“Mejor que en familia”
Arial
no permitió que la sorpresa y miedo que le causó Ethan bloqueara sus instintos,
por lo que con rapidez tomó el brazo del vampiro e hizo un movimiento que
terminó inmovilizándolo, así después de un segundo, estaba detrás de él.
—Cuidado Ethan, no sé qué te habrá
dicho tu nuevo mejor amigo, pero estás equivocado.
—Ella se acerca, suéltame.
Arial lo hizo, dejando libre a
Ethan, quien cambió su expresión por completo. Ahora sonreía y tomaba la mano
de la supuesta Dana como si fuera su mayor fanático.
—Me alegro mucho que hayas
llegado.
—Chicos, pasen a tomar asiento,
la cena esta lista…
Los tres se acomodaron en la
mesa, Ethan y Arial, uno al frente del otro mientras que en la cabecera de la
mesa, se encontraba Helena.
—Y bien Dana, cuéntame ¿estás
trabajando? la última vez me dijiste que estaba recién instalándote en el
departamento ¿todo bien? Ethan no me cuenta mucho, en sus llamadas ahora es
bastante… indiferente.
Arial miró a Ethan, que no dejaba
de mirarla con una expresión que no podía descifrar la Nephilim. Ella sonrió de
una forma que Dana jamás lo haría, siendo seductora e irónica; Arial sabía muy
bien que el vampiro que tenía al frente estaba tan perdido que ni siquiera
podía recordar que una vez amo a la mujer que ahora representaba ella. Lo que
era realmente triste, pero no dejaba de causarle un poco de gracia ya que ella
confiaba plenamente que algún día se reiría de Ethan por haber actuado de esa
forma.
Para él era como estar viendo a
la Dana original, aunque no sabía nada sobre aquella mujer, solo la información
que Gabriel le había entregado. Tenía claro que aquella era una impostora, pero
de todas formas la semejanza era impresionante.
—Bueno, actualmente estoy
ayudando en un bar, nada importante —respondió ella sin alterarse por la
pregunta inesperada de Helena. La Nephilim era buena mintiendo cuando lo
necesitaba —es todo nuevo para mí, ya sabe, se trabaja mucho de noche y a veces
las cosas se complican, en Chicago la gente bebe mucho.
—Oh, eso es cierto… dicen que las
personas se desgastan el doble trabajado de noche, solo mira el rostro de Ethan
—dijo ella observando a su hijo, que estaba más pálido que nunca y con una
expresión enferma.
—Estoy bien, mamá —respondió él,
esquivando la mirada de su madre, ya que se sentía culpable de estar cerca de
ella, siendo un ser tan malvado como era ahora.
—Es cierto ¿te sientes mal,
Ethan? —Preguntó Arial —te ves más pálido de lo normal, si existieran me asustaría
de que te hubieses vuelto en un vampiro —dijo ella comiendo un pedazo de papa.
—Si fuera así deberías ser más
cuidadosa, quizás quiera bebe hasta la última gota de su sangre ¿no?
A pesar de que ambos estaban
usando un tono de voz jovial y entretenido, Helena no dejo de notar la tensión
que se instauró en el ambiente desde que la supuesta Dana había entrado al
lugar. Lo que le parecía extraño, ya que ella había notado que su hijo adoraba
a la chica que tenía al frente… en el pasado, ya que ahora parecía que las
cosas habían cambiado.
—Tendré cuidado entonces —respondió
Arial, moviendo su cabello oscuro, dejando expuesto su cuello ante Ethan, quien
tensó su mandíbula al pensar en morder a la mujer que tenía al frente —¿cómo
han estado los caballos?
Arial distrajo por completo a
Helena con su pregunta, ya que el resto de la cena se vio enfocada en aquellos
preciosos animales que mantenían en una excelente situación económica a Helena.
Pasó alrededor de una hora para que terminaran de comer, Arial había dejado su
postre de lado cuando Ethan se puso de pie. Durante toda la cena el vampiro
trató de parecer normal, pero no pasó desapercibido su molestia e irritación.
— ¿No quieres ir a caminar, Dana?
—Oh eso me parece fantástico,
pero hace un poco de frío, debe estar nevando.
—Quiero caminar —dijo Ethan,
frunciendo el ceño —no me molestara prestarte algo para que te cubras.
—Entonces así no me puedo negar —Arial
se puso de pie —si me disculpa, Helena.
—Oh, por supuesto, adelante. No
demoren tanto que se está haciendo de noche.
Tanto Arial como Ethan salieron
de la casa dos minutos después de ponerse de pie. Tuvieron que avanzar varios
metros para que uno de los dos hablara, para Arial no fue sorpresa que él la
tomara bruscamente del brazo y la llevara a las caballerizas.
—Dime de una buena vez que es lo
que buscas aquí ¿Por qué aceptaste hacerte pasar por ese demonio? —dijo Ethan enfrentándola,
pensando que tenía a su peor enemiga ante sus ojos, por lo menos la imagen de
esta.
—Si me dices lo que te hice, esto
tendría algo de sentido, Ethan.
—No juegues conmigo, no eres más
que la apariencia de un demonio que se ha encargado de arruinar mi familia,
pero quiero saber ¿por qué?
Arial se quedó unos segundos mirándolo,
pensando que pasaba por su cabeza. Se estaba controlando por no dejar salir su
lado Nephilim y beber de la sangre de Ethan, ya que así podría saber qué
demonios le había dicho Gabriel, además de descubrir todas las atrocidades que había
cometido el vampiro neófito. Sin embargo, esa no era una opción ya que debía
seguir interpretando el papel de un demonio más.
—Eres bastante guapo, Ethan, pero
no me atraen los chicos guapos y locos ¿te podrías explicar, por favor?
Él la quedo mirando como si le
hubiese salido una segunda cabeza.
—Veamos —dijo Arial, cruzándose
de brazos —por lo visto ya te has dado cuenta que no puedes jugar conmigo y por
eso no has intentado atacarme otra vez, pero estoy con cierta duda ¿sabes?
quisiera saber ¿por qué Gabriel no te dijo que no soy la verdadera Dana? Actúas
un segundo como si lo supieras, pero luego no.
Ethan frunció el ceño y sintió
por un momento que un balde de agua fría caía sobre su espalda. Gabriel si le había
dicho que aquella Dana que lo acompañaría a cenar, sería enviada desde el mismísimo
infierno para que actuara ante su madre, sin embargo, haber visto la fiel copia
de su peor enemiga, lo había descolocado por completo.
—Yo… yo lo había olvidado —dijo recién
dándose cuenta de su grave error —mi cabeza últimamente no… no anda bien.
—Sin duda, bebé vampiro —dijo
ella golpeando la cabeza de Ethan como si fuera una puerta.
Él se alejó de un salto, una cosa
era saber que Dana no era Dana, pero otra diferente es que ella lo tocara.
— ¿Cómo te has controlado para no
morder a tu madre? —dijo ahora Arial, notando lo lindos que eran los caballos
que estaban a sus costados.
—No he respirado… y abastecí mi
cuerpo con bastante sangre.
—Oh, cierto —dijo ella, metiendo
sus manos en los bolsillos.
Ethan observaba a la falsa Dana
con cierto encanto, deseaba clavar sus colmillos en el cuello de ella. Su piel
lo llamaba como si fuera lo más suave que alguna vez podría tocar, deseaba
acariciar su cabello. Sin embargo cuando los ojos dorados de ella se posaban en
él, algo sucedía y toda ansia se desvanecía. Culpaba al hecho de saber que la
persona original, dueña de esos ojos, lo había herido.
Él no era capaz de identificar
que ese rechazo que sentía no era porque odiara a Dana, sino porque
inconscientemente sabía que aquella no era su ángel. Su mente era un laberinto
que no conectaba con ninguna salida coherente, es por ello abusaba de la sangre
humana, que le regalaba un momento de paz y embotamiento emocional que lo hacía
olvidar las palabras de Gabriel.
— ¿Que te hizo esta persona? —Preguntó
Arial, indicándose a mí misma —me dijeron que solo actuara como una tierna
novia ¿amaste este cuerpo, Ethan?
—Claro que no —dijo él girándose,
dándole la espalda a Arial —ella solo rompió mi familia.
— ¿Que te dijo Gabriel? —preguntó
esta vez un poco más ansiosa.
—Que Dana es un tipo de demonio
que se alimenta del dolor de las personas, que ha estado rodando mi familia
desde mis 16 años, que fue la encargada de la muerte de mi padre y que busca
ahora terminar con mi madre y conmigo… solo por gusto.
Arial no pudo evitar sonreír por
la poca astucia en la mentira de Gabriel, algo no encajaba bien ya que al parecer
el demonio había inventado algo rápido y sencillo para la mente confundida de
Ethan.
— ¿Y cómo llegaste a manos de
Gabriel?
— ¿Que te interesa a ti? —preguntó
molesto, girándose a ella.
—Bueno ¿no te estoy ayudando? me
enviaron aquí, a cenar contigo y tu madre ¿cómo llegó Dana a conocer a tu
madre? ¿Cómo cree que soy tu novia?
Un silencio invadió las
caballerizas.
—No tienes la menor idea ¿cierto?
—Preguntó segura Arial —no sabes que está sucediendo y por eso estas tan
perdido por aquí —dijo tocando con su índice la sien de Ethan —creo que tú y yo
iremos a dar un paseo de verdad ¿no te parece?
— ¿Que pretendes? —dijo Ethan sin
alejar a Dana cuando se acercó y tomó su brazo. Comenzó a caminar con ella de
todas formas.
—Mira, me tendré que ir en un par
de minutos, así que es mejor que me escuches… ¿sí?
—Deberías detenerte —dijo Eric,
apoyado en el árbol donde una vez Dana y Ethan se besaron bajo la lluvia y
donde este último había sido convertido por el demonio que estaba sentado en
una de las ramas.
—Me dijeron que enviarían un
demonio —aclaró Gabriel, con un rostro cansado. Ethan estaba acabado con él, se
escapaba de su vista con una facilidad sorprendente, no deseaba que el chico
terminara en manos de Lucifer por ahora, pero destrozarlo lentamente se estaba
haciendo difícil.
—Bueno, técnicamente Arial es
mitad demonio —Eric avanzó unos pasos y se giró para ver al demonio —tienes una
expresión de cansancio que no veía hace mucho tiempo.
—Esto se está haciendo más difícil
de lo que esperaba, este chico se está escapando de mis manos.
Vestido de negro solo destacaban
su rostro y manos, tan pálido como un vampiro, sin embargo, las ojeras eran
notorias. Gabriel estaba agotado.
—No debiste borrarle la memoria,
idiota —dijo Eric, frunciendo el ceño.
—Oh, necesitaba que jugáramos
limpiamente ¿sabes? a todo esto, pensé que me atacarías al verme o algo
parecido, no que conversarías tan relajadamente conmigo ¿es qué Arial te ha
enseñado a tener más paciencia?
—Es por ella que no estoy
estampando tu cara contra las piedras —dijo Eric, evitando la mirada de
Gabriel, lo que llamó la atención del demonio.
—Interesante ¿qué te sucede,
Eric? ¿Qué quieres?
—Un trato —dijo ahora mirando
hacia las caballerizas. No podía ver con claridad a Arial, pero sabía que ella
estaba rondando aquel lugar, podía sentirla —Azazel esta detrás de ella.
—Sin duda alguna, la quiere para
un estilo de experimento, ya sabes lo chiflado que está.
—Quiero que boicotees todo plan
que tenga ese bastardo con ella.
—Alto, alto y alto. Primero que
todo ¿por qué te habría de interesar el bien de Arial? —Dijo él, saltando hacia
el suelo y llegando al nivel de Eric — ¿esto te lo pidió Adam?
—No, te estoy pidiendo que evites
que el plan de Azazel contra Arial se realice, si es así… no romperé tu cara,
sabes que puedo hacerlo.
Gabriel entrecerró sus ojos unos
segundos, observando a Eric y pensando en la verdadera razón que podría tener
el ángel en querer proteger a Arial. Cuando se dio cuenta, sus ojos se abrieron
con sorpresa. No podía creer que Eric, el gran ángel Dominacion, líder de los arcángeles
e instructor de estos, cayera en un juego tan simple como en el que habían caído
tanto Adam como él.
—Puedes romperme la cara, pero no
matarme, sabes que no lo harías… puede que quiera algo de acción, ha pasado un
tiempo que no tengo nada de adrenalina, además de estar detrás de un vampiro
neófito —dijo Gabriel, con una sonrisa suficiente.
—Escúchame bien, maldito traidor,
recuerdo muy bien el trato que no cumpliste con Ethan, no tenías que borrar su
memoria y lo hiciste de todas formas. Jugaste sucio conmigo y puedo hacer lo
mismo ¿entendiste? si no me ayudas a proteger a Arial de su sádico padre,
esperaré a ver a Dana, le diré toda la verdad y sabrá que la vendiste a los
ángeles como si hubiese sido cualquier pedazo de carne ¿me escuchaste?
—Eric… —el cuerpo completo de
Gabriel se tensó, sin poder creer las palabras del ángel.
—Tengo la mejor prueba y es que
no tienes ninguna marca en tu rostro, deberías ser un Arrepentido por haber
vuelto con Dana cuando ella aceptó la Orden… quisiste engañar tanto a los ángeles
como a Dana y no me tomará nada de tiempo decirle la verdad a ella ¿eso
quieres? Tengo entendido que deseas recuperarla, si le digo la verdad, eso será
tu fin.
Gabriel avanzó lo suficiente para
darle la espalda a Eric.
—Es increíble como has caído, al
igual que nosotros…
—No tengo la menor idea de lo que
estás hablando y no me interesa. Harás lo que te digo, es lo único que pido, así
no romperé tu lindo rostro y además seguirás con ese pequeño secreto bien guardado
¿te parece?
Gabriel se giró hacia Eric y lo
miró tan serio como nunca.
—No, no me parece, Eric...no me
voy a inmiscuir en los planes de Azazel y me importa muy poco lo que le digas a
Dana si es que la ves ¿crees qué recuperará la memoria por segunda vez? solo
quiero terminar con Ethan, cuando él esté de nuestro lado… los planes de redención
para las Nephilim o cualquier ángel caído, serán nulas.
—Gabriel…
Solo fue un resplandor que el
demonio vio, pero fue justo lo necesario para saber que había hecho enojar a
Eric. La armadura de Dominacion brillaba ante sus ojos, de forma dolorosa. Sin
embargo, Gabriel era un demonio fuerte y alguien que había conocido la luz
celestial, por lo tanto podía soportarla mejor que cualquier demonio.
— ¿Me harás pagar por mis
palabras, Eric? ¿Lucharás contra mí? ¿Es qué así de enamorado estás? creo que a
tu jefe no le gustará nada tener otro ángel enamorado.
—Cuida tus palabras, demonio —las
alas del ángel se expandieron de forma sorprendente, blancas como hace mucho que
no existían.
Por un momento Gabriel sintió
envidia.
—No tengo el tiempo ni las ganas
de pelear —dijo Gabriel, sin poder creer que de verdad Eric se pondría en
contra suya. Ambos habían sido amigos, ni siquiera él como demonio se imaginaba
a sí mismo luchando contra Eric o Adam —y es mejor que se apresuren arriba con
Dana, porque a Ethan le queda muy poco para entregar por completo su alma a
Lucifer.
—Ella no volverá a ser tuya.
—O de Ethan —sonrió Gabriel, era
lo único que lo mantenía para seguir con su plan, saber que Dana no volvería a
los brazos de Ethan… ella no sería de nadie.
Eric no era de los ángeles que
hablaba solo para jactarse de lo que podrían llegar a ser. Cuando amenazaba, lo
hacía en serio, es por ello que Gabriel sabía que debía partir pronto aunque
fuera sin Ethan, por el momento. Para cuando el Dominacion tomo su espada para
dirigirla contra Gabriel, este ya había dejado liberar sus alas de fuego y
comenzaba a desaparecer de la vista de Eric, exactamente como una vez lo hizo
ante los ojos de Dana.
—Traidor —susurró Eric, sintiendo
cada vez más ira al saber que Gabriel ni siquiera era capaz de ayudarlos, ni
aunque se los debiera por haber manipulado la mente de Ethan.
Lilia trataba de cubrir su cuerpo
con sus manos, pero a pesar de que cubría sus pechos de forma precaria, la
mirada que le daba Adam solo la hacía sentirse aún más desnuda de lo que ya
estaba.
—Detente ahora mismo —dijo ella, moviéndose
con agilidad y saliendo de la prisión que el cuerpo de Adam y las cajas de
alcohol, ejercían en ella —no sé porque has permitido esto, juegas conmigo
¿sabes?
Dándole la espalda, se decidió a
que debía sacarse aquella pulsera y guardarla en la caja que correspondía, para
que Adam despertara de donde se encontraba. Sin embargo, los brazos desnudos de
él rodearon su cintura, tirando de ella hacia él por unos momentos, al mismo
tiempo que los labios del ángel caído atrapaban el cuello de Lilia.
— ¿Qué haces? no me hagas esto —susurraba
ella, tratando de alejarse de él, cosa que cada segundo se le hacía más difícil.
Adam sin poder detenerse, hizo
que ella se girara hacia él. Evitando categóricamente que no se sacara aquella
pulsera, ya que sabía muy bien que luego vendría el arrepentimiento y la culpa,
además del miedo y todas las sensaciones que lo atormentaban cuando ella estaba
cerca. Por unos momentos deseaba solo guiarse por su instinto, aunque recién
descubriera para que era aquella pulsera que Thaumiel le había regalado a
Lilia.
Aquella piedra jamás lo haría
detenerse, aunque sin ella no hubiese actuado de esta forma.
— ¿No quieres? —dijo él ahora
besando los labios de ella, mientras sus manos ahora recorrían la espalda baja
de Lilia hasta rodear los extremos de sus braguitas y enredarla en sus dedos
índices, bajándola de a poco.
—Para… —ella por un descuido
llevo sus manos hasta las de él, para detenerlo, pero dejando expuesta la parte
superior de su cuerpo.
Adam se acercó aún más a ella,
haciendo chocar su pecho contra los senos de Lilia, desnudos y turgentes, que
le hacían perder aún más la razón. Sus labios abandonaron los de ella y se
dedicaron a besar el cuello de la Nephilim, sintiendo su sabor y deseando cada
vez más que ella fuera suya. Lentamente sus besos fueron bajando, mientras
ahora sujetaba con fuerza las muñecas de Lilia.
—Jodete Adam, detente ahora
mismo, deja que me quite esta pulsera y veremos si sigues deseando hacer esto.
—Por supuesto que no será así, no
te sacarás nada y relájate ¿sí?
Por un segundo Lilia cerró sus
ojos, pensando en que sería fácil poder sacarse de encima a Adam si lo quemaba
un poco, pero decidió que si el no deseaba detenerse, bueno… no lo haría. Ella
no era de piedra y era Noche buena, deseaba su regalo.
—No me recrimines nada después.
Solo al terminar de decir esas
palabras Adam la besó mientras ella le ayudaba a quitarse por completo su pantalón,
dejando por completo desnudo a su ángel caído.
Las manos de Adam finalmente
terminaron rompiendo las bragas de ella, permitiéndole recorrer por completo el
cuerpo de la Nephilim, pudo notar con claridad la excitación de Lilia.
Ambos estaban hambrientos por el
otro.
Es por eso mismo que la ansiedad
se apoderó de los dos. Adam rodeó con sus brazos la cintura de su Nephilim e
hizo que se elevara unos centímetros del piso, logrando que ella rodeara su
cadera con las piernas.
Lilia podía sentir con claridad
el miembro de Adam entre sus piernas, deseaba a su ángel caído con locura, como
nunca antes, ni siquiera cuando Thomas manipulaba su percepción para que se
sintiera mucho mejor al tener sexo con él. Esto era especial y ella lo sabía,
es por ello que cuando Adam comenzó a penetrarla, ella apoyó su mano en la
mejilla de él, sin dejar de notar sus ojos, que estaban de un intenso color
azul.
—Adam —suspiró con una expresión
de dolor, no esperaba que ella fuera tan pequeña para él.
—Lilia… —él la apoyo contra las
cajas, sin detenerse y sintiéndose por primera vez en mucho tiempo, como si
estuviera hecho de fuego —te amo…
Ella abrió sus ojos sorprendida,
sin poder creer que él le hubiese dicho aquellas palabras con tal soltura, sin
pensar nada más que en lo que sentía. La Nephilim estaba pronta a volverse loca
de amor por este ángel enamorado, le encantaba mucho más que el Adam que había
conocido siempre, el de ahora no tenía prejuicios ni limitaciones, solo pensaba
en cuanto la amaba y en estar junto a ella.
No pudo responderle por la emoción
que sentía, solo pudo acercarlo para besarlo mientras sus cuerpos se unían por
completo, dejando un gemido se perdiera en la boca de Adam. Sus manos
comenzaron a recorrer los hombros del ángel, sus brazos, su espalda y sobretodo
en la zona que tenía aquellas Marcas.
— ¿Estás bien? —dijo él ahora
contra el oído de ella, volviendo a embestir contra la cadera de Lilia, pero de
forma cuidadosa, siendo suave para no hacerle daño.
Ella no tenía palabras,
simplemente estaba en otra dimensión. Solo atinó a buscar los labios de su Adam
para aprovecharlos.
Ambos se dejaron envolver por
aquel beso al mismo tiempo que las embestidas de Adam se volvían más rápidas,
logrando que en cada unión un gemido de placer escapara de sus bocas. Poco a
poco sus cuerpos comenzaron a ser envueltos por aquel fuego violeta que desprendía
Lilia.
—Ten cuidado… —le dijo él,
notando como tenían demasiado cerca las botellas de licor, inflamables. Sin
embargo, el fuego de Lilia no quemaba, solo entregaba el calor que no podía
seguir manteniendo en su cuerpo.
—Adam —susurró, dejando sus manos
ahora contra el duro trasero de su ángel caído, para que las embestidas se volverían
más profundas.
El ángel caído no dejó de tomar atención
a los requerimiento de su Nephilim, es por eso que con una facilidad sorpréndete
dejó caer algunas cajas para luego sentar ahí a Lilia y comenzaron a moverse de
una forma que logro que ella se escondiera contra su pecho y después mordiera
su hombro. El dolor paso desapercibido para Adam al sentir como ella llegaba a
su orgasmo.
—Adam —dijo con sus dientes
apretados.
Él no se detuvo en ningún
momento, lo que logró que ella se aferrar a él como si el mundo se acabara, su
cuerpo temblaba víctima del placer que él le provocaba, el cual se vio
imposiblemente aumentado cuando los labios de él atraparon los suyos y sus
manos recorrieron su espalda, hombros, abdomen y senos. Lilia sentía que estaba
rodeada por completo de Adam y jamás se había sentido tan bien en su vida, era
como volver a casa y sentir la seguridad que solo el hogar podía
proporcionarle. Después de muchos años, se había vuelto a sentir completa.
Adam en cambio se dio cuenta que jamás
en su vida, se había sentido como lo estaba haciendo con Lilia; ni siquiera
cuando había compartido las noches con Cyra, por primera vez en su existencia
sentía que estaba haciendo lo correcto, que estaba en el lugar adecuado con la
persona perfecta.
—Lilia… —dijo tirando de ella
hacia él, para quedarse inmóvil y tenso al sentir como el clímax se apoderaba
de su cuerpo.
Ninguno se atrevió a moverse, se
quedaron abrazados mientras trataban de calmar su frecuencia respiratoria, que
se había acelerado hasta las nubes, elevándose con ellos.
—No me dejes —susurró él contra
el oído de ella.
—Demasiado tarde para hacerlo,
Adam —respondió ella, separándose un poco de él, para ver su rostro.
Ambos seguían rodeados por aquel
fuego de Lilia, dejando que ambos se miraran sin dificultad.
—No quiero que seas de nadie más,
solo mía —dijo él dándole un corto beso en los labios, tirando con suavidad del
inferior.
—No podría —admitió ella,
sabiendo que jamás podría estar con alguien diferente a Adam, no importaba si
él pensaba diferente al día siguiente, ahora que conocía a su Adam por
completo, enamorado y sin obstáculos, no lo dejaría ir — ¿Adam?
—Dime —él acariciaba la cadera de
ella, muy concentrado.
—No… uhm no —susurró un poco
avergonzada, sintiendo que Adam no se relajaba en su interior, que seguía igual
de excitado como antes —sigues… —una de las manos de Lilia recorrió el abdomen
marcado de Adam, hasta llegar a sus oblicuos.
Él entendió de inmediato y no
pudo evitar sonreír al notar como ella miraba hacia abajo, sonrojada.
—Demasiado tiempo soportando el
deseo de estar contigo —se iba a retirar, pero ella con sus manos en su cadera
hizo que volviera a donde se encontraba, logrando una embestida que causó
gemidos en ambas partes —y la noche es larga.
Antes que ella pudiera decir
algo, la silencio con más besos…
Arial se despidió de Helena con
una sonrisa y luego le dio un beso en la mejilla a Ethan, quien seguía
desconcertado por las palabras que le había dicho la falsa Dana. Le había
agradado sin duda alguna, excepto cuando le robó una gota de sangre; sin embargo,
los consejos que le dio para controlarse mejor sobre el deseo de sangre, los encontraría útiles en un futuro.
—Que estén bien.
La Nephilim se había excusado
antes de tiempo, inventando una justificación para escapar de casa de los
Harris, ya que no se podía ir con Ethan y su tiempo como Dana estaba al borde
del colapso. Es por ello que cuando avanzó un par de metros su cabello fue
cambiando de color al igual que la forma de su cuerpo. No había pasado ni
siquiera cinco minutos desde que se despidió cuando ya era Arial otra vez, por
completo.
Se dirigió rápidamente hacia
donde se encontraba Eric, en el bosque. Ese era el punto de encuentro.
No pudo evitar sorprenderse
cuando vio las alas extendidas del ángel.
— ¿Que ha sucedido? —preguntó
ella mirando hacia los lados.
Eric no pudo evitar sonreír al
ver de nuevo a Arial, exactamente como era.
—Es un alivio verte de nuevo —ella
sonrió ante las palabras de Eric.
—Oh, no exageres, ni siquiera
fueron tres horas… dime ¿qué pasó?
—Eso quisiera saber yo–dijo ahora
dirigiéndose hacia los árboles —estuviste hablando secretamente con Ethan,
te advertí que no podías interferir ¿Qué le dijiste?
—Nada,
solo que no creyera en todo lo que dice Gabriel ¿Por qué vamos más allá, aquí
era el punto de encuentro?
—Arial,
dime que no le advertiste de nada ¿le hablaste de Dana?
— ¡Era
obvio que le iba a hablar de ella! Recuerda que supuestamente cenó con ella,
bueno, con su impostora. Debo aclararte que ese chico odia tanto a nuestra
querida angelito, que no soportaba verme al comienzo, tuve que recordarle que
no era ella, que era una supuesta demonio que lucía como Dana.
— ¿Qué te
dijo? ¿Por qué la odia?
Arial se adelantó
unos pasos, para encarar a Eric, no le gustaba hablar con él cuando observaba
su espalda.
—Gabriel
inventó una historia muy particular, la culpó por la muerte del padre de Ethan.
Además le dijo que ella busca acabar con su familia, lo que es insólito.
Eric se
detuvo, observando atentamente a Arial. No se creía por un segundo que ella no
haya defendido el honor de Dana.
—Le
dijiste la verdad ¿no? Confiésalo de una buena vez, así puedo subir y decir lo
que ha sucedido.
— ¿Estás
de broma? Arriba siempre nos están vigilando, no es como si pudiera tener algún
tipo de secreto.
—Entonces
lo confiesas —dijo él, frunciendo el ceño, molestándose sin poder controlarlo.
Arial se
cruzó de brazos, también comenzando a sentirse enojada.
—No
confieso nada, Padre Eric —por el tono que uso Arial, no le fue difícil a Eric
saber que la estaba haciendo enojar. Sin embargo, no le importó que eso
sucediera.
—Deja las
bromas, estoy hablando seriamente. Tendré que subir para arreglar lo que has
hecho, no tienes una buena reputación arriba, así que debes cuidarte de cometer
errores.
Arial
tensó su mordida, haciendo sonar levemente sus dientes.
— ¿Y desde
cuando crees que yo me guio por tus reglas? ¿Ah? Tener una misión en común no
nos hace estar del mismo bando.
—Calla
Arial, tus palabras solo te perjudicaran y tu imagen se verá estropeada de esa
forma, así no podré defenderte luego.
Aquellas
palabras atravesaron su pecho como si fuera una flecha. No pudo evitar
sorprenderse por el dolor que sintió al darse cuenta que Eric no dudaba al
nombrar su futura partida.
—No
necesito que me defiendas, he sobrevivido muy bien sin ti. Además no estamos
hablando de ello, sino de Ethan y Dana.
Los ojos
color verde de Eric se oscurecieron levemente por el enojo que sentía por las
palabras de Arial. Tan independiente. Tan Valiente. No lo necesitaba y odiaba
que eso lo molestara.
—Con ese comportamiento,
pronto necesitarás que alguien dé la cara por ti. Es muy simple Arial: no te
debes meter en los planes de la Luz.
—Tu jefe
puede besar mi duro trasero, Eric, me importa muy poco los planes que tengan.
Si yo pienso diferente, no seguiré cabizbaja como ganado las ordenes de un
grupo que no me representa.
—Te estas
comportando como un demonio.
— ¡Pues
noticias de último minuto! Soy en parte demonio.
— ¡Pero
solo una parte!
— Quizás
no, quizás soy igualita a mi padre ¿Qué te parecería eso? Es probable que en un
futuro quieras acabar conmigo, como en un pasado desearon hacerlo con Dana.
—Calla…
—Como sea,
ángel Dominacion, creo que si estamos en este lugar es para hablar de Ethan,
pero eso como ya lo hicimos, quiero saber que le sacaste a Gabriel.
Arial dejó
caer a sus costados los brazos para dejar que la tensión fluyera por su cuerpo.
No quería estar enojada por un tema que no valía la pena: ella jamás apoyaría
el bando de Eric y era así de simple. Nadie podía estar a favor de su enemigo.
—No
intercambiamos muchas palabras en realidad.
—Se te
escapó ¿no?
Un silencio
incomodo se estableció entre los dos por unos minutos.
—Luce
cansado —dijo finalmente Eric —al parecer Ethan le está complicando los días.
—Eso ya lo
sabíamos.
—Entonces
no hay mucho que decir, se escapó, tienes razón.
— ¡Eres un
ángel Dominacion, Eric! A ti no se te escapan los demonios, solo los dejas ir
¿crees qué Gabriel sigue siendo tu amigo? ¿Qué alguna vez volverá con ustedes?
Porque déjame decirte que eso no ocurrirá. Gabriel es un demonio y siempre lo
será.
—No tengo
la menor idea de lo que hablas.
—Bueno, lo
digo porque lo guardas muy bien en tu memoria. Tienes más recuerdos de él que
de Adam.
Eric frunció
el ceño.
— ¿De qué estás
hablando? ¿Cómo sabes eso?
—Eso no te
interesa, solo te aclaro un hecho que te niegas a ver. Si hubieras aceptado que
Gabriel no es amigo de ustedes, aunque sea un demonio, podrías haberlo atacado
o interrogado.
Eric se quedó
unos segundos sopesando las palabras de Arial.
—Creo que
me tienes sobrevalorado, soy un ángel de gran categoría, pero no significa que
sea invencible.
Arial bufó
molesta. Ya casi nada podría hacer que recuperara su humor habitual. Siempre
había odiado que le impusieran pensamientos que no compartía.
—Estas
siendo injusta conmigo, solo quiero ayudarte, pero cada vez que te doy un
consejo de ese tipo te molestas.
—Nunca te
he pedido que me ayudes de esa forma —se giró, evitando que él notara como se
sonrojaba debido a la vergüenza que se sentía ser desagradable con Eric cuando
él quería ayudarla —Solo me altera que creas que estas en el bando correcto.
— ¿Quieres
que me vuelva un demonio acaso? ¿Qué me dedique a atormentar a las personas y
viva de esa Oscuridad? ¿Qué pierda mi alma?
—Claro que
no, ese bando tiene tantos problemas como el tuyo.
—Entonces
quieres que me una al bando de Arial, ya que al parecer solo tú tienes las
respuestas correctas.
Ella
volvió a cruzarse de brazos, no le dio la cara porque no deseaba molestarse aún
más. Cuando eso ocurría las cosas no salían de la mejor forma.
En cambio
Eric estaba comenzando a pensar que Arial se estaba tomando atribuciones que no
le correspondían. Lo que ambos tenían no incluía sus bandos de orígenes,
ninguno debía tratar de convencer de que el otro dejara o permaneciera en su
lugar; él solo estaba intentando que ella mejorara su conducta para que no
estuviera en problemas en un futuro, no estaba tratando de convencerla para que
aceptara la Orden o algo por el estilo.
—Arial… —él
trató de tomar el brazo de ella, pero la Nephilim no se lo permitió.
Ella
avanzó unos pasos, escondiéndose de Eric, ya que por haberse enojado tanto,
todo su lado Nephilim estaba expuesto en sus uñas y en las líneas rojas que
aparecían bajo sus ojos y se perdían en su cabello rojo. Arial no deseaba que
él viera cuanto la afectaba.
—Como sea —dijo
mirando hacia otro lado y enderezándose, tragándose los nervios y escondiendo
sus verdaderos sentimientos del Dominacion —creo que así viajaré más rápido
hasta mi departamento, estoy muerta de cansancio.
—Arial no
pretendía que te enojaras —ahora más tranquilo, Eric trataba de solucionar lo
recién ocurrido.
—No
importa, nos vemos mañana, comentaremos lo ocurrido con Adam y averiguaremos
que hacer ¿sí?
Se giró
hacia él y Eric no pudo evitar sonreír al verla como Nephilim, reacción que sorprendió
tanto a Arial como a él.
— ¿No hay
alguna posibilidad de que te quedes conmigo esta noche?
Arial
abrió su boca por la sorpresa que aquellas palabras provocaron en su pecho.
—Ya que
mañana debemos reunirnos con Adam, te ahorrarías un viaje si duermes en su casa
¿no crees? —Arial tensó su mordida, desilusionada…emoción que no pasó
desapercibida para el ángel —dormir no me haría nada de mal, menos si me
acompañas.
—No creo
que sea adecuado, es más, deberíamos ir e informar a Adam ahora mismo.
—Arial…
—No, ya
estoy molesta y lo único que quiero es volver a mi habitación y descansar, esto
realmente fue agotador
Al estar
como Nephilim, Eric no podía dejar de observar la boca de ella, como sus
colmillos destacaban entre sus labios. Sin embargo, el ángel no podía dejar de
pensar que Arial se negaba a enfrentar sus problemas, es por eso que cada vez
que discutían ella escapaba o simplemente cambiaba de tema para no hablar sobre
lo que pasaba.
—No, no te
irás a ningún lado —dijo él, muy decidido en tratar lo que estaba pasando —debes
dejar de comportarte como un niña respecto a temas serios.
—Deja de
decirme como debo actuar.
Ya no
había forma de arreglar la situación para Arial, así que prefirió dejar a Eric
solo porque no quería seguir discutiendo. Ella sabía muy bien que nunca
llegarían a un consenso sobre nada, ambos eran muy diferentes.
La
Nephilim no cruzó ninguna palabra más con el Dominacion, solo se dirigió
decidida a pasar por su lado sin siquiera mirarlo.
Pero Eric
no se lo iba a permitir.
Cuando las
alas del ángel aparecieron ante los ojos de Arial, ella se quedó sin aliento y
no pudo hacer nada cuando Eric sin previo aviso rodeó su cintura y un segundo
después se alejaban de los árboles que los rodeaban. Habían quedado varios
metros bajo ellos.
— ¡Eric! —Ella
sin poder controlarse, se aferró al ángel como si la vida se le fuera en ello —
¡no me gustan las alturas!
Ella no
podía creer que estuvieran a varios metros del suelo, su corazón se había
disparado como un loco por el miedo que le provocó el cambio de escenario. Sin
embargo, al sentir que los brazos de Eric la sujetaban con firmeza, su miedo
fue desapareciendo.
— ¿Qué
demonios estás haciendo? —preguntó ella, escondiendo su rostro en el cuello de
él, sin ser capaz de mirar hacia abajo una vez más.
—Eres muy
temperamental y siempre tratas de escapar cuando discutimos, creo que esta es
la forma adecuada para atraparte ¿no? Por lo que tengo entendido no tienes la
habilidad de volar.
Arial se
alejó un poco de él para ver su rostro, pero no pudo concentrarse en los ojos
verdes de su ángel, ya que las alas de Eric atrapaban por completo su atención.
— ¿Arial?
—Me
encantan tus alas —dijo ella asombrada, no podría acostumbrarse a ellas jamás.
Sus ojos
rojos como su cabello estaban tan abiertos que hicieron sonreír a Eric.
— ¿Un poco
más arriba entonces? —preguntó sin esperar una respuesta de ella.
Arial
sintió como su corazón llegaba a su estómago al ver que las alas de Eric se
movían, elevándolos aún más, casi alcanzando las nubes.
—Me
gustaría que hubieran estrellas para ti —susurró Eric, mirando el cielo
nublado.
No habían
estrellas para ellos, pero si copos de nieve.
Cuando
comenzó a nevar, Arial no pudo evitar sonreír por estar viviendo un momento que
nunca pensó experimentar.
—Bien, lo
lograste, ya no estoy enojada —dijo ella apoyando sus manos en los hombros de
él.
Eric se quedó
unos segundos pensativos, negándose a olvidar la reacción de Arial hace unos
minutos.
—Has sido
sin duda una sorpresa para mí, Nephilim —dijo él, con su ceño fruncido —es por
eso que no quiero que te pase nada malo; no eres peligrosa como piensan arriba
o como yo creía, no de la forma que esperábamos por lo menos… si digo que no
debes hacer ciertas cosas no es para que apoyes algo que aborreces, como son
los ángeles, sino que es para protegerte de nosotros y de los demonios.
Ella
esquivo su mirada, no deseaba escuchar esas palabras, pero tampoco podía
escapar.
—He estado
un largo tiempo en esto —continuo él —he eliminado cientos de demonios y he
observado la Tierra por muchos años, escúchame cuando quiero darte un consejo.
No busco cambiarte, solo que puedas seguir siendo tu misma sin estar en peligro
¿es tan molesto que quiera eso para ti?
Arial
tensó su mandíbula, no podía ser capaz de mirar a Eric. Estaba avergonzada por
las palabras que el ángel le estaba regalando. No podía ni quería verlo
preocupado por ella ya que no quería acostumbrarse a esa sensación.
—No
deberías preocuparte, pronto de iras ¿no?
—Uno
siempre se preocupa de la gente que le importa, es más, en mi especie ni
siquiera necesitas conocer a alguien para desear que se encuentre bien.
Ella lo
miro, ahora con una sonrisa de suficiencia.
—Entonces
te preocupas por mí solo porque eres un ángel.
—No y no
sigas buscando excusas para mantenerte enojada. Si me preocupo por ti, es
porque me gustas, así de simple.
Sin ningún
preámbulo él atrapó los labios de Arial, dejándola atónita por la sorpresa que
trajo aquella acción.
Arial solo
pudo rendirse y rodear el cuello de él, para así entregarse al beso de Eric.
Deseaba quedarse tranquila mientras los copos de nieve mojaban su ropa, pero
cuando la lengua del ángel recorrió uno de sus colmillos fue como si un
interruptor se hubiese encendido dentro de ella.
Eric no
pudo evitar sonreír al sentir como un gemido se escapaba de los labios de
Arial.
—Eres un
pésimo ángel —dijo ella con la respiración entrecortada cuando ambos buscaron
algo de oxígeno.
Eric sin
responderle, solo la rodeo con sus alas, logrando que cayeran en picada y que
Arial se aferrara a él como si eso ayudara de algo ante la caída. Pero el ángel
volvió a expandir sus alas antes de que
alcanzaran las copas de los árboles y que Arial se quedara sin voz por el gran
grito que tuvo por la pésima broma de ángel. Se elevaron varios metros y luego
él la rodeó con más fuerza para dirigirse hacia donde estaba la casa de Adam.
—La moto —dijo
ella susurrando, sin aire, contra el cuello de Eric, causándole escalofríos.
—Luego voy
por ella, la deje escondida para que no levante sospechas.
No pasaron
muchos segundos para que llegaran a casa de Adam. Ninguno quiso seguir
discutiendo, por lo tanto el mal humor quedo atrás, entre los árboles.
Cuando
Arial volvió a tocar el suelo tuvo tanto la sensación de alivio y desilusión al
mismo tiempo, sentimientos contradictorios. No quería alejarse de Eric, lo que
estaba comenzando a odiar. Ella jamás había sido dependiente de alguien y mucho
menos de un ángel.
—Hoy me
has dado un increíble regalo —dijo llamando la atención de Arial —nunca había
recibido uno, por lo tanto quiero darte algo que sé que deseas.
Arial no
pudo evitar sonreír y dejar todas sus preocupaciones de lado.
—
¿Tendremos sexo salvaje en este patio? —dijo ella sonriendo coqueta, jugando
con Eric.
El ángel
Dominacion la quedo observando sin ninguna pizca de humor por las palabras de
Arial, ya que era algo que no podía hacer.
— ¡Que es
broma, hombre! No te alteres, solo es un chiste. Continua, por favor.
—Ya no
quiero —dijo malhumorado.
—Oh, ahora
tu pareces un niño, dime ¿me darás un regalo? ¿Me compraste algo o es mejor que
eso?
—Sé que no
te gustan los secretos y que te encanta averiguar los de otras personas, lo que
no te da una buena imagen.
Ella dejo
de sonreír, atenta por completo a sus palabras.
— ¿Qué me
darás, Eric? —dijo ahora realmente curiosa y entusiasmada.
—No tengo
muchos secretos y los que son muy peligrosos ya sucedieron. Por lo tanto... —dijo
levantando la manga de su brazo izquierdo —Puedo darte un par de gotas de mi
sangre, así sabrás un poco más de mí y no serás tan injusta conmigo.
La boca de
Arial se abrió sorprendida, sin poder creer que un ángel, de la categoría de
Eric, le regalara un par de gotas de sangre y dejara que se metiera en sus
secretos. Era cierto que Eric no tenía idea sobre el completo poder de Arial,
pero esto hacia aún más memorable el regalo que acababa de recibir.
—Puedes
morderme si quieres o como sea este proceso —dijo estirando su brazo izquierdo
hacia ella.
—No soy un
vampiro y tampoco tu mascota, no lo haré aquí —respondió ella sonriendo —sé muy
bien donde hacer esto.
Arial
seguía de Nephilim, por lo que al tomar la mano de Eric, no le fue difícil llegar
a la habitación del ángel en un segundo. Tenía una velocidad impresionante
cuando usaba su lado demoniaco.
— ¿No
quieres? —preguntó él al verse ahora en la habitación, confundido.
Sin
dedicarle ninguna palabra Arial solo guio hasta la cama a Eric, que la miró aun
sin entender lo que sucedía. La Nephilim hizo que se recostara en la cama, para
cuando el ángel iba a decir que lo que ocurría no estaba bien, ella cubrió su
boca con sus labios.
—No voy a
abusar de ti, Ángel Casto y Puro.
— ¿Qué
haces entonces?
—Aprovecharme
de mi regalo… —dijo ella sonriendo.
Empujo con
fuerza a Eric al ver que él se quería levantar y escapar. Arial en un segundo
quedo a horcajadas sobre él.
— ¿Sabes?
El beber de alguien es un proceso muy íntimo —susurró ella, acercándose al rostro
de Eric que la observaba curioso —tanto como cuando dos personas se vuelven en
una.
—Deja de
juegos, ni siquiera necesitas morderme, solo buscas torturarme ¿no? —dijo al
notar como ella removía su cadera sobre él… pero Eric tenía un autocontrol
único, aunque este se escapaba de sus manos cuando tenía tan cerca a Arial.
—No, solo
te estoy dando información que no sabes.
Con
rapidez ella apoyó ambas manos en los costados de la cabeza de Eric. Se acercó
hasta que quedaron a centímetros de distancia.
— ¿No te
agrada esta clase?
Eric no
fue capaz de contestar, menos cuando se dio cuenta que sus manos estaban sobre
la cadera de Arial.
—He de
suponer que sí.
La
Nephilim se acercó al cuello del ángel y acarició con su nariz donde pronto
mordería.
—Siempre
me he preguntado ¿Por qué tienes sangre, Eric? Eres un ser que no es humano.
Él giro su
rostro para encontrarse con los ojos de ella, hipnotizado por su voz.
—Porque
una vez lo fui.
—Tu Dios
te hizo con una debilidad, si tienes sangre, pueden beber de ti.
Eric estaba
atento al movimiento de los labios de Arial.
—Nadie es
perfecto, Nephilim. Hazlo rápido.
Ella se removió
sobre él, escondiendo su rostro en el cuello de Eric y sintiendo su aroma.
Siendo demonio en ese momento, todos sus sentidos se desarrollaban… y ahora
aquel ángel, le parecía de lo más apetecible.
Eric tensó
todo su cuerpo al sentir como su piel tenia contacto con los colmillos de
Arial. Un escalofrió recorrió su espalda para cuando ella traspasó su piel y
comenzó a beber de su sangre. Sin poder controlarlo, sus manos se adhirieron a
las caderas de la Nephilim, logrando que el contacto que existía entre ellos,
se intensificara y lograra que un gemido escapara de la boca de Arial.
Los
segundos se estaban haciendo más largos mientras que Eric no podía controlar su
cuerpo, su autocontrol, del cual siempre se había jactado luego de la época
oscura que tuvo décadas atrás. Es por ello que cuando Arial uso su lengua para
recorrer la herida que había dejado en el ángel, a pesar de que no había necesidad
de curarlo, logró que Eric perdiera la paciencia.
Un grito
ahogado escapo de la boca de Arial cuando Eric, aprovechando la turbación de
beber de él y las imágenes que atacaban su mente, la tumbo en la cama y comenzó
a besar su boca. Ella aun impactada por lo que veía y sentía, no pudo evitar
responder al ángel que ahora se colaba entre sus piernas, dejándole en claro cuánto
la deseaba.
Las manos
del ángel se colaron bajo la ropa de ella, levantando la prenda y dejando
expuesta la piel de la Nephilim que no podía dejar de sentir como el placer recorría
su cuerpo. Las imágenes que había visto de Eric habían quedado atrás y ahora
solo podía verlo en el presente, abandonando sus labios para besar el abdomen
de ella.
Arial
levantó sus manos para cuando Eric deseo eliminar por completo su camiseta y suéter.
Todo de una vez, dejándola solo con su sujetador negro.
— ¿Eric?
Él no respondió,
tan solo la tomó de forma delicada de su mentón y la volvió a besar, logrando
que ella arqueara su espalda al sentir el cuerpo de Eric contra el suyo.
— ¿Qué
planeas hacer? —susurró ella, sin creer que Eric fuera él que estaba manejando
toda la situación. Supuestamente nunca había estado con una chica, pero se estaba
manejando muy bien en el tema.
—Reivindicar
la imagen que tienes de los ángeles.
Ella quiso
decir algo gracioso o inteligente, pero no tuvo tiempo. Con una facilidad
sorprendente él se deshizo del sujetador, rompiéndolo sin esfuerzo alguno,
justo en el centro de sus senos.
Cuando
quedo desnuda de la parte superior de su cuerpo, Eric no pudo evitar observar a
la hermosa Nephilim que tenía sobre la cama, con su cabello rojo como el fuego
desparramado sobre la cama. Tuvo que tragar saliva al notar la desnudez de
ella, sus senos lo tentaban de una forma que jamás había experimentado. Ni
siquiera las drogas que uso en el pasado habían jugado con su mente de esa
forma.
— ¿Eric? —Arial
quiso cubrirse porque se sintió aún más desnuda bajo la mirada depredadora que
le regaló el ángel. Jamás lo había visto de esa forma, ni siquiera cuando se inmiscuyó
en los recuerdos de él.
—No —susurró
él, alejando las manos de ella, evitando que se cubriera —déjame observarte
para nunca olvidarte ¿sí?
Arial hizo
caso omiso al dolor que sintió en su pecho, no quería sentir nada más profundo
por el ángel que la observaba como si fuera una de las maravillas de la tierra.
Solo deseaba que esto fuera superficial y un juego, pero cada día que pasaba
junto a Eric, lograba que se fuera colando en su pecho cada vez más.
—Eres tan
hermosa —dijo acercando con cuidado su mano hasta el abdomen de ella, subiendo
lentamente hasta rodear uno de los pechos de la musa que tenía ante él.
Arial se estremeció
ante aquella caricia. Estaba demasiado sensible ante la cercanía de él.
—Supongo
que así se siente —susurró, concentrado en ella.
— ¿Qué? —dijo
desconcentrada Arial.
—Es como
si hubiera fuego en mis venas.
Ella no
pudo evitar sonreír ante las palabras de Eric.
—Estás
caliente, Ángel Pervertido.
—Sí, creo
que lo estoy —dijo sin un poco de vergüenza. Se acercó a ella para besarla de
nuevo y para que no dijera otra palabra de burla hacia él.
Las manos
del ángel se dirigieron al pantalón de Arial y sin ser detenido, lo desabotonó
para luego comenzar a bajarlo.
— ¿Qué
vamos a hacer? –pregunto ella sonriendo, sin dejar de estar sorprendida porque
Eric estuviera comportándose de esa forma.
—No puedo
tener sexo contigo —dijo él, tirando de los jeans de ella, bajando al mismo
tiempo sus braguitas negras.
Se quedó
sin aliento al verla complemente desnuda. Se encargó de tirar los zapatos y
jeans lejos para que luego a ella le tomara más tiempo encontrar sus cosas y
estuviera otros segundos desnuda ante él.
—Creo que
si existe la perfección —dijo él, recorriendo con su mirada las largas y suaves
piernas de Arial. Su cadera, su abdomen, sus pechos, su rostro… cada parte de
ella lo hipnotizaba como nadie lo había hecho.
—Te gusto
más desnuda ¿no? —respondió ella, ahora sonriendo y acercándose más a las
almohadas para apoyar mejor su cabeza. No tenía idea sobre que pretendía Eric,
pero no le molestaba estar de esta forma ante él.
Eric se
deshizo de su calzado y se subió a la cama, como si alguna diosa griega lo
tuviera hipnotizado. Esta noche estaba entregado a la divinidad que tenía ante
los ojos. Tiró de uno de los pies de ella para que se acercara a él y sin dejar
que otra frase inteligente saliera de su boca, la beso hasta robar el aliento
de la Nephilim mientras que una de sus manos viajaba por el cuerpo de ella,
logrando escalofríos en Arial; Cuando Eric toco de forma más íntima a la
Nephilim, sonrió contra la boca de esta.
—Al
parecer a ti también te gusta estar más desnuda que con ropa —le susurró en su
oído mientras ella cerraba sus ojos y tomaba aire de forma entrecortada.
“Ante tus ojos, sin duda alguna” pensó
ella, sin ser capaz de reproducir esas palabras ante Eric. Mordió su labio
inferior cuando sintió como él acariciaba su clítoris, logrando que el placer
recorriera su cuerpo de forma lenta y única.
La boca de
Eric se apoderó de uno de sus pechos, tirando suavemente la cima de este para
luego rodearlo con su lengua. Aquella caricia hizo que Arial llevara sus manos
a la camiseta de Eric, para poder quitársela, pero él se alejó de ella y negó.
Se apoyó
en su otro brazo, sin dejar de tocar el centro de Arial. Ella lo miraba
confundida.
—No puedo
disfrutar contigo —dijo besándola, tirando de su labio —pero si puedo disfrutar
de ti.
Volvió a robar otro beso de Arial
mientras dos de sus dedos se colaban en el cuerpo de ella, como nunca antes lo
había hecho con otra mujer; luego comenzó a recorrer, disfrutando del sabor de
la Nephilim que no dejaba gemir ante el placer que le daba Eric.
El
Dominacion se fue apoderando de su cuello, de sus pechos, de su abdomen hasta
que mordió con cuidado su cadera para luego llevar su habilosa lengua hasta el
centro de la Nephilim, quien se desplomo en la cama al sentir lo que Eric le
proporcionaba al darle sexo oral.
— ¡Tu no
deberías saber hacer esto! —dijo completamente entregada al ángel. Podrían
haber sufrido un terremoto justo en ese momento y ella no lo habría sentido.
Eric
estuvo suficiente tiempo como para proporcionarle más de un orgasmo a Arial,
quien estaba agotada por la misión cumplida con Ethan, por lo que sus parpados
pesaban, tratando de llevarla a los brazos de Morfeo, pero el ángel no le daba
tregua, parecía como si fuese un niño con un juguete nuevo.
— ¡Eric! ¡Oh
demonios! Tu maldita lengua no puede tener esa habilidad, eso no corresponde a
tu bando.
El ángel
liberó los muslos de ella y luego siguió besando el cuerpo de Arial, pero
ascendiendo. Para él era un caramelo que no se cansaría nunca de degustar. No
pudo evitar entretenerse con sus hermosos senos por otro tiempo para luego
rodearla entre sus brazos.
—Mi regalo
para ti —dijo él, sonriendo al notar como ella no podía seguir luchando para
quedarse despierta.
Arial no
fue capaz de responder. Su cuerpo había llegado demasiadas veces al límite,
solo se acurrucó contra el cuerpo de Eric, que aún seguía vestido. La Nephilim
trató que de esa forma su cuerpo volviera a sentirse como uno y no como miles
de partículas de fuego que flotaban en una dimensión desconocida. Eric la había
hecho sentir como nunca nadie lo había logrado en el pasado.
Ambas
Nephilim esa noche de navidad, descubrieron que si había una mejor alternativa
que pasar Noche Buena en familia.
Uuuufff que agotador fue revisar ese capítulo, una lata. Bueno, espero que les haya gustado. Debo darles las gracias por sus comentarios en el capitulo anterior, espero que este tambien tenga muchos, que es la parte tambien entretenido de subir la historia.
¿Hace calor aquí o qué carajos?
ResponderEliminarMi Dios, yo quiero ser una nephilim y tener a mi ángel pervertido jajaja
Ok, pasado mi momento de calentura, ese Gabriel es un lindo tarado. Quiero saber que le dijo Arial a mi Ethan, aunq se enoje Eric a mi me encanta q ella meta su nariz donde no debe y para mi ella es la que va a hacer que esto sea justo. Pobre Ethan que no sabe ni que onda con su vida y me da gusto que Gabriel ande sufriendo y este cansado por andar de niñero. También me encanto Eric todo chulito exigiendo ayuda de Gabo, el quiere ayudar a su pelirroja como sea. También fue lindo ese momento juntos en los aires y que los 2 se dijeran las cosas, como solo ellos saben hacerlo.
De Lilia y Adam solo puedo decir, gracias Dani por darle su regalote a Lilia, porque honestamente Adam no se lo merecía mucho y ya veremos que va a pasar ahora que la piedra no este presente.
La verdad no tengo ni idea de que pasara en el siguiente pero lo espero con ansías, quiero saber un poco más de Ethan y Gabriel, pero mas que nada porque quiero saber que fue lo q piensa mi ex humano de lo que le dijo la nephilim y como actuara.
Muchas gracias como siempre por el capitulo Dani.
Te mando un beso y nos seguimos leyendo!
Ahhhhh me encanto ese par de nefilim son suertudas las chicas.cada una con su bombon de angel jajajajakka quiero saber q le dijo a Ethan pprfiiiiiiiisssss saludos gracias Dani
ResponderEliminarY eso que en un principio ninguna de las dos quería.... seguro!!!
ResponderEliminarNo se si fui yo solamente pero no entendí eso de que Gabriel ''vendió'' a Dana... pero bueno.
K navidades, jajajjaja
ResponderEliminarSi tenia claro que Arial era una impostora, ¿porque reacciono asi?, gracias Arial, yo tambien me estaba preguntando eso, como es que podia estar frente a su mama sin morderla?pues claro, alimentandose bien, ensusiando mas su alma en el inter, y eso que Gabriel le dijo de Dana Ethan, no fue muy elaborado de su parte, espero que mi querida y adorada Arial sepa aprovechar esos pequeños vacios que Gabriel dejo en su relato, uuu mi angelito consentido todavia tiene mucho que aprender, de verdad, como se le ocurre pensar, despues de toooodooo que puede confiarle algo tan importante a Gabriel?'eso e sun locura, y ademas, dejo ver un poco sus "emociones" por Arial, para mi que luego Gabriel va a aprovecharse de eso, lo que me gusta es que Ethan le este dando tantos dolores de cabeza, al menos no le va a ser un camino sencillo acabar con el.
ResponderEliminarOMG¡¡¡Lilia y Adam¡¡¡ ya se me habia olvidado en donde los habiamos dejado, el tema de la pulserita desato un caos en el grupo, que si lo manipula, que si no, el chiste es que para mi, el esta dando su consentimiento, no queria que ella se la quitara, y luego por fin 1313¡¡¡ oooo me quede asi como con la boca abierta, solo puedo decir que eso fue PERFECCION, y ahora que Lilia sabe que el la ama, espero que siga luchando por el, aunque me queda una duda, no recuerdo muy bien de que iba ese contrato o lo que sea que Adam firmo con Tomas, solo se que eso tambien sera un impedimento ahora que las cosas se pusieron interesantes entre estos dos.
Asi que Arial no piensa compartir su información aun?que fue lo que le dijo a Ethan?ok voy a dejar eso de lado, porque despues de esa discusion con Eric (estoy totalmente de acuerdo en lo que ella dijo de Gabriel, el ya no es su amigo y eso deberia de entenderlo) lo que me saco por completo de balance fue lo que Eric dijo "Me gustaria que hubieran estrellas para ti" eso fue, woao¡¡¡lo ame totalmente, y apenas estaba recuperandome de eso y sale con su "me gustas" y lo que sucedio despues...yo ya no sabia si seguir leyendo o tomarme un minuto para calmarme, tengo un nuevo apodo quue podriamos añadir a la lista "angelito habilidoso" por que de verdad ¡como supo hacer todo eso!!!!!DIOS¡¡¡ que buen regalo tuvieron estas nephilim....por supuesto que desde luego que si me encanto este capitulo, eres mi idola¡¡¡muchas gracias y perdon si me pierdo un poco pero procesar todo esto esta cañon¡¡¡
saludos¡¡¡
Hola me encanto el capítulo estubo muuuy bueno gracias dani
ResponderEliminarDaniii q capitulo mas encendido!!!!! Me encanto! Pero comenzando por el pobre de Ethan q no sabe donde tiene la cabeza esta tan confundido, no me gusta para nada Gabriel q no le importa q Dana no sea para él con tal de q no sea para Ethan tampoco agh q egoismoo!
ResponderEliminarAhora en la parte mas interesante Adam! espero q no salga con una idiotez cuando se saque la pulsera y q ni le heche la culpa por q solo lo deshinibe no le inventa cosas y
ese Te amo le salio desde el fondo como la posesividad de q nadie toque a Lilia... y por otra partecq tal Angel pervertido q salio Eric! Jeje y si sabia hacer algunas cosas!!! Ariel no puede creerlo! Me encanta ese par!! Estan cayendo redondito a enamorarse, si es q ya no lo estan!
Dani la historia esta en su punto gracias por escribir!
Besos
Chauuu
me ha encantado el capitulo, me encanta como se llevan arial y eric, poco a poco se están quedando prendados entre ellos, es muy lindo todo lo que hace eric para protegerla, pero es demasiado orgulloso para admitir que le gusta y arial es una chica ruda, pero en el fondo solo busca alguien que la quiera de la misma manera.
ResponderEliminarlilia y adam, creo que se debe quedar con la pulsera jaj por al menos así si revela sus sentimientos, lilia si es el alma gemela de adam, es mas hasta el padre de ella se a dado cuenta, creo que el regalo del padre de lilia fue con ese propósito, conociendo a adam sabia que nunca se atrevería a revelar sus sentimientos, ademas después no va a poder dejar de pensar en lo que sucedió,es como el empujonsito que necesita. pero ya quiero que dana baje para y saber que personas de su vida recuerda.
ñaaaaaaaaaaa comentario feo qe se cortó! XD y no podia copiar y pegar :x asi qe todo de nuevo....
ResponderEliminarespero qe Adam no se aweone >:c si el igual qeria puro hacerle la maldá a Lilia :ccc me partiría el corazoncito a mi y a todas las niñas >:c ... y Lilia qedo loqita 1313 aprovecha qe la noche es larga!!! y Adam seguia acumulado :x listo y dispuesto para continuar >///< .... y por otro lado ERIC!!! WEOOOOON ERIIIIIC!!! se paso! idolo! XD y sin experiencia con otras mujeres .... me lo imagino con experiencia dios mio! XDDDD se paso ... *aplausos* XD igual qe latita qe el no pueda disfrutar :c .... esperemos qe recuperen luego a Ethan y qe todo este normal :c así Eric puede caer tranquilo :x y puede llenar a Arial de su amor e.e y todos fiiiiliices :3
esperemos qe en el prox capi aparezca Dana >o< se le extraña :c <3