la pasión que ella
provocaba en él.
Ethan rodeó el
cuerpo de Dana con sus manos y para tomarla de una forma diferente, se puso de
pie y sin dejar que sus cuerpos se separaran, la llevó hasta la puerta, donde
la apoyó y comenzó a moverse contra la cadera de ella.
Los ojos miel
de ella brillaban por el placer que él le provocaba. De esta forma si le
gustaba estar entre la puerta y el cuerpo de Ethan, cuando ella podía ver sus
ojos y saber que él la amaba.
—Te amo –dijo después
de gemir despacito contra los labios de Ethan.
Él comenzó a
moverse más rápido, solo para provocar el primer orgasmo de Dana, uno de los
que tenía planeados para ella. Podía sentir como ella estaba próxima a tener
aquella sensación tan placentera.
—Vamos –le dijo
a ella, besando sus labios de nuevo, moviéndose más rápido contra ella,
obteniendo un temblor en el cuerpo de su novia – también te amo –le susurró en
su oído mientras ella llegaba a la máxima cima que ambos podían alcanzar.
Sin duda alguna
Dana tenía una resistencia física superior a todo ser humano, pero no estaba
acostumbrada al placer que sentía cuando Ethan le regalaba uno orgasmo, es por
eso que su cuerpo perdía la fuerza de una forma tan rápida, que se sorprendida.
Él la llevó
hasta la cama y la recostó, boca abajo, saliendo de su cuerpo.
—No –se quejó
ella, pero aquella sensación de vacío no duró ni un minuto.
Ethan se ubico
detrás de ella, mientras que lograba ella dejara su parte trasera más
levantada.
—Hay que salir
de estar solo en la posición del misionero, amor –le dijo besando su espalda.
Dana sonrió y
se entregó a los brazos de Ethan, ciegamente, sin entender que era “posición del
misionero” aunque no se demoró en captar la idea.
Él entró en su
cuerpo en esa posición, empezó moviéndose lentamente de nuevo, notando como
ahora Dana cerraba sus ojos.
—Mmm… —gimió
ella de nuevo.
Ethan notó que
no le hacía daño desde este nuevo ángulo, así que comenzó a moverse sin mayor
preocupación, pero seguía teniendo el debido cuidado. Luego rodeó la cintura de
Dana e hizo que se arrodillara, quería tenerla más cerca.
Ella se apoyó
en el hombro de Ethan y dejo que él siguiera entrando en su cuerpo, le gustaba
hacer el amor en esta nueva posición, así que solo se entregó a las embestidas
de su Ethan y a las lindas palabras que le susurraba en su oído.
Dana nuevamente
tuvo su orgasmo y Ethan por fin alcanzó aquel éxtasis junto a su encantadora
novia.
Él beso la
mejilla de ella y la recostó en la cama con suavidad.
—Ni siquiera
son las diez de la noche ¿quieres que pida algo para comer? –le dijo
susurrando, justo en su oído.
Ella se removió
sobre la cama, girándose para ver mejor a Ethan. Se acercó y beso sus labios
mientras su dedo índice hacia figuras sin forma en el pecho de su humano.
— ¡Estoy muerta
de hambre!
—Entonces iré
por mi celular –dijo él poniéndose de pie para volver a la sala.
Para cuando se
dirigía a la puerta, ella noto como su venda estaba con un poco de sangre, se
preocupó al ver así la mano de Ethan.
— ¡Oh! Ethan,
tu mano.
Él se miró
aquella extremidad e hizo un gesto para quitarle importancia.
— ¿Puedes
buscar unas gasas nuevas? Iré a llamar por teléfono.
—Claro, voy por
ellas.
Ambos salieron
desnudos de la habitación, pero antes de que ella se separara de Ethan y
entrara al baño por esas gasas y para higienizarse, se quedó en la entrada,
observando como él se dirigía hacia la sala, moviendo ese trasero fibroso que
le encantaba.
— ¿Ethan? –él
giró la mitad de su cuerpo y la observó.
— ¿Qué sucede?
–la miró preocupado al ver la expresión de confusión que tenía su novia.
— ¿Quién es
Harry Potter?
Ethan no pudo
evitar comenzar a reír.
—Amor, de
verdad que a veces pienso que eres de otro planeta. Mientras comemos veremos quién
es ¿te parece?
—Está bien
–dijo ella confundida, sin entender quien era el famoso Harry Potter.
Ethan se fue
hasta la sala, pensando seriamente sobre Dana. Tomó su celular y vio el mensaje
que tenía por parte de Gaspar.
“Ethan, prepárate, hay que tener la
presentación de la campaña el lunes. Lo siento.”
Ni siquiera se
pudo concentrar en cómo sus planes con Dana se acababan de ir por el escusado.
Solo tenía en su mente la mano derecha de su novia.
— ¿A dónde
demonios se fueron sus marcas de la mano derecha? Estoy seguro de que las vi.
Hola a todas y todos, espero que hayan estado bien en este tiempo. Aquí con Iria les traemos un nuevo capitulo, como siempre, agradecerle a ella por betear el capitulo. Nada más que decir, gracias a las 10 personas que comentaron en el capitulo anterior. Debo decir que ya no esta siendo tan entretenido subir capitulo porque es como un golpe en la cara jajaja ya que cada vez hay menos personas leyendo y comentarios, asi que se supone que la historia no va bien.
Queeee cap mas 1313! Me encantan me encantan! Siento que tengo un leve daño cerebral ya que a pesar que me encanta esta pareja; Gabriel me atrae! Lujurioso Gabriel! Tienen tantos secretos que me siento como Dana! Ella responde a Gabriel por que siente algo por el? El se fue del cielo por que queria algo mas con Dana? O cual fue la otra razón? Que paso realmente con Adam? Es un cruel ángel caído que hirió a la pobre Lilia? Awww pobres son solo unos títeres de ambos bandos!
ResponderEliminarMe encanto el capitulo !!! Sin embargo Gabriel me da muchísima rabia cuando será que Dana lo descubre.
ResponderEliminarNo te desanimes no se si algunas personas les ha pasado igual pero no me están llegando las actualizaciones al correo es por que estoy pendiente del Facebook .
EliminarHIJO DE PUTA!!!! NO ME JODAS!! CONCHE PUTO DE MIERDA DE GABRIEL!!!! MIERDAA!! MATALOOO!!! por fi jajajaajajajajajjaa
ResponderEliminarDana tiene que empezar a ser mas seriaa!!!! no se que pasa, se olvida a veces de la realidad y vive en la fantasia lo cual es hermoso perooo debe tener cuidado!
Ethan!! Ya empezo a sospechar!!!! Que miedo me da imaginarme su reaccion!!!!!
A mi si me gusta Thomas para Lilia!! (:
Y, HIJO DE PUTA! que heavy cap jajajaja lo siento muchas malas palabras peroo esta muy denso! jajajaja (:
Me encanta!!
Hola Dani, me encanto el cap, no me gusta para nada Gabriel aggg q colera, quisiera q ella se de cuenta, por q no lo hace?? por otra parte q pasa con Adam y Lilia por q no pueden estar juntos? Que historia tendran. En fin me encanta como va yendo la historia y Dani por favor no te desanimes, sestoy segura q mucha gente lee la historia, de verdad, es muy buena.
ResponderEliminarOk te dejo un beso gracias por escribir
Oww yo queria que se fueran de viaje... manera de durar poco el panorama. .. Gabriel ya se está aprovechando mucho de la situación, ojala el padre (?) Sebastián le enseñe a diferenciar... o alguien, da igual quien sea.
ResponderEliminarSigue escribiendo! !!
Oww yo queria que se fueran de viaje... manera de durar poco el panorama. .. Gabriel ya se está aprovechando mucho de la situación, ojala el padre (?) Sebastián le enseñe a diferenciar... o alguien, da igual quien sea.
ResponderEliminarSigue escribiendo! !!
Ok este cap si que esta lleno de cosas una de ellas es que Dana a subestimado a Gabriel por completo en mi opinion el esta jugando su juego muy pero muy bien y Dana estando en su mundo de fantasia de placer que no se esta dando cuenta de las cosas creo que deberia poner mas atencion a las cosas ser mas realista algo que se le esta olvidando que bueno que Adam hablo con ella siento que en cualquier momento todo saldra de control y Dana no quedara muy bien que digamos si de por si cuando se entere Ethan que es un angel y de todo lo que ha hecho Dana para estar con el no creo que se lo tome muy bien aparte Ethan ya esta sospechando sabe que Dana oculta algo y creo que en esa leve duda es donde puede entrar Gabriel se que es el malo de la historia pero como me encanta sus maldades jejeje en algun momento cometera un error pero eso ya lo leeremos mas adelante ahora espero que con la ayuda de ese padre Dana si se ponga las pilas y se baje de su nube de amor que siente por Ethan y se de cuenta realmente contra lo que se tiene que enfrentar .. por cierto los amigos Angeles de Dana ya no los vera?? gracias por este cap y nos leemos en el que sigue jajaja
ResponderEliminarMe dio gusto saber que Dana se acordo de sus amigos angeles Sophia y Quentin los vera de nuevo Dana ?? me gustaria saber que le diran cuando la vean de nuevo ..como sea no es facil ver que su amiga es un Angel Caido ..
ResponderEliminarUUUU ¿por que yo no habia ledio este capitulo? Dios¡¡estuvo buenisimo, primero Lilia y Adam, hay una buena razon para que el no quiera estar con ella verdad? por que ahorita el no es la persona mas encantadora, y por mucho que Thomas me guste, odio el hecho de que Adam no haga algo....en fin, Asi que los planes del fin de semana se arruinaron, Gabriel sigue haciendo de las suyas, ¿cuando el cayo, queria llevarse a Dana con el verdad? ahora se esta aprovechando, ¿por que ella no nota la diferencia? creo que sus ojos son diferentes no? y algo mas debe notar, Dana y Ethan son importantes para los dos bandos (que ni idea que planean) que pasaria si al final se enfrentaran uno contra otro? ya se estoy adelantandome a los hechos, pero me llego esa idea a mi loca cabecita., no se que mas, se me escapan muchas cosas, pero en cuanto pueda recordar mas, lo comentare, saludos dani¡¡
ResponderEliminaratte. Abi
Aaa dios que capitulo mas emocionante awsw gabriel tan sexi y malote a la vrz yo quiero uno para mi donde los vende yo quiero uno gracias por el capitulo la historia cada vez se pone mejor dani filtigh tu puedes
ResponderEliminarMe encanto el capítulo, sí que Gabriel disfruta de cuando se convierte en Ethan. Yo creo que algo tiene que ver Eric de porque Gabriel se volvió malo, por lo que le dijo Adam a Dana y por lo que Gabriel recordaba capítulos anteriores. Creo que Ethan cada vez se está volviendo más observador con respecto a Dana y ahora por los tatuajes que vio en la mano de ella...
ResponderEliminarwow este capitulo estuvo cool, no puedo creer que dana aun no se de cuenta de cuando ethan no es ethan, auchh me da rabia que gabriel sea tan descarado pero bueeno, eso pone mejor todavia el capi, y dani no te desanimes tu eres super!
ResponderEliminarDTB
O.K. he decir primero graaaacias por el capi me hacia falta estas sesiones calientes jajaja..... me encanta como esta tomando otra forma la historia, por el simple hecho que de nuestra pequeña angelito esta dejando de ser pequeña, y me salio una nueva teoria entre lo que ha dicho en los dos ultimos capis sobre Gabriel y el odio que hay hacia Erik puede ser porque Dana estaba destinada a ser un angel caido mas del lado del mal que de el bien por eso es que sexy Gabriel la quiere de su lado, porque sabe que cuando Ethan descubra todo el se sentira tan perdido que Dana lo seguiria hasta el infierno sin importar consecuencias y cuantas almas se carguen al otro lado.... ahora sobre lo que pasa al momento me he puesto a pensar como de fuerte y caliente debe sentir Dana las emosiones cuando Ethan o Gabriel la tocan como para no darse cuenta de que esta cayendo en una telaraña de la que le resultara dificil escapar, por otro lado no entendi muy bien porque Liam queria que salgan de viaje acaso estos malvados estan pensando atacarlos??? para que se los serafines tomen una desicion drastica o sera que de tanta furia que sentira Dana puede ascender a arcangel siendo un caido??? . y este loco de Adam como ha podido ser tan cruel de verdad Dani me encantaria saber la historia de el antes de Lilia y con el, a parte de que le de una leccion para que se le quite lo bruto........se que se me escapan cosas pero ya lo volvere a leer y comentare luego... besitos.... :) Karla
ResponderEliminarANEL...
ResponderEliminarMe encanto el capitulo ese Gabrieelll maldito pero que exitante que dos seres asi te besen de esa manera la misma noche jajajaj...
Dany no seas melodramatica chicaa no dejes de actualizar porque no creo que solo seamos 10 las personas que leamos esta historia ademas si solo fueramos 10 merecemos que actualices porque esta historia esta hermosa y muy muy intrigante e interesante ya quiero saber el secreto de Adam que tambien se me hace un ser muy muy exitante haayyy ya no se quien me gusta mas????
Tu siguele y no pares plisss que esto se pone cada ves mejor :p
Algo que he estoy pensando es que Gabriel tiene su pasado y por algo se fue hacia el lado malo algo lo hizo tomar esa decision me gustaria saber un poco de ese pasado de Gabriel xq antes fue bueno y hasta Dana sentia algo por el .. que fue lo que lo hizo caer al lado del mal?? esa es mi duda??
ResponderEliminarGabriel me parece totalmente desdichado, enojado, frustrado, no se, se ve afectado emocionalmente pero todo ese dolor lo dirije al odio, ahí hay algo raro. La verdad me da penilla. Pero bueno, ya no puedo esperar por saber como reaccionará Ethan ante la verdad de su Dana.
ResponderEliminarHola Butterfly :) , debo decir que es la primera vez q me atrevo a escribirte, siempre he sido tu + fiel lectora anonima xD (ya nop) t sigo desde fanfiction cuando los personajes eran los de twilight, cosa q aùn me los imagino como tal, pero q a la larga me han gustado los nuevos nombres q les has dado.Este fic, es de mis favoritos, es muy interesante la historia de angeles y demonios, me encanta la trama, ademàs yo igual por mi parte he investigado acerca de este mundo, que es muy sorprendente debo decirlo. Espero no te desanimes, muchas de tus lectoras, son anonimas, pero ahì estan :) , sigue escribiendo que es algo que se te da tan maravillosamente, tu historia siempre me deja con ganas de màs, me intriga, y siempre me sorprendes, cosa que les falta a muchas otras lectoras en fanfiction u otros blogs, que pasan a tener siempre historias muy monotonas o tramas parecidos y repetitivos, la tuya en cambio es como un viento fresco, I love it <3 . Y en cuanto al capi, espero que Dana c de cuenta al fin del jueguito q tiene Gabriel, mmmggrr me da tanta rabia con el,el tema de los bandos me gustaria saberlo mas, q es lo q c traen, que pasa con eso de los serafine xq q ellos son los q c encargar de juzgar a Dana??? son tantas interrogantes... Bueno me despido con eso , espero actualices pronto, un abrazo ;)
ResponderEliminarGracias Iria por betear el capitulo!!!!!!
ResponderEliminarHola mari, mari, Mariposa!
Awww con 6 días de retraso, soy una vergüenza pero en mi defensa diré q nunca se cuando actualizas esta historia, por lo menos cn mis Lenardis en el grupo me entero pero cn mis ángeles nuuuu seee T__T
Pasando a materia tengo q decir q cada capitulo me emociona más, esto cada vez se llena de más pólvora y cuando se destape el pastel la explosión va a explotar en grande.
Mi pobre Ethan cada vez esta más receptivo y más observador, honestamente no creo q Dana deba guardar por más tiempo el secreto. Pobre Lilia y pobre Adam, a kilómetros se ve q él no esta cn ella porq no puede, no porq no quiera. Si te digo q aquí hay más conexiones y mafías q nada. Algo me sigue diciendo q mi Gabriel no es tannnnn malo como pensaba, Adam no hace más q confirmarme mis sospechas. Dana tiene q ponerse las pilas porq si no entre los 2 bando van a acabar cn su espíritu aguerrido y bien haría haciéndole caso a su mentor y no echar en saco roto esas palabras q le dijo, ella no es humana y q se prepare porq si no...
Amé a Gabriel, tan perversamente sexy jaja yo también creo saber porq no puede todavía diferenciar entre él y Ethan.
Sentimientos!!!!
Muchas gracias por el capitulo Dani, me encanto aunq aún sigo traumatizada ¿viste quién es el nuevo Sr. Grey? noooooo me mataron, como convierten a mi Ethan en ese tipo odioso. Exijo q Dana vaya a levantar una queja jaja.
Nosotras lo vimos primero T__T
Te mando un abrazo y nos seguimos leyendo!!!
WOOOW Vaya capitulo ha tenido de todo, ahhh como me ha gustado.
ResponderEliminarCreo que si sigo así capitulo por día me pondré rápido al día con la historia y aun no he empezado ni la 2º temporada de leonardis... el trabajo me va a matar ja ja ja.
Bueno continuando con esta historia.. Como bien dices en el titulo.. esto se esta convirtiendo en una gran bola de nieve, no se cuanto más podrá Dana continuar con las mentiras y esperar a contarle la verdad a Ethan puesto que este esta atando cabos y hay cosas que esta notando que no son normales, el día anterior el arma y que no puede tener hijos y hoy pudo vislumbrar las lineas negras de su mano, es normal que este preocupado y sienta que ella le esta ocultando algo.
Por otra parte Gabriel se esta aprovechando mucho ja ja ja.. poco a poco esta teniendo más contacto intimo con Dana.. aunque siempre pasa algo como lo de la crema para el tatuaje de hoy que ella lo para.. pero como siga así y ella siga sin darse cuenta va a pasar algo más que como se entere va a explotar. Porque la verdad es que en el tema pasional son totalmente diferentes... gabriel es puro fuego, un poco brusco pero se nota que esta deseoso de estar con ella.
Aún quedan muchas cosas por solventar, hay muchas dudas y tengo por un lado ganas de que todo salga a la luz, pero por otro no se como se lo tomara Ethan... al pobre le dará algo, porque si, ella esta perdiendo todo por estar con él... pero por otro lado no es algo fácil de entender saber que tu novia es un angel ja ja ja ja
Muchas gracias por los capis Dani. Besitos y nos seguimos leyendo.
demonios!, no me dejan ponerme al día.....
ResponderEliminarSigo queriendo matar a Gabriel, como puede Dana ser tan tonta y no darse cuenta de las diferencias.