Disclaimer: Ninguno de estos personajes me pertenece, sino a que son de Sthepenie Meyer.
El último beso
Oh where, oh where, can my baby be?
The Lord took her away from me
She's gone to heaven, so I've got to be good
So I can see my baby when I leave this world
The Lord took her away from me
She's gone to heaven, so I've got to be good
So I can see my baby when I leave this world
Edward cerró
los ojos al notar que nuevamente se llenaban de lágrimas. Miro hacia su lado y
pudo ver el reflejo del espejo del baño.
—Edward
–suspiro al darse cuenta que se estaba volviendo loco al escuchar esa voz. Miro
de nuevo al reflejo. Vestido de traje
negro, lo hacía ver aun más blanco de lo que era, sus ojeras eran la prueba de
cómo había dormido desde hace días, desde aquel fatídico día. Cerró de nuevo
sus ojos y sus mejillas volvieron a sentir sus lágrimas, mientras comenzaba a
recordar lo que había sucedido hace tres días atrás.
Edward fue hacia donde su padre y lo
quedo mirando bastante entusiasmado. A sus 17 años por fin había obtenido las agallas de pedirle a
Isabella Swan que saliera con él, hace más
de cuatro meses que estaban juntos, pero esta era la primera vez que iban a
salir fuera de Forks. Mañana era el cumpleaños de Bella, por eso, quería
sacarla de este pueblo para ir a Port Angeles y tener un cumpleaños diferente,
su Bella merecía todo lo que ella pidiera, sin embargo ella le había dicho que
no era necesario salir que sería igual de feliz si estaba con él en su
cumpleaños.
—Carlisle –dijo ahora nervioso, ya que
al escuchar cómo se reía su hermano Emmett, quien había sido informado de las
intenciones de Edward con Carlisle, le dijo que ni por un segundo pensara que
iba a salir ganando de esta.
—Agradecería que me dijeras papá –dijo
el hombre que estaba leyendo el diario en su sofá. Carlisle dejo al lado el
papel y miro a su hijo, que lucía bastante nervioso. Frunció el ceño preocupado
por lo que podía estar sucediendo con Edward, él era un hijo ejemplar, jamás traía
problemas…a diferencia de Emmett.
—Papá…escucha
lo que te dirá Edward –dijo mirando emocionado aquel hermano mayor que tenia Edward.
Había llegado de visita hace dos días, Edward había estado feliz, ya que podía
decirle su plan a su hermano y escuchar algún consejo, pero Emmett solo rio
desde el primer momento, cuando le dijo que deseaba conseguir el auto de su
padre.
—¿Edward?
–lo llamo Carlisle. Volvió a concentrarse. Esto era por Bella, pensó, ella se
merecía todo lo que él le podía dar.
—Bueno,
papá –lo llamo de la forma que Carlisle le pidió –te quiero pedir un favor
–Emmett se sentó en el otro sofá, observando atentamente la escena para
memorizarla de por vida.
—Dime,
hijo…
—Bella
esta de cumpleaños mañana –trago saliva, cada vez más nervioso.
—Así
es, ya me lo habías comentado –Edward asintió, pensando en su hermosa novia que
siempre le regalaba sonrisas al verlo, solo por obtener más de aquellas
emociones, el haría lo que fuera.
—Bueno…quiero
llevarla a Port Angeles…
—Sí,
tienes permiso –dijo Carlisle sonriendo, pensando que era eso lo que Edward le
quería pedir, sin embargo, le extraño que le estuviera pidiendo su autorización
para salir, sin nunca lo hacía, él solo avisaba donde iba.
—No
es eso….papá…necesito el auto –Carlisle abrió los ojos como plato al darse
cuenta que era lo que su hijo deseaba.
—No
–negó rotundamente –ni lo pienses, obtuviste tu licencia hace poco.
—Fue
para esto –Edward frunció el ceño al ver la negativa de su padre.
—Bueno,
lo has hecho por nada, no tendrás el auto –tomo el diario y volvió a leer.
Carlisle no quería que su hijo manejara su auto aun, además sería injusto para
Emmett que siempre lo pidió y jamás lo obtuvo.
—Pero
Carlisle…
—Ahora
Carlisle ¿no era papá hace dos segundos atrás? –Edward sintió su sangre
comenzaba a hervir de rabia.
—Papá
–dijo Emmett –Edward esta grande, además es responsable y es por Bella…
—No
–Carlisle ni se molesto por escuchar más excusas, lo que molesto a Emmett.
—Bien
Edward…debo admitir que fue agradable ver cómo te niegan algo por primera vez –Edward
lo miro con odio por un segundo –pero ya que papá no te ayuda, yo lo hare… —Edward
lo miro ahora más interesado –toma –le lanzo las llaves de su auto.
—¿El
Volvo? –Emmett asintió –prometo que hare lo que sea por toda una eternidad
–Emmett no pudo evitar reír, pero al mirar a su padre vio su mirada
reprobatoria dejo de reírse a carcajadas y se concentro en lo feliz que estaba
Edward.
We were out on a date in my
daddy's car
We hadn't driven very far
There in the road, straight ahead
A car was stalled, the engine was dead
Edward salió del baño cerrando de golpe la puerta. Bajo
las escaleras corriendo luego de obtener lo que necesitaba y llego a la puerta de salida.
—Edward –dijo Emmett mirando hacia la ventana. Sus
ojos se llenaron de lágrimas, también vestía con un traje negro. Su hermano
menor no lo miro, solo salió de la casa. Si no hubiera contradicho a Carlisle,
todo sería muy diferente a lo que era ahora.
Edward fue corriendo hacia donde había estado hace
una hora atrás. Corrió sin parar por varios minutos, acabando con todo el aire
de su cuerpo, deseando que un auto acabara con él, deseando caerse y golpearse
la cabeza para acabar con su vida.
Había llegado el gran día, se había
arreglado y había ido a buscar a su novia en el auto de su hermano. Con esto
haría que Bella se volviera loca, eso pensó al estacionar el auto de su hermano
al frente de la casa de Bella, quien abrió la puerta a darle la bienvenida
antes de siquiera poder bajar él del auto. Fue al encontrarla y suspiro al
darse la suerte que tenia por tener a Bella.
Ella miro hacia el auto,
sorprendida por verlo llegar en él, no tenía idea que plan tenia Edward, solo
le dijo que no hiciera nada para la tarde de su cumpleaños porque él la iría a
buscar. Emocionada se despidió de un grito de sus padres y salió por completo
de su casa para poder ir al encuentro de su amor. Dios…como había esperado por
que Edward Cullen notara su presencia en el instituto, el era encantador, pero
no había pasado nada antes entre ellos, ni siquiera se saludaban porque no
tenían nada en común, ni siquiera amigos, pero un día sin previo aviso, él la
detuvo a la salida del instituto y le exigió que aceptara salir con él. Ella
casi murió ahí mismo al escucharlo. Desde ese día, su amor por Edward solo crecía
más y más.
Al llegar al frente de aquel
increíble chico que la esperaba. Se empino un poco y él la envolvió entre sus
brazos para que sus labios se unieran en un perfecto y cálido beso. Ambos
pensaron que sería imposible vivir sin el otro, estaban hechos el uno para el
otro.
—Feliz cumpleaños, amor –Edward
le entrego una pequeña caja envuelta de un papel azul. Bella lo miro
sorprendida.
—No debiste hacerlo –el dejo la
caja en sus manos mientras arreglaba el cuello del abrigo que su novia traía.
Bella abrió con cuidado el lazo dorado que envolvía la caja y luego abrió con
cuidado la caja, sin romper el papel azul. Sus ojos brillaron al ver el
contenido —¡Edward! No debiste…
—Lo había mirado hace ya un
tiempo –levanto los hombros quitándole importancia. Realmente había visto
aquella cadena de oro con una pequeña mariposa colgando hace tiempo, lo único
que pensó fue en el cuello de Bella. Se vería perfecto en él. Junto dinero por más
de dos meses y logro comprar aquella joya tan preciosa –date la vuelta –ella
hizo lo que le dijo su novio y sonrió al sentir como le quitaba la cadena para
ponerla en su cuello. Lo hizo con facilidad.
—Gracias –dijo ella emocionada al
ver la preocupación que tuvo Edward en su cumpleaños –lo abrazo y quedaron así
por varios segundos.
—Bien, es hora de ir a Port
Angeles a celebrar tu cumpleaños –ella lo miro sorprendida.
—Es el auto de Emmett –el asintió
mientras el corazón de Bella se aceleraba aun más.
—Así es, vamos… —el abrió la
puerta del copiloto y Bella sonrió.
—Tengo el mejor novio del mundo
–entro al auto y él lo hizo en cosa de segundos.
I
couldn't stop, so I swerved to the right
I'll never forget the sound that night
The screamin' tires, the bustin' glass
The painful scream that I heard last
Edward llego a su destino con la respiración
agitada, lamentando que nada hubiera acabado con su vida, pero aunque lo
deseara, no podía hacer nada, el tenia que seguir otros planes, los de ella.
Entro caminando a aquel lugar, donde dio paso por
paso recordando cada sonrisa de Bella en su cumpleaños, como había estado en la
cena en aquel restorán bastante caro, como ella se había sonrojado y molestado
porque otras chicas que habían ahí lo miraban con otras intenciones. A él no le
importaba nada de eso, solo tenía ojos para la morena que iba tomada de su mano
mirando a todas las demás con odio.
Suspiro al llegar donde quería estar por siempre,
hizo su mano un puño y los recuerdos invadieron su cabeza nuevamente,
destrozando su corazón, sintiendo como este se rompía en mil pedacitos.
Estaban en el muelle. El abrazaba
a Bella desde atrás, apoyando su cabeza en la de Bella.
—Espero que te haya gustado este día
–dijo mirando hacia el mar, donde una hermosa apuesta de sol estaba dándoles un
espectáculo especial para ellos, especial para su novia en su cumpleaños.
—A sido perfecto –dijo ella
tomando las manos de Edward de una forma más fuerte, tratando de que así
el notara lo feliz que estaba. Había
sido el mejor cumpleaños de su vida, junto a la persona que mas amaba y amaría
en toda su vida. Su primer amor.
—Bueno, es hora de volver, le prometí
a Emmett que tendría su auto antes del anochecer –ella entrelazo su mano junto
a la de Edward y ambos fueron caminando por el muelle hasta llegar al auto.
Edward trago saliva un tanto
nervioso al ver que el día se estaba acabando con Bella y no había tenido la
valentía de poder decirle lo que sentía, pero se negó a no ser lo bastante
hombre –Bella –dijo deteniéndolos. Bella se giro y lo quedo mirando sin
entender la expresión de su novio, lucia nervioso e increíble, ya que la luz de
la apuesta de sol estaba detrás de él, lo que hacía que solo quisiera quedarse así
para siempre junto a él. Edward tomo con más fuerza la mano de Bella y la
acerco a él, para luego tomar el mentón de su novio y hacer que lo mirara. La
beso tranquilamente por los mejores segundos de su vida. Besar a Bella era lo
mejor para él, y para Bella, era estar en el cielo por todos los segundos y
minutos que desearan ambos. Edward se separo de ella y la quedo mirando
intensamente para luego acabar con toda emoción que Bella había tenido durante
el día, la acabo para multiplicarla por mucho más –Te amo… —los ojos de Bella se abrieron y su
corazón deseaba salir de su pecho, de pura felicidad. Sonrió y abrazo a su
novio.
—No tengo la menor idea del
porque tengo tanta suerte y he sido tan feliz hoy, pero quiero que sepas que te
amo, con todo mi corazón Edward Cullen –Edward se sintió como si fuera el
hombre más increíble del mundo al escuchar lo que su novia le decía. Sin dudas había
sido lo correcto decirle aquello, ya que lo sentía y deseaba que ella también
lo sintiera.
Oh where,
oh where, can my baby be?
The Lord took her away from me
She's gone to heaven, so I've got to be good
So I can see my baby when I leave this world
Ambos subieron al auto luego de
estar abrazados por varios minutos, ya estaba atardeciendo y el sol se había
escondido, era hora del regreso a casa.
—El cinturón Bella… —ella le hizo
caso y aseguro el cinturón.
El camino hacia Port Angeles se
estaba volviendo más rápido que el de ida, ya que Edward había quedado de
acuerdo con su hermano de tenerlo antes de que anocheciera, además de que
Emmett, tenía que volver junto a Rose en Washington.
Bella suspiro al sentir que el
aire acondicionado le había dado bastante calor, por lo que saco su cinturón y
comenzó a desabotonar su abrigo para poder dejarlo atrás. Edward en cambio se
concentro en aquella curva que había en el camino, donde mucho habían caído
antes…donde ahí caerían ambos.
Edward cerró sus ojos con fuerza
al notar que había perdido el control del auto al tratar de esquivar un camión
que había ahí detenido. Sintió como el chirrido de los neumáticos que
adelantaba como todo no estaba saliendo como estaba en sus planes, como todo se
había vuelto oscuridad. Segundo después de escuchar como chocaban con algo,
sintió los movimientos del auto, girando y girando para luego escuchar el
sonido de algo parecido como un vidrio se quebraba. Trato de buscar la mano de
Bella a su lado pero no la pudo encontrar, todo se volvió oscuridad por unos
segundos.
When I woke up the rain was
pourin' down
There were people standing all around
Something warm rollin' through my eyes
But somehow i found my baby that night
Edward abrió los ojos y vio como
todo estaba envuelto en polvo y sangre. Tosió al sentir como le dolía su
garganta y todo su abdomen. Todo a su alrededor giraba. Miro hacia su lado
buscando a Bella, pero no estaba. Miro hacia adelante sintiendo que su mirada
se enfocaba. Su corazón salto al ver como el parabrisas estaba roto. Abrió los
ojos aun más y salió del auto con rapidez. Cayó al suelo por no sentir bien sus
piernas. Pero hizo todo lo posible para buscar a su novia.
—¡Bella! –grito mirando a sus
lados —¡Bella! –se puso de pie apoyándose en el auto. Miro hacia todos lados y
miro hacia atrás. A varios metros pudo ver un bulto que se trataba de mover. No
tuvo idea como lo hizo, pero comenzó a correr hacia donde estaba Bella –Oh no… —dijo
cuando llego hacia ella. Estaba con su ropa hecha trizas y ensangrentada por
completo. Ella se quejaba sintiendo el peor de todos los dolores que pudo
imaginar ¿Dónde estaba Edward? Pensaba desde que se dio cuenta que salió a
través del parabrisas –No amor, Bella –dijo Edward cayendo a su lado. Bella movió
su mano hacia esa voz, sabía que era él, pero no podía tener mucho control de
su cuerpo –Bella, amor, resiste…lo siento, lo siento –era su Edward, pensó
Bella. Alcanzo la mano de su novio y la tomo con fuerza, pensando rápidamente
en lo que estaba sucediendo. Ya el dolor estaba desapareciendo y no estaba sintiendo
sus extremidades, su cuerpo estaba en un shock irreversible, ella lo sabía,
entendía lo que estaba sucediendo.
—Edward… —dijo asustada y
llorando. Bella no se sentía así por ella, sabía que ella estaría bien al final
de cuentas, aunque ahora luciera mal. Su preocupación estaba en Edward ¿Cómo
dañaría a Edward esto?
I lifted her head, she looked at
me and said,
"Hold me darling, just a little while"
I held her close, I kissed her our last kiss
I found the love that I knew I had missed.
Edward se acerco a Bella para
escucharla, ya que su voz apenas salía de sus labios.
—Abrázame –los ojos de Edward se
llenaron de lagrimas al escucharla –Abrázame amor por un tiempo –él lo hizo sin
pensarlo. La tuvo en sus brazos por los últimos minutos de vida que tenia Bella
mientras escuchaba como los demás autos que venían atrás frenaban y aquellas
personas venían por su ayuda –Te amo –dijo en el oído de Bella, ella lo tomo
con mas fuerzas y cerró los ojos.
—Nos vemos…amor –la fuerza de los
brazos de Bella desapareció paulatinamente hasta que el abrazaba su cuerpo sin
vida. Había perdido a su amor para siempre.
Edward se puso de pie, separándose
de ella…y perdió conciencia de todo lo que ocurrió después.
Well now she's gone
and even though I hold her tight
I lost my love, my life, that night.
Edward miro hacia la tumba de su
enamorada, hacienda un puño su mano para después abrirla, resignándose de a
poco. Miro la cadena que estaba en la lapida. Sus ojos se llenaron de lagrimas
al recordar como ella se había emocionado al ver su regalo para ella.
—¿Dónde has estado todo este tiempo? –su
corazón latió con fuerza al escuchar aquella voz que le llamaba. Se giro de a poco y sus ojos se abrieron ante
la sorpresa de ver a Bella, mirándolo sonriente. Vestía igual que el día en el
murió.
—¿B—Bella? –ella se acerco lentamente
hacia él, tomo sus manos y Edward sonrió al darse cuenta que de verdad estaba
ahí su Bella, mirándolo y tocándolo.
—Me estoy volviendo loco –dijo él al
recordar que ella estaba muerta y no debería estar al frente de él. Bella
comenzó a caminar hacia un lado y le indico que mirara aquella lapida con
muchas flores, al igual como la de ella. Edward quedo mirando hacia donde ella
indicaba y trago saliva asustado.
—No te pusiste tu cinturón de
seguridad después de todo –el volvió a
mirar como aquella lapida tenía el nombre de Edward Cullen.
—¿No sobreviví? –ella negó. Él volvió a
hacer sus manos un puño, recordando que por eso Emmett no lo miro cuando dijo
su nombre, no era por estar dirigiéndose a él, sino que solo lo estaba
nombrando.
—Te perdiste por unos días… —el frunció
el ceño sin saber cómo ocurrió todo esto. Bella lo quedo mirando y se dio
cuenta de la confusión de su novio.
—Luego de despedirme de ti….tu caíste,
recibiste muchos golpes cuando el auto se volcó…no pudiste soportar más después
de ir por mi –Edward levanto la mirada y abrió una de sus manos que estaban
hecha un puño, pudo notar que la cadena que le había dado antes, volvió a estar
en su poder. No pudo evitar sonreír. Estaba con ella nuevamente, como él lo había
deseado momentos atrás.
—Gírate –ella sonrió e hizo lo que el
pidió. Edward coloco con cuidado la cadena en el cuello de Bella, para después
tomar su mano y sonreírle, sintiéndose ahora mejor que nunca. Estaba al lado de
su Bella –Te amo… —ella sonrió emocionada y se acerco para luego besar sus
labios con cuidado.
Ambos se miraron y se fueron caminando
hacia los arboles, donde una luz que salía de entre estos, los esperaba. Fueron
a su encuentro hasta que desaparecieron en ella. Para estar juntos por toda una
eternidad.
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