Capitulo 7
Ajusté mi
sujetador después de haber puesto en su lugar de nuevo mis bragas. Estaba
anocheciendo y Alex aun seguía recostado en la cama, mirándome con una sonrisa
seductora.
—Ni lo pienses,
tenemos que movernos –dije adivinando los pensamientos que estaba teniendo el
vampiro –tenemos que ir donde William y Tessa, además ni siquiera hemos mirado
lo que encontramos en casa de Cathal.
—No importa
–dijo recostándose en la cama de nuevo, cubriéndose con las sabanas.
— ¡Ey! ¿No te
gusta tanto ser Gobernador? ¡Bueno, comienza a moverte! –Dije tirándole sus
pantalones –además debemos averiguar si esos licántropos nos seguían o si fue
pura casualidad.
—Claro que no
fue casualidad, eso no existe.
— ¿Entonces?
—No tengo la
menor idea y en este segundo no me importa ¿Por qué no vuelves a la cama?
Tomé mi
camiseta y me la puse bajo la mirada de Alex. Pude sentir como sin ninguna
dificultad o lentitud rodeaba mi cintura y me llevaba a la cama de nuevo. No
pude evitar reír.
—Alexander
Lenardis, basta, en este mismo segundo, no podemos quedarnos aquí.
—Si podemos,
sigamos mañana ¿no te parece? –besó mi cuello. Este comportamiento en él era
anormal, sin duda alguna.
—Oye, detente –comenzó
a subir mi camiseta de nuevo, pero atrapé sus muñecas para que no avanzara –Alex,
debemos irnos de aquí, quizás nos están vigilando en este preciso momento.
—Que
espectáculo les dimos entonces ¿no?
— ¡Oh, Alex! –Dije
empujándolo desde sus hombros –tenemos que salir de aquí, ahora mismo, así que contrólate
¿sí?
—No quiero –me
quede mirándolo asombrada, ciertamente esto era extraño.
— ¿Qué pasa? –Dije
deteniendo la fuerza que estaba ejerciendo sobre sus hombros –tú no eres así.
Por unos
momentos su expresión fue seria, no me decía nada, pero me miraba como si
tratara de comunicarme de esa forma lo que le preocupaba.
—Creo que esto
no vale la pena.
— ¿Qué? –Dije
abriendo mis ojos, sorprendida — ¿a qué te refieres?
—Quiero
asesinar a Cristóbal, sin duda, acabar con él, pero no sé si quiero seguir
siendo Gob… —cubrí su boca con mis manos antes que siguiera hablando.
—Calla de una
vez, no sigas porque eso sería crueldad pura.
— ¿Qué? –Preguntó
confundido –pensé que algo como esto te iba a alegrar.
Me separé de
él, yendo por mis pantalones y botines, teníamos que enfocarnos para acabar de
una buena vez con todo esto.
—Victoria
–exigió mi atención.
—Claro que esa
noticia me podría gustar, pero no cuando lo dices de forma ligera.
Me senté para
poder abrochar los botines.
—Estoy hablando
seriamente ¿Qué te hace pensar diferente? –dijo mientras se ponía sus bóxers.
—Mira, repite
esos mismos deseos cuando estemos en casa, al frente de tus guardias, de
Elizabeth, Raúl y todo el Consejo… no juegues conmigo –dije mirándolo
seriamente.
Entendía que él
tuviera deseos de terminar con todo, estábamos metidos en problemas, quizás se había
encantado con este momento de descanso, pero sabía que después diría algo
diferente y no me quería entusiasmar con un deseo que no se iba a cumplir.
Tomé la
camiseta negra de Alex y me acerqué a él,
tenía una expresión contrariada.
—Pensé que te
alegrarías —dijo con el ceño fruncido.
Apoyé la prenda contra su pecho.
—Y créeme que sería
la primera en apoyarte, pero decide esto no cuando vamos detrás de un traidor,
ni tengamos estos problemas. No me voy a ilusionar ¿sí? –me empiné para poder
besarlo, él unió sus labios a los mis.
—No quiero
volver a tenerte herida en mis brazos y este cargo te ha puesto en riesgo.
Sonreí y volví
a besarlo, realmente Alex podía ser encantador cuando se lo proponía, de todas
formas no creía factible la posibilidad de que abandonara su cargo, ni siquiera
sabía si existía dicha opción. Aun así me entretuve por unos segundos con sus
labios, que adoraba, se movían de forma única contra los mis.
—Entonces me
enseñaras a defenderme, tu lo haces bastante bien ¿sí? –sus brazos rodearon mi
cintura y me levantaron unos centímetros. Apoyé mis manos en sus hombros.
—Bueno –dijo sonriendo.
Tan solo esa
respuesta y su expresión me afirmaron de que no estaba pensando en esta
posibilidad seriamente ya que cuando algo cruzaba de verdad la mente de Alex,
no había nadie que lo hiciera pensar diferente.
Nos alistamos
en cosa de segundos, empacamos lo que sacamos de nuestros bolsos y bajamos al
primer piso, donde dimos por terminada nuestra estadía. Para cuando Alexander
dijo nuestra habitación, él chico me sonrió.
Qué vergüenza.
Era obvio que había sido muy ruidosa por culpa de Alexander.
—Buenas noches
–dijo el recepcionista que vestía casualmente, mientras me miraba fijamente.
—Buenas noches
–respondió Alex de manera fría.
De todas formas
cuando salimos de aquella hostal Alexander se rió, también se dio cuenta de la
mirada de aquel tipo.
—Te advertí que
te mantuvieras en silencio –le di un golpe suave en su abdomen.
—Es tu culpa
–dije caminando.
—He estado
llamado a Marco, no contesta –dijo Alex, susurrando en mi oído. Estaba
oscureciendo y las nubes estaban cargadas con agua, pronto iba a llover.
—Eso es raro,
podríamos pasar a verlo al hotel.
—No sé donde está,
no se quedo en la misma habitación donde lo dejamos la última vez, ha ido
rotando, siempre hace lo mismo para que no sea presa fácil.
— ¿Cree que de
debemos seguir siendo cuidadosos? Porque pareciera que ya saben que nos
encontramos aquí.
—Intenta de
nuevo –dije deteniéndome al frente de una tienda de televisores. Alexander sacó
su celular y marco el número de Marco, mientras yo me quede mirando las
imágenes de las pantallas planas que habían, estaban dando las noticias.
—No contesta
–lo miré negando.
—Espera un
poco, ni siquiera ha marcado tres veces –al terminar de decir eso cortó la
llamada.
—Marco siempre
contesta al primer intento –volvió a marcar el número.
Mientras hacia
el llamado me quede mirando un televisor, leyendo el titular de una noticia.
“Trágica y misteriosa desaparición en hotel
cinco estrellas”
Mostraban
imágenes del hotel, de carros de policía, además de la ambulancia, pero la
periodista decía que no habían encontraron el cadáver y que no sabían de donde habían
hallado tanta sangre.
No sé de donde
encontré la fuerza para levantar mi brazo y tocar el de Alex, que estaba dándole
la espalda a los televisores. Él se giró a verme cuando lo toqué y después miró
la pantalla plana, leyendo el titular y viendo las imágenes.
—Marco –susurró
Alex.
No tuve que
esperar a que me dijera lo que teníamos que hacer, simplemente corrí detrás de
él, sin preocuparnos si alguien nos vio escapar de ese lugar a una gran
velocidad. Esperaba que no.
Parecieron los
segundos más largos desde que me había vuelto vampiro. Pero sabía que debía
haber pasado poco tiempo desde que vimos la noticia ya que teníamos al frente a
la periodista que daba la noticia.
Alexander tomó
mi mano y me guió a un costado del gran hotel que estaba rodeado con muchos
policías.
—Tan solo hay
que ver si su maleta está ahí, nunca llevaba documentos reales ya que no quería
meterse en problemas, pero siempre en su cartera llevaba la foto de su esposa.
—Entiendo ¿Qué
haremos entonces?
—Tu nada, te
quedas aquí, debe haber detectives en la habitación. Te esconderás en este
lugar, ponte el gorro –dijo tomando la capucha y cubriéndome con ella.
—Está bien, te
espero –me pasó su bolso y sin esperar otro segundo, desapareció de mi vista.
Retrocedí hasta
llegar a la esquina del oscuro espacio que había entre un hotel y otro. Me
senté en ese lugar, rodeada por nuestros bolsos, esperando pasar desapercibida.
Hace mucho
tiempo que no sentía temor, miedo de lo que pudiera pasar. La última vez que me
sentí atemorizada fue cuando Alex me secuestró. Esa incertidumbre de lo que podría
llegar a suceder era una de las peores sensaciones que había aprendido a
conocer desde que vi a Alex por primera vez.
Solo tuvieron
que pasar cinco minutos, fue el tiempo que le bastó a Alex para averiguar lo
que estaba sucediendo. Marco había muerto.
No era
necesario que me lo dijera, ya que su actitud lo dijo todo. Sin cruzar palabra
alguna tomó su bolso y se dirigió hacia la calle, con un simple “vamos”
Lo seguí en
silencio, tratando de alcanzarlo ya que estaba caminando a un ritmo más rápido
cada segundo.
—Alex…
No dijo nada,
solo cruzó la calle y se sentó en un banco, en una plaza que encontramos a
cuadras de la zona de hoteles. Ninguno pronuncio palabra hasta que Alex me
mostró su mano izquierda, había un pequeño montoncito de ceniza, la cual voló
con el viento.
Vampiros
antiguos, de esa forma desaparecían de la tierra cuando eran asesinados con
plata, simplemente se volvían en cenizas y se desmoronaban en el suelo.
—Por lo menos
no se fue sin luchar, había sangre por todas partes y además un cuerpo
decapitado, era un licántropo.
No supe que
decirle, solo me senté a su lado y tomé su mano, la que había guardado las
cenizas de su amigo.
—Ya saben que
estamos aquí, no tengo idea de cómo, aunque pudimos ser vistos… lo que es
extraño, aquí no se usa vivir de día, encontrarse con vampiros bajo el sol es
una excentricidad. Debemos ir con Tessa y William, quizás ellos sepan algo, han
tenido que escapar por una razón ¿no?
Alexander
observaba el cemento mientras hablaba sin parar, estaba nervioso, era obvio.
— ¿Estás bien?
–susurré presionando con mayor fuerza su mano. Era una pregunta estúpida, lo
sabía, pero no encontraba palabras de consuelo.
—Si los
licántropos saben que estamos en Londres, Cristóbal también debe saberlo. Será
aun más difícil encontrarlo –me senté más cerca de él. Dejó caer el bolso al
suelo –tendré que hablar con el Primer Ministro, es uno de los nuestros, debe
responder ante mí por lo que ha sucedido hoy.
—No puedes, aun
no estamos seguros de si hemos sido descubiertos. Deja que el Consejo se haga
cargo de ello.
—No, es Marco,
me debo hacer cargo de ello, no es cualquier vampiro el que ha dejado de
existir –dijo mirándome con el ceño fruncido.
—Lo sé, pero no
hay nada que el Primer Ministro o tu puedan hacer para traerlo de vuelta, Alex…
ya sabemos quien fue, la pregunta es ¿Cómo supieron de nosotros? ¿Por qué
acabaron con Marco?
Por la mirada
que me dio mi esposo supe de inmediato que él ya tenía alguna respuesta.
—Estaba
amenazado desde hacía años, incluso antes que su esposa. Marco viajaba muy poco
para acá debido a ese motivo, no quería morir a pesar de estar solo –tensé mi
mordida.
—Bien, no hay
nada que pudiéramos hacer tampoco –era cierto, Marco era lo suficientemente
mayor como para tomar sus propias decisiones.
—Lo más
probable es que lo siguieran desde antes de nuestra llegada, ya que hoy cuando
nos reunimos en el café no…
No seguí escuchando
lo que decía, solo vino a mi mente aquel
café al que fuimos durante la mañana, aquel que había hecho sonar una canción
que se me hizo conocida mientras ponía atención a Alex y Marco. Era la misma
que sonó en el Vampire, la que esa
pelirroja dijo que era importante.
—Estaban
hablando sobre las amenazas hacia Marco –dije ahora entendiendo los susurros de
Alex — ¿no? de eso hablaban cuando susurraban en ese café. El encargado nos reconoció
y además estaba sonando esa maldita canción ¡la misma que sonó en casa de
Cathal!
— ¿De qué estás
hablando?
— ¡Es su
maldito santo seña, Alex! Al café que fuimos, ese café es parte de los rebeldes. Así es como se comunican, como
saben que un lugar es seguro, ese maldito club de Santiago, el Vampire, sí que es parte de los rebeldes.
Alex me miró
sin decir nada, pensando en la posibilidad de que lo que yo decía fuera cierto.
Tomó su celular y marcó rápidamente algún número.
—Raúl ¿cerraron
el Vampire? –me quede atenta a aquella
conversación.
—Aun no, estamos
esperando a que Marco llegue para hacer todo como corresponde, ya sabes,
papeleo.
—Ve hasta allá,
ese lugar es parte de los rebeldes ¿Has
sacado algo de la pelirroja?
—Su nombre es
Janice, aliada de Cristóbal y no habla ni aunque usemos todo tipo de método
para interrogarla, pero el hambre acabará con ella, ya verás.
—Bien, avísale
a Elizabeth que Marco ha muerto, se debe encargar de ello, que busque al Primer
Ministro para saber cómo los licántropos están traspasando las fronteras de la
ciudad.
Hubo un
silencio por parte de Raúl, una vacilación de un par de segundos que me
hicieron ver que estaba afectado por la muerte de Marco.
—Alex, quizás deberían
volver. No quiero que terminen secuestrados o asesinados.
—No te
preocupes, estaremos bien, nos vemos.
Sin más cortó
la llamada y me miró preocupado.
—Iremos al café
ahora mismo, debemos atrapar al dueño del local para que confiese.
Tomamos
nuestros bolsos y dejando de lado la muerte del antiguo amigo de Alexander, nos
dirigimos al lugar donde habíamos estado esta mañana, con Marco. Sin duda no
era mi amigo, ni siquiera me agradaba del todo, menos después de lo sucedido
esta mañana, pero él me había ayudado en el pasado para que Alexander bailara
conmigo.
No nos tomó
nada llegar, ya que ahora cubiertos por la noche nos podíamos mover a la
velocidad que nos permitía nuestra naturaleza. Alex no dijo ni una sola palabra
hasta que llegamos a nuestro objetivo.
Presioné con
fuerza mi mano contra el bolso, viendo como todo estaba a oscuras y relucía un
gran letrero con la palabra “Closed, out of business”. Aquel hombre que inclinó
su cabeza cuando me despedí sin duda había estado involucrado en la muerte de
Marco, en la persecución de los licántropos a casa de Cathal, era la única
opción.
Alex estaba a
un par de pasos más delante de mí, por eso pude ver como sus manos se volvían
puño.
—Haré un par de
llamadas, espérame aquí –se alejó de mí, sin decir nada más.
Me dirigí hacia
la fuente de agua y me senté, observando cómo Alex caminaba de un lado a otro,
solo escuchaba susurros mientras que las gotas comenzaban a caer contra el
cemento. Levanté la capucha de mi abrigo y lo esperé hasta que hizo la última
llamada y se dirigió hasta donde estaba.
—Fréderic
Leblanc, un vampiro francés, lo he enviado a perseguir. Ese tipo no se nos
escapará tan fácilmente.
— ¿Tienes Guardias
aquí en Londres también?
—Aquí y en todo
el mundo, Victoria –dijo mirando hacia el cielo mientras caían gotas de agua en
su rostro, suspiró, por primera vez hacia ese gesto que no servía de nada
–exceptuando a Ezequiel, Aníbal y Marco, los demás Guardias en casa son de
categoría baja, la mayoría son como Lina, ya sabes.
—Claro.
—Ahora es mejor
que nos dirijamos a donde William, esperemos que aun no se hayan ido.
Asentí, tenía
razón ya que era obvio que el lugar donde estaban, era un escondite momentáneo.
Corrimos
nuevamente, lo que era un medio de transporte mil veces mejor que cualquier
otro. No nos tomó nada poder llegar a la dirección que estaba marcada con
libros quemados.
No dejé de
mirar a Alex en cada segundo que nos tomó llegar donde Tessa, ya que no sabía
que decirle, uno de sus amigos había muerto. Sabía que se estaba distrayendo,
tratando de hacer como si nada hubiera pasado, pero eso nunca hacia bien. Aun así,
no tenía palabras de consuelo o algo correcto que decir.
—Es aquí –dijo
mirando un hotel, tan simple como esto era la dirección que nos habían dejado. Era
uno de cuatro estrellas –espérame aquí.
—Bien –asentí
de nuevo.
Alex entró al
edifico mientras yo volví a ponerme la capucha, corriendo se había vuelto a
caer y me había mojado por completo, ahora estaba lloviendo torrencialmente, lo
que era bueno ya que las personas corrían por refugiarse bajo un techo.
— ¡Victoria!
–escuché desde la puerta principal. Me giré a mirar y me encontré con Tessa,
haciéndome una seña. Esta vez también lucía muy casual y con colores oscuros,
aun así su cabellera rubia destacaba. Me sonreía.
—Tessa, que
alivio, pensamos que se habían ido por un momento.
—Por poco no
nos alcanzan, vamos.
La saludé de un
beso y subimos por el ascensor a la habitación donde se encontraba. Ninguna
dijo palabra alguna, los tiempos no estaban para hacer vida social.
Cuando
atravesamos la puerta me encontré con Alex sentado en el sofá de tres piezas,
mirando a William, que también vestía de forma casual y estaba al frente de mi
marido.
—Ven –dijo
Tessa, llevándome hasta donde ellos.
Alex me dio una
sonrisa cansada, me senté a su lado después de haber saludado a William.
—No me gustan los
rodeos –dijo mi vampiro, mirando con el ceño fruncido al miembro del Consejo
–encontramos evidencia que te involucra con los rebeldes.
— ¿Qué? –Preguntó
Tessa, mirando asombrada a su pareja — ¿de qué está hablando Will?
—No tengo la
menor idea ¿Por qué dices eso? –Dijo el Consejero –Cathal tan solo era mi
amigo, jamás participé del grupo de rebeldes.
—Entonces explícame
¿Qué hacia él manejando tu cuenta bancaria como lo hacía con los demás miembros
de esa agrupación?
—Alexander
–dijo William, negando –él se dedicaba a ello, toda una vida, siempre fue bueno
con los números y haciendo fortuna, tan solo eso, no tengo idea de que otros
clientes pudo tener, nunca me entrometí en ello porque sabía que era un rebelde.
—Encontramos
registro de nombres y movimientos bancarios, donde se encontraba el jefe de los
rebeldes y además de una vampiro que está
siendo interrogada en este preciso momento.
—Soy miembro
del Consejo, Alex, sé que a veces puedo creer que tu forma de Gobernar no es la
correcta, pero no estaría metido en ello, es más, ningún Consejero esta en
ello. Cathal me lo habría dicho ¡tengo siglos en esto! No me uniría a una
agrupación que está destinada a fracasar.
Noté como Tessa
se ubicaba detrás de William, dejando su mano sobre el hombro.
— ¿Por qué han
escapado? ¿Tiene que ver con los rebeldes?
–pregunté, creyendo que William decía la verdad.
¿Qué sentido tendría
ser un rebelde y ayudar al Gobernador
a seguir a la misma agrupación? A menos que fuera una trampa, cosa que no creía
ya que se dejaría expuesto ante los otros miembros del Consejo si eso sucedía.
—Así es, mi
contacto entre los rebeldes, quien me
entregó sus posibles rutas de recorrido, las mismas que les concedí a ustedes,
ha muerto, asesinado después de haber sido torturado, supieron de su traición.
Han hecho una limpieza completa entre esa agrupación, se enteraron de que
varios de sus integrantes, cometieron traición.
Mi cuerpo se
tensó, mis pensamientos se enfocaron en Aníbal y Alanna ¿Cómo estarían?
—Tuvimos que
desordenar nuestra casa, para que quienes fueran a asesinarnos creyeran que
otros ya lo habían hecho. Despistarlos por un tiempo –dijo Tessa –pero dejamos
pistas por si alguien nos buscaba.
—No pensamos
que te tomarías esto tan en serio –aclaró William –has viajado desde Chile,
pensé que dejarías esto a cargo de Marco o Lina.
—Sí, bueno –respondió
Alex –esto se ha tornado más serio de lo que pensábamos, nadie en el Consejo lo
sabe y apreciaría que siguiera de esa forma.
—Lo entiendo,
no te preocupes –dijo Will mirándome. No sé porque supuse que entendió que había
algo más allá, que era mejor no saber.
—Esto ha
explotado de la peor forma –Alex miró hacia la ventana, llovía con fuerza –no
quiero tener que dar aviso al Consejo o a toda la Guardia, quiero acabar con el
problema yo mismo.
—Si te sirve de
algo, Cathal viajaba hasta Londres cada ciertos días, él residía en Dublín.
—Claro –dije
recordando los datos que había visto en su carpeta de investigación –es Irlandés.
—Ciudad
peligrosa –continuó Tessa, mirándonos preocupada –es la unión de las especies,
tierra de nadie y de todos al mismo tiempo.
— ¿Ahí
podríamos encontrar a las hadas no? –pregunté, pensando en averiguar sobre el
encargado de darle esa sustancia maligna a Cristóbal para controlarme.
—Si, como así
licántropos –respondió ella.
—Como sea
–William se puso de pie, creo que la visita había acabado –nosotros partimos en
este preciso momento a Canadá, necesitamos protección y en Vancouver tenemos
amigos que nos ayudarán.
—Entiendo –dijo
Alex, también poniéndose de pie. Lo imité.
—La habitación
esta pagada por esta noche, si desean un lugar seguro donde quedarse.
Para mi
sorpresa, mi vampiro aceptó la oferta. No pensaba que nos quedaríamos aquí,
esperaba que siguiéramos con la ruta para cuando acabáramos con la visita.
—Los visitamos
a su casa esperando que nos dijeran los nombres de aquellos espías que tenias
entre los rebeldes –aclaró Alex –pero
si han muerto, no tiene sentido.
—Lo siento
mucho –dijo Will –ahora estamos avanzado a ojos cerrados. Te recomiendo que no
escondas esto al Consejo por mucho tiempo, todos respetamos tu experiencia como
Gobernador, pero no olvides que todos estuvimos en tus zapatos y que sabemos en
qué punto debes compartir información. Eso va para ambos –dijo mirándome.
—Gracias por el
consejo.
Nos despedimos
cordialmente y después de cinco minutos, nos quedamos a solas en esa habitación
de hotel.
—Pensé que no
ibas a aceptar el ofrecimiento de William –dije caminando hacia Alex, que
observaba a través de la ventana, como llovía. Su cabello ya se había secado,
no así su abrigo. Al llevar la prenda abierta se la saqué y la deje sobre el
sofá.
—Nuestra ruta
ha cambiado, no podemos ir directo a Irlanda porque debemos averiguar sobre ese
tal Fréderic, es nuestra alternativa más alcanzable, él es un rebelde y parte de la agrupación –me
apoyé en la ventana, mirando a Alex. Nuevamente parecía mayor y era debido a su
expresión.
—Dame un
segundo.
Me acerqué a mi
bolso y saqué los papeles que encontramos en casa de Cathal, no me fue difícil encontrar
el nombre de Fréderic Leblanc.
—Podemos ir por
él ahora mismo ¿no te parece? –él negó, dándome la espalda.
—Lo más
probable es que ya este bastante lejos, hay que averiguar a donde va. Lo más
probable es que regrese a Francia. Depuse de todo, uno siempre vuelve a casa
cuando está en problemas.
Me acerqué
hasta él y lo abracé, apoyando mi cabeza en su espalda. Era tan alto que ni siquiera
alcanzaba sus hombros.
—Cuando murió
la esposa de Marco, Suzanne, él volvió a Italia. Era agradable ir a visitarlo,
hace tiempo que no paso más de una semana por ahí.
— ¿Marco también
era de Siracusa? –él tomó mis manos y entrelazó nuestros dedos.
—No, él nació y
vivió por muchos años en Roma. Hizo muchas cosas de las que se arrepintió después
¿sabes? Pero fue un excelente amigo… uno verdadero, lamento haberlo notado
ahora y no cuando estaba.
Sentí como su
cuerpo se tensó. Finalmente se alejó de mí, diciendo que era mejor discutir
sobre nuestros próximos planes, pero se fue hasta la habitación, donde hizo
otro par de llamados. Supe de inmediato del porque se alejaba de mí cuando
llamaba: hablaba con Lina.
Cuando volvió
me dijo que ya tenía localizada la otra casa de Fréderic y que su estúpida
Guardia profesional le había dicho donde era. No le tomó nada poder encontrar
al vampiro, de verdad era buena, pero era una pena que no encontrara con tanta
facilidad a Cristóbal.
—Quizás no es
seguro que nos quedemos aquí –dije cuando él llevaba nuestros bolsos a la
habitación –podemos no dormir y avanzar, no estoy cansada ¿tu si?
Alex volvió a
la sala y se sentó en el sofá, apoyando su espalda en el respaldo, cerró sus
ojos y volvió a suspirar. Un gesto extraño y entendible a la vez.
Sin preguntar
nada me acerqué a él y tomé su mano, hice que fuéramos a la habitación, donde
nos recostamos sobre la cama. Ninguno dijo nada, tan solo Alex me abrazó
mientras yo acariciaba su cabello.
Estaba triste
por la muerte de su amigo, era alguien que lo había acompañado y protegido por
años. Necesitaba consuelo y yo no se lo iba a negar, si prefería quedarse aquí
en vez de seguir a unos locos rebeldes,
yo lo aceptaría y me quedaría con él, acariciando su cabeza mientras sus
pensamientos viajaban a recuerdos que tenia con Marco, lamentando la muerte de
su amigo.
— ¿Qué crees
que sucede con nosotros cuando morimos? –preguntó sin previo aviso, tomando mi
mano que descansaba sobre su hombro. Entrelazó nuestros dedos –hay muchos que
dicen que solo nos desintegramos o peor, que nos vamos al infierno.
— ¿Por qué te irías
al infierno si no has hecho mal? –Su mano se presiono con más fuerza contra la mía
–Además ¿Cómo crees qué no tienes alma? Eso es imposible Alexander, yo estoy a
tu lado porque eres mi alma gemela.
Se alejó un
poco para poder observarme.
—Siento haber
dicho eso –lo miré confundida.
— ¿Qué cosa?
—Que no me volvería a casar contigo, cuando estaba
con Lina. Escuche que estabas cerca, sabes que esa zona no tiene los paneles de
insonorización, lo dije solo porque estabas ahí. Lo hice apropósito.
No dije nada
por un par de segundos. Alex tenía pésimas técnicas de venganza, en serio.
—Bien, no hay
nada que hacer, ya lo dijiste –él se acercó y me besó, no pude evitar sonreír
ante eso. Estúpido Alex que lograba acabar conmigo con tan poco, nunca había
sido exigente con él cuando debía estar enojada.
—Te has vuelto
única, estaría contigo una y mil veces ¿lo sabes? –sonreí de nuevo.
— ¿Sabes?
Técnicamente no estamos casados, así que lo que dijiste no importa –él frunció
el ceño mientras yo reía por mi broma.
—No nos regimos
por las leyes humanas –pasé mi dedo índice por el puente de su nariz. Él cerró
sus ojos.
—Es solo una
broma –me acerqué para poder besarlo.
Volvimos a
nuestra posición mientras enredaba mis dedos en su cabello.
—Lo voy a
extrañar, Victoria –supe de inmediato que se refería a Marco. Creo que nunca en
el pasado él me había confesado algo que probablemente mantendría escondido en
su mente. Quizás una vez o dos.
—Lo sé, amor,
lo sé…
Pasaron horas,
las que nos quedamos recostados, escuchando como la lluvia chocaba contra la
venta, mientras él se quedo en silencio, pensando en el amigo que había
perdido. Se quedo dormido pasada las tres de la mañana. Podría estar muy triste
pero Alex amaba dormir, no podía pasar un día sin hacerlo.
En cambio yo me
quede despierta, lo suficiente como para escuchar que mi celular estaba
vibrando en mi bolso. Con cuidado me alejé de Alex, sin despertarlo.
Sonreí al ver
como se removía sobre la cama, abrazando la almohada. Tuve que dejarlo ya que
no quería perder el llamado y lo más probable es que fuera Ezequiel, Aníbal o
Alanna, quería noticias de ellos. Llevaban demasiado tiempo en silencio,
comenzaba a preocuparme, sobretodo por lo que dijo William.
Cuando tome el
teléfono ni siquiera vi que numero era, ya que era obvio que me llamarían de
celulares bloqueados.
— ¿Diga? –dije
mirando hacia la ventana.
—Entonces es
cierto, han capturado a mi querida amiga Janice. Debiste bloquear el celular
Viky, sé exactamente dónde estás ahora.
Mi mordida se
tensó al escuchar aquella voz, fue como si volviera a sentir un escalofrió,
mismo efecto que provocaba Alex, pero esta vez era desagradable. No era mi
celular el que estaba sosteniendo en mi mano, ya que si lo pensaba mejor, mi teléfono
estaba en el bolsillo de Alex.
Al otro lado de
la línea estaba Cristóbal.
“No solo al otro lado de la línea, amor”
El teléfono
cayó al suelo al escuchar esa voz en mi cabeza. Sentí nauseas, si es que eso
era posible.
Welcome, welcome :D ya, aquí esta el capítulo, estuvo corto ¿no? estoy como sin inspiración parece o quizas este debia ser asi de corto... por favor, todos un minuto de silencio por Marco u.u malditos rebeldes. Como sea, gracias por leer, de verdad que esta temporada han estado ¡boom! con los comentarios, muchas gracias *-*
QUEDE SIN PALABRAS... OH POR DIOS.... :OO
ResponderEliminartapo mis ojitos ajajjajaja
ESPERANDO CON MUCHAS MUCHAAAAS ANSIAS EL PROXIMO CAP.
Cristobal esta cerca!!!!! Y sabe cada paso que dan por su conexión con Victoria?? u.u
ResponderEliminarPobre marco! No digo que fuera mi persona favorita en el mundo ni nada... pro me da pena por Alex... dios que desagradable pero a la vez apremiante saber que Cristóbal está cerca... pobre Alex... otra vez! Y por sobre todo pobre vicki mi muchacha debe estar sintiendose fatal. Ella provocó de cierta forma todo esto... dani quiero más ! Espectacular el capítulo !
ResponderEliminarque bueno que estuvo el cap es una lastima que este muerto marco era un gran amigo para alex sin duda la cosa se va a poner fea con cristobal espero ansiosa el proximo cap que sin duda va a estar buenisimo como siempre
ResponderEliminarbesos
maru
Nooooo por que lo mataron pobre marco aawsww pobre alex su amigo cosita pero bueno las cosas pasan por alguna razon aaa este cristobal que malo aa hay que darle una buena patada de verdad genial capitulo ansio poder leer el proximo capitulo
ResponderEliminarEsto esta mal por que cristobal esta tan cerca siempre lo arruina de verdad tenemos que darle una buena leccion para que se el quite lo malo :) a vicky y alex espero que esto no haga que se arruine su relacion que ya esta empezando a ser mas linda que antes gracias por el capituli estuvo muy bueno
ResponderEliminarPero como nos dejas asiiiiiii Daniiii haaaaaaa ....Como que murio Marcos uno de los amigos de Alex maldito Cristobal xq rayos no lo mato Anibal cuando se dio cuenta que latia su corazon ( ok prcesando esto que acabo de escribir si Anibal se dio cuenta de que latia su corazon no se imagino que Victoria lo habia convertido)???? Dani si me sacas de esta duda te lo agradecere...ok regresando a mi comentario espero que Alex liquide a Cristobal sin piedad o Lina quien sea no me importa pero que mueraaaaa ..espero y ahora si Victoria no sienta remordimiento por Critobal y se quite esas ideas y que desee su muerte lamentablemente Victoria le dio un poder muy grande a este tipo y todo por no pensar en las concecuencias Cristobal esta mas cerca de lo que pènsaban lo estan subestimando y creo que no es bueno si Cristobal le respondio a si a Victoria significa que esta en el mismo hotel y un error el tener prendido ese celular .. creo que lo que le dijo Will a Alex y a Victoria sobre lo del consejo que no puede esconder por mucho tiempo lo que esta pasando ... si no se apuran en matar a Cristobal los problemas seran mas grandes estoy que ancio leer el sig cap .. al parecer cada vez estan en mas peligro Alex y Victoria la verdad es una pena que hayan Matado a Marcos creo que son de los pocos amigos que tiene Alex que son leales de verdad mas vale que Anibal sea leal a ellos xq sino Cristobal y los rebeldes saben parte del plan de Victoria .. super cap Dani ..
ResponderEliminarCorto pero conciso.
ResponderEliminarHola Mariposa.
Ummmmm q lástima q murió Marco, lo siento por Alex porq como sea es su amigo más cercano y lo ayudo cuando más lo necesito.
Interesante eso de la canción, no se como no lo note antes. Como dije en el grupo, creo q no le presto atención a los detalles XD
A pobres de mis gobernadores, se les vino todo encima, ese Cristobal es un maldito, digo a final de cuentas si analizas la situación te das cuenta q todos tienen su parte de razón, pero como estamos apoyando a la familia Lenardis... Buuuuuu Critobal, q mueran los rebeldes.
Espero q Alex le pueda enseñar a bloquear a Vicky su mente y espero q no les pace nada a estos 2.
Gracias por el capi Danii!
Un abrazo y nos seguimos leyendo.
Me quede con ganas de mas; esperando el proximo con ansias.
ResponderEliminaromg, me quede en shock, no me acordaba que cristobal podia leerle la mente a viky >.< ufff es horrible cada vez me cae peor cristoabl ... y aunque no le tenia mucho afecto a marco me dolio que muriera, es que no es justo :/ esos rebeldes estan cada vez mas poderosos y no me gusta eso :( bueno danin espero que estes bien aunque el capi estuvo corto fue muy bueno.. felicitaciones y, bendiciones!
ResponderEliminarDTB
se quedo en lo mas bueno!!! ojala y ya acaben con cristobal!! espero con ansias el siguiente capitulo!!!
ResponderEliminarC.A.G
o.O peroo q finalll pero como olvidee q se podian leer las mentes rayoss como vicky olvido esooo por dioss espero q esto terminee bien en verdad vicky debio averse blokeadoo noseee AAhhh!! q nervio espero el prox con ansiasss
ResponderEliminarWtf!!! Aparecio cristobal. He quedado en shock y mas encima ya saben dondr estan :O quiero otro capitulo ahora xD muero x saber que pasara
ResponderEliminaro.k. como es que me lo matan a Marco.... no es por maladad pero sigo con la duda de que tal vez si estaba involucrado con los rebeldes por que a su esposa la mataron si pero pq el trabajaba para Alex, y los llevo al bar de rebeldes es mucha coincidencia para mi.... me gusta ver a un Alex que este pensando en dejar el trono en verdad me encanta pero no lo veo tan quieto y dedicado a la casa a demas a Vicky en el fondo tampoco le agrada la idea aunq diga lo contrario, seria como quitarle algo de su personalidad y no queda.... ahora vamor por Tessa y Will escaparon con las justas o como dice Vicky es una trampa porque luego de esa corta informacion que les dieron y la indirecta de que lo arreglen o se sabra todo me dio mala espina, y boom aparece este loco al otro lado de la puerta y creo q sea por el celular que la encontro eso de que lea su mente es mucho mas, ella debe aprender a ocultarse de el pq el si lo tiene bien practicado y ni siquiera lo noto a pesar de estar tan cerca, se estan dejando llevar por los sentimientos y eso puede hacer que los atrapen.... que le corten la cabeza a Cristobal!!!!. asi gritara Alex cuando se entere de que se lee a Vicky va a rebentar a pesar de que sabe que es inevitable... gracias por el capi Dani se que se me esta pasando algo por alto pero ya lo volvere a leer para ver donde me perdi... un abrazo :)
ResponderEliminarsanta cachucha¡¡¡estoy hecha un lio, la verdad la muerte de Marco...deberia sentirme mal, pero el nunca me gusto, (bueno fisicamente ese hombre es una delicia) pero yo siempre he sospechado de el, no se, no me gusta...esas cenizas, ¿si son de el? ¿alguien a pensado que como no podemos confiar en nadie y si el es parte de los rebeldes? ¿y si finguio su muerte? aunque luego pienso en que por ejemplo, su esposa murio asesinada por ellos, asi que por eso ya no se nada...Tessa y William..umm sospechosos tambien. El gatito va a matarme de un ataque al corazon si sigue diciendo y comportandose tan asi..."que espectaculo les dimos entonces no?" de verdad, te digo que con cosas asi me sacas suspiros y sonrisas.
ResponderEliminarcreo que quedarse el celular fue una completa estupides...¿como no pensaron en que los podian rastrear?..uuu y aparece Cristobal..que rayos???? no podia quedarse guardadito un poco mas de tiempo??
gracias Dani, de verdad, estos dias no han sido nada buenos para mi, pero me das un respiro con el solo hecho de poder leerte, muchas gracias
Cuando el proximo? Quiero saber que pasará con Cristobal...
ResponderEliminarRecien lei!!! OH MI DIOS SANTO
ResponderEliminar!!!!!! puto de meirda de Cristobal como lo odio!!!!
Me encanta como esta la relacion de Alex y Vicky
Me da mucha pena que Cristobal haya muerto y espero que encuentren al respnsable y lo maten!
KILL THEM ALL!!!!!!!!!!!!!! jaja
QUE CARAJOS CON LO DE NO SOLO TRAS LA LINEA??!! WTF tengo miedo jajaja
Me encanto el cap espero el prox